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TORO, Alfonso - La familia Carvajal_T1_Parte03
TORO, Alfonso - La familia Carvajal_T1_Parte03
CAR\AJAL
Estudio hisrdrico sobrc los judiot y
a Inquisición
I
dc la Nucva España cn el siglo XV[, basado en
documpntos originates y en su rnryor parrc inú
diros,que se conserven en cl Archivo Generel
de le Nacidn de Ia ciudad dc Mc'xico
Por
ALFOI,üSO TORO
TOMO I
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EDITORIAL PATR IA S.A. MEXTCO D. F.
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y ltrrllnzirr', [),rr& ver de convertirlo, cierto clía el ú]timamente l¡lo t'. A lo r¡rrc llnltaz¿rr Iioclrí¡¡tcz rli.lrt : " l/o l)t'ol)io rliría ol
cil¡r,1,, lr,¡rirlió que confesara tanto a óI como a su hermana Doña rn,on,
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lrrrrlrr,l, rr lo rluo el declarante se ncgó. l,ll¡lolr¡u,s r,l f'r'rrilc, tr<lrrt¡lrcttrlir,trrlo lr rlr¡rrrlo il¡l¡ lt l)¡rnlr, so
[\4ris t:rrde, ya en México, Baltazar insistió en su pretensión, lrllulrnlri t,rrrlvirliri rt st¡ lrct'trulno: ú'YlI r'¡to r,x tlt,r'lttl'ttl'l¡tr, lt l¡tí
lun(luo sólo respecto a su persona, y Fr. Gaspar se negó nueva- vllr,xl ro rnlrl itrlr,trllr".
Inrcnt,c a oírle. Se comprende que el fraile así Io hiciera, sospe- l'r,r'r¡,'¡1r,, r'(,l,rlH(, r'ttloltct's: ttltllt'rt \'rt ltn ltrt rli,'l¡,r tr,¡tti trttrlrl;
clrrurclo que su hermano guardaba la ley c1c Mois6s, y temiendo xillo r¡ttrt lttlol'ltlltlo rlll t'Hlr/)llllll'Ío' \'l¡llllrllllt t'ttlo lltt lrtt rrirlt' l'tt.irr
\,orse obligado a denunciarlo a la Inquisición si tales sospechas tltr lrl t.r,l'r,tt¡ntritr rlr.: /'r,l' :;it¡ttltttt t't u('t't tr(llt trrl¡ iltl¡lrl,t 1,, ltrt rli,'lt,r,
las confirmaba la confesión. Expiícase asimismo Ia insistencia xi ltl¡¡rr ¡,¡¡ ¡,llo lrr,,lr,,.lln',r,1,,", ¡,ttrttrltttrlr¡ l¡¡l¡4t lrr ¡rltrli¡'¡¡ ¡¡¡' l'llri,
rlel penitente en cierne, que entabló una verdadera lucha para volvi¡ttrlr¡ tr llt ltrt'rlr')'¡rirli,itrrloll trl t',,1iIi,,,rrt tltt tlllr'\'n ll t',rlll'rt
eorxeguir.que el fraile tlominico le escuchara en cl tribunal de Hlu.nitxtl'o conlu ririlr, ll rlir,rl(,,r r,illr,trtl('r'rlttrt t't,tt ¡llt¡ t'r','il,llt lttrltttr
ia penitencia; porque de tal manera podría argumentar con él lllf llrf zff l' r,ottlt,rrlr'r: " Attl lttt' Jlllt'ttr'tt rlllrt llt t'r'r'ilrirr, ¡l¡',ir''tttoltlr"', .y
sobre religión, eon Ia esperanza de convenccrle y convcrtirle a trllí ¡rrrt'ttrr)tt ltttr r'orrttrt. (')
la que él estimaba la única verdadera. Arroclillado ante el confe- (Jot¡ lr,ul.irrror¡i,l¡ lrur lr,¡'lr¡irrrrttlr,u rl irutltt«'ttlrlos, rrot¡t¡r cl'ittt ltls
§or, no habría para Baltazar peligro alguno en explayarse, ya rl¡ stts ¡rrr»¡rios lrclrrrirrrr¡s.y tttttrlt't', cl ¡rrttrrttso rlc /,r¿f.s de C«,t'lltt'
que Fr. Gaspar, como saccrdote, cstaba obligado a guardar el jal, t:l ,tno1o,lcrrít r¡uc ln:rrchar «lc allí elt ¿rdclantg como sollrtl
más ,profundo secreto sobrc cuanto allí lc di.icr:r. It)l fraile, en balsas de aceite.
Verdad es que el joven judío había negado serlo cn strs pri-
i
bílr saberse ni revelar§e por ninguno, ni inquisidor, ni ministro, l,os infelices detenidos vivían clentro de la prisión en angus-
iri familiar, ni reo. Desde el inquisidor apostólico gue_ tomaba po- l,irr pcrpetua, Iuchando con sombras vanas e impalpables, deba-
lscsión de su cargo, hasta el acusado que salía de^
lal cárceles' lií,ndose entre dudas, sospechas y suposiciones sobre quión pu-
;;á;. sin excepción, juraban guardar penas la más profunda reserYa ¡licra ser su acusador, v sin imaginar siquiera muchas-veces Ia
áe crarrto habían ,irio o sabido, bajo tan graves, qle d'i- (:,llrsa de la captura. ¡ Cuántos temores de perjudicar a otros t
ii"ii si no imposible, que alguien se atreviera a tener la me- ¡()uírntas dificultacles para luchar contra acusaciones y sospechas t
nor "ru, ¡Orrántas posibilidades de que todo se fuera intrincando de la
^."- imprudencia". (o)
p;;, que el Sr"to Oficio pusiera en marcha toda su com.p!i- rn,rncra más funesta, si el proceso no terminaba pronto y se con-
más leve, la
*d;y;;*nla máquina proceial, bastaba eIdeindicio un malqueriente;
¡ru¡n¿ban nueva,s aprehensiones !
á.oo".iu más absu-rda, ei simple anónimo No pocos de los presos, encadenados en oscuros calabozos,
.f usar del anónimo etá po" demás inútil precaución, ya r¡r¡rl alimentados, cargando constantemente el juicio sobre tales
"""q"á
ñ; j;;á; se revelaba al acusad'o el nombre de su acusador'
=-- tirru vez aprelrendido un pre§unto delincuente, se empleaban
r:rrcstiones, eautivos durante varios años se daba éI caso
-puesacababa4
rlc r¡ue los inquisid.ores los echaran en olvirlo-, por vol-
una confesión
toda clase de insidias y asecha-nzas pala arrancarle vcrse locos. Para que no se crea que exageramos, debe tenerse
por el terror- drr cuenta que la ley no señalaba plazos para la tramitación y
--- Ad.-ás, el que caía en las mazmorras inquisitoriales, no rrr»nclusión de los procesos inquisitoriales, y que, en muchas ocasio-
mala fe o el error
tenía realmeht. aáf.rr.a alguna en contra cle la rrcs, los jueces se desentendían por completo del cumplimierrto de
pues jamás se le descubrían
de sus acusadores o ¿. loJtestigos; xus deberes, o bien procedían en contra de los acusados por mala
lo. *-rres ni de los unos ni de los otros, ni se le- careaba con volrrntad., por odio o por cohecho, como se vió en la visita quo
ocultar cualesquiera cir- ¡rurndó practicar el consejo supremo de la fnquisición de Espaíra
ellos, sino que antes bien se procuraba
oirlod de las cuales pucliera venir en conocimien- rt lt Inquisicinó de México, en L645. (8)
""".i*.ir*^.r,
to *L;;';;qürtiár*."ild;;;
quiénes, los tales, eran' Cierto es que al terminar el proceso se daba urr rlcfensr¡r n
'" de también procetler de manera arbi- Lrs ircusados; pero realmente el papel de éste cra síllo rrorrrirrrtl y
procesales eran se- rlr,rrorativo, pues considerando las leyes como c«imlllirros rlo los
:traria áorurt. el juicio, ya -losque las formas
y desconociau. a. reos, e imposiblg que se llegara E lr¡r'c,ies a cuantos les prestaban ayuda, conscjo o socorr'o, cl ¡rrr¡rol
"..tu*
clescubrir los abusos y arbitrariedacles de los
jueces, puesto que, rlll ¡rhogado patrono se limitaba a sugerir a su tlcfcntlirlo rrlr.irrrrrrrr
n"*o* ai"no, áuantos intervenían en los juicios debían Irr lrlrcjía de que se le inculpaba, confesara su culpa y ¡rirlicrn rrri-
"o*o
p.e*tu juramento hu qo" guardarían el m'ás profunclo sigilo de ar,r'icordia al Tribunal de la Inquisición.
Vcnía a ser ésta, más que un verdaclero tribunal, algo rrsí
cuanto vieran Y oyeran.
Itln los pro".Jo. no sólo no se reproducían _íntegras las de- rto,no un comité de salud pública religiosa, cuya acción, arlcrnñs
cl¡rr¡rt:i«rncs ile los testigos, sino que cuanclo aquél era terminado rlr, lr,rriblo, era repugrlante, ya que perseguían no sólo a los vivos,
y-n,, l,:r,,í* la publicacián de p"oúu.rat, sólo se claba al acusado rirr,r r¡rre cxhumaba los huesos de los muertos, clc acucrdo con los
..1*rr,ilrri¡lrl,o tlc los cargos lañzados en su contra, pero no de
las rrfirrorros t¡uc así previenen se haga con los rcstos de todos los cx-
ttutrrrrl¡llrrlos, t'a fin de que no profanasen la tierra bcndita colr-
I)(!r'lloruttl t¡ttc lrls sustentaban.
l,lr.vrrlilrs0 t'l strcreto a tal extremo' que cuando se creía pre- mrl{r',r(ln ¡r la sepultura de los fielest'. (o)
giup ,¡rrl r.l ¡rlrrsirrlr¡ l'ttcr¿ idcntificado, únicamente se_le mostraba l'li ¡r,r ubjuración cle sus errorcs Iograba cl acusado cscirl)rrr
rr l,l.rrvi.rr rlr,tttut l{l'll('slt ¡lttrlrta Con CeIOSía, en que había UnaS hO- tlp lrr r¡¡rrr,rl,c cn la hogucra, ollo por regla general nr¡ lo libr¡rbn
rnrlrrcion,,¡r lr.rtluri,,ort r;rtlt:tl)ot:ados, al scsgo, a fin dc que los tes- rl rl. lrr ¡rrisión per¡lctua, t¡uc tcnía por objcto imp«lir ln ¡rro¡rrr-
li¡¡or ¡rrrrlicr'¡rrr \'('t' ttl t't:o si¡t sr:r vistos ptlr írl' (') IHririrr rlo llr lrcro.iín, ni rlc l¿ colrfisc¿ción dc bicncs, ni rlcl srrrrr-
:ll{r Ar.r-oNso Tono Iil. l)rurruirr I)rror:l;so lIi Lt'¡s r¡¡.: (l.t¡rv¡r.lrt., tit, Mozo $lI
la vitla dificilÍsima crr l¡n& s«rcicrl¡ul l,rrrr prtt-
Irt.nil,«r, «¡rrc lracírrn
l'rrnrl¡lrrrcnlc fanática como lo era Ia socictl¿rd colonitl. tA totk¡
esto sc :rgrcgaban muchas veces los azotes y cn todo caso las poni-
tcnci¿rs y la infam,ia, tanto Jlara él como p¿rra todos stts tlttsct'tt-
dientes, en los términos que antes hemos referido. .Además, torlos
! los inculpados de herejía sufrían la excomunión y quedaban, por
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*l qiÉ lo tanto, separados del gremio cle la iglesia y de la vida civil. ('")
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La absolución pura ¡. simple era rarísima, hasta el punto que
d: no hemos encontrado una sola, ni en los innumerables procesoe
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*E inquisitoriales que hemos rcgistrado, ni en los que figuran cn la
;i\ N "Ifistoria del Tribunal rlc'l Snnto Oficio rlc la fnquisicií»r en Móxi-
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c¿ *# co", por Don.Iosó'l'<lribio I\l«rrlirtir, «¡u«r cx:trninó los ¿rrcltivos tle
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la Inquisicitin rlc fi)s¡rirñ:t.
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Irlrlrr,nlr', «1ir:r':'(l/ils s('lrl,ollci:rs rlc absolución sort tan raras
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en cl Snnto Ofici«r, (luc no llcgnn a una por mil y tal vez ni cle dos
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mil. . . " Y añade qlrc rar¿r vez se daba al procesado satisfacción
;;o púLrlica cuando el Santo Oficio, por haber incuruido en error, te-
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HO nía que absolverlo después ile probar su inocencia, por lo que exis-
tía un provcrbio así formulaclo : " Quicn cntra en la fnquisición,
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lJ-:@ siempre sale chamuscado, cuando no sea quemado y negro como
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F'E c un tizón". (")
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\o Sin <'mJrargo, hernos encontrado un caso único cle absolución
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y rchabilitación, crrriosísimo por Ias ceremonias con que ésta se
oq) llcvaba :r c,fc<,to. Ocurrió cn Lima, cn el auto de fe que celebró
EE Ia Inquisir,ión cl 19 de octubrc ile 1749, en Ia iglcsia rlc Santo Do-
Oá mingo, sicndo el clcsagrtrviarlo Don Juan dc Loyolá, acusado f¿l-
samente rle hcreje ¡, judaizante, que murió por los años de 1745
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en las prisiones clcl Santo Oficio. Scgún refiere Llano Zapat,n,
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citado por Ricarrlo Palma, de quien tomamos estos datos, a las
¿ >.á seis de la mañana pasaban clc trcinta mil personas las corlgrcg¿-
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das cn el tr¿ryecto que dcbía recorrer la procesión del auto d«r fo.
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I'cro rle,jcrnos 1a palabra al escritor últimamentc citaclo:,,Irls-
l¿J (§ l:r snlir'r ¡r lirs or,.lro rle la cas¿ inquisitoria), en Ia forma siguiont,c:
ñ ÉE lllrlts rlr'l ¡rot'l cr'«r rlel Srlrlo Oficio scguían los reos vosl,irl«¡s rrorr
ú Itrs irrsigrrilrs ¡rttrilcucirtlcs, v ir«'ortt¡rirñad<l cad¿ ruro rle rlos ¡rrttlr.i
nos, Itrlnor'(lll(,s('ircorrl:rlur ir .lr'rvt'rrcs <lc la ¿tristocrit«riir, lilrrr.ñ¡t.
,'\ poc:t tlisl,¿ttl«'iit. ilritn rlos lrrt:i¡.y1¡li, rkr Irr,iosit librc:r., rx»rrlr¡r'ir,rrrlo
una cstatu¿[ (lLltl llcviLlrit ttl ¡rcclro rrrrir, lír¡nin¿l 11c ¡lltl,rt r:o]r r,l ¡o1¡l
bre dc DON .ltlAN I)11) l,oYol,A, r¡rro f¿rls:rrn«rrrlc r¡r.r¡Hlrrlo rll
$r2 Ar,roNso Tono fi¡, Plr¡rvl¡r¡r I)rrr¡t:riso ¡r¡,: l,u¡s nr (l,l¡tvlr.lnl,, nr, Mozo 313
lrrrro.jo y .fudío judaizante, murió por los años de 1745 en las pri- cio, sólo sc Ios colrrlclró rr ¡rrosirlio ¡ror¡lcl,tto cr¡ Vlllrlivir y ir tlos-
xir¡r¡c¡r rlol Santo Oficio. La estatua iba vestida de lana blanca, cientos azotcs, y n(, rI lrr lto¡4ttortt, co¡I¡(, lrt l¡trrrc«lí¡¡l¡.
color t¡uc simboliza Ia inocencia, con sobrepuesto de oro de Milán, Al día siguicrrtc rlcl llul,o {lc l'1', .y (rn (!llnrplirttiotri.o rlc llt. son-
bol,r¡n¿rtlura de diamantes y joyas de cuantioso precio. En la de- tencia, cuatro lncayos corr lrr.ioxn 'lilrrr,lr I'rrur,ilrrrlll rlo ¡rlrtl,rt, gttiu-
rocha llevaba una palma, símbolo de su triunfo, y en la izquierda ban con cordones de sc<hl ol rrlrrgníl'irrr¡ rrlrlrtrlk¡ (rrr rlurr ¡rollro Hilllt
un bastón de puño de oro con riquísima pcclrería, por haber ejer- de terciopelo carmesí borclnrla rlo ¡rlnl,t, (rorr r,Hlrilrox y lrllrilllr,io
cido en la ciudail de Ica, de clonde era nativo, los honrosos y dis- de oro, iba la estatu¿ de Don Juan do l/oyolr[, r¡ttrr frtír ttxl ¡rtrxt'tttltt
ftinguidos cargos de alcalde ordinário y maestre de campo de la por la ciud.ad, y el 8 de noviembre, corr l{nrl¡ (,on(lr¡r'xo rlr' ¡rttoltlo
caballería. Don Juan de Loyola descendía de la ilustrísima casa y nobleza, se celebraron suntuosas exequias, cn ltttttor rlo l¿(,vt,lt¡'
de este apellido, en Guipúzcoa y se tenía por deuclo del jesuita en la iglesia de San Pedro, tlonde sus restos fur¡rorr ur,lrr¡ll,r¡rlox,
San fgnacio. Creemos que tan cxtraordinario caso de rahubilil,rroió¡r (!ñ
r(Después de la estatua, venían dos caballeros llevando Ia, ca- único en la ]ristoria rlcl Santo Oficio, y suponémoslo «lcbirk) rr (lu(t
juela con argollas dc plata en que iban guardados los procesos los jesuítas, quc sicnrprc csttrvieron en buena armonía colr los ill-
y sentencias... Sobrcsalía entre la nobleza, por la esplendidez quisidorcs, no quisicrorr quc su santo funclador quedara emp¿Ircll-
de su vestido, Don f¡¡nacio clc Loyola y Haro, a quien el Tribunal, tado con un ltereje muerto en la Inquisición. (")
on reparación (o la cnlurnnia rlc quc fué víctima su hermano Don Ahora bien, volviendo a nuestro asunto, recordamos que yll.
,Ju&n, acababasdo lror,ru. con ol título clc alpJuacil mayor de la en capítulo anterior dejamos referido cuáIes fueron las primcras
fnquisición cn fcn. declaraciones de Luis d,e Caraaial, el, rnoeo, ante los inquisidores.
ú'El clórigo I). S¿¡'rcho (lo l/oyolt y los putlrcs fray Francis- Estuvo en ellas negativo respecto del delito que se le imputaba,
oo y fray Marcclo do l.royola, «lcl ortlen seráfico, sobrinos del re- incurrió en notables contradicciones sobre los últimos hechos an-
habilitado Don Juan obtuvieron cl título de familiares del Santo teriores a su aprehensión, tanto acerca de él mismo como de su
Oficio". hcrmano Baltazar, y mczcló sucesos ciertos y falsos, de manera
Sigue Palma describiendo el auto de fe, y luego dice: ..En tan cmbrollada y confusa, que, ateniéndose tan sólo a su propia
seguicla se leyó la sentencia por la que se rehabilitaba la memo-
narración, es imposible avcriguar la verdad. Lo que le ocurrií¡
en aquellos clías no Io sabríamos con exactitud, a no ser por las
ria de Don Juan de Loyola Haro de Molina, natural de Ica, en declaraciones de testigos imparciales; pues por su tendencia a
cuyo cabildo fué regidor de primer voto, de estado soltero, y que ,exagerar y ver en todo circunstancias maravillosas, aun en slt
falleció a los sesenta años de edail erl la cárcel de la Inquisición. autobiografía incume Luis en notorias falsedades.
Dispúsose que se levantase eI secuestro de sus bienes, que sus Lo cierto es que después de las tres moniciones de ley sin c¡uo
¡»rricntes pudieran, al día siguiente del auto, pasear su estatua Luis hubiera confesado cosa alguna de importancia, en vista tlc
or¡ un caballo blanco enjaezado, exhuTnar el cadáver que por man- que el acusado era menor de edad, pues aun no había cumplido
rlnl,o dol Tribunal, había sido sepultado secretamente en Ia Be- veinticinco años, se procedió a nombrarle curador ail litem, <1a-
«rr¡l,hl,n rlr¡minica y hacerle públicas exequias,r. signándose para tal cargo al Licenciado Gaspar cle Yalclés, abo-
Itlll .l ,lisrno auto de fe se condenó a los esclavos José pan- gado rlcl Santo Oficio, r¡uien previa la protesta respectiva accptó
l,nlorin, lt'r'nr¡cisr:o dcl Bosario y Juan de Hermosilla, a este últi- y juró cn form¡r dc rlcrccho, ayuclar y defender a L,uis dc Cnr-
nro (\n orl,ttl,r¡tt ¡lur lraller muerto en el torm,ento, y a Catalina de vajal, "su mcnor, bicn v diligcntcmcnte..." (")
vorn, irrrlit l¡rvlurrlrrrrr, por haber todos ellos calumniado f¡ su &mo En soguida sc nol;iflicó a ambos que el fiscal, Doe.tor l¡«rl¡o
l)olr,lunrr rlo lrr»yr»lt. I¡os trcs primeros salicron al auto (;olr in- Cluerrero, iba a poncr acusación en su, contra, como lo hizo ilrrror¡.
ni¡¡rrinn rlrr l,cxl,i¡¡ox lirlsos, y por par:ticular mcrcod rlcl Snlrl,o of i- tincnti.
:il4 Ar-r'oNso Tono El Ptttuan PnocRso nn Luls l)li (lnltvl,lAl.' I';1, Moz.o Xllt
\'¡r sc vo (lllc no se apuró la averiguación hast¿l el final ni se Después de julio de 1589-, conforrnc tr las lCyt's l)r'o(tr!
urr,illri:r, l,uis a tormento, a pesar rle que sus tlccl¿rraciones eran -31
sales dei Santo Oficio, se le mandó correr traslatlo tlg lit lttrttsti-
rrolori¡rrn,r'rrtc diminutas y contradictorits, y sc comprende que (ll¡(! (tl¡
cirón para que la contestara con parecer de letraclo, tlc los
lrsí sr¡t,trrlicra, conseguido como estab:r cl ob,icto ¡rrincipal que per- eI Santo Oiicio ayudaban y defendían a }os reos, que crrtrt ¡l l,i-
strsrríirn los inquisidores, de perjuclicar ¿rl gobernrrlor Lu,ts de Car- Luis
cenciado Gaspar de valdés y el Doctor Vique, habiendo okr-
utt,.itrl,, el oieXo. ('n)
giclo al primcro. (")
Itln cuanto al fiscal, acusó al mozo dc quc siendo cristiano En'seguicla sc hizo relación cle su respuesta ante el curatl«rr,
l»rrrlizatlo, se había tornado hereje y apóstata, pasándose a la ley
oue lo era el mismo lctrado, ¡'éste prestó juramento "de aytt-
dc I\{«risós; de haber lavado el cuerpo a los muertos, ceremonia a1* v-aáiá"áer bien y fielmente alegando por éI sus justas y dc-
rlc cstr.lcv; dc ser muy leído en e1 Vicjo Tcstamento, citando a bidas defensas según Dios y *o coo.i"ncia y Io que dcbe ¡, es obli-
l«rs profcl,irs, cspecialmente a fsaías; cle quc ciertas personas sus gado y que de todo guardarír sccreto"'
{ron,i rrrrl.irs, (llro sosl)ochaban su juclaísmo, }rabían discutido con éI - oomo se ve, aparcntcnrentc pot' lo menos, el reo disponía_cn
uolrro lrr vr,lrirlir rlc (}'isto; dc que al saber la prisión de su her- la Inquisición rlc totlos los rnotli-os c1c dcfensa; pcro la realidatl
rrutrur lrirrlrr,l, lrttl,i¡ ,',,,, Illrll,¡tzitr a ]a Yeracruz, engañanr'lo luego era otrÍr, pll()s, colllo tlicc Irlorcnte: "Dc toclos moclos, sirve muy
lrl lrilrurrrrl rlr, ln lrrr¡ttisilií,n, y rlc llirlror cometido otros delitos de poco tctrcr buctr abogaclo, poxlue no se le confía jamás el proceso
r¡rtr, lo rcuHnr'írr r,n lrr ¡,r'osr,ttu,'irirr rlc lit <':ttts:1, conto eran haberse áriginal, ni se lc pn.^it.'hablar a solas con cl rco. LIn secretario
¡rrorlrtcirlo r,orr l'lrlsr,rlr¡rl r,n slrs rlclllrt':rciolr(.s, no llt,rtt¡ttciartc'lo a sacá estracto de lo que resnlta rlela inf orntación, su'maria' ponien-
loH,itrrlíol, ¡rot'lo rlltl r,r'r l'ttt'1,,t', t'r'r'r'¡rl.ttrlot'r'r'ttl'ltlrt'irlrlr rlo c)los, do las declaraciones cle los tcstigos, mutiladas no sólo cle los nom-
v rrírrrr¡llir,r,rlr, los rlr'lilos ¡rot'lttlr.s lrorr',ics cr¡lltr,l,itlos. Itor to<lo ibres apellidos, sino rle las circunstancias de tiempo, lugar y
y
t,slo lr,r'rrrinrrlrtr ¡rirlicrrrlo sr,rlr,«rllrnrrir su ¡r<rrrsrtcií»r I)or vt'rrllt«lera corrtesie., y lo que es peor. de Io que los testigos mismos digan cn
y srr it¡l,r,ltcirin ¡ror lrictt ¡rt'olxtil:t, ¡':tl tliclro T,uis clc Carvajal ttpor favor del preso, omitienrlo totalmente las declaraciones y ann la
Ircrt'.ic, .irrrliriziutlc, apírsta{,:t tlc ltucstr¿r santa fe católica, factor, existencia y cI cxamen de los que, preguntados, amonestaclos y
r,rrcubrirlor rlc jutlíos y cul¡rado dc los delitos clc que lo acusa, y reconvenci.io. las citas, han permaneciclo oonstantes en dccir
lr:rlrcr incurriclo en scntencias rlc excomunión m,ayor y estar liga- "o,
que nacla saben. El estracto va acompañ¿rdo dc la censura clilda
rlo on ollas, y lc maltden relajar -v rela;ien a la justicia y brazo for los calificaclorcs y clel perlimcnto de posiciones Y acusaciones
r¡s'lu', pol'que a é1 sea castigo y a Dios ejemplo, pronunciando ton las respuestas dól reo. Esto sólo sr: le concerle al abogitrkr
sus lrit,ncs por confiscados y pertcnecct' a I¿r cárnar¿r y fisco tlel en la sala dcl tribuna,l, acloncle se ]e con\:oca, y los inquisidorcs lc
rr,\' rrrrcstro señor". haccn promcter que clespuós de visto el expediente c]efcnclcrít itl
" Y «rirso quc mi intenciórt IIo sc tló por bien probada, si con- pr.eso en lo ;fusto, y 1e desen.qaírará, si no tuvierei clcfcils¿r, oll (111.\'o
virrilrr', Tritlo scra puesto ¿I cuestiórl de tormento, en que éste per- c¡rso Ic exhortará a que implorc la misericorclia dcl triltttttttl, cott'
Hr,\'(,r'(' lursl:r r¡tto cnterarnentc confiesc la verdad... " (") fl,slnrrlo plcnamente y de buena fe sus culpas, maltifcstlrrttl«r vtlr-
l,r¡is colrlr.st«i csta acusación, cliciendo, en t'esttmcn: scr vcr- rlirrlero :irrr,¡lcrttitniettto, ¡' piclicndo Ser leconciliado con lil Iglrr
rlrrrl ,¡rrr,il cr';r «,r'isi i¿uro viejo quc iguorab:r que el lavar los cuer' si:t ". ( '' )
¡ro:r ,1,, lr¡rr rrul.r'los f'ttor¿l corcmortia juclaica,v que si orclenó que Ir)ll l¡rlr,s <,olrrlir,iorrcs, (.olr irlrogtrlos cscogiclos, tlttc ttrtttt rlr'
urr r,rr,.llrr',r l;rr':rr';¡ r,l crcrTro r'lc su padre, fué por estar sucio y no ¡lclrrlir.rrtt's rlll l{rrrrlo ol'ilio, \'l)or lo liulto earcrtíitlt rlt'ittrlr'¡rltt
¡ror lurlrr,¡ 11¡ ¡',¡11r, rn:ur(llrrlo; r¡tre IIo erA ]eíilo en los profctas; que tlenciit, (luc n() ¡rorlílur rrlr,rl'lrr liln'r'trtclrl(, 1)ol'1,cnt«lt'r1c ¡rltsltt'r'()lllrr
Irrs ¡rlrili,,lur,¡r,'l¡rrlrílr lr,r¡irlo t,uittro o cinco v(,ccs con Fr. Cas¡lar cómplicgs y ctrcttlrt'irlor'('s {lc lrorr',ics,5'tlc ittttttt't'i r I'tt ltts ¡r,'tttttr
su lr,,r'r¡¡¡urr)r (¡r'irn rrolo lriu':r,illnn(¡n1,¿r su tlcvotliólt y l'to f):lrll J)rc- que cllos, l¿r rlcl't,rrs¿r sr lirlril¡rlrir ir ¿¡1,otts«,,iitt'itl t'r,o t'tlttl't'rtltrrr rttrr
rlir.rrrl,,,.v rrr,¡1ri lrrrlr¡ lr¡ rl,,nr:is rlrr «1tro sc'lo ¡rctts¿lll¡t. ("') clclitos y Jridieril rnisrrric«rrrliil.
tt{¡ A¡,ro¡¡so Tono Er, PntMsn Pnocpso ne Lurs nn C,rnv,r¡el, nl Mozo 317
.T
I
,l
ityl Ar,noNso Tono Er Pnrrrrn Pnocrso oe Lurs or Cenv¡,¡er,, EL Mozo 32t
dol Santo Oficio, en su párrafo 45, dice así: "Si el reo estuviere negativo de
hía cumplir en el monasterio, parte o lugar que los inquisid.ores rf y de otros cómplices, dado casd de que haya de ser relajado, podrá ser puesto
scñalaren. (") a cuestión de tormento in caput alinnu.n y en caso de que el tal venaa al tor'
Pero una de las circunstancias curiosas de lOs procesos in- mento, pues no se le da para. que confiese sus propias culpas".-Llorente en su
quisitoriales, era que a pesar dg $a1sg por concluídos, se podía "llistoria Crítica de la Inquisición de España", dice, a la página 1?9 del tomo I:
iolver sobre ellos y alargarlos inclefinidamente' "La iniquidad era más que cabe imaginar, si se sabe, que alrn cuando el desgta-
ciado preso vsneiese los tormentos, perrnaneciendo negativo, no por eso cong€-
Así ocurrió con el de Luis, a quien en 15 de enero de 1590 se gufa ventajas decisivas en el proceso, pues acaso según las pruebas se le con-
hizo saber que había sobrevenido nueva probanza de.qrre el fiscal ¡ideraba hereje negaüao, i,mpenitente y como a tal se le condenaba por rlltimo
habiéndose decretaclo de conformidad' n la relajaeión, es decir a la muerte de fuego, declarándolo conaí,ato; porquo
^ N;pubticación,
pedía
había en realidacl más que nuevos datos o detalles reco- la perseverancia en sus negaciones se interpretaba pertinacia, y Ia presunción
Doña Francisca, Doña Isabel, Doña Ca- tle ésta, junta con la prueba semi-plum, de la herejía, recibía valor de prtebo
gidos en los procesos de plena,, ¿?ara qué servía pues el tormento? Para que confesara el infeliz todo
Ialina de León, Francisco Díaz y Doña Leonor' ('n) euanto los inquisidores querían, a fin de condenarle como co¡wicto y confeco".
Eecibido que le fué el juramento de decir verdad, estuvo res-
(") Riva Palacio, op. cit, página 411 del tomo Il.-Hablando Llorente so-
pondienclo Luis a la publicación de testigos capítulo_por capÍtulo, bro el secreto que se guardaba en la Inqusición, dice: "Ningún preso ni acu-
,, que quiere decir la verdad de lo que Ie
y comenzó por cleclarar : rado ha visto jamás su proceso propio, cuanto menos los de otras personas.
Íalta de ,oi h.r*unos, que por ser hermanos y cosa natural el Ninguno ha sabido de su causa más que las preguntas y reconvenciones a que
amarles lo había encubierto, de lo cual suplica el perclón por el rlcbía satisfacer y los estractos de las deelaraciones de los testigos, que se le
c«rmunicaban con ocultación de nombres y circunstancias de lugar, tiempo y
amor de Dios,,, y entonces comenz' a declarar cómo desde Bena- rlemás capaces de influir al conocimiento de las personas, ocultánd,ose también
vente, su padre ies había instruído en la ley a su madre y I ryal- lo que resulte a favor del mismo acusado; porque se seguía la máxima de que
tazar', y cómo luego ósta la enseñó cn Tampico a Doña fsabel, ¡¡l reo toca satisfacer el cargo dejando a la prudencia del juez el carnbiar des-
Doña Mariana y Doña Leonor, y a é1, Luis, se la había transmi- ¡ruós sus respuestas con lo que produzea el proceso a favor del procesado, "Op.
tido su padre, en México, antes de morir. (uo) cit, Prólogo, página VI del tomo I.-Y más adelante: "Este secreto es cl alms
rk'l tribunal de la Inquisición, él üvifica, mantiene y robustece su podor arbl.
Después se extendió en pormenores sobre cuanto habían he- l,rario; con él se atreven los inquisidores ocultando los papeles necesarloa, n
cho é1 ylos toyos en cumplimiento cle su religión. rkrspreciar las muchas concordias jurisdiccionales otorgadas en Castillg, ArR-
Aquí suspendemos el examen del proceso de Lui,s ilc Ca,raa- g6n, Cataluña, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Sicitia de resultag do innumcrn-
,jal, el mozo, para pasar a ocuparse rle tan interesante persona- hlcs controversias eseandalosas que las precedieron y motivaron pors no rorvlr
je, bajo otro asPecto' rlo nada en la próxima oc¿sión futura; a excomnrlgar y prendcr, alcuklot do
corte, presidentes, regentes, auditores, fiscales y alcaldes mayorcn do elurlorl y
rliutritos, y a engañar (como lo han hecho muchas veces ocultondo la¡ vorrla-
1{OTA§ rlos que les constan en el secreto del tribunal) a papas, reyes, ministroñ, con-
xojcros, virreyes, capitanes generales y otros cualesquiera magistnrdos: o sui-
(') Proceso de Fr. Gaspar de Carvajal en el tomo 126 del Ramo de Inqui- l,racr, añadir, borrar y mudar las hojas de los procesos cuando hayun do sallr
sición del Archivo General de la Nación, bajo el número 12, y que lleva por ti- fr¡cra del tribunal para el rey o para el papa, con cuya previsión no las follan,
tulo: "México-Abril 1589. Proceso contra Fray Gaspar de Carvajal, Sacer- r,r,rno se practicó en los del arzobispo de Toledo, protonotario de Aragón y otros,
dote proffeso Predicador de la orden de Se domingo, Natural de benavente en y cn fin, e desobedecerse los unos a,los otros dentro del mismlo Santo Oficio,
castir" Pueden verse 1os extractos de este proceso agregados al de Luis d,e Car' ¡rrtcs sl el inquisidor general desobedece al rey cuando el asunto ha de quedar
oaia,l, ol aicio, publicado en "Los Judíos en la Nueva España", especialmentc l,pult¡¡do en el Consejo, éste Io hace con su presidente cuando, discordando en
las pógirras 226 y 230. lnr opiniones, puede obrar sin su noticia, y los tribunales de provincia con el
(') I)oclanrciones de Fr. Gaspar, folio 40 de su proceso, (lrrrx.jo, cuando el cumplimiento sea dentro de ellos mismos; de manera que
(") ld. iri., folio 41. rólo lrrry armonla en el secreto del interés común, pues la revelación lo destrul-
(') Id. id., folio 41. rte". --Op. cit. página IX.
(") ltivu Pllacio Viccntc, "México a Travr6s de los Siglos", página 414 f (?) Riva Palacio. Op. cit., páglns 412 y siguientes. González Obrcgón,
siguientcs dcl tomo ll.-l,a "Compilación de Toledo", espeeie de código procesal "Mérleo Viejo", página 112, dice: "Cerca del dosel, hay una puertccilla,,llona
B¡,{ ArroNso Tono E¡, PnrMsn Pnocnso DE LuIs DE CAnVAJAL' EL Mozo 8eó
ü-(.)
dr Ucopllrrlura¡ circulares y oblicuas, para que el delator y testigos pudies€n Id. Id.
v6! dóid6 dcntro al reo, §in ser vistos por é1". (r) Id. Id.
(') De los cargos que a oonsecuencia de la visita se formularon a los in- (') "Hechas l¿s ratificaciones, prepárese la publicación, sacando copia do
qulrldorcs, se desprende que no constaba se hubiera hecho visita alguna de pre- lo que dice cada testigo a la letra, menos en aquello que pueda proponcionsr al
ror {csde el año de 1643 hasta el de 164?, y que Doña Catalina Carnpos había reo conocimiento de quiénes puedan ser los testigos..." Artículo 31 de las or'
muorto en la cárcel, donde fué enconitrado §u cadáver comido de ratas; porque denanzas del Santo Oficio de 1561.
nadie se dió cuenta de cuando aquélla pereció. En la carta escrita por el in- (*) Proceso citado.
quisidor Saenz de Mañuca, al Supremo Consejo de la Inquisición de España-
c{n fecha 30 de noviembre de 1646, dice: que "estaban arrojados por el suelo
(r) Véase Llorente, op. cit., páginas 180 y siguientes del tomo I.
Ios plocesos antiguos y pendientes, muchas veces sin poder hallar los que se (-) Proceso citado, audiencis de 8 de noviembre de 1589 ',totoo o ro@i'
buscaban, en meses enteros, como acaeció €on el proceso de Francisco de Me- ailiaci,ott^
dina, judaizante que hasta el día de la feeha de ésta no ha aparecido..." De (3) Proceso cit¿do.
l¿ mism¿ carta se desprende la parcialidad con que procedían los inguisidores. (i) rd. Id.
Todo ello puede verse en Medina, J. Toribio, "Ifistoria del Tribunal del Santo
Oficio de la Inquisición en México", capítulo XV, titulado "La Visita".
(n) "Revue Enciclopedique", año de 1893, páginas 1,130 a 1,138.
('o) Artículo 41 de las Ordenanzas del Santo Oficio de 1561.
(ü) Llorente, op. cit. págines 186 y 186 del tomo I.
(") Ricardo Palma, "Anales de la Inquisición de Lima", publicados en
el tomo "Apéndic.e a mlis últimas Tradiciones Peruan&§", páginas 437 y si
guientes.
(o) Primer proeeso de Luis d,e Caroajal, el mozo, con este tftulo: "Méxi-
co Proceso eontra Luis de Carvajol, mozo, soltero, hijo de Francisoo
-1589-.de Matos y de doña Francisca de Carvajal, viuda, su mujer; de ge-
Rodríguez
neración de cristianos nuevos dq judíos". Form¿ parte del tomo 1491 del Ramo
de Inquisición. Diligencia de 4 de julio,en dicho proceso.
(") Proceso cit¿do.
('o) Pedimento fiscal presentado el 27 de julio en la causa citada.
(L) Proceso eitado.
(17) "Aeabado de lee¡ eI pedimmto de poeiciwws y a,cwaciótt, pregunton
los inquisidores al preso si quiere hacer su defensa, y caso de responder afir-
mativamente, se decreta traslado de la aeusaaión y se le dice que nombre abo-
gado, a cuyo fin le dicen quienes son los titulares del Santo Oficio, para que
puoda elegir. Algunos présos han querido que fuera defensor suyo un abogado
do nu satisfacción distinto de los titulares: tro hay 1ey que Io prohiba; sólo se
proviono que el nombrado jure guardar secreto; pero, sin embargo, tata vez
hnn concentido los inquisidores, si el preso no insiste con tesón". Llorente, op.
elt, póglnn I8l del tomo I.
(") IJoronkr, 'rHistoria Crítica de la Inquisición de España,,, página 181
rlol tomr¡ l.
(t') l,rocolro rlo Lr¿i¡ cle Caraajal, el mozo, antes citado.
(') Aurllonolu dol 7 rlc agosto, en eI citado proceso.
('') lrocotu cltado,
(¡) Prr¡coro cltldo, follo {0.
¡- \.
I
I",
XIx
LUIS DE CARVAJAL, F)L, MOZO, Vfi)lüFil1"¡0AlX)ll
MISTICO
Antes tls roforir ol fi¡¡nl rlo ln cnt¡xn rlo I¡rui¡ il¡, ('!u¡'uni¡il, rl
mozo, prociso oH pror0r¡trtrl() o r¡lroril,roÉ loci,orox lrn.io rttt nllovo
aspecto, ol do vcrsifi«:nrlor urf¡rtico.
Como antos homos tlicho, sus cstudios on IIs¡ltñu se limitaron
a seguir cursos de latín y retórica durantc tres años; pero debi-
do a su clara inteligencia, hizo en ambas materias notables pro-
gresos, y estos estudios elementales Ie bastaron, no sólo para ins-
truirse ampliamente en su religión, sino para emprender traduc-
ciones, no despreciables, de varios trozos del Antiguo Testamen-
to, como los salmos de David, que cantaba en tertulias que cele-
braba en su casa con amigos y parientes, y, lo que es más, para
oomponer oraciones y versos místicos, género al que le arrastra-
ban juntamente su viva fe y su neurosis, ya que su vida entcra
giraba en torno de un ideal religioso.
Después de su dramática y aparente conversión al catolicis-
mo delante de los inquisidores, el mismo Luis se denunció con
ellos mismos, quizá por vanagloria personal, como autor de al-
gunas composiciones poéticas en honor de Jehová.
En efecto, durante la audiencia efectua"da la tarde del 15 dc
enero de 1590, contestando a la segunda publicación de testigos
que deponían en su contra presentados por el fiscal, al responder
al capítulo 16e que resultaba de la declaración del 7e testigo, ex-
presó: "que es verdad lo que dice el capítulo, de esa oración larga
que rezaba en copla, la cual no aprendieron de nadie; sino que
éste y su hermano Bultazar Rodríguez la compusieron on octa-
vas, para todos los días rlc ayuno, que la decían excluyendo on su
imaginación e intento a .rcsucristo, y solamente endorozo«lo o
Dios".
$28 Ar,roNso Tono Lurs on Ctnv¡;e¡., nr Mozo, Vnnslr¡c,tDon Mlnnco
lr)ntr¡nccs los inquisidores le ordenaron escribiera dichas com. basta Señor mi aYuno a lo alcanzar
¡roxirri«rnes, para lo cual le hicieron entrega de un pliego de papel sosiega para bien mi Pensamiento."
rrrlrrirrntlo, tinta y pluma, y luego que Luis hubo dado cumplido
¡urtt,umicnto a tal disposición, mandaron agregar los versos al " Señor de todo mal que he cometido
I)roccso, en el que hasta la fecha se encuentran, y de donde, mo- pues ves con cuanta angustia te -l-a pido
rlificando ligeramente su ortografía para facilitar la lectura, los será de mí tu nombre engrandecido,
hemos reproducido, no por ser modelo en su género, de lo que pues ves que aun en pensarlo me estremezco'tt
cstán muy lejos; sino porque ponen de resalte un aspecto psico-
lógico de nuestro personaje. '¡Era por falta de entendimiento
que aquí va y viene el Pensamiento,
Los versos, por llamarlos de algún modo, de Iruis ile Coraa-
jal,, el n'tozo, dicen así: bien lo sabes Señor del firmamento
con tu piadosa dulce Y suave cara."
Octavas exhi- ,,Becibe mi ayuno en penitencia
" Contra quien cometí tales errores,
bidas en 26 de no permitas me falte tu clemencia
enero de lbgu. cl bien del mal que causa mis dolores
;;iü;;; ensalzaré tu suma omniPotencia con tus muchas piedades Y favores
papel quJse le y no me des, señor, lo que merezco. " que tu gracia me haga merecer."
habÍa dado.
" Si te he ofendiclo gravemente "De mis propias obras ni entiendo
de lo cual estoy tan penitente por que el bien obrar nunca pretendo,
pésame haberte sido inobediente ét coát de continuo estoY temiendo
así como lo sabes me ampara." no oseüros jamás cometer culPa."
"Errado he, como bruto sin sentir "Y guárdala tu ley derechamente
no puedo sin tu gracia discernir, y nacla puede haber que Ie amedrente
mas pues a tí me vuelvo, has de acudir el siervo a tal señor inobediente,
y darme tal juicio y saber. " el que no ama y teme a tal señor."
"Yo confieso que no me satisfago '(Mas para lo traer a ejecución
que bastan a librarme de este trago si no me das un nuevo corazín
sácanos Señor Dios de aqueste lago, y alcanzar cle ti gracia Y Perdón,
para que en nos faltando esta disculpa." por que te loa con contentamiento."
" Cuanto más que cualquiera que te teme, "El pcsar de haberte ofendido,
llcva seguros remos con que reme, f lnc trao con tan ásPero gemiclo,
¡ror el contrario'siempre llora y teme l¡icrr vcs mi Dios que estoy arrepentido
r¡rzrirr cs. siempre viva con temor-" y uccptu mi ayuno cn sacrificio. "
"'l'orlo csto sé yo imaginar "Bastc nlcanzar de ti picdad,
no lo ¡ructlo conmigo acabar mo arrepior¡to de alma y voluntatl,
.tm Alpo¡¡so Tono Lurs nB CenvtJAl,, nl Mozo, Vry*rytg1{tt.!|tls'tco s31
"Señor Omnipotente y piadoso, " f.¡o corfic quc con vicios alterada
cobarde y abatido y muy medroso prosóntcso nltora humillacla,
eonsuela este pecador lloroso y xoríl tlol scñor muY regalada
para serme. favorable y propicio. " y rr«r ¡rrulol¡tla lníts del pecador."
"Ver que la misma horá en que he pecado " Ir)l ttrro¡rcntirniento temeroso,
y mi espíritu está desconsolado por ltttllor of'ctltlitlo al poderoso,
y con temor de no ser perdonado, nrlr¡crt rlo.iír t,oncr cl fin gozoso
y hace mi corazón en tu amor lado." Iror(luo trl stlñor quc hizo el firmamento."
"Ató¡¡ito quc en nada toma tino "El ayuno mortifica el alma exenta
on grnntlo rnovimiento de continuo y la limosna ol ánima avarienta
LuIs or Cenve*lel, nr. Mozo, Vnnslucloon Misrlco 3&i
lHl¡ Ar,roNso Tono
otorguemos el Dios a quien tememos
lu oración el espíritu avienta de suerte que apartados de los vicios."
el que este sacrificio a Dios ofrece. "
"Por tener de tal loor necesidad,
"Rigurosa justicia, mas piedad por que es inmenso en su magestad,
que es grave mi pecaclo y mi maldad, por que Pretende alguna utilidad
señor de salvación Dios de piedad, que desea ser de nos amado."
no permitas que me haya de perder."
'(Ibam,os a gozar de su santa gloria,
"Brutal a su señor ha ofendido, sin tener de su santa LeY memoria,
pesándole del mal que ha cometido, su gracia, suavidad Y fiel victoria
y será del señor su ruego oído, volvamos solos buenos ejercicios".
dejo de alcanzar de Dios clem,encia' "
" Pequó Sehor, rnas no por que he pecado
" Oso salir de su Santa obediencia, de tu amor y clcmencia me despido,
con ayuno, oración y penitencia, tcmo scgún mi culpa ser punido,
que nuestro Dios es Dios de gran clemencia, y cspero en tu bondad, ser perdonado.
que se convierta y viva en su tc¡nor." Recélome según me has aguardado
ser por mi ingratitud, aborrcciclo
"Que sale del espíritu an¡¡ustirttlo, y hacc mi pccarlo míts crccitl«r,
que a todas criaturas ha formado cl scr l,rttt rliglto l,ti rlr, sct' ltlttltrl<».
suave, amoroso ¡¡ descansado Si l¡r¡ l'ttot'rt lrot' lí, rlc trtí r¡tlri l'ttt,rtt,
ayuda al convertido pensamiento." .y lr ltti rlr' ntí rrilr li, r¡tti,itt lltl lilrrltt'l¡
xi l,tt l¡tltlto ltt ¡¡rttcitt tt() ltlrt tlir'¡'lt,
"Manifestar con obras evidentes, y,t no lrlr yo l¡ti l)iorr,,¡ttir,tt rro lo ttttttrt'lt,
que muestre cuanto estamos penitentes,
.y I no xlt' lti l{t,rror', r¡ttirltr trtt, Nttl'l'ilt'l¡,
al nombre del señor de los vivientes y rr lí Hirr l,Í lr¡i l)iox rlttiritt tll,t' llt'\'llt't¡."
y otras obras que hay de devoción."
Itlstos v()rso§, ¡tí.sittt«ls rt r,xcr'¡lciritt rlol xo¡¡r'lo l'itrrrl, \'(lul rr,
"Que se altera con vicio y vanidacles,
¡lrotlucimos aquí ¡r t,ítulo rlc. t:t¡r'it¡sirlrrl ¡rrtrrr ,,, t,¡1,.jor' <'orrr¡rrcrrHirirr
colma de inmensas suavidades
dol carácter dcl prcrsotra;jc quc lrist,<ll'iittnos, no s(l ¡ntcrlr.n(,¡d¡lr (lu(,
y ante Dios alcanza piedades, & posar rlc sus rnuchos y f{ravcs rlcf'cct,os, csl,Ítn llt.lrcl,t'¡xlr¡s rlrr r¡rr
ól le da mucho más aun, que merece."
¡rrofundo scntimiento religioso. (')
"No pretende el Señor que le loemos, I.¡lr notablc diferencia, cn cu¿rnto ¿ h¿rllilida«l tócrri«rrr, (lr¡c s()
(ll¡c rros aumente darle no podemos, l¡ota, clltl'c ol sorteto írltimamentc tr¿rnscrito y tl rcsto rkl llr «u»n-
¡ri rr«¡s rnanda t4mpoco que a)runemos Jrosiciórr, lraee presumir que aquól no l\ró obr'¡t útt [,u,is dt,Ctrtyt.
Hirr«r ¡ror (luc nos ama en tanto grad,o.t' jol, el ntozo, sino tlcl r.,iccnci¿rrlo Moralcs, o quc lir colulror¡rciírr¡
tlc Baltazar, cl ltermano de Iruis, fuó lir <r¿rr¡s¿r rlc los «lcsrlrlril,¡¡lrlr,s
" l)c¡rco y r¡uierc todos nos salvemos, crrorcs de métrica y tlc rim¿ quo on krs ¡rrirncros y ¡rnrli.ios vr.r
Ir cr¡nl os iln¡rosiblc alcancemos,
ArnoNso Tóno
it&{
r.or r(() nol,tttt. Compréndese, por Io demás, que para hombres tan
iiiiifir],,i,r'"rrno Lris y su heimano, fueran cosa muy secundaria
i,,,, iiru,',,ptos de la póética, I que io que mayor atención les me-
i n,¡irt.,, tuera el ferior religioso que, como se ve, es profundo y
rr, l'ingidor. xx
estos versos reminiscencias de las lecturas pre-
a,
rlilcctas del autor, especialmente del Antiguo Testamento; pero
SENTENCIAS BECAIDAS II)N I,0§I I'IüOOI')I{()H
no faltan ideas originales.
No fueron las táIes las únicas composiciones versificadas del DE LOS CAIiYA,IAL,IIIS
joverr luaír, y Justa Méndez, que como veremos más tarile fué
iu u-udu cle Luis, refiere en sus declaraciones que era Desde que por orden dcl virroy fuó uprolronrlirlt¡ y ¡rttoxüo a
"o-árti.u
í}rto -"y amigo de Manuel Gil de Ia Guardia y que- se enviaban buen recaudo en la cárcel dc cortc, Iw'is del (lontaju.l, cl t¡ittitt, tttt
mutuamLnte s.netos, en alabanza el uno del otro, hasta
que el quiso tener trato alguno ni con su ltcrtntutu ni tx¡tt sus sobritu)s,
;*rrd" dá tos citadás se f.é a China con Rodríguez Navarro' (') si exceptuámos a Fr. Gaspar, con quicn prlrccc eorrtirruó o¡t bur:.
nas relaciones.
Nor¡s u, C^lPÍrur,o XIX Así pues, como Doña Francisca Ie naudara por conducto do
Luis y F.altazar algún dinero, conservas y confituras, rcchazó
(.) Los ve¡sos los hemos reproducido fielmcnto del pliego exhibido por todo con aspereza, a pesar de que su situación rayaba en l¿ n¡i-
de 1690, que
de enero seria, aI grado que le daba clc corrcr el ¿lcaitle de la yrrisiírn, a¡ro-
eI mismo Lua d,e coraaial,elntozo, en la audiencia de 26
@rre agregado al Primer Proceso' llidado Valdés, y (luc Ia rnujcr rlo ósto ot'rt r¡uiutt lo luvuh¡¡ lrt ro¡ro
(,) Proceso contra Justa Méndez por iudaizante, fojas 196 vuelta' que y lo ¡lrostr¡l¡u ott'os scrvit',iox rlolttóxl,ict¡x. Nrl rrot¡f'r¡nlur rrl gollor
obra en el Ramo de Inquisición, tomo 164' trtrtlor «ro¡t tlovt¡lvrtr lon ollxor¡ltiox, ttt't'o.iri rkr xr¡ llruxrurcin t¡ xux
xollriltox, llottf¡lulolox rlo itt.iln'iltxr .v (qunl{r xo lr' rllxrurr¡rirllrrl,¡l¡r rlrr
lltt¡1,0 rlrr vttt'ittx lrrrt'r«,illt,{ rrrlt¡vr¡ tt ¡rttttlo rl¡ ¡rottr,t'hrx lrH ntt¡r¡r,,r
(lr¡ohnr. (')
Itil rlrllrl ytt r,rlxl,r'ttlrr rrt¡lt'tr rtl {nlrll'turrlnr y rtt¡ ¡olrt'ltrut, rtrt¡
rttirlxt¡o trtltt lo¡ t't,r,ttlt¡l rlIrr É¡ r,l¡vlnlur¡t, ltot' rrulrrlucl,o rlrrl r,lrit.i¡¡o
Alr¡l¡no Vnlrldrr y rlu tttt lltl (llllt'r,ln, r,l ll'ilrtrr¡'r¡ ¡¡urrrrki rlooir rr
lrulx y llnll,nrnr', lrr ¡llt¡¡ttrt'tt Lrx rkrx o lt'rrx rrril ¡lr,xox rlo virrox y
utl, (!on r¡tto ollor y xtt ¡rttrlrrr xl lrtrl¡fnr¡ rrlztrkr,.y oxc¡.ilrÍl¡ n.lorl{r!
rlo Al¡¡¡rtlrlt¡ y tt Alllolllr¡ l)fltr rlo (lltcrrl'r,x rlu¡ uo Hrt I'inrrrn rlo sr¡x
(!ullt¡tlo|. r,¡t lt¡t¡l,r,rll¡ ¡l¡r ¡¡¡rgorriox. (u)
l,l¡t oltl¡tlrlo, lrot'rrn(rro rltr l[rHll, r,otrto vilnr l)oñu lr.urllol ci6rtr¡
rlíu, olr llr rlrx¡l rlu Alll¡r,irhlr (lurt lrr rrlo,jrrlrrr, rr.lorgrr Srrlrulo, qu¡
oro r:r'irttlo rlol golxrrlulrlot', ll rli,io r¡ttr,nr» o¡rl,rlrsc ullí, rkrlrdg olln
y sus Itcn¡¡¡tttox oxtttlrtttt, (lr¡r! l)lt('H Hlr u.nr() no krs tlrtlxr l¿r corrr,irl¿,
y untcs or& otluHlt tto l¡ts lrocoxitLttltlH (lu() ¡lu«looínn, (luc no I'r¡rlrn
l¡ scr ocusi<in rkr r¡uo Alrncirl¡r str lu qtritusc.
$:n Ar,roNso Tono
bradas. o
Para mejor inteligencia de lo que va a seguirse, diremos que !
.C
las sentencias pronunciadas por el Santo Oficio, eran de varias
ñ
elases: d,e absoluci,ón ilel cargo; ile absol,uci,ón ile la instottcta; d,e
reconci,l'í,ación, y d,e relajación. En el primer caso se proclamaba ü
't:
l¿r, absoluta inoéencia dei reo, lo que, como antes hemoJ dicho/ era cl
rarísimo; pues aquellos jueces, cavilosos, fanáticos y llenos de
a
¡rrcjuicios, por una verdadera deforrnación profesional de la con-
cionr:in, estaban acostumbrados a ver un reo en cada acusado.
tltstil,ttí,a ilc la ,i,nstanci,a, cuando el fiscal no lograba probar ^9e la .L
dfu sor ¡lrrclur¿<lo sospecltoso de l,et¡t, r¡ il,e oehementi,, s<t1qútt ltt g'r'n-
vorlnrl rlo ¡ru rlclito, cn cada caso se procetlía dc divcrso moncra.
Cuu¡rdo lu s«lsJrccha de haber dado asenso aI error, cra, lcvo, lott
inquisirlorcs Ie condenaban a una pena y penitencia mellor, ortle-
n6ncl«¡lc «¡ue abjurara de toda herejía, y muy especialmcntc «Io
aqucllo tlc que resultaba indiciado, o de aquella a que se presumía
quo se inclinaba, y luego se le absolvía de toda censura ad cautc."
lam, esto es, por si acaso hubiera incurrido en herejía. Hacíasolo
pedir perdón de rodillas, leer una abjuración de sus errores, quo
se le presentaba por escrito para que la firmaser y dejar un tes-
timonio de quc conscnl,ía cn scr tratado con el mayor rigor, en
caso cle rlue rcin«:iclicrt ¡, ft¡eso de nucvo procesado. Cuando el
rco cr{r dcclanr<lo su,icto ¿r reconciliación por sospech-a il,e aehe.
tnenti,, cs dc«rir, r:¡runrlo habí¿ «Iado completo asenso a la herejía,
ejocut/llurnsc kw misrn¿rs cerernonias y seguíanse los mismos pro-
ccrlirnicnt<)s; pcro la pena era mucho mayor. Condenábase por
regla gencral al acusado a cárcel y hábito perpetuos y a la con-
fiscación de todos sus bienes. (u) Finalmente, la sentencia de re-
la¡pción era en realidad una sentencia de rnuerte, pues por ella
sc ilr¿ndaba entregar al reo al brazo secular, para su castigo, y
uun cuando la fnquisición pedía siempre hipócritamente miseri-
oor«lit porr ó1, cra bien sabido que esto no pasaba de una vana
fórrrnrlrr, llucs l,rrrría quc morir en la hoguera sin remisión, ya fue-
rt r¡uunrtrlo vivo, r:uirndo persistía en sus errores hasta eI último
rtrorncrrl,o; o rk,s¡ruí's rlc habórsele dado garrote,,cuando daba mues-
tnr rlo urrtt¡tt,ttl,irH(t. (")
J¡tH Hr,¡¡llncilrs rlu rclajación producían indefectiblemente,
0otno lrrl¡ron rlirrlro, Irr. irrfirrrrir, y eran trascendentales, ya que ésta
¡lnxrrlrn rlu ¡lrrrlrr,H rr lri.ios hast¿r la más remota generación. Tra-
tlrtrrlo rkr oxl,t ¡nurl,o, llrs lnsl,rr¡cciones de Torquemada, en su pá-
rrlrfo .\1, rlirurn trflí: "r¡trr, los hi.ios y nietos de tales condenados
tttl l,ttttgltlt, lti uxt,¡t ol'icios ¡rtibli«ros, ni oficios.ni honras, ni sc0,n'
¡tt'otttovirkrH lr ór'rlcnll{ HncrltH, lri sc¿n jucces, alcaldes, alguaciles,
fof{itlrlrrrn, .irrrrrrLrn, rntrYorrloln«rs, lrraostrcsalas, pesadores, públi-
oor{ nt(!r(rn(l(rrr,H, rri ¡rollrr.ios, r.s«rr.ilrirrros priblicos, ni abogado§, pro-
curflrkrrcs, rccrr,l¡ll'iox, r'orrlnrlorr'¡i, «rh¡rncillcres, tesoreros, mórli-
cos, ciru,iruloH, H,rll{r'ltrlorrs, lrol,iclrri«ls, ¡i corrcdorcs, cambintlo-
rcn, ficlcs, cogcrlol'cs, lri rrrrcr¡tlrrl,rrrios (lo rerrtas algtnas, rti ol,ro¡
x«rme.janl,es ofi«rios, r¡rrl púlrlicog Hctrrt o decirse puotlun, r¡i r¡¡orr
33n Ar,roNso Tono SeNrnNcIas e los C.IUvAJALES :]:10
r{o los dichos oficios, ni de alguno dellos, por sí ni por persona tellci:rrlos llcv:u'iur una gran cruz en el pecho y otra en la cspakla.
trlgl¡nil; ni so otro col«¡r alguno; ni traigan sobre sí, ni en sus (lrnrrrl,o ir li¡ l'r¡r'rn¿r del hábito, sufrió también varias modificacio-
,rt,rrío*, vestiduras y cosas [r" .on i,signias de alguna dignidad ncs, lrirsl,ir. co¡rvrrrtirse en una especie de escapulario de tela ordi-
o rnilicia, eclesiastica o seglar". narilr rlc l:rrr:r, tcl-rida de amarillo, con las cruces rojas cosidas,
Como se ve, el reo cn estos casos no solamentc quedaba des- tulr iulclrr» cortto cl cucrpo y que llegaba a las roclillas. El Cardc-
honrtrdo, sino inutilizado casi por complcto para trabajar, y re- n¡rl ()isrrcros, srarl inquisidor de España, con fecha 10 de julio dc
ducido, por 1o tanto, a la miseria. Sui descenclientes, on condi- 1514, rlis¡nrso (llrc on vez de cruccs se pusieran cn el sarnbertito,
cioncs'pareciclas como hcmos dicho, no podían usar oro, plata' irsl)ils o ('nrc(,s tlr¡ San Anr.lrós, porque los pcnitenciados arrastra-
¡rierlras'prccios&s, seda, terciopelo, pairo fino,
traer armas, ni an- Iriur los slrrtlrcnil,os y rcsultaba vilipendiado cI simbólico maclero.
rLrr a caballo. (') Drrs¡lrrós, lrr irn:rgittitci«'rn t'ccurtcla tle los in-quisiclores inventó una
l)oltornos advertir quc ]os scntcnciados a hál¡ito perpetuo' ¡4r'irr viu'irrrliul rlc siuttbcrtitr¡s, dc los que describiremos los prin-
vrrlg:rrtnorrtc llarnado sambenito, estaban en la obligación de an- cilllrlcs.
,1,,,1',r,,,, í'l ¡rúblicantcnte, lo que, en poblaciones tan fanáticas como Or¡¡rnrlo t'l l'co ('r':r sospochoso rle lcui,, y sc lc absolvía ad, cau'
l(¡ r,r'rrn llrx rlc lrt Nt¡cvir'I¡ls}»rira, lcJ atraía eI oclio, el clcsprestigio tcl,u,ttt,, ílr:rlo ¡rttcsto ult sambcnito llamaclo zamarra, escapnlario
v llt lr¡ltltr vr¡lt¡lrl.ttll rlc l,rlrlos. de la fornla dicha., tlo color amarillo; pe ro sin aspas ni cruccs.
('¡¡lr¡ ¡r r,lrrl¡r ¡r¡t¡rr,rrlo lr.ntlt't'ttltts ltlits tarrlc qLre ocuparnos Si el penitenciado era sospcchoso de ach,cmenti,, Ilevaba rnc-
rlol rrrrrrlrr,rrilo, no rrox ¡rr.r'trt.i lini ¡¡lrrit'tttt ¡titt'óttttlsis ¡rcorca clc é1, dia aspa, y si se lc declaraba hereje formal, aspa cntcra. 'lorlo
pt¡r.,t r,\¡rlir.rrl Hrr rrli¡1i.rr y ltrs rrrr¡rlil'ir'¡rcir)lt('s (ll.¡o sr¡fr!ír cn el esto para los casos en que el rco se reconciliaba y sillv¿rh¿ tlo l¿r
l.t'ltt¡lt,tt¡t'Ho rlrt lon l.icttt¡ros. pena, oe rnuerte ; pero cn el dc relajación variab¿r l¿r f'ol'ttttt tlcl
St¡n;¡rrú7.r) ()rt lltl¡l ¡»:rlitlrrit rlcl'ir':trlit tlo srlr'r¡ ltt:tttlil,rt, qttC pOr sambenito según las circunstancias.
l,l'l¡rsl'ot'rrr¡(:iolt()S .y t:tlrt'tt¡»tlioll('s rill(rosit'its stl lrtó c¿ml.¡i¿ntlo en T,os hcrcjes l'orm¡rlcs rll¡() no cnr¡r lrrlt¡til,irlos lr rr,r'orrr,ilirr,,i,ir¡
sot: ltt'u,tl,il'o, stt,t; btmilo y I'itralrtrurt'. sa,mbt:tt'ifo. Desde los prime- y so irrx'Jrcltl,íiur iurlcs rlc l;r sr,lrllllli,r rlr.rrn cr¡urirr, lllvlrl»llr r,n
¡gs l,icrtt¡rrts tlc l¿r iglcsia sc acostlllnbró r'estir a los penitentes ,ll ¡r¡¡lo rlc fi,r,scrr¡rtrltu'io lttr¡ru'illo lotr ¡utlrlr r,nlr,l'¡r ¡',,.j1r, r'urr
¡orr llrr hílbito o saco dc forrna cspecial. Esto se tomó de los he- ffot'l'() ¡rit'tttrrirlrrl cottot:itlr¡ r'ott r'l ttotttltt'r' tlt, r'rr,,,,,1, ,lr'l tt¡i'tltto
llroos quc, como pucdc lcerse cn la Biltlia, así fucran rcyes o pa- r'01«lr.y fllrt. r¡ttl ll l,ltl¡¡l,r'rril,1't'.tt llt'r tttitrlrr.¡t't n'rlrrr'r lrIlnli l)r'r'o
l,r'ilrnras, vcstí¿In un s¿lco grosoro en señal de penitt\rcia y dolor. Si¡ S¡rr¡tl ttl¡lttttrt rlrr lllrtr¡trrr, l¡rt.rl¡r' ¡¡ ,tt,t.t,ll,trl rrrrir.lrln lo,r lill lrl¡rr
L,'u:rntlo Ios obispos impgnían una penitcncia pública, bcndecían rlc sr't' (lr¡r'nuulorr, rrttlrlrrr rrr¡ rlr, rrr.r it rrttl't'tlttrl,, lrr ¡,r,trtr ,1,, ¡1rr
1;p¡¡ 1ri¡rt¿s orraciones que Sc cncuentran en los antiguos rituales, j r r«lI c.
¡l hírbito o saco que había de llevar el pccaclor, y de allí vino el los rr¡ltrl1,¡¡¡¡rlo:r n tr,ltr.¡rr,'i,,tt ¡,,,t' r,l I'tt,,¡1,r cotno rr,l,r¡rrolr,
rrol¡rhrc de saoo bcttd'ito. I
I I)(,ro ^rll¡(, l('nt'r'(,1)r,trlrtttt rlr,rr¡rttr,rr rlr,llt rrr,ttllrr,'ilr )'rurlr,:r rlr,rlrlir'
Irln l:rs porsccuciones incluisitoriales en contra'dc los albigcn- Itl ltt¡lo, o rlr,,',,¡'¡,.ir,r'rll¡¡¡lo:r, ¡rt,t¡lrrt'lr,lt rrrr.,:r'lr¡rrtltrt'io irlrrrrI rrl
Br,r8r ri(! :lco.sfumbraba que cuando un rco pcdía rcconciliación y se trttlr,t'ior', tlnrllr tturrr r¡ilr,ll,,t'ttt¡rlr¡ r,tt lrr ¡rrrtlr.ittl'r,tir,t't¡tt lru:rlo so.
Io ilrr¡ronín ¡rcnitcncia, hacíasele llcvar el saco bendito, cuyo color I
lrt'r'¡rrr.r¡tur, ¡'lorlrr l¡r l,,lrr r,r,llrlrrr:','tttl,l'lrrllr rlr,lllrnt¡rri l'rr,,lli¡s lut.
i
y l'igrrlrr so rltr.jaba ¿r clccción dcl penitente, siempre que fucra de ) r:itt trlrtt,jr,, ¡rttt'rr ittrlilltt'rlttr.:i(,rlttr,lrl¡lt'irr r,l,'r¡,lrit','r',lr,l l'r'o lltsl.tt
krl¡r lrr¡r'rlu. Muy pronto sc dispuso que tuviese la forma de tú- rlcs¡rttí,s rlc lurlrr,¡' rr,jttrrlilirrl,r ll rlril(, r,n lin¡'r'olr,. l,lrrt¡urs vt¡r'ltrts
rrit:1, rlrr r:olor rrrn;lrillo o morado, y que llevase dos cruces pcque- I
ctt igttttl sr.tll.irlo lrl)¡rr'('('í,rrr ¡ritrlltrlrr¡r r,tr lrr lot'ozil.
ñrrs, rlc lclt, rxrsirlas a Ia altura de las tetillas. Varios concilios I
Ir)l s:ulll¡t'lrilr¡ rlr.los irrr¡rr,nilr,rrlls l'irrrlls, r,s rlcr.i¡', rlc rrrll¡rr-
slrr,r.sivos lrrr¡rlil'icitrolt la form¿r, númcro, tatn¿riro y color rlc las I
llos quc no drrlriut scñitlts rlr.trt'r'r'¡rr,trlitrricll,o, ct'rr igurrl ¡t los lrnl.c-
irrlrc()s; I)rlr'o 0r¡ lrlslr:rña dcstlc cl siglo XIV sc us¿rbll r¡uo los ¡rcni- t1 riorcs ; I)cro on stl ¡»trtc in l'cl'iot' osl.ct¡tirlx¡ un lnrsl,o solrro ¡rs-
:t,10 Ar,r'owso Tono
SrNraNctes ¡, r,os Crrrv¡r¡,tr.:ll .-=-__ _.:1f l
crrirs, r'orlcado de llamas, y el resto del escapulario estaba también
dirigidas hacia arriba y de figuras de diablos,
sorrrlr¡'ado de llamas deelaraciones ante el Santo Oficio: "r¡lrrr sr¡ tío (,r'n nnl)'r'trcnrigo
¡r:rra indicar tanto que el reo sería quemado vivo, como que su de gcnte que tocase en generacit'»t dc.ittrlíos,.y rluo lo lr,rrírr ¡ror
:rllna se condenaría. Iguales trasuntos de llamas y demonios lleva- buen cristiano;pero de nada le vlrliri lt,slinrorrio lrrrr lr,r'nrirrrrrrlr,,
rí¿l la coÍoza. como tampoco Ie valieron otros lnuclros rllrl,r¡H I'r¡vorlrlrlr,rr rr,r,o¡1i
Después de muertos los reos o de que habían cumplido la pe- dos en su causa, cntre los quc rc«lorrln.r(.rnr)H lrr ¡rrrlrlir.rr ¡rlol'r,rririrr
n¿ a que fueran condenados, colgábase los sambenitos en la igle- de fe catóIica que hizo antc str ltot'lttrrttrr, r.nrllrrlo 1'rrolrrirr,rrr; lrrrr
sia catedral, y cuando por el transcurso del tiempo se rompían duras reprimendas quc lcs Iirnzr'r; r,l lrrrlrr,r'¡rr,rlirlo rr l,'r'. (lrrrr¡rrrr'
o gastaban, suplíase la falta de ellos con lienzos en que se pin- que los corrigiera, dírntlolc ¡t cl¡lr,rtrlrr rllr' (,t'lrtr Horr¡rr,r,lrorrorr rlr,
taban inscripciones contenienclo el nombre, generales, clase de judaísmo, ni los tórmillos (,n (lu('N(' r'\l)r'r,Hnl'rr rlr, llorlri¡1rr,z rll
herejía, pena y tiempo cle Ia condenación cle los sentenciados, Matos y Gabricl rlo llt'rrcrlt, rliciltt,lo r¡ttr, rlll,írrrr rlr, r,rrllr rrr',lir,rr
añadiendo sobre las leyendas, las aspas, llamas y diablos, se- do ert los inficrrlos.
gún los casos. (') Ett t¡¡l¡t ttttt.y ¡rt'oli,irr rl,,l'r,nrlrr, rrlr,¡¡rrlrrr r,l golrr,r'rrrrrlor': r¡ro lro
Ocrremos el largo paróntesis, y digamos cómo, estando ya hallía tcttirlo l,icnr¡ro rlr,rlcrrrrrrr,ilrr rr srrs ¡rrrrir,rrlls ¡rr¡lr,r,l l{lrrrl,o
listas I:rs <rar¡s;rs tlc krs Ca,rvajales, se prcparó todo lo necesario Oficio, cotno sosl)c«rlrosr,s rlr,grrirr.rl:rr. ll lr,v rlr,Moisós, ¡ror.rrrrrlirr
para cl ¿ruto «lc lir erlrrcs¡r«rrrrlicrrl,ir. Pcro antes de ocuparnos de en gucrras r:«lntr¿r los irrrlios, crr scrvieir¡ tlc Su 1\{:r.icslrrrl; IXrro
éste, cxprcsar()rr)os «¡rre, ir«lonis rlc I)oñir Tsallcl, (') rlel goberna- que había scparaclo de su laclo ¿r sus sobrinos, quitítntlolc t [,t¡is
dot Lui,s d,e Caruo.,ja,l, t'1, oil,,jrt, «lc su lrcrrnirrr:¡ I)oñrr Francisca, de el derecho de sucederle en la gobernación, y & Baltazar el «r:rrgo
Luis d,e Caraajal, cl rnozo, rlt, I,'riry ('lirsJrirr y <ltr los prófngos Bal- de contador. Decía que cuanc'lo Doira rsabel profirió aquellas ¡rl-
tazar y Miguelico, que eomo «lc.iurnos tliclro h¿rbí:ur sido proccsa- labras hercticalcs, ól le contestó inmediatamente que clebía crccr
dos, también lo fueron, como rcsult¿rclo tle las diligcncias practi- en la fe católica, porque ya que no se tuviera por fe, era l¿r croon-
cadas en estos procesos : Doña Catalina, mujer de ,\ntoni o Díaz cia que seguían príncipes, reyes, cardenales, doctores y concilirs
de Cáeeres; ('o) Doña Leonor, mujer de Jorge <le Almeida, (") )- y la iglcsia quc estaba rcgirla por el Espíritu santo. Añarrírr f i-
f)oña l\fariana; (") todas las cua]es pararon también en las cár- nahncntc uua Iarga cnumcración de los muchos méritos ), s(,rvi
celes secretas del Santo Oficio. eios que tcnía ¿lnte S. trÍ., por las campañas que siguicr¿L t,rlrf,r.rr
Detengámonos brevemente sobre los detalles más interesa,- los bárbaros chichimecas, por los poblados que funclJra, Ias nr,inls
tes cle toclos estos procesos, no llevando muy lejos nuestras refe- que había explotado, las iglesias que había erigido, ctc., ctc.; rlrr
rcncias, ya que todos, con pocas variantes, se relacionan a los todo lo cual nos hcmos ocuparlo largamentc con antcriolirlirtl, r,
mismos hechos, y fueron tramitados de igual manera. pedía sc agregaran a los autos, para justificar sus servici,,s, iri*
Pasaremos por alto a Doña Isabel y a Doña Francisca, de informaciones que tenía rcnclidas antc las audiencias de I\,fí,xir.,
quienes largamente nos hemos ocupado en páginas anteriores; y dc Guadalajara.
pcro sí será preciso hablar rlel malaventurado gobernador. como cualquie' j,cz imparcial hubiera, sin duda, provcído tl., co,-
pucclc comprobar cualquiera que lea su proceso, iamás se le llegó forrni«lad csl,a pctición, mandando tambión practicar las cliliucrr-
. dcmostrar que fucra judaizante; pero había gran empeño án oias r¡rrc irr«'lic¿llrr ol ¿rcusado como f¿rvorablcs para su dcfcnsrr ;
rlcsprcstigiarle, y a ello debió su condenación. (,.) A ¡lcro rnrrlir rlc r,sl,«r sc lrizo,.y totlo Io alcga.rlo po. ó,,r,rojal, ol vit,.io,
¡'
Dicho queda q,e euando Doña rsabel negó a cristo, el vicjo fué cn vrrrro. (")
rro sólo se cncolerizó, sino quc la maltrató tle obra y de prrl¿lrrrr. Itll fisc:rl rlcl l{lutl,o Ol'ici«r ¡rrcscnt.ó rrn I¿to, Jrcsa.rlo v sr¡r,r.í
:r lx)s¿rr dc lo cual, Ia misrna que había L;ufrido t:ur rr¡.rrclos l,r.irl ir_ fero pedim{*l,', trr r¡rr. ir.rrsilln ¿ ()a,rttajal, el uiajo, colnr¡ rrrisl.ilr
rnicntos y t¿n mal guisarl¿ cst¿rba con cl golrrr¡.¡¡;¡¡11¡r, rli.io, (,n slts no nuevo, dcsccllt.li0lrle..-rlc .irrrlíos, sos¡roclroso rLl serl6 lr
¡r¡srlr rlr,
estar bautizado v eotll'i r¡rltttlo; rrsí «rr¡rno <lr-. llr rx¡¡rvcrsrr¡i,irr r¡rrr,
il.l? ArpoNso Tono snNrnNcres e ¡,os c¡rnvA.r^l,lis 343
nolrro rrr:r{,orias de fe había tenido con Doña Isabel; de haber traí- de herejes, que habiéndose pasaclo ¿ ltt t¡ttttrt'ttt ltr.y «ltl Moisós, cre-
rl,r lr lrr Nucva España a amigos y parientes, a pesar de tener co- yendO Salvarse en eIIa, había incurrirlo (!rl ()x('.(,I1ll¡ltitirr ttttr.yor, y
rro«'irn,icnto de que eran sospechosos de herejía, y finalmente de ón todas las penas e inhabilitacioncs (rn (luc iltcttrrrrtt lor crisl,it¡-
'l.rirf «r con herejes y de haberlos receptado, favoreciclo y
encu- nos que cometen tales delitos, así 11¡¡¡¡¡1¡ qrn ltt rroltl'ittt¡rlitirr rlc llitl-
lrirlrto. nes; pero que los inquisiclorcs, ttl,ort«lirrtttltl lr lltH ttttt¡'rl,¡'¡lH (ll¡lt
El Tribunal del Santo Oficio, cuya pasión y falta de impar- haT¡ía dado de contrición y arrc¡r«rrtl,irrticttl,o, ¡rirlictrrlo lr llios pcr
cialidad aparecen manifiestas en aquel negocio, fué más lejos aún dón de sus delitos, y a los .iucrxls pprrit,rrrrr:i¡ .y rrrixr,r'i1or,lilr; y
quc el mismo fiscal. en vista de que había prol,r'sl,tttlo vivir'.y trttlrir rr¡t llt xltttl,lt ft'
En efecto, el proceso del gobernador Carvajal fué votado dos católica, estanrio rlispucsl,o rt crutt¡rlir cttttlt¡tticnl lt(tttlt .ll¡rt lrt ill¡-
veces. La primera, el 8 de noviembre cle 1589, y Ia segunda el 13 pusiera Ia Inr¡uisicir'lrr; "rronsitlcrttnrlo r¡ttn l)ion tto t¡ttiorn lll t¡lttttr'
de febrero de 1590. Falláronlo los inquisidores Bonilla y Santos te del pccatlor; sitto (lll(! H(i ttrrr'¡rirrttl'tr .y viv¡¡", rlol'rtrttt'i tt¡tltt¡t¡
García, los consultores, d.octores y oidore.s Pedro Farfán y Saave- admitirlo a rccolrcititrririn, rrrr¡lxllurrlo (lnn (!n ¡rrtttil,cttrritr xrtlit,rn ¡¡
dra Valderrama, y el alcalde de la Real Audiencia, Santiago del oír su scntc¡cin, «lorr los rlclrtis r(,oH, (ttr (1rt(lrJr(), sitt tlittl,tt, lri llo-
Riego, y resolvieron por mayoría de votos qte Luis cle Caruajal,, nete, con lrírlril«r ¡lcnil,crrcitl rlc ¡liriro lu¡t:lrill«¡ <t«ttt tlt)s tts¡ttts colo-
el aiejo, era fautor, receptador y encubridor de judíos apóstatas radas dc Scñor S¿lr Ántlr'ós, y con rtrti¡ vcl¡r dc ccra crt las lllflnog,
y cómplice e inculpado rle los mismos delitos; por Io que en auto y que leída la sentencia, abjurara públicamente sus cmorcs." (")
público de fe, era de declarírrsclc incurso en cxcomunión mayor, Luego continuaba la sentencia expresando que una vez hecha
la que clebía leerse estando el acusarlo en cucrpo, con vel¿r on ma- la abjuración quedaría reincorporado a la iglesia, condenándosele
no corno penitente, admitiéndoselc ¿ reconciliación sicmprc que a cárcel y hábito perpetuos, clebiendo guardar Ia primera, en el
abjurara d,e aehementi,, y hecho todo esto sc le mande absolvern monasterior parte o logu, que se lc señalara; y traer eI hábito pú-
desterrándole <le las Indias por scis años. ('u) blicamente encima de sus vesticluras.
En esta resolución, dictada por parciales dcl virrey, revélase El proceso de Doña Leonor de Carvajal o de Andrada, como
nuevamente que lo que se quería era dar gusto al representante la llamá su proceso, mujer de Jorge de Almeida, se inició el l8
rle S. M. desprestigiando a CarvajaI, e inutilizándole por muchos de abril de 1589; pero no sc le aprehendió sino después que ri.8u
zriros para desempeñar su gobierno. Tan es así, que los consulto- maclre y que a su hermano Luis, decretándose su prisión form¿l
ros, a pesar de los cargos que desempeñaban, sólo eran partida- el 2 de diciembre de clicho año. ('") I,a aprchensión fué ejecutndo
rios de que la abjuración del gobernador se efectuara en la misma en casa c1e su marido, que vivía cerca ilel Colegio de Niñas, y lon
s:rl¡r dc audiencias del Santo Oficio; de que se considerara como datos que se tuvieron en cuenta para decretarla, fueron las «le-
d,t: llr;i, y de que el destierro no pasase de cinco leguas en torno claraciones de tr'r. Gaspar, del gobernador su tío, de su ma,tlre
rlr. su gobcrnación, ni del término de cuatro a,ños, ¡r de que se le I)oñ¿r Francisca, de sus herman¿rs Doña Mariana y Doíra fsirbel,
rlccl:rr:rr',r, rcsponsable únicamente como fautor y encubridor de cs¡rccialmcntc csta írltima, que la denunció ai dársele tormcnto, y
hu'r'.ios; Ir(ll'o cl voto de los inquisidores prevaleció en los térmi- putlo ¡rroporcion¿rr nllmelrosos detalles, por haber sido ella quion
n()fi (lu(¡ r¡rrcrlirrr antes citados. ('o) cnscñó:r l)oñ:r l,conor la lcy de Moisós, poco antes de quc óstn
l,lrr cr¡irrrl.o t [,u,is dc Aaruajal,, el moeo o Joseph Lu,mbroso, §c 0¿ts¿¡,r:I.
rr.rrr¡r rll rr¡i¡lrr, st' lr¡rcllirlaba, una vez terminado su proceso y ra- I)oñ¿r ('lir,l,rrlir¡lt. rlr, ('l:rrvit.irtl o <lu f,cón, como la llam¿r str T)r(,-
l i l'i.rrr lrrrr rrur-r r l.r,l;u'rrr,iolrcs ante honestas personas, segÍtn costunr- ceso, mujcr dc Altl,«rnio l)írrz rlt'(lír«rrrrcs, [uír aprc]rcnrlirla, l:r l,trrlc
lrl'r'rlr,l li¡rrrlr¡ ()l'i.ir, sc voló clr la audicncia dcl 6 rlc fcllrcro, I)or del mismo sálliulo ! «lo rlitri<rtttlrrc «lc lÍ-r89, cn «rs¿ dc su rrrirrirlo,
Ios tttisl¡tos ittr¡trisi,l,,r'r,s.\'(rollsllltorcs r¡uc votitr:ul cl rlc srr l,ío, que vivía junto al lros¡rit,al rlc l«rs irr<lios. Ilabín, gu:rrdarlo t'l rlíu
rlcrl¡r r'¡i.rlrl¡lc: lrlrr'.jr', .irrrltizrrrl,c, a.póstal,:r, flrrl.or 1, r'rrcrrlrrirlrlr conforme a los ritos Int»s¿titros, )r s(¡ clr(,ontrlrl¡lr Holrr (x)r¡ urr¡r irrrli¡¡
:IM A¿roNso Tono snNrnucrls r ¡,os c,rttvA.rA¡.Its 34í
rrltiolrilr¡our, t;r'iada suya, cuando fu6 puesta presa. Confesó su El año cle 1590, sábado, 24 de fclrrcro, tlílr crt t¡ttc ltr iglcsin
rrroolrci¡r, y que había guardado la última pascua, comiendo pan celebra al apóstol San Matías, fuíl ol soñnlruk) I)rlrn (ll¡(' s() clix,-
c(rncoño rluo ella misma había amasado y, a creer sus declaracio- tuara el solemne auto particular rlo fo, ott r¡tto ltttlrítlt¡ rlr' lccrstt
nos, riu marido estaba enernistaclo con los herrnanos cle la depó- las sentencias cle los miembros do lu fru¡rilirt (lr¡rvrt,il¡1, ,iturl,rrtttort-
nonto, por niñerías, hasta el punto de que no se hablaban. (") te con las cle otros m,uchos rcos, cn slr urrt.yor ¡lttrl,rr rr,rroncilirrrlr¡rr.
Pero fué sin duda Doña Mariana quien proporcionó mayores Convocóse a esta solernnirllul cott rtlgtt¡rrx rlí¡¡x rlr, lurl.icilltt
y más prolijos detalles sobre las prácticas religiosas de todos sus ción a todos los fieles cristiuttos, t. von rl(t lrr(t[ot¡r!r(,, v l'trú lrrr¡
familiares. Iniciado su proceso el 18 de abril de 1589, no fué sino numerosa la concurrcncia, r¡ttr-. cl ittr¡rtixirlor' (lrrt'r,frr, or¡ rrn¡'l,rr l'o.'
hasta eI 17 de enero del año siguiente, cuando comenzó a con- cha 15 de mayo de 1590, «liri¡¡idn nl Su¡rronto Oorrxt'.io rk, ln ll¡"
fosar pormenorizadamente. Declaró cómo en su nifrez había
pretendido ser monja, y hasta llegado a cortarse eI cabello con
esa intención; pero que a los diez años le enseñaron la ley de Moi-
sés, y Doña Isabel la reñía mucho diciéndole que en esta ley no
había monjas, que dejarla era irse al infierno y ser hereje, y que
lo mucho que la molestaba fué una de las causas para que la pu-
sieran en el Colegio de Niñas. Cuando se decidió a confesar pidió
misericordia, de rodillas y llorando rnucho, dijo: que leía cn la-
[ín y se aprendía de mcrnoria las viclas dc ]os patriarcas y de
otros personajes del Antiguo Testarnento, para repctírsclas a su
maclre y hermanas. Se sabía y recitaba de coro oraciones y pa-
sajes enteros de Manasés, Esdrás, Tobías, Judith, Estcr, Mardo-
queo, Salomón, Jeremías, Baruc, Daniel, los mozos en el horno
tle Babilonia, el Cántico de l\[oisés dcspués del paso del l\[ar Rojo,
gran parte del Salterio, muchos salmos en latín, el oficio de di-
funtos, lección de Job, también en latín, y grandísimo nírmero de
coplas en romance, ya de las compuestas por sus hermanos T_.¡uis
y Baltazar, ya dc las atribuídas al Licenciado Morales. Además,
oomo su memoria era felicísima, recitó ante los inquisiclores uno§
lrtr¡¡rísimos versos en lengua poltuguesa, sobre los mandamien-
l,os do la ley de Dios, que comenzaban así:
r¡rririrri,irr rlc Strvilla, le dice: "asistió tanta gente, que holgáramos efigies, más o menos parecidas, coll ('ol'(,2¡l y srurtlronil,o .y s«rrrrlos
rlr, lr¡rlrr,r'lo hccho auto- fuera en la plaza; pues la calidacl letreros con sus nombres y dclitos, rlclrct'í¡lrr sor llcvrrrlrrs irl r¡rrc-
-el
rlr, los rlclitos lo merecía". madero y allí consumidas en viv¡ts llltt¡urs rlr' l'ttc¡1o. Arlr,ttt,is, xtt
( lclcbróse el auto de fe dentro de la iglesia catedral, en unos Ies sentenció también, conro ¿l los r¡1,r'oH rr!r)¡.1, n conl'i¡rrrrliírrr rlc
r,¡rrlirlsos y tribunal alto de madera que en ella se construyeron. todos sus bienes y a perpctu¿ inf'¡unilr rlc ¡ru lrtr,rnr¡r'irr, rr¡¡í cr¡llxl
l,os t,al¡lados que se destinaban a las autoridades civiles y ecle- de toda su descendencia. (")
siírsl;icas, levantáronse en la capilla mayor, y el de los reos en el Al día siguiente dc Ias sonl,on('ill§, Ni¡1ttii,r'otrrirr ¡,¡¡ ¡,1 l,r'ilrtrrurl
(xrcrpo de la iglesia, frente al púlpito donde iban a leerse las de Ia fnquisición las ab,itrt'luli«lttcs tl¡ lon r'('oH t'(,('orrrililrrlo¡r. l,lu
causas. (") tas diligencias fucrort Irntcl,iclr,rlltx r,l rlotrritr¡q,r ilÍr rlr, l'¡,1¡¡'1,¡'¡¡ ¡l¡r
Ya que más tarde, al describir uno de los más solemnes autos dicho año de 1590,.y a, f irr rlr.r¡rrc rrttr,sl rorr Ir,r,lurrrr{ Hr! 1l¡,¡¡ ¡rlr'l'r,r.
«lc fe registrados en la Nueva España, tendremos ocasión de tra- ta cuenta dc ln ttb.ittrtcirirr, rlt'l ut'r't'r'lo r¡ttl r.r(r r,\ipiírr rr lon rr,oH
tar muy por extenso de todo ello, nos abstenclrernos por ahora de §obre cuanto Iutlrí¿ltt visl.o.y oírlo, rrsí rurnro rlr'l ltt¡qrrr r¡trt ur.nc
cntrar en detalles sobre Ias ceremonias, invitaciones y pregones ñaló a Lui,s rl,t: ('ltt,t'tvt,jttl,, ,'l ttt,t,:,t,l)¡rt'rl, (lltc ctl¡¡tplicrrt st¡ scttl,r'lt
que precedieron a este que nos ocupa, que como ya dijimos era cia, nos v¿.llIlos:r ¡rcrtttil,i r uo¡liirr irl Jlirl rkr lu lt'l,ru, ttlgtttttts txrtts-
particular; por Io que a I¿r hora señalarla salió la fnquisición de tancias <le su proccso, rluc «liccn así:
su palacio, con sus oficia^lcs )/ f{ran acompañamiento de particu-
lares, y se dirigió a la caterlral, cmprcndir-'ndo por su parte la ABJURACION
rnarcha, oportunamente y desde su casa, cl virrey con lit audicn-
cia ¡r gran comitiva, para llegar todos juntos al lugar scñal¿rrlo "Yo, Luis de Carvajal, mozo, soltero, natural de la vill¿ rlc
para la solemnidad. Tenía esto por objeto evitar cuestioncs de Benavente en Castilla, hijo de Francisco Rodríguez tlc I\{irt,os,
etiqueta, a }as que entonces se les concedía la mayor importancia, difunto, y de Doña Francisca Núñez de Carvajal, quc prcscrrlc
rniir ¡tratándose del tribunal tlel Santo Oficio, que era nr-uy punti- estoy, de mi libre y cspontánea voluntad, abjuro y dctesto .y nr-
llos6 cn talcs asuntos. (") nuncio y aparto de mí, tod-a y cualquier herejía en especiul csl,lr
l,c-véronse luego las scntencias de ]os re os penitenciados, de rlue so¡, infamarlo y tcstificado y que he confesado r1c lir l,cy
sicrr«kr las recaídas en los procesos <lc l)oña Francisca de Car- Vieja cle Moisés, ritos ¡, ceremonias de ella, y cotrficso por rni
v:r,ill y <le sus hijas, como sigue : a ésta y a Doña fsabel, se }es boca con puro y vcrdadero corazón la santa Fe Católica, rlrrc I,ic-
«rorrrlcrraba por los mismos delitos quc a Luis de Caruaial, el moao, ne y predica, sigue y enseña la Santa Madre Iglesia Itorn:nur, ¡,
ir isrr:rl pena,, y, adem,ás, se les imponía'como penitencia, que ayu- aquella tengo y quiero tener )r seguir y en clla perm¿lnoccr v nro
n:u'rn il, I)¿rn y agua los domingos y fiestas cle guarclar, ordenán- rir, y nurlca me apartar de ella, y juro a Nuestro Señor l)ios, .y
rlolr,s r¡rro r(rzaran el rosario corto y que comulgarau. las pascuas; a los santos cuatro evangelios, y a la señal de la cruz, dc csl,irr
¡r l).rlrr l,ct¡rror sc Ie condenó a cárcel y hábito por sólo un año; y scr su.jcto a la obedielrcia del bien aventurado S¿urto Prrrlro,
¡¡. l)'rur (1;rl,:rlirrrr a igual pena,, y en cuarlto a Doña Mariana, se
Jrrírrci¡ru rlc los :rpóstoles y vicario de Nuestr:o Sciror Jcsrrcrisl,o y
lr, ¡i.rurlrrrrrr rlos años tle hábito y cárcel. (") rlc rrt¡r¡sl,r«r tntr.y s:rrrlo yrir«lrc Sixto t¡uinto, «1ue hoy 11íir ri¡1r'v;¡o.
('r¡¡ ¡'¡,;1¡rct.lt¡ lt. Ir'rilncisco Roclríguez de Matos y al hermano hi«lrtltt l;r. iglt'sirr, )'rlcsllttós rl3 ól tr stts sllecsol'cs, y t1t¡ rttttlrril tltrr
,lr, l,r¡ir,, lirrllrrzlrr li,o<lr'ígrrcz «le Carvajal, tluc por arnbos apclli- alllrrt,irr rlrr csllr, olrcrlicr¡r'i:r ¡ror nirtgurrir. su¿rsirilr o lrcrt',iírr ('n ('s
rlorr r,r'l r'{}nr)('irlol rurttrluo t'l ¡lt'irnero era ya muerto, y c.l segrrnrlo pccitl, ¡rrlr r,sl,it rlc t¡rrt' sof i¡¡ f'¿nrurrlo .\, :rcus¿ulo, .v rlc silrrr¡rrt
l¡lrl,irr lrrrirlo, l'rrll,rrr tllclrtr';t«l«¡s ltcrc.jcs, jtttlaiziurl,cs, ir¡rrisl,irl,;rs, pcrmaltoc(rr crt llr, urrirl¡rrl .v irl,trrrl,rrrrricrtt«r rlc la Slrrlir lglr,si¡r, .y
[¡url,r¡'r,rr v lrrrttlrt'irlr)r'r,].i (lr' lrt't'c,ir,s, inctu'sos 0r¡ cx(ron¡trr¡irilt lu¡t- dc ser ctt defcnsií¡rt rlc r,sl,lr liit¡tl,ir lt'c «ttl,tilicit, r, rlr. ¡rt'r'sll",nir rt
v()r', \', r.,irl oít'lcu, rir, llri corrtlr,nri ll sr,¡'r'clil.iitrlos r,rr r.sl;tf.r¡¡t. lit¡s totlos los <¡ttc colltrit <rllit f'tltrriur o vittit,r'«¡n v rlr. los rrr,¡rrril'r'rrllrr'.y
SprlrnNcles,t l,os (lnttv^,,At.l'.s :t49
it,llt Ar-r.oNso Tono
J¡lramento. "E luego fuó r«r«li lrirlrl ,ittt'ittltctll,o tlll f'rtrrtl¡r rlrrlri-
¡rulrlilru'-y no mc ayuntar a ellos, ni con ellos, ni los receptar, ni Aviso de eár- cla de derecho rlcl rlirrlrt¡ l,ttis rlr'{lltrvlt.i¡tl, sr» «'ltt'g{r
¡¡rirrr', rri visitar, ni acompañar, ni dar, ni enviar dádivas ni pre- cel.
del cual promctió tlr rlccil'ltt I't'l'rlttrl".
Hr.rrlls, rri los favorecer, y si contra esto cn algún tiempo fuere ttPreguntarlo srllrt't' t'l gt'r't'r'1, \' ¡lt'itio rlr. r'út'col'
o l'irrirrr«r, que caiga e incurra cn pena dc impenitente, relapso, y ttDijo qttc rlttt':tltlc r'l lilttt¡r,,,¡ttl lttt tlrlttrlo ¡rrr'
sur rnaltlito y excomulgado, y pido al presente Secretario, testi- SO en laS eílrgClr,s sr,rrl,r,l¡tlr rlr, r,rrll l',ltutln )l'ilio, ttrl
(
rrrorrio signado de esta mi confesión y abjuración, y a los presen- ha sabicltl rti trtll,«ttltlirlo r¡tt|l r'tt |'lltrrr rrl. ltlt\'¡t lr"r'lto ¡ti
l,cs, ruego que de elio sean testigos; y 10 firmé de mi nombre, dicho cosÍI (ltt(' rlolrtt l¡tlttril'r'r'lltt .ot¡lt'rt irll l'r'r'lo v li
siorrrlo testigos los dichos". brc c,icrrticio, tti trttltlt'¿¡ utttr tltiltit¡ll'utr, lli r¡ttl til ltlt
".Y con esto el dicho Luis cle Carvajal, fué absuelto en fc¡tma". yart llt.vrtrlo rti lt'ltírlo t'r','lttt,lorr ttl¡';ttllltt tlt' l'tllt'tl tti
tlcttl,t'o, rri ól los lllvltlr¡t, r' rll¡('r'l ,\1,'lrirl,'lo lrlr lrtt
Luis de Carvajal.-Rúbrica. 1,trrl«r lrir,tt .\' lr¡t llcr:lr.r l,icrl ¡rtl ol'ir'iot'.
"Pasó ante mí, Pedro «le los Ríos.-Rúbrica". §ecreto, " tr't¡i'lr, l,t,ltrttllttlo rltlltr,i«r rlr,l .itt¡'ttIll(rrll,o (lltc l,¡crl(l
hcclto .)/ s() l)(!tt¡t tlc cx«lotttutti<itt tttityor y t¡ttc scrít
gr':rvcrrtcrtto <ritstigitdo c¡uc tclrga y guartlc sccroto tltl
Declaración de '¡En la ciudad cle Mé-xico, domingo veinte y cin- todo lo que en -su negocio, causa y proceso lta pastr-
la abjuración. co días clel mcs de fcbrcro, rlc nril v quinientos y no-
do, y de todo 1o demás que hubiere visto y el)tcr)-
venta años, cstando los señorcs irrquisitlorcs, liccn-
dido en las cárceles de esie Santo Oficio durantc su
ciados Bonilla, y Santos Garcítt, crt lrr Sal¿r y Auclicn- prisión, y que no lo revele ni dcscubra en mancra
cia cle este Santo Oficio, por la maítana, mand¿rron alguna directa, ni indirectamente, y así prornctió rl<r
tracr a eilla, al dicho Luis de Carvajal, mozo soltero. lo cumplir sin exceder ".
o'Y siendo prcsente, le fuír dicho si entendió bien
!a abjuración que aycr hizo en eI Auto tle Fc". Ponitencias es- "Iten se le mandó que demás del tenor dc su stln-
que sí".
piritualea. tencia, ayune los viernes del año y en ellos .Y clt los
"Dijo domingos y fiestas, rece el rosario corto ilc Nucstrlt
"Fuóle dicho que p¿rra qttc mejor sepa y entien- Señora, y confiese y comulgue las tres pascuas tltrl
,la la dicha abjuración, estó atento y se lc tornará año, y por su devoción los d.emás clías solernllcs (llt('
¿r Ieer y declarar, para que de nuevo advierta y rnire quisiere durante el tiempo de su penitenciar y así
biel lo que tiene abjuratlo, v habiéndosele dado a prometió de lo hacer y cumplir como se Ie mantl¿".
entender mu.y menuda y particularmente la dicha "Lo cual todo pasó ante mí,
abjuración, dijo que la ha bicn entendido, y se le Pedro de los Ríos.-Rúbrica".
rrrlvirtió guardase y cumpliese 1o que así había ab- l,ug¡lr (l()n(lc
.irrr:rrlo, porque haciendo lo contrario, si torna a
" lrlrr l¿r ciudad dc Móxico, cinco clías clcl mcs tlc
hayt dr, eum- Miu'zo d«r rlril y quinicntos y noventa años, cl scñor
rr('r rrn alguna herejía. sepa que incurrirá en pena plir r.l ticrnpo Irrr¡rrisirlr»r', Li«rcrtci:rdr¡ S¿rntos García, estanrlo (,Tl slt
rlr, r'r,lrr¡rso, r' que sin ningrrna misoricordia sería re- de su penitcn-
ci¿. En lr¡g con- lrrrrlir,rrcirr rlr, lir rnirñittt:t, lt:rlticnclo rnirarlo ¡r <rottsirlt
l;r.irrrlo l l;r .itrsticia y brazo seglar, y qucm:rrlo crr
vl¡Iecionter. nrrlo lrr ¡rrrrl,r'.y Ittg:tr tlotttlc cl tlich<l fruis rlc ()¡rrv¡r
lllurrrrr rlr'l'rrorlr¡r y así lo promctió,.v rl'grurr.rlrlr y
,'rrtrr¡rlir ll l.r.lrol'rlc su scntoncia, so l;r ¡lclru cn rlllll .irrl lrrr.1'lr rlc cttur¡llir cl ticrrtpo dc t:írrccl y lrí.lril,o crr
t'. r¡uc lrir sirlo «r«lltrletttt«1o llor no h¿rbcr crt cst,o Srrrrl.r,
r Icr:lrIrlrrln
:t60 Ar,r.oNso ToRo SpNrpNcres e los CnnvA.rAr,rrs Íttl I
()l'icir¡ oorno cn las inquisiciones dc España, dispo- de novicios, y de las muchas ocasioncs que había tcttido, cr¡t ilt"
sicirirr rlc cárcel que llaman perpetua con Alcaide y dudable que conocía eI juclaísmo de los suyos, apenas si stt ¡rttctlo
orrlcn formada, y quc eI hospital de los convalecien- decir que se le castigaba. ¡\ tal blandura contribuyó itttlutlitlrlc.
tes de osta ciudad, parecc que es a propósito y aco- rnente, la podcrosa influencia de la Orden de Predicadorcs, r¡uo
moclado para esto, se lo scñaló por cárcel donde por honor del hábito ha de haber'la interpuesto ante la Inrluisi-
cumpla su penitcncia v el tenor de su sentencia, ocu- ción, para que no sc impusierarr perlas graves a uno dc st¡s
pándose er. las cosai y servicios decentes, que eI miembros.
Administrador le manclar.e y cncargo y mando aI Fr. Gaspar, dijo: que sn paclre era cristi¿rno nuevo descoll-
Cornendaclor dc Ia Nlercer), Fray Matco García, se diente de judíos, y que aun cuando había visto informaciones tlc
cncargue de su consuclo espiritual y de aclrninistrar- su maclre en el sentido dc quc era hijodalga, la tenía también por
lc los sacramcntos, y & Ari¿rs Valdés, Alcaicle de las de gcncración clc cristianos nlrcvos, de judíos "por haberlo c¡t-
cárcelcs de este Santo Oficio, c1c visitarle a menurlo tendido y oír-lo ¿sÍ crt fls1laña ¡,ól 1o enticnde así". (")
y tencr cucnta con cl cumplimicnto cle lo que dicho l/:I con(lncllr rlc l,'t'. (litsprrr', r'r'sJrrrcls a los micmhros dc stt
es, y el dicho Luis de Carvajal prometió de lo cum_ l':rrrrilin, lro l)ll(lo sr,r'lrrí¡s irrrlt'coros¿r. lIablarrr-lo rle su hcrm¿lro
plir así, y para ello el clicho Alcaide lc llevó luego Rltll,rrzirr', r¡rrc lralríiL l.r'rrl.itrlo tkr r:onr.crtirlc, dijo rluc el ejcrrrplo
r¡uc lrirlrílr l,r'irírlo a cuento de un moro, cuanclo había solicit¿ul«¡
" lli[:,on::i:'*;, corrlcsiólr rlc ó1, no era sino cle un .iuclío, y que si no Io dcnunciri,
Pcdro dc los Ríos.-Itúbrica,,. (,n) fuí: por haberle dicho ac¡ucllo cn eI sigilo cle la confesión.
Después dc scntcnciado, cl 25 de junio de 1590, dcnrurciri lr
En cuanto Fray Gaspar, que sin cluda era más culpablc, claclo Tomás Fortseca y a su propia math'e, ¡rirlicrrrlo irrrrlioncil ¡»rr',lr
rluc liubiere tal culpa, que su madre y hermanos, seguramente por ¡rfirrnar cluc el primero lc lrabía diclro (luo si rlcr:lrrr'¡rllr l)oñir lr'r'¡rrr.
scr sacerdote, v estar en la convcnicncia cle los inquiiiclores quc no «lisca, ib¿ ¿r scr barredera, v clllc 1.1'lrcríit;r lrrs c¡ircclcs,lr.l l'{lrnlo
,,.. cliese un pirblico cscándalo, condcnando a penas graycs por Oficio a Jorge tle Alvarado y a Alrl,t¡ltio l)íl¡z rlc (l¡icr,r'r,r,, ¡i l¡r
,irrcl:rizantc a un fraile clominico, fué cl que cle toda su ?amilia sa- aprctaban. (")
liti nL.cjor iibrado. En efecto, se clispuso no comparcciera cn el En otra de sus dcclaracioncs, cxl)llso rlttc csl.rrrrrlo r,rr r'or¡r'r.r'
¿uto púb)ico de fe; sino que su sentencia fuese leída cn la sala cle sación Jorge de Ircón de Andrada cou sn nrirtlrc l)orl¡r l,'r'rrrrr,irir'¡r
irr¡dicncias de la Inquisición, o ante religiosos graves de su orden. y con Doira l\fariana, la prirnera de las cit¿rrl¿rs Irirlríir rliclro, r¡rillrrr
l'l¡l ella sc lc declaraba incurso en excomunióIl mayor; pcro se le
do cn unos guadamccíes una estarnpa tlcl roy l)irvitl rr ol,r'rr rlr,l
¡rlrsolr'ía de ósta, condcnánclole solarnent'e a oír una lnisa rezada
Tcstamento Viejo: "IIija l\fariana, vcs aquí al rcy", ¡' cnt,o^rrrr,s
.rr l:r capilla clel santo oficio, cn forma de penitente, mandándo- cl rliclro .f orgc, con semblantc disgustado, replicó : " ¡ A lr, scñorir l"
s.l. r'r'lrrclrdcr y suspender de órdenes por eipacio de seis mescs, (blllrl r¡uoriun«1o adr.ertirle que para qué trataba clc :rr¡rrcll¡ls co,
sr'ñ¡rl¡irrrl.solc por cárcel su convento. Adcrnás, se lc privaba de
t'olo:rclivo 1'¡¡¡¡¡1iyo en su orden, debí¿r tener el último iugar en el H,ts colt srr Iti,irt; r¡ttc cntottccs l)oña Francisca, prcgunl,«i: "¿l'uos
cor'() .y rr'l'r'r,f or.i«r y lr:rccr abjuración d,e lcai, (rn) h:ry rrurl (,n ('so ? llrrólgrtc, X[:rriana, clc vcr csta figunr", .y irsí
l'l'lr i¡r.r¡rr.lrso (rll(| on esta sentencia se había procedido con so l¡r rrrosl rri. l,'r'. (l:rslrirr irrlrrir'1 iri r¡rrc por csto crcía r¡uc cl cil,irrlo
rrrlrrirr lr,rrirlrrrl; lru('s clr tanto que al gobernador, a quien ningu- ,fot'gr,sl¡lrílt rlr, los rlclitos rlc srr ltutrlt'c 1'11c su lrcrm¡rrt:r. Añlrrlili
rur cr¡f ¡r¡¡ 1i1, l¡, lrlrl,ílr ¡rlolr:rrl«r, sc lc hacía abjurar d,e uehemenl.i., y quc'l'otttris rlc l,'orrsr.r,tt, r.rr lrr círr«rt'l, l,r'irttndo colr íll tlc Irr ¡rlisirin
Nr, l'r'orrrl.rurlrir rr gnrr'ísirrurs pon¿rs, a Fr. Gaspar, ql¡c rlc l)oirit lsitlrcl, ilrl'r¡r'lrrri r¡ttt,.lot'rrr'rlo.,\ll¡tcir'l:r lrlrllía rliclrr¡ ¡r ós-
lx)r r.irzrilr
rlo sll slttrt'l'tlr¡t'irl, tlr. stls «'olro«,imicntos tcolrigicu* ,j,,,,,,i ¡r¡r,sl r.r¡ ta, cuando la llcv¡tl»t¡r I)ros¡r ¡r llt lrlr¡ttisir:irirt: "St..ñrlrir, rlc«:irl vr,r'
lll-¡2 ArroNso Tono
It'r. ,\gustírr r'lc Avila. Dcslruós c1e trlijurar d,r: lr:ri, fuó rcprcndi- 4..
rlolrtl. l)crn'rrrnoccrían encerradas; pero se rcvocó esta orden, por ool¡ ntt¡clut l¡rroll:rción de los r¡trc lrr rrsl,iltrtrlrrttt, r¡ttoríntt y ollcrlo-
r¡nlr (.t!r'i()s& circunstancia. ('n) cíttt,,,,,tr ruu.y l{¡':ln(1c rcspol,o, (lll(} ¡lo (!t{ [)o(]() llr,grtr n scr r¡ucri-
( lrro Jorge de Almeida supiera por uno
de los inquisidores tlo r,l r¡tto ¡¡rlricrttit. (")
I, r¡rrrr se lrabía resuelto, y no quisiese ver a su sucgra separada
rill srrs hijas, cor gran astucia y habilidad, dijo al inquisidor:
Nr r¡',rs
"N{írese bien en esto antes de que se haga y arlviértase quc Ias
rnu.icres son codiciosas de saber y fáciles, y que podría venir un
(') "...tL.rrrl¡ trrlttr.llrr lrorrr, nunrn rrír'r lrtrli. ¡l ll¡ttttt[¡ttl rr r¡¡ttllltt trttt
«l:rño notablc a todas las monjas que fuese muy dificultoso re-
Jrrr lrrnlr,l l(r,,ltt¡¡rl,z, rri olr'tr pr!r'rr¡nn r¡trr nlrlrltrh.r ¡¡¡¡,¡¡' lttrlit, ¡¡l l¡¡r¡'¡'ll, ¡¡l rlln
mcdiar".(") gontttlgtrrlo, tl rrr, lrlolrrutr lrrl y lr¡,¡1,t,¡r¡' r¡tr l'uír ¡rlnllrll rru rurll rlr, l¡lll ¡rltt
Semejante ad¡,ertencia bastó para quc el inquisidor mudara dillrelílr¡.y lr¡trrlt¡ lr0v tro l¡r,r,trl.r'lrrlr¡ tililr Ir rril r'rrñl|, trl lIn lll, r'rtlilttttlIntl,t, ¡llttr
de propósito, co,viniendo en que Doña Franciscá y sus hijas vi- C6ltt9 t,ttr,tttl¡Jort tttIon, y l¡lrul¡r! ¡,¡¡l¡¡¡,¡r ¡,¡¡ ¡'¡¡l¡¡ {t'r'¡,1 rlrr r,ltlr ¡llrl, lttllrt r¡ttlnrt
vicran todas juntas en una casa aislada, frente aI corcgio aó san- rocillit'rlt,r,llu¡, trl rlc lrt llur¡r rl¡ rrrl lr,rnrt¡rrt rllr¡t',¡, ll lo¡ur rrl¡lrrnrr; l¡rtrlrlx
gióttrlor¡rr, l.r'trklo ¡ror l,uirr rlr,('rrtvrr.lrrl v llrrllr¡rt¡r'l(rrltl¡1tl.z, r'l,,tlrr rlrnllrlrrrl rl¡
ta Craz de Tlaltelolco. dint,ro y (,ot¡,r(,r'vt,r, y lotrl'ilttrrrtr, ¡rrtrr ¡'trt,ltrr y ('on¡'t'r'tt ln r'trtr','1, lol lllr¡ rlo
_ Para qu. se comprenda mejor er porqué se señaraban como
cárceles, a Luis un hospital, y a su máclre y hermanas una casa
allí, y rr,lx lr,lr r¡ttirl,lr¡tn¡rt'r'r¡:t¡r trl¡1tttrtr, trrlrr trttlt'lt, ¡rot'r,ltl.ttt'r'tt ltr r'¡¡¡'r'r'l tto lt.r
pusg ltrs t¡rrul()lr, l)or'(ll¡r, rlc rlr.:rcotttirlilrott cr»ttttti¡1r. ." l'rtx't'so cottt.r¡r /,'ltis rlo
particular, debemos dccir que las cárcelcs inquisitoriales, eran Caruajal, cl uitjo, publictrtlo t,n "l,r¡s Judios dc l¿t Nut:vu l,)spairu", p:i¡¡irrt ltilil,
de dos clases, a sabcr : la sr,crr:ta, dondc pcrrnarrcr:í¿rn los rcós (") Id. Id. Posible es que el Ciarrcta fucsc Juan Yizqaez dc Zcarrcta,
inconrünicados hasta ]a tcrlllinltr:itill rlc srr ¡rroccs«r secretario del virrey.
IX)r solrtolr(:iiI
defirritiva, y la perpctua o círrcrol dr: ut,ist,t.icortl,iu, ir rlolrrlc (') Declaración de Doña Isabei, a folios 38 de su proceso pírgina
J)irsa_
220 de la obra citada, en la nota 1e-, que dice: "que si los testigos -véase le lran Ic-
ban los sentenciados. Rn ella se rcs pcr.rnití¿r t'Jbajar pa.a ga-
vantado otra cosa será con falsedad, porque el uno que es el dicho Gobcrnnrlor
_narse Ia vida, o, cuando estaban incapacitaclos par; hacerro, se le tiene odio mortal, porque una vez habrá tres meses, estando en la (}ircr,l rlo
lcs daba pcrmiso de salir a pedir limosna para slis alimentos. En Cortc cnvió sus criados a casa de Jorge de Almeida, donde ésta vivía, con los
casos espccialcs,ya
Iu.cI? por la categciría áe las pcrsonas, ya por cunlcs lc cnvi«i a docir, con Juan Salado su criado, que no enürasc más rrllí,
rlo disponer Ia rnquisición dc cárcel apropiada, o por hallarse ésta donrlc óst:r y sus lrcrnranas cstaban, y pues no les daba Ia comida y habít sirlo
llena, se autorizaba a los reos para t.ner sus casas por tal. caus¿¡ <lt' turcr l:r nt'ccsirl¿rd que padecían, que no fuese ocasión dc quc cl rlicho
Jorgo dc Al¡llt¡irla tlttc sc las <laba se las quitase. Por lo cual la envió a árr¡lc¡rr¡-
- La perpctua o de miscricorclia, c1ió origcn a los nombres de
dos ealles de la ciud¿rd de ]vtóxico,, ccrcanas al santo oficio. (ro)
zar (luc r.n slrlit'¡r<lo dc la cárccl, se la había de pagar..."
Para concluír el presente capituro, crircmos cómo ra senten- (') Llorr,rrl,r,. O¡r. <.it. p. 183 y siguientes del tomo I.
cirr de Lui,s d,e caruajal, el t;iejo, no crebía de cump)irse en su (") Itl. Irl. ¡r. llll-r y sigtticntcs dcl tomo I y Artículo 46 de las Ordcnnnzns
to- dc ln Inr¡uisicirin tlr. 156 l, t¡uc tliccn: "Cuando el delito está semi-plcnnmc¡rto
t¡rlirl,d; pues si bien se le tizo comparecer como penitente y ab- prolra«lo, () (:or¡(.ln'l'(,¡r l.nlcs intlicios quc no permiten absoluer d.e la instan.oil,
.irr.rrr d,e t¡eh,ementi en eI cita.lo autó cte fe,,o rrá po.itrn deste_ sc mlnr¡(l,rr¡'¡ <¡uu Cl rco ulrjurc dc icl¿cmcnti o d,e leai. Y porque esto no (!s c¡¡s-
rr'¡i.s.l«r. vuclto a la cárccl de corte el 26 de fcb.e"o áe 1b90, tigrr tltl lo ¡tusttrlo, sitto ¡rrt't':ttrt:ititr rlc lo futuro, sc le impondrán penitcncirrs pc-
a
l'i¡r rl. r¡rr. <:ontinuara el proccso que le instruía la juslicia culri¿rrirrs; ¡rt'ro rrl r¡rrr.rrlrjrrr:r dt ochcm,cn.ti, sc advertirá que si vuclve 1 incur.rir
ordi_ en cl <lelito tlt'lrt'rcjía rlc r¡ttr sc h¡¡lll¡ sospcchoso con sospccha vchcrncntc, s¡ lo
.rr'iir, lr¡s ,rr¡clr's .uitas y agravios sufriclos, clieron "ul-irurta
aoo rcJlul;[rii t.(rhpsr» y s0rri n'l:rjil<lo c«r»ro tal, por ]o cual sc le hacc fir¡nar uu
llr .r¡l(¡r'r'I7.¡r )r ¡r«rirb¡rron con la salud del gobcrnador, que
allí murió abjuración".
Iutl.r.:r rl,. srrlir' ptrrl cl cxilio. (n) Llorcntc rCfi.,rr, r¡ur, lrs inquisidores, desde el siglo XIII, so cr(,y(,ron
I llrl,lrr¡rrl, rrrr vir,,i, cronista de nutorizados para impot¡cr J)on¿rs tctn¡roralcs dc toda clasc, mcnos ln rl<l r¡¡r¡r,rtr, I
tt r\r'lrlrr¡rl, (:(), este suceso, se cxprcs:t .sí:
rr§() rt¡s illr¡ur,.rablcs trabajos qirn y por eso inventaron lu x'll¡ju<ririn:rl l¡razo secular, porquc srbítn r¡rr. r.l jrrnr,
srlrvi,,iu ,lc lego no podía menos tlc cotrdctlnr irl rco al último suplicio, sin rnlr:r tr(rr¡il.r. r¡¡o
Hu r'('.\' lriz0, l.l'Ilr[.jtrrrl, l.:urtos ¿ños cntro "r,
tarri,rr gcrrl,s l¡il.¡¡rr.ir insertar la sentencia inquisitorial do hcrejla dictad¡ por L¡ Inquirriciírrr, ¡rpr rlll.
ill'¡0 Ar.roNso Tono STNTBNCTAS A LOS C,rnV,r.rlr,nS 367
¡xrtrrrrlo n¡l los sobcranos. Y que consta por varios ejemplos, que cuando el juez (") Véanse las primeras diligencias del procoso do Dof¡a Lconor de An-
rro lrn¡r,rnft lt ¡rcna de muerte, se le procesaba como sospechoso de herejía, Asi drada Carvajal, antes citado.
.,n (tu(¡ t,l rucgo de no imponer pena capital, era sólo una fórmula hipócrita, (10) Las refereneias que se hacen en cl texto trl proct'ro rlr' l)oi¡l¡ Cnl.nlina,
lirr nirrguna trascendencia. Op. cit. p. 82 del t. I. están tomadas del testimonio de varias const¿nciur (lu(t ('r)rt'rtn n¡¡rr,¡¡trrlnr al
(')
Véase: "Instrucciones de Torquemada", párrafos XI y siguientes. proceso de Doña Leonor, su hermana.
(')
Llorente, página 189 y siguientes y 209 del tomo I de Ia "Historia de (4) Primer proeeso de Doña Marilna, t¡nte¡ lritnrlr.
la Inquisición en España". (-) Medina, José Toribio, "Ilistoria rlol'l'rllrr¡r¡nl rlrrl Hrtltl.r¡ ()flr'lt rln lr
(") No hemos encontrado su proceso en el Ramo de la Inquisición que se Inquisición en México"'
conserva en el Archivo General; por Io que las referencias al proceso de Doña (o) "Documentos Inóditos o nluy rr¡rox pt¡rt ln lll¡rl,r,rlr¡ rll Ml,rlcr»", rlo
Isabel, hemos tenido que tomarlas de los testimonios de varias constancias quc Genaro García, tomo titul¡rlo: "J,¡¡ lnr¡trirlclr'rn tln Mltlltto", ¡rttgllllrl H(l y rl
de él se encuentran en Ios procesos de su tío el gobernador, de su madre y her- guientes.
mallos, y de las referencias que hace el General Riva Palacio, que tuvo la causa (t) Véanse los prtrcos«r¡ rt'tt¡rlt't.lvor.
a la vista, en "El Libro Rojo", artículos sobre Ia familia Carvajal. (o) Dc los ¡rror,t'sort rtr, l,'uutr,irrlo Iürrlrf¡¡ttr,r. rln Mnlor y lltrllnznl ltorlrl-
('o) Tampoco el proceso de Doña Catalina de León, mujer de Antonio Dí¿z guez do Cnrvlj¿1, sírlo g,r.¡rcrrt,ntrn r,rr r,l At'r'lrivo (l'ttt'rttl t'l rtr'¡¡trirlo t'lt t'ot¡Lrll
de Cáceres, se encuentra en el Archivo General; por lo que hemos procedido del scguDrto. Illrtrtr¡ t['lrrr¡rrisiciírrr, l,ottto l,4tl]|, b¡¡lo cl t.lt,rtlrr <lt': "lhrltrrz.ur llt»
lo mismo que con el de Doña Isabel. drfgucz rle Andrurlr¡ o rlc (ittrvl.irrl, nrozo soltcro, nl¡Lural dc lltrnavtlntc, cn Ctts-
(") DI proceso de Doña Leonor se halla en el tomo 1488 del Ramo de In- tilla. Ilijo {c I¡r¿rltcisco Ilotlrígutrz rlq Matos y do doña Fracr do Carvajrrl, por'
quisición, ó 12 de la Colección Riva Palacio, y lleva Ia siguiente portada: "Méxi- tugueses, estante en México y tlatante en Ias minas de Tasco bpde de gcncr¡-
co Proceso contra Dt .Leonor de Andrada. Natural de la villa de Be- ción de christianos nuevos judíos". La pena del padre de los Carvajales, puedo
-1589-.
navente Casti, mujer de Jorge de Almeida, de México, de generación de chris- verse en D. José Toribio Medina, op. cit.
tianos nuevos". (*) Diligencias en el primer proceso de Luis d'e Caruaial, el tnozo, tomo
(") El primer proeeso de Doña Mariana Carvajal, se mcuentra en eI to- 1,48? del Ramo de Inquisición.
mo 126, número 18, del Ramo de Inquisición, y lleva por título: "México (t) El proceso de Fr. Gaspar de Carvajal, se encuentra en el tomo 128
Proceso contra Doña Mariana Núñez, doncella. Natur¿l de la vill¡ del Ramo dc Inquisición, 6 72 de la clasificación Riva Palacio.
-1589-.
de Benavente en Castilla vezina de México, hija de France Rodríguez de Mato¡ (') Proccso citado.
difunto y de doña Franci de Carvajal de generación de christianos nuevos de
judíos". ('*) Proccso citado.
(") El proceso contra Lui.s d,e Cat'uajal, el oiejo, lo hemos paleografiado (') Proccso citatlo.
y publicado en el tomo XX de las publicaciones del Archivo General de Ia Na- (s) I)roccso citarlo.
ción, titulado: "Los JudÍos en la Nueva España, Selección de Documentos del (tt) I)roccso cil,¿rtlo.
Siglo XVI eorrespondientes áI Ramo de Inquisición". El original se encuentra (r¡) "Ilistorin «lcl Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Méxieo",
en el tomo II de la Colección Riva Palacio, correspondiente al 1487 de la nueva por José Toribir¡ Mt'tlinn, pírgina 75 a 89,
clasifieación del citado ¡amo. (") Obru y luglr citados.
(") La largulsima defensa de Luis de Curoajal, el oinjo, puede verse eo (') I\'occsos citatlos, de Luis de Carvajal, su madre y hermanas.
la obra citada en Ia nota anterior, páginas 320 y siguientes. (t) Mcm«rrias rlc .Ltr.rls d,e Caraajal, el ,ntozo, por otro nombre Jomph
('o) Proceso citado, op. cit., páginas 363 y siguientes. I¡tmbrot¡o.
('n) Proceso citado. (") 'Las «:allcs <lc la Miscricordia y de la Perpetua. Sobre la última pucdo
(") l'rirncr proceso d.e Luis d,e.Caroajal,, el mozo, que bajo el tltulo de: verse "La Ciudrrl dc Mírxico", rlc José María Marroquí, página 187 dcl tomo iI
"Móxicr¡ Ihtll) -. l)roceso contra Luis de Carvajal, mozo soltero, tratante.- (') Capitán Al<¡nso rlo Lcírn, "Historia de Nuevo [,eón con noticir¡s soltro
Il¡nirllt¡to r.rt Mí'xit'o, rr¡¡ttrral de Ia villa de Benavente en Castilla, hijo dc Fran- Coahuila, Tejas y Nucvo Móxico", página 97, apuil Genaro García, t'Documon-
circ, ll..rlrl¡:r¡r'z rL,Mrtos y «kr doña Francisca de Carvajal, viudn, rnujcr dc tos Inéditos o muy R,aros para la Historia de México", tomo XXV.
gíltt'rnciírtt til, crit¡ti¡¡tto¡ nucvos dc judíos", se conscrva en el Archivo Gcn«lral
drr l¡r Nlciórr, tonro t,úfll rtcl Ittmo dc Inquisición.
*".-, .y.."qr-Ñr:1Tn,!j!Er4EE
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xxr
EN EL HOSPITAL DE CONVALECIENTES
Durante todo el siglo XVI, se percibe en Ia Nueva España
un movimicnto místico verdaderamente trascendental, del que ape-
nas si al tratar de los primeros m.isioneros, se han ocupado par-
cialmente los historiadores; pero que es mucho más importante,
porque abarca a todas las clases sociales, y no se limita, como e§
del vulgo creer, a la lucha entre el cristianismo y la idolatría.
Diríase que la preocupación por el más allá estaba en el am-
biente. Así, mientras los primeros misioneros reproducían y re-
sucitaban en este rincón del mundo Ia caridad de un X'rancisoo
de Asís, otros frailes llenos de impruilente fervor, buscaban la
salvación de las ahaas aplicando los procedimiontos inquisitoria-
les de Domingo de Guzmánr Y no pocos sc cntrcgol)ü,n con ol mn-
yor entusiasmo al csturlio, yr pnre a¡rrondor lo¡r idiomtn in«lfgo-
nas y tra«lucir n ollos ln lr¡rt¡rt¡r nuovr¡; y¡r l)ttrt ro¡olvor lr¡r tntll-
tiples prohlomns l,colrigic«ls, .irrrfrlioon y rrnrtóttiu«»r, (ll¡o xrrrfiftn tl
cada puso c¡r xocitrrl¡ulr,x l,r¡tltl¡rtol¡l,o rlixl,ll¡t,l¡r rlo llu r¡tttt oott(to¡0-
r&n on ol rnunrlo nrrl,igtro, Itorr¡ lox xttcorrlol,ni no (tnur lox tll¡loor
que, con ln ¡ninrrlrt I'i,in nn llr virllt ol,nn¡n,r nttl,o¡xtttlttt¡lrl lr¡rlt¡ lt ln
salvaci(¡n «lo srr rrllr¡n. l/()H tn¡Hnrox cottr¡ttixl,t[rloror r¡tto rotttol,irtnttt
la tierra «ro¡l ln ¡rttrrl,n rlo ln lxlx¡rll¡, lox ltvlr¡tt¡rorrl¡ lltixnt¡,H (tt¡0
sólo habfan vatrirlo lrl Nt¡ovo IVlttttrlo l,rttx rlcl ¡rorlor y hl rit¡uozn,
no Ics illnrr o¡r z¡tl{rl n lox lno¡¡,ios (tn xlr ¡rrooutt¡lrttri6rt ¡lrlr lrr virln
vonidoru, y rn,tttrlr«lx I'uuron lox r¡uo, rlrrr¡lttúx tlo nltl¡urzlrr lu glorin,
el mando y lrr o¡rttlo¡tcitt, ttlr¡¡l¡rl«l¡urrot¡ ltrn ¡rottt¡lrrn y vrrrridtulos
mundnnlrlos, t¡ d¡',t¡t coxllr olrl,ottirltts, ¡rrrnr ir lr lrocor ¡lcrritencin,
dentro do los onl,r'cr:llcct,s.y lolrrr,gucz rlc unu cckl¿r convcrrtuul. (')
Mientras l,ul octtt'r'íll <lolr los rl«rtttilttrl«rros, kls succrdotcs i¡r-
dios que habí¿rn solrrcvivitk¡ t lu <rorrr¡uistu, ¿l mismo ticrnpo bru-
jos, médicos y adivinos, cncontrando scrnejanzas entro ol ¡n¡ovo
culto predicado por los sacerdotes cristianos, y cl anti¡¡uo «lo los
300 Ar,r'oNso Tono EN e¡. I-Iosplur, Iu; (lotlvnl,l')(:lliN't't.:s :i0l
írkrlox, ¡»'ocuraban a todo trance consorvilr' los ¿ntcriores ritos, el rctiro de sus monasterios siguicr:ur cl mr¡virrticrrl,o rlc llu lürl'ol'-
crr.r.lrcirrs y ccremonias religiosas, iltczt:lítrrrlolos con los nuevos, ma cn Europa, discuticnclo acaloracl¿rntcrrlo sobrrl lrrs r»lrnrs ¡»ro-
¡ulr'rr cvil.irr pcrsecuciones. Adontíts, lrr¡ I'irlf :rlriut inrlios conversos hibiclas de Erasmo, que se leían a hurtaclillas cn l«¡s clitttst,t'os y
t¡rrr', lrir.io la dirección dc los fr':rilcs, 1,r¡trlttrtírtt ¡»tsa.jcs de Ia Biblia en los colegios; obras que con justicia han sido consirkrt':trl¡rs co
y Iil»'os rn,ísticos, Ievantalllul i¡4lcsils y tttonirsl,tl'ios a su costa, mo precursoras del movimiento reformaclor. (')
ctlif ic¿rban hospitales, m{rlll,(}It¡('n(lt¡ lt los crtl't't'llt«rs y sirviéndolos Lo que pasaba en la Nueva España, no era en par:to silto ttn
cllos misnlos, libcrtaban r[ Hus t'Ht'lnvo$,.]'¡rt'it«tl ir:nban, cn fin, to- eco de la gran revolución religiosa que por entonces agil,trlrit cl
da.s las ollras cle miscricot'rlin, slgtirr lo t'r'l'ict'c cl P. Motolinía. (') Antiguo l\[undo, mezclaclo con eI dcsconcierto quc la conquista lra-
trll mismo fcrvor (¡rc,rtrl.ltño ¡rttsicntrt t,lr cl servicio de sus bía traído en el pensamiento religioso indígena; pero la vcrd¿d
f¿rlsos tlioscs, poltítutlo ¡rltot'¡t r,tt cl cullo tlc l¡ts imágenes cristia- es que, de cualquiera tazir qttc fttct'ott, arlncllos ltolnbrcs tlall¿rn la
rurs, pilril cllos lls rnis vr,r'r,rr r¡o ol rrr ('osir (llro los ídolos de sus primacía a, su vida espiril.rr:rl sollt'«r lits rros;t.s rrlitl,criitlt's rlc lit 1.c-
dominllrlor'()s; [)(tr'o ¡rrlcl¡riu rlr, i.r;l()]i, (lr¡c «r¡ltsl,ituían el vulgo, in- rrena, a diferencia y cottl,t'itslrl rlrl lrl r¡ttc :tltl¡t';t o(llll'l'('.
dios lrlllí:r, cttl,r'r'¡¡trtlos lrl l¡rirrlili,,r¡ro r,n (fuct'l)o y alma, que no sólo llna pruclla p:rlr.rrl,c rlc csl;r vt't'rlrttl, rros llr ¡rt't»¡rottriottit ol
tc¡rí¡nl rliln'itrs rlov«rcit»nr,n;riirr, li.rrr¡,o sr'ñltllttlo parahacer oración funflatlor dcl IIos¡ril,¿rl rlc los (l»tv;tlct'i«rttl,t's, itl tltte sc tlcstilt¿rra
nltr¡rllrl llnl () rlou vocr,lr ¡rl rlirr, rrrr.rlilr¡trrlr¡ solrlc srrs pecados, sobre a Lui,s d,c Cttrt,tt.i¡tl , t'1. tno:0,1)lll'¡l (llto <tllrrr¡lliosc su contlcna.
llt llrtrct'1r., r.l .irticio, l,rrr l)r,nnrr ,lll ¡rrtt'r,,rrlorio, r,'l inficrno, la pa- Era cstc lrosl-rital, r¡na tlc lits rnás importantes y origin:rlcs
sitill rlcl lit,itor', ln ¡lloritr rlr,l ¡,ttt'ttirio 1' los ¡»rsos y lttisl,cl'ios rlc Ia instituciones rlc cariclad que haya habido en el mundo, y quizá )n
virllt rlc.lr,sttct'isl,o. Ni r,r'lur r'¡u'(,r( r.lrlrr,r'll«rs los r¡tto lr:teí:ut voto más importante que por su extcnsión existía entonccs en la ciu-
«lc trlrsl,irlr¡rl o rlo t.l¡lt'irt' r,rr t'cli¡,,iírn, .)l ;lun(lu(' s(, los troglrbir cl lrá- dad c1c 1\fóxico. En ella nacida, no sólo sc extenrlió luego a otros
Ilito, rr I)(,s:lr rlc cllo llcv¡rlr:ur virl:r r:r¡IIro rlc I'r'llilcs. lugares, sino que dió origen a una orclen rcligiosa, llamada dc la
I\lol,oliuí¿¡ rcf'ierc ikr un rnlncclro intlio, y señor principal, lla- Cariclad o cle San Ilipír1ito.
m¡rdo Don Juan, oriundo cle Tcpchuacán, que leycnclo en mexicano Fué su funtl¡ltlor trtr ltontlrre extraordinario, cuya alma de
la vida do San Franciseo, hizo en él tal impresión, que tlecidió aCeratlo tcm,¡rle, como la 11c t¿tlttos tltros ¿rvcnturcros españolcs 11C
vivir como el Serafín de Asís, y dejanclo sus vcstiduras, púsose Ia í:poca, cra t¿rn cxt,csit a ctl cl bien como en cl mal, si cs que cn
hírbito pobre de sayal; dió libertad a los muchos csclavos que te- aquél pucdc habcl cxccso. Espíritus lleltos clc extrañas contra-
nía, predicáncloles la palabra de Dios y rogánrloles vivicran como diccioncs, que abrasal¡an c¡anto emprenclían, con eI fucgo rlc t¡rl
hcrmanos. Yendió cuanto poseía y lo repartió entre los pobres, destructor inceudio, de tal suerte que lo mismo eran capaccs, so-
pidicnilo luego ahincatlamcnte cI hábito, y como no se lo dieran, gún la idea de quc cstuvieratr poseíclos, cle los crímencs nlíts ¡tl,r'tr
vino a México a solicitarlo nuevamcnte, eonsiguienclo tan sóIo le Ces, como cle las acciones hcroicas llrás sublimes; lo misllto r'lrr lit
dcj:rran convivir con frailes, entre los que llevó una vida ejem- ostentación ¡r el dcrroche, tlue de la cconomía y la av:rriciit; Ir»
¡rlar'. (') mismo del robo y clel asesinato, que de la caridad para cl pr'ír.iirtur
Pcro no eran estas solas las muestras de aquella activísirna y Ia rcnunciación tle todos los biettes terrenales.
vida cspiritual; pues, además, los judíos innumerables que habían Bcrnardino Alvarr:2, n¿rtural cle Utrera, apenas lttllro ctll'sitrlrr
pasarlo a Ia Nucva España, no se contentaban con mantener viví- Iatinitl:rr1, cuirttrlo, lllá ¡r«rr ]os ¿rños de 1534, vino ¿r llt Nttcv¡¡ lt)¡1-
sillra su creencia, sino que muchas veces la propagaban en medio paha, scrlicltl,r¡ rlc ¡llirccrcs.), 1'i(llloz¿Is. Tcnía cl mozo ¡ror ctrlotttros
rlo los rnayores peligros de ser perseguidos, y cosa semejante ha- veintc años, y csl,:tbit «lisJrttcsto:r jugarse la vida 1'¡¡ qr¡¡1¡lr¡ttict'tr
cía¡r los ¡liratas inglcscs y holandeses, que a veces introrlucían empresa. (o)
lliblils c idc¿rs protcstantcs. (') Concluída la rrotttluist:l tlo Móxico, rto r¡rrctlttl»r llr¡is xlrlirllt
A lodo csto hay (luc nglcgar quc rto f:rll,¡rlriul l'rlrilr,s (lr¡r (|n para los espíritus ¿lvcntl¡rcros (llrc la pacifiortcióll rlr, llrx ll'ilrt¡x
{r02 ArroNso Tono
EN sr, Ilosprr,u, ¡¡ll (loNv,r¡,lr(:niN'r'rrs 30{r
irrrlígorrls, rcrnontadas a las serranías, y que sc habían negado ñía; pero en virtud de quc ello, nlr,grr¡rrlo sr¡ rrvru¡z¡rrlr crl:rd, sc
olrsl,irurrl¡rrnorttc a sujetarse al yugo español. Aquellos pueblos,
negara y Ie recomendasc emlllt,rtr nu l'lrrl uut[ r,n ¡,t ¡¡¡¡',iol'scrvicirr
rlc rlistintos orígenes y lenguas, eran dcsignados colectivamente, de Dios, Bernardino t'leposil,íl stts lrir,rrr,x ('n (i,lHn. rlo urr Hrr rrrrrigo,
(1onro (:on anterioridad queda advertido, con eI nombre d.e bárba-
se cortó cl cabello al ritltu, «riñtiso ix¡rr,ro cililio, vi¡rli,i un Hr(x, o
rt¡.s clt,i,r:l¿i,mecas, qtte calificaba más un cstado social, de pueblos hábito dc paño burdo, y, pnrtt ('xl)ilrr xux l¡l,rrr,lro¡ ¡ror,¡¡rloH, ¡r, ¡'rr
ruirrrirrlas y cazadotes, que un origen nacional comírn. Merodeaban
yror cntonces esas tribus errabundas, hasta por las cercanías de
tiró al Ilospital rlc ltr ()ortt:c¡lcititt, r¡trrr lrrrlrlrr I'turrll¡rLr r,l rorrr¡lix
Z:rc:rtceas; y persiguienilo fama y gloria militar, a1lá fué a com-
tador IIcrníur 0'orl,ós, «lorrrlo ¡urxri rlir,z rrriox r]rr xrr virlrr, r,r,n]rl
grándosc tt srlrvir y rt,gttllu'lr lox ¡nl'r,t',r¡on tr r.oxllr rlr' Nu rrrrrrrlrrl,
h:rtir lucstro Bernardino, en calidad de soldaclo, entregándose en y a socorrcr lt Ios ¡l«rllt't,x vcrgolrzrtrrl,(,H.y Irr('Hox rlr, lr¡ r,úr'r,r,l rlr,
la vida <lcl campament,r a todos los vicios. corte.
Terminacla aquella guerra y vuelto a México, su vida fué aún Llevanclo ltr¡ttclltt r,xisl,r,trcin, Hrr r,rrrirllrrl olrscl'vli (¡r(! (¡rr r,l ltox
mis «lrrscnfrcnacla. Pasábala en merlio del ocio y la disipación. pital dondc vivítt, ¡r¡¡¡ ['¡'o1'¡¡¡r¡rlr,sc rlr,s¡rirlicl'lr rr los ¡lrrciorrl.r's rlulut
lr)l ,irrcgo, l:rs mu.ieres clc la vida airada, la embriaguez y las pen-
do apenas scl itti«liltlur. lrt r:onvlrlc«:r'lr«lit, y «:onut«lvirl«r ¡lor rrsl,o, r¡utt
rlr,lrcilrH, (,r'nlr Hl¡ rr:¡.1,1¡ral clcmento, por 1o que constantemente se
daba origcll ¡t (ilrc tttttrrltls v(¡('cs r'ccil..ycnr,rr y:trrrt lnurics()rr ¡1, c(,rt-
vr,ílr r,lr rllrrcs y l,onr¡rt't's rron l¿ ;justicia. Distinguíase, entre su§ secuenci¡r dc los rcurttrlccitl«rs malos, rcsolvió fundar un asilo ¡rrrrtt
rrrrri¡4ox.y cottr¡rrriror'o$, ¡¡1,,' stt v:tlor y osaclía, y de allí que, resucl-
los convalccicntcs.
l,os rr, vr¡lvr,r'Hc ricos ¡rol'lrrrlrrrrs o rrulllls, lc cligicrall como capitán
«lc t¡tul luutrlrt rll sttlltrrlort,H, (luo \':¡t'ios llt'r,llos rlct:irlicron formar.
Al enterarse del proyccto Miguel Dueñas y su mujer, apron-
taron para su realización un solar situaclo en la calle de la Celada,
l/oB (l(,snuurcs cr¡rrrcl,irlos ¡ror rrr¡rrr,llos f'lrr:i ltcrosos l'rtcron tan-
y allí, por abril de 1566, comenzó Bernardino Alvarez a recogcr,
tos.y tlo l.rrl trtrrgrtil.ltrl, r¡rrrr li¡s rrtrf,o¡'irlixlcs s«r vicr'«llr oblig:rrlas a no sólo a los que en l'ías de alivio estaban, sino también a oratcs
ptrrscgrrill«ls ¡rctiv¿rrttunl,o, itcullitrrrkl por cclt¿rr el gnante a Bernar-
dino y ¿r doec tlc sus sccuaocs, y tras de procesos más o menos lar-
y vicjos invá)idos, solicitando luego permiso del arzobispo p:rr¿¡
g«rs, los sentenciaron a destierro en los descubrimientos de China.
abrir un nncvo hospital. Aunquc cl solar cedido por los Ducñus
era nrnplio, rrris lo clan los propósitos de Bcrnardino, por lo r¡uc,
I/os condenados lograron fugarse de la cárcel de corte; pero aun-
con Ia vcrrtn «lc) ¡rrrrrlio, los rcstos de su propio caudal y limosn:ls
«¡ue tres dc ellos fueron reaprehendiclos, nuestro héroe se contó
quc recogiri ¡rl cl'c«rto, conrlrró otro tcrreno rle cnorme extensiírn,
cn el número de los que escapalon.
ccrc¿t rlc lt iglcsi¡r rlc San llipólito, rurnbo de la ciuclad quc est:rlra
Ocultóse en casa «le una viuda, la que no sólo ie proporciona-
entoll(rcs .y(tt'rll,o )¡ rlcspob]tt11o, y, clespués de conseguir l¿rs lic.ll-
lrrr la subsistencia, sino que Ie tenía al.tanto de cuantas providen-
ci¿s lleccs:rri:rs, l,irni,o tlc l¿s autoridades civiles como dc Ias cclc-
ci:rs tomab¿rn así el virrey corno la audiencia, para apréhenderle
siástic:rs, r,rr 15(i7 comcnzó a labrar su hospital. (')
y custigarle. Aun no conforme con csto, lc suministró caballo, ()rriso r¡urr lir obra fucra magnífica, de cal )r canto, porquc t,c-
arrnas y <linero, para que se dirigicra a Acapulco, a fin de em-
b:rrcarsc allí para eI Perír. Llegaclo Bernardino a aquclla tierra,
ní¿ cl c¿n'it¿rl,ivo proyecto cle ejercitar en aquella casa todas lls
ohr¿rs dc rniscricorclia; pero mientras, y a fin de no privar a los
r'lcrlicrisc nuevamcnte al ejercicio de las armas, fijanclo al fin su
polrrcs dcl bcncficio de su caridad, fabricó nnos moclcstos cu¡rrlos
rlonri<rilio cn Cuzco;pero cambianclo su manera de vivir tan radi-
dc adobe, donclc claba abrigo a los indigentes, sin cxccpciórr, souo-
c:rlrrrcn1,c, clue pudo, dcbiilo a su industria y trabajo, reunir un
rriónrlolcs crr slls necesidades, y trabajanclo Bernilr«lirro pcrson:rl-
crurrlal rlc unos treinta mii pesos, cl que para aquellos tiempos era
mente en la obra de albañilería.
cr¡nsirlcr'¿rJrlc, rlado el valor del dincro.
Ilombrc probado por la vida y esonci¿lmcntc ¡rrír«rl,itio, (,nr
Iürsolvió :r Ia sazón volver a Móxico ¡, cledicarsc irl r:orrrcr<:io,
prcndió la gran empresa con atlmirab'lc intuicitirl rlc l¿s l¡r'rrcsirl¡r.
«ur¡rro ]o c.iccutó, invitando a su nl¿rdr.e a vonir ¿r ht«:«lrlc corn[)n-
dcs y convcnicncia dc los ltsil¿rtlos, cl:rsil'icírrrrlolcs ¡ror r,rrlirrlrrr,
Ar,roNso Tono Er.¡ Br- Hosplrr¡- nlr CoNvnl,t.(:lliN'rlis 365
rl¡rrlr.s. 'l'r¡\,o, ¡rucs, el nuevo hospital, diversos departamentos; eStOS Viajeros y compró, además, llrltl r(x,tl¡¡ llc trir'¡¡ tttttll¡s '¿ Colrl-
rurlrrr ollos r¡no para los dementes o inocentes, como entonces se petente número de,csclavos ncgros I)¡tn[ §u scrt,itrio, ¡¡ l'irr rlrr (rt¡l'ítr
lcs ll;rrnirba; otro para los convalecientes; otro para los niños, y conducir gratuitam,ente a los innrigrttttl,r'x; ¡rtlcs ltt cltrirlrrrl rltll
ol,r'o ¡»rrir los ancianos; un refectorio para clérigos pobres e inca- antiguo soldado aventurero, erir l,irl, (ln(! (l(,círr rlttiHir,t'tt "flotro¡'ror
¡rircil,irrlos para cjercer su ministerio, y otro vasto refectorio ge- a todos los pobres del munclo ".
rrur:rl, rro sóIo para los asilados, sino para cuantos hambrientos Provista la recua cle torlo lo lrr,r'r'r.t¡trirl, illt rtl tttttttrl,r (lr lttt
r¡uisicran haccr uso cle ó1. Su propia observación y su inteligen- mayOrdOmO y OtrOS herm:lnoS «,lt t'illtlil'os, r¡llt, ltorrlrt'rltrlrlttt v ttli
cia natur'¿l, hiciéronle oncontrar ocupación apropiada para los mentaban a los viajcros ¡4ntl.ttil,ltutr,ttlr,, (,n lt,t r',t,l,u'r,tt coltrrll'ttÍrloH
anciirnos clórigos y maestros de escuela que en el asilo se alber- al efecto, hasta Ilcgar lr l\il óxit'o, rlorrrlo sr,tr,x ttlo,ittlrtt .y tttttttllttÍtt,
gabiln, pucs los puso a enseñar las primeras letras y 1a gramática en eI Hospital flc (lolrvir.lcciclrlcs rlrr Slrrr lli¡r,ililrt, ltttrrltt r¡ttl ltt
l:rtill¡r ¡r los niíros. contraban trab:rjo.
Curioso cs advertir que tan vasto plan se desarrollaba sin Y cuc¡tlr (lr¡() lro (,r'¡r l)o('(, t,l r¡ttrt sr,ittr¡rltr,lílt ltt lrrltr lttltot',
«:orrllrr co¡r rniis rocurso que la caridad púbIica, ya que cuando un ni escasos l«rs gitslo$ rlr¡('ocl¡siottlrlr,t, r'islrl (llt('('tl t'¡ttlrt l'l,rlrt vrl-
¡'ir,o l'ilrirrlro¡ro, AIr¡rtso de Villaseca, propuso a Bernardino Alva- nían dc rlu:rtr«r<:iclrl.lrs rr r¡rritticrtli¡s l)('r'sotrlls ttt'«rt'silitrlits rlrl itt¡xi-
roz rlolrrr rrl lros¡rif irl r,orr ciclr rnil pcsos, siempre que le conced.iera lio;pcro cl ¿tll.rttislrto rlc los vtrcilt«ls lltl lit t:itltl:rrl rlc Móxico,'ora
r,l l,lrl,r'r,rurlo rlr, llr i¡rslilr¡r'irirr, stt I'trrrrlarlor rccltazó el donativo, tan grarrdo, (lu0 Ito s<ilo Jlasl,alt¿ a crogar tan crecitltls gastos, sin«l
rlir,ir,¡rrl,,: " l)ir¡rr ls r,l ¡rrtlt'olro rlc r,slit «lJrl'lt. I,ll rl:rrír con quí: sus- que áun fundó para )os i,migrantes, bajo ]a dirección dc Bernar-
I.r'ttllrt' :,tr:; ¡,i,',lt.tts l,il'rl.s. No lrit rlrr l1'¡¡¡'¡' r'sl.ir olll'ir ol,ro Jlatrón clino Alvarez, ura hospedería en Jalapa, con el nombre clc l¿
r¡tto l )iorr ". (" ) concepción Inmaculadq cloncle pudieran reparar las fatigas dcl
(,)r¡izlis cl ¡rro¡rrisil.o rlc llcl'rt¡tt'rlitto, irl llr¡:lucJrl,ar capitalcs camino.
I)nrir. rilr I'rnrrl:r«rir'»n, l't¡crit r»rutl,clrrlr viv¿¡ l¿r caridad de los fieles, Así el arcliente amor que aI prójimo profesaba Bernarclino,
r¡rrc irrr,rrcsl,iorrirlrlcrnt-.nte dccacría cuando tuviera ya su porvenir ayuclado por la inagotable eariclad del vecindario, sostenía y arn-
ttscgt t t'iu l<1. paraba a los convalecientes, a ]os estudiantes desvalidos, a los
I':u'ir rclncrliar las necesidades cle sus asilados, que erarr mu- éIé.igos ancianos y sin familia, a los inmigrantes recién dcscm-
clros, l',crrrardirro salía cle diario, seguido de dos inocattes, es de- barcados y a los infelices dementes'
cir rlc rlos locos pacíficos, a pedir limosna por las calles de Ta- Aquella grandiosa obra de beneficencia, «Iespertó la simpatía
crrlr:r, lrirsta palacio, cxclam.ando: ttDen por el amor de Dios, para no sólo de los acaudalaclos, sino cle muchos pobres que no dispo-
lirs lrit-.tllirs vivas de Cristo", gue este era el nombre que claba a niendo de bienes de fortuna para a1rlalar a su rcalizaciín, prcs-
Ios rrccositados; y la colecta era tan pingüe y se lograba con tan- taban en el hospital servicios personales, esperando que Dios lcs
l,rr l'r¡cilirlatl, r¡ue hubo vez que al llegar al hospital Io rccibido as- pagaría su trabajo en Ia gloria eterna.
rrorrrlit'r'ir t sctccientos pesos sólo en dinero, sin contar 1o que le A estos hombres sencillos, de buen cotaz6n, que lo mismo ser-
rlionur crr l'r'¡tzarlas, ropa blanca, lencería, pan, carne y otras pro- ví¡ul dc albañilcs, que de cocineros, enfermeros y criatlos, sin cxi-
visiotros. gir rcl,ril»rciírn alguna, llamábales Bernardino "hermanos", Y cD
No r,r,rrl'ollrrc ec¡n csta inmensa obra realizada en la ciudad de un ¡rrirr«ri ¡rio rro lrar:írtrt trtíts quc dar su ayuda, conformc ¿ I¿g
f\4ixicr,, l'rrr¡rlri ol,ro lrospital cn Oaxtepec, y enterado de que mu- instnrrxlil¡n(.s (¡¡(, rl«' í'l ¡'ecillían, tlurante el tiempo quc sus ocu-
clros irrl'r,licr,s rlc los <lrrc vcnían a la Nueva España en busca dc pacionos rlrtlirtttrilts los rlt',inb:r lillre.
I'.r'l,rrrrrr, llr'¡1rrl»ur clrf'crlrros y sin rccursos a Yeracruz, o nllí cn- Pcrcl <rolrro lrtrlr«r rrlgtutos lllírs rx»tst,antcs, quc sc t¡ttcdttron
f'r'r'r¡url¡r¡rr .y rnor'ínrr ¡ror cl rigor clcl clima y el uómito pri.cl,o, t1tt indefinidamcntc crt cl hos¡ril.rtl, l,«rtrttrt'on cl nombrc dc " [ft:rmttnor
tttt ln lron¡tu'r,lt h¡t«rílt, i,crrilrlcs cstragos, fundó ofro lros¡ril,rrI para dcl Orden dc la Olrritll¡tl"; y lx)rqlrc cn rtquell«rs ticnlJt«rs cl ¡nt¡-
: t(i(i Ar,noNso Tono 367
rrrrr¡rrisrno estaba en boga, adoptaron como hábito el sencillo saco él Luis d,e Caruajal, cl nl,tt;Jrt,lrlt'n lnlnlrlir llr ¡rr,rrl,,trci¡r rlo t:árccl
rlc ¡r:rño parclo que usaba tr'r. Bernardino, siguiéntlose de alli una perpetua a que le coltrlcnlrnr r,l Hlrr¡lo lll'ilio.
nuov¿r orden hospitalaria, a la que luego se dotó de constituciones. Llevaba el hospital tl ¡lotrrlrrr,rlo l'lrrrr llr¡r,,lilo l\lrir'lir', r,rr vir''
Oonforme a ellas, comprometíanse los hermanos a guardar tud de ser cste sallt«¡ cl ¡rttl,rotto ¡rt'irr,'i¡rrrl rl¡ lrr ,'rrr,lnrl ,1,, l\lr,rilo,
Ios votos rlc pobreza, castidarl, obediencia y hospitalidad para con que cayó en podcr rlc los cs¡rttirolr,l r,l rlrrr lil rl. rrpnrrl, rll llrlll,
Ios neccsitados. Las constituciones cran eminentemente prácti- en qllc Ia iglcsia cclcllt'it r,l ltt¡u'lirio rll lrrlu,'1.
c¿ls; pues aun cuando Bcrnarclino pedía Ia oración para fortale- ICsl,:tlxr cl v:tsl.ísiltt«r crlil'icio ¡rilutrrlo r,lr rlr','l,,,l,lrr,lr,; !rnrrrr r'rrr'
ccrse cspiritualmente, buscaba ante todo eI ejercicio dc las obras ca tlc ól ll«r lritl¡í:l ttt¡is (lu('ttn rnlt'('nrlo rlr,irrrltr,,r ¡'r,l ¡,r,lt'r,trrlr,to,
rle miscricordia, como el mejor mcdio de remediar las necesida- TOt.l¡t llr t:1¡¡sl¡rrr,«.irirr r,r'¡¡ rlr,¡,ir,rl¡lr y lrr,,z,,llr,1,r,,,lrrl,n tr,,lr,rrrlrr rln
<1cs sociales. uI)¡t (r(,r'(,¡t, r¡rrr, l'r,r'tturllt ilnlt rrlrr¡rlirr ¡rlrrzrr l'r'r,lll rrl lr,tttlrlr, l{rrlrt'rt
Ilstas constituciones fueron aprobadas por eI arzobispo de Itr pttct'lrt ¡rt'itrli¡,t¡l rr,r'r'irr tttttt ittt,tt¡1r,tr,1,,1 l'1,','r, Il,rltt,r, ¡tltttr¡l,t'tt
Móxico, y mírs tarde, en 1579, por el papa Grcgorio XIII, quedan- dit ¡rot' t¡tt¡t lltttt¡rttt'illlr r',,tt r,l l,,lrr,r'r), rIt¡ rlr,r'ttt: " l)ttttnutt;i lt,tl
rlo lrcrrnlnos sujctos a la regla de San Agustín y a Ia obe-
lr»s ?tült"t,il". ('otrlil",ttrt rrl lror¡rillrl. llr i¡llr,rrirr rlr, li¡rrr lli¡rolilo, lr'\'rttt
rlir,¡rcilr rlc los,icf'cs t¡rrc llevaban los nombres de "hermanos ma- tttrlit crr cl ltrglu' (,n (¡ttr., sr,¡1rirr lrr lnrrlicirirr, lurlrín ¡rct'r'citlo ltn
yl)t'(.:1 ", " llr.r'nrirrros ¡lrovirr«liirlcs", cltanclo mandaban una provin- tl't'is-
¡¡rittt rrrirrrcro rlc r,s¡»rrrolr,s tltu'lurlc l:r rr,l,it'¡rrllt rlc Iir " Not:lte
r.irr, 1,"lrr,r'r¡unr()s ¡Í{,n(.r';rlr,s", los str¡lcriorcs t'lc toda 1a religión. tc". I,lsl,c l,cln¡rlo l«r t'ct.[it'cl l.yrrnliurticlrt,«r ir ]]r,rn¿¡.r'rlino l\l\r;u'ttz,
l,ll ¡rrr¡rrr rlr,lr,t'ntittri r¡rrr, los lri¡rolilrrtros, trolllllrrl r¡ttc cl vulgo asig- para que los asilados tu.,ieran capcllán clue los adrninistr¡rr':r (!s-
lrrrlrlr r¡ lox lrr,r'nurnr¡s rlr,lrt r'¡rlirlitrl, ttsru'rul rlos lrÍrlril«rs rlc lritiro piritualmente.
lr¡¡¡'rlo: un{) p,u'rr rlr,tllt'o rlr'l lros¡rilttl, r¡trc llr,giLlrir rrlrir.io rlc la ro- En la pared exterior rreíase otro letrelo en quc, con grirrrrlcs
rlillrr, r,orr ccllirlor y sirr r.ir¡rir,.y ol,r'«r ¡rirriL lir callo, cort lzrrgo ca- caracteres, sc leía: t'Itrn este Ilospital Gcneral, serírn socr¡rrirlos
¡rol,rr l,irlitt'. toclos los quc cstuvieren cn alguna mancra necesitatlos".
.A lir lrucrtc clc Bcrrr¿rldino Alvarez, ocurrida el 12 de agos- Traspottiendo los umbralcs cle la pncrta, aparccría urr cll'l.c-
lo rlc l,i'rtl.l, su hospital, además de un gran númcro de salas para lón, cn una t¿rbla ctr¿ulrada, dc trcs cuartas, cn quc cstaha t'so'il,r¡:
crrfi'rrnos, convalccientcs, ancianos y otros asilados, tenía iglesia 'rA honra, gloria y alabanza de Nucstro Dios y Scñor, sc clrJJ¡.
¡»'«r¡ria, casa para cl ]rermano mayor, huerta, campanario y todas olen las sietc obras dc miscricorclia en cste hospital con cl firvr¡r'
lirs ol'icinas y aposcntos inclispensables para su objeto. divino y su ayuda. Aprovcehanclo a los fieles cristianos cst,¿r f'r¡rr-
Las divisiones y clificultades entre los hcrmanos de la Cari- dación, que carece dc rentas y depósito particular, y gcncral irrrxi-
rlirrl tle San Hipólito, comenzaron algún tiempo después de des- lio:las cualcs obras han de ser demancladas en el juicio. Ju,.:l,tts
rr¡»rrccido su funrlador. La obra de aquel hombre de gran corazln at palma floreait".
Continuando la marcha hacia cl interior, veíansc Ios arnyrlí-
y ardicnte caridad, que como antiguo pecador conocía las mise- sirnos claustros cn que estaba.n colocadas las oficinas dc la insl,i-
riirs l,«rtlas cle la humanidad, y con la mayor compasión y toleran-
tución y los divcrsos dcpartamentos de los asilados. En uno rlo
«riir csl.rrlxt riispucsto siempre a aliviarlas, se desnatwalizl por sus
r:llos eslalrirn los r'lcmcntcs paeíficos, infelices idiotas insansilrlcs
sl¡o('sor'os, quc lentamente la fueron convirtiendo en una comuni-
a ettltltlo it stl itl(tltltcc sc Il¿rllaba; atacados de parírlisis trcllorirl
«l¡rrl rlc I'r'¿rilcs dc espíritu limitado y estrechas miras, para quie-
quc c:nnirrirbiur lr.r'r'irstrirrrrl«r Ios pies, y poseídos dc manías inocrr:rs
nr¡s l.crrí:[ r]l:ryor irnportancia el triunfo en la elección de sus su- que mtrcllirs v(,c('s lrrís <,;rrrs;rlrrtrl ris¿r quc compasión.
¡rcri«rrus, o la forma (luc sc había de dar al hábito, que ol c.iurcit:io Bernartlill«r lcs lutlrí:r rlltrlo lir prcfcrcncia procur'írnrlolcs ¡rln-
rlc lrrs olrr¿s rlc miscricordia quc rlió nacimiento al inslil,ulo. (') plitud, comoriitllrl y scgrrrirl:rrl.
'l'¡rl cro cl cst¿rrlo cn (luc sc cncontraba, cuando l'r¡ó n rllrr n En celdas scparitrlas, <::rrglrrl,s dc cadcnas, corr lns lurrlrrrr y
ArroNso Tono
l,g, y <rttytr (rtlrrtc stt rt'1ritrl,í:r. tt lros¡rilltlcs.y lllrlllasl,crios; pero se ('3) Motolinía, Fr. Toribio' Memo¡iales' p' 126 a 139'
(') "Los Jutlíos en la Nueva España"' y tomos 49 a 61' 62 a67'y
113 dol
llcg«i rrrris l¡lnltr f[ (]orror lt¡tsl,it cictt; ¡rtttts lir afi<litin dc la Nueva
Ii)s¡ruñu por t:tl cspcctírcrulo, fuó sicrnprc desm'edida' Bamo'áe Inquisición en el Archivo General'
§an Francisco' pot
Iln las plazas susodichas sc levantaban grandes tablailos pa- (o) Proceso contra Fr. Alonso Cabello' subdiácono de y segundo pro
de Inquisición'
tener libros prohibidos,ln el tomo 88 del Ramo
ra cl virrcy y su corte, la esposa del magnate y sus damas, la ceso -ir*o, cn el tomo 116 tlel propio ramo'
rroblcza y las autoridacles, dejándose Ia parte baja de esos tabla- "orrtru "l Alvnrcz'
(") Los datos que se apuntan sobre.la vida de Fr' Betnardino
rlos y Ia talanquera, para el público en general. estántoma<losdelao¡",tltotu¿o:..PróximoEvangélicoExemplifieadocnla
Cuanclo se jugaban caíras, quc era generalmente el primer vida del Venerable Bernardino Llvarez, etc'"' compuesta n91 Don 'Iuan Dlaz
,;e*lcano, etc'", y de Marr'oqul' José Marla' "La Ciudnd
11ía, formábanse hasta ocho cuadrillas de diez combatientes cacla de Arce, Doctor tuOtog;
una, bajo sus respectivos jefes. Recaían esios nombramientos, en Je México", tomo II, artículo "San Hipólito"'
(")EnIaépocaenqueFr.BernardinoAlvarezcomenzóaedificarclhott-
cl alguacil mayor, oficiales rea,les y alcaldes de} ayuntamiento. pital, no habia por uqo"t más que la iglesia de San Hipólito' que csttbo
A las cuat ro de la tarde, al sonar las aguclas notas de un cla- 'o*¡o cortádura de la
la quinta y penúltima ciudad .azt'eca, donde fut¡ron
situada en
de la Nochc Tristo'
rín, salían cabtlleros en briosos corgeles, los justadores, a partir más reciamente atacaáos los españoles durante Ia retirada
p\aza, divididos en dos cuatlrillas que acloptaban los colores de la (s) Obras citadas en la nota (6)'
rriucl:rd, verde los unos, rojos los otros. Aplaudíase la gracia, des. (') Marroquí, oP. cit.
I,r't.na" y. habilidad cle los justadores, quienes montaban ya a la ji- ('o) Autobiografia de Luis ile Caroalal, eI mozo'
ncl,il, ya ¿r la estradiote o bien en silla vaquera mexicana, inven- (-) Primer proceso de Luk ile Caraaial, el mozo'
tarla poc«r ticmpo antes por Don Luis de Yelasco f, con jaeces y (-) El pendón de la ciudad de México, fué primcrrrment,t: <ltl tttfr.l,lr¡r r.¡¡-
carnado forrado de blanoo, corr adornos y flccos <lc setllr
lr«rzalcs rlc lrlata y pretalcs de cascabeles. Las habilidaclcs clc los torcirtfl; tk'r¡rttórt, tltr
toruciul<¡r'cs, crar) prcrniadas por las danras con banclas y cintas. damasco, con las armas del rey y dc la ciudad, dc uno y otro llrrlr' y ¡rl flr¡ no
t'nt't¡tlo¡r nllro'
I'ero dcjí:uronos clc ficstas y volvamos a nut'stro llrol,irgonis- hizo encarnado y verde, que eran los colorcs do la ciudltrl, clrl¡ lt¡n
r-l+il'l.ffi.!lG3llE.lF
t';
t
i,
l,t
'
376 Ar,roNso Tono
dlchos, flecos de oro y plata, y una inscripción, que rezaba: "Non in multitu- ,.1
dlne sxercitus consitit victoria, sed in voluntate Dei". Marroquí, op. cit. loc. cit. it
(u) Estos'trajes se m¿nda¡on hacer para la recepción del virrey Don Luis I
ds Velasco II. Rangel, Nicolás, "Histori¿ del Toreo".
(") En el Libro noveno de Actas de Cabildo de l¿ Ciudad de México, que
il I
li.
comsnzó en 1e de enero de 1686 y terminó en 2t de mayo de 1590, página 342, I
*dú
Pat.