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RÉGIMEN PATRIMONIAL DEL

PATRIMONIO

1. Definición:
Castan Tobeñas considera que es el
conjunto de bienes que delimitan los
intereses pecuniarios que derivan del
matrimonio, ya sean en las relaciones de los
cónyuges entre sí, ya sea en sus relaciones
con terceros.
Cualquiera sea el régimen adoptado, ambos
cónyuges están obligados a contribuir con el
sostenimiento del hogar.
El silencio de los cónyuges hace presumir que se ha
elegido el régimen de sociedad de gananciales.
Si los cónyuges adoptan por el régimen de
separación de bienes deben cumplir la formalidad
de realizarlo mediante el otorgamiento de una
escritura pública y su inscripción en el registro
personal.
2. Clases:
Belluscio señala que existen los siguientes regímenes:
a) De absorción. Todo el patrimonio de la mujer se transfiere
al marido y ella no tiene derecho alguno durante el
matrimonio ni a su disolución. Si a la disolución del
matrimonio recibe algo, es en concepto hereditario.
b) De Unidad de bienes. El patrimonio de la mujer se
transfiere al marido pero a la disolución del matrimonio
éste o sus herederos deben entregar a la mujer o a sus
herederos el valor de los bienes recibidos. Ella tiene un
derecho de crédito por el valor de sus bienes sujeto al
plazo incierto de la disolución y sin que le corresponda los
frutos ni las ganancias.
• C)De unión de bienes. Transfiere al marido la
administración y usufructo de los bienes de la
mujer, restituyéndoselos a la disolución del
régimen, pero los frutos devengados pertenece al
marido.
• D) De comunidad. Se caracteriza por la formación
de una masa de bienes que se dividen entre los
cónyuges o sus herederos a la disolución del
régimen. Puede ser universal (todos los bienes) o
restringida (parte de los bienes).
e) De separación de bienes. Cada uno de los
cónyuges administra, goza y dispone de sus bienes
presentes y futuros, sin embargo, ambos deben
contribuir a los gastos del hogar.
f) De participación. Hay independencia patrimonial
entre los cónyuges durante la unión, como en la
separación de bienes; pero al disolverse el régimen
se acuerda a uno de los cónyuges un crédito contra
el otro, cuyo objeto es igualar sus patrimonios o los
aumentos de éstos producidos durante la unión.
En nuestro país existen dos regímenes: La sociedad de
gananciales (o comunidad restringida) y la separación de
patrimonios.
El primero como régimen de carácter ordinario o común
operará siempre que los cónyuges, antes o durante el
matrimonio, no hayan pactado por escritura pública y
bajo sanción de nulidad la adopción del régimen de
separación de bienes, quedando a salvo también el
supuesto en que por causales legalmente establecidas
dicho régimen deba ser sustituido judicialmente por el de
separación de bienes. El segundo, es de carácter
excepcional, opera a voluntad expresa y solemne de las
parte o por mandato judicial.
3. Régimen de la sociedad de gananciales.
La sociedad de gananciales es un régimen
patrimonial en el cual se distinguen los bienes
propios de cada cónyuge y los bienes de la sociedad
adquiridos por uno u otro durante el matrimonio.
La sociedad de gananciales que recoge el Código
Civil es un régimen de comunidad parcial o relativa,
toda vez que no todos los bienes y deudas se
vuelven comunes, sino que coexisten bienes y
deudas propias y comunes.
a) Naturaleza Jurídica.
Distintas teorías han tratado de explicar la naturaleza de
la sociedad de gananciales.
Las teorías sobre una persona jurídica sui generis o una
copropiedad especial han quedado descartadas,
surgiendo una corriente que la considera como un
patrimonio autónomo, distinto al patrimonio privativo de
cónyuge, que comprende tanto determinados bienes
como determinadas cargas o deudas, siendo una
situación muy similar al «comunidad en mano en común»
del derecho germánico, en la que partiendo de una
concepción colectivista o comunitaria del mundo, no es el
derecho del individuo lo predominante, sino el derecho
del grupo.
En la sociedad de gananciales se aplica la
«comunidad en mano común», el marido y la mujer
son indistintamente titulares del patrimonio,
ninguno de ellos tiene un derecho actual a una
cuota que pueda ser objeto de enajenación, sin dar
lugar a la acción de división de la cosa común.
b) Bienes propios.
Son aquéllos que cada cónyuge aporta al
matrimonio o que adquiere después por herencia,
legado o donación.
Según el artículo 302° del Código Civil son:
a)Los que cada cónyuge aporte al iniciarse el
régimen de la sociedad de gananciales.
Constituidos por todos los bienes o valores
patrimoniales de cualquier naturaleza (bienes
muebles e inmuebles, corporales e incorporales,
rentas o créditos) que los cónyuges hayan
aportado al iniciarse el régimen de la sociedad
de gananciales. No constituye bien propio el
menaje del hogar.
b) Los que adquiera durante la vigencia de dicho régimen a
título oneroso, cuando la causa de adquisición ha precedido
a aquélla. Se trata de bienes sobre los que se tenía un
derecho, el cual se hace efectivo durante la vigencia de la
sociedad de gananciales.
c) Los que adquiera cada cónyuge a título gratuito durante la
vigencia del régimen. Son los bienes adquiridos por herencia,
legado o donación. A pesar de ser bien propio, ninguno de los
cónyuges puede renunciar a una herencia, legado o donación
sin el consentimiento del otro, puesto que los frutos y
productos constituyen bienes sociales.
d) Los que adquiera cada cónyuge a titulo de indemnización
por accidentes o por seguros de vida, de daños personales o
de enfermedades, deducidas las primas pagadas con bienes
De la sociedad. Las sumas de dinero por tales conceptos son bienes
propios, pero los rendimientos de aquéllas representan bienes
comunes, en la medida que son frutos.
e) Los derechos de autor e inventor. Estos derechos son bienes
propios, pero las utilidades o beneficios que deriven de dichos
derechos son bienes comunes.
f)Los libros, instrumentos y útiles para el ejercicio de una profesión o
trabajo, salvo que sean accesorios de una empresa que no tenga la
calidad de bien propio.
g) Las acciones y participaciones de sociedades que se distribuyan
gratuitamente entre los socios, por revaluación del patrimonio social,
cuando esas acciones o participaciones sean bien propio. No se trata
de nuevos bienes sino de una actualización de valor de los bienes,
tampoco constituye nuevas rentas, por lo que no serán bienes sociales.
h) La renta vitalicia a título gratuito y la convenida a
título oneroso cuando la contraprestación constituye
bien propio. Por la renta vitalicia se conviene la entrega
de una suma de dinero u otro bien fungible para que sean
pagadas en los periodos estipulados durante la vida de
una persona a titulo oneroso o por efecto de una
liberalidad.
i) Los vestidos, objetos de uso personal, los diplomas,
las condecoraciones, la correspondencia y los recuerdos
de familia. Aunque hubieran sido adquiridos durante la
vigencia de la sociedad.
c.- Facultades:

De administración. Cada cónyuge posee autonomía administrativa,


respecto de sus bienes propios. Excepcionalmente, dicha
administración pasa al otro cónyuge en los siguientes casos:
- Cuando uno de los cónyuges voluntariamente permite que su bien
sea administrado por el otro cónyuge.
- Cuando uno de los cónyuges no contribuye con los frutos y
productos de su bien propio al sostenimiento del hogar, el otro
cónyuge puede pedir judicialmente que los bienes pasen a su
administración.
- Cuando uno de los cónyuges está impedido por interdicción, se
ignora su paradero, se encuentra en lugar remoto o ha abandonado
el hogar, el otro cónyuge asume la administración de los bienes
propios del primero, lo que opera de pleno derecho sin necesidad
de poder.
Disposición y gravamen. Cada cónyuge tiene derecho a
disponer libremente de su bienes propios y gravarlos
según su criterio, sin embargo:
a) Los cónyuges pueden dar por vía de donación más de
los que pueden disponer por testamento.
b) Uno de los cónyuges puede ser declarado pródigo, si
dilapida bienes que exceden de su porción disponible.
c) Uno de los cónyuges puede ser declarado incapaz por
mala gestión, cuando ha perdido mas de la mitad de
sus bienes.
Se denomina legado al acto a través del cual una
persona, en su testamento, decide repartir una parte
muy concreta de sus bienes a otra persona determinada.
Hablamos en todo caso de bienes individuales, y no de
porciones del patrimonio.
La persona que recibe un legado es
denominada legatario y, normalmente, tiene menos
derechos que un heredero a la hora de la administración
y defensa del caudal hereditario. En caso de pleito, por
ejemplo, los herederos pueden representar al patrimonio
hereditario en juicio, pero no los legatarios.
Sui géneris: Que es muy peculiar, que no coincide
exactamente con lo que designa, sino que es algo
distinto.
d.- RESPONSABILIDADES.

- Los bienes propios responden por las deudas que cada


cónyuge contrajo antes del matrimonio, a menos que
hayan sido contraídas en beneficio del futuro hogar.
- Los bienes propios de uno de los cónyuges no
responden por las deudas personales del otro, salvo
que se hubieran contraído en beneficio de la familia.
- La responsabilidad extracontractual de uno de los
cónyuges no perjudica al otro en sus bienes propios, ni
en la parte de los bienes de la sociedad que le
corresponde.
e.- Bienes sociales.

Son todos aquellos bienes que se adquieren durante el


matrimonio a título oneroso y, aún después de su
disolución, por causa a título anterior a la misma.
En la práctica no siempre es fácil demostrar qué bienes
son propios y cuáles son sociales. Por esa razón se ha
introducido cierta presunción que tienen carácter iuris
tantum, es decir, que admiten prueba en contrario: todos
los bienes se presumen sociales, salvo prueba en
contrario.
El C.C. en su artículo 310° considera como bienes sociales
los siguientes:
-Todos los bienes que no son propios. Es decir, bienes
adquiridos a título oneroso durante la vigencia del régimen de
la sociedad de gananciales a costa del caudal común. La
compra de un departamento o de un automóvil, pero que se
adquieren después de celebrado el matrimonio con el dinero
de ambos.
-No son bienes sociales las adquisiciones realizadas a título
gratuito o con los dineros provenientes de los bienes propios
de uno de ellos.
- Los que cualquiera de los cónyuges adquiera por su trabajo,
industria o profesión. Son los que se encuentran formados por
los salarios, sueldos, honorarios y aún de utilidades
provenientes de transacciones comerciales percibidas durante
la vigencia del régimen de la sociedad de gananciales por
-Los frutos y productos de los bienes propios y sociales. Los
frutos y productos de los bienes propios y sociales. Los frutos
son los rendimientos periódicos de un bien que no
disminuyen ni agotan el bien principal o la fuente de donde
proceden. Los productos, son los rendimientos que van
disminuyendo paulatinamente la sustancia, la masa de la cual
proceden, hasta llegar un momento que se agotan.
- Las rentas de los derechos de autor e inventor. Las rentas, de
manera general, son las utilidades o beneficios que rinde
periódicamente una cosa, en este caso, los derechos de autor.
Es preciso señalar que los derechos de autor e inventor son
bienes propios, pero las rentas de estos derechos son bienes
sociales. Ejm. La exposición de un cuadro o la ejecución de
una obra musical.
- Los edificios construidos a costa del causal social
en suelo propio de uno de los cónyuges.
f) Facultades:
- De administración.
Por regla general, corresponde a ambos cónyuges
la administración del patrimonio social; no
obstante, cualquiera de ellos puede facultar al otro
para que asuma exclusivamente dicha facultad
respecto de todos o alguno de los referidos bienes.
En este caso el cónyuge administrador indemnizará
al otro cónyuge por los daños y perjuicios que sufra
a consecuencia de sus actos dolosos o culposos.
-Por excepción.
La administración de los bienes de la sociedad
corresponde a uno de los cónyuges, cuando el otro
cónyuge está impedido por declaración de
interdicción u otra causa como enfermedad o
imposibilidad física y mental para ejercer la
administración, o cuando se ignora el paradero
Del otro ó este se encuentra en lugar remoto o si
el otro cónyuge a abandonado el hogar.
De disposición o gravamen. Se requiere la
intervención tanto del marido como la mujer,
pero cualquiera de ellos puede ejercitar tal
facultad si tiene poder especial del otros.
*
RESPONSABILIDADES:
Las cargas y las deudas contraídas por la sociedad
conyugal deben ser satisfechas con los bienes sociales de
la misma:
- El sostenimiento de la familia y educación de los hijos
comunes.
- Los alimentos, que por ley uno de los cónyuge está
obligado a dar a otras personas.
- El importe de lo donado o prometido a los hijos
comunes por ambos cónyuges.
- El importe de lo donado o prometido a los hijos
comunes por ambos cónyuges.
- Las mejoras necesarias y las reparaciones de mera
conservación o mantenimiento hechas en los predios
propios, así como las retribuciones o tributos que los
afecten .
- Las mejoras útiles y de recreo que la sociedad decida
introducir en bienes propios de uno de los cónyuges con su
consentimiento.
- Las mejoras y reparaciones realizadas en los bienes
sociales, así como los tributos y retribuciones que los
afectan.
- Los atrasos o créditos devengados de las obligaciones a que
estuviesen afectos tanto los bienes propios como los
sociales, cualquiera que sea la época a que correspondan.
- Las cargas que pesan sobre los usufructuarios
respecto de los bienes propios de cada cónyuge.
- Los gastos que cause la administración de la
sociedad.
Fenecimiento de la sociedad de gananciales.-
- Fenecimiento normal. La sociedad de
gananciales termina por haber desaparecido
el vínculo conyugal y se da en los siguientes
casos:
- Por invalidación del matrimonio, esto es, por
nulidad o anulabilidad.
- Por divorcio, que disuelve definitivamente el
nexo conyugal que uno a la pareja.
- Por muerte de uno de los cónyuges.
Fenecimiento excepcional: La sociedad de
gananciales concluye a pesar de estar vigente y
subsistente el vinculo conyugal en los siguientes
casos:
- Por separación de cuerpos, que suspende los deberes
de lecho y habitación.
- Por declaración de ausencia de uno de los cónyuges.
- Por cambio de régimen patrimonial.
LIQUIDACIÓN:
Significa ajustar las cuentas entre los cónyuges. Para
llegar a esto deberá determinarse el valores de los bienes,
pagar las deudas y fijar las compensaciones que pudieran
existir entre ellos; realizadas estas operaciones, se
establecerá el saldo que corresponde a cada partícipe.
En consecuencia, la liquidación comprende básicamente las
fases siguientes:
-La formación del inventario valorizado de los bienes de la
sociedad.
- Las deducciones o el pago de las obligaciones sociales y las
cargas, después de restituir a cada cónyuge sus bienes
propios.
- La división de las gananciales en la proporción del
cincuenta por ciento.
Fenecida la sociedad de gananciales, se procede al inventario
valorizado de todos los bienes.
En el inventario no se incluye el menaje ordinario del hogar,
que no es otra cosa que bienes muebles que conservan
Su individualidad, pero que están expresamente
afectados a los diferentes servicios que presta la casa
vivienda, tanto para atender las necesidades materiales
como espirituales de los miembros de la familia.
Situaciones particulares en la liquidación de la sociedad
de gananciales:
- Muerte o declaración de ausencia de cada uno de los
cónyuges. El otro cónyuge tiene preferencia para la
adjudicación de la cas en que habita la familia y del
establecimiento agrícola, artesanal, industrial o comercial
de carácter familiar.
- Separación de hecho de uno de los cónyuges.
El cónyuge culpable pierde el derecho a los
gananciales proporcionalmente a la duración
de la separación.
- Uniones de hecho o concubinato. Originan
una sociedad de bienes sujeta a la sociedad
de gananciales, en cuanto fuere aplicable,
siempre que dicha unión haya durado por lo
menos dos años.
REGIMEN DE SEPARACIÓN DE PATRIMONIOS:
Este régimen se caracteriza porque cada uno de los cónyuges
tiene patrimonio propio, de manera que no existe unión o
confusión de los patrimonios de los cónyuges, porque los
mismos están separados entre sí. Cada cónyuge es propietario
de lo suyo y afronta el pago de sus obligaciones.
a) Requisitos:
- Que los cónyuges lo hayan convenido libremente, antes de
la celebración del matrimonio.
- Que se otorgue la correspondiente escritura pública, bajo
sanción de nulidad.
- Que se inscriba en el registro personal correspondiente.
b) facultades:
- De Administración. Cada cónyuge conserva a plenitud las
potestades de administración sin que el otro cónyuge
interfiera en ella. Se podrá encargar dicha gestión a
terceras personas con facultades generales o especiales.
- De disposición o gravamen. Cada cónyuge conserva a
plenitud la propiedad de sus bienes, por lo que podrá
disponer libremente de los mismos a título oneroso y
gratuito o someterlos a un derecho real de garantía. Sin
embargo, tiene alguna restricción en razón de que su titular
no podrá donar más de lo que se pueda dar por testamento
si tuviera herederos forzosos.
c) Responsabilidades:
Las deudas u obligaciones contraídas con
terceros serán afrontadas por su titular con sus
bienes propios; sin embargo, el sostenimiento y
la educación de los hijos competen por igual a
ambos esposos.
d) Determinación y sustitución:
El régimen de separación de patrimonio puede
establecerse de dos formas:
- Voluntaria. Se establece el régimen antes de la
celebración del matrimonio o durante la vigencia de
éste. Si es antes del casamiento, los futuros cónyuges
pueden optar libremente por el de separación de
patrimonios, el cual comenzará a regir desde el
momento de la celebración del casamiento y una vez
que se haya inscrito en el registro personal. Si fuera
después de haber contraído dichas nupcias, pueden
sustituir un régimen por el otro, pero, para que el
convenio tenga validez, es necesario también el
otorgamiento de escritura pública y su inscripción en el
registro personal respectivo.
Voluntaria: Se establece o sustituye por mandato judicial,
lo que ocurre en dos supuestos: cuando se produce el
abuso de facultades o la actuación dolosa o culposa de
uno de ellos y cuando hay declaración de insolvencia.
e) Fenecimiento del régimen:
- Por cambio de régimen patrimonial, situación en la
cual los cónyuges adoptan otro régimen.
- Por invalidación del matrimonio, esto es, por nulidad o
anulabilidad,
- Por divorcio.
- Por muerto de uno de los cónyuges.

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