Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Otra Vuelta Al Mundo - Gustavo Roldan
Otra Vuelta Al Mundo - Gustavo Roldan
42 43
Bueno, justamente ayer había visto una
bichita colorada que se le cruzó en el ca-
mino y le pareció muy hermosa.
Y además, por pura casualidad, anoch e
había soñad o con ella. Pero miren si uno
le va a hacer caso a las casualidades.
Enamorarse y andar como esos pájaros
cantan do de aquí para allá. A quién se le
ocurre . Seguramente el piojo no andar ía
en esas cosas. El piojo era un bicho serio,
un amigo de los bueno s, en los que se
podía confiar.
Y alú, mient ras el bicho colorado esta-
ba pensa ndo, llegó el piojo.
-Anú go piojo, justo estaba acordándo-
me de usted. Tenía ganas de charlar un
ra to porqu e aquí pasan cosas raras.
- Todo lo que quiera, pero va a tener
que espera r un poco, ando apura do bus-
cando una piojita que me está espera ndo.
-¿Ust ed también, amigo piojo?
Pero el piojo ya estaba lejos, yendo a los
saltos para el lado del río.
- ¡Qué lo tiro! -dijo el bicho colora-
do-. Ya sé, voy a buscarlo a don sapo.
Apena s lo vio, de lejos, le dijo:
44
-Don sapo, qulero hablar con usted. -Quién va a querer acompañarme.
-Cómo no -dij,o el sapo-, venga que Ando solo y sin amigos. Bueno, mejor me
le presento a la sapita más linda del mon- voy.
te. -Decime, bicho colorado, ¿no te gus-
-No, deje -dijo el bicho colorado-, taría más ir a pasear en elefante? A mi me
otro día charlamos. gustaría acompañarte.
Cada vez entendía menos. Otra vez sen- -Bah, anda trompa con trompa con su
tía que le daban ganas de pelear, de cantar, elefanta. Pasó a mi lado y nime vio.
de mirar el río, de irse, como lo había hecho -Pero es que no nos tiene que ver. Nos
hace tiempo, a dar la vuelta al mundo... trepamos al lomo, y paseamos por todo
Sí, eso haría. Y sin perder tiempo co- el monte.
menzó a dar por segunda vez la vuelta al - ¿Te gustaría, bichita?
mundo. -Sí, pero si vamos bien agarraditos,
Caminó y caminó, y cuando ya había porque me da miedo ir tan alto. Es dema-
recorrido siete árboles, medio llorando de siado grande el elefante.
bronca, zas, casi tropieza con la bichita -A mí no me da miedo y ya anduve
colorada con la que había soñado de pura mu chas veces -dijo el bicho colorado
casualidad .. poniéndose más colorado todavía.
-Uy, qué torpe soy, casi te pego un Todavía andan por ahí. Y al bicho colo-
empujón -dijo discu1pándose-. Es que rado le parece que es muy lindo cómo
estaba muy apurado por irme a dar la cantan el tordo y la calandria. Y le parece
vuelta al mundo. que son hermosos los nidos del hornero y
- ¿Y te ibas solito? ¿No es demasiado el hueco en el árbol que hizo el pájaro car-
peligroso? pintero.
-Puede ser, pero no importa. Hace mucho que andan muy juntitos, y
-¿Y no hay nadie que te acompañe? ni el elefante ni la elefanta, distraídos en
46 47
sus cosas, se dieron cuenta de que los dos
bichos colorados se habían quedado a vi-
vir ahí arriba, haciendo lo más parecido
que hay a dar la vuelta al mundo.
48