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WASHINGTON D.C
HISTORIA
La creación de la ciudad de
Washington, oficialmente
denominado Distrito de Columbia,
comienza luego de la
Independencia de Estados Unidos
en 1776. Nace como una ciudad
planificada, para servir como
capital nacional permanente
separada de los 50 estados,
donde se concentran las 3 ramas
del Gobierno (Legislativo,
Ejecutivo y Judicial).
La planificación urbana de la ciudad fue
diseñada por el Ingeniero y Urbanista Pierre
L’Enfant el año 1791.
L’Enfant desarrolla una amplia ciudad con
edificaciones al estilo Barroco, amplias avenidas
radiales y espacios ceremoniales, respetando los
contornos naturales del terreno. El resultado fue
la intersección de avenidas diagonales
superpuestas sobre un sistema de grilla. Donde
confluyen estas avenidas se emplazan los
edificios más importantes, el Congreso y el
Capitolio. L’Enfant especificaba en sus notas
que las avenidas debían estar situadas de tal
manera que permitieran conectar visualmente
espacios topográficos relevantes de la ciudad
donde se pudieran erigir importantes
monumentos y esculturas. Un diario de la época
señala en su editorial: “El jardín que conecta el
Capitolio con la casa del Presidente se presenta
en proporciones que se corresponden con la
magnificencia de esas estructuras; el espacio
que está diseñado para ocupar es de 1700 pies
de ancho, y más de 7.000 pies de longitud,
independiente de los dos inmensos declives, y la
casa del presidente del canal que los separa
del jardín”.
La elección del sitio respondió a razones estratégicas. El lugar se encontraba en
la frontera entre Maryland y Virginia, aproximadamente a medio camino entre el
estado situado entonces más al norte (New Hampshire) y el mar meridional
(Georgia) y, además, el rio Potomac era navegable y permitía el acceso a través
de los Apalaches al interior todavía no explorado.
En enero de 1791, el presidente George Washington anunció la decisión. Se
escogió un territorio virgen que se beneficiaría de la existencia de la proximidad
de dos puertos prósperos, los de las ciudades de Georgetown y Alexandria,
fundadas en 1751 y 1749 respectivamente. En esa zona, solamente había dos
ciudades planteadas y que no llegaron a desarrollarse (Hamburgh y
Carrollsburgh). Los trabajos de topografía y delimitación, así como las propuestas
para su trazado comenzaron en ese mismo año
EL “DIAMANTE” ROTO
MONUMENTO
LINCOLN
MONUMENTO
WASHINGTON
CAPITOLIO
Topografía:
En general, el Plan es un ejercicio prodigioso de compenetración entre las
posibilidades ofrecidas por el terreno y las tramas geométricas que se le
superponen. La utilización del relieve para significar los puntos singulares o
el planteamiento de perspectivas abiertas jugando con los reflejos del
amplio cauce del Potomac son algunas de sus estrategias. L’Enfant logró
(con alguna distorsión sabiamente disimulada) una brillante composición
que influiría profundamente en el trazado de las ciudades futuras y
particularmente en el modelo de las City Beautiful de finales del siglo XIX
CASA BLANCA
CAPITOLIO
EL PLAN MCMILLAN
Cuando la ciudad se aproximaba a su centenario,
volvieron los debates sobre las necesidades de la
capital que no se habían visto desarrolladas
durante su siglo de existencia. Además el perfil de
la ciudad en su encuentro con el rio había
cambiado y exigía una reconsideración.
En las últimas décadas del siglo XIX, hubo varios
desbordamientos del rio Potomac, que anegaron
toda la parte al sur de la Pennsylvania Avenue.
Tras la catastrófica inundación de 1881 se tomó la
decisión de realizar un canal regulador
(el Washington Channel). Se realizó un limpiado
importante del río de forma que la tierra extraída
configuró una barrera que separaba el cauce
principal del canal. Su construcción se prolongó
entre 1880 y 1892. La barrera terrestre, que llegaba
hasta la desembocadura del Anacostia River,
quedó pendiente de recibir un uso concreto
Complementariamente se construyó el Tidal Basin para
mejorar el drenaje de la ciudad. En la actualidad, esta
laguna está comunicado con el rio y con el canal
convirtiendo a la “lengua” de tierra en una isla (y dividiendo
en dos el parque que finalmente se realizó en esa zona,
quedando el East Potomac Park en la isla y West Potomac
Park al final del National Mall).
Los debates sobre la ciudad tenían temáticas muy variadas.
Muchas voces reclamaban el rediseño del Mall que había
evolucionado de forma poco coherente, otras requerían el
planteamiento de un sistema de parques adecuado y
también se reivindicaban espacios para el homenaje de los
héroes de la nación.
Sobre estas bases, en 1900 se formó una comisión en el
Congreso que, presidida por el senador James McMillan,
abordaría la reflexión sobre el futuro de Washington y la
tarea de revitalizar el centro monumental de la ciudad. Este
último fue el gran tema del plan.
Alguno de los integrantes de la comisión fueron, Daniel Burnham, arquitecto director de
la exposición de Chicago, el paisajista Frederick Law Olmsted Jr., el arquitecto Charles
F.McKim (de McKim, Mead & White) y el escultor Augustus St. Gaudens.
En 1901 la comisión presentó una propuesta para la remodelación del National Mall, el
corazón político de la ciudad, que se conocería como el McMillan Plan.
La comisión se enfrentó a los temas urbanos siguiendo los ideales establecidos por el
movimiento City Beautiful, que había nacido en Chicago a partir de la “Ciudad Blanca”
(la World’s Fair de 1893). La presencia de Burnham o McKim y el apoyo de otros líderes de
la AIA (American Instituye of Architects), seguidores de esta tendencia, permitió
que Washington se convirtiera en una de las primeras ciudades en las que se aplicaron
esos principios urbanos.
La Ciudad Bella se inspiraba en los grandes trazados geométricos, perspectivos y
articulados del clasicismo y el barroco, recurría a la arquitectura Beaux-Arts para sus
grandes edificios, apostaba por la monumentalidad, sobre todo en los espacios públicos
y en general planteaba extraordinarias escenografías urbanas. Además, significaba un
apoyo decidido por la gran planificación y por el proyecto urbano. Los defensores del
estilo, argumentaban que con estas estrategias, que priorizaban la estética del espacio,
se conseguían entornos mucho más favorables para un desarrollo social adecuado
Los criterios de la City Beautiful orientaron muchas actuaciones en ciudades
norteamericanas y en algunas de las ciudades coloniales del imperialismo entre
finales del siglo XIX y principios del XX.
El Plan L’Enfant con sus grandes perspectivas abiertas e infinitas daría paso a la
composición arquitectónica y cerrada del McMillan Plan, en el que se proponían
recorridos con principios y finales focalizados dentro de una gran rotundidad en la
configuración del espacio.
En el McMillan Plan se remodela el centro de la ciudad, formalizando el National Mall con
grandes edificios públicos, principalmente museos de arte e historia, que jalonan el gran eje que
parte del Capitolio, eje que fue prolongado hasta los terrenos ganados al Potomac River (que se
encontraba mucho más lejos por esa razón). Igualmente, el eje presidido por la Casa Blanca fue
extendido hacia el sur. Los dos amplios espacios formaban, en proyecto, una cruz colosal. Las
impresionantes dimensiones de la propuesta, se veían reforzadas con gestos como las
alineaciones arboladas, las extensas praderas abiertas o la ubicación estratégica de
los Memorials. También el monumento a Washington, el gigantesco obelisco que supera los 169
metros de altura y fue construido entre 1848 y 1888, o la extraordinaria Reflecting Pool , la lámina
de agua situada entre el Lincoln Memorial y National World War II Memorial potencian la
impresión monumental del conjunto.
El proyecto sufrió diversos cambios, particularmente en el ala sur de la “cruz”, que acabó
desapareciendo debido al Tidal Basin, o en los viarios perimetrales oblicuos del oeste que no
llegaron a construirse. A pesar de las modificaciones, este gran espacio ha mantenido sus
esencias de monumentalidad y significación convirtiéndose en un icono internacional. La
magnificencia de los tres kilómetros y medio que separan el Capitolio del Lincoln Memorial, o su
papel como escenario de multitudinarias manifestaciones ciudadanas, dan testimonio de ello