Nombre: Dayra Gabriela Meneses Zelada

Curso: 5to de Secundaria

Unidad Educativa: Boliviano – Argentino
Año: 2024

Amor eterno
Érase una vez en aquella época donde los vampiros eran tendencia,
exactamente el año 1819, se decía que estos existían y que en las noches
asechaban a sus presas fríamente
Aquel día tal pelirroja se encontraba leyendo un periódico mientras se dirigía a
una cafetería, eran las 9 p.m. exactamente, esta no era de creer en tales cosas,
le parecían una completa tontería, justo esa noche la pelirroja llamada Scarlett
se tropezó con un joven bastante alto de pelo negro semi rizado, tenía los ojos
verdes más lindos que esta ha podido presenciar en su vida, aquel chico vestía
una gabardina negra, pantalón de tela negro y una camisa blanca, la chica
quedo impresionada por la apariencia de aquel pelinegro él cual demostraba
dominancia y frialdad, solo lo observó para luego irse sin antes disculparse.
- Disculpa, no me fije bien. - pronunció la pelirroja
- No se preocupe señorita, tenga linda noche. – logró decir el joven
Antes de irse pudo notar que sus ojos de aquel se volvieron rojos, Scarlett
quedó atónita. Pasaron los días y la pelirroja siempre veía a aquel chico,
chocaban siempre, pasando un tiempo finalmente estos se hicieron buenos
amigos, se contaban todo, salían cada noche a ciertos lugares, eran cercanos, o
eso creía ella.
Scarlett se llegó a enamorar de tal joven, se enamoró bastante pero no llegó a
decir nada, lo que esta no sabia era que el amor que sentía era mutuo por parte
del pelinegro el cual se llamaba Demian.
Una noche la pelirroja antes de dormir se puso a recordar todo lo que pasaba
junto a Demian, le gustaba mucho siendo honesta, en ese momento esta
escuchó un golpe desde su ventana, era él, solo que aquel se encontraba con
los ojos rojos, manchas de sangre en sus prendas y todo el cabello mojado.
- ¿Qué te paso, Demian? - exclamó
- Hay muchas cosas que no sabes de mi Scarlett, me siento apenado por
no haberte contado ya que esperaba que esto se fuese, pero no fue así, la
 verdad es que yo soy uno de esos, soy un vampiro, es una maldición
que me pusieron. lo más importante es que estoy enamorado de ti, desde
la primera vez que te vi sentí que serías el amor de mi vida, aún así no
dije nada, tenía que encontrar a mi amor hasta que la luna desapareciera,
te encontré a ti pero yo sé que este amor no es mutuo, así que perdí,
perdóname por decirte esto de esta forma, quería que fuese diferente, te
amo y creo que siempre lo haré, espérame 3 años y yo prometo que
volveré por ti, déjame ser tu primer y último amor, por favor. – alcanzó
a decir entrecortadamente antes de caer al piso, la pelirroja solo se
quedó ahí, lo agarro mientras lo veía sin decir alguna palabra, mientras
pasaba eso Demian solo pudo darle un corto beso antes de desmayarse,
pasando unos minutos el cuerpo del pelinegro desapareció.

- Yo también te amo, Demian - hablo bajo la rojiza

Pasando el tiempo Scarlett esperaba al pelinegro, miraba siempre su ventana
esperando que volviese el chico de los ojos verdes, en cambio Demian se
encontraba en otro mundo, todo era negro, bastante deprimente, era bastante
grande el lugar, esperaba encontrar una salida, pero no hallaba nada, cada
noche trataba de dormir, aunque los vampiros no pueden hacer tal cosa este
solo lo intentaba para pensar en la pelirroja y para creer que todo lo que pasa
solo es una pesadilla, pero no era así, pasaban días, semanas, meses y este no
encontraba una salida, finalmente se dio cuenta que esta muerto, no volverá a
poder ver a su amada.