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Liturgia Bodas de Plata
Liturgia Bodas de Plata
Introducción
Hace 25 años, N. y N. se prometieron amor a través de este Proyecto
maravilloso que se llama matrimonio.
No lo hicieron solo para sí mismos, sino que quisieron tener a Dios y esta
comunidad por testigos. Buscaron la voluntad de Dios y su bendición.
Hoy, luego de 25 años, vuelven al mismo lugar y ante los mismos testigos:
Dios y esta comunidad. N. y N. no son los mismos, la comunidad tampoco.
Sin embargo Dios sigue siendo el mismo: misericordioso y fiel. Y así como
ustedes permanecieron fieles a sus promesas, Dios también lo hizo.
Lectura Bíblica
Esposa: (tomando la mano del esposo)N, hace 25 años te dije lo siguiente: te recibo
por mi legitimo esposo, para tenerte y conservarte, desde hoy en adelante,
sea que mejore o empeore tu suerte, seas más rico o más pobre, en tiempo
de enfermedad y de salud, para amarte y consolarte hasta que la muerte
nos separe, conforme a la santa ordenanza de Dios; y de hacerlo así te doy
mi palabra y mi fe. Hoy, ante Dios y esta comunidad, quiero confirmarte
que deseo continuar a tu lado, para que juntos sigamos disfrutando del
amor que nos une. Doy gracias a Dios por tu vida, por nuestro matrimonio y
por los frutos de este.
Acto de Consagración
(Candelabro con una vela blanca y velas de colores, tantas como hijos tenga el matrimonio) (Encendiendo
la vela blanca, ambos dicen)
Oración
(el matrimonio, tomado de la mano derecha)
Señor y Dios de nuestras vidas y nuestro amor, queremos darte gracias por
los años que nos brindaste de amor mutuo, por N. y N. (nombrar a los
hijos), frutos y luces de nuestro hogar, por los tiempos de alegría y por
habernos acompañado en los tiempos de oscuridad, que en amor pudimos
sobrellevar.
Queremos pedirte, Señor, que continúes tu obra en nosotros; que el tiempo
que dispongas hacia el futuro sea rico en calidad, en amor, en respeto y
comunión, como lo fue hasta ahora. Permite que nuestro matrimonio pueda
ser un instrumento de la Buena Noticia del Reino, sirviendo a otros con
humildad y solidaridad.
Que nuestra alegría no nos haga olvidar a los que sufren, has que nuestro
hogar pueda ser fuente de descanso y consuelo para aquellos que lo
requieran. Por lo que hiciste, lo que haces y lo que harás, te damos gracias;
en el nombre de Jesucristo, encarnación del amor divino, que mora en
nuestras vidas. Amen.