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SELECCIÓN SEXUAL

La selección sexual es la principal causa de las diferencias de aspecto de


los sexos (dimorfismo sexual).
 
La atracción mutua entre los sexos es un factor importante en la reproducción. Los
machos y las hembras de muchas especies de animales son similares en el
tamaño y la forma excepto en los órganos genitales y en
características secundarias sexuales como las mamas de los mamíferos hembra.
Hay, sin embargo, especies con un dimorfismo
sexual asombroso. En particular en pájaros y
mamíferos los machos son, a menudo, más grandes
y más fuertes, más intensamente coloreados, o
dotados con adornos visibles.
Pero los colores brillantes hacen animales más visibles a los depredadores. El
plumaje largo de pavos reales masculinos y pájaros de paraíso y la enorme
cornamenta de los ciervos viejos machos son cargas incómodas en el mejor de
casos. Darwin sabía que no podían esperar que la selección natural favoreciera la
evolución de rasgos desventajosos, y propuso que tales rasgos surgieron
por selección sexual, que “depende no de una lucha por la existencia en relación
con otros seres orgánicos o a condiciones externas, sino de una lucha entre los
individuos de un sexo, generalmente los machos, por la posesión del otro sexo.
” (C. R. Darwin, 1871).
Charles Darwin señaló que la selección sexual
habitualmente adopta uno de estos dos patrones
(los nombres se deben a Thomas H. Huxley):
selección intrasexual, que es la com­
petencia entre los miembros de un sexo para
aparearse con el sexo opuesto,

 
Ejemplos de selección intrasexual son la
competencia entre los machos de los elefantes
marinos para controlar un harén o entre los ma­chos
de los salmones que compiten para aproximarse a
los nidos en los que las hembras depositaron los
huevos
se­lección intersexual, en la cual los
miembros de un sexo ejercen fuertes presiones se­
lectivas sobre las características del sexo opuesto
mediante la elección de sus pa­rejas.

La selección intersexual, o epigámica, entra en


juego en situa­ciones en las cuales un sexo --más a
menudo la hembra--, hace una selección activa de
su pareja, favoreciendo a aquellos ejemplares que
tengan más desarrolladas ciertas características.
MONOGAMIA Y POLIGINIA

La selección sexual siempre favorece un sistema


poligínico y promiscuo a no ser que sea
desventajoso para las hembras, como ocurre en la
mayor parte de las aves. En la mayoría de los
mamíferos, sin embargo, la poligIiniaes el sistema
de acoplamiento dominante porque el macho no es
necesario para el cuidado paternal. En
consecuencia, la monogamia se ve favorecida sobre
la poligamia sólo cuando:

Ø algún recurso ambiental (el alimento, por


ejemplo) es limitado

Ø y cuando la supervivencia máxima de los


jóvenes requiere el cuidado de ambos padres.
En realidad, estos atributos del macho en muchos
casos resultan no adaptativos con respecto a otros
aspectos, como por ejemplo el estar muy ex­puestos
ante los predadores.

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