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RÉGIMEN PATRIMONIAL DEL MATRIMONIO

8.1. Régimen patrimonial matrimonial: El matrimonio no sólo trae consecuencias


personales, sino que también produce efectos patrimoniales, derivados de la
necesidad del sostenimiento del hogar y del mantenimiento de los miembros de la flia,
como de la necesidad de determinar cómo se distribuirá el patrimonio. Azpiri alude a
él como el “conjunto de disposiciones que establecen la forma en que se relacionan los
esposos entre sí respecto de los bienes y, a su vez, las de aquéllos con terceros”.
Medina y roveda lo definen de la siguiente manera: es el conjunto de reglas que regula
las relaciones económicas de los esposos, tanto entre ellos como con terceros , que
comprende la propiedad y la gestión de los bienes llevados al matrimonio, como los
adquiridos con posterioridad, la forma en que responderán los cónyuges por las deudas
frente a terceros y entre sí y las reglas para la disolución.
Básicamente el régimen de bienes del matrimonio trata de la propiedad de los bienes
de los cónyuges, la forma como estos serán gestionados, la responsabilidad por deudas
y la regulación de la disolución.
Clasificación de los regímenes matrimoniales:
- Obligatoriedad:
oImperativos: Regidos por la ley con carácter de orden público.
oConvencionales: Los cónyuges tienen la posibilidad de elegir el régimen entre
diversas alternativas legales, una de las cuales se aplica a la falta de opción.
oLibres:
- Modificación:
oMutables:
oInmutables
- Asignación y destino de los bienes:
oDe absorción de la personalidad económica de la mujer por el marido : En este
caso TODO el patrimonio de la mujer pasa a incorporarse al del marido, siendo
éste el único propietario y administrador. El marido dispone libremente de la
totalidad de los bienes y es el único responsable de las deudas y las cargas de
flia.
oDe reconocimiento parcial de derechos de la esposa: El marido debía devolver
los inmuebles y los bienes muebles aportados por su mujer, quedándose con
los frutos que ellos hubieran producido durante el matrimonio. (régimen
germánico).
oDe separación: Hay independencia patrimonial entre los cónyuges, el
matrimonio no introduce modificaciones en la propiedad de los bienes y no
confiere a los esposos expectativas comunes sobre ellos, cada uno conserva la
propiedad de los bienes que poseía con anterioridad al matrimonio.
oParticipación: Conocido como régimen mixto, debido a que durante la vigencia
del matrimonio cada cónyuge tiene la libre administración y disposición de sus
bienes, como en el de separación, pero a su disolución y a fin de equiparar lo
ganado, el que obtuvo menos ganancias tiene un crédito contra el otro.

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oDe comunidad: Se forma una masa de bienes que a su conclusión deberá
dividirse entre los cónyuges o entre el supérstite y los herederos. No implica
que durante la vigencia del matrimonio exista copropiedad o un condominio
sobre los bienes. En el régimen argentino el ppio de administración separada
hace que la masa común no se forme efectivamente hasta el momento en que
culmina el régimen de comunidad, en referencia a la extensión de la masa
común se deben reconocer dos tipos de comunidad:
 Universal: Abarca tanto los bienes que llevan los cónyuges al matrimonio,
como los que adquieran después, sin considerar su origen.
 Restringida: Hay bienes propios de cada cónyuge, como los llevados al
matrimonio y las adquisiciones gratuitas que realicen durante la unión, y
bienes comunes o gananciales.
 Restringida de muebles y ganancias: Son comunes los bienes
muebles llevados al matrimonio, cualquiera sea el origen y las
ganancias o adquisiciones que realice cualquiera de los cónyuges
durante la vigencia del matrimonio.
 Comunidad restringida de ganancias: Comunidad conformada por
todas las ganancias o adquisiciones a título oneroso que realicen
los cónyuges durante el matrimonio. Serán bienes propios de los
cónyuges los que éstos lleven al matrimonio o los que adquieran
luego por legado o donación.
- Gestión y administración:
oMarital: La administración de todos los bienes por el marido aparece como
consecuencia lógica en los regímenes de absorción, de unidad y de unión.
oSeparada: Cada esposo administra y dispone libremente de sus propios y
gananciales, lo que lo vincula naturalmente al régimen de separación de bienes.
oConjunta: Los cónyuges deben administrar y disponer conjuntamente los bienes
gananciales.
oIndistinta: Cualquiera de los cónyuges puede realizar los actos de
administración o disposición sobre los bienes comunes.
Antecedentes: CC 1871 era legal, imperativo, de comunidad ganancial, unidad de
gestión y de responsabilidad por deudas en cabeza del marido.
Ley 11.357: Gestión de bienes que administra (capacidad), gestión excepcional bienes
administra el marido. Nuevo régimen de responsabilidad por deudas.
Ley 17.711: Gestión separada con elementos de gestión conjunta (capacidad de la
mujer).
Ley 23.515: Impacto responsabilidad por deudas (deber recíproco de asistencia).
Ley 25.781 (2003): Gestión conjunta bienes de titularidad dudosa.
Ley 26.618: donaciones prenupciales.
Caracterización del régimen matrimonial en el CCCN: El método seguido por el CCyC
es el siguiente: Libro segundo título II:
Cap. 1: Disposiciones generales
Sec. 1ª.: Convenciones matrimoniales
Sec. 2ª.: Donaciones por razón del matrimonio

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Sec. 3ª.: Disposiciones comunes a todos los regímenes
Cap. 2 : Régimen de comunidad
Cap. 3: Régimen de separación de bienes.
Se denomina régimen matrimonial. Incluye la opción entre dos regímenes
patrimoniales legales (comunidad/ separación de bienes), antes de la celebración del
matrimonio, ¿al celebrarse?, o pasado un año de la anterior opción. Prevé un régimen
supletorio (comunidad). Incorpora un régimen primario obligatorio e inderogable
(ambos regímenes). La caracterización que realiza nuestro código es que es:
- Legal.
- Convencional: Opción entre dos sistemas (comunidad y de separación de bienes).
- Con un régimen supletorio.
- Con un régimen primario.
- Mutable:
- Gestión/administración: Separada.

8.2. Convenciones matrimoniales: Es el acuerdo celebrado entre los futuros cónyuges


con el fin de determinar el régimen matrimonial al cual quedaran sometidos, o bien
alguno de los aspectos de sus relaciones patrimoniales. Las convenciones
matrimoniales rigen las relaciones de los esposos respecto de los bienes. Las
celebradas antes del matrimonio se rigen por el derecho del primer domicilio
conyugal; las posteriores se rigen por el derecho del domicilio conyugal al momento de
su celebración. Si no se celebraron CM, el régimen de bienes se rige por el derecho del
primer domicilio conyugal. Excepción: de estricto carácter real, prohibido por la ley del
lugar de situación de los bienes.
Cambio de domicilio al país: los cónyuges pueden optar por la aplicación del derecho
argentino (instrumento público). No debe afectar los derechos de terceros.
Objeto: ARTICULO 446: Antes de la celebración del matrimonio los futuros cónyuges
pueden hacer convenciones que tengan únicamente los objetos siguientes:
a) la designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al matrimonio;
b) la enunciación de las deudas;
c) las donaciones que se hagan entre ellos;
d) la opción que hagan por alguno de los regímenes patrimoniales previstos en este
Código.
En caso de elegir separación serán de aplicación el régimen primario, si no se opta por
el régimen de separación será de aplicación el régimen primario y el de comunidad. En
nuestro régimen la convencionalidad se limita a optar por un régimen diferente al
régimen de comunidad. ARTICULO 447: Toda convención entre los futuros cónyuges
sobre cualquier otro objeto relativo a su patrimonio es de ningún valor.
Forma y contenido de las convenciones prenupciales y las que modifican el régimen
matrimonial.
ARTICULO 448.- Forma. Las convenciones matrimoniales deben ser hechas por
escritura pública antes de la celebración del matrimonio, y sólo producen efectos a
partir de esa celebración y en tanto el matrimonio no sea anulado. Pueden ser
modificadas antes del matrimonio, mediante un acto otorgado también por escritura

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pública. Para que la opción del artículo 446 inciso d), produzca efectos respecto de
terceros, debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio.
Las convenciones matrimoniales deben hacerse por escritura pública antes de la
celebración del matrimonio. ¿Desde cuándo producen efectos? Desde la celebración
del matrimonio, y siempre que el matrimonio no sea anulado. Para que sea oponible a
terceros la elección del régimen patrimonial realizada en una convención, deberá
anotarse marginalmente en el acta de matrimonio el tipo de régimen escogido.
Convenciones prematrimoniales:
Oportunidad: antes celebración del matrimonio
Objeto: bajo pena de nulidad, sólo:
a) designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al matrimonio
b) enunciación de deudas
c) donaciones entre contrayentes
d) opción por alguno de los RM
Oportunidad para celebrarlas y modificarlas: ARTICULO 449.- Modificación de
régimen. Después de la celebración del matrimonio, el régimen patrimonial puede
modificarse por convención de los cónyuges. Esta convención puede ser otorgada
después de un año de aplicación del régimen patrimonial, convencional o legal,
mediante escritura pública. Para que el cambio de régimen produzca efectos respecto
de terceros, debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio.
Los acreedores anteriores al cambio de régimen que sufran perjuicios por tal motivo
pueden hacerlo declarar inoponible a ellos en el término de un año a contar desde que
lo conocieron.
Capacidad: ARTICULO 450.- Personas menores de edad. Las personas menores de
edad autorizadas judicialmente para casarse no pueden hacer donaciones en la
convención matrimonial ni ejercer la opción prevista en el artículo 446 inciso d).
Menores de edad con dispensa: no pueden donar ni optar por el régimen de SB
Menores entre 16/18 con autorización de los padres: ¿pueden celebrar convenciones?
Menores de edad emancipados por matrimonio: pueden cambiar de RM después de 1
año.
Se requiere la misma capacidad que para contraer matrimonio.
Las personas menores de edad autorizadas judicialmente para casarse no pueden por
convención matrimonial:
- Hacer donaciones.
- Optar por el régimen de separación de bienes.
La finalidad perseguida con dicha limitación es la de proteger al menor de edad.
Donaciones por razón de matrimonio: Con el fin de clasificar su alcance, el art
establece que las normas de las donaciones rigen a las que se hicieron en la
convención matrimonial y como tal están sujetas a la celebración de las nupcias.
ARTICULO 451.- Normas aplicables. Las donaciones hechas en las convenciones
matrimoniales se rigen por las disposiciones relativas al contrato de donación. Sólo
tienen efecto si el matrimonio se celebra.

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ARTICULO 452.- Condición implícita. Las donaciones hechas por terceros a uno de los
novios, o a ambos, o por uno de los novios al otro, en consideración al matrimonio
futuro, llevan implícita la condición de que se celebre matrimonio válido.
ARTICULO 453.- Oferta de donación. La oferta de donación hecha por terceros a uno
de los novios, o a ambos queda sin efecto si el matrimonio no se contrae en el plazo de
un año. Se presume aceptada desde que el matrimonio se celebra, si antes no ha sido
revocada.
Opción por un régimen matrimonial: Se debe realizar antes de la celebración, ¿al
momento?, durante el matrimonio: pasado 1 año desde la vigencia del régimen
anterior, convencional o legal. Forma: Escritura pública conjuntamente. Oponibilidad:
Desde su anotación marginal en el acta de matrimonio. Régimen supletorio:
Comunidad.

8.3. Régimen primario imperativo. Disposiciones comunes a todos los regímenes:


ARTICULO 454.- Aplicación. Inderogabilidad. Las disposiciones de esta Sección se
aplican, cualquiera sea el régimen matrimonial, y excepto que se disponga otra cosa en
las normas referentes a un régimen específico. Son inderogables por convención de los
cónyuges, anterior o posterior al matrimonio, excepto disposición expresa en contrario.
Cualquiera sea el régimen patrimonial que rige respecto de un matrimonio, de
comunidad o de separación de bienes, son aplicables normas destinadas a la
protección de intereses fliares inderogables.
Bajo el nombre de disposiciones comunes a todos los regímenes, incorpora un régimen
que en doctrina se denomina régimen primario, constituido por el conjunto de
normas, referidas a la economía del matrimonio que se aplican de forma imperativa a
todo régimen matrimonial, de origen convencional o legal y tienen por objeto asegurar
un sistema solidario que obligue a ambos cónyuges a satisfacer las necesidades del
hogar y asegure a los acreedores que esas deudas serán solventadas con el patrimonio
de los esposos.
Caracteres:
- Obligatorio
- Inderogable
- Aplicable sin perjuicio de las disposiciones propias de cada régimen
- Imperativas: No pueden ser derogadas ni modificadas.
- Permanentes: Su vigencia se extiende a todo el tiempo de duración del régimen.
- De orden público. Incorporadas en interés público basado en la solidaridad fliar.
Contenido:
a. Determinar cómo deben contribuir los cónyuges a solventar lar necesidades del
hogar.
b. Establecer los caracteres de responsabilidad de los cónyuges frente a los
acreedores.
c. Fijar normas de protección de la vivienda familiar y de los bienes que la componen.
d. Disponer la necesidad del asentimiento para los actos relativos a la disposición de la
vivienda en común y de los bienes que la componen.

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e. Prever la forma en que se suplirá la falta de asentimiento conyugal, por ausencia
impedimento o negativa injustificada.
f. Determinar la ineficacia de los actos realizados sin el asentimiento conyugal.
g. Otorgar medidas precautorias para impedir que se defraude el régimen.
Deber de contribución. ARTICULO 455: Los cónyuges deben contribuir a su propio
sostenimiento, el del hogar y el de los hijos comunes, en proporción a sus recursos. Esta
obligación se extiende a las necesidades de los hijos menores de edad, con capacidad
restringida, o con discapacidad de uno de los cónyuges que conviven con ellos.
El cónyuge que no da cumplimiento a esta obligación puede ser demandado
judicialmente por el otro para que lo haga, debiéndose considerar que el trabajo en el
hogar es computable como contribución a las cargas.
a) Necesidades del hogar: El hogar es la sede de la flia. Puede ser normal, transitorio,
comprende las necesidades de una flia, que transitoriamente, por cualquier causa
(enfermedad) se haya trasladado, abarca tmb el pago de un canon locativo.
b) Hijos: Con los cuales ambos deben contribuir son los hijos comunes y los incapaces
de uno de los cónyuges que convivan con ellos, esta contribución no es
exactamente igual, porque en el caso de los hijos comunes la obligación se extiende
aun cuando no convivan con los padres: durante la menor edad, mientras exista
obligación alimentaria es decir hasta los 21. Para el supuesto de hijos de uno solo de
los cónyuges para exista el deber de contribución deben, convivir en el hogar
común y ser incapaces. No se extiende ni al supuesto en que no habiten en el hogar,
ni al caso de mayores de 18 años, menores de 25 años estudiantes, ni al de mayores
de edad sin medios para alimentarse.
c) Los fliares: La manutención de los fliares a cargo de uno de los cónyuges, no está
comprendida dentro del deber de contribución salvo en el supuesto que, por vivir
en el hogar común, los gastos sean considerados del sostenimiento del hogar.
Forma de contribución: Cada uno está obligado a contribuir con las necesidades
primarias de la flia en proporción a sus recursos, con todo su patrimonio, en caso que
uno de ellos realice exclusivamente trabajo en el hogar. El sistema establecido en el
régimen primario también se diferencia del régimen de deudas proyectado para el
sistema de comunidad establecido en el art. 467 ya que en las deudas del régimen
primario ambos cónyuges responden con todo su patrimonio, en cambio en el sistema
de deudas comunes del régimen de comunidad, quien no contrajo la deuda responde
sólo con los bienes gananciales y no con los bienes propios.
Contribución a los gastos del hogar:
- Las “cargas del hogar» (489):
- Gastos del hogar.
- Gastos derivados de la crianza y educación de los hijos comunes (658 y 659)
- Necesidades de los hijos de uno de los cónyuges que conviven con el matrimonio:
menores de edad, con capacidad restringida o con discapacidad (676).
Deber de contribución: Aporte en proporción a los recursos de cada cónyuge:
Criterio de proporcionalidad. Participación de acuerdo a los recursos (trabajo y
patrimonio). Se reconoce el valor económico de los quehaceres domésticos como un
aporte al sostenimiento de las cargas del matrimonio.

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Exigibilidad: El incumplimiento de uno de los cónyuge habilita al otro cónyuge a
demandarlo judicialmente para obtener el cumplimiento de la prestación.
Asentimiento conyugal: El asentimiento es una declaración unilateral de voluntad, es
condición jca de validez, respecto de la forma, es no formal salvo en los casos del art.
1017 inc) c: todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en
escritura pública. Respecto a la oportunidad para brindarlo debe ser anterior,
contemporáneo o posteriormente. Recae sobre un acto individualizado con la
identificación de los elementos constitutivos.
Caracteres:
- Negocio jurídico familiar
- Unilateral
- No formal (formal)
- Especial.
- Revocable.
- Modal (condición o plazo)
- Sustituible judicialmente.
ARTICULO 456.- Actos que requieren asentimiento. Ninguno de los cónyuges puede,
sin el asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, ni de
los muebles indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de ella. El que no ha dado
su asentimiento puede demandar la nulidad del acto o la restitución de los muebles
dentro del plazo de caducidad de seis meses de haberlo conocido, pero no más allá de
seis meses de la extinción del régimen matrimonial.
La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la
celebración del matrimonio, excepto que lo hayan sido por ambos cónyuges
conjuntamente o por uno de ellos con el asentimiento del otro.
Imposibilita la disposición de los derechos sobre la vivienda y esta prohibición es más
amplia que el impedimento a disponer de la vivienda, ya que implica que además de
no poderse disponer de la propiedad tampoco se puede disponer del contrato de
locación o del derecho de uso y habitación sin el asentimiento conyugal o conviviente.
Limita la posibilidad de embargo y ejecución de la vivienda fliar por parte de los
acreedores de los cónyuges salvo que la deuda haya sido contraída por ambos o por
uno con el consentimiento del otro.
Alcances de la protección interna: Tutela: La vivienda familiar ganancial o propia. La
vivienda familiar personal. La vivienda familiar alquilada. Los muebles indispensables
para la vida familiar.
Actos que requieren asentimiento: disponer de los “derechos sobre la vivienda”:
Derechos personales y reales: de disposición (administración) sobre la vivienda propia
o ajena (alquilada). Actos que impidan o restrinjan el uso de la vivienda por los
cónyuges. Actos de disposición y traslado de muebles
Protección de la vivienda fliar y muebles indispensables: Restricciones a las facultades
del titular:
 Asentimiento del cónyuge para disponer de los derechos sobre la vivienda y sus
muebles indispensables y para transportarlos.
 Para cada acto en particular (457).

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 Acto otorgado sin asentimiento: anulable
 Autorización judicial (458)
 Restricciones a la agresión de terceros.
Protección de la vivienda fliar frente a terceros (art. 456 in fine): Restricciones a la
agresión de terceros de la vivienda familiar:
- no puede ser ejecutada por deudas posteriores al matrimonio, salvo las contraídas
conjuntamente o con el asentimiento del otro.
- Excepción a la garantía común (242).
- Comparación protección de la vivienda (244 y ss).
- Interpretación armónica con el art. 249 (excepciones)
ARTICULO 457.- Requisitos del asentimiento. En todos los casos en que se requiere el
asentimiento del cónyuge para el otorgamiento de un acto jurídico, aquél debe versar
sobre el acto en sí y sus elementos constitutivos. Vedad la posibilidad del asentimiento
gral anticipado. El control de mérito que la ley confiere al cónyuge es imperativo e
irrenunciable, impide al cónyuge del disponente renunciar a la prerrogativa conferida
legalmente. El cónyuge no puede abdicar a este dcho deber de ejercer en cada caso el
control de mérito del acto de disposición que pretende ejecutar el otro cónyuge. El
asentimiento gral contendría una abdicación de ese control. Sin estos elementos, el
asentimiento carece de eficacia jca.
Efectos falta asentimiento:
- Acto otorgado sin asentimiento: anulable a instancias del cónyuge, dentro de los
seis meses de haberlo conocido y no más allá de seis meses desde la extinción del
régimen (456, 2° párr)
- Autorización judicial en caso de ausencia, incapacidad, capacidad restringida,
impedimento transitorio o negativa injustificada por el interés familiar (458)
Venia judicial supletoria: ARTICULO 458.- Autorización judicial. Uno de los cónyuges
puede ser autorizado judicialmente a otorgar un acto que requiera el asentimiento del
otro, si éste está ausente, es persona incapaz, está transitoriamente impedido de
expresar su voluntad, o si su negativa no está justificada por el interés de la familia. El
acto otorgado con autorización judicial es oponible al cónyuge sin cuyo asentimiento se
lo otorgó, pero de él no deriva ninguna obligación personal a su cargo. Se produce
cuando la conformidad del cóyuge no propietario no se puede obtener o éste se
niegue. En esta presentación deberá expresar y acreditar las razones. En caso de negar
la venia supletoria, el acto no podrá otorgarse, pero si hace lugar a la autorización
requerida el acto complementado con la decisión judicial es perfectamente válido y
oponible.
Legitimación: a) cónyuge titular del bien; b) tercero contratante
Supuestos:
a) imposibilidad: ausente; incapaz; transitoriamente impedido de expresar su
voluntad;
b) oposición injustificada (interés familiar).
Efectos: oponibilidad al cónyuge que no dio el asentimiento; no le genera obligación.
Mandato entre cónyuges: ARTICULO 459: Uno de los cónyuges puede dar poder al
otro para representarlo en el ejercicio de las facultades que el régimen matrimonial le

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atribuye, pero no para darse a sí mismo el asentimiento en los casos en que se aplica el
artículo 456. La facultad de revocar el poder no puede ser objeto de limitaciones.
Excepto convención en contrario, el apoderado no está obligado a rendir cuentas de los
frutos y rentas percibidos. El mandato entre cónyuges puede tener lugar ya sea que se
trate de un régimen de comunidad como de separación de bienes, cuando los
cónyuges se encuentran comprendidos en un régimen de comunidad existe la
prohibición de contratar, por ende, el mandato entre cónyuges constituye una
excepción expresa a esa regla. El mandato que un cónyuge otorgue a favor del otro
puede comprender el ejercicio de las facultades que el régimen matrimonial le
atribuye, no para darse a sí mismo el asentimiento requerido en los casos del art. 456.
No pueden limitarse en modo alguno la facultad de revocar dicho mandato pudiendo
hacerlo cuando decida el mandante. El mandato puede ser de administración o de
disposición respecto de los bienes del mandante. Otorgado un mandato de
administración y sin imponerse en forma expresa la obligación de rendir cuentas, el
cónyuge mandatario no tendrá esta obligación. Puede ser oneroso o gratuito, en ppio
es oneroso salvo disposición en contrario.
Uno puede otorgar mandato al otro para ejercer facultades que le corresponden
dentro del régimen patrimonial, pero no para darse a sí mismo asentimiento. Mandato
revocable sin limitaciones. Mandatario no está obligado a rendir cuentas de frutos y
rentas percibidos, salvo convención en contrario. ¿gratuito u oneroso?
Autorización: ARTICULO 460.- Ausencia o impedimento. Si uno de los cónyuges está
ausente o impedido transitoriamente de expresar su voluntad, el otro puede ser
judicialmente autorizado para representarlo, sea de modo general o para ciertos actos
en particular, en el ejercicio de las facultades resultantes del régimen matrimonial, en
la extensión fijada por el juez. A falta de mandato expreso o de autorización judicial, a
los actos otorgados por uno en representación del otro se les aplican las normas del
mandato tácito o de la gestión de negocios, según sea el caso.
Cuando falte autorización judicial, otorgado el mandato, los actos otorgados por el
cónyuge no propietario en representación del otro se le aplican las normas del
mandato tácito o de la gestión de negocios. La actuación de uno de los cónyuges en
nombre del otro sin mandato expreso y sin autorización judicial puede referirse a actos
de administración y eventualmente de disposición de bienes muebles no registrables.
Responsabilidad solidaria: ARTICULO 461: Los cónyuges responden solidariamente por
las obligaciones contraídas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias
del hogar o el sostenimiento y la educación de los hijos de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 455. Fuera de esos casos, y excepto disposición en contrario del
régimen matrimonial, ninguno de los cónyuges responde por las obligaciones del otro.
El ppio gral esta expresado en la última parte de la norma, estableciendo la
imposibilidad de un cónyuge por las deudas que el otro hubiere contraído. La
excepción se da por el tipo de deuda, ya que si se origina en las necesidades ordinarias
del hogar y la educación de los hijos la responsabilidad se extiende al cónyuge que no
la contrajo. Los gastos deben ser proporcionados a la situación económica en que se
encuentren los cónyuges. La remisión que se hace permite incluir gastos no sólo de los

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hijos comunes sino también de los menores, incapaces o con capacidad restringida de
uno de ellos que convivan.
Para que la responsabilidad se extienda al cónyuge que no contrajo deuda será
necesario que el acreedor no sólo demuestre la existencia y la legitimidad de su
crédito, sino también la nat del mismo.
Bienes muebles no registrables. ARTICULO 462: Los actos de administración y
disposición a título oneroso de cosas muebles no registrables cuya tenencia ejerce
individualmente uno de los cónyuges, celebrados por éste con terceros de buena fe, son
válidos, excepto que se trate de los muebles indispensables del hogar o de los objetos
destinados al uso personal del otro cónyuge o al ejercicio de su trabajo o profesión.
En tales casos, el otro cónyuge puede demandar la nulidad dentro del plazo de
caducidad de seis meses de haber conocido el acto y no más allá de seis meses de la
extinción del régimen matrimonial. Las cosas muebles no registrables pertenecen al
cónyuge que ejerce su tenencia en forma individual, en consecuencia, puede realizar
libremente actos de administración y disposición, tales facultades sufren limitaciones,
una de ellas es que los actos de administración y disposición deben ser realizados a
título oneroso, por lo que si son gratuitos no tienen valor. El otro condicionamiento es
que el tercero debe ser de buena fe, que no conocía que las cosas mueble podía ser
propiedad del otro cónyuge.
Cumplido los recaudos, los actos de administración y disposición son válidos.
Actos de disposición o administración a título oneroso sobre BM bajo tenencia de un
cónyuge. Tercero de buena fe
Excepción: BM que por su índole no se puede ignorar que son indispensables del hogar
de uso personal del otro cónyuge de empleo en su trabajo personal.
Efecto: nulidad.
Caducidad: 6 meses (conocimiento/extinción RM)

8.4. Régimen de Comunidad: Se caracteriza por la existencia de bienes gananciales,


cuya administración en ppio corresponde al cónyuge propietario y que a la finalización
del régimen se formará una masa que se dividirá por mitades y en estos aspectos
presenta semejanzas con el régimen anterior. Al haber sido reconocido el dcho que se
confiere a los cónyuges a optar, en la convención matrimonial, al celebrar el
matrimonio con posterioridad, por el régimen de separación de bienes, el régimen de
comunidad de ganancias tiene el carácter supletorio. Si no se realiza elección en una
convención matrimonial el comienzo del régimen de comunidad se produce al contraer
el matrimonio. ARTICULO 463: A falta de opción hecha en la convención matrimonial,
los cónyuges quedan sometidos desde la celebración del matrimonio al régimen de
comunidad de ganancias reglamentado en este Capítulo. No puede estipularse que la
comunidad comience antes o después, excepto el caso de cambio de régimen
matrimonial previsto en el artículo 449.
Si al momento de la declaración matrimonial no existiese convención matrimonial, o la
misma nada dijera sobre el régimen patrimonial elegido, el código otorgará
supletoriamente a los cónyuges el “régimen de la comunidad de ganancias”. ¿Puede
estipularse el comienzo de la comunidad? No, los cónyuges quedan sometidos al

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régimen de la comunidad de ganancias desde la celebración del matrimonio. No puede
estipularse que la comunidad comience antes o después.
Calificación de los bienes de los cónyuges: Presunción de ganancialidad. Oponibilidad
a terceros del carácter propio de bienes registrables. Un bien no puede tener al mismo
tiempo los dos caracteres.
Bienes propios:
No pueden ser liquidados al finalizar el régimen y un cónyuge no tiene dcho sobre los
que pertenecen al otro. ARTICULO 464: Son bienes propios de cada uno de los
cónyuges:
a) los bienes de los cuales los cónyuges tienen la propiedad, otro derecho real o la
posesión al tiempo de la iniciación de la comunidad; Son los llamados bienes
aportados. Se incluye dentro de este tipo de bienes propios a los dchos reales y a la
posesión que se tenía al tiempo de iniciarse la comunidad.
b) los adquiridos durante la comunidad por herencia, legado o donación, aunque sea
conjuntamente por ambos, y excepto la recompensa debida a la comunidad por los
cargos soportados por ésta.
Los recibidos conjuntamente por herencia, legado o donación se reputan propios por
mitades, excepto que el testador o el donante hayan designado partes determinadas.
No son propios los bienes recibidos por donaciones remuneratorias, excepto que los
servicios que dieron lugar a ellas hubieran sido prestados antes de la iniciación de la
comunidad. En caso de que el valor de lo donado exceda de una equitativa
remuneración de los servicios recibidos, la comunidad debe recompensa al donatario
por el exceso;
No hay colaboración entre los cónyuges, sino que son bienes adquiridos a título
gratuito proveniente de un tercero. Cuando el bien es recibido por ambos, será propia
de cada uno de ellos la porción indivisa que le corresponda, si nada se establece, será
por mitades. Si la donación es remuneratoria por servicios anteriores al inicio será
propia, pero será onerosa cuando se reciba por servicios posteriores en la medida en
que se limite a una equitativa retribución del servicio.
c) los adquiridos por permuta con otro bien propio, mediante la inversión de dinero
propio, o la reinversión del producto de la venta de bienes propios, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si hay un saldo soportado por ésta. Sin embargo, si
el saldo es superior al valor del aporte propio, el nuevo bien es ganancial, sin perjuicio
de la recompensa debida al cónyuge propietario: Son los llamados bienes adquiridos
por subrogación real, el nuevo bien es adquirido con la entrega de otro bien propio o
con dinero propio, la comunidad no tiene injerencia en esa adquisición.
d) los créditos o indemnizaciones que subrogan en el patrimonio de uno de los
cónyuges a otro bien propio: Si un bien propio es destruido total o parcialmente la
indemnización que se reciba por ese daño tiene carácter de propia.
e) los productos de los bienes propios, con excepción de los de las canteras y minas: Los
productos son los objetos no renovables, separados o sacados de la cosa. El producto
es una parte del bien y debe seguir la suerte de la naturaleza que tiene de la cosa de la
que es extraído.

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f) las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los animales que
faltan por cualquier causa. Sin embargo, si se ha mejorado la calidad del ganado
originario, las crías son gananciales y la comunidad debe al cónyuge propietario
recompensa por el valor del ganado propio aportado: El plantel propio siga existiendo
aunque ya no esté fomado por los propios ejemplares sino por los que los han
reemplazado naturalmente.
g) los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho de
incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación;
h) los adquiridos en virtud de un acto anterior a la comunidad viciado de nulidad
relativa, confirmado durante ella;
i) los originariamente propios que vuelven al patrimonio del cónyuge por nulidad,
resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
j) los incorporados por accesión a las cosas propias, sin perjuicio de la recompensa
debida a la comunidad por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con dinero de
ella;
k) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era
propietario de una parte indivisa de un bien al comenzar la comunidad, o que la
adquirió durante ésta en calidad de propia, así como los valores nuevos y otros
acrecimientos de los valores mobiliarios propios, sin perjuicio de la recompensa debida
a la comunidad en caso de haberse invertido bienes de ésta para la adquisición;
l) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió antes del comienzo de
la comunidad, si el usufructo se extingue durante ella, así como la de los bienes
gravados con otros derechos reales que se extinguen durante la comunidad, sin
perjuicio del derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos
reales se emplean bienes gananciales;
m) las ropas y los objetos de uso personal de uno de los cónyuges, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si son de gran valor y se adquirieron con bienes de
ésta; y los necesarios para el ejercicio de su trabajo o profesión, sin perjuicio de la
recompensa debida a la comunidad si fueron adquiridos con bienes gananciales;
n) las indemnizaciones por consecuencias no patrimoniales y por daño físico causado a
la persona del cónyuge, excepto la del lucro cesante correspondiente a ingresos que
habrían sido gananciales;
ñ) el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del carácter
ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general, todos los
derechos inherentes a la persona;
o) la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra intelectual ha sido publicada
o interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida, o el invento, la
marca o el diseño industrial han sido patentados o registrados antes del comienzo de la
comunidad. El derecho moral sobre la obra intelectual es siempre personal del autor.
Bienes gananciales:
Deberán ser compartidos porque la comunidad de vida entre cónyuges hace presumir
la colaboración afectiva y material que debe haber contribuido a hacer posible la
adquisición. Todos los bienes existentes al momento de la extinción de la comunidad

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se presumen que son gananciales. Para hacer caer esta presunción se deberá
demostrar que el bien tiene carácter propio. ARTICULO 465: Son bienes gananciales:
a) los creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a poseer durante la
comunidad por uno u otro de los cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre que no
estén incluidos en la enunciación del artículo 464;
b) los adquiridos durante la comunidad por hechos de azar, como lotería, juego,
apuestas, o hallazgo de tesoro;
c) los frutos naturales, industriales o civiles de los bienes propios y gananciales,
devengados durante la comunidad;
d) los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o industria de uno u otro
cónyuge, devengados durante la comunidad;
e) lo devengado durante la comunidad como consecuencia del derecho de usufructo de
carácter propio;
f) los bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por permuta con otro
bien ganancial, mediante la inversión de dinero ganancial, o la reinversión del producto
de la venta de bienes gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge si
hay un saldo soportado por su patrimonio propio.
Sin embargo, si el saldo es superior al valor del aporte ganancial, el nuevo bien es
propio, sin perjuicio de la recompensa debida a la comunidad;
g) los créditos o indemnizaciones que subrogan a otro bien ganancial;
h) los productos de los bienes gananciales, y los de las canteras y minas propias,
extraídos durante la comunidad;
i) las crías de los ganados gananciales que reemplazan en el plantel a los animales que
faltan por cualquier causa y las crías de los ganados propios que excedan el plantel
original;
j) los adquiridos después de la extinción de la comunidad, si el derecho de incorporarlos
al patrimonio había sido adquirido a título oneroso durante ella;
k) los adquiridos por título oneroso durante la comunidad en virtud de un acto viciado
de nulidad relativa, confirmado después de la disolución de aquélla;
l) los originariamente gananciales que vuelven al patrimonio ganancial del cónyuge por
nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico;
m) los incorporados por accesión a las cosas gananciales, sin perjuicio de la
recompensa debida al cónyuge por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con
sus bienes propios;
n) las partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era
propietario de una parte indivisa de carácter ganancial de un bien al extinguirse la
comunidad, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge en caso de haberse
invertido bienes propios de éste para la adquisición;
ñ) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió a título oneroso
durante la comunidad, si el usufructo se consolida después de su extinción, así como la
de los bienes gravados con derechos reales que se extinguen después de aquélla, sin
perjuicio del derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos
reales se emplean bienes propios.

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No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la muerte del otro cónyuge,
incluso las provenientes de un contrato de seguro, sin perjuicio, en este caso, de la
recompensa debida a la comunidad por las primas pagadas con dinero de ésta.
Prueba del carácter propio o ganancial: ARTICULO 466: Se presume, excepto prueba
en contrario, que son gananciales todos los bienes existentes al momento de la
extinción de la comunidad. Respecto de terceros, no es suficiente prueba del carácter
propio la confesión de los cónyuges.
Para que sea oponible a terceros el carácter propio de los bienes registrables
adquiridos durante la comunidad por inversión o reinversión de bienes propios, es
necesario que en el acto de adquisición se haga constar esa circunstancia,
determinándose su origen, con la conformidad del otro cónyuge. En caso de no
podérsela obtener, o de negarla éste, el adquirente puede requerir una declaración
judicial del carácter propio del bien, de la que se debe tomar nota marginal en el
instrumento del cual resulta el título de adquisición. El adquirente también puede pedir
esa declaración judicial en caso de haberse omitido la constancia en el acto de
adquisición. Entre los cónyuges se deberá acreditar el carácter propio de los bienes
existentes a la extinción de la comunidad caso contrario son gananciales. Respecto de
terceros es necesario que en el acto de adquisición se haga constar el carácter propio
de los bienes registrables adquiridos durante la comunidad por inversión de bienes
propios determinándose su origen con la conformidad del otro cónyuge.
Presunción de ganancialidad: se consideran gananciales los bienes existentes al
tiempo de la extinción de la comunidad salvo que se pruebe su carácter propio.
- Prueba del carácter propio del bien entre cónyuges: se admite todo tipo de prueba
para determinar el carácter propio de un bien, inclusive la confesión de los cónyuges.
- Prueba del carácter propio del bien frente a terceros: respecto de terceros, no es
suficiente prueba del carácter propio del bien la confesión de los cónyuges. Esto se
debe a que la apreciación de la prueba es más rigurosa que con respecto a los
cónyuges, porque si bastara la simple confesión de uno de los cónyuges para confirmar
el carácter propio de un bien se perjudicaría muy fácilmente a los acreedores.
Para hacer caer la presunción de ganancialidad de los bienes debemos hacer la
diferenciación entre bienes no registrables y bienes registrables:
· Bienes no registrables: suele tornarse muy dificultoso demostrar el carácter propio de
este tipo de bienes.
· Bienes registrables: para que sea oponible a terceros el carácter propio de los bienes
registrables adquiridos durante la comunidad por inversión o reinversión de bienes
propios, es necesario que en el acto de adquisición se haga contar esa circunstancia,
determinándose su origen, con la conformidad del otro cónyuge (ej. en el boleto de
compraventa del inmueble adquirido durante la comunidad se deja constancia que el
inmueble se adquiere con dinero propio de uno de los cónyuges proveniente de la
sucesión del padre y con la conformidad del otro cónyuge).
En caso de no obtener la conformidad del otro cónyuge, el adquirente puede requerir
una declaración judicial del carácter propio del bien, de la que se debe tomar nota
marginal en el instrumento del cual resulta el título de adquisición.

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Oponibilidad a terceros del carácter propio de los bienes registrables: Bienes
adquiridos durante la comunidad por inversión o reinversión de bienes propios; es
necesario que en el acto de adquisición se haga constar esa circunstancia,
determinándose su origen, con la conformidad del otro cónyuge.
Si no se la puede obtener o en caso de negarla, el adquirente puede requerir una
declaración judicial del carácter propio del bien, de la que se debe tomar nota marginal
en el instrumento del cual resulta el título de adquisición.
El adquirente también puede pedir esa declaración judicial en caso de haberse omitido
la constancia en el acto de adquisición.
Deudas de los cónyuges: El Cód Civil establecía que las deudas debían ser solventadas
por la sociedad conyugal. La ley 11.357 introdujo una modificación distinguiendo la
responsabilidad de los cónyuges frente a terceros que quedaban reguladas por los art
5 y 6 de esa normativa, establecía que las deudas debían ser solventadas con fondos
gananciales al tiempo de la disolución y liquidación de la sociedad. La reforma regulo
esto siguiendo el tipo de dudas, distinguiendo aquellas que corresponden al régimen
primario con independencia del que regule las relaciones entre los cónyuges y aquellas
que corresponden al caso en que se encuentren sometidos al régimen de comunidad.
Cada cónyuge es responsable frente a sus acreedores con su patrimonio personal
formado por sus bienes propios y por los gananciales, significa que un cónyuge no
responde por las deudas contraídas por el otro. La excepción se da por la
responsabilidad solidaria que establece el art. 461 por las deudas contraídas para
solventar las necesidades ordinarias del hogar. En la actualidad el tercer acreedor
podrá cobrarse con los bienes gananciales, en sus frutos y también con los frutos de
los bienes propios.
Deudas separadas como regla. Excepciones generales (461) + deudas concurrentes
para la conservación y reparación de BG (no contratante responde con BG).
Responsabilidad por deudas: ARTICULO 467: Cada uno de los cónyuges responde
frente a sus acreedores con todos sus bienes propios y los gananciales por él
adquiridos.
Por los gastos de conservación y reparación de los bienes gananciales responde
también el cónyuge que no contrajo la deuda, pero sólo con sus bienes gananciales.
¿Quién tiene que responder frente a los acreedores cuando uno de los cónyuges
contrae una deuda?
- Regla: cada uno de los cónyuges responde frente a sus acreedores con todos sus
bienes propios y los gananciales adquiridos por el, sin importar si la deuda se contrajo
para beneficio de el o de la comunidad. Por lo tanto, el acreedor solo podría ir contra
los bienes del cónyuge que contrajo la deuda (ya sean bienes propios o gananciales
adquiridos por el) pero no contra los bienes propios o gananciales adquiridos por el
otro cónyuge.
- Excepciones (art. 461 y 467): · Ambos cónyuges responderán solidariamente, aunque
solo uno hubiese contraído la deuda, cuando el motivo de la misma fuera solventar:
Las necesidades ordinarias del hogar. El sostenimiento y la educación de los hijos. · El
cónyuge que no contrajo la deuda deberá responder con sus bienes gananciales,

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cuando el motivo de la misma fuera solventar: Los gastos de conservación y reparación
de los bienes gananciales: ej. deuda por la reparación de un automóvil ganancial.
Recompensas: ARTICULO 468: El cónyuge cuya deuda personal fue solventada con
fondos gananciales, debe recompensa a la comunidad; y ésta debe recompensa al
cónyuge que solventó con fondos propios deudas de la comunidad. Durante la
comunidad puede ocurrir que uno de los cónyuges pague sus deudas propias con
bienes gananciales o que pague deudas comunes con bienes propios. Ello da origen a
las “recompensas”, ya sea a favor de la comunidad o de los cónyuges, y al momento de
liquidar la comunidad se contabilizaran. El art. 489 (liquidación de la comunidad) se
encarga de enumerar las deudas comunes o “cargas de la comunidad” y el art. 490 las
deudas propias y “obligaciones personales”.

Gestión de bienes: Administración y disposición de bienes propios, bienes


gananciales y bienes adquiridos conjuntamente: La gestión de bienes se refiere a las
facultades que tienen los cónyuges en cuanto a la administración y disposición de sus
bienes propios y de los gananciales durante la vigencia del régimen patrimonial. El
régimen del Cód Civil, el marido era quien administraba los bienes del matrimonio, con
algunas excepciones. Con la sanción de la ley 11.357 se ampliaron las facultades de la
mujer casada permitiéndosele actuar en el campo de su actividad laboral honesta sin
autorización del marido, se presumía la existencia de un mandato de la mujer a favor
del marido para que se administrara sus bienes. Con relación a los bienes gananciales,
al estar autorizada a ejercer su profesión, ella podía adquirir bienes con el fruto de su
act. Con la ley 17711 se estableció que cada uno de los cónyuges tenía la libre
administración y disposición de sus bienes propios y de los gananciales adquiridos con
su trabajo personal, pero debía contar con el asentimiento del otro cónyuge para
disponer o gravar los bienes inmuebles gananciales o los dchos y muebles cuyo
registro había impuesto la ley en forma obligatoria.
ARTICULO 469.- Bienes propios. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración
y disposición de sus bienes propios, excepto lo dispuesto en el artículo 456. Este es el
PPIO GRAL. Respecto de los bienes propios existe total libertad de disponer con
excepción del inmueble en el que se encuentre la vivienda fliar. Lo relevante es la
adquisición a nombre de uno de los cónyuges. Excepciones: La primera excepción está
en el caso de disposición de un bien propio que sea la vivienda fliar porque tiene una
restricción impuesta en el régimen primario. La segunda esta dada por la necesidad de
contar con el asentimiento conyugal para enajenar o gravar determinados bienes
gananciales. El gravamen de un bien trae como consecuencia que queda afectado al
pago de una deuda.
ARTICULO 470.- Bienes gananciales. La administración y disposición de los bienes
gananciales corresponde al cónyuge que los ha adquirido. Sin embargo, es necesario el
asentimiento del otro para enajenar o gravar:
a) los bienes registrables.
b) las acciones nominativas no endosables y las no cartulares, con excepción de las
autorizadas para la oferta pública, sin perjuicio de la aplicación del artículo 1824.
c) las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior;

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d) los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.
También requieren asentimiento las promesas de los actos comprendidos en los incisos
anteriores.
Al asentimiento y a su omisión se aplican las normas de los artículos 456 a 459.
Régimen actual: administración separada y excepcionalmente conjunta.
Regla: cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus
bienes propios y de los gananciales adquiridos por el (administración separada).
Excepciones a la “administración separada”: a pesar de tener la libre administración y
disposición de sus bienes, para determinados actos cada cónyuge necesitara el
asentimiento del otro (administración conjunta):
- Sobre bienes propios para: (art. 456)
· Disponer de los derechos sobre la vivienda familiar.
· Disponer de los muebles indispensables de la vivienda familiar.
· Transportar los muebles indispensables de la vivienda familiar.
- Sobre bienes gananciales (arts. 456 y 470): · Disponer de los derechos sobre la
vivienda familiar. Disponer de los muebles indispensables de la vivienda familiar.
Transportar los muebles indispensables de la vivienda familiar fuera de ella. Enajenar o
gravar bienes registrables. Enajenar o gravar acciones nominativas no endosables y las
no cartulares, con excepción de las autorizadas para la oferta pública. Enajenar o
gravar participaciones en sociedades no exceptuadas en el punto anterior. Enajenar o
gravar los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios. También
requieren asentimiento las promesas de los actos comprendidos en dichos ítems.
ARTICULO 471.- Bienes adquiridos conjuntamente. La administración y disposición de
los bienes adquiridos conjuntamente por los cónyuges corresponde en conjunto a
ambos, cualquiera que sea la importancia de la parte correspondiente a cada uno. En
caso de disenso entre ellos, el que toma la iniciativa del acto puede requerir que se lo
autorice judicialmente en los términos del artículo 458. A las partes indivisas de dichos
bienes se aplican los dos artículos anteriores. A las cosas se aplican las normas del
condominio en todo lo no previsto en este artículo. Si alguno de los cónyuges solicita la
división de un condominio, el juez de la causa puede negarla si afecta el interés
familiar. La administración y disposición de los bienes adquiridos conjuntamente
corresponde en conjunto a ambos, al margen de quien tenga la parte más importante.
SI no se pusieran de acuerdo sobre la administración o disposición de determinado
bien, el que toma la iniciativa del acto puede requerir que se lo autorice judicialmente.
Si sobre un bien determinado ninguno de los cónyuges pudiera justificar la propiedad
exclusiva, se reputa que pertenece a ambos por mitades indivisas.
ARTICULO 472.- Ausencia de prueba. Se reputa que pertenecen a los dos cónyuges por
mitades indivisas los bienes respecto de los cuales ninguno de ellos puede justificar la
propiedad exclusiva. Cuando los cónyuges han adquirido un bien en forma conjunta y
no se ha especificado la porción indivisa que le corresponde a cada uno se presume
que pertenecen a ambos por mitades. La presunción puede ser desvirtuada cuando
uno de los esposos acredita que el bien le pertenece en exclusividad.
ARTICULO 473.- Fraude. Son inoponibles al otro cónyuge los actos otorgados por uno
de ellos dentro de los límites de sus facultades, pero con el propósito de defraudarlo. La

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acción de fraude tiene por fin resguardar el dcho a la ganancialidad que le corresponde
a cada cónyuge y que se hace efectivo a la disolución del régimen de comunidad. El
fraude a los acreedores requiere que el acto haya causado o agravado la insolvencia
del deudor y que esta situación sea reconocida por el tercero que contrató a título
oneroso.
La acción de fraude está sujeta a prescripción su plazo se suspende entre los cónyuges
durante la vigencia del matrimonio. Es de 2 años y debe correr desde que cesó la
suspensión entre los cónyuges.
ARTICULO 474.- Administración sin mandato expreso. Si uno de los cónyuges
administra los bienes del otro sin mandato expreso, se aplican las normas del mandato
o de la gestión de negocios, según sea el caso.

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