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LA POLÍTICA DE ARISTÓTELES

Libro I – Caps. 3 -5

El final de la Ética a Nicómaco da paso a la Política, ciencia que continúa la Ética


y se fundamenta en ella. La felicidad como aspiración de la vida humana, el análisis de
aquello en, que consiste y los medios para hacerla posible han sido tratados por Aristóteles
en la Ética a Nicómaco, ciencia que a su vez se halla vinculada por fundamento a la
Metafísica. Pero el hombre que es ser-moral, lo es en sociedad, en el seno de la pólis1 que
contribuye al pleno desarrollo de todas sus capacidades; el hombre es un animal político
y por eso en la pólis encuentra su más alta perfección. La Política sigue la misma
dirección que la Ética a Nicómaco, pero desde la perspectiva del legislador, de aquél que
ha de legislar unas leyes con el fin de hacer al ciudadano mejor.
En el primer libro de la Política trata Aristóteles de clarificar y distinguir la pólis
de otra forma de sociedad. En el tercer bloque aborda la economía doméstica; ésta emplea
(usa) los bienes; pero la adquisición de éstos se explica por otros mecanismos. El arte de
adquirir bienes (crematística) conduce a la riqueza, de un modo natural y justo. El modo
de adquisición natural es aquel que responde a las exigencias naturales de supervivencia;
concretamente la alimentación, distinguiéndose tantos modos de adquisición como modos
de vida y viceversa. También se recurre al comercio, primero por el trueque y después
con el uso de la moneda, que se ha convertido en valor de cambio, dando lugar a un modo
de vida y de adquisición artificial y perversa: el dinero genera dinero. De este modo, la
moneda, de ser un instrumento para la subsistencia natural, se convierte en un valor en sí.
Esta transformación obedece a un cambio en la escala de valores: cuando se busca la vida
placentera (la buena vida) en lugar de buscar la vida buena (virtuosa) nace la codicia y
muere la posibilidad de desarrollo del hombre virtuoso.
El último bloque lo dedica al análisis del poder doméstico: es diferente la
autoridad paternal que la marital y la del amo y el esclavo. Siendo estas formas de
autoridad tan distintas y siendo la autoridad un elemento necesario en las relaciones
familiares, se plantea la cuestión de la virtud específica de cada una de las autoridades de
la unidad familiar (el padre, el marido y el amo). Las diferencias no son cuantitativas (de
grado) sino cualitativas (de especie).
Finaliza el libro señalando la importancia de la educación moral de las mujeres y
de los hijos: reside en que la educación ético-moral debe conducir a la educación política,
del ciudadano, porque «las mujeres constituyen la mitad de la población libre, y los niños
han de ser con el tiempo ciudadanos que participen del gobierno de la ciudad».
Para Aristóteles, en síntesis, el hombre era un «animal político»: su actividad en
la pólis no era sólo un componente más de su vida, sino el rasgo definitorio de su
existencia.

1
La pólis es esa comunidad suprema, autosuficiente y anterior por naturaleza a nuestra propia existencia
como humanos. La polis es donde los ciudadanos intercambian opiniones y son hacedores de su propia
realidad en intercambio con otros ciudadanos de igual calibre.

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