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Prevención de Riesgos Laborales
Prevención de Riesgos Laborales
Riesgos Laborales
en el
Sector Industrial
ISBN: 84-609-5142-1
Depósito Legal: LU-286-05
Printed in Spain - Impreso en España
Imprime: UNICOPIA
ÍNDICE
Presentación ............................................................................................. 1
Introducción
Prevención de Riesgos Laborales en el Sector Industrial ........................... 5
Prof. D. José Carlos Quintas Fernández
Dpto. de Salud Pública, Radiología y Psiquiatría. Universidad de Santiago de
Compostela
Higiene Industrial
Concepto, método y análisis de la Higiene Industrial. ............................... 43
D. Hermenegildo Franco Suanzes de la Hidalga
Jefe del Servicio de Prevención Nacional de NAVANTIA.
i
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Seguridad
La seguridad de las máquinas mediante el diseño, la calidad y su
facilidad de uso. ............................................................................................. 61
D. Antonio Gandoy Vázquez
Jefe de Servicio del Área de Seguridad y Salud Laboral de Lugo.
Análisis, evaluación y control del riesgo de incendio. ............................... 65
D. Jesús Sánchez García
Responsable del Área de Seguridad del Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales de la Universidad de Santiago de Compostela.
Equipos de protección individual................................................................. 81
Dña. Cristina Dosil Albéniz
Técnica Superior en Prevención de Riesgos Laborales de Mutua Universal
Manual de Autoprotección / Plan de emergencia. ...................................... 89
Dña. Elena Penado Nadela
Técnica Superior en Prevención de Riesgos Laborales de Mutua Universal
La Gestión de la prevención de riesgos laborales. .................................... 95
D. Juan Mariñas Liste
Responsable de Gestión del Servicio de Prevención de Riesgos de la Universidad de
Santiago de Compostela
Ergonomía y Psicosociología
Ergonomía y diseño de puestos de trabajo. .............................................. 105
D. Antonio Fernández Vázquez
Especialista en Medicina del Trabajo. Técnico de Prevención de Riesgos Laborales
del Centro de Seguridad y Salud Laboral de A Coruña
Psicosociología: cultura y clima laboral. ................................................... 111
Dña. Carmen Ariza Tejeda
Licenciada en Psicología. Profesora de Psicología del Trabajo de la Universidad de
Santiago de Compostela
Riesgos emergentes: estrés, burnout, mobbing. ..................................... 117
Dña. Carmen Ariza Tejeda
Licenciada en Psicología. Profesora de Psicología del Trabajo de la Universidad de
Santiago de Compostela
ii
PRESENTACIÓN
En los últimos años se ha impuesto la necesidad de implantar una
cultura de la prevención como guía indispensable para conseguir un cambio
en las conductas y actitudes que den lugar a una reducción de la
siniestralidad laboral y a un aumento del bienestar en el trabajo.
A nuestro juicio, si queremos lograr una verdadera cultura de la
prevención, debemos empezar incorporando los conceptos de salud y
seguridad laboral en las etapas educativas iniciales y haciendo extensiva esta
integración a todos los demás niveles formativos. Sólo de esta forma podrá
conseguirse una mentalidad de vida y trabajo en condiciones seguras.
Este aspecto fue recogido como punto prioritario de la estrategia
comunitaria europea de salud y seguridad para el período 2002-2006,
recomendando en su punto 3.2 (“reforzar la cultura de prevención”) que la
prevención forme parte de los programas de todos los niveles educativos, ya
sea en forma de actividades de sensibilización, ya sea como disciplina de
pleno derecho en los sectores profesionales.
En el seno de la conferencia internacional sobre Seguridad y Salud en
las Pymes, celebrado en Roma en octubre de 2004, se formuló la
“Declaración de Roma sobre la Integración de la Seguridad y la Salud en la
Educación y en la Formación”, en la que, de manera resumida, los expertos
concluyeron en la necesidad de una estrategia europea basada en objetivos
encaminados a:
- Preparar a niños y jóvenes para su futura vida laboral ofreciéndoles
seguridad y salud en el trabajo.
- Ofrecer a todos los ciudadanos, y trabajadores en particular,
formación permanente.
- Mejorar la implicación de los sistemas educativos iniciales en la
promoción de la seguridad y la salud en el lugar de trabajo.
- Intercambiar buenas prácticas sobre la integración de la salud y la
seguridad en el trabajo en la educación y en la formación.
De lo anteriormente expuesto se deducen las razones que nos han
llevado a promover la realización de este curso, en el que se pretende
mostrar la excepcional importancia que la Prevención de Riesgos Laborales
tiene a la hora de analizar el correcto funcionamiento de una organización
empresarial, no sólo en lo concerniente a los aspectos de carácter
productivo, condiciones de trabajo o absentismo laboral, sino también por lo
que respecta a la salud de cada uno de sus miembros y en consecuencia a las
condiciones y nivel de vida de su entorno.
1 PRESENTACIÓN
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
PRESENTACIÓN 2
Introducción
Prevención de Riesgos Laborales en el
Sector Industrial
Prof. D. José Carlos Quintas Fernández.
Dpto. Salud Pública, Radiología y Psiquiatría
Universidad de Santiago de Compostela
La historiografía médica ha
señalado las aportaciones de Benardino
Ramazzini (1633-1714) y de Johann Peter
Frank (1745-1821), como pioneros de
sendas tradiciones ilustradas que
articularon la moderna concepción del
origen social de la enfermedad.
Ramazzini es considerado como el
iniciador de la tradición científica de la
medicina e higiene del trabajo gracias a su
tratado de las enfermedades de los
artesanos (De morbis artificium diatriba).
Ramazzini aportó a la tradición
nosográfica una mirada sistematizadora,
que contribuyó a “naturalizar” la actividad
laboral como causa del enfermar. Como
contrapunto a la materialización de los
riesgos, el discurso médico reivindicó la
intervención sanitaria como un
instrumento fundamental al servicio de los
requerimientos del mercado laboral de las
minas.
5 INTRODUCCIÓN
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
INTRODUCCIÓN 6
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
7 INTRODUCCIÓN
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
2.- La Seguridad.
Persigue promover la prevención en la empresa, realización de evaluación de
riesgos, en concreto de aquellos que impliquen una dificultad añadida a la interpretación de
los resultados de las mismas, la planificación preventiva.
Para ello, se apoyará en:
a) Investigación de accidentes.
b) Desarrollo de normativa interna relativa a la seguridad en el trabajo.
c) Mantenimiento preventivo.
d) Inspecciones periódicas y observaciones planeadas de trabajos y tareas.
e) Controles de compra sobre todos aquellos materiales, bienes o equipos que
puedan generar peligros para la salud de los trabajadores.
f) Elaboración de un plan de autoprotección.
g) Formación del personal.
h) Tratamiento estadístico de toda la información.
INTRODUCCIÓN 8
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
De gran importancia en este ámbito es el diseño del puesto de trabajo que puede
conllevar cargas físicas.
Hoy en día el espectro que estamos analizando puede conllevar la aparición de
fenómenos de gran relevancia como pueden ser: el estrés crónico, el bournout (estar
quemado), el mobbing (acoso moral).
9 INTRODUCCIÓN
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
No se pueden establecer
paradigmas incuestionables.
Podemos analizar cómo los
métodos plantean formas de trabajo que
son un reflejo del momento histórico,
social y cultural de la sociedad en la que
han surgido.
En general, en los países
industrializados, las grandes empresas
son más conscientes que las pequeñas
industrias de los problemas de salud y
seguridad y son más propensas a cumplir
las leyes y normas existentes.
Dos etapas principales: la primera, la consecución de una mejor política social que
reconozca que el proceso de industrialización debe de ir acompañado y no seguido, de una
infraestructura adecuada de salud y seguridad, y la segunda, la formación de los
trabajadores en seguridad y salud.
Es evidente que el proceso está llamado a ser largo, ha de hacerse un esfuerzo
simultáneo por formar instructores, introducir la enseñanza de los principios básicos en la
escuela y utilizar los medios de comunicación de masas para informar al público.
Existe, cada vez, en mayor medida, la convicción de que sin seguridad y salud en el
trabajo la justicia social no puede lograrse y que la consecución de dicha seguridad y salud
en el trabajo es fundamental para el desarrollo económico.
INTRODUCCIÓN 10
Prevención de
Riesgos Laborales
La integración de la Prevención en los
sistemas de gestión de las empresas
Dña. Sonia Pardo Díaz
Abogada. Responsable del Dpto. de Riesgos Laborales de la CEL
Índice de Contenidos
I. Concepto de “integración”.
II. Evolución normativa.
III. Actual modelo de gestión preventiva basado en la integración.
y, ello por cuanto, la gestión preventiva, por diversas y muy variadas razones, se estaba
basando:
En una mayoritaria gestión externalizada.
En una conceptualización de la gestión preventiva como una cuestión meramente
documental.
En fijación de la obligación de evaluar riesgos como el eje principal de gestión.
Esta realidad, un tanto alejada del camino de la integración, provocó la necesidad
de replantearse las virtudes o defectos de la normativa vigente y, a tal fin, se constituyó la
denominada Mesa de Diálogo Social en materia de Prevención de Riesgos Laborales,
conformada por representación de los agentes sociales y de la Administración, de cuyo
trabajo se elaboró, en Diciembre de 2003, un documento de acuerdos alcanzados, por
unanimidad, los cuales contenían cuatro grandes paquetes de medidas de reforma
normativa:
- Medidas de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales.
- Medidas en materia de Seguridad Social.
- Medidas de reforzamiento de las funciones del sistema de Inspección de Trabajo y
Seguridad Social.
- Medidas para el establecimiento de un nuevo sistema de información en materia de
siniestralidad laboral.
Por la relación directa que guarda con el asunto objeto del presente análisis,
concretamos a continuación las propuestas que se contienen en el primer grupo de medidas
de reforma del marco normativo de prevención de riesgos laborales.
Se articulan en el mismo tres propuestas:
1. Propuesta referida a la modificación del Artículo 16 de la LPRL para incluir
referencia a que la prevención de riesgos laborales se realizará mediante la
integración de la actividad preventiva en la empresa a través de la implantación de
un plan de prevención.
2. Propuesta referida a la incorporación de una nuevo artículo en la LPRL que
disponga la presencia de los recursos preventivos de la empresa en el centro de
trabajo se determinados supuestos y situaciones de especial riesgo.
3. Propuesta referida a la modificación del Capítulo V del Reglamento de los Servicios
de Prevención y en concreto a las especificaciones de la obligación de auditar (esta
propuesta aún no se ha materializado normativamente).
Se modifican los párrafos a), b) y c) del apartado 1 del artículo 23 los cuales quedan
redactados como sigue:
Índice
1. Introducción.
2. La influencia de las políticas europeas.
3. Gestión integrada.
4. Ventajas de un sistema de gestión integral.
5. Bibliografía.
1. Introducción
Las directrices y objetivos generales de la gestión empresarial, cada vez contemplan
más los aspectos relativos a la calidad, a la prevención de riesgos laborales y a las
actuaciones medioambientales.
El convencimiento de que existen principios coincidentes entre los
correspondientes modelos de gestión, que mejoran las condiciones de trabajo, la actitud de
los trabajadores, la calidad de los productos fabricados, la imagen y la competitividad de la
empresa, va calando no sólo en las grandes empresas, sino también en las PYMES,
haciendo que estos sistemas de gestión convergentes y entrelazados, formen parte del
sistema general de la gestión de la organización empresarial.
Por ello las empresas más importantes, entrelazan los conceptos de SEGURIDAD,
CALIDAD Y MEDIO AMBIENTE y los aplican a los equipos, sistemas e instalaciones,
considerándolos como algo inseparable.
Ello es debido sobre todo, a las tres grandes políticas europeas derivadas del Acta
Única de 1986 y del Tratado de la Unión Europea de 1992: la política social, de
promoción y mejora de las condiciones de trabajo; la política interior, de libre circulación
de personas, productos, servicios y capitales; y la política medioambiental, de promover
un crecimiento sostenible que respete el medio ambiente.
3. Sistemas Integrados
La integración dentro del sistema de gestión de la empresa, de los sistemas de
gestión de la prevención, de los sistemas de gestión de la calidad y de los sistemas de
gestión medio ambiental, tiene su fundamento en una serie de disposiciones legislativas
que iré analizando a continuación, que entrelazan entre sí las tres áreas anteriores.
Así, el entrelazado de la seguridad, con la calidad y con el medio ambiente,
tiene su fundamento en la Ley 21/1992 de Industria, que contribuye a la armonización
europea. Dedica su Título III a la Seguridad y Calidad Industriales, constituyendo este el
núcleo de la misma por la importancia creciente que adquieren estas materias en el ámbito
internacional. En su artículo 9 “Objeto de la seguridad” amplía el concepto clásico de la
seguridad, al medio ambiente y a los residuos tóxicos y peligrosos.
La seguridad de los productos y la calidad se entrelazan a través de la variada
legislación europea sobre la seguridad de los productos, que tiene su base en la Política
Interior de la CE (Directivas sobre productos en general, productos utilizados en los
lugares de trabajo, maquinaria, recipientes y aparatos a presión o gas, material eléctrico
utilizado en lugares con riesgo de atmósferas inflamables, sustancias y preparados
peligrosos, equipos de protección individual, productos defectuosos, productos
importados).
5.- Bibliografía
Fraguela Formoso, José Ángel: " La situación de las condiciones de trabajo en las grandes
empresas". IV Xornadas Galegas Sobre Condicions de Traballo e Saúde. Fundación Caixa Galicia.
I.S.B.N. 84-604-9952-9. Ferrol 1994.
Fraguela Formoso, José Ángel: " Legislación y Normalización Industriales". V Xornadas Galegas
Sobre Condicions de Traballo e Saúde. Fundación Caixa Galicia. I.S.B.N. 84-89231-14-1. Ferrol
1996.
Fraguela Formoso, José Ángel: " Sistemas de Gestión de la Prevención". VI Xornadas Galegas
Sobre Condicions de Traballo e Saúde. Fundación Caixa Galicia. I.S.B.N. 84-89231-63-X. Ferrol
1998.
Fraguela Formoso, José Ángel: " Implantación de la Calidad en la Gestión de Riesgos". VII
Xornadas Galegas Sobre Condicions de Traballo e Saúde. Fundación Caixa Galicia. I.S.B.N. 84-
95491-06-0. Ferrol 2000.
Ley 21/1992, de 16 de julio de Industria (BOE de 23 de julio de 1992).
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. (BOE de 10 de noviembre de
1995).
OSHAS 18001. Sistema de gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
R.D. 2200/1995 de 28 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de la Infraestructura para
la Calidad y la Seguridad Industrial. (BOE de 6 de febrero de 1996).
R.D. 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.(
BOE de 31 de enero de 1997).
UNE 77801. Sistemas de Gestión Medioambiental.
UNE-EN-ISO 9001: 1994. Sistemas de calidad. Modelo para el aseguramiento de la calidad en el
diseño, el desarrollo, la producción, la instalación y el servicio posventa.
UNE-EN-ISO 9001: 2000. Sistemas de Gestión de la Calidad. Requisitos.
UNE-EN-ISO 14001:1996. Sistemas de gestión medioambiental. Especificaciones y directrices para
su utilización.
EXAMEN INICIAL
DE LA SITUACIÓN
DECLARACIÓN DE
PRINCIPIOS
VIGILANCIA DE CONSULTA Y
LA SALUD PARTICIPACIÓN
INVESTIGACIÓN DE ESTRATEGIA DE
DAÑOS A LA SALUD EVALUACIÓN
PLANIFICACIÓN DE LA
MEDIDAS DE ACTIVIDAD PREVENTIVA
EMERGENCIA Y P.A.
DOCUMENTACIÓN
INFORMACIÓN Y
FORMACIÓN
1.3.6.- Documentación
La documentación del Sistema se compondrá de un Manual de Gestión de la
Prevención de Riesgos Laborales que debe incluir la descripción de todos y cada uno de
los elementos del sistema y sus procedimientos asociados.
Además, se deberán establecer y mantener al día procedimientos documentos para:
a) Tener actualizada toda la legislación comunitaria, nacional y de las comunidades
autónomas que pueda afectar a la prevención de riesgos laborales. El procedimiento
ha de incluir su difusión a las personas responsables de comenzar las acciones
precisas debidas a nuevas legislaciones o modificaciones de las existentes.
b) Elaborar, codificar y archivar la documentación relativa al sistema de gestión, así
como la referencia a la legislación de Seguridad Industrial y cualquier otra
relevante para la prevención de riesgos laborales.
Esta documentación formará parte de la exigida por el artículo 23 de la Ley 31/95
modificada por la nueva Ley 54/2003.
1.3.7.- Comunicación
Se deberán establecer y mantener al día los procedimientos documentados para:
a) Establecer la forma de comunicación interna entre el Servicio de Prevención y los
trabajadores y sus representantes, incluyendo la forma de recibir, documentar y
responder a las consultas.
b) Establecer la forma de comunicación interna entre el Servicio de Prevención y las
otras unidades de área de la empresa.
c) Establecer la forma de comunicación entre el Servicio de Prevención y las
entidades exteriores (ITTSS, Mutuas, etc.)
1. Introducción
La prevención de riesgos laborales es una materia cuyo creciente interés responde a
una realidad social preocupante: los accidentes laborales. Según las estadísticas de
accidentes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales las cifras de siniestralidad se han
reducido pero todavía queda mucho camino por recorrer.
La reforma en el marco normativo en materia de prevención de riesgos laborales,
trata homogeneizar la Prevención en todos los sectores de la actividad económica y
empresarial. Se daba la circunstancia de que, aunque había empresas que dedicaban
recursos a la Prevención de Riesgos materiales, no era lo habitual. Dependía de la visión de
la empresa, de si buscaban el beneficio inmediato o tenían una proyección temporal más
amplia que valorara los costes materiales y humanos.
La Ley 54/2003 pretende cambiar la mentalidad de la empresa y, por lo tanto, de
los empresarios o gestores de las mismas. Su principal objetivo es conseguir la integración
de la prevención dentro del proceso productivo, es decir, que en las empresas se disponga
de un Plan de Prevención de Riesgos Laborales permanentemente actualizado y dotado de
suficientes recursos materiales y humanos. Esta normativa, hace recaer sobre el empresario
la responsabilidad última y absoluta sobre esta materia, y es éste quien tiene que
organizarla y distribuirla dentro de su organización. Todos los trabajadores han de tener
competencias y responsabilidades definidas en el en el mencionado Plan.
Junto con las personas designadas de la empresa, el / los Técnico/s del Servicio de
Prevención Ajeno recopila/n toda la información necesaria, evalúa/n la situación de la
empresa, y refleja/n de forma documental todas las actividades en materia de prevención,
políticas preventivas y organizativas que se llevarán a cabo para mejora de la seguridad y
salud de los trabajadores.
Pero, sin duda alguna para alcanzar una política de prevención de riesgos eficaz la
empresa debe:
Introducción
La definición, hoy más generalizada, de lo que es la Higiene Industrial, fue
elaborada por la Asociación Americana de Higiene Industrial: “Higiene Industrial es la
ciencia y el arte dedicados a la identificación, evaluación y control de aquellos factores
ambientales o sobrecargas, generadas en o por el puesto de trabajo y que pueden
ocasionar enfermedades, deteriorar la salud y el bienestar o producir un disconfort
significativo a los trabajadores o a los restantes ciudadanos de una comunidad”.
Nos interesa, en primer lugar, realizar un análisis de los elementos que componen
esta definición:
43 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
1. Ciencia y Arte
John Stuart Mill estableció una clara distinción entre ambos conceptos al afirmar
que “la Ciencia toma nota de un fenómeno y se esfuerza por descubrir su ley. El Arte se
propone a sí mismo un fin y busca los medios para alcanzarlo”.
Asignaba así a la Ciencia un valor de abstracción y predicción, reservando para el
denominado Arte, las funciones más instrumentales.
Que, con este enfoque, la Higiene Industrial tiene un importante aspecto de arte, lo
sabe cualquiera que haya tenido que efectuar la delicada calibración de un aparato de
muestreo, adoptar las precauciones, que en la toma de muestra eviten los errores
sistemáticos o realizar análisis en el laboratorio.
La cuestión de si la Higiene Industrial es también ciencia, es decir, un conjunto de
saberes verificables y comunicables, es algo más compleja:
Burgger afirma que Ciencia es “un conjunto de conocimientos que se refieren al
mismo objeto y están en conexión de fundamentación”.
Scriven, asigna a la Ciencia las siguientes funciones:
- La ciencia debe dar una explicación eficaz de los fenómenos sucedidos.
- En base a esto, permite adoptar decisiones para la mejora de la situación
actual.
Este enfoque utilitario de Scriven, se adapta especialmente bien a la Higiene
Industrial, que como ciencia aplicada que es, tiene prioritariamente, y ésta es la razón de su
existencia, que conseguir la mejora de aquellas condiciones de trabajo, que puedan incidir
desfavorablemente en la salud de los trabajadores.
Aceptado el carácter científico de la Higiene Industrial, habría que plantearse el
aspecto fundamental, de la posibilidad de separar la componente positiva de la componente
normativa de la ciencia de la Higiene Industrial.
Por una parte parece imposible evitar el matiz normativo que introducen
determinados juicios de valor, como el sesgo del propio higienista, o el uso de un
determinado lenguaje y por otra parte la Higiene Industrial debe construir sus análisis de
acuerdo con criterios positivos como son las reglas del procedimiento científico. Por tanto
los higienistas debemos esforzarnos en conseguir una ciencia verificable y comunicable.
Estas reglas del procedimiento científico que deben presidir el análisis son:
- El uso de la lógica y las matemáticas.
- La posibilidad de comprobación empírica de las teorías.
- Prontitud en someterlas a verificación objetiva.
- Claridad en el empleo e interpretación del lenguaje.
Pero aún siguiendo estrictamente estas reglas de procedimiento podemos
encontrarnos, como dice Javier Irastorza “con la conocida dificultad de contrastar de
forma crítica y rigurosa las teorías” “y a veces la poderosa inclinación a ver los hechos en
forma particularista puede significar que no hay tan siquiera la voluntad de contrastar la
teoría en el sentido de un auténtico y genuino deseo de refutar”.
HIGIENE INDUSTRIAL 44
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Por tanto, y como resumen de lo dicho hasta aquí, ciencia y arte de la Higiene
Industrial, sí, pero ciencia de neutralidad imposible, con el claro objetivo ético de proteger
la salud de los trabajadores como juicio de valor de partida, aunque de objetividad posible
y exigible, mediante el respeto escrupuloso de los higienistas en sus análisis a las reglas del
procedimiento científico.
45 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
HIGIENE INDUSTRIAL 46
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
47 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
En lo que es, estrictamente, tema de nuestro interés, la realidad cada vez más
preocupante de las patologías de etiología laboral, constituye a nuestro juicio, el síntoma
más claro, en el ámbito laboral de este desajuste, y situaciones como las de Bophal en la
India, nos indican, que la acumulación de riesgos en el interior de los centros de
producción, es de tal magnitud que su exportación al exterior, puede causar gravísimos
riesgos a la población.
Se impone por tanto, un control cada vez más estricto de estas situaciones.
Pensamos que debe ser la demanda social, la que fije el límite hasta el que puede llegarse y
supervise además, mediante los mecanismos existentes (partidos, sindicados, asociaciones,
etc.) las modalidades concretas de su aplicación.
La Higiene Industrial surge así, como uno de los medios para ejercer este control.
Vamos a definirla como “el conjunto de conocimientos científicos y medios
tecnológicos aplicados a evitar la aparición en el trabajador de patologías de etiología
laboral y desenvolvimiento temporal subagudo o crónico, mediante su actuación sobre los
factores ambientales de naturaleza orgánica. Y a evitar además, la exportación de estos
factores al medio ambiente colectivo, a unos niveles tales, que puedan llegar a producir
alteraciones en la salud del resto de los ciudadanos de la colectividad”.
HIGIENE INDUSTRIAL 48
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
adolescentes y presenectos, etc., están ahora mismo socavando los cimientos de la Higiene
clásica que se vería así, obligada a fragmentarse en función del grupo laboral expuesto, a
reducir su campo científico introduciendo en su definición una limitación en función de las
características del trabajador, o a quedar como una herramienta auxiliar de la medicina del
trabajo.
Otra hipótesis, más ambiciosa, sería el proyectarla hacia delante, ampliando su
campo de actuación a los factores extrínsecos (caso del tabaco y del alcohol) más
fácilmente objetivables y de carácter aditivo o potenciador de los contaminantes laborales.
Esta es en mi opinión, la apuesta de futuro de la Higiene y en esa dirección vendrá su
progreso y consolidación.
Junto a esto, no debe olvidarse que en la fijación de valores de exposición, se ha de
prestar una atención diferenciada a todos esos grupos de trabajadores (adolescentes,
presenectos, mujeres, toxicómanos) que presentan características especiales.
Esta crítica de carácter general, a los valores de exposición permitidos, junto con
las ya más conocidas, tanto las basadas en las diferentes hipótesis de partida, como en los
procedimientos concretos para su fijación, nos llevan a una formulación lógica que es la
siguiente: “debe llegarse a un nivel de exposición nulo a los contaminantes orgánicos en el
ámbito laboral, pues sólo así tendremos una garantía plena de que no van a producirse
mermas en la salud del trabajador expuesto, a causa precisamente de esta exposición”.
Es evidente que este óptimo no puede de momento conseguirse con carácter de
generalidad, pero sí que existe la necesidad de lograrlo en ciertos casos especiales (por
ejemplo: contaminantes de efectos cancerígenos) y de hecho, esto se entiende así en la
práctica higiénica.
En base a esto, proponemos las siguientes aportaciones, al concepto, antes
expuesto, de Higiene Industrial:
- Ampliar su acción de control a los factores extrínsecos no laborales, más
extendidos y de más fácil objetivación (tabaco y alcohol) que presenten una acción
aditiva o sinérgica con contaminantes de carácter laboral.
- Aplicar un nivel de exposición nulo para contaminantes de efectos especialmente
graves (por ejemplo, contaminantes de efectos cancerígenos).
Parece claro, en consecuencia, que los valores de exposición permitida, han perdido
su carácter paradigmático, y hoy sólo se conciben dentro de la práctica higiénica, como un
componente fundamental, pero no el más importante ni el único, dentro de una estrategia
de control ambiental, para la protección de la salud del trabajador.
Quedaría por mencionar una cuestión; si la reducción del tiempo de exposición al
contaminante puede considerarse o no, un método propio de la Higiene Industrial. En
muchos casos la respuesta es afirmativa, e incluso se le da un nombre: “control
administrativo”. A mi juicio, la reducción de los tiempos de exposición no es ni puede ser
un método primario de la higiene. Creo que la actuación básica de esta ciencia es sobre las
concentraciones o niveles de energía de los agentes ambientales, llevándolas a tal punto
que la actividad laboral pueda desarrollarse con toda garantía para la salud del trabajador,
por tiempo indefinido.
49 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
HIGIENE INDUSTRIAL 50
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
51 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
HIGIENE INDUSTRIAL 52
Higiene Industrial: retos de futuro
Prof. D. Jorge Rivera Gómez
Ingeniero Técnico Industrial
Catedrático de Sistemas Electrónicos
Instituto Politécnico de Lugo
Breve exposición
Para analizar el reto que el futuro inmediato puede representar para la Higiene
Industrial, no vamos a realizar un análisis de la evolución de esta ciencia desde sus
orígenes, por falta de tiempo, aunque, sin duda nos informaría de la velocidad de sus
cambios, con lo cual, extrapolando, podríamos aceptar de una forma más cómoda la
evolución que, sin duda, vamos a presenciar en los próximos años.
Las variaciones en los planteamientos, soluciones y aspectos implicados en la
Higiene Industrial han tenido una gran importancia. Desde ser considerada un conjunto de
actuaciones complementarias, a convertirse en una ciencia con carácter propio dentro de la
prevención de riesgos laborales, que viene siendo donde se la encuadra hoy.
Para ver esta evolución pongamos unas definiciones encontradas en textos sobre el
tema, como ejemplos significativos:
1967 Enciclopedia Larousse (dentro de las acepciones
de “higiene”)
La Higiene Industrial, solidaria de la
medicina del trabajo, se preocupa de proteger o
salvaguardar al trabajador de los accidentes o
enfermedad propias de se actividad, así como de
la selección y orientación de los puestos de
trabajo.
2005 M. Ismach (Departamento de Tecnología,
Escuela de Ingeniería Industrial, Universidad de Luján)
La Higiene Industrial es la ciencia que se
dedica a la identificación, evaluación y control de
aquellos agentes químicos, físicos y biológicos,
presentes en el ambiente laboral.
Y se diferencia claramente del tema de
seguridad, que se define de una forma muy
concreta:
La Seguridad en el Trabajo es un conjunto
de esfuerzos, conocimientos y técnicas que tratan
de eliminar, o al menos reducir, los riesgos de lesiones personales y daños materiales.
53 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
HIGIENE INDUSTRIAL 54
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
55 HIGIENE INDUSTRIAL
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
HIGIENE INDUSTRIAL 56
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Conclusión
En esta breve exposición de los retos de futuro para la Higiene Industrial hemos
realizado un recorrido circular, terminando con el mismo concepto con que habíamos
empezado. Pero la exposición inicial es del año 2005 y la alusión final a la recomendación
de la Comisión a los Estados Miembros es de 1962. No quiere esto decir que no se haya
avanzado. Se ha avanzado y, tal y como hemos admitido en esta exposición, mucho. Sin
embargo podemos sacar una clara conclusión. Queda mucho por hacer en la Higiene
Industrial y para mejorar la velocidad de avance sería necesaria una gran colaboración
internacional de datos, experiencias, estadísticas y puesta en común de reglamentaciones.
Más que necesaria imprescindible.
Bibliografía
- Ferrán Camas Roda. Normativa Internacional y Comunitaria de Seguridad y
Salud en el Trabajo. Tirant Lo Blanch. Valencia. 2003
- Directiva 89/391/CEE de 12.06.1989
- Recomendación de la Comisión a los Estados Miembros sobre la Medicina del
Trabajo en la Empresa (DOCE nº 80 de 31.08.1962)
- Recomendación 112 de la OIT (1959)
- Ley 54/2003
- Ley 31/1995
- Directiva 89/391
- Plan de estudios 2004/2005 Universidad de Luján
- Plan de Higiene Industrial Universidad de Málaga
- Enciclopedia Larousse Ed. 1967
57 HIGIENE INDUSTRIAL
Seguridad
L a s e g u ri d a d d e l a s m á q u i n a s
m e d i a n te e l d i s e ñ o , l a c a l i d a d y
s u fa c i l i d a d d e u s o
Ante todo deseo agradecer a la USC, especialmente a los Directores del Curso:
Francisco Fraga y J. Carlos Quintas, la invitación a este CURSO DE VERANO sobre
“Prevención de Riesgos Laborales en el Sector Industrial”.
61 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 62
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
En esta época de euforia industrial, como no podía ser de otra manera, el trabajador
era considerado como el único culpable del accidente, recayendo la responsabilidad en el
patrón sólo cuando existiera negligencia absoluta y probada.
Hasta el siglo XIX no se tomaron medidas eficaces como el establecimiento de los
cuerpos de inspección públicos, que comezaron en Inglaterra y se extendieron a otros
países.
En este sentido, hay que señalar que el primer gran impulso que se da en España es
con la Ley de Accidentes de Trabajo, de 30 de enero de 1900, denominada Ley Dato en
honor de su promotor, el gallego Eduardo Dato e Iradier, Ministro de la Gobernación; que
junto con el Reglamento de 28 de julio de 1900 de aplicación de la Ley anterior, constituye
el arranque reglamentario sobre la prevención de riesgos laborales.
En la exposición de motivos de esta Ley, dice: “No era posible cerrar los ojos al
espectáculo frecuente de seres humanos heridos, mutilados o deshechos por la fuerza
incontrastable de las máquinas o al poder expansivo y deletéreo de sustancias aún más
potentes y peligrosas, sin la esperanza siquiera de que serían curadas sus lesiones,
asegurada su incapacidad contra el hambre y amparada, durante su triste y forzosa
ociosidad o después de extinguida su vida, contra la indigencia la existencia de sus
familias. Así es que en la legislación de casi todos los países cultos han encontrado lugar
muy importante la destinada a garantizar al operario y a su familia de las consecuencias
producidas por los inevitables accidentes industriales que todas las disposiciones sobre la
higiene y seguridad de los trabajadores no podrán impedir por completo. España, que es en
materia de legislación social una triste excepción, no ha llegado aún a conseguir lo que ya
disfrutaron tantas naciones, y preciso será que atendamos cuanto antes a esta necesidad tan
hondamente sentida en nuestras clases obreras”.
Quiero hacer referencia a una publicación de 1902, en Gijón, de Ambrosio
Rodríguez Rodríguez, sobre “Higiene de los trabajadores, enfermedades de los obreros” en
el que refleja la situación social de esa época, en España, en lo que a riesgos derivados del
trabajo se refiere, fundamentalmente a los derivados de máquinas.
En el momento actual, el Estado Español, como miembro de la Unión Europea, está
obligado al cumplimiento de su reglamento: “Acta única” o “Tratado Constitutivo”. En el
capítulo de Política Social, que está muy desarrollado, es necesario destacar el Art. 118 A:
“Los estados miembros procurarán promover la mejora, en particular, del medio de trabajo,
para proteger la seguridad y salud de los trabajadores y se fijarán como objetivos la
armonización, dentro del progreso de las condiciones existentes en ese ámbito”; y el Art.
100 A, que dice: “La Comunidad deberá proceder a la armonización, mediante directivas,
de las disposiciones sobre requisitos de seguridad que deben cumplir los productos para su
comercialización”.
En base a todo esto, la U.E. pretende, por medio de directivas, aproximar las
legislaciones de los Estados sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y sobre Seguridad de
los productos.
En lo que se refiere a las máquinas, hay dos aspectos que debemos considerar:
Los derivados de la legislación comunitaria sobre seguridad del producto,
que regulan qué condiciones deben reunir las máquinas para su
comercialización, transpuestas mediante el R.D. 1435/1992, sobre
máquinas, modificado por el R.D. 56/95.
63 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 64
Análisis, evaluación y control del riesgo
de in c e n d io
D. Jesús Sánchez García
Responsable del Área de Seguridad del Servicio de Prevención de
Riesgos Laborales de la Universidad de Santiago de Compostela.
Introducción
Un incendio es una reacción química de oxidación - reducción fuertemente
exotérmica, siendo los reactivos el oxidante y el reductor. En terminología de incendios, el
reductor se denomina combustible y el oxidante, comburente; las reacciones entre ambos
se denominan combustiones.
Para que un incendio se inicie es necesario que el combustible y el comburente se
encuentren en espacio y tiempo en un estado energético suficiente para que se produzca la
reacción entre ambos. La energía necesaria para que tenga lugar dicha reacción se
denomina energía de activación; esta energía de activación es la aportada por los focos de
ignición.
La reacción de combustión es una reacción exotérmica. De la energía desprendida,
parte es disipada en el ambiente produciendo los efectos térmicos del incendio y parte
calienta a más reactivos; cuando esta energía es igual o superior a la necesaria, el proceso
continúa mientras existan reactivos. Se dice entonces que hay reacción en cadena.
Por lo tanto, para que un incendio se inicie tienen que coexistir tres factores:
combustible, comburente y foco de ignición que conforman el conocido "triángulo del
fuego"; y para que el incendio progrese, la energía desprendida en el proceso tiene que ser
suficiente para que se produzca la reacción en cadena. Estos cuatro factores forman lo que
se denomina el "tetraedro del fuego".
65 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Combustible
Su peligrosidad depende fundamentalmente de su estado físico (sólido, líquido o
gas) y en cada uno de estos estados, de otros aspectos ligados a sus propiedades físico -
químicas, su grado de división o fragmentación, etc.
En el caso de combustibles sólidos su grado de fragmentación es fundamental ya
que a mayor división se precisa de menor energía (en intensidad y duración) para
iniciar la combustión. Para líquidos y gases inflamables son la concentración
combustible - aire precisa para la ignición (límite inferior de inflamabilidad) y la
energía de activación necesaria (energía mínima de ignición) para que se produzca la
reacción de combustión; siendo, además, asimismo un parámetro fundamental para los
líquidos, la temperatura mínima a la que el combustible emite vapores suficientes para
que se forme la mezcla inflamable (temperatura de inflamación o "flash point").
Foco de ignición
Los focos de ignición aportan la energía de activación necesaria para que se
produzca la reacción. Estos focos de ignición son de distinta naturaleza; pudiendo ser
de origen térmico, mecánico, eléctrico y químico.
SEGURIDAD 66
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Consecuencias
Una vez que se inicia el incendio, si no se
actúa a tiempo y con los medios adecuados, se
producirá su propagación y ocurrirán unas
consecuencias con daños materiales y a los
ocupantes. Para determinar la magnitud de las
consecuencias, los factores a analizar son las
medidas de protección contra incendios. Estas
medidas se dividen en medidas de protección
pasiva y medidas de lucha contra incendios,
también conocidas como de protección activa.
Método de Gretener
Es un método que permite evaluar cuantitativamente el riesgo de incendio, tanto en
construcciones industriales como en establecimientos públicos densamente ocupados;
siendo posiblemente el más conocido y aplicado en España.
El método se refiere al conjunto de edificios o partes del edificio que constituyen
compartimentos cortafuegos separados de manera adecuada.
El método parte del cálculo del riesgo potencial de incendio (B), que es la relación
entre los riesgos potenciales presentes, debidos al edificio y al contenido (P) y los medios
de protección presentes (M).
B = P/M
R=BxA
67 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
La valoración del nivel de seguridad contra incendios se hace por comparación del
riesgo de incendio efectivo con el riesgo de incendio aceptado, obteniendo el factor
seguridad contra el incendio (), el cual se expresa de tal forma que:
= Ru /R
SEGURIDAD 68
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Anexo I
Caracterización de los establecimientos industriales en
relación con la seguridad contra incendios
Los establecimientos industriales se caracterizan por su configuración y ubicación
con relación a su entorno, y por su nivel de riesgo intrínseco.
69 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
MJ/m2 ó Mcal/m2
Siendo:
Qs: Densidad de carga de fuego ponderada y corregida del sector de incendio.
Gi: Masa, en kg, de cada uno de los combustibles (i) que existen en el sector de
incendio, incluidos materiales de construcción combustibles.
qi: Poder calorífico en MJ/kg ó Mcal/kg de cada uno de los combustibles (i) que
existen en el sector de incendio.
Ci: Coeficiente adimensional que pondera el grado de peligrosidad (por la
combustibilidad) de cada uno de los combustibles (i).
Ra: Coeficiente adimensional que corrige el grado de peligrosidad (por la
activación) inherente a la actividad industrial del sector (producción, montaje,
transformación, reparación, almacenamiento, etc.). Cuando existan varias
actividades en el mismo sector, se toma el de la actividad con mayor riesgo de
activación, siempre que dicha actividad ocupe al menos el 10% de la
superficie del sector.
A: Superficie construida del sector, en m2.
SEGURIDAD 70
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
2 2
MJ/m ó Mcal/m
Donde:
Qs, Ci, Ra y A tienen la misma significación que en la expresión anterior.
qsi: densidad de carga de fuego de cada zona con proceso diferente que se
realizan en el sector, en MJ/m2 o en Mcal/m2. Los valores pueden
obtenerse en la tabla 1.2.
Si: Superficie de cada zona con proceso diferente y qsi diferente, en m2.
b. Para actividades de almacenamiento:
MJ/m2 ó Mcal/m2
Donde:
Qs, Ci, Ra y A tienen la misma significación que en la expresión anterior.
qvi: carga de fuego aportada por cada m3 de cada zona con distinto tipo de
almacenamiento existente en el sector, en MJ/m3 o en Mcal/m3. Valores
en tabla 1.2.
hi: altura del almacenamiento de cada uno de los combustibles, en m.
si: Superficie ocupada en planta por cada zona con distinto tipo de
almacenamiento en el sector de incendio, en m2.
Calculada la densidad de carga de fuego, ponderada corregida, de un sector de
incendio (QS), un edificio industrial (Qe) o un establecimiento industrial (QE), los niveles
de riesgo intrínseco del sector o área de incendio, del edificio industrial, o del
establecimiento industrial quedan establecidos ta como se indica en la Tabla 1.
Una vez clasificados los establecimientos industriales en uno de los 5 tipos de
configuraciones y asignado un nivel de riesgo intrínseco, en los apéndices siguientes se
indican los requisitos exigibles al establecimiento, tanto en lo referente a aspectos de
seguridad pasiva como en instalaciones de lucha contra incendios.
Tabla 1.- Nivel de riesgo intrínseco.
71 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
ANEXO II
Requisitos constructivos de los establecimientos
industriales según su configuración, ubicación y nivel de
riesgo intrínseco
En este anexo se indican los sectores de incendio que en función de la
configuración del establecimiento industrial y su nivel de riesgo intrínseco no están
permitidos en una determinada ubicación, así como la superficie máxima de los sectores;
las características de los productos de construcción en relación con su comportamiento ante
el fuego; las exigencias de comportamiento ante el fuego de los elementos constructivos
portantes y de cerramiento; las exigencias relativas a la evacuación de los establecimientos
industriales; las necesidades de ventilación y eliminación de humos y gases de la
combustión; y los requisitos exigibles a las instalaciones técnicas de servicios.
TIPO A TIPO B
UBICACIONES NO
RIESGO ALTO
PERMITIDAS RIESGO RIESGO RIESGO ALTO RIESGO RIESGO
BAJO MEDIO BAJO MEDIO (nunca permitido
(nunca permitido)
nivel A-8)
Longitud fachada
NO NO NO NO
accesible < 5 m
A menos de 25 m de
NO NO NO NO
masa forestal (1) (2)
H: Altura de evacuación
(1) : Tampoco permitida en configuración TIPO C para niveles de riesgo intrínseco medio o alto.
(2) : Con franja perimetral permanente libre de vegetación baja arbustiva.
SEGURIDAD 72
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Riesgo Intrínseco del Sector de Incendio TIPO A (m2) TIPO B (m2) TIPO C (m2)
6 2000 3000
Riesgo alto
7 No admitido 1500 2500
8 No admitido 2000
(1) Si el sector de incendio está situado en primer nivel bajo rasante de calle, la máxima superficie
2
construida admisible es de 400 m , que puede incrementarse por la aplicación de las notas (2) y
(3)
(2) Las superficies que se indican en la tabla pueden multiplicarse por 1,25 si el perímetro accesible
al edificio es superior al 50% del perímetro del mismo.
(3) Las superficies se pueden multiplicar por 2 si se instalan rociadores automáticos de agua que no
sean exigidos preceptivamente por este Reglamento.
Las notas (2) y (3) se pueden aplicar simultáneamente
(4) Configuraciones TIPO C el sector de incendio puede tener cualquier superficie si así lo requiere la
cadena de fabricación siempre que cuente con una instalación fija automática de extinción de
incendios y la distancia a límites de parcelas con posibilidad de edificar en ellas sea superior a 10
m.
(5) Para establecimientos industriales de TIPO B, de riesgo intrínseco BAJO 1, cuya única actividad
sea el almacenamiento de materiales de clase A y en el que los materiales de construcción
empleados, incluidos los revestimientos, sean de clase A en su totalidad, se podrá aumentar la
2
superficie máxima permitida del sector de incendio hasta 10.000 m .
(1) Este requisito no será exigible cuando se trate de productos utilizados en sectores industriales
clasificados de riesgo intrínseco BAJO, ubicados en edificios de TIPO B o de TIPO C, para los que
será suficiente la clasificación D-s3d0 (M3), o más favorable.
(2) Productos situados en el interior de falsos techos o suelos elevados; utilizados para aislamientos
térmico o acústico, como los que constituyan o revistan conductos de aire acondicionado o
ventilación; cables eléctricos, etc. Los cables deberán ser no propagadores de incendio y con
emisión de humo y opacidad reducida.
NOTA: Los productos de construcción pétreos, cerámicos y metálicos, así como los vidrios, hormigones
o yesos, se considerarán de clase A1 (M0)
73 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
R 120 R 90 R 60 R 90 R 60 R 15 R 60 R 30 No se
BAJO No se exige No se exige
EF-120 EF-90 EF-60 EF-90 EF-60 EF-15 EF-60 EF-30 exige
No R 120 R 90 R 120 R 90 R 30 R 15 R 90 R 60 R 15
MEDIO No se exige
admitido EF-120 EF-90 EF-120 EF-90 EF-30 EF-15 EF-90 EF-60 EF-15
(1) Establecimientos tipo C, de una sola planta o con zonas administrativas en más de una planta pero compartimentadas
del uso industrial, separados al menos 10 m de límites de parcelas con posibilidad de edificar en ellas, no se exige
EF a la estructura portante ni a la cubierta
Con independencia a los valores fijados en esta tabla, para los establecimientos industriales ubicados en edificios
con otros usos, la EF de sus elementos estructurales no será inferior a la exigida al conjunto del edificio en aplicación
de la NBE - CPI
(2) - Para la estructura principal de cubiertas ligeras y sus soportes en plantas sobre rasante, no previstas para la
evacuación de los ocupantes, siempre que se justifique que su fallo no pueda ocasionar daños graves a los edificios
o establecimientos próximos, ni comprometan la estabilidad de otras plantas inferiores o la sectorización de incendios
implantada, y si su N.R.I. es MEDIO o ALTO, disponga de un sistema de extracción de humos.
- Será de aplicación a las estructuras principales de cubiertas ligeras y sus soportes en edificios en planta baja.
- Será de aplicación tanto a la estructura principal de cubiertas ligeras como a los soportes que sustentan una
entreplanta, siempre que el 90% de la superficie del establecimiento, como mínimo, esté en planta baja y el 10%
restante en planta sobre rasante, y se justifique mediante cálculos que la entreplanta puede soportar el fallo de la
cubierta, y los recorridos de evacuación desde cualquier punto del establecimiento industrial hasta una salida de
planta o del edificio no superen 25 m.
Para actividades con N.R.I. BAJO, la entreplanta podrá ser de hasta el 20 % de la superficie total, y los recorridos de
evacuación hasta una salida del edificio, de 50 m, siempre que el número de ocupantes sea superior a 25 personas.
- Será de aplicación a las estructuras principales de cubiertas ligeras que, en su caso, soporten, además, una grua
considerada sin carga.
(3) Será también de aplicación a la estructura principal de cubiertas ligeras en edificios exentos y a una distancia mayor
de 3 m respecto al límite de la parcela colindante, en configuración TIPO A.
(4) Se aplicará a la estructura principal de las cubiertas ligeras de los edificios industriales de TIPO A con medianerías
(edificación en planta baja). Esta condición no será aplicable cuando la cubierta sea compartida por dos o más
establecimientos industriales distintos.
Tambien será de aplicación lo previsto en el apartado 5.4 del Anexo II.
(5) Será de aplicación a la estructura portante de edificios de una sola planta con cubierta ligera, cuando la superficie total
del sector de incendios esté protegida por una instalación de rociadores automáticos de agua y un sistema de
evacuación de humo.
2
Se entenderá como ligera aquella cubierta cuya carga permanente no exceda de 100 kg/m .
SEGURIDAD 74
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Elementos constructivos
delimitadores de sectores RF ≥ EF en dicho sector
de incendio
Medianería, forjado o
RF de la fachada ≥ 1/2 de RF del elemento constructivo, en una franja cuya anchura será
pared que acometa a
≥1m
una fachada
Medianería o elemento RF de la cubierta ≥ 1/2 de RF del elemento constructivo, en una franja cuya anchura será
constructivo de ≥ 1 m.
compartimentación que No se exige cuando la medianería se prolonga (corona) como mínimo 1 m por encima de
acomete a la cubierta la cubierta
Ventana y hueco, o
lucernario, de una
Cuando la distancia vertical entre ellos sea < 5,00 m, la distancia mínima (en proyección
cubierta, que
horizontal) será > de 2,50 m
pertenecen a sectores
de incendio distintos.
Cerramiento que
delimita un Será como mínimo EI 120, respecto a límites de parcelas con posibilidad de edificar en
establecimiento TIPO D ellas, a no ser que la actividad se realice a una distancia ≥ 5 m de estos.
(excepto riesgo BAJO 1)
Huecos horizontales o verticales que comuniquen un sector de incendio con un espacio exterior a él deben
ser sellados de modo que mantengan una RF que no será menor de:
75 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Pasillos y
Nº y Salidas, escaleras
Elementos Escaleras y Señalización
TIPO disposición pasillos y Puertas Pasillos Escaleras protegidos
evacuación elevadores e iluminación
de salidas escaleras y vestíb.
previos
Debe satisfacer con la NBE/CPI aplicable para espacios ocupados por los usos no industriales. La evacuación
podrá realizarse por elementos comunes siempre que el acceso a los mismos se realice a través de vestíbulo
A
previo. Si el número de empleados del establecimiento industrial es mayor de 50 deberá de tener una salida
independiente del resto del edificio
NBE/CPI
NBE/CPI
artículo 7 NBE/CPI NBE/CPI
artículo 7 NBE/CPI NBE/CPI
Apartado artículo 7 artículo 7 NBE/CPI
Apartado artículo 8 NBE/CPI artículo 12
7.1 Apartado Apartado NBE/CPI artículo 10
7.2 Apartado artículo 9 Apartados
7.1.1 7.3 7.4 artículo 8 Apartados
B 7.2.1 8.1 Letras a) 12.1
7.1.2 7.3.1 a) y c) 7.4.1 Apartado 8.2 10.1
7.2.2 (excepto b), c), d) 12.2
7.1.3 7.3.2 7.4.2 b) 10.2
7.2.3 cámaras y e) 12.3
7.1.4 7.3.3 7.4.3 10.3
7.2.4 frigoríficas) RD 485/1997
7.1.5 Nota 2
Nota 1
7.1.6
NBE/CPI
NBE/CPI NBE/CPI
artículo 7 NBE/CPI
artículo 7 artículo 7 NBE/CPI NBE/CPI
Apartado artículo 8 NBE/CPI
Apartado Apartado artículo 7 NBE/CPI artículo 12
7.1 Apartado NBE/CPI artículo 10
7.2 7.2 Apartado artículo 9 Apartados
7.1.1 8.1 artículo 8 Apartados
C 7.2.1 7.2.1 7.4 Letras a) 12.1
7.1.2 (excepto Apartado 8.2 10.1
7.2.2 7.2.2 7.4.1 b), c), d) 12.2
7.1.3 cámaras b) 10.2
7.2.3 7.2.3 7.4.2 y e) 12.3
7.1.4 frigoríficas) 10.3
7.2.4 7.2.4 7.4.3 RD 485/1997
7.1.5 Nota 3
Nota 1 Nota 2
7.1.6
D Evacuación y señalización: RD 485/1997 y RD 486/1997. Cumplirán también :
Anchura de la franja perimetral : la altura de la pila y como mínimo 5 m ; Anchura para caminos de acceso de
E emergencia : 4,50 m ; Separación máxima entre caminos de emergencia : 65 m ; Anchura mínima de pasillos
entre pilas : 1,50 m.
Nota 1: Si son de R.A. deberán disponer de 2 salidas alternativas. Si son de R.M. deberán disponer de 2 salidas cuando
su número de empleados sea mayor de 50 personas.
Longitud máxima del recorrido de evacuación según el número de salidas :
1 salida recorrido único : R.B. (*) – 35 m (**) ; R.M. – 25 m (***)
2 salidas alternativas : R.B. (*) – 50 m ; R.M. – 50 m ; R.A. – 25 m
(*) Para actividades de producción o almacenamiento clasificadas como riesgo BAJO 1, en las que se justifique que los
materiales implicados sean exclusivamente de clase A, y los productos de construcción, incluidos los
revestimientos, sean igualmente de clase A, podrá aumentarse la distancia máxima de recorridos de evacuación
hasta 100 m.
(**) La distancia se podrá aumentar a 50 m si la ocupación es inferior a 25 personas.
(***) La distancia se podrá aumentar a 35 m si la ocupación es inferior a 25 personas.
Nota 2: Las escaleras previstas para evacuación descendente, serán protegidas, conforme al apartado 10.1 de la
NBE/CPI/1996, cuando superen la altura de evacuación: R.A. : 10 m ; R.M. : 15 m ; R.B. : 20 m
Las escaleras para evacuación ascendente serán siempre protegidas.
Nota 3: Excepto que se permiten como puertas de salida las deslizantes, o correderas, fácilmente operables
manualmente.
SEGURIDAD 76
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
ANEXO III
Requisitos de las instalaciones de protección contra
incendios
Todas las instalaciones de protección contra incendios, su diseño, ejecución, puesta
en funcionamiento y el mantenimiento cumplirán con el Reglamento de las instalaciones
de protección contra incendios aprobado por RD 1942/1993 de 5 de noviembre y la orden
de 16 de abril de 1998 sobre normas de procedimiento y desarrollo del mismo.
77 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
R.B. : Riesgo intrínseco bajo / R.M. : Riesgo intrínseco medio / R.A. : Riesgo intrínseco alto / S : Superficie total construida del sector de
incendio del establecimiento industrial / S.A.D.I. : Sistema Automático de Detección de Incendio
Nota (1): Cuando es exigible la instalación de un sistema automático de detección de incendio y las condiciones del diseño (Anexo III,
punto 1) den lugar al uso de detectores térmicos, podrá sustituirse por rociadores automáticos de agua.
Nota (2): Cuando sea requerida la instalación de un sistema manual de alarma de incendio se situará, en todo caso, un pulsador junto a
cada salida de evacuación del sector de incendio. La distancia máxima a recorrer desde cualquier punto hasta alcanzar un
pulsador no debe superar los 25 m.
Nota (3): Las BIE podrán ser de 25 mm en establecimientos con NRI Bajo, siendo de 45 mm para NRI Medio y Alto. En establecimientos
de R.B y R.M el tiempo de autonomía será 60 min para una simultaneidad 2; en establecimientos de R.A el tiempo de autonomía
será 90 min para una simultaneidad 3. La presión en boquilla estará comprendida entre 2 y 5 bar.
Nota (4): Cuando es exigible la instalación de rociadores automáticos, concurrentemente con un sistema automático de detección que
emplee detectores térmicos, de acuerdo con las condiciones de diseño (Anexo III, punto 1) quedará cancelada la exigencia del
sistema de detección.
SEGURIDAD 78
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
79 SEGURIDAD
Equipos de protección individual
Dña. Cristina Dosil Albéniz
Técnica Superior en Prevención de Riesgos Laborales de Mutua
Universal
1.- Introducción
La O.M.S. definió el concepto de la salud como el bienestar físico, psíquico y social
de las personas. En el año 1981, fijó como meta que todas las personas de todos los países
puedan tener, al menos, el nivel de salud que les permita trabajar productivamente y
participar de forma activa en la vida social de la comunidad en la que viven. Si nos
referimos a la salud laboral, la meta sería conservar o mejorar la salud del trabajador
evitándole los riesgos que le pueden ocasionar los equipos, los materiales, el entorno y la
organización del trabajo.
La prevención es, por lo tanto, un objetivo importante para la salud del trabajador, y
en este sentido se ha dado un paso de gigante con la promulgación de la Ley de Prevención
de Riesgos Laborales. La ley que entró en vigor en España el 10-2-96 arranca de la
directiva de la unión europea 89/391/CEE. Su objetivo es la prevención para evitar los
daños derivados del trabajo y para promover la salud laboral de los trabajadores
controlando los riesgos y ampliando la tutela de la salud más allá de la simple curación de
los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales. La ley es general
incluyendo a los trabajadores vinculados por una relación laboral y también al personal
civil de las administraciones públicas. A tales efectos, la ley establece las pautas de la
prevención de los riesgos profesionales, para la protección de la seguridad y de la salud, la
eliminación o disminución de los riesgos derivados del trabajo, la información, la consulta,
la participación equilibrada y la formación de los trabajadores en materia preventiva.
81 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 82
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
83 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Marcado CE de identificación: CE
Categoría III
Son los modelos de EPI, de diseño complejo, destinados a proteger al usuario de
todo peligro mortal que pueda dañar gravemente y de forma irreversible, la salud, sin que
se pueda descubrir a tiempo su efecto inmediato, están obligados a superar el examen CE
de tipo. (la mayoría de los equipos de protección respiratoria, contra agrasiones químicas o
radiaciones ionizantes, etc.).
Marcado CE de identificación: CEyyyy
(yyyy: número distintivo del Organismo Notificado que intervienen la fase de producción
como se indica en el artículo 9 del R.D 1407/1992).
El marcado CE de identificación es el correspondiente a la modificación del R.D
1407/92 por el R.D 159/95 de 8 de marzo.
SEGURIDAD 84
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
85 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
B) Trabajos habituales
Guantes de algodón
Guantes de protección para usar bajo otros
Guantes de serraje
Guantes de plástico
SEGURIDAD 86
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
b) FILTROS DE GAS:
1.- Semicareta con filtros
2.- Filtros con máscara completa
87 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
P Partículas
blanco
SEGURIDAD 88
Manual de Autoprotección /
Plan de emergencia
Dña. Elena Penado Nadela
Técnica Superior en Prevención de Riesgos Laborales de Mutua
Universal
Introducción
La primera referencia legal que se tiene respecto al tema que nos afecta, nos la
encontramos en la Orden del ministerio de interior del 29 de noviembre de 1984. Guía
para el desarrollo del Plan de Emergencia contra Incendios y de Evacuación en los
Locales y Edificios.
Posteriormente, la Ley 2/1985 de Protección Civil, en sus artículos 5º, 6º y 12,
establece la catalogación de actividades con obligación de sus titulares de disponer de una
organización de autoprotección y de un plan de emergencia interior para la prevención de
riesgos y el control inmediato de los siniestros que puedan producirse.
Una nueva referencia aparece en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en el
artículo 20 se establece que, el empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de
la empresa, así como la posible presencia de personas ajenas en la misma, deberá:
Analizar las posibles situaciones de emergencia.
Adoptar medidas necesarias
Designar el personal encargado de poner en práctica estas medidas.
Organizar las relaciones necesarias con los servicios externos de
emergencias.
Aquí no hace referencia a ningún documento concreto, pero se entiende que nos
habla del (PLAN DE EMERGENCIA/AUTOPROTECCIÓN)
89 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 90
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
91 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 92
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
Documento 4: Implantación
Por implantación del plan de emergencia entendemos el conjunto de medidas a
tomar o secuencia de acciones a realizar para asegurar la eficacia operativa del mismo
Entre estas medidas se encuentra la que indica que el jefe de emergencia o del
comité de emergencia debe coordinar las acciones necesarias para la implantación y
mantenimiento del Plan de emergencia.
También se debe incluir un programa de mantenimiento de las instalaciones
peligrosas y de los medios de prevención y protección exigibles según la legislación
vigente.
Se deben realizar reuniones informativas a las que asistirán todos los ocupantes
habituales del edificio, en la que se explicará el plan de emergencia.
Para información de visitantes y usuarios se dispondrán carteles con consignas
sobre prevención de riesgos y actuación en caso de emergencia.
El Manual de Autoprotección aconseja efectuar, al menos una vez al año,
simulacros y fijar un calendario de actividades y su desarrollo para la implantación del
Plan de Emergencia y su control.
Legislación
General
Orden del Mº del Interior de 29 de noviembre de 1984. Manual de autoprotección.
Guía para desarrollo del Plan de Emergencia contra incendios y de evacuación de
locales y edificios.
Ley 2/1985 de 21 de enero, Normas reguladoras de protección civil. BOE 25 enero
1985.
Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales
NTP:361. Planes de emergencia en lugares de pública concurrencia.
Específica
En la tabla 1 se relaciona la normativa de carácter estatal existente que contempla la
obligatoriedad de implantar planes de emergencia en determinados edificios, sea por su
actividad, por sus características constructivas o por su ocupación.
93 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 94
La Gestión de la Prevención de Riesgos
Laborales
D. Juan Mariñas Liste
Responsable de Gestión del Servicio de Prevención de Riesgos de la
Universidad de Santiago de Compostela
95 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 96
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
97 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 98
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
1.- Objetivos
- Política de prevención: principios y compromisos.
- Objetivos y programación.
99 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
SEGURIDAD 100
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
IV. Documentación
Para la implantación del Sistema y puesta en marcha de las actividades preventivas
los SGPRL proponen una documentación clasificable en: manual, procedimientos,
instrucciones y registros.
La documentación a elaborar e implantar dependerá del tipo de empresa u
organización de que se trate. Los SGPRL normalizados establecen la obligatoriedad de una
documentación mínima, a partir de la cual las necesidades de disposición de
documentación dependerán de las características de la empresa.
La secuencia de actividades preventivas relacionada en el punto anterior requeriría
de la documentación que a continuación se relaciona.
3. Manual.
Se propone que sea un resumen del SGPRL, con definición breve de cada fase y
alusión a los procedimientos de aplicación en cada una de ellas.
4. Procedimientos.
101 SEGURIDAD
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR INDUSTRIAL
5. Instrucciones.
6. Registros.
SEGURIDAD 102
Ergonomía y
Psicosociología
Ergonomía y diseño de puestos de
trabajo
D. Antonio Fernández Vázquez
Especialista en Medicina del Trabajo. Técnico de Prevención de
Riesgos Laborales del Centro de Seguridad y Salud Laboral de A
Coruña
Por otra parte, la propia Ley General de Sanidad se encarga de recordar que, aunque
las competencias en materia de Salud Laboral, recogidas en su articulado, se llevará a cabo
bajo la dirección de las autoridades sanitarias, dicha actuación deberá guardar una estrecha
coordinación con las autoridades laborales, a través de las inspecciones de trabajo, y con
los órganos de participación, inspección y control de las condiciones de trabajo y seguridad
e higiene en las empresas. Estas últimas funciones, eran competencia del Instituto Nacional
de Seguridad e Higiene en el Trabajo y de sus centros, servicios y gabinetes técnicos.
En este sentido conviene recordar que el traspaso de competencias a las
comunidades autónomas ha comportado que, en la actualidad, una gran parte de la
infraestructura y funciones encomendadas a la Administración Sanitaria y Laboral hayan
pasado a depender de organismos homólogos en las comunidades autónomas, creando en
algunas comunidades organismos con carácter autónomo con personalidad jurídica propia,
donde se concentran las competencias sanitarias y laborales en lo referente al control de la
Salud Laboral, algo que no ocurre hasta el momento en nuestra comunidad, en donde se ha
creado un organismo administrativo de carácter técnico, el Instituto Galego de Seguridade
e Saúde Laboral (IGASEL) según Decreto 200/2004 de 29 de julio, integrado orgánica y
funcionalmente en la Consellería competente en materia de seguridad y salud laboral, a
través de la Dirección General que tenga atribuido dicho ámbito competencial, lo que en el
momento actual corresponde a la Consellería de Asuntos Sociaís, Emprego e Relación
Laboraís, y que se encuentra en período de desarrollo, quedando dependientes de la
Administración Central la Inspección de Trabajo y los cuatro centros del INSHT,
dependientes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Casi veinte años después de la aprobación de la Ley General de Sanidad, y dado
que el desarrollo de lo recogido en aquella normativa en materia de Salud Laboral dista
mucho de lo considerable como mnimamente óptimo, podemos decir que el panorama se
ha visto modificado, de forma positiva, gracias a la promulgación de la LPRL en 1995.
Como se indica en el propio preámbulo de la ley, con la citada normativa se intentaba
cubrir una doble necesidad: “la de poner término, en primer lugar, a la falta de una visión
unitaria en la política de prevención de riesgos laborales propia de la dispersión de la
normativa vigente, fruto de la acumulación en el tiempo de normas de muy diverso rango y
orientación, muchas de ellas anteriores a la propia Constitución española, y, en segundo
lugar, la de actualizar regulaciones ya desfasadas y regular situaciones nuevas no
contempladas con anterioridad”.
Algo que no se ha conseguido en su totalidad pues aún existe normativa vigente de
escaso o nulo valor en las circunstancias actuales.
Más recientemente, la aprobación del Real Decreto de los Servicios de Prevención
y la sucesiva promulgación de las disposiciones mínimas en materia de seguridad y salud
en el ámbito laboral, además de definir las especialidades preventivas en Salud Laboral,
han contribuido a consolidar una nueva óptica de la prevención, al mismo tiempo que
plantean la necesidad de planificarla a partir de una evaluación de los riesgos inherentes al
trabajo.
Es así que si nos centramos en el ambiente laboral y establecemos una relación
entre el trabajo a desarrollar y la salud del trabajador, podemos observar que existe una
interrelación bidireccional, donde se van a producir tanto efectos positivos como efectos
negativos. Así vemos que unas condiciones de trabajo adecuadas van a producir respuestas
positivas en el trabajador, empezando por la remuneración económica, que nos va a
permitir cubrir numerosas necesidades vitales, como pueden ser el acceso a la vivienda, la
alimentación, la educación, o por ejemplo el desarrollo del ocio; siguiendo por una
facilitación en las relaciones sociales y el logro de una mayor autoestima por parte del
trabajador. Desde esta perspectiva, que se opone a la idea del trabajo como maldición, el
trabajo es valorado como fuente de salud.
Igualmente, pero en sentido contrario, es decir desde la salud hacia el trabajador,
observamos que cuando el trabajador goza de de un estado de salud adecuado, es decir un
bienestar físico, psíquico y social, puede desarrollar su trabajo en unas mejores
condiciones, enriqueciendo el entorno laboral a través de las relaciones con los
compañeros, mandos o subordinados, contribuyendo a una mejora en la calidad de trabajo.
Si valoramos los aspectos negativos que se pueden dar en la relación salud-trabajo,
notaremos que una salud en precario, conducirá casi con total seguridad a un bajo
rendimiento en el trabajo y muy posiblemente a un aumento del absentismo. Todo ello se
traduciría, en una disminución de la productividad, algo que hemos de tener siempre
presente, porque será un punto esencial para conseguir la consolidación de nuestros
puestos de trabajo, hemos de alcanzar un nivel de productividad óptimo para que de esa
forma nuestra relación laboral se perpetúe en el tiempo, ahora bien, siempre valorando las
medidas de prevención y nunca a expensas de descuidar la vigilancia de la salud en el
trabajo.
El último eslabón de la relación bidireccional, será la existencia de unas malas
condiciones de trabajo, evidentemente el riesgo de padecimiento de accidentes o de
enfermedad relacionada con el ambiente laboral se vería seriamente incrementado,
situación que se daría cuando las medidas preventivas no fueran las adecuadas, lo que
llevaría implícito un incumplimiento de las principales premisas preventivas.
Cuando hablamos de efectos negativos o daños derivados del trabajo nos
referiremos al artículo 4.2 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, donde dentro del
concepto de daño derivado del trabajo, incluye las enfermedades, patologías o lesiones
sufridas con motivo u ocasión del trabajo, definición que tiene la virtud de superar la
rigidez de considerar daño, exclusivamente los accidentes de trabajo y las enfermedades
profesionales según están definidas en la Ley General de la Seguridad Social. Así desde el
punto de vista preventivo y a la vista de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
debemos considerar como daños derivados del trabajo, todos aquellos problemas de salud
relacionados causalmente con las condiciones de trabajo, independientemente de que esté o
no reconocida legalmente desde el punto de vista de la seguridad social, dando cabida entre
otras a las patologías llamadas emergentes, como el mobbing, el burnout, de las que
posteriormente nos hablará Carmen Ariza, ya que como prevencionistas no podemos ser
tan inmovilistas como los legisladores, que nos obligan a seguir rigiéndonos en cuanto al
reconocimiento legal de las enfermedades profesionales por el Decreto 1995/78, en el que
se recoge el Cuadro de Enfermedades Profesionales y las principales actividades en las que
se pueden declarar, algo que evidentemente está obsoleto y que desde todos los ámbitos de
la prevención se viene demandando una actualización de dicho Listado, del que se lleva
hablando muchos años, pero nunca acaba de salir publicado, pero que a la vista de los
distintos borradores que han circulado, se observan carencias más que notables.
Como respuesta al conflicto surgido entre salud y condiciones de trabajo, surge la
Salud Laboral, que ya en 1950 en un informe del Comité Mixto de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se
definía como la actividad que “tiene como finalidad fomentar y mantener el más alto nivel
de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las profesiones, prevenir
todo daño a la salud de éstos por las condiciones de su trabajo, protegerlos en su empleo
contra los riesgos para la salud y colocar y mantener al trabajador en un empleo que
valoraremos los requerimientos físicos que ese puesto nos demanda, así hemos de analizar
las dimensiones y posturas corporales, con el objeto de conseguir una adaptación plena
entre el puesto de trabajo y la persona en busca de una postura idónea, en donde se
analizarán componentes como la altura del plano de trabajo, el asiento, los asideros o los
elementos de mando entre otras situaciones. Igualmente se estimarán los esfuerzos
musculares necesarios y los movimientos o desplazamientos corporales, de manera que se
evite toda carga inútil o excesiva para los músculos, articulaciones y ligamentos, así como
para los sistemas circulatorio y respiratorio, manteniendo los esfuerzos requeridos dentro
de unos límites fisiológicamente adecuados.
Otro aspecto muy importante a resolver cuando abordamos el diseño de un puesto
de trabajo será todo lo referente a los medios de señalización, representación y control, que
deberán ser seleccionados, proyectados y dispuestos de tal forma que sean compatibles con
las características de la percepción humana, teniendo en cuenta las partes del cuerpo que
van a estar implicadas y, ser dispuestos en función de los conceptos de habilidad,
precisión, velocidad y esfuerzo, para la selección del tipo, forma, disposición, naturaleza,
número o características de funcionamiento.
Un tercer aspecto a estudiar, será la definición del ambiente de trabajo, que deberá
ser proyectado y mantenido de manera que las condiciones físicas, químicas y biológicas
no tengan efectos nocivos sobre las personas, sino que ayuden a preservar su salud, así
como su capacidad y disposición para el trabajo. Importante llegados a este punto, es el
hecho de tener en cuenta los fenómenos que sean objetivamente medibles, así como las
apreciaciones subjetivas proporcionadas por los trabajadores. Se valorará la disposición de
los espacios de trabajo, la renovación del aire, el ambiente térmico, la iluminación y
distribución de los colores con el objetivo de conseguir una percepción visual óptima, el
ambiente sonoro, la exposición a radiaciones o a vibraciones mecánicas.
Por último, en la exposición que no en el desarrollo de un correcto proceso de
diseño, desde el punto de vista organizativo se considerará el desarrollo del proceso de
trabajo, de manera que garantice la salud y la seguridad de los trabajadores, contribuya a su
bienestar y favorezca el desempeño de las tareas que deban realizar, evitando
especialmente aquellas que supongan una demanda excesiva o muy escasa, escapando de
situaciones generadoras de fatiga o monotonía, para lo que habrá que prestar atención al
contenido y repetitividad de las operaciones o al grado de autonomía que el trabajador
pueda tener respecto del proceso de trabajo.
Como conclusión y para reforzar la importancia que debe tener un buen diseño de
puesto de trabajo, hago referencia a los datos de la V Encuesta Nacional de Condiciones de
Trabajo realizada por el INSHT durante el año 2003, en donde la valoración efectuada
sobre el diseño del puesto de trabajo se concluye que “algo más de la tercera parte de los
trabajadores manifiesta alguna queja por aspectos inadecuados del diseño del puesto de
trabajo. Entre los aspectos más señalados figuran: disponer de muy poco espacio para
trabajar con comodidad; disponer de una silla de trabajo muy incómoda; y tener que
alcanzar herramientas, elementos u objetos de trabajo situados muy altos o muy bajos o
que obliguen a estirar mucho el brazo”, apreciando un incremento en todos los porcentajes
de los distintos aspectos de diseño considerados en relación a los años 1997 y 1999, o que
“el 79.3% de los trabajadores señala sentir alguna molestia musculoesquelética derivada
del trabajo” experimentando un continuo aumento en las cinco ENCT realizadas, lo que
nos da a entender el largo camino que queda por recorrer dentro de la Prevención de
Riesgos Laborales y en particular dentro del campo de la Ergonomía.
La cultura en la organización
La cultura se manifiesta a través de los principios, los valores, los supuestos y las
creencias compartidas y marca las pautas de actuación de las personas y de los grupos
dentro de la organización. Cada organización tiene su propia cultura aunque no todas sean
conscientes de ello. Aquellas, dónde la cultura se considera un elemento importante de la
estructura intentan transmitir tanto a su personal como al contexto social en el que se
ubican cuál es el sistema de valores que inspira sus políticas. Así, explicitando cuál es la
misión, la visión y los valores, la organización se identifica y se define.
La misión justifica la existencia de la propia organización y ayuda a distinguirla de
las demás. Indica qué es, lo qué hace, lo qué ofrece y compromete a la organización con un
propósito.
La visión es el futuro considerado en términos realistas, lo que quiere llegar a ser,
lo que pretende alcanzar en un plazo de tiempo. La visión motiva e inspira las acciones y
ayuda a definir los objetivos.
Los valores son los principios en los que se basan las conductas. Se ordenan en una
jerarquía según la importancia que la organización les de y se adquieren a través de la
socialización y del aprendizaje. Hay organizaciones en las que estos valores no son
explícitos por lo que su transmisión se lleva a cabo a través de elementos simbólicos, tales
como lenguaje (argot), ceremonias, mitos o determinadas prácticas. También es posible
encontrarse con que, aparte de la cultura dominante, existen subculturas con sus propios
valores que se añaden a los compartidos por la mayoría.
Cuando hablábamos de los factores psicosociales lo hacíamos de las condiciones en
las que se desarrolla el trabajo, de la organización del tiempo, de los estilos de liderazgo o
de las relaciones interpersonales. La forma en que todos estos elementos se configuran
tiene que ver con la cultura dominante y a su vez influye en la forma en la que se interpreta
la realidad y se toman las decisiones. Una vez que esas formas de hacer y de interpretar
han sido aceptadas y compartidas por los miembros que componen la organización pasan a
formar parte de su cultura.
Aunque en algunos casos encontramos una asimilación entre los conceptos de
cultura y clima, existen algunas diferencias que adelantamos ahora y que explicaremos más
tarde. Mientras la cultura es el conjunto de creencias y valores compartidos por los
miembros de una organización, el clima se refiere a la percepción que los trabajadores
tienen de los elementos que forman parte del ambiente. Se podría decir que el clima se
deriva de la cultura ya que los elementos ambientales se conforman a partir de la cultura
dominante.
Si tenemos en cuenta que la cultura no consiste únicamente en los elementos
observables como manifestaciones de la misma, sino que en ella subyacen los sistemas de
valores y que estos, una vez establecidos y aceptados, son difícilmente modificables,
podemos entender como si nos trasladamos al tema de la prevención, vemos como es, a
veces, tan difícil lograr cambios en cuanto a la adopción de conductas seguras. Hacer que
se produzcan modificaciones desde una cultura no orientada hacia la prevención a una
cultura preventiva supone en muchas ocasiones intervenir en los niveles más profundos, en
aquellos en los que existe una gran carga emocional porque forman parte de la identidad
grupal y porque establecen el marco de referencia que permite dar sentido a los
comportamientos y a las acciones.
El clima organizacional
El concepto de clima está relacionado con la percepción que los miembros de una
organización tienen de la misma y del ambiente laboral. Esta percepción se refiere tanto a
las estructuras y los procesos como a los propios miembros e influye en el
comportamiento. Sin entrar a dilucidar cuál es la relación de causalidad, está claro que la
vinculación con la cultura es estrecha ya que estas percepciones están orientadas e
influidas por ella.
Existen una serie de factores que condicionan la percepción que los miembros
tienen de su ambiente: autonomía, cohesión, confianza, presión, apoyo, reconocimiento,
imparcialidad e innovación. Si todas estas variables están orientadas a facilitar la relación
del sujeto con el entorno y a hacer más grata la permanencia de éste en la organización la
probabilidad de que el clima sea positivo es alta y ello redundará en una mayor satisfacción
laboral y ésta, a su vez, en otras variables como el rendimiento, el absentismo, la rotación
e, incluso, el estrés laboral.
Tal como señalan algunos autores, el Clima de Seguridad puede inscribirse dentro
del concepto más amplio de Clima Organizacional y definirse como una percepción global
de los aspectos de seguridad de la empresa que pueden servir como referente sobre el que
desarrollar la propia conducta segura/insegura o sobre el juicio de los patrones ajenos de
comportamiento seguro/inseguro.
Son varios los instrumentos (cuestionarios) que se han elaborado para medir el
Clima de Seguridad. Sin entrar a describirlos, y a pesar de que no siempre los factores
analizados coinciden, es importante señalar que sí existen elementos comunes y que estos
están relacionados con las políticas de seguridad de la empresa, el compromiso de la
dirección, el entrenamiento en seguridad y las acciones y estrategias específicas en materia
de seguridad.
La posibilidad de estudiar el clima de seguridad y de determinar cuáles son los
factores implicados permite intervenir sobre ellos y establecer las medidas adecuadas para
su mejora y para una mayor orientación hacia las conductas seguras.
Conclusiones
Aunque lo expuesto no es suficiente para profundizar en temas tan complejos como
la cultura y el clima, aquí simplemente esbozados, sí lo es para advertir la importancia que
ambos tienen para el comportamiento organizacional y dentro de éste para el
establecimiento de conductas seguras que puedan minimizar los riesgos y mejorar la salud
laboral. Todos los factores mencionados en relación con estos constructos son susceptibles
de convertirse en riesgos psicosociales y, por lo tanto, de generar consecuencias negativas
no sólo para quien está sometido a ellos sino para la organización en su conjunto.
Como hemos visto, la salud laboral no depende únicamente de los trabajadores y
tampoco sólo de la empresa. El comportamiento organizacional está influido por factores
ambientales, tanto externos a la organización como internos, por el sistema de valores de la
propia organización, que puede, o no, tener en su jerarquía como prioridad la seguridad o
considerarla simplemente como una obligación legal y , por supuesto, por las percepciones,
motivaciones y actitudes de los trabajadores. Son todos esos elementos interrelacionados
los que van a hacer que una organización pueda considerarse segura.
La labor preventiva pasa por conocer y medir todos los factores implicados y
promover intervenciones que tengan en cuenta la influencia de unos sobre otros. La
actuación de las altas instancias organizacionales es central para que estas intervenciones
surtan efecto ya que son las que van a facilitar o a impedir con sus actitudes y
comportamientos el establecimiento de una verdadera cultura de la prevención.
Referencias bibliográficas
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Robbins, S. P. (1994). Comportamiento organizacional. Conceptos, controversias y
aplicaciones. México: Prentice-Hall Hispanoamericana.
Silva Vázquez, M. (1992). El clima en las organizaciones. Barcelona: PPU.
En la fase de alarma la resistencia sufre una bajada respecto a los niveles normales
que permite al organismo prepararse para responder ante la situación. Se producen una
serie de reacciones fisiológicas tales como el aumento de la frecuencia cardiaca o de la
capacidad respiratoria, la sangre se desplaza hacia las zonas de acción y, en general, puede
decirse que se ponen en marcha las defensas del organismo a través de la activación del eje
hipofisario-suprarrenal.
La fase siguiente, de resistencia, es aquella en la que el organismo intenta adaptarse
a la situación. Cuando no lo consigue porque los recursos son insuficientes se pasaría a la
tercera fase, la de agotamiento y es en este momento cuando aparecen una serie de
manifestaciones de tipo psicosomático que cuando se repiten terminan alterando los
órganos y los tejidos y produciendo patologías tanto de tipo físico como mental.
Podría decirse que aún cuando existen factores que se han vinculado al estrés tales
como el ruido, no existen estresores universales. Cualquier situación o circunstancia puede
convertirse en fuente de estrés dependiendo de la percepción que la persona tenga de ella.
Así, lo que para alguien puede ser vivenciado como una amenaza a su integridad para otro
puede ser simplemente un reto, de tal manera que el primero vivirá la experiencia como
estresante y el segundo como algo que pone a prueba sus capacidades, que le motiva y que
le induce a actuar.
Cabría pensar que si el estrés es una vivencia individual y subjetiva es difícil
eliminar los estresores pero esto no es cierto. Si nos centramos en el ámbito laboral vemos
que éste se produce cuando las demandas del trabajo superan la capacidad del individuo
para afrontarlas. No basta pues con abordar el estrés a través de estrategias de tipo
individual ya que es en la interacción entre el individuo y el medio cuando se producen las
situaciones estresoras, es preciso actuar sobre las condiciones de trabajo para que éstas no
desborden al trabajador y se constituyan en una fuente de riesgo.
La organización puede y debe poner los medios para que la experiencia de trabajo
no sea una causa de enfermedad para las personas. En este sentido se puede actuar tanto
sobre el estresores físicos, tales como el ruido, la iluminación o la temperatura, como sobre
los factores psicosociales que pueden convertirse en una fuente de riesgo cuando
desequilibran la relación del individuo con su entorno. La forma de realizar o distribuir el
trabajo, los métodos empleados, la organización del tiempo, la comunicación o el manejo
de la información pueden ser elementos que generen consecuencias nocivas para la salud
cuando suponen incertidumbre, falta de control por parte del trabajador o dificultades para
cumplir con su tarea.
Hay que tener en cuenta que las situaciones de estrés laboral pueden generarse tanto
por exceso como por defecto. Es tan dañina la sobrecarga de trabajo como la infracarga, el
exceso de responsabilidades y la imposibilidad de tomar decisiones, un puesto de trabajo
en el que se exige más de lo que el trabajador puede hacer dadas sus capacidades o lo
contrario, un puesto en el que el trabajador no pueda poner en práctica sus conocimientos y
habilidades.
Cuando esto sucede se van a producir en la persona estresada una serie de
manifestaciones que pueden ser emocionales, tales como el mal humor, la irritabilidad o el
decaimiento; cognitivas, como falta de concentración, pensamientos negativos sobre uno
mismo o incapacidad para tomar decisiones; conductuales, como aumento del consumo de
alcohol y tabaco, dejar de comer o hacerlo en exceso, deambular sin rumbo o disminuir el
contacto social. A nivel fisiológico la sintomatología es muy variada: sudores,
palpitaciones, molestias gástricas, problemas respiratorios, etc.
Pero las repercusiones negativas no son únicamente para la persona que las padece,
la organización también sufre las consecuencias del estrés de sus trabajadores a través de la
disminución de la productividad y de la calidad o el aumento del absentismo y la rotación.
La V Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo del 2003 señala que casi la
mitad de los trabajadores no puede nunca elegir o modificar ni el orden de las tareas, ni el
método de trabajo, ni el ritmo de éste, ni la distribución o duración de las pausas. Señala,
también, el aumento del sistema de turnos rotativos y la prolongación de las jornadas
laborales, en muchos casos sin compensación económica. En relación con el estrés,
tomando en cuenta síntomas como alteraciones del sueño, sensación continua de
cansancio, cefalea, falta de concentración, falta de memoria e irritabilidad, el 5,3% de los
trabajadores presenta tres o más de estos síntomas asociados con las variables que aparecen
en la siguiente tabla.
Tabla 1.- Presencia de síntomas compatibles con estrés (tres o más síntomas) y su
asociación con otras variables. (Fuente: Ministerio de trabajo y asuntos sociales).
http://www.mtas.es/insht/statistics/5enct_ds.htm#tabla82
como amortiguadores del estrés laboral, cuando a su vez son fuente de estrés se suman a
los factores del trabajo produciendo un efecto acumulativo.
% trabajadores % trabajadores
Síntomas no expuestos expuestos
a conductas de acoso a conductas de acoso
Le cuesta dormir o duerme mal 13,7 29,7
Tiene sensación continua de
11,2 23,3
cansancio
Sufre dolores de cabeza 11,9 23,3
Sufre mareos 2,7 8,9
Le cuesta concentrarse, mantener la
2,8 11,0
atención
Le cuesta acordarse de las cosas o
6,1 16,5
las olvida con facilidad
Se nota tenso, irritable 7,4 25,4
Sufre de alteraciones del apetito o
digestivas (náuseas, acidez, 5,4 20,3
digestiones pesadas)
Bajo estado de ánimo 5,2 25,8
Otro 2,1 3,4
Ninguno 60,8 15,3
Referencias
Cortés Díaz, J. M. (1999). Técnicas de prevención de riesgos laborales. Albacete:
Tebar.
Gándara, J. (1998). Estrés y trabajo. El síndrome del burnout. Madrid: Cauce.
Gil Monte, P. R. (2005). El síndrome de quemarse por el trabajo (burnout). Una
enfermedad en la sociedad del bienestar. Madrid: Pirámide.
Hirigoyen, M.F. (2000) El acoso moral. El maltrato en la vida cotidiana.
Barcelona: Círculo de Lectores.
Peiró, J. M. Y Salvador, A. (1993). Control del estrés laboral. Madrid: Eudema.
Peiró, J.M. (1993).Desencadenantes del estrés laboral. Madrid: Eudema.
Piñuel, I. (2001). Mobbing. Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo.
Cantabria: Sal Térrea.
Piñuel, I. (2004). Jefes tóxicos y sus víctimas. El País Aguilar.
Sociedad Española para el estudio de la ansiedad y del estrés.
http://www.ucm.es/info/seas/
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http://www.mtas.es/insht/statistics/enct_5.htm
Velázquez, M. P. (2004 ). Mobbing, violencia física y estrés en el trabajo.
Barcelona: Gestión 2000.
Vigilancia de la salud
El término “vigilancia de la salud de los trabajadores” engloba una serie de
actividades, referidas tanto a individuos como a colectividades y orientadas a la prevención
de riesgos laborales, cuyos objetivos generales tienen que ver con la identificación de
problemas de salud y la evaluación de actividades preventivas.
La vigilancia de la salud en el trabajo consiste en el control sistemático de los
episodios relacionados con la salud de la población laboral activa con el fin de prevenir y
controlar sus riesgos laborales, así como las enfermedades y lesiones asociadas a ellos.
Objetivos individuales:
Detección precoz de las repercusiones de las condiciones de trabajo sobre la
salud.
Identificación de trabajadores especialmente sensibles.
Adaptación de la tarea al trabajador.
Objetivos colectivos:
Detección de patologías en la empresa.
Establecer prioridades en materia de prevención de riesgos.
Motivar la revisión de las actuaciones preventivas.
Evaluar la eficacia del plan de prevención de riesgos.
Esta viene regulada, como ya se ha indicado, en el Art. 22 de la LPRL y en el Art.
37, apartado 3, del RSP, se caracteriza por ser:
a) Un derecho del trabajador garantizado por el empresario, que deberá ser
prolongado más allá de la finalización de la relación laboral en los supuestos en que
la naturaleza de los riesgos inherentes al trabajo lo haga necesario, a través del
Sistema Nacional de Salud.
b) Periódica: debe ser realizada a intervalos periódicos según lo determine el
Ministerio de Sanidad y Consumo y requiere conocer el estado de salud del
trabajador mediante una evaluación inicial después de la incorporación al trabajo o
después de la asignación de tareas específicas para nuevos riesgos para la salud, o
bien al reanudar el trabajo tras una ausencia prolongada por motivos de salud (con
la finalidad de descubrir sus eventuales orígenes profesionales y recomendar una
acción apropiada para protegerlo).
c) Referida al estado de salud del trabajador (derivada de sus factores individuales y
del grupo poblacional al que pertenece).
d) En función de los riesgos inherentes al trabajo, la vigilancia de la salud tendrá en
cuenta factores de riesgos de carácter general y específicos.
e) Voluntaria: esta vigilancia solo podrá llevarse a cabo cuando el trabajador preste su
consentimiento; solo se exceptuarán, previo informe de los representantes de los
trabajadores, los supuestos en los que la realización de los reconocimientos se a
imprescindible para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo sobre la salud
Exámenes De Salud
Definición
Los Exámenes de Salud son todas aquellas pruebas médicas y de laboratorio
destinadas a determinar el estado de salud de un trabajador en función de los riesgos
inherentes a su puesto de trabajo, y, cuya finalidad es:
Comprobar el impacto de las condiciones de trabajo en la salud de los
trabajadores.
Asegurar la buena aptitud para el desarrollo de la actividad.
Conocer si sus características personales pueden convertirse en factores de
riesgos de accidentabilidad para si mismos o para terceros.
Metodología
NORMAS GENERALES:
En función de los riesgos inherentes.
Eficientes en términos económico-sanitarios.
Realizados por personal capacitado y acreditado (Art. 22.6 LPRL y 37.3c
RSP).
Sometimiento a protocolos.
Sometida a sigilo profesional Ley orgánica 15/1999 de 13 de diciembre
sobre Protección de Datos de Carácter Personal (BOE 14/12/1999)
Clasificación
Inicial
Periódico
Tras ausencia prolongada por enfermedad
Post-ocupacional
INICIAL
Una evaluación de los trabajadores inicial, después de la incorporación al trabajo
o tras la asignación de tareas específicas con nuevos riesgos.
Objetivos
Valorar la capacidad del aspirante para el trabajo en general.
Determinar si reúne las aptitudes físicas y psicológicas.
Evaluar predisposiciones a enfermedades que pudieran producirse o
agravarse en la tarea a la que va a ser destinado.
Punto de referencia para luego evaluar las repercusiones eventuales sobre
la salud de las condiciones de trabajo y, en especial, de ciertas
exposiciones tóxicas o, en general, peligrosas.
PERIÓDICO
Evaluación de la salud a intervalos periódicos en función de los riesgos
inherentes al puesto de trabajo.
Objetivos
Verificar el estado de salud del trabajador en el transcurso de su vida
profesional.
Confirmar la aptitud del trabajador.
Prevención de E.P. y patologías derivadas del trabajo.
Promover un mejor estado de la salud.
POST-OCUPACIONALES
En los supuestos en los que la naturaleza de los riesgos inherentes al trabajo los
haga necesarios.
Objetivos
Verificar que no existe patología de origen laboral una vez finalizada la
exposición al riesgo:
Finalizada la vida laboral, por el SNS.
Cambio de puesto de trabajo.