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Mitos y Creencias en Los Procesos de Cambio de América Latina
Mitos y Creencias en Los Procesos de Cambio de América Latina
-Ocampo López-
Encontramos en los mitos un conjunto de creencias brotadas del fondo emocional, que
se expresan en un juego de imágenes y símbolos, y que se pueden considerar como una
estructura mental.
El mito es una realidad viviente de la que se cree acaeció en los tiempos originarios, e
influye continuamente en el mundo y el destino de los hombres. Por ello, el mito no es
mera historia contada, sino realidad vivida.
Para conocer los mitos y creencias latinoamericanos es importante partir del estudio
de las supervivencias indígenas, europeas y africanas.
Para una cierta línea de pensamiento, es evidente que el contacto entre los elementos
socioculturales que conforman las etnias latinoamericanas llevó a lo que se denominó en
un momento dado “hibridismo racial y cultural”. Se dice que el método comparativo
en la investigación de las ideas, creencias, mitos y tradiciones de los diversos pueblos ha
llevado a la unidad estructural en muchos de ellos y a la adaptación y diversidad en
otros. Un aspecto generalizado en estos pueblos sería el que se relaciona con los dioses
tutelares o personificaciones de las fuerzas naturales que gobiernan la vida de los
pueblos y los campos. Estos dioses tutelares serían a la vez amos de los seres mortales y
servidores suyos, merced a las advocaciones realizadas para conseguir su favor o su
ayuda.
No existe por consiguiente la noción de un mundo como “objeto”, sino que el hombre
se encuentra en comunión con él mediante la fuerza que es participada y manifestada
por doquier, la cual permite establecer una acción recíproca.
Particularmente en América del Sur, los mitos poseen un engranaje que los
interrelaciona. Pero el significado del mito depende de su posición en el grupo y de
ahí que, para descifrarlo, sea necesario observar el contexto en el cual aparece.
Respecto a las “creencias populares” en América Latina debemos tener en cuenta las
actitudes de compromiso de la gente ante determinados hechos concretos que se
consideran dignos de una aceptación verdadera. Las creencias crean una actitud mental
que sirve de base a la acción voluntaria y lleva a los individuos a una actuación
enérgica. La fe de un carbonero, por ejemplo, puede hacer variar el destino de un
proyecto científico que tiende al bienestar popular, lo cual es de una importancia
excepcional para quien realiza el análisis de las mentalidades populares.
La función del mito es, en síntesis, la de reforzar la tradición y darle mayor valor y
prestigio relacionándola con una realidad más allá, mejor y sobrenatural que la de
los acontecimientos iniciales.
Con el estudio de los mitos aparecen asimismo las creencias populares, entendidas
como aquellas actitudes de compromiso en relación con un hecho determinado de la
naturaleza o sociedad.
Podemos así convertir en mitos a determinados hombres caudillos que poseen “un
carisma” o fuerza vital humana; o a determinadas ideas y conceptos que se mitifican
como formas más precisas de integración política: los mitos de patria y sus símbolos,
libertad, igualdad, república, revolución, pueblo modelo para el futuro, regreso al
pasado, etcétera.
La función de los mitos y creencias se presenta, asimismo, en aquellas épocas de
crisis, cuando los pueblos se enfrentan a circunstancias difíciles y a desesperanzas en
las posibles soluciones: dependencia externa e interna, desigualdades económicas,
injusticias sociales, etc., es decir, en aquellas épocas en que se introduce la angustia en
la sociedad y se hace vigente un pensamiento de evasión de la realidad presente.
Dadas estas circunstancias, algunos pueblos buscan un refugio en movimientos
mesiánicos: allí la idea de los “cataclismos” y las “revoluciones” se convierte en
mitos para llegar a la meta. En algunos casos la gente se da a la búsqueda de “la
sociedad ideal” o “la tierra sin mal”, mientras en otros, piensan que el regreso al pasado
que les dio origen representa la evasión del nefasto presente y la única forma posible
para una renovación de la vida.