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Introducción a la Animación

Sociocultural

Introducción
Muchos países de América tienen poblaciones envejecidas. Argentina es uno de los
exponentes más importantes de esta tendencia. Oliveri (2020) señala que
este envejecimiento responde, principalmente, a los cambios en la fecundidad y
mortalidad, lo cual trae aparejado un aumento en la demanda de cuidados de
largo plazo para las personas mayores, en particular aquellas que requieren
ayuda en las actividades de la vida cotidiana. (p. 1).
En respuesta a esta realidad, este espacio tiene el objetivo de brindar las herramientas
necesarias para el cuidado de nuestros mayores.

1. Antecedentes y aproximación conceptual de la


animación sociocultural
Desde una perspectiva amplia, se puede afirmar que la animación sociocultural ha
existido siempre, y alude al hecho de que, en el momento en que las personas se
agrupan, se produce animación. La primera vez que se utilizó la palabra animateur
(animador) fue en Francia, en un decreto de la Dirección de Educación firmado en 1945.
Por su parte, el término animación se utilizó por primera vez en una reunión organizada
por la UNESCO en Mondsee (Austria), en 1950 (Sarrate Capdevila, 2014).

En los países de habla francesa era muy frecuente la utilización de la expresión


animación sociocultural, por lo que es en el contexto francófono que se encuentran los
inicios de este campo (Sarrate Capdevila, 2014).

Los motivos de la aparición de la animación sociocultural (ASC) están fuertemente


vinculados con las características de la sociedad postindustrial (Sarrate Capdevila,
2014). La ASC surge como respuesta a una problemática en la que su desarrollo
encontró en la sociedad postmoderna un lugar de cobijo y en nuestra sociedad tuvo y
tiene una gran insipiencia en las comunidades de adultos en las cuales la integración es
necesaria para lograr una verdadera inclusión social.

Figura 1: Herramientas para incluir a los adultos mayores

Fuente: [Imagen sin título sobre herramientas para incluir a los adultos mayores]. (s. f.). Recuperada de
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46616/5/Boletin_Envejecimiento_18_es.pdf

ASC en nuestro país y en Latinoamérica


Los orígenes de la ASC en América se remontan a la década del 70. Posteriormente,
con el advenimiento de la democracia en nuestro país, tuvo un gran auge con motivo de
la necesidad de políticas sociales de integración, y la gerontología tuvo un rol principal
para su implementación a nivel social.

La gerontología es la ciencia que estudia el envejecimiento en todos sus aspectos,


incluyendo, para su estudio, las ciencias biológicas, médicas, psicológicas y
sociológicas. Consiste en la aplicación del conocimiento científico en beneficio de los
adultos mayores (Guerra Villarpanda, 2012).

Como veremos más adelante, en sus comienzos, la gerontología realizó aportes


significativos a la ASC, pero hoy resultan insuficientes debido a las necesidades que va
planteando la sociedad actual.

Animador sociocultural
Se considera animador a toda aquella persona que anime a otro a hacer determinadas
actividades. Un animador sociocultural es un profesional que tiene por finalidad elaborar
proyectos y actividades que respondan a necesidades de una comunidad específica, en
este caso, “con los mayores y no para los mayores”. El objetivo es hacer protagonistas a
los ciudadanos.

Gómez García (2008) sostiene que


la animación sociocultural ha sido, durante las tres últimas décadas, el principal
instrumento que hemos tenido los profesionales de la intervención con personas
mayores para promover el conjunto de ideas y actividades denominadas
envejecimiento activo. Al mismo tiempo, aquella se ha enriquecido sensiblemente
con las aportaciones realizadas desde una disciplina, en apariencia, tan distante,
como la gerontología, aunque los vínculos entre ambas siguen siendo débiles y,
en ocasiones, confusos o inexistentes para muchos profesionales, sobre todo
para quienes trabajan en el ámbito de la atención a las situaciones de
dependencia asociadas a la vejez. (p. 1).

Gerontología
Según señala la Dirección de Personas Adultas y Mayores (s. f.), “la gerontología es una
disciplina científica que estudia el proceso de envejecimiento en todas sus dimensiones:
biológicas, psíquicas, sociales, económicas, legales, etc.” (p. 10). Si bien esta ciencia
realiza aportes significativos a la ASC, debemos aclarar que las décadas del setenta y
del ochenta estaban atravesadas por un paradigma que equiparaba juventud con
participación social (Gómez García, 2008).

Desde dicha perspectiva, la falta de juventud excluye a las personas mayores de la


participación social. Desde la ASC se rechaza esta concepción por ser opuesta a todo lo
que representa. Existe, por otro lado, otro estereotipo, el del “viejismo”, el cual ha
difundido “una visión paternalista, propia de la beneficencia” (Gómez García, 2008, p. 1).

Estas concepciones van en detrimento de los postulados de integración e inclusión que


sostiene la ASC, en los cuales el envejecimiento activo es una premisa y una necesidad
en la sociedad actual. Cabe destacar que el concepto de envejecimiento activo remite al
“proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el
fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (Martino, s. f.,
https://www.buenosaires.gob.ar/massimple/envejecimiento-
activo#:~:text=En%201999%2C%20la%20OMS%20defini%C3%B3,medida%20que%20l
as%20personas%20envejecen%22.).

Adultos mayores y adultos jóvenes


Se consideran adultos mayores a aquellas personas en edad de jubilación, esto es,
alrededor de los 65 años. Con el paso del tiempo, el concepto que se tenía de las
personas de esta franja etaria fue cambiando: De pasar de una situación de casi
dependencia de sus familias por poseer un nivel educativo y económico muy bajo a ser
personas consumidoras y con deseos de ocupar un lugar en la sociedad que se les
negaba.

Es necesario aclarar que, con el transcurso del tiempo, el colectivo de adultos mayores
lucha por una identidad totalmente diferente en la que no se englobe a sus integrantes
bajo una misma denominación, y esto es porque las necesidades de una persona de 65
años son diferentes a las de una de 80, por lo que pensar en término de heterogeneidad
es indispensable.

En la actualidad, y debido a las llamadas jubilaciones anticipadas —que le permiten a


una persona retirarse a una edad más temprana—, existe una nueva categoría llamada
adultos jóvenes. Estas personas –que pertenecen a edades correspondientes a los
cincuenta años— hoy forman parte de un colectivo que exige nuevos paradigmas de
integración e inclusión en una vida social cada vez más globalizada. En este contexto, y
como desarrollaremos en las lecturas siguientes, la actividad física juega un papel
preponderante, no solo en términos de beneficios sobre la salud, sino también en
aspectos de la vida cotidiana en general.

Aquella perspectiva según la cual los adultos transitaban sus vidas entre cuatro paredes
y quedaban cautivos de una sociedad que los negaba ha quedado atrás, y es nuestra
intención bregar por ello.

Tabla 1. Diferencias entre adulto mayor y adulto joven.


Características
Adulto mayor 60 años (edad jubilatoria)
Heterogeneidad de necesidades y realidades
Adulto joven A partir de los 50 años (jubilación anticipada)
Nueva categoría
Fuente: elaboración propia.

Referencias
Dirección de Personas Adultas y Mayores. (s. f.). Abordaje sociosanitario de las
personas mayores. Políticas Públicas Integradoras. Recuperado de
http://ipap.chaco.gov.ar/uploads/publicacion/d26db6f89b150d6d08d14a761ccdc8f4855a
d48e.pdf

Gómez García, L. (2008). Animación sociocultural y envejecimiento activo. Un desafío


mutuo. Quaderns d'animació i educació social, (8). Recuperado de
http://quadernsanimacio.net/ANTERIORES/ocho/ENVEJECIMIENTO.pdf

Guerra Villarpanda, D. (2012). Caracterización biopsicosocial del adulto mayor. Revista


Electrónica de PortalesMedicos.com. Recuperado de
https://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/3898/2/Caracterizacion-
biopsicosocial-del-adulto-mayor

[Imagen sin título sobre herramientas para incluir a los adultos mayores]. (s. f.).
Recuperada de
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46616/5/Boletin_Envejecimiento_18
_es.pdf

Martino, C. (s. f.). Envejecimiento Activo. Bienestar físico, mental y social. Buenos Aires
Ciudad. Recuperado de https://www.buenosaires.gob.ar/massimple/envejecimiento-
activo#:~:text=En%201999%2C%20la%20OMS%20defini%C3%B3,medida%20que%20l
as%20personas%20envejecen%22
Oliveri, M. L. (2020). Panorama de envejecimiento y atención a la dependencia.
Resumen Argentina. Recuperado de
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Panorama-de-
envejecimiento-y-atencion-a-la-dependencia-Resumen-Argentina.pdf

Sarrate Capdevila, M. L. (2014). Tema 1: Génesis y evolución de la animación


sociocultural. En M. L. Sarrate Capdevila (Coord.), Programas de animación
sociocultural (pp. 16-28). Recuperado de
https://es.slideshare.net/NuriaCorbalnFernndez/programas-de-animacin-sociocultural

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