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El Arte de Planificar en Futbol - Estudiantes
El Arte de Planificar en Futbol - Estudiantes
ANTES DE EMPEZAR
En primer lugar, por agilizar la lectura del libro vamos a utilizar el
término juego reducido, en adelante JR, para hacer referencia a todas
aquellas tareas de entrenamiento que respetan la estructura de duelo
colectivo (Parlebas, 2001), es decir, situaciones de colaboración-oposición
y de inter-motricidad simultánea. Además los JR son desarrollados en un
espacio común y con participación simultánea sobre el balón (Parlebas,
2001). En la literatura pueden encontrarse muchas denominaciones al
respecto asignadas a este tipo de contenidos, tales como: tareas jugadas,
juegos, juegos con tema, tareas globales, juegos cortos, medios y largos.
Incluso, en el entorno anglosajón los podemos encontrar denominados
como: small-sided game, medium-sided game, intermediate-sided game,
large-sidedgame, conditionedgame, constrainedgame or task constraints,
entre otros. En el texto utilizaremos los JR para referirnos a todo el
conjunto de denominaciones y formatos enumerados previamente.
•
la sucesión de estos últimos. Tal y como quedará reflejado en el libro la
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INTERVENCIÓN A PARTIR DE
JUEGOS REDUCIDOS: LAS PIEZAS
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3.2. LA ESPECIFICIDAD DE LOS JR Por este motivo se debe estar en alerta cuando el concepto de
pecificidad es incorporado en el proceso de entrenamiento. Para
uestra un botón: una actividad realizada por un único jugador
Intervendremos con eficiencia si comprobamos que los efectos ctividad psicomotriz, sin compañeros ni adversarios), en un contexto
deseados, esperados y obtenidos (Parlebas, 2001) por el entrenador, de la uy alejado al de competición (en el gimnasio, por ejemplo), movilizando
tarea y en los jugadores coinciden, haciendo que el equipo maximice el esos a determinadas velocidades, por muy similar que sea el
rendimiento. Es decir, sean específicos y satisfagan las necesidades del ovimiento y el tipo de contracción al gesto deportivo competitivo, pero
equipo. que poco tiene que ver con las condiciones estructurales y funcionales
Hel fútbol, no podrá considerarse como una situación de entrenamiento
Precisamente, la especificidad es uno los principios de la Teoría ~specífico, ya que diferentes dimensiones no presentan similitud con la
del Entrenamiento que establece entre sus axiomas la necesidad de ~ctividad competitiva del deportista. Una tarea técnica realizada por
desarrollarse bajo condiciones lo más similares posibles a la actividad varios jugadores o un grupo de ellos, se aproximará a una especificidad
deportiva en la que se participe, lo cual provocará efectos biológicos y :parcial, debido a que recoge solo parcialmente la complejidad del
adaptaciones orgánicas específicas (García-Manso et al., 1996). Es decir, juego. En cualquier caso, no debe considerarse la especificidad como
a nivel individual (perspectiva micro) y atendiendo principalmente a un criterio dicotómico donde las tareas puedan únicamente calificarse
elementos fisiológicos y biornecánicos, este principio implica ejercitar .J como específicas o no específicas. El enfoque es gradual, es decir, un
de manera muy específica la expresión de los factores propios de una sJ continuo que permite ubicar a los jugadores en contextos de mayor o
determinada disciplina tales como el tipo de contracción muscular, 11 menor especificidad parcial o global.
ángulos, dinámicas de ejecución, metabolismos, etc. (Balsom et al., 1999; ,t
Bangsbo, 2003; Siffy Verhoshansky, 20_00), siendo cada v~z más valorado .·• . •.j.·
Hoy en día parece existir un consenso respecto a las grandes ventajas
para modelar las respuestas adaptativas al entrenamiento (Kraemer} que aportan los JR al entrenamiento en el fútbol (Halouani et al., 2014;
et al., 2002) y facilitar la transferencia efectiva al entorno competitivo t Hill-Haas et al., 2011). A pesar de esto, no debemos descuidarnos y pensar
(Williams et al., 2003). · que el uso exclusivo de JR en la práctica diaria vaya a ser suficiente, y
la literatura parece sugerirnos que es posible que se dejen sin atender
Pero la especificidad del entrenamiento no debe quedar reducida a la algunas de las facetas de la multidimensional demanda energética que el
metabólica o biomecánica, debe ser considerada desde una perspectiva fútbol impone al 'jugador'. Concretamente las relacionadas con acciones
holística y atender también a la especificidad cognitiva, afectiva o iil de alta intensidad de carrera (Casamichana y Castellano, 2010; Gabbett
relacional y, sin olvidar, que debe contextualizarse considerando la! y Mulvey, 2008), o todo lo contrario, que se sobreestimulen otras, como
experiencia y el nivel de entrenamiento del deportista (Gamble, 2006). )1 las aceleraciones (Castellano y Casamichana, 2013a). Lo veremos en el
Como señalaAranda (2011, adaptado) la especificidad del entrenamiento .:J apartado 3.4.
debe abarcar los siguientes niveles: 1) especificidad anatómica: cuando J
se ejercitan los paquetes musculares que ejecutan la acción en la I Considerando estos posibles 'defectos secundarios', no debemos caer
competición; 2) especificidad metabólica: cuando se utilizan los mismos J en la tentación de ir al polo opuesto, entrenar siempre bajo las mismas
sustratos energéticos y se estimulan las mismas vías metabólicas que l condiciones de la competición, ya que esto podría ser insuficiente para
son requeridas durante la competición; 3) especificidad neuromuscular: incidir en mejorar algunas facetas del juego o del jugador.
cuando se reproducen similares patrones de movimiento; 4) especificidad
táctica: cuando el jugador despliega su competencia sociomotriz en el
contexto donde información y acción conviven en un entorno competitivo.
•
que las conductas emergidas en la tarea podrían no coincidir con las I
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Estamos seguros que el lector se habrá dado cuenta enseguida areas, se puede optar por hacer cambios drásticos en la lógica interna
la necesidad de que cada equipo, dependiendo de su modelo de juego del fútbol, quitando adversarios o incluso compañeros, hasta convertirla
(Hewitt, Greenham, y Norton, 2016), particularice el tipo de tareas a n una actividad colaborativa o incluso psicomotriz, donde un deportista
prescribir a sus jugadores, para incidir especialmente en la cualidad actúe en solitario. La elección queda nuevamente en manos del cuerpo
que deben tener aquellas variables colectivas que más le aproximen al.· técnico; pero siendo conscientes de que a medida que el cambio es más
rendimiento en competición. adical, más alejados situaríamos de la actividad a los jugadores donde
deben intervenir y, por tanto, más lejos de las demandas que en
Por todo lo comentado hasta ahora surge la necesidad de dedicar
competición se les van a exigir. Estaremos quitando información del
mucho esfuerzo al diseño de las tareas de entrenamiento que el equipo
que luego necesitarán para tomar decisiones en el juego.
desarrollará en la sesión y que deberá atender los conceptos que se
quieran transmitir respecto a la filosofía de juego, a los principios y Nuestra propuesta en el cambio no llega al extremo de salirnos
sub-principios del modelo de juego y a los comportamientos táctico- dominio de la acción motriz (Parlebas, 2001) donde está situado el
estratégicos que individualmente, inter-individualmente, por líneas que no es otro que en el ámbito de la intermotricidad simultánea
(intra e inter) deban conocerse y aplicarse en sincronización. Después de mencionado con anterioridad. Es decir, se deben respetar los rasgos
un diseño minucioso, será necesaria una prolongada y sistemática puesta de base que permitan crear formas jugadas de fútbol aplicables a la
en práctica sobre el terreno de juego para lograr los comportamientos ., . . ,,. . . . zació . . . del rendimiento del equipo a partir de la modificación o
colectivos deseados. A este apartado atienden (o deberían atender) los incorporación de ciertas reglas tal y como se ha sugerido previamente
entrenadores cuando diseñan los entrenamientos colectivos. A pesar (Castellano, 2005). Los cuatro elementos de la lógica interna que se
emplean para la modificación de la Lógica Interna (Parlebas, 2001)
del interés creciente que presentan estas variables ecofísicas grupales
espacio, tiempo, relación con el móvil y relación con los demás o
o colectivas, no serán tratadas en este libro sobre el entrenamiento en
fútbol a partir de JR. 1 interacción. Las opciones para cambiar son múltiples (Castellano, 2005)
aunque en este apartado solo vamos a tratar, y de manera breve, el espacio
y la interacción. Para ampliar información sobre los efectos agudos y
crónicos que supone la modificación de variables se puede consultar el
1
3.3. CÓMO INTERVENIR CON JR ¡ libro Los juegos reducidos en el entrenamiento del fútbol (Casamichana,
1
¡
San Román, Calleja y Castellano, 2015).
et al., 2011c).
5. No está clara la demanda al jugador comodín interior. Mayor distancia
En este apartado, de manera específica también nos detendremos recorrida y misma FC. Debe considerarse que el comodín no participa
en matizar cómo afecta la inclusión de disimetrías entre los equipos en la disputa del balón.
(Clemente et al., 2014b; Hill-Haas et al., 2010; Mallo y Navarro, 2008;
Sampaio et al., 2014; Torres-Ronda et al., 2015), aspecto habitual en el MODIFICACIONESDE OTRAS VARIABLES
entrenamiento. Estas disimetrías, fija (porque un equipo juega siempre
en inferioridad o superioridad) o transitoria (por la presencia de comodín/
es que juega/n con los dos equipos en función de quien tenga la posesión Debido a que en el diseño de tareas siempre se parte de un número
del balón), deparan cambios considerables en las demandas físicas Y determinado de jugadores y un espacio específico, son estas las variables
fisiológicas que podrían resumirse en: prioritarias en las que vamos a centrar la atención en este libro. Sin
embargo, existen otras variables que el cuerpo técnico puede manipular
l. Mayor intensidad fisiológica en equipos en inferioridad numérica para favorecer que aparezcan las demandas deseadas. Similar a los
(disimetría fija) justificado por la motivación y/o esfuerzo necesario efectos generados cuando se modifican dimensiones del espacio y/o nº
a realizar en el enfrentamiento contra un número más elevado de de jugadores por equipo, otras reglas impuestas por el cuerpo técnico,
jugadores, debiendo organizarse mejor para atender a ayudas constantes inevitablemente van a provocar cambios sobre las demandas físicas
'
entre compañeros. fisiológicas y perceptivas de esfuerzo.
2. Cuando la disimetría es reducida (un solo jugador de diferencia) Lo cierto es que las opciones para proponer modificaciones son
la demanda física y fisiológica se incrementa. Además, el equipo infinitas (tantas como entrenadores y modelos de juego existan) y, por
en inferioridad tendrá mayor demanda física y fisiológica, aunque tanto, inabarcables desde el ámbito científico. Los estudios realizados
dependiendo del nivel de los jugadores, es probable que una mayor hasta ahora ofrecen algunos resultados interesantes, aunque solo
dificultad para resolver la tarea (equipo en inferioridad con gran podemos hablar de tendencias o probabilidades de qué ocurrirá, sabiendo
disimetría) podría reducir la exigencia física en jugadores menos que se dejan muchos interrogantes aún por responder. Variables como
la modificación del régimen de entrenamiento (Casamichana et al.,
expertos.
2013b; Hill-Haas et al., 2009a), diferente nivel competitivo de jugadores
3. La presencia de comodines interiores reduce la FC del grupo, (Dellal et al., 2011), diferente número de contactos permitidos al móvil
manteniendo las demandas físicas en valores similares, quizás debido a por posesión individual (Almeida et al., 2012; Dellal et al., 2011d), el
un menor intercambio de posesiones o a una reducción en el número de nº de repeticiones del JR realizadas (Dellal et al., 2011a y 2012b), la
forma de confeccionar los equipos (Koklü et al., 2011), tipo de marcaje
intervenciones al balón por jugador.
(Casamichana, San Román-Quintana, Castellano, y Calleja, 2015; Ngo
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valen tres puntos.
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Sub-estimular
3.4. PROBABLES EFECTOSAL INTERVENIR.1 [Velocidades máximas o tiempo a Alta Intensidad]
CONJR
¡ Sobre-estim~lar .. . ..
Efecto techo
> M~·---·--·· "-<W<--··--,
deseadas cuando se aplican ciertos condicionantes en las tareas de !¡ [jugadores de calidad, muy en forma]
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o literatura académica. Hoff et al., (2002) apuntaba al hecho que jugadores
.
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.; 30 c___ .-_onlos valores más altos en el V02 max alcanzaban los valores más bajos en
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o... 1 la misma variable durante la práctica de JR, lo cual podría comprometer
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el desarrollo de la resistencia aeróbica. Pero ocurre lo mismo con los
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jugadores más rápidos de los que los son menos (Méndez-Villanueva,
º 10
Buchheit, Simpson, Peltola, y Bourdon, 2011), el porcentaje respecto
del máximo solicitado será diferente para ambos tipos de jugadores.
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Hill-Haas et al., (2011) sugiere lo mismo cuando compara los valores
Rangos de velocidad
b)
de distancia que alcanzaron los jugadores en un test de resistencia y
a)
el porcentaje respecto a la frecuencia cardiaca individual que supuso
Figura 3.2. Distancia recorrida por hora en diferentes zonas de velocidad (a) y número
aceleraciones en diferentes rangos de intensidad (b) en JR (sma/1 sided games) Y
la intervención a partir de JR. La relación es débil, positiva (r=0,26)
y significativa (p<0,05). Sin embargo la variabilidad que muestra la
amistosos (friendly matches).
figura con un rango de más de 15 % del valor medio entre dos jugadores
con los mismos resultados a nivel condicional, sugiere la necesidad de
Por el contrario, la velocidad pico o acumular tiempo o distancia de seguir aportando conocimiento de las relaciones entre estados de forma
Y demanda de los JR. El mismo efecto techo sugiere los resultados de la
desplazamiento en rangos altos de intensidad (>21 Km .h'), puede
quede descuidada cuando aplicamos JR en el proceso de intervención. intervención propuesta por Impellizzeri et al (2006), donde apenas se
encontraron mejoras en las variables condicionales analizadas entre la
Casamichana, Castellano y Castagna (2012c) en su trabajo
cuarta y la 12ª semana de intervención. Sin embargo el equipo mejoró
la existencia de estas diferencias en las demandas solicitadas a
desde la semana 1 ª a la 4ª. Más recientemente, el trabajo de Faude
jugadores en partidos amistosos con respecto a lo propuesto por
Steffen, Kellmann, y Meyer (2014) expresamente subrayan la necesidad
cuerpo técnico al mismo equipo durante la semana. Sin embargo,
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de considerar la existencia del efecto techo con más probabilidades qu presenta sea utilizado como una propuesta orientadora de tendencias
las ofrecidas por el azar; solo los jugadores que iniciaron la intervenció sobrelas demandas físicas y fisiológicas de los jugadores en las diferentes
con un menor nivel de condición física respondieron positivamente al tareas que se propongan.
tratamiento. ;1'·
fa Somos conscientes que esto es un problema para el preparador
Sin embargo,hemos detectado una 'puerta abierta' en el estu,41 fíkico (especialmente el educado bajo paradigmas lineales de modelos
de los efectos crónicos que merece la pena explorar: ninguna de lasf de rendimiento de los deportes de prestación), porque preferiría
intervenciones que se han descrito anteriormente incluyeron en su proceso? probablemente que la respuesta de los jugadores fuera más estable,
de intervención un incremento en la dosis demandada a los jugadores ~:1j gue el mismo 4:4 tuviese los mismos efectos en los jugadores, incluso en
partir de los JR. Se podría pensar que no se ha encontrado la prescripcióry lá sucesión de días. Pero la realidad del entrenamiento es otra. Si eres
de entrenamiento con JR que provoque efectos positivos también en losJ pesimista es una desventaja, sin embargo, puedes enfocarlo como una
jugadores con los niveles más altos de condición física. Aunque en lugar de·f oportunidad. Porque variabilidad se puede transformar en especificidad.
intentar buscar una respuesta a la pregunta de cómo mejoro la condición. •.·:.·t1.· Un entrenamiento para cada jugador, [nol, un estímulo diferente a cada
·.¡. .';
física de los mejores condicionalmente, quizás deberíamos cambiar la¡ jugador, [sí], además necesitan jugar juntos, una tarea que afine las
pregunta, ¿y si no necesitamos desarrollar más esta cualidad? Pudiera] demandas individuales en un contexto grupal similar al de competición.
ser que los mínimos que se necesitan para jugar al fútbol estuvieranl
cubiertos. El trabajo de Stevens y colegas (Stevens, De Ruiter, Beekt! En cualquier caso se podrían dar algunas recomendaciones
y Savelsbergh, 2015), que compararon los efectos agudos de un mismd para reducir la variabilidad ínter-jugadores. Bastaría con reducir la
formato de JR de 6:6 aplicado en diferentes poblaciones, podría ser un! especificidad de la tarea. Para este cometido a día de hoy existen tres
punto de partida por el que seguir investigando en este sentido. Conoce1·I alternativas que juntas o separadas potenciarán esta dinámica de
si el límite en las demandas lo impone el juego o depende del nivel del¡ difuminar la especificidad de demarcaciones y roles.
jugador (asumiendo la variabilidad endémica en la forma de juego) seríaj
La primera opción es disminuir el número de jugadores por equipo
interesante. Esto podría resolvernos la incertidumbre de conocer cuál.!
(Dellal et al., 2012). Esto provocará una mayor participación de cada
es el formato de juego que mejor se adapta al nivel competitivo de los;
jugador sobre el balón, es decir, el juego se convertirá en su totalidad en
jugadores. Juego y jugador, dos caras de la misma moneda. /I
una continua dinámica de centro de juego. Todos los jugadores están con
La respuesta dada por los jugadores en los formatos de JR es¡ opciones de poder intervenir prácticamente en cada instante.
variable (Dellal, Hill-Haas, Lago-Peñas, y Chamari, 2011), en la misma'
La segunda opción es reducir las dimensiones del terreno de juego.
línea que lo es la competición (Castellano y Blanco-Villaseñor, 2015),¡
Esto hará surgir los mismos efectos anteriormente comentados cuando
aspecto que por otra parte era de esperar. Este tipo de tareas, llevan!
nos referíamos a reducir el número de jugadores por equipo.
implícitas una variabilidad mayor que las propuestas cerradas donde ell
jugador no puede tomar decisiones sobre su motricidad, como sucede en: En tercer lugar, la orientación del espacio podría jugar un papel
carreras atléticas a ritmo marcado por emisión sonora, por ejemplo, Y. homogeneizador el despliegue físico y comportamental entre los
que se constata cuando se compara la respuesta de diferentes jugadores] jugadores. No orientar el espacio divide el juego en aquellos que pretenden
que participan en la misma tarea. Además, también presenta cierta mantener la posesión del balón de los que no. De esta forma creemos que
variabilidad cuando comparamos las demandas o el rendimiento de, los jugadores no se reparten funciones más ofensivas o defensivas en
un mismo jugador en dos repeticiones o sesiones diferentes (Los Arcos, el momento de posesión y en el momento de no posesión. Parece lógico
Martínez-Santos, et al., 2014). Por este motivo, subrayamos que lo que pensar, si no establecemos ningún otro requisito particular al respecto,
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que ningún jugador, cuando su equipo tiene la posesión del balón, estar
pendiente de marcar a un rival alejado del balón y, al mismo tiempo
3.5. INTERVENIR CON JR, ¿PARA QUÉ?
ningún jugador en el momento de necesidad de recuperar la posesión de
balón, estaría pensando en situarse abierto y alejado con la intención d
estar preparándose para la recuperación del balón por parte de algú En la Figura 3.3 se representa de manera gráfica los cuatro
compañero de su equipo. Probablemente, las tareas sin objetivos d bjetivos condicionales que deben orientar el entrenamiento condicional
marca estén más cerca del concepto de 'centro de juego', es decir, gra ?el futbolista (Verheijen, 2014). Representando la línea temporal de
parte de los jugadores de ambos equipos con opciones de participar co un partido de competición, desde el minuto 1 hasta el 90, en la parte
probabilidades similares. superior de la figura se describe como seria el perfil del rendimiento
ísico del jugador antes, en el inicio de su preparación o cuando está
Por último, los efectos comportamentales no deseados tiene que ve uera de su estado de forma óptimo. Se puede apreciar cómo se van
con aquellos comportamientos individuales o grupales que potencia y espaciando las acciones realizadas a máxima intensidad
determinados formatos de JR y que podría no ajustarse a lo 'habitual' u..,c ..u.u por la primera flecha con el 100 %), que van convirtiéndose
en el juego. Un ejemplo permitirá ilustrar este aspecto. Cuando en u menos intensas (un porcentaje menor) y, además, cada vez con un
JR se limita el número de contactos por posesión individual (dos toques espaciado entre las acciones. Por otro lado, en la parte inferior
máximos por posesión individual, por ejemplo). Bajo esta premisa, lo la figura viene representado el perfil del jugador después, es decir, la
jugadores se pueden encontrar en la paradoja de que a pesar de tener e condicional que se pretende conseguir en el jugador que está en
espacio libre hasta la portería deben de buscar un compañero o finaliza forma. Como puede apreciarse [1] comienza por mejorar la calidad de sus
con tiro a portería en una situación menos ventajosa que la que podrían ª'-''-,.LV.L.Lv.:> de máxima intensidad (representado con el valor de 101%), [2]
conseguir de no existir dicha limitación. A veces esta limitación provoc aparecen muchas más flechas realizadas al 100 % de intensidad, [3] sin
que jugadores en una situación ventajosa para crear peligro en la porterí distanciamiento entre dichas acciones, y [ 4] manteniendo la cadencia a
rival, a través de la superación directa de un rival que no tiene ayuda lo largo de todo el partido. Esto significa que existe una alta capacidad de
defensivas, no puedan afrontar dicha conducta (quizás clave el doming recuperar entre acciones de alta intensidad. Los objetivos condicionales
para ganar el partido). a desarrollar en el jugador de fútbol atienden a desarrollar: 1) más
calidad, 2) mantener la calidad, 3) repetir calidad y 4) mantener repetir
En la línea de lo expuesto, se puede extrapolar a otro tipo de¡ calidad de las acciones.
comportamientos micro, meso o macro (individuales, grupales y de¡
equipo), como evitar conducciones, jugar por dentro cuando en la'.
dinámica de competición se pide jugar por fuera, línea defensiva que]
se ve obligada a iniciar la posesión del balón a pase de portero sin salir!
incluso del área grande, jugadores que necesitan posicionarse muy!
alejados de las zonas habituales en el sistema de juego o la necesidad¡
de realizar un tipo de juego combinativo inusual en el modelo de juego¡
construido en el seno del equipo. De aquí subrayamos la necesidad de¡
estar pendientes de los comportamientos que los jugadores deciden!
emplear para resolver la tarea que se les ha propuesto, para matizar,'
reorientar o, más drásticamente, cambiar la actividad.
• • • * • • • • • • • •• • •
~ ~ ~ ~ ~ ~
• " ' ' ' ' ' '
del equipo, momento de la temporada, día de la semana situación en la
~ sesió1: o e~tado del terreno de juego, por poner solo algun~s variables que
1 deberían mcorporarse a la decisión del tipo de tarea a proponer.
r
1' 90'
Figura 3.3. Cuatro obieiivos físicos a desarrollar: 7) más calidad, 2) mantener la calidad, En e_l ~ntrenamiento de los dos siguientes objetivos (3º y 4º de la Figura
3) repetir calidad y 4) mantener repetir calidad (Verheiien, 20 7 4). La línea azul continua 3.3), facilitar la recuperación a corto y medio plazo, los JR por encima
representa la duración del partido, desde el minuto uno (7 ') hasta el pitido final (90'). La altura de tres contra tres (desde 3:3 hasta 10:10) pueden ser el instrumento
de las flechas negras representa la intensidad (explosividad) de la acción. óptimo para s~tisfacerlos. Pero como ya se ha comentado en el segundo
apart~do del hbro, los efectos de los JR desde los reducidos (3:3) hasta
los 1?-ªs largos (10:10) pueden matizarse, debido a que las dimensiones
Para desarrollar los dos primeros objetivos (1 º y 2º de la Figura a~ociadas a la resistencia, fuerza o velocidad son demandadas en
3.3), mejorar y mantener la calidad, los JR tienen que estar muy bien diferente proporción. Todo esto lleva a pensar sobre la necesidad de
diseñados para que realmente emerjan acciones de este tipo en la calidad/ programar todos los formatos de JR (los 16 que mencionaremos en la
cantidad necesarias. En estos casos puede ser aconsejable echar mano de Tabla 4.1), que como veremos serán agrupados por afinidad condicional
pocos jugadores y seguramente con pocas opciones de decisión por parte (8:8-10:10, 5:5-7:7, 3:3-4:4 y 1:1-2:2).
del jugador (1:1 o a lo sumo 2:2). Esto permitiría respetar los ratios de
trabajo:descanso pero perdiendo validez o proximidad al contexto real de
juego. El cuerpo técnico debe valorarlo, y adoptar la decisión en función de
los intereses contextuales del momento. La implicación de los jugadores,
como en el resto del entrenamiento, hará más fácil o tremendamente
complicado el logro de los objetivos: máxima intensidad-calidad de la
acción(-decisión). Probablemente tareas analíticas de velocidad máxima
(combinadas con fuerza explosiva) permitan hacer llegar al jugador a
su pico de velócidad, ya que las formas jugadas invitan a resolver la
tarea no siempre exigiendo al máximo las cualidades condicionales,
•
sino solicitándolas de manera óptima o adaptada al contexto. Esto hace
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