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DIPLOMADO EN INNOVACION PARA LA MEJORA

DE LA PRACTICA DOCENTE

ENSAYO GESTION DE PROYECTOS CREATIVOS


“LA CONSTRUCCION DE UNA SANA
CONVIVENCIA EN EL AULA”

DRA. ROSA MYRTA GALICIA LOPEZ

PARTICIPANTE:

PROFA. JOSELYNN AIDEE REYES AYALA

EBANO, SAN LUIS POTOSI A 12 DE DICEMBRE 2023


RESUMEN
El presente ensayo tiene como propósito manifestar alternativas para la
integración de ambientes efectivos y afectivos en el aula escolar. En la práctica
educativa es común realizar actividades, utilizar metodologías y desarrollar
concepciones curriculares sin conocer la fundamentación sobre la que se
sustentan o bien no siendo el maestro consciente de las consecuencias que
tiene dicha fundamentación sin antes conocer el entorno familiar del educando,
por lo tanto como antes lo mencionamos el objetivo es promover a través de
proyectos creativos e innovadores la sana y correcta convivencia dentro y
fuera de las aulas, de igual manera, se propone algunas soluciones en donde
intervienen los docentes, padres de familia pero sobre todo el alumno, ya que
es la persona principal para el cambio. Este tema es de suma relevancia ya
que se ha vuelto un problema, el que debe de dar alternativas de solución por
parte de todos los agentes que intervienen en el sector escolar, siendo estos
los principales: maestros, padres de familia, directores y, por supuesto, los
alumnos.

PALABRAS CLAVES:

VALORES – CONVIVENCIA – AMBIENTES DE APRENDIZAJE -


ACTITUDES –ESTRATEGIAS
INTRODUCCION

Cuando hablamos de convivencia escolar, muy probablemente se nos viene a


la mente imágenes de niñas, niños y adolescentes en el recreo socializando,
jugando, corriendo o compartiendo su almuerzo. También podemos pensar en
un aula con estudiantes conversando sobre un tema, levantando la mano,
exponiendo un tema o bien en un convivio en fiestas decembrinas o de fin de
ciclo escolar. Quizás un esquema ideal de convivencia escolar es aquel donde
el estudiante conversa, expone o trabaja un tema en completo orden, sentados,
alineados, levantando la mano para participar, obedeciendo el reglamento
escolar, interrelacionándose armónicamente con sus maestros, coordinadores,
prefectos y directivos los cuales a su vez realizan sus funciones específicas,
incluyendo la colaboración en tiempo y forma de los padres de familia.

En la realidad esto no existe, en la generalidad de los planteles de educación


pública, a diario se suscitan conflictos que modifican la dinámica de la escuela,
por estar conformada por una sociedad libre y democrática, por lo que la
comunidad escolar tiene que reconocer y gestionar la elaboración de proyectos
educativos que permitan promover la igualdad de las personas en dignidad y
derechos, respetando y valorando sus diferencias en formas de ser, pensar,
creer y actuar. Dentro de estos proyectos se deben visualizar también los
directivos y personal de apoyo los cuales deben tener un alto nivel de respeto y
aprecio por la diversidad, esto implica la capacidad de cuestionar y rechazar
cualquier forma de discriminación, exclusión o violencia de cualquier índole.
Ahora el educador comienza a comprender que al penetrar en la cultura, el
adolescente no toma algo de la cultura, sino que también la propia cultura
relabora toda la conducta natural del estudiante y rehace de una nueva forma
todo el curso de su desarrollo, el cual manifestara en su integración y conducta
en el aula.
La convivencia en el proceso educativo es indispensable, es a través de la
práctica de esta competencia que se puede ir creando el ambiente en el aula o
en el centro a partir de la interacción de los agentes educativos: directivos,
maestros, alumnos, personal de apoyo y padres de familia, competencia que
demanda de estos actores diferentes estrategias, actitudes, comportamientos
respetuosos y el compromiso de considerar la diversidad de los demás a través
de la promoción de la tolerancia, la inclusión y la resolución de los conflictos de
manera no violenta.

Delors menciona: Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás es
una de las principales empresas de la educación contemporánea. Demasiado a
menudo, la violencia que impera en el mundo contradice la esperanza que
algunos habían depositado en el progreso de la humanidad. La historia
humana siempre ha sido conflictiva, pero hay elementos nuevos que acentúan
el riesgo, en particular el extraordinario potencial de autodestrucción que la
humanidad misma ha creado durante el siglo XX. (Delors, 1994, pág. 112)

En este sentido, la convivencia escolar es la interrelación entre los miembros


de un plantel escolar, la cual incide de manera significativa en el desarrollo
ético, socio afectivo e intelectual de los estudiantes, de las relaciones que
establecen entre sí, con el personal docente y directivo. Intervienen en la
configuración del tipo de convivencia escolar las características del trabajo
colegiado, la normatividad aplicable en materia de gestión escolar dictada
desde la política educativa y los principios asumidos por cada escuela en este
sentido, la manera como participan las y los estudiantes en las decisiones que
les afectan, el proceso seguido para elaborar reglamentos escolares y para
establecer la disciplina, la manera como se enfrentan los conflictos, así como la
existencia o inexistencia de procesos intencionalmente formativos desde el
ambiente escolar, por lo anterior es indispensable que se implementen
estrategias eficaces de participación entre todos los que conforman la
comunidad para llevar a cabo proyectos creativos e innovadores a favor de la
sana convivencia, iniciando desde el aula . Esto da cuenta de la postura y el
paradigma que se asume en cada escuela en relación con el carácter formativo
de las interacciones y en general de la cultura escolar.
DESARROLLO
Nuestro sistema educativo así como el de otros países representa
problemáticas similares, en cuanto al desarrollo de la convivencia en la
escuela, ya que por naturaleza sabemos que esta, representa conflicto que
genera un elevado nivel de presión, imposición, violencia simbólica y a veces
no simbólica, más enfáticamente sobre la población estudiantil, por ejemplo, la
asistencia obligatoria, cumplimiento obligatorio de tareas (no por convicción, sin
sensibilización, sin reconocimiento del propósito de la misma, sin impacto),
convivencia forzada con compañeros no elegidos por uno (se aplica trabajo en
equipo sin haber enseñado a trabajar en colaborativo) la aceptación obligada
de normas y condiciones de funcionamiento, autoridad y decisiones de los
adultos, la imposición del maestro sobre las formas de trabajo, ausencia del
proceso de evaluación, asignación de calificaciones sin ninguna justificante,
asignación de estereotipos (la cara de 5, la cara de 10, la cara de reprobado, la
aplicada (o), el latoso, el raro o diferente etc.) En fin, prácticas que se pueden
clasificar como excluyentes, discriminatorias, violentas, intolerantes, y nada
democratizadoras.

Las prácticas discriminatorias favorecen la violencia. Así lo recalca (Gutiérrez,


2007, pág.24) Quien sufre la discriminación puede terminar por perder la
confianza en sí mismo y por lo tanto en sus capacidades para tener un
desempeño escolar adecuado. Y ese proceso se acentuará si buena parte de
su energía se orienta, no al aprendizaje, sino a protegerse delas agresiones de
su entorno hostil, predisponiéndolo para el ausentismo, el fracaso y la
deserción escolar.

Todos estos factores chocan frontalmente con las prácticas familiares en la


actualidad, pues existe un elevado nivel de permisividad en cuestión de
actitudes y comportamientos de los jóvenes, debilitando su capacidad para
asumir el orden escolar que por lo general como ya se menciono es de carácter
obligatorio. Estas generaciones están viviendo el bienestar y el acceso al
consumo de casi todo, lo cual no favorece la pedagogía del esfuerzo sobre el
que se apoya el sistema escolar, convirtiendo a este en el contradictor y
enemigo de los jóvenes, incluso algunos de ellos se burlan de la exigencia del
esfuerzo, aludiendo de haber conseguido lo que ni siquiera ha intentado, es el
caso de las tareas copiadas, a sus compañeros creando una convivencia difícil
con falta de ética. A demás hoy en día a los adolescentes les cuesta aceptar y
respetar las diferencias de sus pares, llevando a cabo prácticas de
discriminación y racismo lo cual afecta de manera negativa la convivencia.

El ambiente, la escuela, la clase, deberán concebirse como ambientes


culturalmente significativos: los laboratorios, la biblioteca de aula, el rincón de
lectura, deberán ayudar a los adolescentes a sentirse en un ambiente
estimulante desde la escuela infantil y a lo largo de toda la etapa escolar.

Es importante enfatizar: Hay una preocupación generalizada por los nuevos


problemas éticos que surgen debido al desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Ello debiera encontrarse incorporado en la educación, de manera que tanto los
adolescentes como los adultos sean informados de los nuevos
descubrimientos y tengan también la oportunidad de considerar las
consecuencias de estos desarrollos desde un punto de vista ético. Ambos
aspectos tiene que ver con la calidad de vida actual e inclusive con el futuro de
la humanidad. (Schmelkes, 1996, pág. 19). Si bien sabes que hoy en día las
redes sociales han trascendido mucho, es por ello que debemos tener en
cuenta que los niños y las niñas toman ejemplos erróneos de las tecnologías
como lo son la $televisión, radio, pero sobre todo, el internet.

El conflicto del cumplimiento de las normas por alumnos docentes y directivos


escolares, configura una convivencia a veces complicada, porque no se
establece claramente las implicaciones. En la mayoría de los casos las reglas
son aplicadas solo a los alumnos y cuando infringe una de ellas es sancionado,
caso contrario cuando los profesores o personal de apoyo incumplen no se les
sanciona, los alumnos observan estas conductas incongruentes e ilícitas, y
cuando reclaman son amenazados o sancionados doblemente de manera
absurda, atropellando su Estado de derecho y quedando en evidencia que los
valores que son inculcados por sus maestros en las aulas no son verdaderos y
sin saberlo, el alumno va formándose en un estado propio agnóstico.

Considero que la convivencia dentro del salón es sobrellevada por alumnos y


en algunas ocasiones por maestros, el ambiente social puede ser más o menos
tenso o relajado, lo que causa molestias, malos entendidos, discriminación,
exclusión, violencia e intolerancia por ambas partes, pero el maestro lo enfatiza
más porque él tiene la autoridad y subordina marcadamente a sus alumnos, en
lugar de crear un ambiente de compañerismo, de ayuda, de amistad sincera y
sustancialmente intelectual. Para mí la enseñanza es un modo de: hacer
aprender a otros, aprendiendo uno mismo: y de ahí emerge nuestro
compromiso. El aprender unos de otros a construir modelos democráticos
donde desarrollar una cultura escolar en la convivencia para que los
adolescentes aprendan a ser personas demócratas y libres. Es de vital
importancia entonces que los centros escolares elaboren propuestas para
mejorar la convivencia de su plantel con el fin de crear un ambiente social
adecuado, propiciando el desarrollo de competencias ciudadanas, procesos de
desarrollo congruentes con la realidad, y que los maestros, directivos y padres
de familia, hablen el mismo idioma, sin un doble discurso, o mera simulación.

(Dabas, 2003, pag.45) Es por eso que se ha enfocado a la solución del


problema detectado, en donde todos los protagonistas de la educación escolar
intervengan para una mejora en la convivencia de los alumnos dentro y fuera
del aula de clases.

Para que se pueda fomentar la convivencia en el aula es importante realizar


acciones que promuevan a los diferentes participantes, entre ellos los más
importantes los maestros. Las acciones del plan de acción deberán estar
basadas en valores, otro de los ejes transversales de la currícula, pues elige
especial cuidado en su coordinación entre todos los miembros de la comunidad
educativa para que todos incorporen relaciones basadas en el respeto, los
derechos humanos, libertad, justicia, tolerancia activa, no discriminación por
razón de género, etnia, religión lengua, enfermedad, condición social,
económica o cultural.

Dentro del plan de acción habrá de establecerse las condiciones para que toda
la comunidad escolar participe en la elaboración de proyectos que promuevan
el establecimiento, promulgación, difusión, y evaluación de las normas del
centro escolar, donde sea equitativo el reparto de poderes, las
responsabilidades, las posibilidades de asociación, funcionamiento de órganos
colegiados, los criterios, utilización de tiempos y espacios, y lo más importante
establecer la norma donde se enmarque que el reglamento es para toda la
comunidad escolar, sin ningún privilegio. Las normas deben tener un alto
contenido democratizador que refuerce la formación ciudadana. Así mismo los
ejes articuladores. el cuidado de la salud y el medio ambiente, el ejercicio de
los valores, la equidad de género y por supuesto la convivencia.

Sería sensato, evaluar y reelaborar o actualizar las normas para dar


oportunidad, al alumnado nuevo de participar en su actualización, esto
implicaría para ellos identificarse con ellas y acatarlas. Es importante
sensibilizar a la comunidad escolar para que el reglamento se acate como un
servicio escolar y no como un código de sanciones.

Las manifestaciones de violencia física o verbal entre jóvenes o violencia entre


pares, es un fenómeno conocido como bullyng. Implica el asedio, maltrato,
humillación, llamar por apodos crueles, el robo o daño a sus pertenecías, entre
otras conductas que perjudican a quienes la reciben, dejando en ellas o ellos,
marcas profundas de una vida escolar (Noriega, 2005, pag.145)

La promoción explícita de habilidades de convivencias, de una cultura de paz y


de la resolución no violenta de conflictos son otros de los aspectos presentes
en la convivencia escolar. Hay que indagar que se está haciendo para la
creación o fortalecimiento de un clima favorable para el desarrollo de
competencias y para el logro de los aprendizajes esperados.

El plan de acción como los proyectos creativos e innovadores deberán


contener acciones de orientación al maestro, para que tenga clara la
perspectiva de fomentar la participación basada en afecto, comunicación y cero
autoritarismo, aceptar y respetar la diversidad, evitar las desigualdades, las
actividades homogeneizadoras, crear en el salón agentes incluyentes.

Quizás habrá otros rubros que cubrir o utilizar del centro escolar, pero
considero que estos son los prioritarios, para comenzar a producir esa
convivencia armónica: que está enmarcada en el Artículo 3° constitucional,
principio que ha sido muy difícil de cumplir desde que se fundaron las
instituciones de educación, sobre todo las públicas.
CONCLUSIONES

Es necesario partir de la clarificación de roles de cada uno de los miembros del


centro escolar, para propiciar primero, un trabajo colaborativo, en donde la
toma de decisiones sea compartida, segundo, de una gran comunicación y
acercamiento entre padres y maestros para que juntos lleguen acuerdos
negociados, tercero, propiciar la participación de los alumnos en cada una de
las acciones y problemas que enfrente la escuela en pocas palabras un clima
de confianza y certeza.

Una vez identificado el papel de cada uno va a desarrollar, *eso en una parte
porque es utópico creer que todos van a entrar de buenas a primeras de esta
forma si eso no fuera no estaríamos hablando de mejorar la convivencia,
construir un modelo propio de proyecto escolar de convivencia intercultural,
donde se tome en cuenta la elaboración de normas que incluyan el pensar y
sentir de todos, donde se incluyan actividades para el conocimiento de una
mismo y para mejorar las relaciones con los demás, se resuelvan conflictos con
apego a la legalidad y dignidad humanas, se aproveche el ambiente social para
convertirlo en situaciones de aprendizaje, para ello se propone el
establecimiento de asambleas escolares, espacios de dialogo, foros, talleres,
pero principalmente la formación continua del docente para obtener mejores
elementos que nos permitan seguir impulsando desde la escuela mejores
terrenos de convivencia.

Una convivencia escolar es sinónimo de un mejor aprendizaje, de una


formación con valores sólidos, de mejores interrelaciones con nuestros
semejantes, de una mejor calidad de vida, de un mejor equilibrio en la equidad,
de menos discriminación y de un ejercicio responsable de nuestra libertad. Las
dificultades y problemas que se generan en la diaria convivencia son una
oportunidad para el desarrollo de competencias ciudadanas y profesionales
debemos aprovecharlas y convertirlas en factor de aprendizaje. Es decir,
pasamos de la planificación cognitiva a la planificación didáctica. Ahora bien,
esta tarea de planificación no es una actividad mecánica, sino que debe estar
basada en todo momento por la emoción, por la emoción de aprender y de
descubrir, por la emoción del aprendizaje compartido, por la emoción de
compartir sentimientos, actitudes y valores entre el profesorado y los
estudiantes. Porque entendemos que los procesos de aprendizaje de la
planificación deben de tener como fin paralelo el fomento de los principios de
respeto, convivencia y valoración de las diferencias.

El enfoque por competencias de Formación cívica y ética es una alternativa


viable porque pretende desarrollar desde la persona la formación de valores y
una ciudadanía desde su contexto, con sus problemas, sentimientos,
emociones, pensamientos, y también con sus posibles soluciones, acuerdos y
negociaciones.
Bibliografía

 Dabas, E. (2003). REDES SOCIALES, FAMILIA, ESCUELA. BUENOS


AIRES: PAIDOS

 Delors, J. (1994). Los cuatro pilares de la educación. En UNESCO, La


educación encierra en tesoro. (pág. 91-103). México El correo de la
UNESCO.

 Gutiérrez, J. L. (2007) Formación Cívica y Ética. México Cal y arena

 Noriega R. (2005). La práctica de la violencia entre pares. Revista


Iberoamericana de educación, 35.

 Schmelkes, S. (13 de Junio de 1996). BIBLIOTECA. Recuperado el 27


de mayo del 2015 ,de ITAM: http://biblioteca.itam.mx/

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