La posibilidad de aprovechar estas transformaciones para la obtención de energía abrió una
fabulosa alternativa en el uso de los combustibles tradicionales, como el carbón o el petróleo. Hoy en día, en el mundo existen cientos de reactores nucleares que abastecen con energía eléctrica a ciudades enteras. Los reactores de Atucha (Buenos Aires) y de Embalse (Córdoba) producen un 30 % del total de la energía eléctrica que se consume en la Argentina. En estos reactores, la energía obtenida de las transformaciones atómicas del uranio 235, uno de los isótopos naturales del uranio, es utilizada para calentar agua y producir vapor. Este vapor mueve grandes turbinas que producen electricidad, de la misma manera que en las centrales convencionales, donde el calor se produce quemando carbón, petróleo o gas natural.
Esquema básico de una planta de energía nuclear.
La primera figura muestra el corazón del reactor nuclear. El combustible, dispuesto en barras de dióxido de uranio, que contiene uranio 235, es irradiado con neutrones que inician la fisión nuclear. Como se produce un exceso de neutrones durante la reacción, es necesario controlar la cantidad de estos para que la reacción no sea demasiado rápida y se produzca una cantidad de calor tan grande que eleve la temperatura causando daño en el reactor. El control del número de neutrones se logra mediante las llamadas barras de control, que pueden moverse hacia arriba o hacia abajo. Cuando las barras de control bajan, los neutrones son capturados y la reacción se hace más lenta. Por el núcleo del reactor circula un líquido refrigerante, como agua o sodio líquido, impulsado por una bomba. El refrigerante sirve para transportar el calor producido por la fisión, pero también cumple la función de moderador, es decir, disminuir la velocidad de los neutrones para que puedan ser fácilmente capturados por el combustible. El refrigerante caliente circula a través de un intercambiador de calor, produciendo vapor de agua que, a su vez, es utilizado para mover una turbina y generar electricidad.