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Introduccin:
Ante todo esto podemos decir que estamos descubiertos ante el Seor,
desnudos en el pecado, llenos de llagas, de dolor y desesperacin,
anhelamos cambiar nuestras vidas, buscamos formas de tapar nuestra
desnudes (tal cual adn y Eva) en la religiosidad, en el conocimiento del
mundo, en prcticas espirituales del mundo y de las tinieblas. No me
satisface nada me deca una paciente muy acaudalada.
Hasta aqu sabemos que la naturaleza del hombre esta inclinada hacia
la maldad y el pecado desde que nace, el hombre se vuelve malo, el
hombre es malo. Todo lo que va en contra de la ley de Dios es lo que
al hombre le atrae y le mueve a funcionar. Y ese es el caso de muchos
de nuestros corazones aun queremos hacer lo que nos da en gana, y le
echamos la culpa al diablo de nuestro proceder. Ese dominio
pecaminoso en el corazn del hombre le hace rebelarse contra Dios y
contaminar todo lo que est su alrededor. El corazn no acepta
modificaciones. Viendo la condicin del corazn del hombre y que ese
corazn no acepta modificaciones, no acepta mejoras, no acepta
arreglos. Pues el corazn del hombre se opone a Dios, se revela contra
Dios, es desobediente a la ley de Dios y no lo hace caso alguno. El
corazn necesita urgentemente cuidados intensivos! Emergencia!
Transformacin y limpieza. No hay nada que pueda hacer el hombre (no
hay Bypass, o una ciruga minuciosa) a menos que sea operado y
trasformado por el poder de Dios.
A travs de qu?
Amen.