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Las palabras pueden dividirse en unidades mínimas con significado

denominadas monemas (perr- o, niñ-a).


Así librero, panadero, charcutero comparten el monema –ero que significa
profesión; y en pan, panadero, panadería, empanar encontramos el monema
-pan- que significa porción de masa de harina, por lo común de trigo, y agua
que se cuece en un horno y sirve de alimento.
Hay dos tipos de monemas: los lexemas y los morfemas:
 Lexemas. Es la raíz de la palabra, aporta el significado central, común a
todos los vocablos de la misma familia: niñ-o, niñ-era, a-niñ-ado.
 Morfemas. Son monemas que se añaden al lexema y matizan o modifican su
significado. Se clasifican en:
 Flexivos. Indican género (perr-o, -a) número (perr-os, -as), y en las
formas verbales, persona, número, tiempo y modo (cant-abamos).
Derivativos. Crean nuevas palabras con un significado léxico diferente:
duro  dureza  endurecer; pecar  pecado  pecador.
Una palabra simple es aquella que está formada por un lexema, que
puede ir acompañado o no de morfemas flexivos: sol, niñ-o, gat-as,
corr-e.
Las voces sol, niño y gato son palabras simples pues –o,-as, -e son
morfemas flexivos: de género masculino (-o), de número plural (-as) y de
tercera persona del singular del presente de indicativo (-e).
A partir de las palabras simples pueden formarse nuevos términos
mediante distintos procedimientos.
Los principales procedimientos de formación de palabras son la
derivación, la composición y la parasíntesis.
 Derivación. Para formar palabras por derivación se añaden morfemas
derivativos al lexema, bien por delante (prefijos): des-afinar, i-legal; bien
por detrás (sufijos): campan-ario, aull-ido.
Composición. Consiste en formar palabras nuevas mediante la unión
de dos o más lexemas: aguanieve, pasatiempo, tiralíneas,
limpiaparabrisas.
 Parasíntesis. Se produce simultáneamente prefijación y sufijación: a-
lun-izar; des-terr-ar, en-vej-ecer. En estos casos no existen las palabras
*lunizar,* terrar, *vejecer, frente a lo que ocurre con las palabras en las
que se produce una doble derivación: real realidad  irrealidad;
nacional nacionalista  antinacionalista.
 Elementos de origen griego y latino. Muchas palabras están constituidas por
medio de elementos que actúan por prefijación y sufijación y cuya procedencia
es griega o latina. Algunos de estos términos eran lexemas originariamente,
poseían significado léxico pleno. Al unirse a otros términos en castellano
(aeronave, anfiteatro) o combinarse entre ellos (democracia, teléfono) pueden
ser considerados elementos de composición. Otros elementos griegos y latinos
utilizados en la formación de palabras eran originariamente prefijos y sufijos. Al
unirse a lexemas castellanos o de otro tipo, dan lugar a derivados (anormal,
ateo). Lo realmente importante es conocer sus significados, pues son muy
abundantes en determinados lenguajes específicos (tecnicismos del lenguaje
científico y tecnológico, sobre todo) y habituales en la lengua común: aero-
plano, anfi-teatro bí-pedo, cosmo-nauta, crono-escalada, lumb-algia, mon-
arquía, claustro-fobia, faring-itis.
 Siglas y acrónimos. Las siglas son el resultado de la unión en una palabra de
las iniciales de otras: RNE, ESO, BBVA, RAE, BOE, BOPA. En ocasiones las siglas
han llegado a lexicalizarse al perderse el significado originario de las siglas: ovni,
talgo, ave
La acronimia. consiste en la unión en una sola palabra de alguna parte de
otras: informática (información automática) cantautor (cantante, autor)
El significado de una palabra es la idea o el concepto que los hablantes de una
lengua asocian a ese vocablo.
Cuando un hablante de español oye o lee la voz mantel piensa en “la pieza de
lino, algodón u otra materia, que s pone en la mesa para comer”; ese es el
significado de esta palabra tal como aparece en el diccionario. Sin embargo, a
menudo no usamos las palabras con su significado literal. Por ejemplo, ¡Vaya
tela, otra vez que he suspendido el examen!, la palabra tela no se utiliza con el
significado del diccionario: “obra hecha de muchos hilos”, sino que se pretende
expresar “desilusión, contrariedad”.
El sentido de un término depende de la intención comunicativa con la que se
usa en una situación determinada. Así el enunciado “¿Estudias o trabajas?
Tiene diferentes interpretaciones según se diga en una oficina del INEM o en un
bar de copas.
Con el paso del tiempo, las palabras pueden alterar su significado o incorporar
otros nuevos. Este proceso se denomina cambio semántico. Así la palabra
satélite, que en el siglo XVIII significaba “sirviente”, ahora designa “un cuerpo
celeste que gira en la órbita de un planeta”. Otro ejemplo es la palabra azafata,
que significaba “criada de la reina”, mientras que hoy designa “mujer encargada
de atender a los pasajeros de un avión, de un tren, de un autocar…”

 Palabras polisémicas son las que a un significante se les atribuye dos o más
significados: ”borrego (cordero / -a de uno a dos años” y “persona que se somete
fácilmente a la voluntad ajena”.
Palabras homónimas son dos palabras que se escriben y pronuncian igual, pero
tienen significados distintos: golfo (“accidente geográfico” y “pillo, vagabundo”.
Cuando se pronuncian igual, pero se escriben de manera diferente se llaman
homófonas: vasto (“extenso”) / basto (“grosero, tosco”).
Palabras sinónimas son diferentes en su forma (significante), pero con un
mismo significado: enviar y mandar; gustar y agradar.
Palabras antónimas , su significado es opuesto: sano y enfermo, crear y
destruir, creíble e increíble.
La hiperonimia . Se trata de palabras cuyo significado incluye otras palabras
cuyo significado es de menor extensión. La palabra flor es el hiperónimo de
clavel, rosa, margarita, jazmín, etc.
La hiponimia. Palabras cuyo significado está incluido en otras de significado
más amplio. Las palabras fútbol, tenis, baloncesto, atletismo… son hipónimos
de deporte.
Hay palabras que con el paso del tiempo mantienen su significante, pero
cambian su significado.
Entre las causas que motivan estos cambios semánticos destacan las causas
lingüísticas, las sicológicas y las sociales.
Causas lingüísticas. Las palabras no están aisladas ni en la lengua ni en el
discurso. Esto hace que sus significados establezcan relaciones que pueden
desembocar en un cambio.
La palabra huerto significaba tanto “lugar destinado a cultivos de verduras,
legumbres…” y “lugar donde se cultivaban plantas con fines ornamentales”. Al
introducirse el galicismo jardín, huerto paso a significar solamente “lugar
destinado a cultivo de verduras, legumbres…”
Cuando dos palabras aparecen juntos en el mismo contexto, es fácil que sus
significados se contaminen. Así se dan fenómenos como la elipsis, así el
adjetivo cortado ha tomado el significado de café cortado, es decir, “café con
algo de leche”. Puro, se utiliza para expresar una clase de cigarro.
Causas históricas. La palabra satélite, que en el siglo XVIII significaba
“sirviente” y ahora designa “un cuerpo celeste que gira en la órbita de un
planeta.
Causas sicológicas. La valoración subjetiva que los hablantes hacen de la
realidad mediante una asociación mental de dos objetos denominando a
uno con el nombre de otro. Estos cambios provocan fenómenos de
polisemia, pues al significado originario se le suman sentidos figurados. Así
tenemos falda de una montaña, ojo de la cerradura, cuello de una camisa,
gallina por cobarde.
Causas sociales. Provocan trasvases de lenguajes específicos a la lengua
común o viceversa, como ocurría con el término lidiar. También por ciertas
convenciones sociales se evitan algunas palabras consideradas tabú por
contener connotaciones que provocan pudor en los hablantes. Estas
palabras se sustituyen por otras aceptadas socialmente denominadas
eufemismos. Así en lugar de ciego se usa invidente, contento por borracho,
discapacitado mental, por retrasado, etc.
Los tabúes son palabras que por distintas razones (pudor, superstición,
delicadeza, política, etc.) los hablantes se resisten a pronunciar. Los
hablantes deciden sustituirlas por otra, menos inconveniente que pasa a
significar lo mismo que el tabú.
Estas palabas reciben el nombre de eufemismos . Así tenemos ejemplos
como siquiátrico por manicomio; dar a luz por parir; tercera edad por vejez;
muerte por defunción, ERE por despido colectivo.
Con el nombre de disfemismo se conoce cuando se utiliza una palabra con
valor humorístico para sustituir una palabra tabú: estirar la pata por morir.
La metáfora es un fenómeno semántico mediante el cual aplicamos a una
palabra el significado de otra con la que la comparamos dada la semejanza
que existe entre ambas. Este fenómeno da lugar a palabras polisémicas: la
copa del árbol, el ojo de la cerradura, la falda de la montaña el burro del
profesor.
La metonimia se basa también en una asociación de ideas, pero en este
caso los términos afectados, en lugar de guardar una relación de parecido,
mantienen un vínculo de contigüidad; sus significados están próximos entre
sí. Beber un (vino de) Rioja, comerse un plato (de arroz), tomarse una copa
(de vino), tiene cien cabezas ( de ganado).
Se denomina denotación al significado real, objetivo, de una palabra
(generalmente, tal y como aparece en un diccionario). Por ejemplo, la
palabra verano significa “la estación más calurosa del año”.
Las connotaciones son significados que no alteran la significación de la
palabra, sino que la enriquecen y la matizan. Así a la palabra verano se le
añaden connotaciones como “vacaciones, playa, descanso, fiesta, agobio”…
Este fenómeno está muy presente en la literatura así el color negro tiene
connotaciones como muerte, tristeza o la palabra lluvia, monotonía,
melancolía…

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