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Sensopercepción

La interpretación y comprensión del mundo requiere de un complejo proceso que involucra a


la Sensopercepción.

La sensación es el procesamiento cerebral primario procedente de nuestros sentidos


principales, es decir: vista, tacto, olfato, gusto y oído. Elemento primario producto de la acción
de un estímulo sobre el órgano sensorial, que posteriormente será registrado en los centros
corticales.

Todo lo registrado sensorialmente adquiere significación de acuerdo a nuestra experiencia


previa y de acuerdo a nuestras posibilidades. Es decir, que la sensación no termina en el
cerebro sino que es sometida a elaboraciones psíquicas a través de las cuales se convertirá
en percepción. La percepción, por lo tanto, es la interpretación secundaria de las
sensaciones (áreas secundarias y terciarias) en base a la experiencia y recuerdos previos,
que nos permite representarnos mentalmente el mundo.

Cada uno de los sentidos, posee receptores específicos que captan el estímulo, de ahí se
proyectan las sensaciones por medio de las vías aferentes (ascendentes) hacia diferentes
zonas del cerebro, específicamente áreas primarias porque son las primeras en completar su
maduración. El estímulo visual llega al lóbulo occipital, lo auditivo y la interacción entre lo
olfativo y lo gustativo se procesan en diferentes zonas del lóbulo temporal, el estímulo táctil se
dirige al área parietal del cerebro. En las áreas secundarias de la corteza cerebral, ubicadas
alrededor de las primarias, se produce la vivencia de familiaridad, es decir, el reconocimiento
de los objetos. Reconocer una figura o un sonido implica poseer huellas psíquicas que
permitan vivenciar algo como familiar. Por último, la regiones cerebrales situadas entre las
secundarias son responsables de las asociaciones intersensoriales, que permiten al hombre
tomar contacto con la realidad perceptiva, de su mundo circundante y de su propio yo. En
este sentido, es relevante el isomorfismo existente entre los procesos cognitivos, tales como
la percepción, y los procesos cerebrales.

Psicología de la Percepción

Dos universidades fueron las que obtuvieron los primeros resultados experimentales.
Por una parte estaba la escuela de Graz y por otra la de Berlín. La escuela de Graz propuso
la teoría que consideraba la cualidad Gestalt, es decir, la forma o TODO, como el producto de
un acto perceptivo.
El término Gestalt proviene del alemán y fue introducido por primera vez por Christian
von Ehrenfels (precursor en la crítica a la teoría elementalista de la percepción que
sustentaba la psicología tradicional) afirmaba que la percepción no es el producto de una
mera adición de partes. En efecto, que todas aquellas formas perceptivas están formadas por
partes, pero por ej., la melodía comprendida como una totalidad tiene propiedades que no
pueden deducirse de la suma de sus partes; si se transpone a otro tono, esa alteración que
transforma los elementos de la melodía no nos impide reconocerla, dado que, por el contrario,
puede suceder que no solamente fuéramos capaces de reconocerla sino que es posible hasta
que ni siquiera notemos la alteración o cambio de tono.
Por otra parte, la Psicología de la Gestalt surge en 1912 y sus principales
representantes fueron un grupo de psicólogos: Max Wertheimer , Wolfgang Köhler y Kurt
Koffka que se oponían a la psicología asociacionista que imperaba en el s. XIX. Para Wundt
(exponente del asociacionismo) la percepción resulta de una multiplicidad de sensaciones
aisladas, que primero se captarían y posteriormente el cerebro las asociaría construyendo la
percepción global del objeto.
Así es que la Psicología de la forma se funda en el presupuesto: “el todo es mayor a la
suma de las partes”, oponiéndose a la concepción atomista previa. El aporte científico de la
Gestalt a la psicología consiste en haber descubierto que desde el primer momento en que
percibimos ya somos capaces de organizar nuestra experiencia según las totalidades y que
sólo después, haciendo un esfuerzo, estamos en condiciones de ver o percibir las partes que
constituyen totalidades. Quiere decir, entonces, que primero percibimos el todo y luego las
partes.
Es importante distinguirla de la Terapia Gestalt, terapia exponente de la corriente
humanista, fundada por Fritz Perls, y que surgió en Estados Unidos, en la década de
1960.

Esta particular forma de abordar el estudio de los procesos cognitivos arranca de la


siguiente pregunta ¿cómo se organiza la percepción? A partir de este interrogante, se trató de
esclarecer cuáles son las leyes que rigen la formación de esas totalidades que son las formas
(Gestalt) y que están presentes desde el comienzo en el campo de nuestra percepción.

Uno de los principios fundamentales de la corriente Gestalt es la llamada ley de la


Prägnanz (Pregnancia), que afirma la tendencia de la experiencia perceptiva a adoptar las
formas más simples posibles. Otras leyes enunciadas serían:

 Ley del Cierre - Nuestra mente añade los elementos faltantes para completar una
figura. Las formas cerradas y acabadas son más estables visualmente, lo que hace que
tendamos a "cerrar" y a completar con la imaginación las formas percibidas buscando la
mejor organización posible. Las formas abiertas o inconclusas provocan incomodidad y existe
una tendencia a completar con la imaginación aquello que falta. En esto se basan algunos
funcionamientos psíquicos, por ejemplo cuando con algunos indicios saco una conclusión
aunque no haya percibido la totalidad de los detalles de la situación. Percibo por ejemplo un
triángulo, aunque de hecho no esté allí. La ley de cierre asimismo nos mueve a que, cuando
una persona se interrumpe, intentemos concluir su frase. Por ejemplo: "si ahora yo... " Esta
frase deja la sensación de que algo falta y el deseo de saber qué sigue, se trata de la ley de
cierre expresada en el ámbito psíquico, a veces cobra la forma del prejuicio (un
completamiento imaginario que requiere desinformación). Las formas abiertas invitan a ser
cerradas, por eso quedan mucho más presentes los finales abiertos.
 Ley de la Semejanza - Nuestra mente agrupa los elementos similares en una entidad.
La semejanza depende de la forma, el tamaño, el color y el brillo de los elementos. Los
elementos que son similares tienen a ser agrupados. Los elementos similares tienen a verse
como el mismo elemento, como conjuntos que se pueden separar claramente del resto. En el
terreno psíquico intentamos organizar "mapas" que nos orienten en un mundo que
desconocemos agrupando a veces individuos, situaciones, objetos o hechos. Incluso es lo
que hace que reconozcamos una palabra mal escrita y comprendamos lo que quiere decir.
(ver ejemplo). La ley de la similaridad tiene la importante función de hacernos familiar el
mundo desconocido. Así, un objeto grande con ruedas que jamás he visto antes, es
considerado un vehículo de alguna clase, y lo agrupo mentalmente en esa categoría. Esta ley
es la base de las categorizaciones que hacemos, y suele ser un obstáculo cuando se trata del
ámbito de lo humano ya que desde esta ley tendemos a generalizar y a universalizar a partir
de rasgos, tomando a veces "la parte por el todo" (otro fundamento del prejuicio).
 Ley de la Proximidad - El agrupamiento de elementos por nuestra mente de acuerdo
a su cercanía. Los elementos tienen a agruparse con los que se encuentran a menor
distancia. En general se tienden a considerar como "un todo" o un conjunto al que se
atribuyen conexiones a aquellos elementos que están más próximos. Suponemos que las
personas que conviven, por ejemplo, están afectivamente próximas,
Existen diferentes calidades de distancias: físicas o concretas, emocionales, intelectuales, de
clase, etc. Tendemos a homologar y a superponer: si estamos cerca físicamente pensamos
que también lo estamos afectivamente; o si nos queremos (proximidad afectiva) entonces
pensamos que deba haber acuerdo en todo (proximidad intelectual).
 Ley de Movimiento o destino común - Los elementos que se desplazan en la
misma dirección tienden a ser vistos como un grupo o conjunto. En el orden psíquico esta ley
se manifiesta en las tendencias a agrupar a las personas o eventos por un rasgo común como
sucede en el caso de la similaridad. Los "movimientos comunes" desde el punto de vista
psíquico definen rasgos de compatibilidad entre caracteres, la diferencia es que estos rasgos
se relacionan con el hacer (moverse) más que con el ser como en la similaridad.
 Ley general de la figura y fondo - Figura, es un elemento que existe en un espacio o
“campo” destacándose en su interrelación con otros elementos. Fondo: Todo aquello que no
es figura, es la parte del campo que contiene elementos interrelacionados que sostienen a la
figura que por su contraste tienden a desaparecer. La percepción se efectúa en forma de
"recortes"; percibimos zonas del campo perceptual en las que centramos la atención y a las
que llamamos "figura" y zonas circundantes que quedan justamente en un plano de menor
jerarquía a la que denominamos "fondo". Este fenómeno tiene que ver con la anatomía del
ojo, cuya retina en su zona central posee una mayor cantidad de receptores que en la zona
periférica lo que ofrece una zona de mayor definición. de la misma forma funciona la
conciencia, con un foco al que llamamos "figura". El conjunto figura-fondo constituye una
totalidad o Gestalt. Esto significa que no existe figura sin un fondo que la sustente (aunque el
fondo justamente esté constituido por un espacio vacío. Según el lugar donde posemos la
atención pueden emerger diferentes figuras desde lo que antes era fondo. Por ejemplo, en
una obra teatral podemos mirar a la primera actriz y hacer figura en toda ella, o en un detalle
de su traje, pero también podemos al instante siguiente cambiar a un detalle del decorado que
será a nueva figura y la primera actriz pasará a ser parte del fondo. En ocasiones el conjunto
está compuesto por estímulos de igual intensidad como es el caso de los perfiles y el cáliz
que vemos a la izquierda, y en ocasiones los campos difusos e inestructurados o cambiantes
dificultan la posibilidad de aislar y percibir una figura, es decir de diferenciar figura-fondo. Esto
muchas veces nos sucede frente a situaciones en las que no podemos hacer figura y aislar un
componente porque varios de ellos se nos imponen o ninguno. La percepción de campos
inestructurados o difusos provoca un efecto desestructurante sobre la psiquis, confunde.
Como sucede con las obras de arte abstracto, siempre intentamos darle un ordenamiento y
una interpretación conforme a la propia experiencia. En esta característica se basan los
psicodiagnósticos como el Rorschach.
La percepción subliminal sería la percepción de aquella parte del fondo que nunca llega a
hacerse figura, por lo tanto no es susceptible de atención. Sin embargo el fondo sostiene a la
figura, por lo tanto los elementos del fondo están presentes en la percepción aunque nunca
emerjan como figura. Esto puede observarse en las últimas dos láminas, en las que la figura
puede ser el quijote o los ancianos, sin embargo hay rostros ocultos en la composición que si
no se hacen figura de todos modos serán percibidos subliminalmente.
 Ley general de la buena forma - Los elementos son organizados en figuras lo más
simétricas, regulares y estables que sea posible. La ley de la buena forma se basa en la
observación de que el cerebro intenta organizar los elementos percibidos de la mejor forma
posible, esto incluye el sentido de perspectiva, volumen, profundidad etc. El cerebro prefiere
las formas integradas, completas y estables. Esta ley de alguna manera involucra a otras
leyes, ya que el cerebro prefiere también formas cerradas y /o continuas o simétricas (ley del
cierre; ley de la continuidad), con buen contraste (figura- fondo) es decir, definidas.

Esta ley se expresa en un nivel del pensamiento cuando rechazamos algo o alguien
inacabado o defectuoso. Hay personas que al ver una casa la imaginan con todas las mejoras
que harían y otras solo ven "lo que se ve". Cada uno tiene una tendencia a la búsqueda de
buenas formas en lo que percibe,

A veces intentamos definir aquello que no está definido, poner rótulos, y/o encasillar es una
forma de intentar dar una forma acabada a algo que no la tiene; porque lo difuso o ambiguo
transmite la sensación de ser desconocido y esto despierta cierta inquietud y/o malestar al ser
percibido como un campo difuso, donde no hay figuras claras. Como ver un plato entero, y
verlo roto en pedazos, muchas veces el primer impulso al levantar los trozos es unirlos para
recobrar la percepción del todo, la buena forma. En las figuras de al lado la percepción intenta
resolverlas en cosas conocidas como un elefante aunque no lo sea. Así en la última figura
por ejemplo solo tiene sentido si miramos una parte de la figura, la inferior o la superior, pero
cuando intentamos organizarla como un "todo" entonces aparece la dificultad.

En el siguiente ejemplo veremos como la mente organiza los elementos percibidos


(letras) del mejor modo posible (ley de la buena forma) y para ello modifica la percepción
de lo escrito según la ley de similaridad y la de la buena forma, para hacerlo
comprensible.

Ley de similaridad hace que leamos una palabra desconocida como una similar pero
conocida. PERCIBIMOS TOTALIDADES
PERCEPCIÓN PARA EL PSICOANALISIS

El psicoanálisis de la mano de Freud demostró que la percepción es un fenómeno complejo en el


ser humano, el cual no se agota en la recepción de estímulos provenientes del exterior, en tanto
es una función que sirve para guiarnos en el mundo. La percepción es mucho más que la
percepción de objetos formales, y del mundo, etc. Si bien en el fenómeno perceptivo participan
funciones ligadas al sistema nervioso central, no se agota en un hecho ligado a lo orgánico , el ser
humano del resto de los seres vivientes supera la esfera bilógica, el ser humano es mucho mas que
un organismo viviente, es un ser que haciendo uso de lo biológico, piensa, siente y razona, hace
uso de la palabra, cosa que lo diferencia del mundo natural, vinculo natural que está perdido por
el hecho de hablar.

La percepción es un fenómeno complejo ya que no se cierra a la recepción de impulsos, el hombre


recibe estímulos del mundo externos, pero los mismos no son recibidos para todos los hombres de
igual modo, hay una intencionalidad presente en el acto de percibir.

Intencionalidad que produce una modificación sobre el estimulo recibido, el cual es transformado,
nunca es puro, transformación que sufre el estimulo pasando por la percepción, por el filtro del
hombre. A lo percibido se le suma el sentido propio de quien percibe y en base a esta
transformación también va obteniendo un sentido y una lógica el mundo externo que rodea al
hombre. Por lo tanto la percepción se ve transformada, desviada de su meta original (natural)
hacia otra que le agrega el hombre que percibe y a su vez esta transformación cambia la
percepción del mundo. Con esto podemos afirmar que el mundo que percibimos no es un mundo
objetivo, es un mundo que construimos según nuestra propia mirada, mirada que compartimos a
nivel general, pero no a nivel particular. El mundo asi es un mundo que se construye, no viene
dado a priori.

Por ende hay dos mundos: Uno interno y otro externo.

Hay una percepción que se refiere al mundo interno de todo ser humano, en razón de esto, hay un
mundo que va a ser libidinizado y construido a partir de este. Somos los seres humanos los que
le damos un sentido particular a las cosas que nos rodean y ese sentido es el que hace que lo
percibido tome diferentes maneras y puntos de vista. Es así como la percepción apoyada en
funciones objetivas (SNC, Objetos formales, etc) va a ir moldeando el mundo que nos rodea, por
Ejemplo: un día de lluvia puede ser un momento hermoso para descansar, como también un día
terrible donde las horas se hacen eternas y la soledad golpea a la puerta.

Hay una división entre el mundo consciente, donde Freud ubica al YO y un mundo destinado al Icc
donde se ubica el Ello, instancias psíquicas del mundo anímico que dan cuenta que hay un mas allá
del mundo objetivo y del mundo que creemos conocemos y dominamos.

Estos descubrimientos freudianos parten de la división que presentaban los enfermos con los
cuales trataba, ya que por un lado existía una afección que los hacia padecer en su cuerpo, pero
esta no tenia un correlato orgánico, podrían presentar una parálisis facial, hasta no poder caminar,
pero no había correlato orgánico que sostenga dicha afección, la esfera biológica no explicaba el
hecho y mucho menos podían encontrar una cura para dicha enfermedad.
Freud encuentra que al hacer hablar al paciente, este comienza a desplegar una serie de
ocurrencias y fantasías que rodeaban la afección, lo cual generaba el levantamiento de los
síntomas que presentaba, y así el paciente obtenía un alivio. Es Fred quien puso a hablar al
síntoma, el paciente empieza hablar de su afección y sobre los caminos que condujeron a la
instalación de dicha sintomatología. El síntoma orgánico es la expresión de un conflicto emocional,
que se resolvió afectando al órgano en su función. Lo que mantenía el síntoma era la percepción
de un conflicto anímico que al no encontrar”correcto cause” se desviaba convirtiendo a una parte
del cuerpo en la expresión o metáfora de un conflicto anímico. Es asi como la percepción en el
hombre no es una función “pura” se ve altamente influenciada y desviada, lo cual se observo
también al hacer uso del método hipnótico.

Freud observa, por citar un ejemplo, a una persona a la cual, en pleno trance hipnótico, se le
ordena que lo primero que hará al salir del trance será buscar un paraguas y salir a la calle.
Efectivamente, ni bien "despierta" esto es lo que hace la persona, toma un paraguas y se dispone a
salir a la calle. Cuando se lo interroga por los motivos de tal acto, teniendo en cuenta que se
trataba de un día de pleno sol, la persona, luego de titubear unos segundos, contesta que creía
haber leído en el periódico el anuncio de posibles lluvias. Este tipo de experiencias llevan a Freud a
postular la existencia de motivaciones que dirigen nuestros actos pese a ser desconocidas para
nosotros, con lo cual la percepción se encuentra altamente influenciada, ahí donde creemos tener
dominio.
El psicoanálisis se opone a identificar lo psíquico con lo consciente. Los procesos conscientes
constituyen apenas una fracción de la vida anímica total. Freud afirma que existe un pensamiento
y una voluntad inconsciente.

Los sueños, otra vía para la percepción:

Es una osadía de Freud dedicarse, a nivel científico, a la interpretación de los sueños, ya


que pocas cosas son menos objetivamente observables que un sueño. un sentido.

Durante el dormir, el cuerpo se adormece pero el psiquismo no. Aún en el estado de reposo,
actúan sobre el psiquismo estímulos a los que el aparato anímico tiende a reaccionar.
El sueño es la manera de reaccionar del psiquismo a las excitaciones perturbadoras que
sobrevienen durante el estado de reposo.

El sujeto generalmente refiere, en primera instancia, no saber nada acerca del sentido de su
sueño. Pero Freud sospecha que el durmiente sabe, a pesar de todo, lo que significa su
sueño, pero no sabiendo que lo sabe, cree ignorarlo.
Estas son las hipótesis freudianas sobre los sueños:

 El sueño es un fenómeno psíquico que tiene un sentido.


 Se realizan en nosotros hechos psíquicos que conocemos sin saberlo (hipótesis
comprobada en el estudio de la hipnosis).
 El sujeto del sueño posee un conocimiento del mismo, pero un conocimiento que le
es, por el momento, inaccesible.

Los elementos que se manifiestan en el sueño son sustitutivos de otros contenidos


inconscientes.

Freud distingue entre contenido manifiesto y contenido latente del sueño. El contenido
manifiesto es el relato del sueño tal como el sujeto lo comunica, mientras que el contenido
latente es el sentido oculto al que Freud intenta arribar preguntándole al soñante en base a
las siguientes pautas:

 La labor de interpretación no debe preocuparse por lo absurdo que pueda parecer el


contenido manifiesto.
 La labor debe reducirse a despertar representaciones sustitutivas en derredor de cada
elemento del sueño.
 “Impondremos al sujeto, como regla inviolable, la de no rehusar la comunicación de
ninguna idea, aunque la encuentre insignificante, absurda, ajena al sueño o
desagradable de comunicar”.
 Debe esperarse hasta que lo inconsciente oculto surja espontáneamente a partir de
las asociaciones del paciente.

A esta técnica se la denominó “asociación libre”.

La investigación de los sueños toma impulso a partir del análisis de los sueños infantiles. A
diferencia de los sueños de los adultos, los sueños infantiles son breves, claros, coherentes
y fácilmente inteligibles. Tienen un sentido inequívoco. En ellos coincide el contenido
manifiesto con el latente (no hay deformación).

Tomemos el siguiente ejemplo:


Una niña de tres años había hecho durante el día su primer paseo por el lago, que le
pareció corto y rompió en llanto cuando la hicieron desembarcar.
A la noche sueña que navega por el lago, continuando el paseo interrumpido.

El sueño infantil es una reacción a un suceso del día anterior que deja tras de sí un deseo
insatisfecho. Dice Freud: “El sueño trae consigo la realización directa y no velada de dicho
deseo.”

El estímulo del sueño va a ser siempre un deseo.

El sentido del sueño es la realización de un deseo.

Así como en los actos fallidos se ve una transacción entre dos tendencias; algo similar
ocurre en los sueños:

Las dos tendencias que chocan en el sueño son el deseo insatisfecho y el deseo de dormir.
El sueño sería el resultado de una transacción: sin dejar de dormir, satisfacemos un deseo.
Al satisfacerlo, podemos seguir durmiendo. En los niños la cosa es cristalina. En los
adultos, por su parte, los deseos que motivan el sueño suelen ser deseos no aceptables para
la conciencia. Freud encuentra que esos deseos son generalmente deseos de tipo sexual.
Estos deseos "incómodos" para la conciencia son reprimidos. No son eliminados sino
desterrados a lo inconsciente.
En el sueño interviene una instancia de censura que elimina ciertos elementos (lagunas del
sueño) y sustituye ciertos elementos por otros (simbolismo del sueño). El sueño es,
entonces, resultado de una elaboración psíquica, una formación de compromiso entre lo
reprimido que intenta emerger y la censura que se lo impide. Lo mismo encontrará Freud
en la formación de síntomas.

En una primer aproximación a dicha temática Freud utiliza un esquema (el cual se ubica
dentro de la primer tópica freudiana) que denomino “Esquema del Peine” en el cual ubica
un polo perceptivo, un polo motor y entre ambos ubica el sistema Icc, Prec. Ubica que
cuando el polo motor se ve inhibido, como en el sueño, la libido (energía) tiende a investir
en un recorrido regrediente, los sistemas Icc y Prec, activando así la producción de estos,
ejerciendo una modificación sustancial sobre la percepción. El sujeto al despertar, no
recuerda tal cual el material producido durante el sueño, es así como la consciencia y por
ende la percepción de lo soñado (desfigurado previamente) se ve altamente modificado, ya
que caso contrario lo displacentero generaría un malestar altamente perturbador.

La consciencia así se ve limitada, y la percepción altamente influenciada, donde el sujeto se


despierta para seguir durmiendo.

Polo Perceptivo Polo Motor

Icc Prec

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