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TRANSFORMACIONES URBANAS DEL SIGLO XVIII Y SIGLO XIX EN WASHINGTON

Washington es uno de los 50 estados de Estados Unidos de América , con una población
de 7.288.000 personas, 39 habitantes por Km2, tiene una densidad de población media en
relación al resto de los estados del país.
Localizado en la región del Noroeste, fundado oficialmente el 11 de noviembre de 1889. Fue
nombrado en homenaje al líder de los insurgentes estadounidenses durante su Guerra de
Independencia y posterior primer presidente de Estados Unidos, George Washington.

AÑOS ANTES DE LA INDEPENDENCIA

El aumento en los impuestos a partir de 1765 y las medidas represivas del gobierno inglés
provocaron descontento y el inicio de la Guerra de independencia, pues las colonias creían
injusta su obligación de pagar impuestos a Inglaterra sin tener representación política en el
parlamento de Londres.

Por tal motivo, los colonos formaron un ejército de bajo el mando de George Washington.
Éste, ante la falta de recursos para enfrentar al imperio británico, pidió ayuda a Francia, que
aceptó dar apoyo a las colonias.

La independencia de Estados Unidos marcó el inicio de las luchas insurgentes en todo el


continente americano.

En 1775 comenzó la guerra tras la Batalla de Saratoga, primera gran victoria estadounidense.
Francia y España participaron en la guerra apoyando a los independistas.

El 4 de julio de 1776 se presentó la Declaración de Independencia elaborada principalmente


por Thomas Jefferson, la cual se basaba en los principios de la Ilustración, que defendía la
soberanía popular, la igualdad y la libertad.

Una vez lograda la independencia, había que acordar el futuro de las antiguas colonias: si éstas
seguirían como estados independientes o se unirían en una sola nación. Tras varios años de
negociaciones, en 1787 representantes de las antiguas colonias se reunieron en el Congreso de
Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creó así un único gobierno federal con un
Presidente de la República y dos Cámaras Legislativas (Congreso y Senado).

Se redactó también la Constitución de 1787 y se convocó a elecciones en las cuales George


Washington fue elegido como el primer Presidente de los Estados Unidos bajo la nueva
constitución.

Esta constitución se inspiraba en los principios de igualdad y libertad que defendían los
ilustrados y se convirtió en la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo
político, estableciendo un régimen republicano y democrático.
A fines del siglo Xix y principios del Xx, EUA inició una fuerte expansión al exterior. 

El Plan de L´Enfant

El Plan L’Enfant no fue ejecutado totalmente e incluso fue modificado en parte, y por ello, en
fechas próximas al  primer centenario de la ciudad, se creó un grupo de expertos que, bajo la
dirección del senador James McMillan, tuvo la misión de reflexionar sobre el conjunto y actuar
en la remodelación de las áreas centrales de la ciudad.
Su propuesta, conocida como McMillan Plan, fue presentada en 1901, y había supuesto una
oportunidad para los impulsores del movimiento City Beautiful, nacido en Chicago a partir de
la “Ciudad Blanca” (la World’s Fair de 1893). Con sus aportaciones consiguieron
que Washington fuera una de las primeras ciudades en las que se aplicaron sus principios.

EMPLAZAMIENTO DE LA CIUDAD
La elección del sitio respondió a razones estratégicas. El lugar se encontraba en la frontera
entre Maryland y Virginia, aproximadamente a medio camino entre el estado situado entonces
más al norte (New Hampshire) y el más meridional (Georgia) y, además, el rio Potomac era
navegable y permitía el acceso a través de los Apalaches al interior todavía no explorado.

En enero de 1791, el presidente George Washington anunció la decisión. Se escogió un


territorio virgen que se beneficiaría de la existencia de la proximidad de dos puertos
prósperos, los de las ciudades de Georgetown y Alexandria, fundadas en 1751 y 1749
respectivamente. En esa zona, solamente había dos ciudades planteadas y que no llegaron a
desarrollarse (Hamburgh y Carrollsburgh).
Los trabajos de topografía y delimitación, así como las propuestas para su trazado comenzaron
en ese mismo año.

Por otra parte, la capital necesitaba un territorio. Para ello, se delimitó un cuadrado de 10
millas de lado (16 km.) cuyos vértices indicaban los cuatro puntos cardinales de forma que
aparecía en los planos como un rombo, que pronto se identificó con la forma de un diamante.
Esta superficie de 100 millas cuadradas (casi 260 km2) segregaba parte del estado de Maryland
(la zona noreste del rio Potomac) y del estado de Virginia (la zona suroeste del rio),
configurando un nuevo distrito, el Distrito de Columbia.

No obstante esta delimitación inicial se vería modificada años después, cuando Virginia
reclamó la parte segregada,  consiguiendo, finalmente, recuperarla. La retrocesión del acuerdo
inicial, se aprobó en 1846, y devolvió el Alexandria County a Virginia. En 1870 la ciudad de
Alexandria se constituyó en municipio independiente (City of Alexandria) lo que llevó a
cambiar, en 1920, el nombre del resto del condado para evitar confusiones. Se
denominó Arlington County en referencia a la Arlington House, que fue residencia del general
Robert E. Lee. Alguno de los grandes equipamientos gubernamentales, como el Pentágono, no
se encuentran propiamente en Washington, sino en Arlington, Virginia, justo en la otra orilla
del río.
Con esa segregación, el “diamante” de 100 millas cuadradas se rompía siguiendo la “falla”
del Potomac River. Su parte norte se convertía en el definitivo Distrito de Columbia (D.C.)

El Plan L’Enfant
Pierre Charles L’Enfant (1754-1825) fue un ingeniero y artista francés que llegó a las colonias
norteamericanas en 1777, acompañando al Marques de Lafayette, para luchar por la
independencia recién declarada en las colonias norteamericanas. El general Lafayette volvería
a Francia en 1782 pero L’Enfant, que había alcanzado el grado militar de Mayor, se quedó en
los Estados Unidos, donde comenzó a trabajar como ingeniero, arquitecto y diseñador.
Cuando surgieron los debates sobre la capital federal y se apuntaba hacia la ubicación en las
orillas del Potomac River, L’Enfant  se postuló para redactar el plan de la nueva ciudad.
Finalmente consiguió, gracias a su amistad con Alexander Hamilton y con el propio presidente,
el encargo de diseñar el trazado de la Federal City que acabaría denominándose Washington
D.C.
 La regularidad inicial de la formalización geométrica del Distrito parecía sugerir pistas
para las trazas de la nueva ciudad, de forma que las diagonales de ese gigantesco
cuadrado-rombo, que quedaban orientadas de norte-sur y de este-oeste, pudieran
convertirse en los ejes principales de la ciudad (albergando la casa del Presidente y el
edificio del Congreso, respectivamente, que eran los dos edificios principales de la
nueva ciudad). Además, el cruce de ambas señalaba un punto al que poder dotar del
máximo simbolismo en la composición urbana.

Pero esas supuestas intenciones iniciales no se cumplirían, porque la ubicación de los ejes
donde se encuentran la Casa Blanca y el Capitolio estaban desplazados respecto a las
diagonales, y en su cruce tampoco se levanta el monumento más emblemático de la ciudad (el
gran obelisco dedicado al primer presidente de los Estados Unidos), porque se encuentra
ligeramente desviado. Ciertamente, la geometría y la topografía no tienen por qué coincidir y,
de hecho, en el caso de Washington, los puntos que la geometría sugería como principales no
lo eran desde el punto de vista topográfico. Por ejemplo, la cima de la pequeña colina del
Capitolio, el lugar deseado para levantar el edificio que representaría a la soberanía popular,
no se ajustaba con el paso de la diagonal y, por eso, se desplazó el eje principal de la ciudad. Y
lo mismo sucedió con la residencia presidencial. Quizá se podía haber condicionado la
disposición del cuadrado desde las intenciones topográficas, pero la delimitación del distrito ya
había sido oficializada.
Al margen de estas paradojas compositivas, existen otras de carácter político derivadas del
hecho de que el Distrito Columbia no es un estado. Esto implica que sus habitantes pagan
impuestos federales, al igual que todos los estadounidenses, a diferencia de que no tienen
posibilidad de influir en su destino al carecer de representantes en el Congreso (Puerto Rico
tampoco tiene representación, pero no contribuye a las arcas de la federación). La
reivindicación para constituir el D.C. como el estado número 51 de la Unión es constante entre
los residentes de la capital, así mismo hasta 1961, ni siquiera podían votar al presidente y tuvo
que ser la enmienda nº 23 la que les otorgó ese derecho, que ejercieron desde 1964). Esta
“anomalía” es recurrentemente denunciada, pero el debate continúa sin que tenga visos de
solución a corto o medio plazo.
La ubicación del Capitolio es una de los grandes temas de la ciudad. El Capitolio, la sede del
Congreso, protagoniza el plano en una clara alusión al poder del pueblo. El edificio supone el
cierre por el este del gran espacio abierto del Mall central de la ciudad. Éste quedaba abierto
por el oeste buscando la sensación de infinitud que facilitaba el fondo fluvial, en una acción
muy del estilo de Le Nôtre. El eje del Mall se cruza perpendicularmente con otro eje, norte-sur,
al que también acompaña un amplio espacio libre. Este eje es generado por el otro edificio de
gran simbolismo en la ciudad, la residencia del presidente de la nación, la Casa Blanca.
Esos dos edificios eran de urgente construcción y, tras fijar su localización, fueron comenzados
inmediatamente. La Casa Blanca se inició en 1792 según el diseño de James Hoban (1758-
1831) y el Capitolio, la sede del Congreso según los planos de William Thornton (1759-1828)
quién ganó el concurso convocado al efecto en 1793. Ambos edificios entraron en
funcionamiento en 1800 (aunque el Capitolio se encontraba lejos de estar concluido). En esa
fecha, Washington fue declarada capital federal en sustitución de Filadelfia, que,
provisionalmente, había actuado como tal desde 1790.
La naciente ciudad tendría una evolución complicada. A las dificultades técnicas habituales,
entre las que también se acometió el rellenado de la amplia desembocadura del Tiber Creek, se
le sumaron otros graves problemas. En 1812 se declaró un nuevo enfrentamiento entre
estadounidenses y británicos y Washington sufrió el incendio de buena parte de sus edificios
públicos en 1814 (Burning of Washington).  Décadas después, los problemas financieros
derivados de la Guerra de Secesión (1861-1865) también frenaron el progreso de su
construcción.

El McMillan Plan
Cuando la ciudad se aproximaba a su centenario, volvieron los debates sobre las necesidades
de la capital que no se habían visto desarrolladas durante su siglo de existencia. Además el
perfil de la ciudad en su encuentro con el rio había cambiado y exigía una reconsideración.

Esquema con expresión de las ganancias de terreno al Potomac. En oscuro las realizadas a
principios del XIX según el Plan L'Enfant. En claro las de finales del siglo.
En las últimas décadas del siglo XIX, hubo varios desbordamientos del rio Potomac, que
anegaron toda la parte al sur de la Pennsylvania Avenue. Tras la catastrófica inundación de
1881 se tomó la decisión de realizar un canal regulador (el Washington Channel).  Se realizó un
dragado importante del río de forma que la tierra extraída configuró una barrera que separaba
el cauce principal del canal. Su construcción se prolongó entre 1880 y 1892. La barrera
terrestre, que llegaba hasta la desembocadura del Anacostia River, quedó pendiente de recibir
un uso concreto.
Complementariamente se construyó el Tidal Basin para mejorar el drenaje de la ciudad. En la
actualidad, esta laguna está comunicado con el rio y con el canal convirtiendo a la “lengua” de
tierra en una isla (y dividiendo en dos el parque que finalmente se realizó en esa zona,
quedando el  East Potomac Park en la isla y West Potomac Park al final del National Mall).

Los debates sobre la ciudad tenían temáticas muy variadas. Muchas voces reclamaban el
rediseño del Mall que había evolucionado de forma poco coherente, otras requerían el
planteamiento de un sistema de parques adecuado y también se reivindicaban espacios para el
homenaje de los héroes de la nación.
Sobre estas bases, en 1900 se formó una comisión en el Congreso que, presidida por el
senador James McMillan, abordaría la reflexión sobre el futuro de Washington y la tarea de
revitalizar el centro monumental de la ciudad. Este último fue el gran tema del plan.
Alguno de los integrantes de la comisión fueron, Daniel Burnham, arquitecto director de la
exposición de Chicago, el paisajista Frederick Law Olmsted Jr., el arquitecto Charles F.McKim
(de McKim, Mead & White) y el escultor Augustus St. Gaudens.

En 1901 la comisión presentó una propuesta para la remodelación del National Mall, el


corazón político de la ciudad, que se conocería como el McMillan Plan.
La comisión se enfrentó a los temas urbanos siguiendo los ideales establecidos por el
movimiento City Beautiful, que había nacido en Chicago a partir de la “Ciudad Blanca”
(la World’s Fair de 1893). La presencia de Burnham o McKim y el apoyo de otros líderes de
la AIA (American Institute of Architects), seguidores de esta tendencia, permitió
que Washington se convirtiera en una de las primeras ciudades en las que se aplicaron esos
principios urbanos.
TRAZADO DE LA CIUDAD

El diseño se inspiraba en los trazados barrocos europeos, con grandes avenidas y fondos de
perspectiva que mostrarían al mundo el poder de la nueva nación. También los trabajos del
paisajista francés Le Nôtre y particularmente sus diseños para Versalles fueron fuente de
inspiración. Hay una tercera fuente. L’Enfant se había iniciado en la francmasonería,
incorporándose a la Logia de Nueva York en 1789, y esta circunstancia le llevó a incorporar
muchos símbolos que dotaban de un sentido subyacente a la trama propuesta.
El Plan desarrolla una trama reticular orientada norte-sur, sobre la que se superpone otra
oblicua que abre diagonales en la anterior. Estas diagonales van marcando los puntos
singulares de la ciudad sobre los que surgen amplias rotondas y plazas. La aparente rigidez del
trazado presenta alguna deformación obligada por la deseada ubicación del Capitolio en el
punto alto
de la Jenkins Hill. Esta circunstancia obligó al desplazamiento de ejes y a la quiebra de algunas
perspectivas de las partes central y sur de la ciudad, solucionadas en una ingeniosa
composición de geometrías.

Detalle del plano topográfico elaborado en 1791 por Donald Hawkins. Se encuentran
referenciados las ubicaciones del Capitolio y la Casa Blanca y el arroyo Tiber Creek que
desembocaba en el Potomac.

La Ciud ad
Bella ta mbién se
inspiraba en
los grandes
trazados

geométricos, perspectivos y articulados del clasicismo y el barroco, recurría a la


arquitectura Beaux-Arts para sus grandes edificios, apostaba por la monumentalidad, sobre
todo en los espacios públicos y en general planteaba extraordinarias escenografías urbanas.
Además, significaba un apoyo decidido por la gran planificación y por el proyecto urbano. Los
defensores del estilo, argumentaban que con estas estrategias, que priorizaban la estética del
espacio, se conseguían entornos mucho más favorables para un desarrollo social adecuado.
En general, el Plan es un ejercicio prodigioso de compenetración entre las posibilidades
ofrecidas por el terreno y las tramas geométricas que se le superponen. La utilización del
relieve para significar los puntos singulares o el planteamiento de perspectivas abiertas
jugando con los reflejos del amplio cauce del Potomac son algunas de sus estrategias. L’Enfant
logró una brillante composición que influiría profundamente en el trazado de las ciudades
futuras y particularmente en el modelo de las City Beautiful de finales del siglo XIX.

Los criterios de la City Beautiful orientaron muchas actuaciones en ciudades norteamericanas y


en algunas de las ciudades coloniales del imperialismo entre finales del siglo XIX y principios
del XX.
Perspectiva del proyecto elaborado por la comisión McMillan

El Plan L’Enfant con sus grandes perspectivas abiertas e infinitas daría paso a la composición
arquitectónica y cerrada del McMillan Plan, en el que se proponían recorridos con principios y
finales focalizados dentro de una gran rotundidad en la configuración del espacio.
En el McMillan Plan se remodela el centro de la ciudad, formalizando el National Mallcon
grandes edificios públicos, principalmente museos de arte e historia, que jalonan el gran eje
que parte del Capitolio, eje que fue prolongado hasta los terrenos ganados al Potomac River
(que se encontraba mucho más lejos por esa razón). Igualmente, el eje presidido por la Casa
Blanca fue extendido hacia el sur. Los dos amplios espacios formaban, en proyecto, una cruz
colosal. Las impresionantes dimensiones de la propuesta, se veían reforzadas con gestos como
las alineaciones arboladas, las extensas praderas abiertas o la ubicación estratégica de
los Memorials. También el monumento a Washington, el gigantesco obelisco que supera los
169 metros de altura y fue construido entre 1848 y 1888, o la extraordinaria Reflecting Pool , la
lámina de agua situada entre el Lincoln Memorial y National World War II
Memorial    potencian la impresión monumental del conjunto.

El proyecto sufrió diversos cambios, particularmente en el ala sur de la “cruz”, que acabó
desapareciendo debido al Tidal Basin, o en los viarios perimetrales oblicuos del oeste que no
llegaron a construirse. A pesar de las modificaciones, este gran espacio ha mantenido sus
esencias de monumentalidad y significación convirtiéndose en un icono internacional. La
magnificencia de los tres kilómetros  y medio que separan el Capitolio del Lincoln Memorial, o
su papel como escenario de multitudinarias manifestaciones ciudadanas, dan testimonio de
ello.

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