Autorregulación/ Autocontrol Control de nuestros impulsos. Autocontrol: capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos conflictivos
Adaptabilidad: Flexibilidad para afrontar los cambios.
Innovación: Sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas, enfoques e información La autorregulación emocional supone el dominio de las emociones e impulsos conflictivos incluso en situaciones altamente perturbadoras. Hace referencia a la ausencia de explosiones emocionales, es decir, nos dejarnos arrastrar por nuestros impulsos o emociones. Las personas dotadas de esta competencia son capaces de controlar sus emociones conflictivas con el fin de evitar problemas a nivel familiar, laboral, social. Una serie de investigaciones han demostrado que las personas impulsivas tienen más dificultades a la hora de aprender nuevos conceptos, ya que les cuesta centrar la atención. En la medida en que nos movilicemos en función de impulsos, nuestra concentración disminuirá lo cual dará lugar a numerosos errores en el desempeño de nuestro trabajo. Permanecer Tranquilo
A pesar de las provocaciones es
fundamental en todas aquellas personas que desempeñen trabajos, que les obliguen a enfrentarse rutinariamente a situaciones desagradables o a personas que se hallen en un estado de agitación. Las personas dotadas de esta competencia se caracterizan por: Gobiernan adecuadamente sus sentimientos impulsivos y sus emociones conflictivas. Permanecen equilibrados, positivos e imperturbables aún en los momentos más críticos. Piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones. Cuando hablamos de autorregulación nos referimos al autocontrol emocional, no nos referimos a negar o reprimir nuestros verdaderos sentimientos, sino a expresarlos de manera adecuada. Para Practicar Detente, serénate y piensa antes de actuar. Expresa el problema y di cómo lo sientes. Proponte un objetivo positivo. Piensa en varias soluciones. Piensa de antemano en las consecuencias. Sigue adelante y trata de llevar a cabo el mejor plan.