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JUEGOS DE RELAJACIÓN PARA NIÑOS PEQUEÑOS.

Los más pequeños aprenden a respirar

A continuación expongo algunos de los juegos que he realizado con los niños y
niñas y qué objetivos pretendo conseguir:

Juego 1: “La tarta de cumpleaños”

• Objetivo:

Enseñar al niño y a la niña la manera adecuada de respiración y hacer que se


relaje a través de la inspiración y la espiración

• Desarrollo del Juego:

Gracias a un papel de seda que colocamos delante de la cara del niño y la niña
pueden observar de donde sale y entra el aire.

Hay que enseñar a los niños y niñas que el aire debe entrar por la nariz y salir por
la boca. Deberán imaginarse que delante de ellos hay una tarta de cumpleaños
con una vela. Antes de soplar cantaremos la canción “Cumpleaños feliz”, y si lo ha
hecho de manera adecuada le aplaudiremos y felicitaremos.

Juego 2: “Cómo respira la hormiga y el león”

• Objetivo:

Apreciar los ritmos de respiración y cual es el más adecuado.

• Desarrollo del Juego:

Basándome en la metáfora de cómo respiran el león y la hormiga enseño a los


niños a respirar de manera pausada y floja y de manera rápida y fuerte. La
hormiga es pequeña y respira despacio y lento, pero en cambio el león que es
grande y fuerte necesita respirar rápido y fuerte. Los niños y niñas aprendieron
que la respiración adecuada es la de la hormiga. También nos podemos ayudar
del papel de seda. Así pueden observar como el papel no se mueve cuando
respiramos como una hormiguita y como se mueve cuando respiramos como un
león.

Juego 3: “Somos un globo”

• Objetivo:

Conseguir que el niño se relaje a través de la espiración y la inspiración.

• Desarrollo del Juego:

Cada niño se convierte en un globo que se infla y se desinfla.


Han aprendido a inspirar por la nariz y a expirar por la boca. Nos podemos ayudar
con los brazos para que así nos podamos imaginar la imagen de un globo. Los
brazos de abren y se alzan cuando se infla el globo y se cierran y bajan cuando
se desinfla.

Juego 4: “La sopa está caliente, la sopa está fría”

• Objetivo:

Lograr que el niño y la niña alcancen un estado de tranquilidad mediante la


respiración y conseguir que mantengan la atención en todo momento.

• Desarrollo del Juego:

Los niños y niñas hacen como si tuvieran entre las manos un plato de sopa. La
maestra les indica que cojan la cuchara pero han de tener cuidado porque puede
estar fría o caliente, por lo que deberán soplarle si la maestra les advierte que
está caliente.

Juego 5: “Mi corazón hace bum-bum”

• Objetivo:

Ser conscientes de que el corazón se acelera y respiramos de manera más rápida


después de un esfuerzo o un ejercicio físico.

• Desarrollo del Juego:

Los niños y niñas ponen su mano en el pecho y observan que los latidos de su
corazón apenas los notan y que su respiración es lenta. Pero observan que
después de correr por el aula su corazón y su respiración se han acelerado.
También les hacemos conscientes de que esto es lo que nos pasa cuando nos
ponemos nerviosos. Les hacemos comprender que tenemos un arma muy valiosa
para que nuestro corazón y nuestra respiración vaya más despacio y es a través
de juegos de respiración.

Juego 6: “Tengo un globo en mi barriga”

• Objetivo:

Aprender la respiración abdominal que es la más adecuada para lograr la


relajación

• Desarrollo del Juego:

Ahora el globo lo vamos a llenar de aire dentro de la barriga, así que esta se
hinchará cuando inspiremos y se vaciará cuando expiremos.

Si nos cuesta trabajo podemos hacerlo tumbados y con un juguete encima de la


barriga para poder observar como sube y baja.
Después de esta experiencia los niños y niñas de Educación Infantil han
conseguido controlar sus emociones y relajarse a través de la respiración,
además de divertirse y aprender de una manera tan natural e innata como es el
juego.

Si desde pequeños nos enseñaran a respirar, tendríamos mucho camino


recorrido.

La Relajación Musical para los más pequeños

Se hace un repaso a los principales recursos del educador y se muestran algunos


ejercicios que desde la música permiten relajar a los niños.

Las técnicas corporales dedicadas a la mejora y al control postural proponen dos


tipos de métodos para trabajar la relajación: los globales y los analíticos.

Los dos pretenden un aflojamiento global progresivo por medio de instrucciones


normalmente verbales que propone el terapeuta.
Este tipo de ejercicios es adecuado sobre todo para adultos mientras que para
niños pequeños y bebés es muy difícil encontrar indicaciones que funcionen
verdaderamente.

El caso es que muy a menudo los padres y maestros preguntan:


“Todo el mundo habla de relajación pero ¿cómo podemos relajar a los más
pequeños?”
Como respuesta general diremos que los niños se relajan cuando no piensan en
relajarse, es decir los niños se relajan como consecuencia de una actividad que
les resulta relajante no como un fin en sí mismo.

La primera condición es que tenemos que estar nosotros mismos relajados.

Los valores del silencio y de respeto no se enseñan como se enseña una ciencia
y solo se transmiten por el ambiente por contagio, educando el estilo de vida,
fomentando la experiencia. Los valores como la tranquilidad nunca pueden estar
separados de la experiencia y sobretodo de la ejemplaridad.

Es muy habitual entrar en una clase y ver a todo el mundo nervioso.


El primer paso a dar es que cada educador encuentre su propio camino para
llegar a estar tranquilos.
Cada uno tienen que buscar una técnica que les ayude dependiendo de su
personalidad, yoga, tai-chi, un deporte, relajación musical, meditar, caminar, etc..

En segundo lugar crear un entorno relajante. Los más pequeños son muy
sensibles a todo aquello que pueden captar a su alrededor. El tono de la voz y la
manera de hablar son factores poderosos para conseguir atención que se
convierte en la base de la relajación.
Benenzon en su manual de Musicoterapia (1981) nos habla de un concepto que él
llama ISO.

Cada ser humano llevaría dentro un Iso Genético, un Iso cultural y un Iso
Gestáltico (en el inconsciente). Así se explicaría porque hay personas que se
relajan con una música determinada y otras aquella misma música no les produce
ninguna sensación de tranquilidad o a veces el efecto contrario.

De muy pequeños o tal vez en el vientre de la madre hemos oído música. En la


escuela, en la calle...existen músicas que nos unen a nivel cultural.
Cuando pensamos en músicas para relajar a veces pensamos en música clásica.
Mozart, Bach, Shubert... todo depende de las obras, las más sencillas realzando
la melodía son las que prefieren los más pequeños.
Otras veces pensamos en la típica música para relajar compuesta con un xilofón
como si fuera una cajita de música. Habitualmente funcionan pero no todas son
iguales de efectivas.

Estamos en una clase de niños de 18 meses. La profesora tiene un CD de “Jazz


chill out ” con la canción “I’ll fly with you” (Gigi D' Agostino) y nos sorprende como
aquella música asociada al movimiento les podía relajar. El sonido repetitivo
primero con el instrumento y luego con la voz, y el ritmo lento marcando la
pulsación eran las claves.

¿Podía otro grupo relajarse igual con esta misma música?


La relajación parece ser muy individual. No todo el mundo se relaja con la misma
música pero por otro lado sabemos, porque las investigaciones lo han demostrado
que el predominio de la melodía, las notas largas, los ritmos lentos, regulares y
repetitivos, la melodía sin cambios bruscos ni intervalos relevantes, consiguen la
relajación en la mayoría de los niños.

También la voz sin instrumentos (a capella) puede funcionar.


Así se percibió en unas pruebas con un grupo de 15 niños de 1 y 2 años, y otro
con 10 bebés aplicándoles una música de xilofón y marimba con las
características antes descritas. Durante todas las sesiones que se les hizo
escuchar el resultado confirmaba las expectativas: en la clase de 1 y 2 años de
los 15 niños 10 tenían sueño y 5 estaban tranquilos sin somnolencia. Con los 10
bebés 8 bostezaron y casi se durmieron uno se relajó sin llegar a la somnolencia y
sólo uno lloró.

Si en una clase de Escuela Infantil queremos relajar a los niños y niñas hemos de
crear un cierto ambiente. Podemos utilizar nuestra voz, una canción, un cuento,
escuchar el sonido de un instrumento de percusión, un juego con títeres y
campanas unos ejercicios de imaginación, etc...

Hemos de tener en cuenta que antes de relajar hay que conseguir atraer el interés
y la atención. No siempre todos los niños se relajan con un relajación estática.
Hay niños/as que se relajan más con el movimiento lento de brazos, piernas,
manos, cuerpo...
Podemos encontrar danzas adecuadas o simplemente con imaginación crear
pequeñas historias para conseguir estos movimientos de los que hablamos.

De forma general la relajación se puede producir por medio de :

 La relajación estática

 La relajación en movimiento

La Relajación estática

a) La audición de una música


b) El canto. Nuestra voz cantando una canción
c) Explicando un cuento musical
d) Música con unos ejercicio específicos de títeres
e) Campanas (trabajo no enfocado solamente a nivel auditivo)

La audición de música:

Patxi del Campo (Musicoterapéuta y Director del Instituto de Musicoterapia


"Música, Arte y Proceso") nos dice que la melodía es el centro de la música,
probablemente nadie pondría en duda esta afirmación. Es evidente que desde la
música podemos estimular todos los aspectos humanos (el cuerpo, la mente, el
entorno social...) estará siempre enraizada en el afecto y las emociones. La
inseguridad crea miedos de toda clase, el afecto nos da paz.

Para crear un ambiente tranquilo, si queremos utilizar música clásica podemos


escoger fragmentos lentos y tranquilos de Bach, Mozart, Beethoven, Shubert y
muchos otros autores procurando que no intervengan demasiados contrastes
tímbricos ni dinámicos...

El sonido de un solo instrumento, una flauta, una guitarra, un violín tocando una
melodía que nos transmita sensibilidad afectiva, a menudo puede ser muy
relajante.

El Canto:

Las canciones de cuna ayudan a la relajación. Lacarcel (1995) comenta como la


relación interpersonal que se produce en la canción de cuna facilita el sueño y
calma la inquietud del bebé.

La estimulación lenta, regular y monótona de las canciones de cuna inducen a un


estado de sueño.

Se ha comprobado que entonar estas canciones solamente con la voz ( como un


murmullo) constituye el mejor tratamiento para los trastornos del sueño en niños y
niñas de cualquier país y cultura.
El bebé llega al mundo y tiene que adaptarse a toda clase de sonidos. Algunos le
producirán placer, otros inseguridad. Para Willems (1989) la vida y la música
están vinculadas en tres conceptos: así como el ritmo corresponde a la parte más
fisiológica y la armonía a la parte más mental, la melodía corresponde a la
sensibilidad y a la parte más afectiva.

En este caso, la melodía es portadora de paz, amor al bebé y quien canta


transmite este afecto que tranquiliza y da seguridad.

Los cuentos musicales:

El educador inglés Swanwick (1991) nos propone relacionarnos con el arte como
creadores, como intérpretes y como participantes.
En el caso de los cuentos musicales los niños pueden participar escuchando la
voz, la música tranquila y los sonidos que queramos resaltar, como podría ser un
sonido de instrumento o de la naturaleza. También puede participar
representando con el gesto buscando una expresión relajada.

Música y títeres:

Piaget (1997) explica como el juego en la actividad del niño no tiene reglas ni
limitaciones.
Los títeres pueden representar para los niños unos compañeros de juego
entrañables.
Si les hacemos hablar, pueden participar en la relajación de los más pequeños
como una mascota en la clase, presentando músicas, instrumentos, introduciendo
los silencios, y con facilidad los niños/as entran en el juego y la complicidad de los
diversos personajes y potenciamos la escucha.

Las campanas:
El método Willems nos ayuda a descubrir la audición de las campanas y a
utilizarlas con niños y niñas muy pequeños. Con ejercicios muy sencillos
empleando las campanas pueden llegar a
relajarse profundamente. Las expectativas y la capacidad de sorpresa o de placer
pueden activarse por medio de pequeños juegos con instrumentos como las
campanas. Con estos instrumentos, el juego simbólico nos permite la relación
afectiva, y la actitud de espera y de atención nos da la posibilidad de
sorprenderse y de disfrutar del placer del sonido por medio del juego y de la
relajación.

Relajación en movimiento:

a) Pequeña danza

b) Ejercicio de imaginación y movimiento


El educador suizo Dalcroze (1965) nos habla del sentimiento de compromiso
rítmico y de la sensibilidad musical, sentir la música por medio del movimiento
físico.
En el caso de querer relajar a los más pequeños podemos buscar una danza
corta haciendo movimientos lentos y sencillos o también con nuestra imaginación
podemos crear un juego, en el que el movimiento nos pueda llevar a la relajación
consiguiendo potenciar la sensibilidad musical.

No se trata de dar una clase con niños dormidos pero si ayudar a todos los niños
y niñas a cultivar la atención para aprender a escuchar.
Potenciando el afecto, el respeto, el silencio del entorno y cuidando la atención
podremos llegar a la relajación.

BIBLIOGRAFIA
ABAD Eulàlia (2008) “Música para crecer”(en prensa)
BENENZON, Rolando (1981) ”Manual de Musicoterapia” Barcelona: Paidós.
BRENNAN R (1994) ”La técnica Alexander” Barcelona : Kairós
JACQUES DALCROZE Emile (1965). ”Le rhytme la Musique et l’Education“
Lausana: Foetisch Frères.
DURAND R. (1967) “La Relajación” Barcelona Vergara
GUSTEMS Josep (2002) “La música en la escuela de madres” A. Eufonía nº 24
p.71-79
GUSTEMS Josep PUJADAS Mar (2008) “Silencis a la classe de música".
Activitats musicals per educar l’hàbit d’escoltar A: Guix d’infantil, nº 42,p.7-11-
LACARCEL, josefa (1995). “Psicología de la música y educación musical”.Madrid:
Visor.
PIAGET ,Jean (1977) “Seis estudios de Psicología”. Barcelona: Seix Barral.
RICQUIER, M. (1995) “La relajación y la práctica instrumental”A. Música y
Educación, nº
21,p.81-86.
SWANWICK, Keith.(1991). “Música pensamiento y educación”. Madrid: Morata.
WILLEMS, Edgar.(1989) “El valor humano de la Educación musical” México:
Paidós.

(Gigi D' Agostino)

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