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3.

LOS JÓVENES Y LA FINALIZACIÓN DE


LOS ESTUDIOS SECUNDARIOS
LO JOVEN COMO CAMPO DE PROBLEMÁTICAS
DE LA SUBJETIVIDAD

El concepto de juventud, especialmente en relación con aquellos que están a punto de finalizar la escuela
secundaria, es un tema relevante que debe ser abordado considerando su naturaleza cultural y social más que
simplemente su edad cronológica. A lo largo de la historia, las fronteras de la juventud han variado según las
épocas, regiones y culturas, lo que indica que es una construcción social más que una categoría puramente
etaria. Si bien los límites de edad pueden ser útiles para establecer datos demográficos, las fronteras de la
juventud están determinadas principalmente por factores culturales y sociales, lo que las hace variables en
diferentes contextos históricos, geográficos y culturales.
En las sociedades modernas, se observa una tendencia hacia la prolongación de las curvas demográficas, así
como una creciente complejización de las estructuras socioeconómicas. Se han generado nuevos
conocimientos y prácticas institucionales, y los sistemas educativos se han diversificado y pluralizado.
Además, las producciones culturales y sus consumos se han vuelto más variados. Todo esto ha dado lugar a
una multiplicidad de grupos de edad, desde niños hasta personas mayores, incluyendo adolescentes, jóvenes
adultos, maduros, entre otros. En este contexto, la pregunta sobre la adolescencia y la juventud adquiere
nuevas características y se analiza bajo una nueva perspectiva.

Entre el significante y la facticidad


El concepto de "juventud" es complejo, ya que abarca una condición de vida que se manifiesta de diversas
maneras y está influenciada por factores sociales, culturales e institucionales, así como por cuestiones
relacionadas con el género y la región geográfica. Se habla de "lo joven" para desestabilizar la noción y
situarla en el amplio campo de las problemáticas de la subjetividad, reconociendo que no es una esencia sino
una construcción que se configura en la diferencia con respecto a lo que no es.
Las categorías de "infancia", "adolescencia" y "juventud" son construcciones modernas resultado de
prácticas educativas, sanitarias y jurídicas, y no reflejan necesariamente realidades universales. La escuela y
la familia han sido instituciones clave en la producción de la subjetividad juvenil, al separar a los jóvenes del
mundo adulto y atribuirles identidades y características específicas en función de su edad cronológica.
La juventud se caracteriza por una moratoria psicosocial, un período en el que los individuos luchan con las
transiciones y cambios propios de esta etapa de la vida. Sin embargo, no todos los jóvenes tienen acceso a
esta moratoria social, lo que genera desigualdades en función de su origen social y económico.
La sociedad necesita de la juventud para perpetuarse, pero al mismo tiempo los jóvenes buscan generar
cambios y transformaciones. La juventud se encuentra entre el significante y la facticidad, influenciada por
la edad, la generación, la clase social y el género. Las divisiones por edades son construcciones culturales
que encubren relaciones de poder y expectativas sociales.
A pesar de las particularidades históricas, hay aspectos de la juventud que trascienden el tiempo, lo que
refleja una condición humana más allá de las formas socioculturales particulares de cada época.

Desustancializar la subjetividad
El concepto de desustancializar la subjetividad juvenil propone un enfoque ontológico que se aparta de las
definiciones estáticas y esencialistas de la identidad. En lugar de intentar categorizar qué es ser joven, se
enfoca en comprender los procesos de subjetivación, que están influenciados por diversas condiciones
materiales, simbólicas y discursivas. En un contexto dominado por la lógica del mercado, la identidad se
convierte en una herramienta de clasificación que también sostiene y reproduce dicha lógica, aunque existen
resistencias contrahegemónicas donde los jóvenes construyen subjetividades alternativas. Desde la
perspectiva de la complejidad, el sujeto se entiende como una configuración única en relación con su
entorno, y desustancializar la subjetividad implica reconocer su multidimensionalidad, sin reducir la
identidad a esencias fijas. Se destaca el espacio "entre", donde se entrelazan relaciones y diferencias, en
lugar de enfocarse en lo individual y homogéneo.

De generaciones
El concepto de "lo joven" aborda la interacción entre distintas generaciones y las barreras culturales,
cognitivas y tecnológicas que las separan. Cada generación está moldeada por su contexto histórico y
cultural, creando una construcción sociocultural de lo que significa ser joven. A lo largo del tiempo, la
percepción de la juventud ha cambiado, reflejando transformaciones en sus aspiraciones y la forma en que la
sociedad los percibe. Sin embargo, estas generaciones suelen ser estereotipadas, lo que puede ocultar las
diferencias internas. La integración sociocultural de los jóvenes implica adaptarse activamente a su entorno,
mientras que las culturas juveniles urbanas representan formas de sociabilidad y resistencia. A pesar de esto,
estas expresiones culturales son rápidamente absorbidas por la industria, perdiendo su autenticidad y
convirtiéndose en productos comerciales destinados al consumo masivo. Este proceso de mercantilización
borra las expresiones originales de los jóvenes y los somete a las dinámicas del mercado y el
entretenimiento.

Modalidades existenciales. Plusconformidad y pulsional salido de cauce


Los jóvenes contemporáneos se enfrentan a la tarea de construir sus biografías en un contexto de
incertidumbre, donde la reflexividad y la libertad individual chocan con la necesidad de tomar decisiones sin
conocer todas las implicaciones. Este proceso lleva a una biografización de la vida, donde los individuos
deben inventarse a sí mismos y asumir la responsabilidad de sus elecciones.

Las trayectorias vitales de los jóvenes oscilan entre la elección de caminos relacionados con sus intereses y
decisiones adaptativas para enfrentar la incertidumbre y la exclusión social. Dos modalidades prototípicas
son las "vidas grises", una caracterizada por la conformidad excesiva y la otra por crisis de angustia y
excesos como forma de resistencia.
La lógica del instante prevalece sobre la anticipación en el proceso de elección, debilitando las posibilidades
de planificación y aspiraciones futuras, manifestándose en apatía y desinterés. Sin embargo, también hay
jóvenes comprometidos políticamente, buscando significado y cambio social a través de la militancia
política y social.
FINALIZAR LA ESCUELA SECUNDARIA
El paso de la escuela secundaria hacia la vida adulta se presenta como una transición crucial para los jóvenes
contemporáneos. Este proceso implica enfrentarse a un momento de cambio y adaptación, marcado por la
incertidumbre y el temor a la exclusión social en una sociedad en constante transformación. La finalización
de la escuela secundaria representa un punto de inflexión en la vida de los jóvenes, donde se reestructuran
las representaciones del presente y del futuro, influenciadas por el contexto social y las condiciones de la
época.
Las temporalidades en los procesos de elección
El proceso de finalización de la escuela secundaria para los jóvenes implica más que simplemente graduarse.
Se extiende en el tiempo y se caracteriza por un desajuste entre sus propios tiempos y las demandas sociales.
Los cambios rápidos en la sociedad contemporánea generan presión y malestar, y los jóvenes enfrentan
dificultades para tomar decisiones sobre su futuro. Adoptan diferentes modalidades existenciales para hacer
frente a este proceso, como la plusconformidad o el enfoque pulsional. La toma de decisiones es compleja y
a menudo genera ansiedad, pero también representa una oportunidad de exploración y crecimiento. Cada
elección es una apuesta hacia el futuro, y aunque puede ser desafiante, ofrece la posibilidad de construir un
proyecto de vida auténtico y significativo.
Las trayectorias transicionales
En el contexto actual, las transiciones de los jóvenes hacia la vida adulta ya no siguen un modelo lineal
predefinido. Las políticas y las instituciones diseñadas para facilitar estas transiciones a menudo operan bajo
la suposición de una integración social equivalente a la integración en el mercado laboral, lo cual ya no
refleja la realidad. Las trayectorias transicionales de los jóvenes se caracterizan por su dinamismo,
movilidad y falta de estabilidad, a veces sin un rumbo claro. Estas trayectorias no se ajustan a las categorías
tradicionales de trayecto educativo o laboral, ni se pueden entender simplemente como pasajes de un estado
a otro. En cambio, representan itinerarios complejos que se entrecruzan y se reconfiguran a lo largo del
tiempo. Para los sectores vulnerables, estas trayectorias pueden transitar por cauces diferentes a los
socialmente instituidos, alejándose de los trayectos educativos y laborales convencionales o combinándolos
de manera irregular. En resumen, la desestandarización de las transiciones juveniles exige una revisión de
las políticas y prácticas para reflejar la diversidad y la complejidad de las experiencias de los jóvenes en la
actualidad.

ALGUNAS INVESTIGACIONES RELACIONADAS CON LA PROBLEMÁTICA DE LA


FINALIZACIÓN DE LA ESCUELA SECUNDARIA
Investigación escuelas ZAP Ciudad de Buenos Aires
La investigación realizada en ocho escuelas de enseñanza media en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
como parte de una tesis de maestría en Salud Mental Comunitaria en 2002, se centró en estudiantes del
programa "ZAP" (Zona de Acción Prioritaria). Se encuestaron a 552 estudiantes del último año para conocer
sus proyectos al finalizar la secundaria, sus expectativas y los obstáculos para cumplirlas. La encuesta
abarcó datos personales, nivel educativo y ocupacional de los padres, proyectos personales futuros,
expectativas y obstáculos para su realización.
Casi la mitad de los encuestados estudiaba en escuelas técnicas, y casi el 40% lo hacía en turnos vespertino o
nocturno. Cerca del 27% trabajaba además de estudiar, mayormente como obreros o empleados, dedicando
unas siete horas diarias al trabajo. La mayoría de los estudiantes trabajadores asistían al turno nocturno o
vespertino, siendo en su mayoría varones. Esta correlación entre el turno escolar y el trabajo refleja la
compleja situación de los estudiantes que deben combinar estudios y empleo, destacando la necesidad de
comprender y abordar las distintas realidades que enfrentan los jóvenes en su transición a la vida adulta.

Los proyectos
La investigación realizada en escuelas de enseñanza media de la Ciudad de Buenos Aires, dentro del
programa ZAP, revela que la mayoría de los estudiantes encuestados tienen la intención de estudiar y
trabajar al finalizar la escuela secundaria, lo que refleja un deseo de combinar la educación con el empleo
para contribuir económicamente al hogar y financiar sus estudios. La mayoría también planea continuar
estudios en instituciones públicas, destacando la importancia de la accesibilidad económica a la educación
superior. Además, un pequeño porcentaje de estudiantes tiene la intención de realizar otros proyectos, como
trabajo solidario o viajes, aunque muchos de ellos enfrentan dificultades para definir o concretar estos
proyectos. En general, el trabajo se percibe como una necesidad económica más que como una oportunidad
para adquirir experiencia laboral. Estos hallazgos subrayan la complejidad de las decisiones y proyectos de
los jóvenes al finalizar la escuela secundaria, así como la necesidad de políticas que aborden sus diversas
necesidades y aspiraciones en la transición a la vida adulta.
Las expectativas

Los resultados de la investigación muestran que la expectativa de estudiar es altamente valorada por los
jóvenes encuestados, tanto por sí misma como por sus implicaciones futuras. El estudio se percibe como
fundamental para obtener empleo, generar ingresos y alcanzar el desarrollo intelectual. Además, se asocia
estrechamente con la satisfacción personal y la posibilidad de cambiar la realidad social. Por el contrario, la
idea de obtener empleo sin estudiar se considera de poca importancia, lo que indica una percepción
generalizada de que la educación es crucial para el éxito laboral y el bienestar personal. Aunque otras
expectativas, como inventar, descubrir o cambiar la realidad social, no son tan valoradas como el estudio,
muestran un compromiso ético y una aspiración a contribuir al cambio y al progreso. En resumen, el estudio
se posiciona como el principal vehículo para alcanzar tanto objetivos profesionales como personales,
reflejando una valoración profunda de la educación en la vida de los jóvenes.

Los obstáculos
La investigación realizada entre jóvenes de escuelas secundarias en Argentina durante el año 2002 revela
que la falta de empleo y la inestabilidad social, económica y política se identificaron como los principales
obstáculos para el logro de sus proyectos futuros. Esto sugiere que la crisis social tuvo un impacto
significativo en las perspectivas de los jóvenes. Además, se observa una tendencia a minimizar las
dificultades personales y familiares, depositando la responsabilidad en el contexto social más amplio. En
resumen, los resultados destacan la necesidad de abordar los problemas estructurales que afectan a la
juventud y proporcionarles un apoyo adecuado para enfrentar los desafíos futuros.

Investigación APORA
La investigación nacional realizada por la Asociación de Profesionales de la Orientación de la República
Argentina (APORA) tuvo como objetivo principal analizar las elecciones vocacionales de los jóvenes
escolarizados en todo el país. Coordinada entre 2006 y 2007, participaron diversas instituciones educativas y
profesionales de orientación vocacional. Se buscaba comprender las características de las elecciones
vocacionales de los jóvenes, comparándolas con estudios anteriores y proponiendo líneas de acción para
políticas públicas.
La encuesta se administró a 4323 estudiantes de último año de escuelas secundarias en diferentes localidades
argentinas, tanto públicas como privadas y de diversas modalidades. Los resultados destacaron la
importancia del estudio como expectativa principal para los jóvenes, con un 86% considerándolo importante
o muy importante. Asimismo, se observó una alta intención de continuar estudios universitarios (67% de los
encuestados) y una correlación entre los estudios secundarios cursados y la elección de carreras terciarias o
universitarias.
Las carreras más elegidas reflejaron tendencias conocidas, como Contador Público, Abogacía, Psicología,
entre otras. Además, se señaló la desinformación de los jóvenes sobre la oferta educativa y los campos
profesionales disponibles. Respecto a los obstáculos, se destacó una tendencia a valorar más los factores
individuales que los contextuales, con un énfasis en la motivación personal y el compromiso para alcanzar
las expectativas futuras.
En conclusión, la investigación de APORA proporcionó información crucial sobre las elecciones
vocacionales de los jóvenes argentinos, destacando la importancia del estudio, la influencia familiar y la
necesidad de orientación vocacional más sistemática en las escuelas secundarias.

Investigación UNTREF
La investigación realizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) en 2010 tuvo como
objetivo revisar críticamente los resultados obtenidos en una investigación previa y profundizar en el análisis
cualitativo de las intenciones y expectativas de los jóvenes al finalizar la escuela secundaria.
En esta "Fase II" de la investigación, se conformaron veinte equipos de investigación con cuarenta y cuatro
profesionales participantes. Se utilizaron encuestas comparativas y grupos focales para analizar críticamente
los datos recogidos en la investigación anterior y permitir que los jóvenes expresaran sus vivencias y
proyectos futuros al finalizar la escuela secundaria.
Se destacó que los estudiantes seguían valorando altamente la expectativa de estudiar en general, seguida de
la búsqueda de satisfacción personal, empleo y obtención de dinero. Se observó un aumento en la proporción
de estudiantes que expresaron la intención de "solo trabajar", posiblemente relacionado con el contexto
socioeconómico favorable experimentado en Argentina desde 2003 hasta 2010.
Los jóvenes participantes en esta fase de la investigación cuestionaron la percepción de excesivo optimismo
de aquellos encuestados en la investigación anterior, considerando que hoy en día hay una mayor inclinación
hacia el trabajo que hacia el estudio. Sin embargo, se reconoció que la mejora en la situación
socioeconómica no eliminaba los miedos, preocupaciones e incertidumbres frente al futuro.
Se destacó la diferencia en las representaciones entre los jóvenes escolarizados y no escolarizados, así como
entre los estudiantes de escuelas públicas y privadas. Esto evidenció que el sistema educativo argentino aún
no ha logrado superar las diferencias de origen socioeconómico, ya que el mercado laboral ofrece
oportunidades diferenciales para los jóvenes de distintos niveles sociales, a pesar de tener credenciales
educativas similares.
En resumen, la investigación de UNTREF proporcionó una mirada crítica sobre las expectativas y proyectos
futuros de los jóvenes al finalizar la escuela secundaria, resaltando la influencia del contexto
socioeconómico y las diferencias de origen en la construcción de dichas expectativas.

Investigación CES
La investigación realizada por el Consejo Económico y Social (CES) de la Ciudad de Buenos Aires y la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires en 2015 reveló que la mayoría de los
estudiantes encuestados deseaban trabajar y estudiar al finalizar la escuela secundaria. Contrariamente a la
creencia común de que los adolescentes detestan la escuela, los resultados mostraron que valoran la
educación y desean aprovechar su tiempo en la escuela para aprender. Además, una parte significativa de los
estudiantes consideró que la escuela les proporciona herramientas útiles para resolver problemas de la vida y
apoya su capacidad de iniciativa y emprendimiento, aunque también hubo una proporción que opinó lo
contrario. Estos hallazgos sugieren que, si bien la mayoría de los estudiantes tienen una percepción
favorable de la escuela, también existen áreas de mejora identificadas por los propios estudiantes.

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