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REGÍMENES MATRIMONIALES

En nuestro país existen varios regímenes matrimoniales, los cuales están


establecidos en el Código Civil y a la hora de contraer matrimonio las
partes tienen varias opciones:
1. Escoger entre los regímenes existentes.
2. Modificar los regímenes establecidos en el Código Civil,
contractualmente antes de celebrar el matrimonio. o
3. Formular su propio régimen matrimonial siguiendo los principios
establecidos en la ley.
En base a eso se puede decir que existe una gran diversidad de regímenes
matrimoniales, ya que las partes pueden acordar lo que quieran y por lo
tanto estos se tornan infinitos, pero pasa algo y es que por lo general las
partes no escogen ningún régimen y cuando esto pasa se presume que han
contraído matrimonio bajo el régimen de comunidad legal, lo cual se hace
constar en el acta de matrimonio.
El matrimonio produce dos clases de efectos jurídicos, a saber:
1. Efectos Jurídicos Personales.
2. Efectos Jurídicos Patrimoniales.
Tanto nuestro Código Civil en su Artículo 1389 y siguientes, como la
doctrina en materia de regímenes matrimoniales, son claros al consagrar
que las partes son libres en poder establecer cualquier disposición tendente
a regir los efectos jurídicos personales y patrimoniales de su matrimonio,
siempre y cuando no sean contrarios al Orden Público, el Orden Público
Sucesoral y las Buenas Costumbres
Se pueden dividir los regímenes matrimoniales establecidos en el Código
Civil en 2 grandes grupos: Comunitaristas y Separatistas.
Dentro del grupo de regímenes Matrimoniales Comunitaristas podemos
mencionar:
1. El Régimen de la Comunidad legal de los Bienes. Este régimen está
establecido en el Art. 1400 del Código Civil Dominicano, dentro de este
régimen son comunes, los muebles presentes, los gananciales mobiliarios y
los bienes inmuebles adquiridos durante el matrimonio.
2. El Régimen de la Comunidad de los Gananciales. Este régimen está
establecido en el Art. 1498 del Código Civil Dominicano, en este régimen
las deudas respectivas de los cónyuges, actuales y futuras y su mobiliario
respectivo, presente y futuro, se excluyen de la comunidad.
Una de las características principales de este régimen es que solo se dividen
los activos generados durante el matrimonio.
“Hay quienes opinan que este régimen a la vez de ser un régimen
Comunitaristas también se puede encasillar dentro del régimen Separatista
por la naturaleza del mismo
3.El Régimen de la Comunidad Universal. Este régimen está establecido en
el Art. 1526, del Código Civil Dominicano, en el régimen de la comunidad
universal entran en la comunidad los bienes muebles e inmuebles, presentes
y futuros. Los esposos pueden igualmente acordar bajo este régimen que a
la comunidad entrarán solamente sus bienes presentes o sus bienes futuros.
Dentro del grupo de regímenes Matrimoniales Separatistas podemos
mencionar:
1. El Régimen Convencional de Separación de Bienes. Este régimen estaba
establecido en el Código Civil Dominicano, y dichas disposiciones fueron
derogadas por la Ley 2125 del 27 de septiembre de 1949, G. O. 7001. En
los regímenes de separación de bienes, no existen bienes comunes, sino
bienes propios de cada uno de los cónyuges, sobre los cuales cada uno
mantiene la administración, disposición, y el disfrute.
2. El Régimen Dotal. Este régimen está establecido en el Art. 1542 del
Código Civil Dominicano, en este régimen la mujer entrega sus bienes o
algunos de ellos a su marido, y este tiene la administración y el disfrute de
los mismos. La mujer además posee, bienes que no están afectados a las
cargas del hogar y que por lo tanto están fuera de los bienes dotales, de
estos bienes la mujer mantiene el goce y la administración, pero no puede
venderlos sin la autorización del marido o permiso judicial, estos bienes
son llamados bienes parafernales. Este régimen es poco usado en la
actualidad.
Formalidades de las convenciones matrimoniales.
El régimen de separación de bienes, a diferencia del régimen de comunidad
de bienes, debe de reunir ciertas formalidades.
En los artículos 1391 y siguientes del Código Civil Dominicano, se
establecen las formalidades a seguir en las convenciones matrimoniales,
dentro de lo que podemos mencionar el hecho de que dicho contrato debe
de ser un acto auténtico, redactado por un abogado notario público.
Dicha convención matrimonial deberá ser notificada a:
El Colegio Dominicano de Notarios.
Las Oficialías del Estado Civil de la Jurisdicción correspondiente.
A la Cámara de Comercio y Producción (en el caso de que sean
comerciantes).
Hay que tomar en cuenta que lo que se notifica no es el Acto Notarial, sino,
la compulsa, expedida por el notario actuante, la cual expresara el deseo de
las partes de contraer matrimonio, así como los nombres, apellidos, lugar
de residencia, cualidades y domicilio de los futuros esposos, así como la
fecha del contrato, según lo establecido en el artículo 1393 del Código
Civil Dominicano.
Sin embargo, el hecho de no notificar al Colegio de Notarios o determinada
Cámara de Comercio y Producción, no afecta la validez del contrato.
Las condiciones de validez esenciales a las cuales han de estar sujetas los
contratos matrimoniales para que estos pueden surtir efectos jurídicos son
las siguientes:
A) Haber sido celebrado antes del matrimonio.
B) Haber sido depositado ante el oficial del Estado Civil, antes del
matrimonio.
C) Que las convenciones pautadas por los contrayentes no contravengan el
Orden Público, el Orden Público Sucesoral y las Buenas Costumbres.
D) Que el matrimonio efectivamente sea celebrado posteriormente entre las
partes.
Es nuestra opinión, que a los fines de darle publicidad al contrato de
matrimonio ha de ser suficiente la notificación a las oficialías del Estado
Civil de la jurisdicción del domicilio de los contrayentes.
Cualquier cambio en contrato de matrimonio debe hacerse en un momento
previo a la celebración del matrimonio y siguiendo las mismas
formalidades que se han establecido para la celebración del mismo.
Es necesario aclarar que una vez celebrado el matrimonio, el Oficial del
Estado Civil debe limitarse a establecer en el acta de matrimonio expedida,
que los esposos se han casado bajo contrato de matrimonio, sin necesidad
de establecer el régimen pactado, pues entendemos que cualquier mención
sobre el régimen matrimonial específico que se ha contratado entre los
cónyuges, resultaría violatorio al derecho de Intimidad de los cónyuges.
CONCEPTO:
La unión libre o concubinato está consagrada en la Constitución.
La unión libre de hecho o concubinato es la relación derivada de la
convivencia de dos personas, hombre y mujer no unidas en nupcias, pero
con características singulares al matrimonio, como proyecto de vida
dotadas de estabilidad y permanencia.
Los elementos o características que deben estar presentes en la unión libre
para ser consideradas como tal y según disposición emanada de la Cámara
Penal de la Suprema Corte Justicia en la sentencia de fecha 17 de octubre
del 2001 son: 1) convivencia, una relación pública y notoria; 2) ausencia de
formalidad legal en la unión; 3) estabilidad con apariencia de matrimonio;
4) permanencia, constancia y duradera; 5) la unión de dos personas de
distintos sexos.
De estas características se desprende que no puede existir por parte de
ninguna de las partes lazos o nexos formales de matrimonio con otro
tercero simultáneamente, es imprescindible que la unión libre sea
monogamia.  Es ese orden quedan excluidas las uniones de hecho que al
surgir eran adulteras, aunque en la actualidad no lo sean.
Origen y Evolución:
El Concubinato en la República Dominicana siempre ha sido una realidad
social que ha ameritado de soluciones jurídicas con la finalidad no solo de
proteger a los convivientes sino a la misma familia. Este es uno de los
temas en los cuales la Jurisprudencia Dominicana ha realizado importantes
aportes en los últimos años y la Doctrina, no obstante, a que ha sido tímida
al abordarlo, en cuanto a colaboración, no se ha quedado atrás como
veremos en el curso del presente trabajo.
COMO LLEGO:
Fruto al crecimiento alarmante de las uniones libres, ha surgido
innumerables leyes y decisiones jurisprudenciales de nuestro más alto
tribunal que reconocen las uniones de hecho o en concubinato como
relaciones que generan deberes patrimoniales y personales.
En esta ocasión nos referiremos principalmente a nuestra Constitución de la
República, que, en el año 2009, en la Asamblea Nacional Revisora, en el
artículo 56 (reubicado como 25) consagró la figura de la unión libre o
concubinato.
Nuestra Carta Magna reza: “la familia es el fundamento de la sociedad…En
lo adelante la unión libre entre un hombre y una mujer genera deberes y
derechos tanto personales como patrimoniales, así como deberse
comprensión mutua y respeto reciproco”.
PARTIR BIENES: El concubinato o unión libre en principio no tiene
ningún valor legal y tampoco entraña consecuencias jurídicas y a diferencia
de lo que muchas personas creen este tipo de unión no crea ninguna
comunidad de bienes entre los concubinos.
Ahora bien, la Jurisdicción Dominicana admite que puede resultar una
sociedad de hecho entre los concubinos, si dicha unión perdura por cierto
tiempo y si se encuentran reunidos los elementos constitutivos de los cuales
ya hemos hecho referencia, y cuando se establecen aportes comunes.
¿Cuántos años de convivencia se necesita para dividir bienes?
No estar casados ni tener registrada otra unión convivencial al mismo
tiempo. La relación tiene que ser pública, notoria, estable y permanente.
Tiene que tener una duración mínima de 2 años de convivencia.
¿Cuántos años para concubinato?
Permanencia y tiempo, la relación de los concubinos debe ser duradera,
incluso se ha establecido cierta cantidad de años para poder entender que
existe una relación de concubinato. (como mínimo 3 años de relación).

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