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Leccion #3 Puedo Ser Yo Un Misionero
Leccion #3 Puedo Ser Yo Un Misionero
HECHOS 9:1-22
Abran sus biblias en Hechos 9 y vamos a leer de los versículos 1 al 22. Esta historia nos cuenta que había
un joven que se llamaba Saulo y este joven tenía un trabajo para el gobierno y para los sacerdotes. En
aquellos días estaba prohibido hablar a las personas acerca de Jesús y como Él los amaba tanto que
había muerto por sus pecados. Si miraban a alguien hablando y predicando de Jesús lo ponían en la
cárcel. El trabajo de Saulo era encontrar a estos Cristianos y entregarlos para que los encarcelaran y
muchas veces hasta los mataran. Saulo no tenía miedo de destrozar familias, separar a padres de sus
hijitos y dejar a mujeres desamparadas, inclusive tomaba a las mujeres Cristianas y también las metía a la
cárcel. Él quería hacer cumplir la ley. Un día fue con el sumo sacerdote y le pidió una carta para ir y a
Damasco y encontrar mujeres o hombres Cristianos y traerlos presos. Cuando iba por el camino, dice la
biblia, que lo rodeo una gran Luz y escucho una voz que decía “Saulo, Saulo porque me persigues”. Él
entonces respondiendo le dijo “¿quién eres Señor?” Y el Señor le respondió “soy Jesús a Quien tú
persigues”. Puedes imaginar el asombro que le causo a Saulo escuchar la voz de Jesús preguntándole
porque encarcelaba y mataba a su gente. ¡Wow! No me puedo imaginar la vergüenza que sintió Saulo.
Por ejemplo; Es como cuando tus papas saben que hiciste algo malo y te preguntan ¿Por qué lo hiciste?
Qué vergüenza sientes y no tienes palabras para responder, eso fue como sucedió a Saulo. Él solo pudo
decir “¿Qué quieres que haga Señor?” Él estaba diciendo perdóname y hare lo que tú me mandes para
remediar todo el mal que ya hice. Dios le iba a usar con gran poder para llevar las buenas nuevas de
Jesús a mucha gente, incluyendo a aquellos para quien él trabajaba. Después Dios mando a Ananías a
conocer a Saulo y orara por él para que recobrara la vista, pues había quedado siego por tres días.
Enseguida que Saulo recobro la vista, se puso a hablarles a otros de Jesús y enseñarles cómo podían ir al
cielo. Así se convirtió Saulo en misionero, ya que Dios lo mando por muchas partes del mundo para que
predicara el evangelio a los perdidos.
¿Qué podemos aprender de esta Historia?
CONCLUSIÓN: ¿Alguna vez has sentido el deseo en tu corazón de ser un misionero, un pastor o una
maestra o maestro de la biblia? Pide al Señor que use tu vida para servirle y Él preparara tu vida para la
gran obra que tiene preparada para ti. (ORAR)