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Día 1 "No sigas a tu corazón"

La frase “Sigue a tu corazón” es un credo abrazado por miles de


millones de personas. Es la declaración de fe de uno de los
grandes mitos de la cultura pop en el mundo occidental; un
evangelio proclamado en muchas de nuestras historias, películas
y canciones.

Esencialmente, es una creencia que dice que tu corazón es la


brújula interna que te llevará hacia tu verdadero destino, si tan
solo tienes el coraje de seguirlo. También dice que tu corazón es
la guía que te llevará a la verdadera felicidad, si tan solo tienes el
coraje de escucharlo. En otras palabras, esta creencia entiende
que estás perdido y que tu corazón te salvará. No, nuestro
corazón no nos salvará. Necesitamos ser salvados de nuestro
corazón.

Ciertamente, el credo “sigue a tu corazón” no se encuentra en la


Biblia. Este credo puede sonar tan simple, bello y liberador. Para
la gente que se siente perdida es un evangelio tentador. En
realidad, la Biblia piensa que nuestros corazones están enfermos.
“Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio.
¿Quién puede comprenderlo?” (Jeremías 17:9, NVI). Jesús, el
Gran Médico, enumera los severos síntomas de esta
enfermedad: “Porque del corazón salen los malos pensamientos,
los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos,
los falsos testimonios y las calumnias” (Mateo 15:19, NVI).

Por eso, no sigas a tu corazón. Detente y examina lo que la


Palabra de Dios dice al respecto.
VERSÍCULOS DE APOYO
Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis
y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos. Deuteronomio
11:16 RVR1960

tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y


perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos,
habiendo conocido su corazón; porque solo tú conoces el
corazón de los hijos de los hombres; 2 Crónicas 6:30 RVR1960

Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos


pensamientos y mi corazón.
Salmos 26:2 RVR1960

Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de


tu corazón.
Salmos 37:4 RVR1960
Día 2 “¿Qué dicta tu corazón?”

Piénsalo por un momento. ¿Qué dice tu corazón? Por favor, no


contestes. Probablemente, tu corazón hoy haya dicho cosas que
no querrías repetir. Yo sé que el mío lo ha hecho. Mi corazón
dice que toda la realidad debería servir a mis deseos. A mi
corazón le gusta pensar lo mejor de mí y lo peor de los demás, a
menos que los demás piensen bien de mí, entonces serían
personas maravillosas. Pero si no piensan bien de mí, o si tan
solo no estuvieran de acuerdo conmigo, pues entonces algo está
mal en ellos.

Y mientras que mi corazón está reflexionando acerca de mis


virtudes y de los errores ajenos, repentinamente puede
transformar un pensamiento inmoral o terriblemente iracundo
en algo muy atractivo. “Todo lo contrario, cada uno es tentado
cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen”
(Santiago 1:14, NVI).

La verdad es que nadie nos miente más que nuestro propio


corazón. Nadie. Si nuestro corazón es una brújula, entonces es
como la brújula de Jack Sparrow. No nos dice la verdad, solo nos
dice lo que queremos escuchar. Si nuestros corazones son guías,
son guías al estilo Gothel. No son benévolos, son
patológicamente egoístas. De hecho, si hacemos lo que nuestros
corazones dictan, solo pervertiremos y empobreceremos todo
deseo, toda belleza, toda persona, toda maravilla y toda la
alegría. Nuestro corazón quiere consumir estas cosas para
nuestra propia gloria y autoindulgencia.
VERSÍCULOS DE APOYO
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu
recto dentro de mí.
Salmos 51:10 RVR1960

Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo,


y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá
gobernar este tu pueblo tan grande?
1 Reyes 3:9 RVR1960

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de


Dios permanece para siempre.
1 Juan 2:17 RVR1960

Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos


pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la
envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
S. Marcos 7:21-22 RVR1960
Día 3 “El camino que tu corazón debe seguir”

Nuestros corazones no fueron diseñados para ser seguidos, sino


para ser guiados. Nuestros corazones no fueron diseñados para
ser dioses en quienes creamos; fueron diseñados para creer en
Dios.

Si hacemos que nuestro corazón se vuelva nuestro dios y le


pedimos que nos guíe, en última instancia nos llevará hacia una
miseria narcisista y hacia la condenación. No puede salvarnos,
porque aquello que está mal en nuestro corazón es el corazón de
nuestro problema. Pero si nuestros corazones creen en Dios, de
la manera en que están diseñados para hacerlo, entonces Dios
nos salva y conduce nuestros corazones hacia un gozo profundo.

Por lo tanto, no creas en tu corazón; ordénale a tu corazón que


crea en Dios. No sigas a tu corazón; sigue a Jesús. Ten en cuenta
que Jesús no dijo a sus discípulos: “No se angustien. Confíen en
sus corazones”. Él les dijo: “No se angustien. Confíen en Dios, y
confíen también en mí” (Juan 14:1, NVI).

Entonces, aunque tu corazón hoy intentará ser tu pastor, no lo


sigas. Ten cuidado incluso al escucharlo. Recuerda, tu corazón
solo dice lo que tú quieres escuchar, no te dice adónde debes ir.
Entonces, solo ten en cuenta lo que te dice sobre lo que quieres
y luego toma tus deseos, tanto los buenos como los malos, y
llévaselos a Jesús en petición y confesión.

Jesús es tu Pastor (Salmos 23; Juan 10). Escucha su voz en su


Palabra y síguelo. Déjalo ser, en palabras de un gran himno, el
“corazón de tu propio corazón, pase lo que pase”. Él es la verdad;
Él es el camino y Él te llevará a la vida.

VERSÍCULOS DE APOYO
Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él
se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
Hebreos 7:25 RVR1960

Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te


alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
Salmos 43:4 RVR1960

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,


S. Juan 10:27 RVR1960

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene


al Padre, sino por mí.
S. Juan 14:6 RVR1960
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y
cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y
con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el
espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los
quebrantados.
Isaías 57:15 RVR1960

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