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CUIDA TU CORAZÓN

SALMO 139: 23 - 24

INTRODUCCIÓN: Escondidas en el corazón de muchas personas hay heridas profundas que


pueden nublar sus decisiones, sus juicios y por lo tanto sus reacciones. Es decir que, nuestras
heridas se entrelazan con nuestra vida y afectan nuestras relaciones diarias.

Las heridas de nuestro pasado pueden asentarse en nuestros corazones como un muro que
obstruye lo que realmente somos.
En la Biblia, en el Salmo 139, versos 23 al 24, dice “Examíname, oh, Dios, y sondea mi
corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame
por el camino eterno”. (NVI)

Estemos atentos a las verdades que muestra esta porción bíblica con relación a nuestro corazón y
a nuestra actitud.

1. Esta muy poderosa oración dada por David es un ejemplo de oración para todos nosotros,
porque es una excelente petición que agrada al corazón de Dios. Así pues, cuando se
tiene un corazón dispuesto o cuando se le pide a Dios que escudriñe el corazón es
cuando Él puede empezar a sanarlo.

2. Pero es importante que sepamos que el Señor usa las situaciones difíciles y los
sentimientos incómodos para liberar nuestras heridas una por una. Sé que en muchos
casos las personas pasan por alto las razones de sus heridas, o quizás simplemente las han
guardado en el fondo de sus corazones, es por eso que debes examinar siempre tu
situación actual y pedirle en oración y clamor a Dios que te muestre Su verdad, que te
guie por el camino correcto.

 Por ejemplo, cuando te enojas con alguien, no solo lastimas a esa otra persona, sino que
también lastimas a tu corazón. Si ese es tu caso, entonces debes buscar el arrepentimiento
y pedirle perdón, tanto al Señor, como a quien has herido, porque ese es el inicio de la
sanidad tanto de tus relaciones como de tu interior.

 Hoy, pídele al Señor que escudriñe tu corazón en busca de alguna herida que este oculta
para que se te revele y que así puedas colocarla en la cruz de Cristo para ese corazón se
sane.

Oremos “Amado Señor, hoy te pido que sanes y restaures mi corazón de cualquier herida que
este arraigada en lo profundo de mi ser. Padre de amor, muéstrame el camino que debo seguir
hoy y todos los días, para vivir en paz y en sanidad de nuestro corazón, lo pedimos en el Nombre
de Jesús, Amén”.

“Examíname, oh, Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate
si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno”.
Salmo 139: 23-24 (NVI)

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