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Gramática I
RESUMEN EJECUTIVO
1. Préstamos lingüísticos, extranjerismos
2. Neologismos, arcaísmos
3. Imprecisión Lexical
4. Pleonasmo, redundancia
5. Problemas de incoherencia
6. Vocablos con doble forma de enunciación
7. Problemas de uso de género y número
8. Problemas de uso de partes de la oración
9. Irregularidades verbales
10. Relaciones de tiempo
11. Leísmo
12. Concordancia
13. Queísmo, dequeísmo
14. Latinismos
15. Formación de palabras
16. Ortografía
El uso de la palabra rol, tomada del inglés, se da cada vez con mayor
frecuencia. No hay duda de que su brevedad y el hecho de coincidir en su
pronunciación con el sistema del español la hacen muy atractiva. Ello explica,
aunque no justifica, su empleo en vez de los vocablos hispanos papel o función.
En realidad no se ve la necesidad de incorporar este anglicismo a nuestra
lengua, pues todo lo que se dice con esa palabra también se puede decir con las
nuestras.
Las palabras ufo, ufólogo, ufología provienen de la palabra inglesa ufo, que es
la sigla de la expresión «unidentified flying object». En español existe un uso
extendido de la palabra ovni, que es la sigla de la expresión «objeto volador no
identificado». Dado que ufo y sus derivados no corresponden a elementos
tomados del español, es preferible emplear las palabras ovni, ovniólogo y
ovniología.
El término buffet es de origen francés, como también lo son chalet, carnet, bidet.
Sin embargo, no hay razón para mantener la ortografía francesa, ajena a nuestro
sistema. La Real Academia ha recomendado hispanizar ortográficamente los
préstamos de este tipo para asimilar a la lengua los extranjerismos plenamente
incorporados al habla cotidiana. En consecuencia, se recomienda escribir bufé
(plural bufés), así como chalé (pl. chalés), carné (pl. carnés), bidé (pl. bidés) .
Una vez más estamos ante el uso innecesario de un término inglés, pac. Existen
en nuestro idioma palabras equivalentes de uso común, como son conjunto o
paquete. Por tanto, debería haberse anunciado «… a solo $1.800 el conjunto (o
paquete) de seis unidades».
Las personas que han viajado en avión seguramente han escuchado el término
counter en los más diversos aeropuertos del mundo, referido a los mesones en
los que se atiende a los viajeros. Se trata, pues, de un extranjerismo innecesario,
que, además, no todos entienden. Es el momento de evitarlo, antes de que lo
imponga el uso.
Las personas que han viajado en avión seguramente han escuchado el término
counter en los más diversos aeropuertos del mundo, referido a los mesones en
los que se atiende a los viajeros. Se trata, pues, de un extranjerismo innecesario,
que, además, no todos entienden. Es el momento de evitarlo, antes de que lo
imponga el uso.
container : contenedor
marketing: comercialización, mercadotecnia
multimedia: multimedios
rating: medición de audiencia
show: espectáculo, función, exhibición
software : programa (de computación)
hardware : equipo (de computación)
CD Rom (com pact disk, read only memory) : disco compacto
floppy (disk) : disquete
Se trata en este caso de una palabra creada utilizando los recursos de nuestro
propio idioma. Es frecuente construir verbos a partir de nombres, mediante las
terminaciones -ar o -ear (por ejemplo, solucionar, concursar; telefonear, vocear,
faxear). En el caso que estamos comentando, el término concesionar sustituye
a la expresión entregar en concesión y, por ello, representa una economía de
palabras. Aunque a algunos pudiera chocar por la novedad, no vemos nada
censurable en su uso.
Fuere es una forma del futuro de subjuntivo, tiempo verbal que no se usa en la
actualidad. Solamente algunos textos jurídicos ocupan este tiempo para indicar
un tipo de posibilidad. En los demás casos, este futuro ha sido reemplazado por
el pretérito imperfecto de subjuntivo en cualquiera de sus dos formas (-ra y –se).
En consecuencia, debió haberse escrito:«Si fuera (o fuese) cierto, lo sabría».
Lo que la persona quiso decir aquí fue que el cantante tenía la voz bien
impostada, es decir, puesta en su tesitura natural. La palabra impuesta,
participio del verbo imponer, carece, en este caso, de sentido. Tal vez lo que
aquí hubo fue una confusión momentánea, pero también es posible que se haya
tratado de un error sin más, fruto de la ignorancia
Nuestro idioma dispone del verbo lamer con el preciso significado de 'pasar
repetidas veces la lengua por una cosa'. Langüetee, además, empleado en un
texto que se supone culto, "se siente" vulgar. Por ello, pues, su inclusión en el
texto de un medio escrito considerado serio puede calificarse de poco feliz.
En este caso debió decirse «Transite solo por la vereda de enfrente» (una sola
palabra), que significa «en la parte opuesta», o bien «Transite solo por la vereda
del frente», giro en que frente significa «lugar opuesto
Dada la explicación que aparece en la última parte de esta cita, cabe entender
que el autor pretendió decir algo así como «importante o profundo estudio».
Con alguna frecuencia se dan expresiones que contienen la palabra sendos (así,
en plural) con un significado afín al que aparentemente quiso darle el autor de la
cita que comentamos. Sin embargo, su uso en singular («un sendo estudio») es,
a nuestro entender, absolutamente inédito. El significado de sendos, sendas
(siempre en plural) es, según el Diccionario de la Real Academia Española, «uno
o una para cada cual de dos o más personas o cosas». Si se hubieran
encargado dos estudios a dos personas diferentes —uno a una, y otro a otra—,
se podría haber dicho aquí, para expresar dicha distribución, «encargó sendos
estudios», pero en ningún caso para querer decir que esos estudios eran
importantes. Tampoco es aceptable emplearlo en lugar de grande,
extraordinario o ambos, como a veces suele ocurrir.
La intención del periodista parece haber sido utilizar senda como un término
que exprese el concepto de «grande». Esta equivocación probablemente
proviene de la errada interpretación de expresiones como «Los Mandatarios
depositaron sendas coronas frente al monumento» o «Las integrantes del coro
recibieron sendos ramos de flores», en las que el significado distributivo «uno o
una para cada cual de dos o más personas o cosas», es sustituido,
erróneamente, por «grandes». Dada esta sustitución, no es de extrañar su uso
en singular en el caso que comentamos, lo que no es posible en su sentido
recto, pues, por ser distributivo, implica más de una persona o no-persona. Pudo
haberse dicho, entonces, «… se realizará una gran manifestación…».
El adjetivo que acompaña a la palabra pastas está mal escrito. Este error es
común en la lengua hablada, pero poco frecuente en la escrita, y se debe
básicamente a la influencia que sobre esta palabra ejerce la serie de términos
efectivamente finalizados en -fico que existen en español, como benéfico,
magnífico, prolífico, terrorífico, etc. La palabra que aquí comentamos deriva de
dos vocablos de la lengua latina: dens, dentis 'diente', y fricare 'frotar', 'fregar', de
manera que lo adecuado es escribir dentífrico, conservando la ortografía de sus
raíces.
Con motivo de la campaña que se está realizando para prevenir contra esta
enfermedad, muchas personas dicen rubiola, a pesar de que la única forma que
el Diccionario académico registra es rubéola. En Chile, sin embargo,
prácticamente nadie, incluso entre los propios médicos, dice rubéola (con
acento en la e); la forma usual entre ellos es rubeola (con acento prosódico en
la o). Esto se debe a que en el español hay tendencia a evitar las palabras
esdrújulas. Puede, por tanto, considerarse adecuada también esta forma, pero
habría que evitar rubiola, del mismo modo que hay que evitar pior (por peor),
pelió (por peleó), etc.
En este ejemplo, lo adecuado era decir programado, puesto que este término
se refiere al orador que era parte del programa o cuyo nombre figuraba en el
programa, no en el presupuesto.
Debe entenderse que el autor de este artículo quiso decir o . El verbo adolecer
no significa 'carecer', sino, por el contrario, 'sufrir' o 'tener algún defecto'. Por lo
tanto, no puede preceder términos positivos, como lo son, en este caso,
'precisión' y 'especificidad'.
Se trata, sin duda, de una confusión ortográfica por el cruce del verbo encausar
'formar causa a uno', 'proceder judicialmente contra alguien' (que se escribe con
<s>, porque la palabra procede de causa), y el verbo encauzar, que en sentido
figurado significa 'encaminar', 'dirigir por buen camino un asunto, una discusión,
etc.' (que se escribe con <z>, por proceder de la palabra cauce). En el caso que
aquí se comenta, debió haberse escrito, por lo tanto, «… sienten que han
encontrado una buena forma de encauzarlo».
Debió haberse escrito «No ha lugar», con <h>. Se trata de una expresión
arcaica (conservada por el lenguaje jurídico), forma del verbo haber con el
significado actual de tener.
Lo que correspondía escribir aquí era deshecha, con –h- porque la palabra
procede del verbo deshacer, compuesto de hacer. Es común la confusión
ortográfica entre echo, del verbo echar , que se escribe sin h y hecho, del
verbo hacer y de sus compuestos (deshacer: deshecho; rehacer: rehecho),
cuyas formas conservan la del infinitivo. Desecha es forma del verbo desechar
, que significa 'excluir', 'desestimar', eliminar'.
Debió decirse «Entre bastidores…». Las bambalinas son tiras que cruzan de
lado a lado el escenario del teatro, formando la parte superior de la decoración.
Por lo tanto, conversar entre bambalinas sería hacerlo suspendido en el aire, y
no, como se quiere decir, entre los escondrijos del escenario.
El término bimensual significa «que ocurre dos veces al mes». Para significar
«que ocurre cada dos meses o dura dos meses», se debe emplear el término
bimestral —asociado a bimestre. Igual distinción cabe hacer entre bianual,
«que ocurre dos veces al año», y bienal —asociado a bienio—, cuyo significado
es «que ocurre cada dos años o dura dos años».
desavenencia
y no desaveniencia
gasoducto (gas-o-ducto)
y no gaseoducto*
*Pero:oleoducto (oleo-ducto).
menopausia
y no menopausa***
*** Aunque se relaciona con pausa.
digresión
y no disgresión
escéptico y no excéptico
expectativas y no espectativas
alcalde y alcaide
estático y extático
apóstrofe y apóstrofo
estrenar y entrenar
aprender y aprehender
iniquidad y inequidad
aprensivo y aprehensivo
inventiva y invectiva
ascendiente y ascendente
prever y proveer
consejo y concejo
síncope y síncopa
desecar y disecar
especie y especia
vaca y baca
espirar y expirar
vaso y bazo
absolver y absorber
colisión y coalición
abrazar y abrasar
embriagar y embragar
acerbo y acervo
encima y enzima
actitud y aptitud
entrenar y estrenar
alineado y alienado
ingerir y injerir
eminente y inminente
inventiva y invectiva
basto y vasto
libido y lívido
avaluar y evaluar
numerar y enumerar
cima y sima
óbolo y óvulo
abalar y avalar
barón y varón
acechanzay asechanza
baya y valla
acecinar y asesinar
bazo y vaso
asar y azar
beso y bezo
asenso y ascenso
bocal y vocal
botar y votar
bacante y vacante
brasa y braza
bacía y vacía
Parece ser una norma periodística en los titulares internos presentar las noticias
en esta modalidad, donde no hay coherencia semántica entre lo que se dice en
la primera línea y lo que se afirma en las siguientes. Todo indica que tras este
atentado contra la lógica está la intención de producir un efecto visual, haciendo
que el lector lea primero lo que está en letras más grandes en las líneas de
abajo, completando luego esa lectura con lo que se dice en la primera línea, en
letras más pequeñas; pero así se corre el riesgo de que sean muchas las
personas que no entiendan el titular, sin considerar, por otra parte, que esta
disposición constituye de hecho una grave transgresión a la sintaxis española:
no puede colocarse primero lo que hay que leer al final. Debió, en consecuencia,
haberse invertido el orden.
Lo cierto es que con ambas palabras se puede nombrar este plato de origen
indígena que ha pasado a formar parte de nuestra cocina nacional. No obstante,
hay diferencias de uso entre una y otra forma. La primera, pantruca, predomina
entre las personas de cultura urbana; la segunda, en cambio, pancutra, es la
forma habitual en los sectores rurales. Se trata, pues, de dos formas
coexistentes para designar una misma realidad.
Es claro que este titular nos informa de una fiesta que se organizó en el Club de
Polo; no obstante, el término bailable, que sí puede combinarse con la palabra
música en la expresión música bailable –esto es, música compuesta 'para ser
bailada'–, combinado con fiesta no queda bien. En efecto, la terminación -ble
significa 'capacidad o aptitud para recibir la acción expresada por el verbo'; por
ejemplo, admirable 'digno de ser admirado', transitable 'apto para ser transitado',
sumergible 'capaz de sumergirse'. En nuestro caso, sin embargo, no se trata de
una fiesta apta para ser bailada, sino en la que se puede bailar. Debió haberse
escrito, pues, fiesta con baile. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con cena bailable,
en vez de cena con baile.
Las formas verbales de primera persona plural, que siempre terminan en -mos,
pierden la letra <s> final cuando se unen al pronombre nos; por ejemplo,
juntémonos, reunámonos. Cuando, en cambio, las mismas formas verbales se
unen con otros pronombres, la <s> final se mantiene; por ejemplo, juntémosle,
reunámoslos. De acuerdo con lo anterior, debió escribirse «Preocupémonos de
dejarlo bonito».
Hay aquí un uso inadecuado de que y de su. Debió haberse dicho: «Me llamó
una persona cuyo nombre no sé». También son formas aceptables «una
persona de la que no sé el nombre», o «… de quien no sé el nombre», o «… de
la cual no sé el nombre». En estos tres últimos casos, la relación del nombre
con la persona está dada por la preposición de. Por lo tanto, no se justifica el
uso de la palabra su. En el texto de la consulta se ha producido, al parecer, una
confusión con un enunciado como «Me llamó una persona que no me dio el
nombre», del todo aceptable.
En efecto, estas expresiones, tan comunes en nuestro país, son una copia del
francés y constituyen, por lo mismo, galicismos. La construcción propia de
nuestra lengua es «la reunión por efectuarse o que se efectuará», «la película
por exhibir o que se exhibirá», etc. Conviene, pues, evitar el empleo de
construcciones ajenas a nuestra lengua y que afectan a su idiosincrasia.
Este giro, proveniente del francés, se observa entre nosotros cada vez con
mayor frecuencia, tanto oralmente como por escrito, en todo nivel de formalidad.
Es preferible, sin embargo, evitar el galicismo por innecesario y, en este caso,
decir: «… la muestra cultural que se efectuará en el salón…».
La distancia que media, en este caso, entre los dos elementos correlativos,
explica tal vez el cruzamiento que se produjo entre desde…hasta, por una parte,
y tanto… como, por otra. Se debió elegir entre decir «… desde el nombre del
presidente hasta el del ex senador», o bien «… tanto el nombre del presidente
como el del ex senador». La elección dependerá de si se quiere establecer
alguna prioridad entre ambas alternativas (desde… hasta), o bien una
equiparidad (tanto… como).
Con la llegada del año 2000, la indicación de las fechas con la preposición de,
sin artículo, delante del año, puede parecer extraña y surge la tendencia a usar
del. Hasta ahora, el uso habitual es la preposición de sola; p. ej.: 2 de enero de
1999. Hay otros casos en que también omitimos el artículo; p. ej., Estamos en
1999. En la nueva situación, nos resultará más natural decir Estamos en el 2000
que Estamos en 2000. Posiblemente el uso del artículo predominará en un
primer momento, pero la forma ahora habitual puede también considerarse
adecuada. Por lo tanto, no hay inconveniente en indicar la fecha como se hace
en la consulta recibida.
Hay en esta expresión una confusión entre dos formas alternativas de indicar
rango, distancia o lapso: entre… y…, por una parte, y desde… al… (o hasta),
por otra. De modo que aquí habría que decir «entre el 15% y el 18%», o bien
«desde el 15% al 18%».
amueblo no amoblo
aprieto no apreto
degüello no degollo
aviento no avento
denuesto no denosto
desmiembro no desmembro
desafuero no desaforo
empariento no emparento
descuello no descollo
engrueso no engroso
nieva no neva
pueblo no poblo
pliego no plego
sueldo no soldo
yerro no erro
En este caso, lo adecuado es decir relacionado, ya que este término está aquí
referido a motivo, sustantivo con el que debe concordar en género (masculino)
y número (singular).
Hay aquí una falta de concordancia: debería haberse dicho conmigo misma,
puesto que el sujeto es yo (= mí). La forma refleja sí (sobre todo en este caso,
en que va al interior de una palabra, donde no se tilda) pierde a veces la
relación significativa exclusiva con la tercera persona (él, ella, ellos, ellas), para
adquirir un valor de reflejo de cualquier persona (yo, tú, nosotros, ustedes). Es
lo que ocurre con la voz ensimismado (derivada de en sí mismo): «yo estaba
ensimismado» (y no enmimismado), «nosotros estábamos ensimismados», etc.,
fórmulas todas aceptables. La misma equivocación del diario se comete cuando
se dice, por ejemplo: «Me costó mucho volver en sí», en vez de «… en mí».
El sujeto del enunciado está formado tanto por como por . Se trata, entonces, de
un sujeto plural, el que alude a quienes han recibido la noticia con mucha
alegría. Sin el hipérbaton (o cambio del orden habitual), recurso estilístico
adecuado, se advierte mejor la relación sujeto-predicado: . Es necesario, pues,
ajustar la concordancia: un sujeto plural requiere, en el predicado, un verbo
conjugado también en plural.
Quid pro quo: «Una cosa por otra». Giro usado para
indicar un principio de reciprocidad en el comercio
exterior. A veces se lo emplea también con el significado
de 'confusión' o 'error'.
Ipse vidi: «Yo mismo lo vi», «lo vi con mis propios ojos».
Los nombres de los meses del año deben escribirse con minúscula, ya que no
son nombres propios. Aquí, por tanto, debió escribirse: «… 9 de junio hasta el 9
de diciembre». Existe tendencia a escribir los nombres de los meses con
mayúscula, pensando, tal vez, que se trata de nombres propios. Se olvida, sin
embargo, que existen tantos meses de junio, por ejemplo, como años; por eso
es que deben recibir el tratamiento ortográfico que se les da a todos los
nombres comunes, es decir, deben escribirse con minúscula
En español hay muchas palabras que terminan en -cción, tales como acción,
lección, corrección. Estas palabras generalmente provienen de o están
emparentadas con términos que presentan el grupo -ct-: acto, lector, correcto,
donde la c se corresponde con t. Sin embargo, las palabras que provienen de
voces que tienen -x-, terminan en -xión y no en -cción. Así, por ejemplo, las que
provienen de nexo (conexión, anexión), de flexión (reflexión, inflexión) y otras
semejantes, mantienen la x de las palabras originales, la que a veces se
corresponde con j (anejo, reflejo, etc.). En consecuencia, debió haberse escrito
conexiones.
Debió haberse escrito pretensiones, con <s>, porque la palabra deriva del
verbo pretender, terminado en <-der> (pues <d> se corresponde muchas veces
con <s>), como en comprender/comprensión (cp. comprensor);
conceder/concesión; tender/tensión (cp. tenso); aprehender/aprehensión (cp.
aprehensor); ascender/ascensión (cp. ascenso). La misma correspondencia se
da con los verbos terminados en <-dir>: decidir/decisión (cp. decisorio);
dividir/división (cp. divisor); persuadir/persuasión (cp. persuasor);
confundir/confusión (cp. confuso). Pero como no hay reglas sin excepción,
conviene tener presente que atención, derivado de atender, se escribe con <c>
(y ello por corresponderse tanto <c> como <d> con <t>, como en atento [atend-
er, atenc-ión, atent-o], y no con <s>). Por otra parte, en vez de currículum, es
preferible currículo. Cp. Notas idiomáticas Nº 7, 5.
Cuando en una palabra se junta una vocal cerrada (i, u) con alguna de las
vocales abiertas (a, e, o) y aquella se acentúa en la pronunciación, debe llevar
tilde (= acento gráfico). Ejemplos: aúna (pero no aunar, porque aquí la u no se
pronuncia acentuada, no tiene acento fónico, ya que este se encuentra en la
sílaba -nar); gradúa, gradúo, gradúe (pero no graduamos, graduemos);
atavío, atavía, atavíe (pero no ataviamos, ataviemos); maíz (pero no maizal),
vía (pero no viaducto), etc. La tilde se emplea en tales casos para advertir que
la combinación de vocal cerrada y abierta, o viceversa, no forma diptongo, sino
hiato (ambas pertenecen a sílabas distintas: a-ú-na, y no au-na). Hay que
escribir, pues: «Es posible que se aúnen ambos criterios».
Sin tilde:
bien
no
vi
da
pues
ti
pie
ve (de ir o ver)
fe
No se deben confundir:
abalar y avalar
barón y varón
acechanzay asechanza
baya y valla
acecinar y asesinar
bazo y vaso
asar y azar
beso y bezo
asenso y ascenso
bocal y vocal
baca y vaca
botar y votar
bacante y vacante
brasa y braza
bacía y vacía
cebo y sebo