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LOS ORIGENES
¿EVOLUCION O CREACION?

EWALD LIBIS WANDERSLEBEN


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INDICE

Pág.

Introducción --------------------------------------------------------- 7

Parte Primera
LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

1. La Ciencia ---------------------------------------------------------- 13
2. La Teoría de la Evolución ------------------------------------ 17
3. ¿Es la Vida producto del Azar? ----------------------------- 21
4. ¿Qué dice el Registro Fósil? --------------------------------- 29
5. ¿Evolucionó el Hombre del Mono? ------------------------ 43
6. ¿Las Mutaciones producen Evolución? ------------------ 51
7. En contradicción con la Ciencia ---------------------------- 55
8. ¿Por qué muchos aceptan la Evolución? ----------------- 61
9. Filosofía de Origen Satánico --------------------------------- 67

Parte Segunda
EL MODELO CREACIONISTA

10. La Teoría Creacionista --------------------------------------- 75


11. ¿Qué nos dice el Universo? --------------------------------- 79
12. ¿Qué nos dice Nuestro Planeta? -------------------------- 87
13. ¿Qué nos dicen los Organismos Vivos? ----------------- 93
14. Creación Pre-Adámica ---------------------------------------- 99
15. En Armonía con la Ciencia ---------------------------------- 111
16. Reflexión básica sobre Dios --------------------------------- 121

Parte Tercera
ALGUNOS MISTERIOS DE LA CREACIÓN HUMANA

17. La Causa del Sufrimiento Humano ----------------------- 125


18. Propósito del Hombre ---------------------------------------- 133
19. Se aproxima una Nueva Creación -------------------------- 137
20. La Elección ------------------------------------------------------ 147

Conclusiones ---------------------------------------------------------- 161

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Introducción
¿Es la EVOLUCIÓN o la CREACIÓN la verdadera explicación sobre los
orígenes de todas las cosas? ¿Es la EVOLUCIÓN una mera suposición
sin evidencia o un hecho comprobado? o ¿la CREACIÓN llevada a cabo
por un Dios Creador es realmente la genuina explicación sobre los
orígenes de la existencia y de la vida? ¿Podemos resolver exitosamente
estas interrogantes fundamentales sobre los orígenes? ¿Importa
realmente resolver estas enigmáticas interrogantes?

Muchas personas creen en la evolución y la consideran como un hecho


incuestionable y al mismo tiempo consideran que la doctrina contraria,
el modelo creacionista, es una mera ficción. Otros que poseen cierta
formación religiosa consideran que la evolución no es cierta y se
adhieren a la doctrina creacionista porque esta va de acuerdo a sus
preconceptos religiosos. Pero ¿podemos saber verdaderamente y de
acuerdo a evidencia positiva cual es la verdadera respuesta a este
planteamiento bilateral?

Vivimos en un mundo que está en tinieblas espirituales y que se ha


vuelto escéptico respecto a las profundas verdades espirituales. Es un
mundo que adora y le rinde tributo exclusivamente a lo material. El
conocimiento arcano señala que la generalidad de los seres humanos
nacen muertos espiritualmente, totalmente esclavizados al mundo
material. Los hombres, salvo muy raras excepciones, nacen viven y
mueren para la carne y para el mundo material, y eso es todo.

En la generalidad de los casos la gente está imbuida por un saber


cultural y científico memorista pero no reflexivo, mismo que será para
muchos como una muralla mental que les impedirá ver más allá de la
misma y por lo tanto esta obra probablemente será objeto de críticas y
de la mofa por parte de aquellos que están ceñidos a los estrechos
límites del criterio convencional. Si así tiene que ser, que así sea.
Sabemos que auque está obra no goce de la respetabilidad por parte del
vulgo, para los que si ven claro esto nada significa; algo que no goce de
la respetabilidad no implica necesariamente que ello carezca de
legitimidad y verdad, y también que algo goce de respetabilidad no

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implica necesariamente que aquello sea realmente legítimo y verdadero
muy por el contrario podría ser completamente falso.

El hombre reflexivo y profundo desea saber y comprender, no adherirse


a creencias supuestamente “científicas” y dogmáticas muchas de ellas
basadas en suposiciones absurdas que van en contra de la razón y la
lógica y que paradójicamente apelan sólo a la fe ciega e ilusoria que es a
lo que la ciencia precisamente debe sustraerse si es que realmente
pretende ser considerada como tal.

A los que lean esta obra con curiosidad inquisitiva y recorran todo el
peregrinaje intelectual que la misma demanda y que finalmente todo
ello los lleve a rechazarla, sería interesante que la contrastarán con
pruebas sólidas y materiales concretas que desmientan los argumentos
dados en ésta. Esto lo mencionamos, porque es común que ciertos
círculos que se hacen llamar “científicos” sólo manifiestan desbordes de
verborrea liviana, aludiendo que tal o cual conocimiento es falso
porque va en contra de las teorías científicas actuales, escudándose en
ellas sólo como soporte a priori para desacreditar las investigaciones y
hallazgos que van en contra de lo establecido. Por supuesto que esto
tiene su lógica, demoler los cimientos mismos en lo que se basa la
mayoría de las teorías que han tomado años de elucubraciones para su
desarrollo y posterior elaboración resulta duro de aceptar para muchos
individuos ligados a la esfera científica y atenta en mayor o menor
grado contra su vanidad intelectual, que por cierto, en no pocos casos
estaría en preocupante proceso de petrificación.

En la primera parte de esta obra vamos a examinar y analizar los


pilares fundamentales del “edificio” evolucionista, basándonos
esencialmente en el conocimiento científico, y veremos si realmente
este edificio tiene o no verdadera solidez y firmeza para permanecer en
pie, luego de que pongamos sobre éste la evidencia de los hechos.
Veremos sus basamentos esenciales para determinar si realmente este
edificio filosófico mecanicista, que ha capturado la adherencia de
muchas mentes en el mundo, tiene o no reales fundamentos y
verdadera firmeza.

En la segunda parte de esta obra, analizaremos la otra cara de la


moneda, la modelo creacionista, y veremos de acuerdo a la evidencia si
la misma está o no de acuerdo a los hechos existenciales.

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Finalmente, en la tercera parte de esta obra, el lector desprejuiciado y
reflexivo comprenderá la razón oculta de porque es tan importante
resolver y dar respuesta a este tema sobre los orígenes, ya que esto
podría cambiar radicalmente su vida. Por esta razón, esta información
pudiera serle del mayor valor e interés de lo que usted ahora jamás se
hubiera podido imaginar.

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PARTE PRIMERA

LA TEORIA DE LA
EVOLUCION

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CAPITULO 1
La Ciencia
Muchos como mero cliché intelectual invocan la ciencia para respaldar
cualquier postura intelectual de carácter ateísta, pero pocos de ellos,
son los que saben realmente lo que es la ciencia y como está establecida
formalmente en términos humanistas. Pareciera ser que esta
invocación a la ciencia estuviera de moda en nuestros días y que ésta
fuera la fuente del conocimiento y de la verdad absoluta

La palabra ciencia proviene del latín “scientia” que significa


“conocimiento” y en un contexto humano la ciencia humana la
debemos entender como el estudio sistemático de aspectos particulares
del mundo natural. La ciencia constituye un conjunto de conocimientos
sistemáticamente estructurados, y susceptibles de ser articulados unos
con otros. La ciencia por medio de la curiosidad, de la observación y de
la búsqueda de explicaciones a lo que observa, busca comprender los
fenómenos de la naturaleza. Utiliza como fundamento para sus
investigaciones el MÉTODO CIENTÍFICO que consiste en una serie de
pasos donde se busca resolver o dar respuesta a una determinada
incógnita o problema. El método científico consta de los siguientes
pasos generales:

1. Identificación de un determinado problema.


2. Obtención de información relativa al problema por medio de la
observación, medición, etc.
3. Análisis de la información en busca de correlaciones, conexiones
importantes y uniformidades.
4. Formulación de una hipótesis o suposición que explica o da
cuenta de la información existente.
5. Evaluación rigurosa de la hipótesis mediante las pruebas
experimentales.
6. De acuerdo a los resultados experimentales obtenidos se aceptará
o rechazará la hipótesis.

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En el método científico, la HIPÓTESIS en un área determinada de
investigación científica, se constituye como el fundamento sobre el cual
se construye el conocimiento científico.

El alcance de la ciencia se limita a las cosas que pueden ser


aprehendidas por medio de los cinco sentidos. De modo que, su
enfoque es objetivo en las cosas o fenómenos que estudia. En las
interrogantes planteadas por los científicos respecto a la naturaleza,
más importante que el por qué ocurren las cosas es el cómo suceden.
Para ello recopila toda la información de que pueda disponer, la
analiza, establece una hipótesis y luego a través de las pruebas
experimentales evalúa la hipótesis para, según sean los resultados
obtenidos, aceptarla o rechazarla.

Por lo tanto, la ciencia humana en cada una de las áreas que le


compete, como por ejemplo la biología, la química o la física, estudia
sistemáticamente aspectos particulares del mundo natural a través del
método científico. Sin embargo, como hemos señalado, el alcance de la
ciencia humana es bastante limitado ya que se circunscribe a los
fenómenos y cosas que pueden ser aprehendidos dentro del mundo
físico/material.

Por otro lado, es necesario señalar que la ciencia humana, no tiene ni la


circunscripción ni las herramientas necesarias para aceptar o rechazar a Dios
como causa origen de todo lo que existe. El conocimiento del Creador es un
área de estudio metafísico que no le compete a la ciencia humana sino a la
religión y a la filosofía. Por lo tanto, la ciencia no puede tratar de áreas que
corresponden a especialidades religiosas o filosóficas ya que se metería en
terreno minado para ella. A lo más, la ciencia podría ayudarse por medio de la
religión y filosofía para comprender algunos fenómenos que no puede
explicarse dentro de su radio de acción, pero nada más. Cuando la comunidad
científica a través de cualquiera de sus exponentes humanos niega la realidad
de Dios, es sólo la voz de la ignorancia que señala aquello, ya que está
opinando aspectos que no le competen y de los que nada sabe ni comprende,
ya que su radio de movilidad esta circunscrito al ámbito netamente
materialista. Si cualquier científico de manera altisonante o rimbombante
rechaza la realidad de la Deidad, la rechaza no porque tenga pruebas
científicas que evidencien la no realidad divina, sino que lo hace sencillamente
porque carece de la preparación mental para comprender de manera profunda
que el mundo físico no lo es todo. En definitiva, como los límites de

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movilidad de la ciencia están insertos sólo dentro del mundo físico o material
la idea de Dios debe ser eliminada porque las afirmaciones sobrenaturales no
pueden ser probadas y repetidas experimentalmente. Si una idea no es
repetible, observable y refutable, no puede ser considerada científica, sin
embargo, eso no implica necesariamente que tal idea sea falsa, sino que tal
idea le corresponde deducir su validez o falsedad a otra rama del conocimiento
humano como son la religión, la filosofía y otras disciplinas afines.

Ahora bien, en las áreas de estudio en que incursiona la ciencia una vez
que una determinada hipótesis del mundo natural ha sido verificada
por la prueba experimental se establecen las llamadas TEORÍAS
CIENTÍFICAS que deben estar necesariamente basadas en varias leyes
científicas verificadas. Y cuando una teoría no posee el respaldo de pruebas
concluyentes que la verifiquen entonces no se puede aceptar o rechazar hasta
encontrar datos necesarios que la validen o no, y hasta entonces es sólo una
teoría. Sin embargo, cuando una determinada teoría es contradicha por la
evidencia y los hechos, entonces tal teoría es falsa y se convierte en una mera
fantasía especulativa anticientífica.

Le pedimos a nuestro amable lector que no olvide lo que hemos


señalado en este primer capítulo respecto a la ciencia y su método, ya
que será el fundamento donde deberá finalmente deducir de acuerdo a
la evidencia que entregaremos si la teoría de la evolución tiene o no
verdadero peso científico para considerarla como la genuina
explicación respecto a los orígenes de todo lo que existe incluida la
vida.

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CAPITULO 2
La Teoría de la
Evolución
En 1859 el británico Charles Darwin público su libro “El Origen de las
Especies” en el que da cuenta de su famosa teoría de la evolución cuya
exposición ideológica ha penetrado e influido masivamente en todo el
mundo. Con la presente obra no pretendemos hacer un estudio
histórico o cronológico de esta teoría (que por cierto antes y después de
Darwin ha tenido otros exponentes) sino simplemente dar cuenta sobre
qué están fundadas sus bases y determinar así su grado de verdad o
falsedad.

Charles Darwin

La hipótesis evolutiva general se presenta descuidadamente en los


libros de texto y de divulgación científica como si fuera un hecho
establecido por la ciencia. En dichos textos se presenta la supuesta
evidencia existente para determinar el origen y desarrollo de la vida, y
con frecuencia se afirma que todos los biólogos competentes aceptan
esta teoría. Sin embargo, rara vez se declara que también existe un

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importante número de biólogos y otros especialistas de la comunidad
científica, y por cierto, muy competentes, que no la aceptan. Por
ejemplo, en 1963, un grupo de científicos constituyó la Creation
Research Society [Sociedad para la Investigación de la Creación]. Esta
organización, en constante crecimiento, incluye en la actualidad a más
de 600 miembros de pleno derecho, todos los cuales deben estar en
posesión de una licenciatura o de un doctorado en algún área de la
ciencia y ninguno de ellos acepta la teoría evolucionista.

El término “evolución” puede significar algo distinto para cada persona,


y según sea su aplicación contextual pudiera ser cierta o falsa. Sabemos
perfectamente que en términos técnicos estrictos no es lo mismo
“evolución” que “darwinismo”, sin embargo, más allá de cualquier
diferenciación técnica entre ambos términos en un contexto biológico
hay un común denominador entre los dos términos que definen
claramente esta teoría en los siguientes términos:

“Surgimiento espontáneo de la vida de materia inorgánica y cambio


gradual y sucesivo de una especie a otra diferente efectuado mediante
la selección natural y las mutaciones fortuitas”

Este es el meollo de esta teoría o conjunto de teorías “científicas”


asociadas que utilizan esta premisa para tratar de explicar el tema de
los orígenes de la energía, de la materia y de la vida, sin la necesaria
participación de un Creador Inteligente. Esta teoría señala que de
materia inanimada habrían surgido todos los organismos vivos,
primero los invertebrados, luego los vertebrados comenzando por los
PECES, luego los ANFIBIOS, después los REPTILES, y de éstos
surgirían las AVES y los MAMIFEROS, y se supone que de una de las
especies de mamíferos, específicamente de los monos, habría surgido
los HUMANOS. La teoría de la evolución sostiene que todos los seres
vivientes han surgido gracias a un proceso evolutivo natural,
mecanicista, a partir de una sola forma de vida, que a su vez surgió por
un proceso similar a partir del mundo inorgánico, carente de vida.

Los que apoyan la teoría de la evolución hablan de ella como si fuera un


hecho comprobado, o una sólida verdad científica y muchos la
consideran el gran principio unificador de la biología. Sin embargo,
nada está más lejos de ello. Hay una gran diferencia entre una creencia
y un hecho comprobado. En el pasado el hombre creía que la Tierra era

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el centro del universo, y que los astros giraban alrededor de la Tierra,
sin embargo, la ciencia ha comprobado que ello no es así, y que el
hecho real es que la Tierra gira en una órbita alrededor del Sol. En
épocas pasadas también se creía que la Tierra era plana, sin embargo
hoy ya se sabe que el hecho real es que la Tierra tiene forma esférica.
Estos ejemplos, muestran que en el pasado el hombre ha creído y
elaborado muchas teorías, pero que el tiempo se ha encargado de
desmentirlas y de establecer el hecho real mediante la prueba o la
evidencia científica.

En los siguientes capítulos de esta primera parte vamos a examinar la


evidencia de los hechos y determinar si esta teoría cuenta o no con el
respaldo suficiente para ser considerada como la verdadera explicación
científica de los orígenes y de la vida.

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CAPITULO 3
¿Es la Vida
Producto del Azar?
Nuestros cinco sentidos nos informan que nuestro mundo está lleno de
vida. Nuestro planeta está colmado de vida en el aire, en el mar y en la
tierra de manera abundante y variada. Al respecto podríamos hacernos
las siguientes preguntas: ¿Evolucionó la vida o fue creada? ¿Cómo
realmente surgió la vida en la Tierra?

La Teoría de la Evolución señala fundamentalmente que la vida surgió


en nuestro planeta de materia inanimada y que luego la misma se fue
reproduciendo y transformándose en las diferentes clases de
organismos que han existido y que existen desde las formas de vida
más simples hasta las más complejas. Si esta teoría atribuye el
aparecimiento de la vida a la generación espontánea generada por el
simple expediente de sustancias químicas inanimadas, lo que nos está
diciendo es que la vida es sólo fruto del azar de supuestas reacciones
químicas que no tienen ningún diseño ni dirección inteligente.

Resulta absolutamente improbable suponer en forma descuidada y


simplista que la vida surgió por medio del azar pues quebrantaría la ley
del biogénesis que señala que la vida sólo puede provenir de vida
preexistente. Por lo tanto, en su esencia la teoría darwinista parte de un
supuesto caprichoso y anticientífico porque supone un hecho y no lo
prueba. Los partidarios de la evolución suponen sin prueba que por un
accidente químico (absolutamente improbable) se generó a si misma la
primera célula viva que de por sí es increíblemente compleja, y hasta
suponiendo que la primera célula hubiera surgido espontáneamente de
alguna manera no hay prueba de que la misma haya evolucionado
hasta la formación de todas las múltiples y variadas formas de vida que
pueblan nuestro planeta. Incluso suponer esto resulta absolutamente
irracional y fuera de toda lógica.

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Hasta el mismo Darwin reflexionando respecto a la complejidad que
presentan los distintos órganos humanos declaro refiriéndose sólo al
ojo: “suponer que el ojo pudiera haberse formado por evolución,
confieso tranquilamente que parece totalmente absurdo”. Lo
podríamos corregir señalando que no sólo parece sino que es
totalmente absurdo, y no solamente respecto al ojo sino a cualquier
órgano o sistema de un cuerpo animal o vegetal, todos los cuales
hablan no de azar sino de diseño creativo y obras de ingeniería divina.
Más difícil aún resulta aceptar la inteligencia humana como supuesto
producto de transformaciones aleatorias en las células cerebrales de
nuestros antepasados.

En definitiva, los evolucionistas tratan de manera superficial el


desconcertante problema de explicar de una manera sólida y
convincente como surgió la vida desde la materia inanimada. La liviana
respuesta evolutiva dice que el primer organismo vivo se desarrollo de
materia inanimada. Luego, a medida que este organismo vivo se fue
reproduciendo se trasformo gradualmente en diferentes clases de
organismos vivientes que hasta ahora han existido en el planeta,
incluida la especie humana. Y se dice además que todo este proceso fue
llevado a cabo en millones de años y sin dirección inteligente ni
intervención sobrenatural.

Si la teoría de la evolución fuera, como señalan descuidadamente


algunos, el verdadero principio unificador de la biología, debería haber
resuelto cuestiones fundamentales en los que todavía no encuentra
respuestas. No llega a explicar algunas de las cuestiones más básicas de
todas: ¿Cómo fue que adquirieron vida unas sustancias químicas
inanimadas? ¿es razonable pensar que la vida haya surgido producto de
la casualidad o la generación espontánea? ¿cómo evolucionó el código
genético? ¿cómo dan forma los genes a los organismos vivientes? Aquí
los evolucionistas apelan a meras suposiciones sin respaldo alguno en
evidencia concreta. Que los evolucionistas repitan que determinado
fenómeno evolutivo es un hecho, esto obviamente no lo convierte
realmente en ello. Pero también sabemos que de tanto repetir meras
especulaciones mucha gente sugestionable termina por sucumbir y
aceptar determinados dogmatismos “científicos” sin que para ello se
tenga evidencia alguna.

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La teoría de la evolución supone que en el pasado remoto la vida
microscópica tuvo que haber surgido espontáneamente, de alguna
manera, de la materia inanimada. Pero afirmar semejante idea
simplista no puede convencer a nadie que sea relativamente razonable
y reflexivo, ya que el surgimiento de la vida involucra procesos
complejísimos y llegar a pensar o suponer que un mero accidente o la
generación espontánea fue el verdadero mecanismo generador de la
vida resulta ingenuo y matemáticamente muy improbable por no decir
imposible. Por eso examinemos brevemente tan sólo dos aspectos
claves de la vida: la célula y el código genético.

La asombrosa célula

Al examinar sólo la complejidad microscópica de una célula viva cuyo


funcionamiento supone la unión armónica de varios elementos en
paralelo, nos habla de una obra maestra de ingeniería microscópica.
Muchos biólogos han señalado que las instrucciones dentro del ADN de
la célula, son tan detalladas y complejas que si se escribieran llenarían
unos mil libros de 600 páginas cada uno. Se ha descubierto que las
actividades de cada célula poseen una estructura organizacional
increíble.

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Cada célula es como una verdadera ciudad amurallada con plantas de
energía que generan energía. Ciertos elementos funcionan como
verdaderas fábricas que producen proteínas, existen dentro complejos
y muy bien organizados sistemas de trasporte químico, hay elementos
biológicos que funcionan como militares listos a luchar contra todo tipo
de invasores y además una especie de gobierno genético centralizado
mantiene el orden. Si creer que solamente la aparición de una célula
viva fue producto de la generación espontánea es totalmente
improbable, creer ahora que billones de células que componen los
organismos vivos de cada especie surgieron al azar y se organizaron de
manera tan inteligente para dirigir la funcionalidad de los organismos
vivos tal como los podemos observar dentro del mundo natural y
además dentro del cuerpo humano, resultaría ser una verdadera locura.

Pensemos solamente en la maravillosa estructura del cuerpo humano


que está compuesto aproximadamente por unas cien billones de
microscópicas células repartidas en más de doscientos tipos de células
diferentes: cerebrales (neuronas), oculares, óseas, musculares, etc.,
etc., en que cada uno de estos grupos cumplen funciones muy
complejas y específicas. Las células constituyen una compleja red
integrada como un verdadero Internet biológico, con sus millones de
computadoras y líneas de transmisión de datos a alta velocidad.
Ningún invento humano puede realmente competir con la complejidad
técnica e inteligencia programática de las células. Entonces ¿pudo
realmente formarse al azar esta maravilla de la ingeniería biológica?

El código genético

El código genético es un conjunto de normas por las que la información


codificada y almacenada en el material genético se traduce en
proteínas. El código genético lleva las unidades estructurales del ADN
(ácido dioxirribonucleico) que es una molécula de doble cadena que se
dobla en una hélice como una escalera en espiral. Cada cadena está
compuesta de una columna de azúcar-fosfato y numerosos químicos
base juntados en pares. Las cuatro bases que conforman los escalones
en la escalera en espiral son adenina (A), timina (T), cistosina (C) y
guanina (G). Estas escaleras actúan como las "letras" de un alfabeto
genético, combinándose en secuencias complejas para formar palabras,
oraciones y párrafos que actúan como instrucciones para guiar la
formación y funcionamiento de la célula huésped. Tal vez, hasta más
apropiadamente, el A,T,C y G del código genético de la molécula de

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ADN puede ser comparado con el "0" y "1" del código binario del
software de una computadora. Como en el software de una
computadora, el código del ADN es un lenguaje genético que comunica
información a la célula orgánica.

A los evolucionistas hay que preguntarles concretamente ¿como se


desarrollo el código genético de cada especie?, ¿cómo se obtuvieron las
unidades estructurales del ADN? ¿Qué fue primero el huevo o la
gallina? Ante tales incógnitas la teoría de la evolución no ofrece
ninguna respuesta razonable ni convincente, sólo simples
especulaciones respaldadas en la nada. Algunos evolucionistas señalan
que el código genético por ser un mecanismo demasiado complejo para
estructurarlo de una sola vez se desarrollo paso a paso mediante el
proceso gradual de la selección natural, pero eso es mera especulación.
Sin embargo, suponiendo que ello sea cierto, sin el código genético que

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permite dar comienzo a la reproducción, no puede haber material para
que entre en funcionamiento el proceso de selección natural.

Darwin también decía en base a mera especulación que los individuos


más capaces de cada especie son los que sobrevivían, y que las
características que hacían que estos individuos sobrevivieran se
transmitían de generación en generación. Y de este modo, de mejora en
mejora, él creía que así en el transcurso de millones de años se
producirían ¡nuevas especies! Sin embargo, en los últimos cien años la
ciencia descubrió que el código genético de cada especie vegetal, animal
y humana, es un programa biológico maravillosamente creado y
exclusivo para cada especie, cuyas sorprendentes funciones echan por
tierra la posibilidad que una especie de vida se transforme en otra.
Aunque bien puede ser que los más aptos sobrevivan, esto no explica
como llegaron las distintas formas de vida. Un tigre, por ejemplo,
podría ser más apto que otro tigre, pero eso no explica como llegó a ser
tigre. Y ello no cambia en nada la realidad imperante de que este tigre
más apto y toda su prole seguirán siendo tigres y no otro tipo de
especie. En definitiva, aunque los más aptos sobrevivan esto no explica
el origen de los mismos ni las supuestas transformaciones de una
especie a otra como señalan los evolucionistas.

Para los evolucionistas también surge el siguiente problema en relación


al origen del código genético: sabido es que el ADN no puede formarse
sin proteína ya existente, entonces surge la pregunta ¿cuál vino
primero, la proteína o el ADN? Esto tiene mucho que ver con la vieja
pregunta que ya planteamos líneas arriba respecto a ¿que surgió
primero el huevo o la gallina? en ambas interrogantes la respuesta
evolucionista es que ambas, proteína y ADN (al igual que el huevo y la
gallina), tuvieron que necesariamente haber evolucionado
simultáneamente, de modo que ninguno de los dos pudo haber surgido
del otro, ¿Puede usted aceptar esa respuesta como razonable?

La función del código genético es perpetuar las características


fisiológicas de todo género de vida, permitiendo una variación en
cuanto al tamaño, color, etc., pero de ninguna manera permite cambios
que generen la creación de nuevas especies. El código genético de cada
animal es como un programa de computación que hace que cada
animal tome exclusivamente las características genéticas que le son
propias y no otras en cuanto a tamaño, forma, instintos, etc., y este

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“programa biológico” no puede sufrir ninguna alteración que permita la
creación de nuevas especies, esto jamás ha sucedido.

La vida no es producto del azar

En este capítulo podríamos habernos referido a muchos otros factores


biológicos que prueban que la vida no puede ser de ninguna manera el
producto del azar o la generación espontánea. Las supuestamente
“elaboradas” y “profundas” explicaciones que los evolucionistas
esgrimen para explicar el enigmático problema de los orígenes de la
vida no concuerdan realmente con la ciencia. Sus explicaciones son
ilógicas, absurdas, y en no pocos casos contradicen claros principios
científicos. Los evolucionistas no tienen prueba alguna para respaldar
el origen de la vida y resulta cómodo, ocioso y absurdo atribuir el
origen de la misma al puro azar. ¿Es entonces una teoría
verdaderamente científica? la evidencia concreta nos permiten señalar
que no lo es.

Algunos evolucionistas se ven obligados a confesar que para que haya


surgido la vida tiene que obligatoriamente haber inteligencia, pero
como eso les obliga a poner el fundamento de la vida en un Creador
prefieren insistir tozudamente en su débil tesis del origen aleatorio o
fortuito de la vida.

Es obvio que tiene que haber habido inteligencia implicada en dar


surgimiento a la vida. La generación espontánea de la vida desde la
materia inanimada no es posible. Pero ¿por qué no tiene amplia
aceptación este hecho como evidente? Sencillamente porque se
pretende dejar fuera al Creador del escenario existencial.

El biólogo Edwin Conklin dijo muy acertadamente que: “La


probabilidad de que la vida se originara de modo accidental es
comparable a la probabilidad de que un diccionario no abreviado
fuera el resultado de una explosión de una imprenta”. Otros hombres
de ciencia también han señalado que el aceptar la creencia de que la
vida se originó espontáneamente el cálculo matemático probabilístico
desestima completamente tal suposición.

Para terminar este capítulo, solo señalaremos que para que se acepte
como un hecho científico el comienzo espontáneo de la vida debe ser
claramente establecido por el método científico. Pero por medio de la

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aplicación del método científico no ha sido posible observar, evidenciar
o probar de ninguna manera la generación espontánea de la vida. Por lo
tanto, que prueba o evidencia concreta tienen los evolucionistas para
sostener la tesis del surgimiento aleatorio de la vida. La respuesta es,
nada concreto, solo fantasiosas suposiciones y especulaciones
dogmáticas, que por cierto, carecen de toda lógica, racionalidad y
además contradicen claros principios científicos que seguiremos
analizando en los siguientes capítulos.

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CAPITULO 4
¿Qué dice el
Registro Fósil?
La Paleontología es la rama de la ciencia que estudia los seres orgánicos
desaparecidos por siglos o milenios a partir de sus restos fósiles
conservados en la corteza de la Tierra. Los fósiles son restos de formas
de vida petrificados o mineralizados. Estos restos de formas de vida
pueden ser esqueletos o restos de esqueletos, como cráneos, huesos,
dientes, caparazones o incluso huellas que hayan dejado algún rastro
de actividad de que ciertos organismos estuvieron en un pasado vivos.

Para develar el enigma del cuándo y cómo apareció la vida en nuestro


planeta, el hombre ha estudiado la corteza terrestre, en cuyas rocas a
quedado sepultado el pasado. Los geólogos que estudian la constitución
de la corteza terrestre señalan que el planeta Tierra ha sufrido desde
sus orígenes una constante transformación, pasando por diversas fases
o eras geológicas, cada una de las cuales tiene sus propias
características reveladas por las rocas y los sedimentos.

La evolución postula que todas las formas de vida aparecieron


gradualmente. Formas de vida muy simple se fueron transformando
muy gradualmente en otras formas de vida más complejas. Esto nos
lleva a señalar que obviamente para que ello sea así, deberían haberse
encontrado ESLABONES BIOLÓGICOS DE TRANSICIÓN para
producir este cambio gradual de una especie en otra. Los evolucionistas
esperaban que el registro fósil apoyara esto, sin embargo el registro
fósil jamás ha encontrado NINGÚN eslabón biológico de transición
para respaldar la hipótesis de estas supuestas transformaciones
graduales. La teoría evolucionista supone que de los organismos
invertebrados surgieron los organismos vertebrados y que en el
contexto de los vertebrados, los peces se convirtieron gradualmente
en anfibios, algunos anfibios se transformaron en reptiles, de los

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reptiles vinieron tanto las aves como los mamíferos, y con el paso del
tiempo algunos mamíferos llegaron a convertirse en humanos.

¿Qué revela el registro fósil?

El registro fósil descarta completamente que formas de vida muy


simple gradualmente se hayan transformado en formas de vida más
complejas. No existen eslabones biológicos de transición que
evidencien esta hipótesis. El registro fósil muestra que las distintas
formas de vida conocidas aparecen súbitamente sin eslabones de
transición, las distintas especies se presentan completas, o sea, no
presentan rasgos corporales parciales. No existe el menor indicio de
que algunos fósiles en alguna etapa intermedia desarrollando
gradualmente algunas partes corporales como piernas, alas, ojos,
huesos u órganos, por ejemplo, no hay ningún fósil de pez que se haya
encontrado que haya mostrado que sus aletas se hayan estado
transformando en patas de anfibio, o que las extremidades de ciertos
reptiles se estuvieran convirtiendo en alas de ave.

Los insectos, por ejemplo, aparecieron en el registro fósil de manera


súbita y en gran cantidad, sin antepasados evolutivos y hasta nuestra
época no se advierte ningún cambio evolutivo, ¿Qué pasó con la
supuesta evolución en este caso?

Un cuadro similar existe en cuanto o los organismos vegetales, en las


rocas se han encontrado hojas fósiles de arbustos y árboles que difieren
muy poco de los tipos de hojas de los mismos tipos de especies
vegetales de hoy en día. Jamás se advierte que un tipo de organismo
vegetal se esté transformando gradualmente en otro.

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El registro fósil entonces, no revela lo que los evolucionistas esperaban
encontrar. Los fósiles muestran que las distintas formas de vida no
están conectadas discerniblemente entre sí por los supuestos eslabones
de transición que se esperaban encontrar. El registro fósil no apoya en
absoluto a la teoría de la evolución. En cada género de vida puede
haber mucha variedad pero esto no implica en manera alguno que un
género de vida se esté transformando en otro.

Por ejemplo, los dinosaurios aparecen de repente en el registro fósil,


sin eslabones de antecesores que los hayan precedido, se multiplicaron
en gran manera, y luego se extinguieron. No existe vestigio alguno que
pruebe que alguna clase de dinosaurio se haya convertido en alguna
otra clase de organismo, los que señalan ello, no tienen prueba alguna
para respaldar sus afirmaciones, y por cierto, el registro fósil no los
apoya en absoluto.

Otro ejemplo, nunca se ha hallado, por ejemplo, un fósil de jirafa cuyo


cuello fuera más corto de lo que es actualmente.

La prueba fósil no concuerda, ni ha concordado jamás con la idea de


una evolución lenta. La evidencia fósil no muestra un desarrollo
gradual de la vida desde un tipo de vida a otra. El registro fósil no
documenta ni siquiera una transición de una especie a otra. Estudios
científicos basados en lo que señala el registro fósil de una serie de
organismos vegetales y animales muestra que cada forma de vida
vegetal y animal tienen una historia de vida separada y distinta
respecto a las demás, estos estudios concluyen que los distintos grupos
de plantas y animales como ballenas, caballos, murciélagos, primates,
elefantes, ardillas, etc., aparecen súbitamente y no se ha encontrado
ningún vestigio de un antecesor común.

En definitiva, el registro fósil no va en apoyo hacia la evolución sino


hacia una creación especial. Esto resulta ser demoledor para la teoría
evolucionista y prueba la falsedad de la misma, ya que si la evolución
fuera una realidad, la evidencia fósil de seguro revelaría un cambio
gradual desde un género de vida hacia otro.

31
Vacíos abismales entre las principales formas de vida

La falta de fósiles de organismos biológicos de transición entre una


especie y otra hecha por tierra completamente la teoría evolucionista.
Analizaremos brevemente la magnitud tremenda de estos vacíos que
separan un género de vida de otro, y que incluso, aunque se
encontrarán los supuestos eslabones biológicos de transición que
conectarían una especie de vida con otra (cosa que jamás se ha
encontrado), aún así, la probabilidad que esto haya ocurrido por medio
de la generación espontánea sin dirección inteligente sería tendiente a
cero.

Decir que una especie se fue gradualmente transformando en otra se


dice fácil, pero esa hipótesis debe ser probada. Y esta afirmación liviana
no puede ser probada porque no hay eslabones biológicos entre las
principales divisiones de la vida, muy por el contrario, entre estas
divisiones hay vacíos tremendos que la teoría de la evolución no puede
llenar.

1. El gran vacío entre el Pez y el Anfibio

Algunas de las grandes diferencias entre los peces y los anfibios son
entre otras: el espinazo, los huesos craneales, las branquias, el corazón,
el oído, los ojos y la lengua. Hablaremos brevemente de estas
diferencias.

 El espinazo es lo que distingue a los peces de los invertebrados.


De ser cierta la evolución, el espinazo de los peces tendría que
experimentar grandes modificaciones para que el pez llegara a ser
anfibio, es decir, una criatura que pudiera vivir tanto en el agua
como en la tierra. Tenía que añadirse una pelvis, pero no se

32
conocen peces fósiles que muestren cómo se desarrolló la pelvis
de los anfibios. En algunos anfibios, tales como las ranas y los
sapos, todo el espinazo tendría que haber cambiado hasta no ser
reconocible.

 Los huesos craneales son diferentes entre los peces y los anfibios.
Adicionalmente, para la formación de los anfibios la supuesta
evolución exigiría que las aletas de los peces lleguen a ser
extremidades articuladas en que hubiera muñecas y dedos de
pies, junto con grandes alteraciones en los músculos y los nervios.

 Las branquias de los peces tendrían que convertirse en pulmones


de anfibio.

 La sangre en los peces, es bombeada por un corazón de dos


cámaras, pero en los anfibios por un corazón de tres cámaras.

 Para llenar el tremendo vacío que existe entre el pez y el anfibio,


el sentido del oído tendría que haber experimentado un cambio
radical. En general, los peces reciben el sonido a través de sus
cuerpos, pero la mayoría de los sapos y las ranas tienen tímpano.

 Las lenguas también tendrían que experimentar transformación.


Ningún pez tiene una lengua que se pueda extender, pero anfibios
como los sapos sí tienen esa clase de lengua.

 Los ojos de los anfibios a diferencia de los peces pueden


parpadear, puesto que tienen una membrana que hacen pasar
sobre los ojos para mantenerlos limpios.

Estos son sólo algunas de las muchas diferencias, que llevan a la lógica
conclusión, que los anfibios no pudieron haberse derivado de ninguna
manera de los peces. Las diferencias son muy grandes para pensar que
el mero azar pudiera haber llevado a cabo semejantes cambios.

33
2. El gran vacío entre el Anfibio y el Reptil

Hay muchas diferencias entre los anfibios y los reptiles pero aquí sólo
nombraremos una fundamental: los huevos.

Los anfibios ponen en el agua huevos blandos semejantes a jalea,


donde son fertilizados externamente. En cambio, los reptiles viven en
tierra y colocan sus huevos con cascarón en tierra, pero con todo, los
embriones en desarrollo dentro de ellos tienen que estar en un
ambiente acuoso. Por eso el huevo con cascarón era la respuesta. Pero
esto también exigía un cambio de gran magnitud en el proceso de
fertilización: Exigía fertilización interna, antes que el huevo fuera
rodeado por un cascarón. El lograr esto envolvía nuevos órganos
sexuales, nuevos procedimientos de cópula y nuevos instintos. Todo lo
cual, constituye un enorme vacío entre el anfibio y el reptil. ¿Es
razonable creer que todo este proceso de supuesto cambio se consiguió
por evolución a través de un largo proceso de transformación aleatorio?

Más aún, el encerrar el huevo en un cascarón hacía necesarios otros


cambios notables para que fuera posible el desarrollo de un reptil y
finalmente, su liberación desde el cascarón. Por ejemplo, dentro del
cascarón se necesitan varias membranas y sacos, tales como el amnios.
Esta membrana retiene el fluido en el cual crece el embrión. Otra
membrana llamada el alantoides recibe y almacena los desperdicios
embriónicos, al servir a manera de vejiga. También tiene vasos
sanguíneos que recogen el oxígeno que pasa a través del cascarón y lo
conducen al embrión."

Hay otras complejas diferencias implicadas entre un anfibio y un reptil.


Los embriones que se hallan en los huevos de los peces y de los anfibios

34
expelen al agua que los rodea sus desperdicios en forma de urea, una
sustancia soluble. Pero urea dentro de los huevos con cascarón de los
reptiles, mataría a los embriones. Por eso, en el huevo con cascarón se
efectúa un gran cambio químico: los desperdicios - ácido úrico
insoluble - se almacenan dentro de la membrana alantoides. Considere
esto también: La yema del huevo es alimento para el embrión reptil en
desarrollo, algo que le permite desarrollarse a plenitud antes de salir
del cascarón, a diferencia de los anfibios, que no salen del huevo en la
forma adulta. Y para salir del cascarón, el embrión se distingue por
tener un "diente" que le es útil para salir de su prisión.

Estos son los difíciles problemas que se enfrentará todo evolucionista


para tratar de explicar como fue que supuestamente evolucionó el
anfibio para convertirse en reptil. Los evolucionistas no poseen
evidencia ninguna que explique el como, cuando y por qué medios se
produjeron estos complejísimos y muy bien elaborados cambios
evolutivos dirigidos meramente por meros procesos aleatorios.

3. El gran vacío entre el Reptil y el Ave

Hay también muchas diferencias abismales entre los reptiles y las aves
que la teoría de la evolución no puede explicar de manera satisfactoria,
ni menos aún probar. Examinaremos brevemente sólo las siguientes
elementos diferenciadores que tienen las aves en contraste con los
reptiles: la sangre, los huevos, las plumas, los huesos, el sistema
respiratorio, la vista, los pies, el sonido que emiten, el corazón y los
picos.

 Los reptiles son animales de sangre fría, lo que quiere decir que
su temperatura interna aumenta o disminuye según la

35
temperatura del exterior. Las aves por otra parte, son de sangre
caliente; sus cuerpos mantienen una temperatura interna
relativamente constante, prescindiendo de cual sea la
temperatura en el exterior. Para resolver el gran misterio de
cómo se derivaron aves de sangre caliente de reptiles de sangre
fría, algunos evolucionistas declaran sin mostrar evidencia
alguna (frase al voleo) que algunos de los dinosaurios (que eran
reptiles) eran de sangre caliente. Pero el pensamiento científico
general todavía sostiene que los dinosaurios, como todos los
reptiles, eran animales de sangre fría.

 Aunque es cierto que tanto los reptiles como las aves ponen
huevos, solo las aves tienen que incubarlos, porque solo ellas
están diseñadas para hacerlo. Muchas aves tienen una zona de
empollar en su pecho, un área que no tiene plumas y que
contiene una red de vasos sanguíneos, para suministrar calor
para los huevos. Algunas aves no tienen una zona para empollar,
pero se arrancan las plumas que tienen en el pecho. Además,
para que las aves incubaran los huevos se requeriría que la
evolución les suministrara nuevos instintos, para construir el
nido, para empollar los huevos y para alimentar la cría,
comportamientos muy altruistas que implicarían habilidad,
trabajo duro y exposición deliberada al peligro. Todo esto
representa un gran vacío entre los reptiles y las aves.

 Las plumas son características singulares de las aves, los


evolucionistas nos dicen que simplemente por casualidad las
escamas de los reptiles se transformaron en estas maravillosas
estructuras que llamamos plumas. Los evolucionistas declaran
livianamente que no se necesita mucha imaginación para
visualizar la pluma como una escama de reptil modificada, sin
embargo, los hechos señalan lo contrario ya que los estudios
comparativos entre una escama de reptil y una pluma de ave no
tienen comparación. No tenemos el espacio aquí para señalar
todas las grandes diferencias estructurales y funcionales que
tiene una pluma en contraste con una escama de reptil, pero
estúdiese en detalle esta maravilla de ingeniería biológica y como
decían los mismos evolucionistas pero ahora en términos
inversos, no le requerirá mucha imaginación para ver las claras y
abismales diferencias entre una pluma y una escama de reptil.

36
 Los huesos de un pájaro son delgados y huecos, a diferencia de
los huesos sólidos de un reptil. Sin embargo, se requiere
fortaleza para el vuelo, de modo que dentro de los huesos del ave
hay alas como las de un avión. Este diseño de los huesos cumple
con otro propósito: Ayuda a explicar otra maravilla exclusiva de
las aves, su sistema respiratorio.

 Muchas aves tienen alas musculares que baten por horas o hasta
días en el vuelo, generan mucho calor, y sin embargo, el ave
resuelve este problema, tiene una especie de "motor" biológico
refrigerado por aire. Un sistema de bolsas de aire llega a casi
todas las partes importante de su cuerpo, hasta dentro de los
huesos huecos, y se alivia el problema del calor corporal
mediante esta circulación interna del aire. Además, debido a
estas bolsas de aire, los pájaros extraen el oxígeno del aire con
mucha mayor eficacia que cualquier otro vertebrado. ¿Cómo se
efectúa esto? En los reptiles y mamíferos, los pulmones inhalan y
exhalan aire, como fuelles que se llenaran y se vaciaran en
alternación. Pero en las aves hay un fluir constante de aire fresco
que pasa por los pulmones, tanto durante el inhalar como
durante el exhalar. Expresado sencillamente, el sistema funciona
de este modo: Cuando el ave inhala, el aire va a ciertas bolsas de
aire; estas sirven de fuelles para empujar el aire a los pulmones.
Desde los pulmones el aire pasa a otras bolsas de aire, y estas,
con el tiempo, lo expelen. Esto significa que hay una corriente de
aire fresco pasando constantemente a través de los pulmones en
una sola dirección, muy parecido a como el agua fluye a través de
una esponja. La sangre que se halla en los capilares de los
pulmones fluye en la dirección opuesta. Es este fluir del aire y la

37
sangre, cada uno contra el otro, lo que hace que el sistema
respiratorio del ave sea excepcional. Debido a él, las aves pueden
respirar el aire enrarecido de las grandes altitudes, y volar a una
altura de más de 6.000 metros (20.000 pies) día tras día en su
migración por distancias de miles de kilómetros.

 La vista es otra gran diferencia entre un reptil y un ave y


constituye otro vacío insalvable que no puede sortear con éxito la
teoría de la evolución. Desde las águilas hasta las currucas, hay
ojos como telescopios y ojos como lupas. Las aves tienen en sus
ojos más células sensorias que cualquier otro tipo de organismo
vivo.

 Los pies de las aves de los reptiles son muy diferentes. Cuando
se posan para descansar, unos tendones cierran
automáticamente los dedos alrededor de la rama. Y tienen solo
cuatro dedos en vez de los cinco del reptil.

 Las aves a diferencia de los reptiles no tienen cuerdas vocales,


sino que tienen un siringe, que es su aparato de fonación, desde
la cual salen canciones melodiosas como las del ruiseñor y el
sinsonte.

 Las aves tienen un corazón de cuatro cámaras, a diferencia de los


reptiles que tienen un corazón de tres cámaras.

 Los picos también distinguen a los pájaros de los reptiles. Picos


que sirven de cascanueces, picos que actúan como filtros para
sacar alimento de agua lodosa, picos que abren agujeros en los

38
árboles, parece interminable la variedad. Sin embargo, del pico,
cuyo diseño es tan especializado, ¡Se dice que evolucionó al azar
de la nariz de un reptil! ¿Le parece creíble tal explicación? En la
siguiente imagen podemos ver algunos pocos ejemplos de
diversos tipos de picos de aves dependiendo del tipo de
alimentación y actividad que realicen. A. En forma de tijera: para
alimentarse de plancton (pico tijera). B. Doblado: para tamizar
lodo (flamenco). C. Acincelado: para perforar madera (pájaro
carpintero). D. En forma de ángulo: para romper semillas
(cardenal, gorrión). E. Cruzado: para extraer semillas de los
conos de pino (piquituerco). F. Corvo: para desgarrar (aves de
rapiña).

¿Le parece razonable creer, sin ninguna evidencia,


que los diferentes clases de picos evolucionaron
gradualmente sin dirección inteligente? ¿No le
parece razonable pensar que los picos de las aves
son obras maestras de ingeniería biológica y que
resulta absurdo y descabellado pensar que
semejante especialización funcional evolucionó de
la nariz de un reptil fruto del azar ciego?

39
Para finalizar este apartado sólo señalaremos brevemente un pequeño
comentario respecto al ave llamada ARQUEÓPTERIS (Archaeopteryx)
nombre que significa “ave antigua”. Hubo un tiempo en que los
evolucionistas afirmaban que esta ave era un eslabón biológico entre el
reptil y el ave. Sin embargo, las pruebas fósiles han dejado en evidencia
que no se trataba de ningún eslabón de transición y es sólo una especie
totalmente formada y completa de ave.

4. El gran vacío entre el Reptil y el Mamífero

Existen diferencias muy grandes entre los reptiles y los mamíferos y sin
haberse encontrado los supuestos eslabones perdidos resulta realmente
absurdo e irracional creer que por evolución un reptil se trasforme en
mamífero. Pero vamos a examinar brevemente algunas pocas
diferencias fundamentales: glándulas mamarias, las crías, plancenta,
diafragma, oído, temperatura corporal, las piernas y los dientes.

 El término mamífero habla de una diferencia fundamental con


el reptil. El mamífero tiene glándulas mamarias que
proporcionan leche a las crías. Pero los reptiles no poseen estas
glándulas que fabrican un producto tan especializado como la
leche.

 Las crías de los mamíferos, a diferencia de la de los reptiles,


poseen tanto los instintos como los músculos necesarios para
mamar la leche de la madre.

 Las placentas en los mamíferos son altamente complejas para la


nutrición y el desarrollo de sus crías no nacidas, rasgo que no se

40
haya en los reptiles.

 Los mamíferos tienen un diafragma que separa el tórax del


vientre. Pero los reptiles no poseen tal cosa.

 El oído del mamífero posee el órgano de Corti que tiene


alrededor de veinte mil bastoncillos y treinta mil terminaciones
nerviosas. Pero los oídos de los reptiles no poseen este órgano.
Además, los mamíferos poseen tres huesos en sus oídos,
mientras que los reptiles tienen solo uno.

 La temperatura corporal de los mamíferos es constante, pero la


de los reptiles no.

 Las piernas de los reptiles están dispuestas a los lados del


cuerpo, de modo que el vientre queda muy cerca del suelo. En
cambio las piernas del mamífero están debajo del cuerpo y lo
elevan del suelo. Esta diferencia, que para los evolucionistas
parece menor, de haberse producido la evolución de reptil a
mamífero, se hubieran tenido que producir extensas
alteraciones del esqueleto y la musculatura de los reptiles.

 Los dientes de los mamíferos son muy variados y especializados


pues según los casos están adaptados para agarrar, punzar,
atravesar, cortar, golpear o moler el alimento. En cambio los
dientes de los reptiles no son variados sino que en general
funcionan como clavijas.

Un comentario final que pone en evidencia la falacia de la supuesta


evolución del reptil a mamífero señala que: cuando el anfibio
supuestamente evolucionó para trasformarse en reptil, los desechos
eliminados tendrían que haber cambiado de urea a ácido úrico. Pero
cuando el reptil supuestamente se hizo mamífero, el proceso tuvo que
invertirse. Los mamíferos tuvieron que haber regresado a la costumbre
del anfibio y eliminar los desechos como urea. Y si esto se supone que
ocurrió, entonces, la supuesta evolución retrocedió, algo que
teóricamente se supone que no debería hacer.

41
5. El gran vacío entre el Mamífero y el Humano

Si bien es cierto que físicamente podríamos decir que en términos


genéricos el ser humano encajaría en la definición general de un
mamífero, sin embargo, la singularidad del ser humano difiere
completamente de cualquier supuesto parentesco con cualquier
mamífero superior. Su superioridad mental, sus proezas creativas, su
lenguaje, el periodo enormemente largo de desarrollo y cuidado de sus
padres, su conocimiento y cultura, su sentido moral expresado a través
del amor, la justicia, la misericordia, el perdón, entre otras
características, lo separan completamente de cualquier especie animal
y generan un vacío abismal, el más grande de todos, entre el reino
animal y el reino humano.

En el próximo capitulo seguiremos analizando los supuestos eslabones


biológicos de transición ahora referidos entre el mono y el hombre,
catalogados en la jerga popular precisamente como “hombres-mono”, y
veremos de acuerdo a las evidencias si son o no verídicos. Estos
supuestos “hombres-mono” son profusamente expuestos en la
literatura académica y científica, ya que se afirma, que vendrían siendo
los supuestos enlaces que probarían la supuesta cadena evolutiva entre
el mono (mamífero) y el hombre (humano).

42
CAPITULO 5
¿Evolucionó el
Hombre del Mono?

La supuesta evolución humana (u hominización) se define como


el lento proceso natural de evolución biológica de la especie humana
desde sus ancestros, los antropoides (monos o simios), hasta el estado
actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis
interdisciplinario en el que se aúnen conocimientos procedentes de
ciencias como la paleontología, la antropología física, la genética, la
estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística. Sin
pretender realizar un análisis detallado sobre todas estas disciplinas
científicas y su relación con la hipotética evolución humana vamos a ir
derechamente a las cuestiones fundamentales para determinar
claramente si existe o no evidencia clara y contundente para sostener la
teoría de la evolución biológica humana.

La teoría de la evolución resulta ser contradictoria porque señala que a


medida que los animales iban evolucionando progresivamente en la
escala evolutiva biológica se hacían más capaces para sobrevivir. Sin

43
embargo, si se supone que las supuestas formas de vida intermedia se
hacían más aptas para sobrevivir ¿por que entonces todavía existe la
familia “inferior” de los antropoides (monos) pero no existe NINGÚN
representante de las presuntas formas intermedias (hombres-monos)
que supuestamente debería ser más adelantada? Hoy vemos
chimpancés, gorilas y otros antropoides, pero ningún “hombre-mono”.
Si la teoría de la evolución fuera verdadera en sus fundamentos
¿resulta razonable aceptar, bajo sus mismas premisas, que cada uno de
los más recientes y supuestamente más adelantados “eslabones” entre
las criaturas simiescas y el hombre moderno se hubieran extinguido,
pero no así los antropoides, que serían inferiores? ¿Qué paso aquí con
la sobrevivencia del más evolucionado? Esto ya de por sí, revela la
inconsistencia de esta débil y mal fundamentada teoría.

La evidencia fósil

El mundo que conocemos actualmente no suministra ningún eslabón


biológico entre el antropoide y el hombre. Por eso los evolucionistas
esperaban que el registro fósil lo hiciera. Sin embargo, la evidencia fósil
tampoco respalda en lo más mínimo la supuesta evolución biológica
humana. Durante décadas se han escuchado informes que declaran
haber encontrado restos fósiles de supuestos hombres mono, o sea, los
eslabones biológicos de transición entre la especie de los antropoides y
la especie humana. Sin embargo, nada de ello ha sido verdadera
evidencia. Mucha de la alegada evidencia que ha llenado los libros de
texto de la comunidad científica durante más de un siglo, ha sido ahora
poco a poco reclasificada o rechazada de un todo, porque los supuestos
eslabones perdidos que se habían encontrado eran sólo fraudes
intelectuales, o, en el mejor de los casos, no correspondían realmente a
eslabones de transición sino que correspondían a restos fósiles de
especies animales o de humanos propiamente tales.

Tan sólo la evidencia del registro fósil es más que suficiente para
rechazar la teoría de la evolución humana. El registro fósil señala
respecto a la especie humano lo mismo que para todas las demás
especies del planeta, la especie humana aparece de súbito en el registro
fósil. Por lo tanto, los evolucionistas buscan en vano a sus supuestos
antepasados simiescos.

44
Los supuestos hombres-monos

Los evolucionistas han tratado en vano de crear un supuesto árbol


genealógico basado en pura imaginación y no en el rigor científico.
Ellos han dicho que alrededor de unos setenta millones de años habría
comenzado la línea evolutiva del mamífero al hombre a través de un
pequeño mamífero ancestral parecido a un roedor, que luego hace
30 millones de año surgiría en la línea evolutiva el Egiptopitheco
(simio egipcio), luego hace unos catorce millones de años vendría el
Ramapitheco (simio de Rama) que fue ampliamente reconocido
como un ancestro directo de los humanos, sin embargo, ahora se ha
establecido que era meramente un tipo extinto de orangután. Algo
similar ha sucedido con el Australopitheco afarensis, o "Lucy", fue
considerado un eslabón perdido por años. Sin embargo, estudios del
oído interno, cráneos y huesos han mostrado que ella era meramente
un chimpancé pigmeo que caminó un poco más derecho que otros
monos. Ella no estaba en camino de convertirse en humana.
Actualmente la ciencia ha señalado que todos los hallazgos que se han
encontrado como los supuestos eslabones perdidos no eran realmente
hombres monos sino que correspondían realmente a una u otra
especie, es decir, a un antropoide o a un humano. Veamos algunos
otros casos de supuestos semiantropoides:

El Hombre de Piltdown encontrado en Inglaterra, es conocido por


ser uno de los más grandes fraudes en la historia de la
paleoantropología, principalmente porque se creyó verdadero. Desde
1912 fue exageradamente promocionado en publicaciones como el
eslabón perdido por más de 40 años. Finalmente en 1953 se descubrió
que era un fraude basado en un tope de cráneo humano y la mandíbula
de un orangután que se habían combinado y tratado artificialmente
para que representara gran edad. .

El Hombre de Nebraska encontrado en Estados Unidos, fue un


fraude basado en un solo diente de un raro tipo de cerdo extinto.

El Hombre de Java encontrado en Indonesia, estaba basado en


evidencia superficial de un fémur, el tope de un cráneo y tres dientes
encontrados dentro de una extensa área en un período de un año.
Resultó que los huesos fueron encontrados en un área de restos
humanos, y ahora el fémur es considerado humano y el tope del cráneo
proviene de un mono grande.

45
El Hombre Neandertal encontrado en Alemania, fue
tradicionalmente representado como un encorvado hombre-mono.
Ahora se ha aceptado que la presunta postura se debió a una
enfermedad y que el Neandertal es sólo una variación de la especie
humana.

El Hombre de Cro-Magnon encontrado en Francia, al principio se


creyó que era un hombre-mono pero los estudios demostraron que era
otra variedad de la especie humana.

El Homo erectus ha sido encontrado por todo el mundo. Es más


pequeño que el humano promedio de hoy, con una cabeza y cavidad
cerebral proporcionalmente más pequeña. Sin embargo, el tamaño del
cerebro está dentro del rango de la gente de hoy, y los estudios del oído
medio han demostrado que era tan igual al Homo sapiens actual
(hombre moderno). Sus restos son encontrados por todo el mundo en
la misma proximidad de restos de humanos ordinarios, sugiriendo
coexistencia. El Australopitheco africanus y el Hombre de
Pekín fueron presentados como eslabones perdidos de hombres-
monos por años, pero son ahora considerados Homo erectus.

El Homo habilis ahora generalmente se considera que está


constituido por piezas de varios tipos de criaturas, tales como
Australopithecus y Homo erectus, y no es generalmente visto como una
clasificación válida.

En julio de 2002, los antropólogos anunciaron el descubrimiento de un


cráneo en Chad con "una mezcla inusual de características primitivas y
humanas”. El hallazgo fue apodado "Toumai" (el nombre dado a los
niños en Chad nacidos cerca de la estación seca) y fue inmediatamente
aclamado como "el más primitivo miembro de la familia humana hasta
ahora”. Para octubre del 2002, un número de científicos hicieron oficial
su crítica a la afirmación prematura, declarando que el hallazgo era
meramente el fósil de un mono.

La supuesta evolución humana es una teoría en que sus defensores se


niegan a aceptar las evidencias científicas que la contradicen. Con toda
esta evidencia de fósiles (o falta de ellos) se hace cada vez más claro
para un investigador serio que la evolución humana no ocurrió jamás.

46
En publicaciones científicas y en museos abundan los dibujos o
ilustraciones basadas en pura imaginación donde los artistas tratan de
fabricar lo que los evolucionistas quieren creer. Los artistas tienen que
crear una especie intermedia que se encuentre entre un antropoide y
un ser humano basándose en pura ficción imaginativa. Mientras más
antiguo se diga que es el espécimen, más parecido a mono lo hacen.
Pero nadie puede estas seguro que apariencia tenían estos supuestos
hombres monos o semiantropoides (suponiendo que existieron) porque
precisamente la evidencia es sumamente pobre, partes de cráneos,
fragmentos de quijadas, huesos de partes muy fragmentarias de
esqueletos, conjunto de dientes, por lo tanto, no es posible saber como
eran. Sin embargo, la gente se toma esos dibujos como si fueran
realmente reales, ya que se han multiplicado en muchos documentos y
publicaciones científicas, y por mera sugestión, la gente los acepta
cándidamente como si fueran reales. La sugestión mental es aún más
poderosa sobre todo cuando tales representaciones emanan de fuentes
de información que se consideran respetables socialmente. La masas
humanas son cómodas y perezosas, prefieren creer y aceptar
cándidamente sugestiones del exterior sin tomarse la molestia de
analizar y pensar críticamente por si mismos. Lo que queremos dejar
en claro es que todas las representaciones de semiantropoides
(hombres-monos) no deben ser consideradas como válidas porque se
basan no en la evidencia positiva sino en la mera ficción imaginativa.
Por ejemplo, para representar a un hombre-mono en un dibujo, se han
tomado como base tan solo un par de dientes o una quijada rota. Estas
ilustraciones imaginativas basadas en evidencias tan pobres han
propiciado que el engaño se multiplique en el mundo.

Variedad en el género humano

Es muy importante que el lector comprenda claramente que no es lo


mismo cambio o trasformación de un genero de vida a otro, como
postula la teoría de la evolución, y lo que es variedad dentro de un
mismo género de vida. Así como en los animales hay muchas
variedades dentro de un mismo género animal, como por ejemplo,
dentro del género de los perros tenemos a Pitbull, Rottweiler,
Chihuahua, etc., así también sucede con el género humano. Los fósiles
de humanos antiguos que difieren ligeramente de los humanos de hoy,
simplemente nos muestra variedad dentro del género humano.
Humanos de dos metros de estatura y hombres de baja estatura,

47
humanos de tez blanca y humanos de tez oscura, pertenecen al mismo
género humano y tales diferencias nos habla sólo de variedad no de
transformación de un género de vida en otro. En el registro fósil
obviamente se han encontrado diferencias en el tamaño y la forma de la
estructura ósea en los fósiles humanos, pero eso no nos habla de
evolución biológica, sino sólo de variedad dentro del mismo género
humano.

Método para fechar

Debemos también señalar, que es muy importante considerar el hecho


de que los métodos utilizados por la ciencia para medir el tiempo y
fechar mediante la radiactividad (el más popular es el método por el
carbono 14, pero hay otros) han tenido muchos errores y es la razón
fundamental de que muchos científicos critiquen estos métodos y los
consideren poco confiables. Por eso, algunas publicaciones científicas
reconocen, en base a estudios comparados, que no hay seguridad en
que las fechas del método por radiactividad, esté realmente en lo cierto.
Y de hecho márgenes de error pueden ser no sólo de miles de años, sino
también de millones de años. Algunos científicos han señalado que el
método es más o menos confiable sólo cuando se trata de fechar objetos
de hasta alrededor de unos 4.000 años de antigüedad contados desde
la hora actual.

Por lo tanto, cuando la ciencia supone que tal evento sucedió en fechas
de muchos miles o de millones de años, hay que ser muy cauteloso.
Esto no quiere decir, que el evento, que según la evidencia radiactiva
sucedió hace millones de años, sea necesariamente falso, sino que la
postura lógica y racional es no aceptar ni rechazar algo hasta que no
exista un verdadero reloj que marque el tiempo con relativa precisión
siempre y no uno que tenga estos tremendos márgenes de error.

Hemos así examinado que existen abismales y profundas diferencias


entre las principales divisiones de la vida. Los distintos géneros de vida
están completamente separados unos de otros por sus instintos
programados, cualidades y estructuras. La prueba fósil no apoya la
evolución de una especie a otra. No se han hallado los fósiles que
llenarían los vacíos existentes que separan por límites infranqueables
entre una especie y otra. Repetimos, no existe ninguna evidencia fósil
que apoye las supuestas trasformaciones de un género de vida a otro, y

48
eso incluye la especie humana, es simplemente conjetura ilusoria
respaldada en la nada. Por eso actualmente algunos científicos han
señalado que las formas de vida intermedias faltan en todas las
especies conocidas porque realmente nunca hubo formas de vida
intermedias. Y tal declaración, fundamentada en el registro fósil,
apunta a rechazar la evolución, y en su reemplazo poner la mente en
una teoría basada en una CREACIÓN especial, como la única
alternativa plausible y racional.

49
50
CAPITULO 6
¿Las Mutaciones
producen Evolución?
Los evolucionistas declaran que el mecanismo básico de la evolución
que genera que un organismo vivo evolucione y se convierta en otro es
el de las MUTACIONES que no son otra cosa que una serie de cambios
accidentales y favorables en los genes y en los cromosomas de las
células. Esto resulta muy fácil de decir pero muy difícil de producir, ya
que lo que la evolución requiere no es sólo cualquier clase de mutación
sino una lenta acumulación de mutaciones favorables.

La mayoría son dañinas

Se cree que la mayoría de las mutaciones ocurren en el proceso normal


de la reproducción celular pero que también pueden ser originados por
agentes externos como la radiación por ejemplo. Sin embargo, según
los estudiosos la mayoría de las mutaciones son dañinas o mortíferas
en una relación de miles sobre una favorable. Por eso se dice además
que las mutaciones son las responsables de centenares de
enfermedades cuya base está en los genes. Entonces, si la mayoría de
las mutaciones son dañinas al organismo, resulta difícil de aceptar el
punto de vista de los evolucionistas que señala que las mismas sean la
materia prima para la evolución. Difícilmente se puede aceptar que un
cambio accidental o al azar mejore un organismo. Por ejemplo, cuando
mutantes de insectos fueron colocados en competencia con otros
insectos normales, los mutantes fueron eliminados, no pudieron
competir, porque no eran formas mejoradas, sino degeneradas y en
desventaja.

No producen nuevas especies

Por otra parte, las mutaciones jamás han trasformado una especie en
otra, no existe ninguna evidencia de ello. Una mutación sólo podría

51
resultar en la variación de una característica que ya estuviera en el
organismo pero nunca genera una especie nueva. El pelo de un
organismo que tuviera un gen mutante podría generar un cambio en la
textura o el color pero no podría trasformar el pelo en plumas, o una
mano pudiera presentar una malformación o presentar seis dedos pero
la mano con o sin gen mutante seguirá siendo mano. Cada organismo
está codificado por el ADN, el código genético impide que una planta o
un animal se alejen demasiado del rango medio de los límites fijados
para cada especie. Si en un espécimen se combinaran miles de
mutaciones aún así seguiría siendo un organismo de la misma especie o
género.

El programa biológico de la naturaleza o ADN de cada especie si podría


sufrir daños y es lo que se conoce precisamente como mutaciones que
según se pensaba éstas podían generar nuevas especies. Sin embargo,
se realizaron experimentos con moscas del vinagre, induciendo
mutaciones en sus códigos genéticos a través de rayos x. ¿Cuáles fueron
los resultados? Surgieron moscas en su gran mayoría con
características inferiores al promedio. Y luego cuando se cruzaron las
moscas mutantes, sorpresivamente después de algunas generaciones,
surgieron moscas normales. Siempre los daños al código genético
inducen una respuesta de emergencia del código genético, y éste genera
automáticamente enzimas que reparan el daño, o sea, el código
genético de cada especie es a prueba de modificaciones y es
autorreparable, pero jamás de ninguna clase de mutaciones se ha
podido probar que haya surgido una nueva especie.

Los evolucionistas normalmente confunden evolución con variedad


dentro de un género o tipo básico. Ejemplo que da cuenta de ello es la
famosa mariposa nocturna llamada, geómetra del abedul, que por
razones ambientales la mariposa de color más oscuro desplazó a la de
color más claro como especie dominante, sin embargo la mariposa no
evolucionó. Este es uno de los pocos ejemplos que los evolucionistas
utilizan de manera muy liviana para respaldar su teoría, pero este
ejemplo es completamente irrelevante como evidencia y da cuenta sólo
de variedades dominantes dentro de una misma especie pero no de
evolución de una especie a otra. Así tenemos gran variedad de perros,
de gatos, de seres humanos, etc. y aunque hay gran variedad cada uno
pertenece a su propia especie particular.

52
En definitiva las mutaciones sólo confirman que los organismos vivos
sólo se reproducen según su género y que hay límites biológicos
naturalmente infranqueables entre una especie y otra. Ninguna
cantidad de cambio genético accidental puede hacer que un género de
organismo vivo se convierta en otro. Los insectos por ejemplo se han
adaptado a las condiciones del planeta y han sobrevivido por millones
de años pero no han evolucionado y siguen siendo básicamente los
mismos. ¿Qué pasa con la evolución en estos casos? ¿No debería ser la
evolución una ley general para todas las especies? En definitiva, por el
expediente de las mutaciones los evolucionistas no pueden explicar con
evidencia el por qué hay peces, reptiles, aves y mamíferos, sus
argumentos superficiales no dan cuenta de cómo son en realidad los
hechos en el mundo natural. La evolución ha buscado sin encontrar los
eslabones perdidos que llenen los vacíos insolubles que existen entre
las distintas especies. Y no es que hallan eslabones perdidos, sino que
más bien la evidencia señala que éstos realmente no deberían existir,
porque entre otras razones, las mutaciones no son realmente la materia
prima de la evolución como descuidadamente han declarado los
evolucionistas, de modo que, una lenta acumulación de mutaciones
favorables para ir produciendo gradualmente nuevas especies no puede
ser.

53
54
CAPITULO 7
En Contradicción
con la Ciencia
Los evolucionistas declaran que la humanidad como tal se gesto
lentamente por medio del proceso evolutivo animal terrenal. La teoría
de la evolución propuesta por Darwin y sus continuadores nos señalan
que el hombre ha evolucionado en una progresión ascendente desde
una simple célula, a gusanos, después a moluscos, a continuación en
anfibios, siguieron los reptiles, las aves para luego aparecer los
mamíferos, los simios y el hombre como la especie más adelantada
evolutivamente en el planeta. Sin embargo, por mucho que se declaren,
generalicen y promuevan las premisas evolutivas, sus fundamentos no
los convierten en verdad ni en un hecho científico.

No posee evidencia

La teoría de la evolución biológica no es científica porque es sólo una


simple hipótesis que no tiene respaldo en los hechos, es sólo una
creencia y como tal no puede ser científica, la misma está basada sólo
en un asunto de fe con apariencia de teoría científica pero que más bien
la misma debería pertenecer al ámbito del sectarismo dogmático. Como
dijimos en el párrafo anterior, el que algo se generalice como un hecho
no lo convierte en tal. Por ejemplo, para que se pueda aceptar como
hecho científico el comienzo espontáneo de la vida, éste debe ser
establecido por el método científico, sin embargo, jamás ha sido posible
observar o tener evidencia o prueba alguna de la generación
espontánea de la vida orgánica. La suposición de una generación
espontánea de la vida encaja mejor en el terreno de la ciencia ficción o
el ilusionismo científico. Si todo efecto reclama una causa el
“evangelio” de la evolución no ha encontrado la causa, y precisamente
ha descuidado este agente clave. Todo esto, ya de por si, refleja la
inconsistencia de esta teoría. Pero además, por donde se la mire esta no
convence, por lo menos a los que poseen independencia intelectual y no

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se dejan seducir con algo que no tiene verdadero respaldo y que está
más ligado a lo que podríamos llamar: religión basada en una fe ciega.

Esta teoría, abarca áreas de ignorancia demasiado grandes. No explica


nada respecto a algunas de las cuestiones más fundamentales de todas
como por ejemplo: ¿cómo adquirieron vida unas sustancias químicas
inanimadas? ¿pueden las infinitas casualidades, generadas hace miles
de millones de años, es decir, el azar, ser el verdadero arquitecto de la
vida inteligente?, ¿bajo que reglas o leyes se organiza el código
genético?

Algunos dogmáticos defensores de esta teoría señalan superficialmente


que las dificultades que tiene esta teoría es sólo una cuestión de
pequeños detalles. ¡Pequeños detalles! que respuesta más liviana y no
ceñida a la realidad. Si a cualquier otra teoría le quedaran por resolver
dificultades tan grandes o vacíos tan enormes que llenar, estos mismos
“científicos” la rechazarían de inmediato, y, con justa razón. ¿Por qué
entonces esta parcialidad? La respuesta a esta pregunta la abordaremos
en el siguiente capítulo.

Todo el teorizar fantasioso de los evolucionistas no corresponde a nada


científico sino sólo a un dogmatismo crédulo y terco con apariencia de
ciencia. La teoría de la evolución esta esencialmente fundamentada en
el materialismo dialéctico cuyos principios están sustentados en una
lógica filosófica que considera que todos los fenómenos del mundo, o
son materiales o proceden de la materia. La falacia de esta postura está
reflejada en el siguiente silogismo: la vida es química y la química es
materia, luego la vida vendría siendo sólo un asunto materialista. Por lo
tanto, un teorizar así puramente materialista no admite o no tiene
cabida a nociones metafísicas como: Dios como potencia indefinible,
creadores inmateriales, etc., es decir, todo aquello que es
incomprensible y aparentemente sobrenatural no es admitido porque
ello amenaza de alguna manera con quitarle al hombre su superioridad
sobre todos los seres creados. Sus mismos principios han derivado a los
ámbitos políticos y económicos, como por ejemplo, la filosofía
marxista. Sin embargo, a los creyentes de esta ideología bueno les sería
que se pusieran a estudiar matemática o física cuántica con seriedad y
rigor, ciencias de alcances universales que les revelaría con una
claridad meridiana la parcelación absolutamente estrecha de esta
filosofía y además que tiene un fundamento a priori absolutamente
falso. Todas sus bellas y armónicas melodías lingüísticas que se

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esgrimen para seducir al oído, sin embargo producen serias
disonancias a la inteligencia y la razón.

Los evolucionistas revelan una perturbadora predisposición a creer en


vez de investigar no haciendo uso con honradez y rigor del instrumento
que se supone es esencial para sus investigaciones: el método científico.
Ellos saben perfectamente que la supuesta evolución biológica no
puede ser probada experimentalmente y por lo tanto de manera
anticientífica se empecinan en tratar de encajar a la fuerza hechos o
evidencias que no existen y por lo tanto no están demostrando nada
con rigor científico. Ellos mismos reconocen que está teoría entre sus
mismos colegas propicia enconados debates. Pero, ¿hay enconado
debate acerca de que la tierra gire alrededor del sol, acerca de la
existencia de la fuerza de gravedad o acerca de que el agua esté
compuesta de hidrógeno y oxígeno? No. Entonces ¿es serio y razonable
el afirmar descuidadamente que la evolución es un hecho o realidad
que estaría entonces al mismo grado de estos hechos indiscutibles? Los
evolucionistas entonces no fundan sus conclusiones en hechos reales
sino que en vagas suposiciones.

Viola dos principios fundamentales de la naturaleza

Sumado a lo anterior, la teoría de la evolución no solamente se basa en


suposiciones que carecen de prueba, sino que además viola dos de los
principios más fundamentales de la Naturaleza: El Primer y el Segundo
Principio de la Termodinámica.

1. Primera Ley de la Termodinámica

Llamada también “ley de la conservación de la energía” que señala


que: “En el universo la energía no se crea ni se destruye, solo se
trasforma”. Esta ley afirma que la suma total de energía (la materia es
también un tipo de energía más denso) en el universo, permanece
siempre constante, sin importar los cambios que se puedan efectuar.
No hay procesos naturales que puedan alterar esta constante en el
universo. Nada en la actualidad se está creando o destruyendo
realmente, aunque sí están teniendo lugar transformaciones de muchas
clases.

La ciencia además reconoce que la energía no ha existido eternamente,


es decir, el universo vino a la existencia, y por eso tenemos la teoría

57
científica de la gran explosión o big bang que es realmente cuando, una
vez que está gran explosión se manifiesta, empieza a regir este primer
gran principio.

Algunos evolucionistas niegan que la energía tuvo un comienzo y al


declarar aquello, lo sepan o no, están violando un hecho comprobado
por la ciencia a través del conocimiento de los elementos radiactivos.
Ahora bien, los evolucionistas que sí reconocen lo precedente, nos
dicen que, como el universo o la energía tuvo un comienzo, este vino
dicen ellos, sencillamente de la ¡NADA! (porque no desean reconocer
un origen divino). Pero puede usted concebir en su mente que algo
surja realmente de la NADA. Esto es absurdo y un atentado a la razón y
la lógica.

Hacemos notar que, cuando el evolucionista ateo se refiere a la Nada se


refiere al concepto que vulgarmente o comúnmente todos entendemos.
Aclaramos esto porque desde un punto de vista teológico y filosófico
profundo DIOS es realmente NADA. Pero esta NADA se refiere a “nada
creacional”, o sea, el potencial de concentración energética inexistente
o inmanifestado, o sea, es la fuente real de donde toda creación ha
surgido. Pero no nos extenderemos en estos conceptos porque
corresponden a temáticas divinas muy técnicas de las que nada
detallaremos en esta obra.

2. Segunda Ley de la Termodinámica

Llamada también “ley de la entropía”. El Segundo Principio afirma


todo se mueve hacia el desorden o hacia una condición conocida como
entropía. Cada cambio que tiene lugar de manera natural y espontánea
en el universo tiende a pasar de un estado de mayor orden, a un estado
de menor orden, de lo organizado a lo desorganizado. La cantidad total
de desgaste y degradación en el universo está aumentando constante e
inevitablemente. Cualquier incremento de orden y complejidad sólo
puede ser local, temporal y necesariamente dirigido; pero el
evolucionismo demanda un incremento general de orden
extendiéndose a lo largo del tiempo geológico. En contra de la tesis
evolucionista, los aminoácidos, por ejemplo, no se combinan
espontáneamente para formar proteínas; en cambio, las proteínas se
disgregan espontáneamente en sus aminoácidos constituyentes, y éstos
se descomponen lentamente en compuestos químicos más simples. Los
resultados biológicos manifestados a través de la maravillosa

58
complejidad de los organismos vivos, nunca hubieran podido existir en
ninguna condición realista en una tierra primitiva y dejada a su suerte.

El universo a semejanza de un reloj en marcha, está gastando su


cuerda, y es evidente que no ha existido eternamente. Pero, en base al
Primer Principio, la suma total de materia y energía es siempre
constante. Por ello mismo, no es posible explicar, sobre una base
meramente material, el origen de la energía, la cual compone este
universo. El supuesto continuo evolutivo, la cadena que se extiende
desde el cosmos hasta el hombre, es un concepto creativo y progresivo,
mientras que el Primer y Segundo Principio de la Termodinámica
declaran que los procesos naturales conocidos son conservadores en lo
cuantitativo, pero degenerativos en lo cualitativo. En todo caso y sin
ninguna excepción, cada vez que estos principios han sido sometidos a
prueba han sido hallados válidos. En definitiva, todo el proceso natural
del universo causa caos y degradación y no orden y evolución. Por lo
tanto, los proponentes del evolucionismo rechazan la clara evidencia
científica.

59
60
CAPITULO 8
¿Por qué Muchos
Aceptan la Evolución?
En los precedentes capítulos hemos puesto en evidencia las
inconsistencias de la débil y falaz teoría de la evolución, sin embargo,
¿por qué entonces está tan bien aceptada por nuestros
contemporáneos? Las causas pueden ser muy numerosas pero todas
caen dentro de cuatro razones fundamentales: adoctrinamiento
educativo, sugestiones de la autoridad científica, búsqueda de
reconocimiento, y, el fracaso de las religiones convencionales.
Explicaremos brevemente cada una estas razones.

Adoctrinamiento educativo

Desde muy temprano en la niñez, en los textos de biología del sistema


educativo ortodoxo, se presenta a la evolución no como una teoría que
pueda ser puesta en tela de juicio sino como una realidad. Así se
condiciona a las mentes desde pequeñas para que acepten la evolución
como un hecho aunque las evidencias concluyentes para respaldar la
misma brillen por su ausencia. Todo el sistema educativo en mayor o
menor grado está inserto dentro de esta filosofía mecanicista. Los
libros de textos escolares y universitarios generalmente promueven la
ideología evolucionista y muy rara vez se presentan en esos textos los
argumentos que la contradicen. Al estudiante desde muy joven no se le
presenta la evolución como una teoría sino como un hecho que debe
aceptar sin presentar objeciones a la misma, ya que si así lo hiciera,
podría obtener malas calificaciones.

Así, a lo largo de los años las poderosas sugestiones del sistema


educativo hacen su trabajo de manera lenta pero inflexible, y el que no
posee una mente relativamente firme e independiente, sucumbe al
bombardeo ideológico evolucionista.

61
Por eso la cosmovisión evolutiva al penetrar profundamente en el
sistema educativo va condicionando a la mente humana desde muy
temprana edad para que la acepte como una verdad aparentemente
“comprobada” e “incuestionable”. No nos debe sorprender entonces
que esta falaz teoría se haya extendido tanto por el mundo y que como
un verdadero virus mental haya contagiado a tanta gente.

Sugestiones de la autoridad científica

Se cree que algo es cierto porque se supone que viene de una autoridad
competente que está muy bien versada en el tema. El peso de la
autoridad reviste una particular y solapada sugestión individual y
colectiva. Y en este sentido, muchas personas creen en la evolución
porque tal teoría emerge de autoridades científicas. Así la gente se le
induce a creer cándidamente en vez de investigar de manera seria,
desprejuiciadamente y con independencia intelectual.

Cuando algunos miembros de la comunidad científica afirman que la


evolución es una realidad indiscutible y que sólo los ignorantes la
rechazan este peso de la autoridad es tan fuerte que una amplia
mayoría de personas aceptan la teoría para así no ser considerado por
los demás como una persona poco educada o ignorante respecto al eje
fundamental en que se inserta y mueve la biología. Sin embargo, está
adherencia jamás fue reflexiva sino que los móviles para aceptarla
fueron de carácter impositivo compulsivo. Incluso la prestigiosa
Enciclopedia Británica comete el error imperdonable al afirmar
descuidadamente que: “El hecho de la evolución no ofrece la menor
duda”. ¿Es esa la realidad? De ninguna manera, en realidad la
evolución ofrece muchas dudas y no ofrece la menor evidencia para
poder aceptarla. Por eso, ya muchos científicos que en el pasado se
habían dejado llevar por esta teoría, hoy, no solamente dudan de ella,
sino que la rechazan completamente.

Queremos dejar en claro que de ninguna manera estamos cuestionando


a la ciencia ni a los logros de la misma. Valoramos y respetamos los
avances y el desarrollo en todos los campos que la ciencia ha alcanzado.
El conocimiento científico ha contribuido grandemente a ampliar
dramáticamente el conocimiento del universo y hasta se han logrado
hazañas asombrosas como el haber enviado al hombre a la luna y
traerlo de regreso. En el campo de la medicina se han llevado a cabo

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asombrosos avances que permiten mejorar de manera más rápida y
efectiva muchas enfermedades y lesiones, además de haber encontrado
la cura a muchas enfermedades que antes se consideraban incurables.
La electrónica ha revolucionado completamente la vida moderna, etc.
etc. En definitiva, valoramos, respetamos y apoyamos no a los
evolucionistas sino a la verdadera ciencia. Los evolucionistas, directa o
indirectamente, han contribuido a que lamentablemente la
pseudociencia gane terreno en el mundo. También sabemos y
comprendemos perfectamente que la ciencia recién comienza a
explorar conocimientos que ya hace mucho tiempo eran del
conocimiento y dominio de los genuinos teólogos y verdaderos
maestros en los misterios espirituales.

Búsqueda de reconocimiento

Muchos científicos incluso sabiendo las mayúsculas debilidades de la


teoría se han alineado a ella por temor a que no se les considere
profesionales realmente capacitados y que se les rechace de los círculos
académicos de prestigio, perdiendo con ello la posibilidad de
resplandecientes premios y fama, elementos que en la naturaleza
humana no pocas veces subyugan los sentidos, la razón y oscurecen el
juicio profundo.

Parece ser que la vanidad intelectual incluso dentro del ámbito


científico a veces resulta ser más grande que la razón y la mayoría
sucumbe a la tentación de ser dogmático para no echar por tierra una
teoría que costó mucho elaborar y estructurar. Es lamentable que esta
tendencia persista ya que no presta servicio alguno al avance de la
verdadera ciencia.

Muchos científicos que aceptan la evolución, saben perfectamente que


no tiene reales fundamentos para aceptarla, y que no pueden
comprobarla con rigor científico por falta de verdaderas pruebas, sin
embargo, se empecinan en declararla como verídica porque, y sin
entrar en razones de tipo moral y espirituales, necesitan defender su
doctrina con uñas y dientes en un esfuerzo por tratar de mantener la
honra de ésta ante el público que la cuestiona, ya que cuestionar la
teoría es cuestionarlos a ellos, y eso podría restarles méritos y
eventualmente ser rechazados de los círculos académicos distinguidos.

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Fracaso de la religión convencional

Otra de las razones por las que muchos aceptan la doctrina


evolucionista es que el tema de la vida y sus orígenes ha sido
normalmente una cuestión que atañe más bien a la religión
convencional. Y como ésta, a lo largo de la historia a estado inserta en
aspectos ligados a las creencias dogmáticas de ciertas doctrinas que,
con justa razón, muchas de ellas atentan contra la libertad de
conciencia, estimulan la intolerancia y el sectarismo, además de
doctrinas absurdas que a la luz de la verdadera ciencia o de las
personas que razonan, no tienen cabida, ni hablar de las caricaturas
que definen lo indefinible, o sea, a Dios, todo lo cual impulsa a muchos
a buscar otra alternativa ideológica social y culturalmente respetada.
De ahí la adherencia o aceptación implícita a la teoría evolucionista, ya
que no se ve otra alternativa racional. Se cree que la aceptación sería
una forma de escapar del pensamiento estrecho de la religión
convencional.

Además, muchas personas saben del extenso registro histórico religioso


de hipocresía, inmoralidad, injusticia, intolerancia, opresión y maldad
extrema (la inquisición por ejemplo), en un sistema en el que se supone
no debería manifestar estos hechos tan lamentables y vergonzosos,
sino ser un reflejo en el mundo de la santidad y la justicia divina. Por
eso, ya no importa con que manto de aparente santidad se vistan sus
representantes, ya no se cree en ellos, porque lo que finalmente
cuentan no son las palabras de amor y piedad sino lo hechos claros y
concretos. La principal religión del mundo ha dado el apoyo en la
historia a dictadores asesinos, ha permitido que personas de uno y otro
bando, aunque de la misma religión, se maten en las guerras.

Se supone que la religión debería representar a Dios, y si estos son los


representantes de la divinidad en el mundo, eso necesariamente
implica que Dios permite toda esta injusticia y toda suerte de
desaciertos. El vulgo piensa con justa razón: si Dios existe ¿por qué
entonces permite todo este cúmulo de sufrimiento y maldad? Si Dios
no hace nada, entonces quiere decir como dijo el filósofo alemán
Friedrich Nietzsche que: “Dios ha muerto” o nunca existió y fue sólo un
concepto creado por el hombre. Si a eso le sumamos todo tipo de
doctrinas religiosas infantiles, absurdas y supersticiosas, Dios y la
religión pierde aún más credibilidad y respeto. Todos estos

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cuestionamientos circulan por la mente del vulgo y lo llevan de plano a
rechazar a Dios y todo lo religioso que se vincule con Él, y en
consecuencia, esto lo lleva a adherirse fácilmente al agnosticismo y al
ateismo y así se tiene el terreno mental listo para adherirse a la
doctrina alternativa: el evolucionismo. Hoy, en algunos países el
ateismo basado en la evolución es hasta la política oficial del Estado.

Estas son entonces las cuatro causas fundamentales del por qué mucha
gente acepta la evolución y rechaza todo aquello que se vincule con un
Dios Creador y su creación.

En el próximo capítulo veremos el verdadero origen de esta falaz teoría


que ha cegado la mente de millones de personas en el mundo.

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66
CAPITULO 9
Filosofía de
Origen Satánico
Los precedentes capítulos han demostrado que la teoría de la evolución
no posee ninguna consistencia real y no es más que una más de las
tantas filosofías que circulan por el mundo y que son contrarias a la
realidad. No en vano las Sagradas Escrituras previenen al hombre
juicioso con estas palabras:

“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas,


según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del
mundo, y no según el Mesías”
(Colosenses 2: 8)

Como hemos dicho la teoría de la evolución es totalmente contraria a la


realidad, y por lo tanto es una doctrina falsa, o sea, una mentira. Y de
acuerdo a la Escritura el cambiar la realidad de la creación llevada a
cabo por Dios y cuyas evidencias veremos en los siguientes capítulos
resulta ser algo realmente INEXCUSABLE (Romanos 1: 20).

Pese a toda la abundante evidencia que invalida totalmente a la teoría


de la evolución, ésta, sin embargo, como hemos visto en el capítulo
anterior, ha logrado esparcirse como la mala hierva por todo el mundo.
El verdadero mensaje de esta doctrina es que NO HAY NINGÚN DIOS,
o, en el mejor de los casos que Dios es innecesario.

Satanás es su iniciador

Pero ¿de dónde procedería una mentira tan monumental? El Mesías


Yeshúa hace más de 2.000 años identifico a la fuente cuando señaló
que Satanás el Diablo es mentiroso y el padre de la mentira (Juan 8:
44).

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Los ignorantes “ilustrados” sonreirán incrédulamente al oír que
nosotros señalamos a Satanás el Diablo como una entidad que existe,
ya que socioculturalmente a este ser se le ha identificado más bien, con
un personaje de carácter mitológico o proveniente del ámbito de la
superstición, que con un ser verdaderamente real. Si tales individuos
quieren pensar de esa forma están en su derecho, sin embargo,
debemos señalar que si algo se considera mitológico o supersticioso por
la mayoría de este mundo, eso no lo convierte en algo necesariamente
cierto. Las afirmaciones deben ser probadas. Nuestro consejo para tales
personas es que antes de emitir juicios a priori bueno les sería
investigar y estudiar seriamente antes de ceñirse a creencias gratuitas.
Nosotros contamos, con suficiente evidencia que señala que este ser es
real y no una simple invención humana.

Declaramos categóricamente que la teoría de la evolución es una


doctrina filosófica de origen satánico. Obviamente al referirnos a
realidades de carácter espiritual o metafísico no es posible mostrar
evidencia material que pruebe lo que estamos señalando, sólo
contamos con evidencia indirecta que apunta claramente en esa
dirección.

Sólo piense el lector y reflexione ¿qué propósito cumple realmente la


teoría de la evolución en el mundo? ¿es esta teoría útil para los
propósitos de Satanás? ¿está teoría ha logrado engañar a muchos en el
mundo y alejarlos de Dios? la respuesta a estas dos últimas preguntas
es Sí, y la respuesta a la primera pregunta es que el propósito satánico
de extender esta filosofía es desvincular totalmente al hombre de su
Creador. La Escritura dice que el dios de este mundo, Satanás:

“Cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les


resplandezca la luz del evangelio de la gloria del
Mesías, el cual es la imagen de Dios”
(2º Corintios 4: 4)

Esta filosofía promueve los intereses satánicos (demoníacos) y conlleva


a cerrar los ojos a los maravillosos propósitos de nuestro Creador.

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Testimonio de un ex adorador de espíritus satánicos

A continuación, señalaremos uno de los muchos testimonios que


existen de personas que han estado involucradas en ciertas sociedades
secretas donde se adora a espíritus que tienen que ver con Satanás y
sus huestes de ángeles demoníacos. El personaje es Roger Morneau
quien estuvo involucrado por un cierto tiempo, alrededor de los años
50, con una poderosa sociedad secreta en los Estados Unidos que
adoraba a Satanás y en la que participaban personas de los más
elevados estratos sociales y culturales. De hecho, esta sociedad se
vinculaba con la élite de este mundo.

Roger Morneau

Los participantes de estas sociedades, no se piense que son personas


ordinarias, al contrario, por lo general tienen mucho dinero, son
profesionales (médicos, ingenieros, abogados, gente de negocios, etc.),
desempeñan con gran éxito sus respectivas carreras en el mundo, y son
personajes muy influyentes en el mundo. Ellos reconocen y saben
perfectamente lo siguiente:

1. Que Lucifer (Satanás) es el gobernante invisible de este mundo y


la fuente de poder en el mismo.
2. Los que anhelan poder, prestigio y fama en este mundo, deben
dirigirse a esta fuente de poder, que para ellos no se le considera
repulsiva ni maligna. Los demonios, dicen los que los han
adorado, son seres de luz muy poderosos y para nada feos o
repulsivos sino todo lo contrario, hermosos, se les consideran
verdaderos y poderosos dioses.

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3. El ingreso a una de estas poderosas sociedades secretas no
depende de que determinado individuo quiera hacerlo, sino que
la elección la llevan a cabo, determinadas potestades de la
oscuridad que eligen a determinado individuo para que ingrese.
Otras veces es por linaje de sangre que parece ser que los
espíritus lo reconocen y aceptan.
4. Lucifer y su legión de ángeles caídos (demonios) recompensan
materialmente a quienes los adoran y les sirven. Muchos
millonarios famosos en este mundo, lo han sido y lo son, por ser
adoradores de Lucifer, y de hecho, ellos (los que han hablado) lo
reconocen como su gran Maestro y la fuente de todo su poder y
fama en este mundo.
5. Los que forman parte de estas sociedades se les conceden, por
estos espíritus malignos y engañadores, sus deseos mundanos,
sin embargo, al mismo tiempo quedan prisioneros de los
tentáculos espirituales de estas fuerzas de las cuales luego de
haberse involucrado con ellas, no pueden escapar. Todo tiene su
precio en este mundo, “venderle el alma al Diablo” tiene a su
tiempo un ¡muy alto costo!
6. Los que han intentado salirse o renunciar a estas poderosas y
peligrosas sociedades secretas y de las fuerzas espirituales
oscuras que las dirigen desde el mundo invisible, han resultado
en la mayoría de los casos, muertos en muy extrañas
circunstancias, a veces inexplicables desde el punto de vista
físico/material.
7. Las sociedades secretas que adoran a Lucifer como su amo y
maestro, lo reconocen como su benefactor y anhelan y luchan
para que el mundo sea finalmente un mundo totalmente
luciferiano. Para ellos, el dueño legal de este planeta es Lucifer, y
Yeshúa el Mesías (Jesucristo), es simplemente un usurpador.
8. Estas poderosas sociedades secretas de adoración de espíritus
malignos, son las que promueven blasfemias y estilos de vida en
el mundo que son totalmente contrarios a los principios y valores
Mesiánicos (Cristianos).

Roger Morneau testificó que el alto sacerdote de la orden secreta en la


que estuvo involucrado, y tuvo la fortuna de poder salir ileso de ella,
comentó, era alrededor de 1950, que uno de los planes de Satanás para
engañar al mundo era que Thomas Huxley y Charles Darwin habían
sido usados por los espíritus (demonios) porque en su infancia habían

70
sido hipnotizados por médicos y eran más susceptibles de recibir la
influencia de espíritus. Charles Darwin había sido dirigido por Satanás
desde el mundo invisible, ayudándolo a establecer sus principios y
preceptos fundamentales, para que la doctrina de la evolución fuera un
total éxito en el mundo y pudiera ser aceptada globalmente. Estaba
siendo una forma muy efectiva de escolarizar a la gente para desviarla
de la idea de una creación. Esto era muy importante, ya que llevaría a la
gente a rechazar la creación de Dios expresada en la Biblia y con ello
todas sus demás enseñanzas, entre ellas: la caída del hombre y la
redención final. Esto era una forma muy efectiva de desprestigiar y
restarle credibilidad a la Biblia sin necesidad de eliminarla
materialmente.

El sacerdote reveló que cualquier maestro que enseñe en el mundo esta


teoría (muchos científicos y profesores universitarios son miembros y
participan activamente en estas sociedades secretas de adoración a
espíritus demoníacos), se le considera un gran ministro y es reconocido
por los dioses (demonios) como una persona de gran valor y se les
otorga una extremaunción muy especial por parte de su maestro y
señor de sus vidas, o sea, Lucifer. Reciben también un gran poder para
poder influir sobre la gente para así poder convencerlas, convertirlas y
tornarlas ciegas espiritualmente.

Además el sacerdote reveló que su dios Lucifer considera que los


maestros que enseñan la teoría de la evolución son tan valiosos para él,
que asigna una hueste de ángeles brillantes y hermosos para que guíen
y ayuden a ese educador todo lo que le quede de vida en este mundo, y
esto a nivel cósmico es el honor más grande que puede otorgar a sus
trabajadores humanos. Hasta aquí dejaremos el relato.

De este testimonio, saque usted mismo sus propias conclusiones.

En los próximos capítulos que corresponden a la segunda parte de esta


obra, entraremos a explicar y analizar el sistema de pensamiento
creacionista, y veremos, tal como lo hicimos con la evolución, que
reales fundamentos existen para aceptar o rechazar la Creación llevada
a cabo por un Dios Creador.

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PARTE SEGUNDA

EL MODELO
CREACIONISTA

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CAPITULO 10
Teoría
Creacionista
Ya hemos señalado que Charles Darwin a mediados del siglo 19 surge
para explicar el origen de la vida a través del proceso evolutivo ya
analizado en los capítulos precedentes. Antes de Darwin el modelo
creacionista que declara que la raíz existencial de todo ser viviente
provino de un Creador, no se ponía en discusión, era aceptada como
una explicación lógica y natural para el origen de todo lo que existe.

Creación versus evolución

En la época de Darwin la Iglesia Católica ejercía un poder tiránico, pues


era el sistema religioso dominante que, de manera dogmática y
estrecha, imponía sus puntos de vista sin querer abrirse a otras ideas.
Para muchos, la aparentemente fantástica historia que se relata en el
libro de Génesis, de la creación del mundo en seis días y en la que Dios
creó a la mujer de la costilla del primer hombre, sonaban más bien a un
mito o leyenda como los muchos que han existido en las diversas
culturas primitivas de la antigüedad. Así en este contexto surge esta
teoría como un desahogo mental de búsqueda de nuevas ideas y su
aceptación se hacía fácil no tanto por su solidez intelectual sino más
bien porque era una propuesta que rompía el dogmatismo, estrechez
mental e intolerancia manifestada por la Iglesia Católica. La teoría de la
evolución al tratar de reemplazar al modelo creacionista era
simplemente el esfuerzo del hombre por tratar de explicar el origen del
universo y de la vida sin la necesaria participación de un creador
inteligente. En apariencia, la creación por medio de un Dios Creador se
convirtió en un dogma de fe, y la evolución en una teoría lógica y
racional. Poco a poco, esta teoría consiguió la aceptación no sólo de las
masas sino también de la comunidad científica. Sin embargo, hemos
mostrado a través de los precedentes capítulos que la teoría de la
evolución no posee solidez alguna y que es un sistema de pensamiento

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irracional basado meramente en una fe ciega y dogmática. Científica y
racionalmente la teoría de la evolución, desde sus inicios hasta hoy, ha
sido una teoría muy fácil de derribar ya que se fundamenta en mera
credulidad “científica” propia de mentes que carecen de independencia
intelectual y son fácil presa de la corriente de los sistemas socio
culturales del mundo. Más aún, y obviando lo anterior, todos los
antecedentes científicos que hemos señalado no sólo derrumban por
completo esta débil y frágil teoría, sino que la pulverizan por completo.

La Teoría Creacionista

Como consecuencia esto hace que por si misma se levante la


CREACIÓN de la vida y de todo lo que existe, por medio de un Creador
inteligente, como la única alternativa plausible. Por eso ahora
analizaremos en esta segunda parte de esta obra, la otra cara de la
moneda, la teoría creacionista, y veremos que al examinarla
desprejuiciadamente resulta ser la única opción coherente, racional y
lógica.

La teoría creacionista apunta a la conclusión de que el aparecimiento


de los organismos vivientes en nuestro mundo sólo puede explicarse de
manera racional y lógica por la intervención de un Creador Inteligente
que diseñó creo (de la nada) e hizo (de lo que llegó a existir), por medio
de la emanación y despliegue de sus poderes y fuerzas creativas, el
universo y todos los tipos o géneros básicos de vida que hay en nuestro
planeta.

El creacionismo científico señala que en todo lo que se contempla a


nuestro alrededor y no solo en nuestro planeta, todo ello habla de
diseño, de planificación y de la absoluta necesidad de un creador
inteligente como causa primera que generó toda la creación existente.
Tiene que haber inteligencia implicada en dar existencia a las múltiples
y variadas formas de vida de nuestro mundo. Y si los evolucionistas
quieren desmentir todo esto no pueden porque no tienen prueba de
que la vida no haya sido un acto de creación.

El creacionismo científico tiene dos sólidos y firmes fundamentos que


lo demuestran: por un lado la razón y la lógica respaldadas por la
ciencia, y por el otro, la Palabra de Dios manifestada a través de las
Sagradas Escrituras, textos sagrados cuya mayor parte se concentra en
lo que conocemos como la Biblia, y cuya información y enseñanza

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milenarias, la ciencia y el conocimiento humano jamás han podido
desmentir, sino que una y otra vez, según el avance en el conocimiento
humano y los nuevos descubrimientos, la comunidad científica ha
tenido que reconocer que “la Biblia tenía razón”.

Así entonces, en los siguientes capítulos, mostraremos pruebas


irrefutables que demuestran, de acuerdo a estos dos basamentos
esenciales, que realmente si hubo creación. Veremos que las evidencias
científicas que respaldan esta tesis son abrumadoras.

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78
CAPITULO 11
¿Qué nos dice
el Universo?
El universo es una manifestación creativa de cuatro elementos claves:
tiempo, espacio, energía y movimiento, los cuales se combinan y
forman organizaciones existenciales tales como: galaxias, estrellas,
sistemas solares, planetas, hombres, animales, vegetales, minerales
etc., etc.

En este capítulo comenzaremos a analizar de manera muy breve y


general nuestro impresionante universo en cuanto a su tamaño,
organización, leyes, y finalmente, su fuente de origen.

Tamaño

El misterio del Universo ha inquietado al hombre desde tiempos


pretéritos. Al observar el cielo en una noche despejada podemos

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observar una bóveda celeste densamente poblada de estrellas. La
humanidad vive en un minúsculo rincón de una inmensa mansión
estelar compuesta de aproximadamente 400.000 millones de estrellas,
es la llamada Vía Láctea (Camino de Leche) una de las cientos de miles
de millones de galaxias que pueblan el inconmensurable universo y en
donde existen a lo menos unos 100.000 millones de sistemas solares.
Comparativamente hablando el planeta Tierra representa tan sólo un
minúsculo grano de arena en una inmensa playa cósmica y los
científicos han descubierto hasta el momento aproximadamente unas
100.000 millones de estas playas estelares.

La mente humana no alcanza realmente a vislumbrar la inmensidad de


este universo, pero lo descubierto hasta ahora en cuanto a su
inmensidad y complejidad realmente es asombroso.

Galaxias

Considere tan sólo el tamaño de las galaxias. Cada galaxia es una


agrupación de estrellas, gases y materia que giran alrededor de un
núcleo central. Cada galaxia posee un tamaño impresionante y difícil de
concebir, por eso se les ha llamado verdaderos “universos islas” porque
cada una de ellas es en si misma como un universo. Una de estas
galaxias es nuestra Vía Láctea, dentro de la cual, en un rincón de la
misma se encuentra el sistema solar, es decir, el Sol, la Tierra y otros
planetas con sus lunas que en conjunto ya poseen un tamaño
impresionante, sin embargo, nuestro sistema solar representa una
parte pequeñísima de la galaxia, pues como hemos dicho nuestra
galaxia posee, según cálculos no definitivos, unos 100.000 millones de
sistemas solares (algunos sistemas solares poseen más de una estrella).

Piense tan sólo en el diámetro impresionante de nuestra galaxia y tome


en cuenta de que si uno pudiera viajar a la velocidad de la luz
(aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo) nos tomaría ¡cien
mil años cruzarla! Esto ya es algo inconcebible en tamaño para la
mente humana.

Más aún, se ha calculado que la distancia media que existe entre las
estrellas de nuestra galaxia es de unos 6 años luz. Observe ahora en la
siguiente representación el tamaño impresionante de nuestra galaxia
en comparación con el sistema solar donde se encuentra nuestro
planeta tierra.

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Cúmulos de galaxias

Pero eso no es todo, las galaxias se esparcen por el espacio con total
organización. Las galaxias se agrupan en cúmulos o conglomerados, que son
como las uvas de un racimo. Existen miles de estos cúmulos galácticos. El
tamaño de estos cúmulos es muy variable. El cúmulo galáctico donde se
encuentra nuestra Vía Láctea lo forman el llamado grupo local compuesto por
unas treinta galaxias. Pero hay otros cúmulos galácticos que poseen muchas
más, miles o cientos de ellas. La galaxia de Andrómeda es la más grande de
nuestro grupo local.

La distancia promedio aproximada entre las galaxias de un cúmulo es


de ¡un millón de años luz! Y la distancia aproximada promedio desde
un cúmulo galáctico hasta otro puede llegar a ser de ¡cien millones de
años luz!

Algunos astrónomos han señalado que es probable que los cúmulos


mismos estén organizados en “supercúmulos”, como los racimos de
uvas en una vid. Todo lo cual nos habla de un tamaño inimaginable.

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Organización

Aparte del tamaño colosal que presenta el universo, sorprende su


brillante y perfecta organización en todos sus niveles ya sea en lo macro
o lo micro.

Por ejemplo, a nivel macro, el orden que se encuentra en nuestro


sistema solar es brillante y admirable. Todos los planetas girando
alrededor de un núcleo central, al cual llamamos Sol, en orbitas
claramente definidas, en cuanto a distancia y velocidad, y con una
exacta precisión matemática.

Por otro lado, también, a nivel micro o


infinitesimal, el átomo está organizado de
manera muy similar a nuestro sistema
solar, posee un núcleo central compuesto
por protones y neutrones en el que
constantemente están girando en orbitas
precisas y claramente definidas en cuanto
a distancia y velocidad, partículas
subatómicas llamadas electrones. Estos
ladrillos infinitesimales de construcción
son los que al organizarse en números
determinados forman los llamados
campos de energía, uno de los cuales es lo que conocemos como

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materia. Y dentro del campo de energía que conocemos como mundo
material se encuentra los amplios y variados modelos organizacionales
que forman los minerales, vegetales, animales y por supuesto al ser
humano.

¿Pudo todo este universo con toda su brillante y exacta organización


tanto en lo macro como en lo micro, realizarse por si solo, sin dirección
inteligente? Si todas las galaxias están viajando por el espacio en
órbitas claramente establecidas las unas con las otras, sin que exista
caos entre ellas ¿pudiera ser que todo esto se hubiera presentado por
casualidad, por azar o por accidente? No, el maravilloso orden y
organización no pueden ser fruto del mero azar, porque entre otras
razones quebrantaría la segunda ley de la termodinámica expuesta en
un capítulo precedente. Además, suponiendo por un momento (que no
es así) que si se presento el universo como fruto de un accidente, habría
que preguntar ¿que causó este accidente?, todo efecto tiene su causa, y
si no se reconoce un Hacedor inteligente e increado, entonces la única
alternativa sería como irracionalmente señalan los evolucionistas ¡la
nada! Sin embargo, la nada no puede generar algo. Por lo tanto, no
queda otra conclusión posible que reconocer, les guste o no les guste a
los ateos evolucionistas, que algún Poder puso todo este gigantesco
universo en movimiento y lo organizó con perfección maestra desde
los niveles existenciales más grandes y elevados hasta los niveles
existenciales más pequeños y bajos.

Así como usted jamás podría aceptar que un reloj que marca
humanamente el tiempo con precisión se formó por accidente. Así,
llegar a concebir en su mente que este preciso reloj cósmico, que es el
universo, se formó y organizó por accidente sin intervención de un
supremo hacedor y diseñador inteligente que estuvo detrás, sería
también una locura y un verdadero atentado a la razón y la lógica. De
modo que es ineludible, el tamaño colosal y perfecta organización de
este universo, exige un Dios Creador que esté detrás de toda la
creación.

Todo lo que está organizado necesariamente tiene que haber tenido un


organizador. Papel, lápiz, casa, edificio, ciudad, computadora, etc., han
surgido por un organizador y hacedor, y lógicamente un tamaño y
organización más imponente y compleja como es el universo tuvo que
haber tenido un hacedor que organizara perfectamente todo.

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Leyes

Todo en este majestuosos universo, desde lo macro hasta lo micro, está


regido por leyes exactas, nunca por el caos y la arbitrariedad. La luz, el
sonido, la electricidad, el magnetismo, la gravedad, el calor, los fluidos,
los sólidos, todo está regido por leyes precisas, las cuales son parte de
principios unificadores que las sostienen. Por eso, por ejemplo,
cualquier científico que desee poner un determinado vehículo espacial
en órbita, tendrá que necesariamente conocer las leyes del universo
material y llevar a cabo sus cometidos en armonía con ellas, si no
quiere sufrir accidentes o desastres.

Estos principios y leyes tienen que necesariamente haber sido


establecidas por algún Poder inteligente. Si las leyes civiles que rigen
nuestro mundo fueron necesariamente pensadas y organizadas por
legisladores humanos, así también, las leyes universales existen un
legislador universal que necesariamente tuvo que haberlas pensado y
organizado para que se manifestaran en todo el cosmos. La ley y el
orden no pueden ser fruto del azar. Por eso Einstein declaró
acertadamente que: “Dios no juega a los dados”, dando a entender que
la realidad de Creador Supremo es indiscutible y que este Poder
Supremo se manifiesta a través de la ley y el orden.

Por eso también, el profeta Isaías inspirado por Dios al contemplar la


grandeza, las leyes y el orden del universo dijo:

“Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él


saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna
faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio… Así
dice el Eterno Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que
extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que
mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan”
(Isaías 40: 26; 42: 5)

Fuente de origen

El universo es en el fondo, energía, que vibra en diferentes frecuencias


vibratorias, lo que da origen a los diferentes elementos que lo
constituyen. En general podríamos decir, que desde una perspectiva
humana, la energía se manifiesta de dos maneras diferentes: como

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energía propiamente (altas frecuencias vibratorias) y materia (bajas
frecuencias vibratorias). Así por ejemplo, un mineral es una energía de
baja frecuencia vibratoria por eso la percibimos como sólida o material,
en cambio, el viento, es una energía de alta frecuencia vibratoria que no
es sólida o material, por eso el sentido de la vista no la percibe. Tanto la
energía se puede convertir en materia, como la materia se puede
convertir en energía (en este último caso, como la bomba atómica).

Ahora bien, ¿de dónde vino el universo?, o, lo que es lo mismo, ¿de


dónde vino la energía? Hoy la ciencia ha declarado que el universo tuvo
un comienzo. La teoría que trata de describir el origen del universo se
conoce como la de la “Gran Explosión” o “Big bang”. Pero aunque la
ciencia pueda afirmar que todo partió con esta gran explosión cósmica,
la causa que la generó la desconocen. Obviamente no le corresponde al
dominio de la ciencia especular sobre esta causa-origen, porque se trata
de una causa SOBRENATURAL y los límites de investigación de la
ciencia abarcan sólo lo relacionado con los fenómenos naturales.
Demos un paso adelanto y digamos que, solo lo SOBRENATURAL
puede producir, generar o crear lo NATURAL. Por eso, la única
respuesta razonable para el origen del universo (energía) es que una
fuente infinita de proyección de energía es lo que estuvo detrás del
universo (energía). Las Sagradas Escrituras llaman Dios a esta fuente
de supremo poder que origino el universo (tiempo, espacio, energía y
movimiento). El primer versículo del libro de Génesis simplemente
señala con autoridad soberana:

“En el principio creo Dios los cielos y la Tierra”


(Génesis 1:1)

Los evolucionistas no están dispuestos a atribuir el principio del


universo a Dios. Sin embargo, ningún evolucionista puede invalidar ni
mejorar la declaración divina: «En el principio creo Dios…». Esta
simple e inexpugnable afirmación refuta al ateo que dice que no hay
Dios; al agnóstico, que afirma que no puede conocer a Dios; al
politeísta que adora a muchos dioses; al panteísta, que dice que «toda
la naturaleza es Dios»; al materialista, que argumenta que la materia es
eterna y no se crea; y al fatalista, que enseña que no hay plan divino
detrás de la creación y la historia. El ateo evolucionista puede afirmar
que la materia sólo «llegó a existir», que la vida simplemente «ocurrió»
y que todas las formas complejas de vida «evolucionaron

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gradualmente» de formas inferiores, pero no puede dar prueba alguna
de sus declaraciones fundadas en la nada y además contrarias a la
ciencia.

Decíamos que la ciencia a elaborado la teoría de la gran explosión


cósmica y como no puede atribuir como causa de esta explosión a Dios,
tienen que señalar que tal explosión fue caótica como la detonación de
una bomba atómica. Sin embargo, una explosión dejada a si mismo no
puede producir, de acuerdo a la segunda ley de la termodinámica, sino
sólo desorden, ruina, deterioro, y desorganización. Sin embargo, en el
universo contemplamos precisamente lo contrario, diseño, orden,
organización y ley. Por eso, los hechos no avalan la tesis de un universo
originado por azar o accidente, sino que apoyan la idea de un supremo
Creador inteligente y todopoderoso cuyo poder soberano proyectó
diseñó, puso orden, leyes y organización en todo lo que existe. La
declaración que hacen las Sagradas Escrituras apoya este
razonamiento:

“Los cielos están declarando la gloria de Dios, y de la obra


de sus manos la expansión está informando”
(Salmos 19: 1)

Aunque ninguno de nosotros estuvo presente cuando se origino el


universo, es evidente que tuvo que haber tenido un Creador que diseño,
organizó, y puso leyes universales. Por eso las Escrituras razonan de
manera sólida y sencilla del siguiente modo:

“Porque toda casa es hecha por alguno; pero


el que hizo todas las cosas es Dios”
(Hebreos 3: 4)

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CAPITULO 12
¿Qué nos dice
Nuestro Planeta?
Nuestro mundo es una esfera singular que está lleno de cosas
maravillosas sobre las cuales reflexionar. Cosas grandes como los
organismos vivientes que conocemos como elefantes o ballenas, cosas
pequeñas como la vida microscópica o un grano de arena, cosas
sencillas como el toque de una mano o la sonrisa de un bebe y cosas
ingeniosas como una luciérnaga que posee luz natural incorporada o el
sonar natural de un murciélago. Todas estas cosas nos deben llenar de
inspiración, de asombro, de admiración, y de alabanza hacia nuestro
Creador a quien llamamos Dios, pues todas ellas y mucho más, se
encuentran en nuestro hogar que llamamos Tierra, el cual posee un
vasto depósito de riquezas que permite sustentar a todos las criaturas
vivientes.

Nuestro planeta Tierra no puede haberse desarrollado por un accidente


cósmico al azar, sino que al examinarlo en detalle, uno se percata que
su diseño obedece necesariamente a un diseñador y constructor divino
sobresaliente, ya que todo está excelentemente planificado y
organizado con asombrosa maestría para sustentar toda la vida. Por
tales razones, resulta inconcebible pensar que tales condiciones tal
singulares y precisas pudieran haber surgido por azar.

Orden correcto

Las Sagradas Escrituras a través del primer capítulo del libro del
Génesis, escrito hace unos 3.500 años, nos revela como el Creador llevó
a cabo todo este maravilloso proceso creativo en nuestro mundo. Lo
sorprendente de esta revelación es que el relato está en total armonía
con lo que nos dice la ciencia en cuanto al orden correcto que tuvo que
haber tenido este delicado proceso creativo llevado a cabo en nuestro

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mundo y que es el siguiente: 1) un principio; 2) una Tierra envuelta en
gases pesados, agua y oscuridad; 3) luz; 4) atmósfera; 5) grandes áreas
de tierra seca; 6) Abundante vida vegetal; 7) El Sol, la luna y las
estrellas observables en la expansión y el inicio de las estaciones que
servirían, entre otras cosas, para marcar el paso del tiempo; 8)
Animales marinos y aéreos; 9) Animales terrestres; 10) Ser humano.

La prueba matemática de que las etapas señaladas en el relato de la


creación tuvo que haber venido de una fuente superior, es que las
probabilidades de que Moisés simplemente adivinara este preciso
orden creativo sería la misma probabilidad de que si usted escogiera al
azar los números del 1 al 10 de una caja y los sacara en el correcto
orden consecutivo. La probabilidad de acertar sería de ¡1 sobre
3.628.800! Por tal razón, esto no lo pudo haber inventado
caprichosamente el escritor del Génesis, sino que tal como afirman las
Sagradas Escrituras fue inspirado por Dios.

Condiciones apropiadas

El Creador sabía que para sustentar toda la vida acuática, aérea y


terrestre, necesariamente debía contar previamente con luz, calor, aire,
agua y abundante y variada vegetación. Pero veamos con mayor detalle,
algunas de las muchas condiciones precisas que posee nuestro planeta
para sustentar la vida. Para ello, analizaremos brevemente diez
elementos claves.

1. Distancia del Sol

La Tierra está posicionada en la correcta distancia del sol para recibir


exactamente la cantidad apropiada de luz y calor que sustenta la vida.
Los otros planetas de nuestro sistema solar están o muy cerca del sol
(muy caliente) o muy lejos (muy frío) para sustentar la vida.

2. Distancia de la Luna

La Luna gira alrededor de la Tierra a una distancia precisa de 384.000


kilómetros ocasionando las armónicas mareas sobre la tierra. Si la luna,
por ejemplo, estuviera alejada a un quinto de su ubicación precisa, los
continentes estarían sumergidos totalmente dos veces al día.

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3. Velocidad de Rotación

La Tierra gira sobre su eje cada 24 horas. Esto genera periodos


regulares de luz y oscuridad. Cualquier cambio apreciable en el ritmo
de rotación de la tierra haría imposible la vida. Por ejemplo, si la tierra
rotara a la mitad de su rotación actual, es muy probable que la mayoría
de los organismos vivos, morirían, por el excesivo calor durante el día,
o, se congelarían durante la noche.

4. Velocidad de Traslación

La Tierra orbita alrededor del Sol a una velocidad aproximada de


107.200 kilómetros por hora, esta velocidad es la precisa para
mantener en armonía los campos gravitacionales entre el Sol y la
Tierra. Cualquier cambio apreciable en este ritmo de traslación
ocasionaría desajustes planetarios que serían imposibles para la
sobrevivencia de la vida. Por ejemplo, si la tierra disminuyera esta
velocidad la tierra sería atraída hacia el Sol y la vida orgánica de la
tierra moriría. Por el contrario, si la velocidad de traslación de la Tierra
aumentara, la Tierra se alejaría más del Sol y la vida moriría congelada.

5. Temperatura

Las variaciones de temperatura son mantenidas dentro de los límites


razonables debido a la órbita elíptica de la Tierra alrededor del Sol. Las
temperaturas extremas están adicionalmente moderadas por el vapor
de agua y el dióxido de carbono en la atmósfera que producen el efecto
invernadero.

6. Inclinación

El eje de la Tierra está inscrito a 23,5 grados de la perpendicular al


plano de su órbita con relación al Sol. Esta inclinación combinada con
las revoluciones de la Tierra alrededor del Sol ocasiona las estaciones
del año que son absolutamente esenciales para cultivar las provisiones
de alimento, y por cierto, para mantener los variados y hermosos
escenarios en la naturaleza. Los expertos dicen que el terremoto de
Chile en el 2010 ocasionó que esta inclinación se alterara 8 centímetros
de su posición original, las consecuencias negativas en el futuro
inmediato están por verse.

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7. Tamaño y masa

La Tierra tiene el tamaño físico exacto y la masa exacta para sustentar


la vida, permitiendo un cuidadoso balance entre las fuerzas
gravitacionales (esenciales para sostener el agua y la atmósfera) y la
presión atmosférica.

8. La atmósfera

La atmósfera en nuestro mundo (obviando la contaminación que ha


ocasionado el hombre) es la más apropiada para sustentar la vida y
mantener los delicados equilibrios ambientales para la interacción
biológica. Contiene las proporciones precisas de los gases esenciales
para la vida. Algunos de esos gases por si solos son mortíferos pero en
combinación y en las cantidades exactas mantienen la armonía de la
vida planetaria. El aire que respiramos se compone de 21% de oxígeno,
78% de nitrógeno y el 1% restante corresponde a todos los demás gases.
Si el oxigeno del planeta fuera demasiada una chispa podría producir
incendios devastadores, por el contrario si fuera muy poco, todos los
seres vivientes se hubieran sofocado. Por su parte, el porcentaje de
nitrógeno en el aire es fundamental ya que sirven de fertilizante para el
armónico crecimiento de las plantas. El dióxido de carbono compone
menos del 1% de la atmósfera, esta pequeña cantidad es precisamente
lo que la vida vegetal necesita para poder sobrevivir, los plantas toman
este dióxido de carbono y a cambio liberan el oxigeno que los animales
y los humanos toman y a su vez exhalan dióxido de carbono en un
delicado circuito biológico interactivo asombroso. La atmósfera de la
Tierra también actúa como una envoltura protectora (capa de ozono)
de la radiación letal de los rayos ultravioleta evitando la destrucción de
toda vida. También sirve para proteger la tierra de aproximadamente
unos veinte millones de meteoritos que entran a diario a velocidades
cercanas a los 48 kilómetros por segundo. La mayoría de estos
meteoritos afortunadamente no llegan al suelo, porque se queman al
descender por la atmósfera y simplemente se les ve como “estrellas
fugases”. Sin esta protección, el peligro para la vida sería inmenso.
Incluso, si no tuviéramos la atmósfera, tan solo las gotas de agua
provenientes de las nubes herirían la tierra como balas de
ametralladora, y las lluvias generarían grandes destrucciones
planetarias. La atmósfera además impide que el calor de la Tierra
escape hacia el espacio, y además la fuerza de gravedad del planeta
impide que la atmósfera misma escape. No queda entonces otra

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alternativa que concluir que las precisas condiciones atmosféricas han
sido diseñadas y organizadas inteligentemente por el Creador para
sustentar la vida vegetal, animal y humana.

9. El agua

El planeta contiene abundantes provisión de agua la cual se nos


presenta en sus tres estados clásicos: solido (hielo), líquido (agua
líquida) y gas (vapor de agua). Veamos brevemente algunas cualidades
claves que posee este fluido fundamental:

 Es la sustancia clave para la vida de los organismos vegetales,


animales y humanos.
 El agua es el disolvente universal tan esencial para la nutrición
de los organismos vivos.
 Ciertas regiones del planeta que están lejos de lagos, ríos y
mares, a través de la maravillosa interacción medioambiental
que propicia el Sol, el vapor de agua, las nubes, el viento, la
humedad y la lluvia, igual les llega este fluido vital a través del
maravilloso ciclo del agua.
 Cuando llueve es interesante que las gotas de agua sólo crecen
hasta cierto tamaño, porque si crecieran demasiado, al caer
producirían gran daño ecológico. Sin embargo, la lluvia cae en
forma de gotas pequeñas y con la delicadeza que impide que se
produzcan tales problemas.
 Es asombroso destacar que el agua posee una singular
característica, cuando se enfría en los lagos y ríos se hace más
pesada y por lo tanto se hunde, y obviamente el agua más
caliente y liviana tenderá a subir a la superficie. Sin embargo, y
aquí viene lo extraordinario, cuando el agua se acerca al punto de
congelamiento, ¡el proceso se invierte! El agua que se va
congelando se hace más liviana y flota en la superficie. Y el hielo
que flota en la superficie funciona como un perfecto aislador que
impide que las aguas más profundas que están debajo se
congelen. Y este maravilloso proceso protege e impide que la
vida marina muera por congelamiento. ¿Casualidad o diseño
planificado? Si el agua no tuviera esta singular característica,
cada invierno importantes cantidades de hielo se irían
gradualmente sumergiendo más y más sin posibilidad de que el
Sol los derritiera en el verano. Esto en poco tiempo ocasionaría

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que los lagos, ríos y océanos se conviertan en puro hielo. Así, el
planeta se convertiría en un mundo congelado, extinguiéndose
la vida.

¡El magistral diseño del Creador se manifiesta de manera patente en el


agua! No en vano la Escritura declara que el diseñador de esta
maravilla es el Dios Creador:

“Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los
ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo…Tú eres el que envía
las fuentes por los arroyos; Van entre los montes; Dan de beber a
todas las bestias del campo; Mitigan su sed los asnos monteses.
A sus orillas habitan las aves de los cielos; Cantan entre
las ramas. El riega los montes desde sus aposentos;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra”
(Eclesiastés 1: 7; Salmos 104: 10-13;

10. La tierra

En la composición del suelo del planeta Tierra se advierte la mano del


Creador. La tierra tiene características tales que la hacen productiva a
través de la siembra y la cosecha de productos, esenciales para el
sustento de la vida. La luz del sol, el aire, el agua, y por supuesto, las
sustancias químicas del suelo y los microorganismos del mismo se
combinan milagrosamente para producir alimento. Incluso en lugares
donde la tierra ha sufrido daño por fuego y otros males, la tierra ha
mostrado que con el tiempo, ésta posee asombrosos poderes de
regeneración y surge de nuevo la vegetación.

De modo que, toda la armonía que podemos observar en las


condiciones de nuestro mundo no pudieron ser fruto del azar ciego sino
que necesariamente ¡Todo en nuestro mundo ha sido inteligentemente
planificado y creado por una mente magistral!

En el próximo capítulo seguiremos analizando nuestro planeta, pero


ahora en relación a la amplia y variada gama de organismos vivos que
hacen de nuestro planeta un mundo vivo.

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CAPITULO 13
¿Qué nos dicen los
Organismos Vivos?
Cuando una persona estudia en profundidad la vida en nuestro planeta,
no puede sino quedar sorprendido. El asombroso diseño y perfección
de todos los organismos vivos existentes nos dice necesariamente que
un Creador inteligente estuvo detrás y que es imposible que las
maravillas que encontramos en la naturaleza hayan sido producto del
azar. Cada organismo que encontramos en la naturaleza nos habla de
diseñó cuidadoso, ingenioso e inteligente, llevado a cabo por un
Diseñador Supremo.

No tenemos el espacio en este capítulo para analizar toda la amplia y


variada gama de maravillas que podemos encontrar en cada especie y
género de vida, eso nos tomaría volúmenes y volúmenes de
información. Por ello sólo nos enfocaremos sólo en algunos factores
fundamentales que evidencian la mano de un Hacedor Supremo como
autor del “libro de la naturaleza”.

Ley del biogénesis

La observación y el análisis han probado científicamente de manera


sólida y rigurosa la ley del biogénesis, la cual nos dice que la vida sólo
puede provenir de vida preexistente, no de materia inanimada o
inorgánica como postula sin prueba alguna la teoría evolucionista.

Reiteramos, esta ley contradice completamente y echa por tierra cualquier


suposición gratuita que señale que los organismos vivos se pueden haber
presentado espontáneamente o por accidente químico fortuito en la naturaleza.
Todos los descubrimientos científicos han confirmado la Ley del Biogénesis,
jamás se ha observado un caso en que la vida, en cualquiera de sus formas,
haya surgido de la materia inorgánica.

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Todo se reproduce según su género

La declaración que realizan las Sagradas Escrituras a través del libro


del Génesis respecto de todos los organismos vivos es que cada uno se
deberá reproducir según su propio género. Veamos esta declaración:

“Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé


semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla
esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba
verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da
fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era
bueno...Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser
viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y
toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los
bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los
mares, y multiplíquense las aves en la tierra… Luego dijo Dios:
Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y
serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo
Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género,
y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie.
Y vio Dios que era bueno”
(Génesis 1: 11-12, 21-22, 24-25)

Esta declaración está en total armonía con la ciencia y al mismo tiempo


en completa contradicción con la teoría de la evolución, sistema de
pensamiento anticientífico ya analizado. Los organismos vivos sólo se
reproducen según “sus géneros”. El código genético impide que una
planta o animal se aleje demasiado de la condición media. Dentro de
una especie o genero de vida puede haber gran variedad, pero no tanta
para que una forma de vida se trasforme en otra. Toda prueba de
laboratorio confirma en todos los casos la declaración del Génesis.

Inteligencia y diseño en la naturaleza

En nuestro mundo encontramos una amplia variedad de organismos


que van de las especies más pequeñas, es decir, los de una sola célula o
unicelulares hasta llegar a las especies más grandes y complejas. Hay
organismos, por ejemplo unicelulares, que toman elementos químicos
del agua de mar con el cual construyen diminutas y bellas cápsulas de
cristales que poseen clorofila y que a su vez son el alimento para otros
organismos de los mares. Algunos organismos unicelulares construyen

94
viviendas complejísimas que asombran por su diseño, belleza y perfecta
funcionalidad. En nuestro mundo encontramos que los organismos
viven en perfecta asociación e interacción biológica. Encontramos que
en nuestro mundo existen increíbles asociaciones entre insectos, flores
y árboles que resultaría una locura pensar que se hayan producido por
mero azar.

Los organismos vegetales han sido llamados con justa razón las
fábricas de la naturaleza, que aparte de su gran diversidad de belleza
producen oxígeno, contribuyen con el ciclo del agua y con la
alimentación de los demás organismos vivos.

Existen en nuestro mundo organismos animales tan extraordinarios


que el hombre se ha valido de ellos para copiar a través de la tecnología
lo que observa de ellos, esto se le ha dado el nombre de biónica, de
modo que el hombre no es tan innovador como parece, sino sólo un
repetidor de lo que observa en los organismos vivos. Así por ejemplo, el
diseño de las alas de los aviones se ha desarrollado gracias a la
observación y estudio de las alas de las aves, la suspensión en el aire del
vuelo del colibrí se asemeja al de los helicópteros; el principio de la
brújula podemos encontrarla en varios organismos como bacterias,
moluscos, aves, abejas, mariposas, delfines y otros, que posee ciertas
cantidades de magnetita que les permiten orientarse por medio de
estas “brújulas” magnéticas que llevan incorporadas; hay peces que
pueden producir descargas eléctricas de varios cientos de voltios; el
pulpo y el calamar proporcionaron al hombre la idea de la propulsión a
chorro; las tortugas de mar, ciertas aves y otros animales que incuban
huevos proporcionaron al hombre la idea de las incubadoras; el
principio de la iluminación lo encontramos en muchas especies
animales, como por ejemplo, en las luciérnagas; los delfines y
murciélagos nos muestran el principio del sonar; el principio del
submarino lo encontramos en el organismo marino llamado nautilo y
en los organismos microscópicos llamados radiolarios; el principio del
termómetro lo encontramos en muchos organismos, como en los
mosquitos y las serpientes; en las bacterias microscópicas encontramos
el principio del motor giratorio, etc., etc.

Por todo esto y mucho más, no es casualidad que la propia Escritura


aconseje:

95
“Pregunta a las bestias, y te instruirán; y a las aves del cielo,
y te informarán; a los reptiles del suelo, y te darán lecciones;
te lo contarán los peces del mar”
(Job 12: 7-8)

Si miramos en otras direcciones de la naturaleza, podemos darnos


cuenta, por ejemplo, que las alas de las aves están hechas con huesos
huecos, que son más ligeros y facilitan la función de volar. Las aletas de
las ballenas, cubren una mayor área y facilita la función de nadar. Los
camaleones adaptan su color instintivamente al color de su medio
ambiente, hay abejas que son engañadas por flores con forma similar a
la de dichos insectos, y todo esto para que las flores sean polinizadas
¡en fin! La asombrosa armonía y diseño de la naturaleza no pueden ser
producto de la evolución o del azar ciego y mecánico sino el producto
de una mente maestra que está detrás de ella. Así por ejemplo, si el
camaleón puede imitar el color de un árbol, ¡Es porque está en el
código genético del camaleón! ¡Y esto es así porque el Creador así lo
diseñó! En los árboles por ejemplo, y sin entrar en mayores detalles,
existe un complejo y sofisticado sistema de bombeo hidráulico en que
participan en perfecta asociación raíces, hojas y tronco. Imaginemos lo
complejo que resulta bombear agua contra la gravedad en especies
arbóreas de más de 50 metros de altura. Pensar que todo esto no fue
cuidadosamente diseñado ¡sería una locura!

Piense y reflexione el lector en el misterioso y asombroso instinto de los


animales, una singular inteligencia programada que les permite
apareamientos en épocas específicas, migraciones y creación en las
distintas especies de aves, de asombrosos nidos y muchas otras
funciones; en definitiva, el instinto programado les permite a cada
organismo animal en sus distintas especies saber lo que deben saber
sin instrucción ni aprendizaje previo ¿Quién diseñó este maravilloso
programa? ¿Fue la casualidad o la generación espontánea? Si se
comienzan a estudiar detalladamente los múltiples y variados
organismos vivos, se llegará a la conclusión que este programa
biológico incorporado al cual se le ha dado el nombre de instinto no
pudo de ninguna manera haberse generado espontáneamente. Por eso,
sabiendo la importancia capital que posee esta misteriosa y sabia
programación biológica, la Escritura sagrada señala de manera sencilla
pero a la vez profunda: “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y
la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su
venida…” (Jeremías 8: 7). ¿Por qué? Porque a diferencia del ser

96
humano, quien fue dotado con un relativo libre albedrío, todas las
especies animales son instintivamente sabias, así fueron creadas y
programadas por el Creador para convivir armónicamente con todo el
entorno natural (ver Proverbios 30: 24)

Así, si se siguen analizando otros elementos claves como, los complejos


códigos genéticos de los organismos vivos, los asombrosos diseños de
las semillas de todas las especies vegetales, animales y humanas, los
complejos y bellos organismos vivos de todas las especies, sus
estructuras, sus órganos, el asombroso y complejo cuerpo humano, la
asombrosa capacidad cerebral y lingüística del hombre que lo
diferencia y eleva por sobre todas las demás criaturas del planeta; todo
ello de ninguna manera nos habla de evolución sino que de
CREACIÓN.

La evidencia de que ha habido diseño nos rodea por todas partes, la


variedad interminable, el diseño maestro que se observa en cada
organismo de nuestro mundo son un fiel testimonio de que hay un Dios
Creador.

Con razón la Escritura declara:

“¡Cuán innumerables son tus obras, oh Eterno! Hiciste todas ellas con
sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios. He allí el grande
y anchuroso mar, En donde se mueven seres innumerables,
Seres pequeños y grandes”
(Salmos 104: 24-25)

No pudo ser el azar

Por eso amable lector, recapitulando, pregúntese y reflexione profunda


y seriamente: ¿Pudo el simple azar haber generado la impresionante y
armónica organización y leyes que encontramos en todo el universo?
¿Pudo el simple azar sin dirección colocar a nuestro planeta a la
distancia apropiada con el Sol y con la Luna? ¿Fue sólo el azar lo que
generó que nuestro mundo tuviera la velocidad de rotación y traslación
que posee? ¿Fue la casualidad que nuestro planeta llegara a tener la
inclinación, temperatura, tamaño, masa, aire, agua y tierra que posee?
¿Por azar también llegó a existir el escenario de belleza natural que nos
entregan los ríos, lagos, flores, árboles y montañas nevadas? ¿Por azar
se generó también el increíble instinto animal? y ¿Por azar también se

97
generó la maravillosa y armónica interacción entre todos los
organismos vivos que llenan y pueblan nuestro mundo? No,
ciertamente que no puede ser fruto del azar, ya que por todas partes en
el universo y en nuestro mundo se advierte diseño racional, inteligente
y deliberado. Todo lo que existe es testimonio y evidencia irrefutable de
un Dios Creador.

La conclusión es entonces que la vida no evolucionó, sino que fue


CREADA.

Con razón, el patriarca Job y el profeta Isaías pensando en ello, dejaron


consignados en la Escritura que sólo Dios podría ser el creador de
semejantes maravillas:

“Así dice el Eterno Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega;
el que extiende la tierra y sus productos… ¿Has conocido tú…
las maravillas del Perfecto en sabiduría?”
(Isaías 42: 5; Job 37: 16)

Por eso, deberíamos exclamar reverentemente lo mismo que el culto y


sabio apóstol Pablo declaró al exclamar:

“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia


de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Eterno?
¿O quién fue su consejero?
(Romanos 11: 33)

98
CAPITULO 14
Creación
Pre-Adámica
De acuerdo a la revelación de las Sagradas Escrituras, antes de que el
ser humano existiera en la Tierra ya había vida en el universo y
también en nuestro planeta. Nuestro mundo fue habitado por seres
espirituales en épocas anteriores a la creación de Adán. La ciencia
basándose en diferentes métodos ha declarado que nuestro planeta
tiene más 4 mil millones de años de antigüedad, estos cálculos pueden
ser bastante inciertos, sin embargo, esta datación de la comunidad
científica algo nos dice respecto a la antigüedad de nuestro mundo. Lo
que sí sabemos con certeza es que nuestro planeta desde la creación de
Adán a nuestros días tiene tan solo unos 6 mil años, sin embargo, la
Tierra antes de Adán ya existía y estaba habitada y gobernada por seres
espirituales que crearon una civilización en nuestro mundo material.
Estos seres tenían la facultad de materializarse y corporizarse en esta
realidad material.

El mundo pre-adámico

Así como en el mundo material al trabajar en una mina, con


perseverancia y tesón, se pueden extraer muchos minerales preciosos,
así también en términos espirituales, las Sagradas Escrituras son como
una mina que posee muchos conocimientos ocultos que están a la
espera de aquellos que tomen la iniciativa de trabajar con esfuerzo en
esta “mina espiritual”, porque de Dios son los misterios y secretos y del
hombre la responsabilidad de descubrirlos (Proverbios 25: 2).

Para comenzar, vamos a escudriñar lo que nos revela el primer capítulo


del libro del Génesis en sus primeros dos versículos:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”


(Génesis 1: 1)

99
Aquí se señala que Dios al crear el universo, incluido nuestro planeta,
comenzó el principio del tiempo, del espacio, de la energía y del
movimiento. Los cuatro fundamentos que en conjunto componen el
universo. Esta es la creación original. Pero en seguida el registro de la
Escritura señala:

“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban


sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se
movía sobre la faz de las aguas”
(Génesis 1: 2)

Ahora se revela que la situación en este mundo cambió completamente


y al planeta le sobrevino el caos. Pero ¿cuánto tiempo la Tierra quedó
en ese primer estado de perfección original? No lo sabemos. Las
Sagradas Escrituras mantienen silencio con respecto a esto. Sólo se
señala que, nuestro planeta se encuentra ahora, “desordenado”,
traducción del término hebreo “tohu”, y, “vacío”, traducción de la
palabra hebrea “bohu”. El versículo además menciona dos elementos
más que son “tinieblas” y “abismo”. La palabra traducida al español
como “estaba” proviene de la palabra hebrea “hayah” que admite
igualmente la traducción "se volvió" o "llegó a ser", debido a que esta
palabra tiene, en el original, ambas acepciones, de hecho esta última
acepción aparece en Gén.19:26. Este planeta entonces llegó a
convertirse en un lugar caótico, desolado, con tinieblas que cubrían el
abismo y totalmente cubierta por las aguas.

Es necesario mencionar que la Tierra originalmente no estaba es ese


estado, porque Dios no creo el mundo en un estado de desorden (ver 1º
Cor.14:33) sino en forma ordenada y para ser habitada. La Escritura nos
dice:

“Porque así dijo el Eterno, que creó los cielos; él es Dios, el que formó
la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano,
para que fuese habitada la creó”
(Isaías 45: 18)

El término traducido del hebreo al español como “creo”, se refiere a


crear algo de la nada. Pero la palabra traducida del hebreo al español
como “formó” no se refiere a crear de la nada sino a moldear o dar
forma de lo que ya había sido creado originalmente. También la

100
palabra traducida al español como “vano” es la misma voz hebrea
“bohu” de Génesis 1: 2. También este pasaje revela que la Tierra fue
compuesta, lo que implica que antes estaba descompuesta. Entonces,
¿Cómo llegó a estar la Tierra en esta situación de vacío, desolación,
tinieblas que cubrían el abismo y envuelta por las aguas?

Ángeles existían antes de la creación de la Tierra

Las Sagradas Escrituras nos revelan que antes de la creación de la


Tierra y probablemente del universo ya existían seres espirituales
poderosos, agentes divinos, potencias, que generalmente se les nombra
en la Escritura simplemente como ángeles. Hay diferentes categorías y
órdenes de estos poderosos agentes espirituales.

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?... Cuando alababan


todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?”
(Job 38: 4, 7)

En este pasaje de la Escritura se revela que estos agentes divinos,


llamados aquí como “hijos de Dios” y “estrellas”, estaban ya cuando
nuestro mundo estaba siendo creado.

Demonios en el abismo

Ahora bien, el pasaje citado de Génesis 1: 2 está hablando del resultado


que ocasionó la rebelión llevada a cabo por un ser espiritual poderoso
llamado Lucifer (el portador de la luz) y sus secuaces espirituales.
Lucifer por su oposición al Tetragrámaton llegó a convertirse en
Satanás (apodo o sobrenombre que significa “Adversario” o
“Resistidor”) y Diablo (apodo o sobrenombre que significa “Acusador”,
“Difamador” o “Calumniador”).

Volviendo a Génesis 1: 2, se menciona a las tinieblas que son la


ausencia de la luz. La ciencia ha descubierto que la luz viaja a una
velocidad impresionante de unos trescientos mil kilómetros por
segundo, sin embargo, las tinieblas son estáticas. Cuando una persona
está mentalmente en tinieblas se estanca, pero cuando comienza a ver
luz en la mente se comienza a viajar por dimensiones desconocidas
donde están ocultos los grandes misterios y secretos. Todas las
personas que están en tinieblas, o sea, en pecado, se quedan

101
estancadas, no ven adonde van, recuérdese por ejemplo, el
estancamiento por 40 años sufrido por los israelitas que transitaban
por el desierto rumbo hacia la Tierra Prometida porque estaban en
tinieblas (pecado). Las tinieblas del pasaje en cuestión ¿de dónde
salieron? ya que la Escritura revela que Dios es luz y que no hay
ningunas tinieblas en Él (1º Juan 1: 5), por lo tanto, no es posible que la
Tierra original haya estado cubierta por tinieblas.

Veamos otros pasajes donde se mencionan las tinieblas. Éxodo 10: 21-
22 dice: “El Eterno dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo,
para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que
cualquiera las palpe. Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo
densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días”. En
Isaías 5: 30 también se señala: “Y bramará sobre él en aquel día como
bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas
de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz”. Cuando el Mesías
colgaba en la cruz del calvario a la hora de su muerte se hicieron
tinieblas porque era el juicio para este mundo. Vemos entonces que las
tinieblas siempre están relacionadas con el pecado y con el
juicio de Dios.

Volviendo con el pasaje de Génesis 1: 2, se dice que estas tinieblas


cubrían un lugar que se corresponde con en el centro de la Tierra
llamado el ABISMO que es la habitación de los demonios, una especie
de guarida o prisión dimensional para los espíritus que se rebelaron
antes de la renovación de la Tierra y de la creación de la humanidad.

En Lucas 8: 31 se menciona el caso de una persona estaba poseída por


una legión de demonios (unos seis mil espíritus), en que el líder de esta
legión le ruega a Yeshúa el Mesías, en nombre de todos, que no los
enviara al abismo. Estos espíritus rebeldes o algunos de ellos parece ser
que en algún momento perdieron sus cuerpos y por eso cuando son
expulsados de cuerpos ya sea de animales o de humanos, transitan por
el mundo buscando reposo sin hallarlo, buscan lugares desérticos,
desolados, vacíos, donde no haya agua porque parece ser que le temen.
Recordemos que Yeshúa fue tentado por Satanás en el desierto.

Podemos también preguntarnos ¿Y cuánto tiempo permaneció nuestro


globo en ese estado caótico luego de la rebelión angelical que terminó
con el juicio del Tetragrámaton y el cataclismo original que inundó

102
nuestro mundo y lo sumió en la oscuridad? Lo ignoramos, las Sagradas
Escrituras tampoco nos aportan detalles al respecto.

El Espíritu de Dios cubre el mundo para renovarlo

También debemos preguntarnos ¿quién cubrió la Tierra con agua si


originalmente estaba seca? En Génesis 1: 1, la palabra traducida al
español como “tierra” en el hebreo significa literalmente “tierra seca”.
Sin embargo, la tierra seca llegó a estar totalmente cubierta por las
aguas. Por eso en Génesis 1: 2 se menciona que para renovar nuestro
mundo: “…el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. La
palabra “movía” que se tradujo del hebreo al español tiene el mismo
significado del término griego que se uso cuando el Espíritu Santo
cubrió a María y cuyo significado de fondo es “empollar”. Cuando los
polluelos de una gallina están prontos a nacer, la gallina se sienta
encima de los huevos y los cubre. Y la mismo término se utiliza cuando
un escogido del Eterno recibe el Espíritu de Dios o Espíritu Santo, que
viene sobre nosotros y, al igual que con la Tierra, hace una renovación o
una nueva creación en el mundo de la persona que a su tiempo llegará a
nacer de nuevo en la resurrección. Y por eso en el tercer día de la
renovación de la Tierra aparecen los montes y montañas que
originalmente este planeta ya tenía.

Nuestro mundo fue repoblado

Veamos ahora el siguiente pasaje:

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;


llenad la tierra…”
(Génesis 1: 28)

El termino en el hebreo que se tradujo como “llenad” es “male” y


significa más bien “volver a llenar” o “rellenar”. De modo que, la
verdadera traducción para la orden que da el Todopoderoso al hombre
es: “volved a llenad la tierra”. Esto demuestra que la tierra original
antes de la renovación ya había estado poblada por criaturas vivientes.

También podemos ver que después del diluvio Dios le da a Noe la


misma orden, de rellenar la Tierra, que le había dado a la primera
pareja humana. Se utilizó la misma palabra hebrea “male”.

103
“Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos,
y llenad (rellenad) la tierra”
(Génesis 9: 1-2)

La Escritura dice que después del diluvió la Tierra, que originalmente


era un sola masa de tierra, fue dividida en todos los continentes y
pequeñas masas de tierra que tenemos hoy día. Y no solamente se
dividió la tierra después del diluvio sino que también la lengua original
hebrea también fue “dividida” en muchos idiomas y dialectos.

Lucifer se convierte en un espíritu caído

Lucifer era gobernante de este mundo entes de la creación de la


humanidad. El hecho que Lucifer haya gobernado la Tierra original y se
haya convertido en una criatura caída antes de la creación de la
humanidad, es una sólida prueba de que Adán y Eva no fueron los
primeros pobladores de este mundo.

Cuando Adán y Eva fueron puestos en el huerto de Edén, ya Lucifer,


ahora convertido en el Diablo y Satanás, se encontraba en ese lugar.
Pero ¿Quién le confirió a Lucifer, a esta poderosa criatura espiritual, el
derecho de transitar en el huerto de Edén? Dios se la había dado a
través de la administración original de la Tierra, Lucifer tenía el
derecho legal del planeta Tierra. Por eso, cuando el Mesías viene a este
mundo le llama a Satanás, príncipe de este mundo, o sea, le adjudica
un título real, un título de gobierno (Juan 12: 31).

Por eso, ningún ser humano puede contender con Satanás y sus fuerzas
espirituales aliadas, salvo aquellos pocos escogidos que poseen la
unción de Dios a través del Mesías Yeshúa.

Veamos los detalles de la caída de esta criatura que originalmente fue


creado como el más bello, sabio y poderoso ser espiritual. Lucifer
pertenecía dentro del gobierno supremo del Tetragrámaton al alto
orden jerárquico de los querubines. Veamos lo que nos revela el profeta
Isaías:

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste


por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu
corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,

104
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré,
a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré,
y seré semejante al Altísimo”
(Isaías 14: 12-14)

Este pasaje revela claramente que este mundo, antes del juicio de Dios,
estaba constituido por naciones de seres espirituales, con
probablemente tanto o más avance de lo que poseemos actualmente. Y
se señala que Lucifer tenía el trono de esta Tierra. Este poderoso ser
espiritual llevado por la ambición y otros móviles egoístas planeo llevar
a cabo un golpe a la gobernación suprema del universo, destronar a la
proyección holográfica del creador en el cielo, al Tetragrámaton y
sentarse él mismo en ese trono. Su filosofía era “el cielo se toma por
asalto”. Sin embargo, su intento no tuvo éxito y fue expulsado del cielo
(tercer cielo, donde está el trono supremo del universo) y fue
confinado, junto a sus aliados espirituales a permanecer y operar en
este mundo. Pero Satanás no perdió por este atentado el trono de la
Tierra. Satanás aparentemente controla desde la atmósfera hacia abajo
en nuestro mundo, y por eso la Escritura lo llama el príncipe de la
potestad del aire (Efesios 2: 2).

El profeta Ezequiel nos revela más detalles:

“Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de


hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra
preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo
y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus
tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu
creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo
monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te
paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus
contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te
eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh
querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;
yo te arrojaré por tierra”
(Ezequiel 28: 12-17)

105
Estos pasajes están dentro del contexto de un rey terrenal,
específicamente el rey de Tiro. Sin embargo, aquí se nos dice que detrás
de este rey terrenal se escondía una criatura espiritual. Dios aquí no
sólo le habla al rey de Tiro sino a la fuerza espiritual que estaba detrás
de este gobernante terrenal, o sea, Satanás, el antiguo querubín Lucero
o Lucifer. Es algo parecido a lo que le dijo Yeshúa a Pedro en que en
una ocasión el Mesías lo llama Satanás, en el sentido de que, en ese
momento, la fuerza que estaba operando detrás de Pedro era satánica.
Así podemos entender también que detrás de todos los seres humanos
y de los poderes terrenales humanos se encuentran siempre fuerzas y
poderes espirituales, que operan detrás y que llevan al hombre
imperceptiblemente a actuar para bien o para mal.

Aquí se revela que El huerto de Edén no fue ocupado exclusivamente


en la época de la creación de Adán sino que en épocas pre-adámicas ya
había sido habitado y ocupado por Lucifer, el querubín protector.

Señales de una guerra cósmica

Veamos primero la visión que tuvo el profeta Jeremías del mundo pre-
adámico.

“Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y


no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y
todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas
las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un
desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante del Eterno,
delante del ardor de su ira”
(Jeremías 4: 23-26)

En estos pasajes este profeta nos da una descripción muy clara de la


Tierra bajo una maldición total: desolada, vacía, cielos sin luz y sin
habitantes. El único tiempo en que esto pudo haber sucedido fue antes
de Adán ya que no ha habido otro periodo desde Adán hasta nuestros
días con una Tierra que muestre tales características.

El mundo pre-adámico fue destruido completamente, producto de una


guerra cósmica que se produjo entre las fuerzas espirituales del Eterno
y las fuerzas de Lucifer. Debemos recordar que las Sagradas Escrituras
nos presentan a Lucifer, como un personaje espiritual muy inteligente y

106
poderoso. Inteligencia, poder, y, ambición desmedida y mal orientada,
desencadenaron su rebeldía y posterior caída. Es posible que en este
conflicto entre estas poderosas fuerzas espirituales, la Tierra original
haya sido uno de los escenarios donde se desarrolló la primera guerra
apocalíptica, y en cuyo conflicto, quizás, se utilizarían potentes armas
nucleares, lo cual desencadenó el cataclismo que asoló al mundo pre-
adámico, vaciándolo de toda vida material y sumergiéndolo en las
tinieblas.

Es muy probable que el sistema solar haya también sufrido las


repercusiones negativas de este conflicto bélico entre potencias
espirituales. Nuestro mundo como resultado de este conflicto cósmico
y del juicio divino, quedó tal como se menciona en Génesis 1:2,
desordenado, desolado, sin luz y sumergido bajo las aguas.

Existen señales y evidencias de esta guerra cósmica que destruyó al


mundo pre-adámico. Señalaremos cuatro evidencias al respecto.

La primera evidencia se ha obtenido a través de sondas que se han


enviado para explorar la superficie de la mayoría de los planetas del
sistema solar, sus imágenes muestran huellas de inmensos cráteres que
no han sido producidos en nuestra era y que indican gran devastación.

La segunda evidencia lograda por medio de pruebas de laboratorio de


rocas lunares, indican que la Luna tiene prácticamente la misma edad
que la Tierra. Y observaciones y estudios detallados de la Luna señalan
que está resquebrajada de manera análoga a una cáscara aplastada de
huevo, además la Luna tiene alrededor de 300 mil cráteres, todo lo cual
indica un periodo de gran destrucción.

La tercera evidencia la obtenemos por medio de la geología. Los


científicos han descubierto bajo las capas primarias de la Tierra,
señales de cráteres. Aparentemente, alguien “recubrió” la superficie de
la Tierra para hacerla habitable de nuevo. Este es el relato, todo parece
así indicarlo, que encontramos en Gén.1:3-19. Más aún, se han
realizado estudios de la superficie de la Tierra y se ha llegado a la
conclusión que nuestro planeta es tan liso, que si uno tomara una bola
de billar y la magnificara al tamaño de la Tierra, la esfera de billar
tendría imperfecciones mucho más elevadas que el monte Everest, la
montaña más alta del mundo.

107
La cuarta evidencia emerge en parte del conocimiento oficial y en parte
del conocimiento extraoficial. La historia del hombre adámico
comienza alrededor del 4000 antes de la era común, sin embargo,
anterior a esa fecha encontramos un periodo prehistórico muy extenso
en nuestro planeta y que corresponde al espacio temporal que hemos
llamado “pre-adámico” el cual ha sido ordenado por la ciencia por
medio de las edades o eras geológicas en donde diferentes especies de
vida cada vez más complejas aparecen y desaparecen (por destrucción)
en el registro fósil. Todo parece indicar que durante el periodo
prehistórico o pre-adámico Lucifer y sus ángeles administraron este
mundo con diferentes formas de vida que el Eterno fue creando, los
ángeles debían supervisar esta herencia de vida pero probablemente
luego de la rebelión luciferina, este ser y sus fuerzas manipularon
genéticamente muchas formas de vida volviéndolas en muchos casos
monstruosas, como es el caso, por ejemplo, de los dinosaurios, o de
otras formas singulares como los pre-homínidos y los homínidos (de
apariencia casi humana) que aparecen y desaparecen del registro
geológico y arqueológico muchos miles de años antes de Adán, los
cuales van aumentando gradualmente en su complejidad cerebral y que
seguramente los ángeles también manipularon genéticamente y los
dirigieron y enseñaron, transformándolos en su forma física a un
aspecto prácticamente similar al del hombre adámico posterior.

El hombre animal

Entiéndase bien lo que estamos señalando, hablamos de la posibilidad


de que en el mundo pre-adámico, los ángeles dirigidos por Lucifer
hayan manipulado genéticamente a algunas especies de antropoides
para convertirlos en humanoides, o sea, criaturas que se asemejaban de
algún modo al hombre adámico y que posteriormente creo la unidad
del Tetragrámaton. Aquí encaja perfectamente la posibilidad de los
llamados hombres-mono, generados NO POR EVOLUCIÓN NATURAL
(eso lo hemos analizado claramente en la primera parte de esta obra)
sino por MANIPULACIÓN GENÉTICA por parte de los ángeles. Es
interesante que de acuerdo a lo que señala la tradición hermética, en un
pasado remoto en nuestro planeta existieron los hombres primitivos
que poseían rostros simiescos y que fueron dirigidos y gobernados por
seres venidos de otros mundos.

108
Existe evidencia sólida y concluyente (no tenemos el espacio aquí para
dar cuenta de ella) que señala claramente que en épocas prehistóricas
visitaron nuestro mundo “visitantes extraterrestres”, como los llaman
comúnmente los que estudian el fenómeno ufológico, sin embargo,
nosotros comprendemos que estos llamados “seres extraterrestres” no
eran otros sino ángeles cuya naturaleza es esencialmente espiritual,
pero que poseen la facultad de corporizarse materialmente e incluso
pueden si así lo desean engendrar hijos con las mujeres de la Tierra
(con un alto costo energético asociado ciertamente), evento que paso
más adelante en la historia de la raza Adámica. Muchos de estos seres
han visitado nuestro mundo, tanto benignos como malignos, y no
necesariamente provenientes de la esfera existencial suprema del
Tetragrámaton.

Es posible también que en este pasado pre-adámico en los albores de la


prehistoria, nuestro planeta recibiera la constante visita de criaturas
espirituales procedentes de otros sistemas estelares que manejaban alta
tecnología, aterrizaban con sus astronaves y eran recibidos en nuestro
mundo por Lucifer, como gobernante de este planeta, generándose con
ello toda clase de actividades de comercio interplanetario y otras
actividades. Estableciendo así, colonias y civilizaciones muy avanzadas,
hasta que un día desaparecieron sin dejar rastro, como producto del
juicio del Tetragrámaton.

Sabemos que finalmente el mundo pre-adámico fue destruido y


posteriormente aparecen las especies de vida que hoy conocemos. El
hombre adámico aparece en los registros sagrados como una especie de
hombre creado por Dios y sujeto a ser juzgado. El hombre adámico
aparece siendo instruido por el Eterno, una especie completamente
distintas a los anteriores humanoides (homínidos) que, como hemos
dicho, posiblemente hayan sido mamíferos-humanos tratados
genéticamente por tecnología angelical y probablemente instruidos por
los ángeles al mando de Lucifer, estos especies de humanoides fueron
mentalmente muy inferiores al hombre adámico creado por la sagrada
unidad del Tetragrámaton.

Como no tenemos el espacio para extendernos en esta temática, sólo


mencionaremos de manera muy breve que parece ser que la semilla
genética de estos humanoides (hombres animales) pudo sobrevivir
gracias a Satanás y ser diseminada posteriormente en el hombre

109
adámico, contaminándolo genéticamente, siendo éste uno de los
objetivos de los demonios en nuestro mundo. Esta semilla, posee
mezcla de genes animales y de demonios, y ha podido sobrevivir a
través del tiempo hasta el día de hoy en gran parte de la humanidad.
Así podemos entender muchas anomalías que presenta la especie
humana, donde en muchos casos la brecha de separación mental entre
un ser humano y otro, son muy grandes.

Terminaremos este capítulo señalando que la ciencia moderna está


aproximándose cada vez más al relato cosmológico del Génesis. Nos
dicen los científicos que nuestra Tierra llegó a la existencia al mismo
tiempo que fue creado el resto del Universo, que al parecer por toda la
faz del planeta hay evidencias que tienden a indicar que nuestro mundo
sufrió, en una época, muy anterior al diluvio de Noé, un cataclismo
tremendo, un cambio catastrófico, que como hemos visto, fue el terrible
resultado del juicio divino, y que después de esa hecatombe la Tierra
fue restaurada y recibió su forma y condiciones actuales.

110
CAPITULO 15
En Armonía
con la Ciencia
La teoría creacionista no atribuye al azar o a la casualidad el origen de
la vida y está en total armonía con los descubrimientos de la ciencia.

La evidencia apoya a la creación

El modelo creacionista esta en armonía con la ley del biogénesis


confirmada por la ciencia, que señala que la vida sólo puede provenir
de vida preexistente. El código genético para las diferentes especies
existentes es demasiado complejo para suponer que fuera formado
accidentalmente o por azar, muy por el contrario resulta irracional tal
suposición. En definitiva la vida en nuestro planeta debió ser creada de
vida preexistente.

Por otra parte, científicamente el registro fósil no respalda de ningún


modo a la evolución sino que a la CREACIÓN. El patrón creativo se
manifiesta claramente en formas de vida complejas que aparecen
súbitamente, organismos complejos que se reproducen y multiplican
según su género y con gran variedad en cada género o especie biológica
particular, ausencia de eslabones de transición entre las diferentes
especies existentes y ausencia de rasgos corporales parciales que
induzcan a pensar en una evolución gradual, muy por el contrario todas
las partes de los diferentes organismos están completas. Todo esto
señala un cuadro general absolutamente consistente y razonable con la
idea de creación especial.

Los científicos han señalado que la única explicación razonable para


explicar el origen y desarrollo de las formas de vida en nuestro planeta
es CREACIÓN. La complejidad del ADN en las diferentes especies de
vida, los misterios del instinto y de la inteligencia humana, etc., etc.,
todo ello nos habla de diseño inteligente y no reacciones ciegas o

111
aleatorias de carácter químico. No sólo la razón y la lógica respaldan a
la creación sino que también el modelo creacionista no contradice
ningún principio o ley claramente establecido por la ciencia, de modo
que, está en total armonía con la ciencia.

Los evolucionistas como dice la Escritura “profesando ser sabios se


hicieron necios” (Romanos 1: 22), porque lo que declaran no está en
armonía ni con la razón, ni con la ciencia. Entonces la única alternativa
ineludible es CREACIÓN:

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen


claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas
por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”
(Romanos 1: 20)

Efectivamente, en esta declaración bíblica se señala que es inexcusable


no reconocer que hubo una creación llevada a cabo por un Dios
Creador, y sólo un necio, dadas todas las evidencias que respaldan esta
cosmovisión, podría negar a Dios como el único diseñador y hacedor de
todo lo que existe:

“Dice el necio en su corazón: No hay Dios”


(Salmos 14: 1; 53: 1)

La Palabra de Dios

Realmente ¿Es razonable que debamos poner nuestra confianza en una


serie de textos antiguos considerados por muchos como sagrados o
divinos? La respuesta a esta razonable pregunta es un rotundo Sí. La
evidencia científica confirma de manera asombrosa que los libros que
constituyen las Sagradas Escrituras (en términos generales lo que se
conoce comúnmente como la Biblia) no son realmente un conjunto de
meros textos humanos, sino que llevan dentro de sí, la imantación y la
autoridad de la Deidad. Jamás los descubrimientos de la ciencia en
cualquiera de sus ramas, ha podido echar por tierra o invalidar siquiera
una sola declaración de las Sagradas Escrituras, muy por el contrario,
el conocimiento científico no ha hecho más que confirmar una y otra
vez que “la Biblia tenía razón”. Este hecho en si mismo demuestra de
manera sólida aunque indirecta que tales textos no pueden haber sido
de inspiración humana sino que poseen, tal como las mismas
Escrituras lo señalan, el influjo del Dios Creador. Es imposible que los

112
escritores que fueron movidos a señalar verdades del mundo
circundante, que hoy ya la ciencia confirma, lo hayan supuesto o
inventado. La certeza de sus declaraciones, confirmadas por la ciencia,
avalan que la fuente de donde emanan tales registros es
necesariamente divino.

La creencia popular de que el registro bíblico está en contradicción con


la ciencia es absolutamente falsa. Estas falsas ideas comenzaron a
gestarse poco a poco desde el siglo 13, pero se desarrollaron y
manifestaron con mayor fuerza cuando ciertos filósofos y “pensadores”
de hace unos dos siglos atrás comenzaron a desarrollar ideas ateas
respecto al origen del universo y de la vida. Pero la verdad es
precisamente al revés, ya que una y otra vez la ciencia confirma la
veracidad del registro bíblico.

Para cualquier estudioso serio de las Sagradas Escrituras resulta


asombroso el poder percatarse que una amplia cantidad de los actuales
descubrimientos que ha hecho la ciencia, ya estaban descritos en la
Biblia con claridad desde hace milenios. No tenemos el espacio en este
capítulo para mencionar la abundante cantidad de evidencias al
respecto. Para ello, le pedimos al lector que consulte nuestra obra “Dios
ilusión o realidad”, allí el lector interesado encontrará un capítulo
especial dedicado especialmente a demostrar a la luz de la ciencia la
veracidad de las Sagradas Escrituras (la Biblia), a través de diferentes
clases de evidencias científicas: físicas, energéticas, astronómicas,
biológicas, genéticas, médicas, antropológicas, meteorológicas, etc., etc.

En este apartado entregaremos tan solo un pequeño cuadro síntesis de


muestra, con sólo algunas de las muchas evidencias bíblicas. El lector
deberá consultar y constatar por si mismo lo que señalaremos.

Principio Científico Referencia Bíblica


Cosmología/Astronomía
El tiempo tuvo un comienzo 2º Timoteo 1:9; Tito 1:2; de 1º Corintios 2:7
El universo tuvo un principio Génesis 1:1, 2:4; Isaías 42:5
El universo fue creado de lo invisible Hebreos 11:3
Las dimensiones del universo fueron creadas Romanos 8:38-39
El universo se expande Job 9:8; Salmo 104:2; Isaías 42:5; 44:24;

113
45:12; 48:13; 51:13; Jeremías 10:12; 51:15;
Zacarías 12:16
La creación de la energía/materia han Génesis 2:3-4
acabado en el universo.
El universo material se está envejeciendo y Salmo 102:25-27
"se desgastará" completamente.
Describe el orden correcto de la creación Génesis 1
El número de estrellas es incontable Génesis 22:17; Jeremías 33:22
Cada estrella es diferente 1º Corintios 15:41
Pléyades y Orión gravitatoriamente atan Job 38:31
grupos de estrellas
La luz está en movimiento Job 38:19-20
La Tierra está controlada por los cielos Job 38:33
La Tierra es una esfera Isaías 40:22; Job 26:10
La Tierra está suspendida en el espacio Job 26:7
La Tierra posee una órbita fija Salmos 93: 1
Ciencias de la Tierra
La Tierra comenzó como un mundo de agua. Génesis 1:2-9; Salmos 104:6-9; Proverbios
La formación de continentes por la actividad 3:19, 8:27-29; Job 38:4-8; 2º Pedro 3:5
tectónica descrita
El ciclo del agua descrito Eclesiastés 1:7; Isaías 55:10; Job 36:27-28
Existen valles en el fondo del mar 2º Samuel 22:16
Existen fuentes en el fondo del mar Job 38:16
Corrientes oceánicas en el mar Salmos 8:8
La aire tiene peso Job 28:25
Los vientos soplan en caminos circulares Eclesiastés 1:6
Biología
La naturaleza química de vida humana Génesis 2:7, 3:19
La vida de las criaturas está en la sangre Levítico 17:11
La naturaleza de las enfermedades Levítico 13:46
contagiosas
La importancia del saneamiento para la salud Números 19; Deuteronomio 23:12-13;
Levítico 7-9

114
Es bueno que también el lector se percate que aquí ni siquiera estamos
considerando las asombrosas profecías de las Sagradas Escrituras, una
buena parte de las cuales se han cumplido en la historia con asombrosa
exactitud matemática y otras se están cumpliendo antes los propios
ojos de una humanidad dormida y sumida en el pecado. Esta es otra de
las grandes evidencias que señalan que los textos que componen las
Sagradas Escrituras poseen el sello y la autoridad del Creador. Para el
lector interesado, tenemos varias obras en que tocamos detalladamente
este importante y fascinante tema.

La opinión de grandes pensadores y científicos

Al estudiarse el pensamiento filosófico a través de la historia, nos


podremos percatar que hasta llegar al siglo 13, el pensamiento
filosófico y la cosmovisión de la humanidad apuntaba lógica, racional y
claramente a una creación planificada y diseñada por un Dios Creador.
Sin embargo, lentamente a partir del siglo 13 en adelante, comienza el
hombre poco a poco a separarse de la idea de un Dios Creador y
comienza a forjarse la filosofía humanista especulativa. El filósofo
Tomas de Aquino (siglo 13), poco a poco comienza a inyectar ideas en
la mente de la humanidad en el sentido que lo que debería realmente
exaltarse no es Dios sino la naturaleza. Así al llegar al siglo 18 hasta
nuestros días, realmente se extiende y masifica esta postura ideológica
a través de diversos sistemas de pensamiento que en conjunto intentan
sacar al Creador del escenario creacional. Hombres como Immanuel
Kant, Charles Darwin, Sigmund Freud, Friedrich Hegel, Karl Marx,
Friedrich Nietzsche, Vladimir Lenin, Bertrand Russell, entre otros,
todos ligados a diferentes frentes y disciplinas humanistas, logran
influir, con sus novedosas aunque falaces ideas en muchos
“pensadores” modernos, y se logran crear los cimientos de diferentes
sistemas de pensamiento de carácter agnóstico y ateo.

El lector podría plantearse la interrogante de porque nosotros


discrepamos de ideologías agnósticas y ateas cuando tales sistemas de
pensamiento han logrado sobrevivir a través del tiempo y que cuentan
con muchos adherentes, entre ellos muy “ilustres” representantes de la
colectividad humana, por lo tanto, eso estaría demostrando que no son
sistemas de pensamiento tan irracionales como se les pretende hacer
pasar.

115
Es bueno que aquel que tenga esta interrogante vuelva a estudiar el
capítulo 8 de esta obra. Pero además, es necesario hacer mención aquí
que, el número de personas y el prestigio de ciertos individuos que
sostengan una determinada opinión o sistema de pensamiento no es
realmente de importancia si la opinión o el sistema de pensamiento
están equivocados. La importancia de una persona o el número de
personas que crean tal o cual idea NO ES RAZÓN DE VERACIDAD. Si
el 99% de la población mundial sostuviera que no hay Dios, aún así ese
porcentaje no probaría nada, ni convertiría tal creencia en verdadera.
La única razón de veracidad son las evidencias o las pruebas que
sostienen una determinada idea o un sistema de pensamiento. El
teísmo está solidamente cimentado y le sobran razones para su
adherencia lógica y racional; en cambio el ateísmo está cimentado en la
nada y ni siquiera le faltan razones para su adherencia lógica y racional,
sino que carece totalmente de ellas. Por eso, no es extraño que los más
grandes pensadores y científicos de la historia de la humanidad
(aunque reiteramos no es un elemento probatorio en si), siempre han
aceptado como una base sustentadora para todo lo que existe, la
realidad de un Dios Creador.

La idea de un Dios Creador en si misma es totalmente sólida y no


necesita de defensores humanos para ser considerada verídica. Sin
embargo, para quienes necesiten de algún modo saber y sentir que está
idea ha sido aceptada a lo largo de la historia por mentes cuyo elevado
nivel intelectual está fuera de toda discusión, señalaremos algunos
ejemplos:

a) Sócrates: destacado filósofo griego señaló que: “Sólo Dios es el


verdadero sabio”.

b) René Descartes: filósofo, matemático y científico francés, autor


del "Discurso del método" señaló: "El único motivo por el que
muchos opinan que la existencia de Dios y la esencia del alma
son difíciles de percibir, radica en que nunca desvían su mente
de los sentidos ni la elevan sobre los mundos corpóreos".

c) Gottfried Wilhelm Leibniz: filósofo, escritor político,


matemático y científico alemán, pionero del cálculo infinitesimal,
declaró: "Al terminarse el temor de Dios comienza el

116
desencadenamiento de las pasiones y el dominio de una manera
de pensar que inundará el mundo con un diluvio de sangre".

d) Baruch Spinoza: filósofo y pensador holandés, considerado


uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII,
junto con René Descartes y Gottfried Leibniz. Él señaló que:
"Dios no tiene derecha ni izquierda, ni se mueve ni está parado,
ni se halla en un lugar, sino que es absolutamente infinito y
contiene en sí todas las perfecciones".

e) Carl Friedrich Gauss: matemático, astrónomo y físico alemán,


declaró que: “Cuando suene nuestra última hora, será grande e
inefable nuestro gozo al ver a quien en todo nuestro quehacer
solo hemos podido vislumbrar”.

f) Louis Pasteur: químico y biólogo francés del siglo 19, fue el


fundador de la microbiología y creador de la pasteurización, él
señaló: "Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia
devuelve a Él".

g) Michael Faraday: físico del siglo 19, fue pionero de la


electricidad y del magnetismo, considerado el más grande físico
experimental de todos los tiempos, él declaró: “Creo en el Mesías
como mi Señor y Salvador”.

h) James Clerk Maxwell: físico del siglo 19, desarrolló las


famosas ecuaciones de Maxwell para las ondas electromagnéticas
como las de radio, él dijo: “Conocí al Mesías a la edad de 25 años
y cuando lo encontré ha sido lo mejor de mi vida”.

i) Lord Kelvin: famoso físico inglés del siglo 19, hizo


contribuciones asombrosas a la termodinámica, a la geofísica y a
otros campos de importantes de la ciencia. Aceptaba la realidad
de Dios como una premisa incuestionable.

j) Isaac Newton: inventor, matemático, físico, astrónomo, filósofo


y teólogo inglés del siglo 17 que descubrió, entre otras cosas, la ley
de la gravitación universal, de la descomposición de la luz y los
fundamentos del cálculo integral y diferencial. Él señaló que: “La
admirable disposición y armonía del universo, no ha podido

117
sino salir sino del plan de un Ser omnisciente y omnipotente” y
además señaló “existen más marcas y señales de autoridad en
las Sagradas Escrituras que en cualquier otro registro en la
historia profana de la humanidad”.

k) Blaise Pascal: matemático y físico francés del siglo 17 que


enunció las leyes de la presión atmosférica y del equilibrio de los
fluidos. Aceptaba como un hecho natural y lógico la realidad de
Dios como creador.

l) Max Planck: físico del siglo 20, obtuvo el premio Nobel en 1918,
declaró: “Nada pues nos lo impide, y el impulso de nuestro
conocimiento lo exige…relacionar mutuamente el orden del
universo y el Dios de la religión. Dios está para el creyente en el
principio de sus discursos, para el físico, en el término de los
mismos".

m) Albert Einstein: físico del siglo 20, obtuvo el Premio Nobel en


1921, él señaló: "La ciencia sin religión es renga, La religión sin
ciencia es ciega". Además al observar la perfecta organización
del universo declaró: “Dios no juega a los dados”.

n) Robert Millikan: obtuvo el Premio Nobel de Física 1923,


señaló: “Puedo de mi parte aseverar con toda decisión que la
negación de la fe carece de toda base científica. A mi juicio
jamás se encontrará una verdadera contradicción entre la fe y
la ciencia”.

o) Arthur Compton: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1927, él


dijo: "Para mí la fe se origina al caer en la cuenta de que una
inteligencia suprema creó el universo e hizo al hombre. No me
resulta difícil tener esa fe, pues es incontrovertible que todo plan
es fruto de una inteligencia. Un universo que se presenta pleno
de orden acredita la autenticidad de la afirmación más
majestuosa que se haya hecho jamás: «En el principio creó Dios
los cielos y la tierra»".

p) Erwin Schrödinger: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1933,


dijo: “La obra maestra más fina es la hecha por Dios, según los
principios de la mecánica cuántica…”.

118
q) Max Born: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1954, él señaló:
"Solo la gente boba dice que el estudio de la ciencia lleva al
ateísmo".

r) Charles Tornes: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1964,


declaró lo siguiente: “Como religioso, siento la presencia e
intervención de un ser Creador que va más allá de mi mismo,
pero que siempre está cercano…la inteligencia tuvo algo que ver
con la creación de las leyes del universo”.

s) Derek Barton: obtuvo el Premio Nobel de Química en 1969,


señalo que: “No hay incompatibilidad alguna entre la ciencia y
la religión…La ciencia demuestra la existencia de Dios".

t) Christian Anfinsen: obtuvo el Premio Nobel de Química en


1972, él declaró: "Creo que solo un idiota es capaz de ser ateo".

u) Arno Penzias: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1978, él


señaló: "Si no tuviera otros datos que los primeros capítulos del
Génesis, algunos de los Salmos y otros pasajes de las Escrituras,
habría llegado esencialmente a la misma conclusión en cuanto
al origen del Universo que la que nos aportan los datos
científicos".

v) Arthur Schawlow: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1981, él


declaró: "Al encontrarse uno frente a frente con las maravillas
de la vida y del universo, inevitablemente se pregunta por qué
las únicas respuestas posibles son de orden religioso… Tanto en
el universo como en mi propia vida tengo necesidad de Dios".

w) William Phillips: obtuvo el Premio Nobel de Física en 1997, él


dijo: "Hay tantos colegas míos que son cristianos que no podría
cruzar el salón parroquial de mi iglesia sin toparme con una
docena de físicos".

x) Wernher Von Braun: ingeniero aeroespacial del siglo 20,


considerado el padre de los cohetes, fue director de la NASA por
más de dos décadas, él dijo: “La idea de un universo ordenado es
imposible sin Dios. La grandeza del cosmos certifica que detrás
está la dirección y el diseño de un Creador, y sería absurdo y

119
ridículo estar expuesto a la ley del orden y del diseño y concluir
que no hay Dios”.

Los ateos que señalan que aceptar la idea de un Dios Creador es una
idea ingenua y propia de mentes poco dotadas, con los ejemplos que
hemos señalado, bastan para echar por tierra totalmente esta idea. Muy
por el contrario, el ateísmo evolucionista es una postura ilógica,
irracional y que no cuenta con la más mínima evidencia científica.
Muchos de estos ateos lo saben, pero insisten con esta postura porque
les resulta conveniente negar al Creador, en el fondo, no por razones
realmente intelectuales sino más bien por razones solapadas de
carácter social, moral y psicológico.

120
CAPITULO 16
Reflexión básica
sobre Dios
Dios es el Supremo Creador es la fuente de donde se proyecta toda la
vida (Salmos 36: 9). El hombre que pretenda poseer una correcta
comprensión de Dios nuestro Creador, tendrá que desprenderse y
sacudirse todos los absurdos conceptos que constantemente son
expuestos por las religiones convencionales, donde se lleva al Creador a
un entendimiento caricaturesco que está dentro de los parámetros de la
creación. Y eso no puede ser, Dios el Creador no es la creación, ni nada
que exista dentro de ella, Dios el Creador sostiene a su creación, está en
toda la creación, pero no forma parte de la creación, pero si se puede
proyectar o manifestar holográficamente dentro de ella. Pero
entiéndase bien, ninguna manifestación de Dios es el Creador en si
mismo, sino sólo una expresión de Él.

La creación (el universo o multiverso) es finita e indefinida (porque se


expande constantemente). Sin embargo, el sostenedor de la creación
está más allá de la misma porque es infinito, y lo infinito (lo real) no
puede ser contenido en lo finito creacional (lo ilusorio). Por eso, Dios es
omnipresente en toda la creación (lo ilusorio), porque cada rincón de la
misma es sostenida por el Creador. Si algo está manifestado o existe es
necesariamente porque Dios está permitiendo que el objeto o sujeto se
manifieste. Así como la electricidad sostiene el funcionamiento de un
televisor y sus canales, y sin embargo, la electricidad no es el televisor
ni sus respectivos canales, así también, Dios es la fuente de energía en
toda la creación, pero Él en si mismo está apartado de la misma. Dios
está en todo pero no forma parte de todo, ni es todo, sino que está más
allá de todo y sostiene todo.

Hay personas que rechazan la idea de un Dios Creador porque, piensan


ingenuamente que como jamás lo han visto, eso es razón suficiente
para no estar seguro ni aceptar su realidad. Sin embargo, existen

121
muchas cosas que aunque no puedan ser percibidas por la vista o los
demás sentidos, como la electricidad, el magnetismo, la fuerza de
gravedad, las ondas de radio, etc., nadie rechazaría su existencia.
Alguien podría argumentar que para el caso de los ejemplos anteriores
estos fenómenos han podido ser medidos por medios físicos, en cambio
la realidad del Creador no ha podido ser percibida por ningún medio
físico. Y eso es cierto. Pero, ¿tendría que poderse percibir una fuerza
que está más allá de la creación a través de medios físicos? Si esto
pudiera hacerse, lo que se estaría detectando no podría ser Dios. No, un
Poder sobrenatural no puede ser percibido por medios físicos o
naturales. La prueba de la realidad del Creador no está en su
posibilidad de percepción, ese es un argumento absurdo. La evidencia y
la prueba irrefutable de su realidad, está patente en toda su creación, a
través precisamente de los resultados físicos de su actividad. Notamos
esto en la perfección y complejidad técnica del universo, de las galaxias,
de los sistemas solares, la tierra, en los asombrosos diseños de los
organismos vivos, incluido el ser humano. Estos efectos tienen que
haber tenido una causa adecuada que dé cuenta de su existencia. Si la
ley de causa y efecto funciona en cada aspecto de la realidad del
universo, ¿por qué tendría que ser excluida para el caso del universo?
Si el universo es el efecto, algún Poder tiene que haberlo generado, y
necesariamente un poder inteligente y con propósito, a ese Poder lo
debemos reconocer como Dios, independiente que se conozca o que
incluso nunca llegará a conocerse y se desvinculara completamente de
la creación (cosa que no es así). Ya lo dice la Escritura:

“Desde que el mundo es mundo, lo invisible de él (Dios),


es decir, su eterno poder y su divinidad, resulta
visible para el que reflexiona sobre sus obras”
(Romanos 1: 20, traducción de la N.B.E.)

Precisamente aquí vemos que las Sagradas Escrituras razonan


sólidamente de efecto a causa. La creación visible, sus obras
imponentes, son un EFECTO patente que tiene que haber tenido una
CAUSA inteligente. Esa causa invisible es Dios. La casualidad no existe
en el universo sino la causalidad, y esa causalidad tiene que ser
necesariamente Dios, el Creador de todo lo que existe.

122
PARTE TERCERA

ALGUNOS MISTERIOS
DE LA
CREACIÓN HUMANA

123
124
CAPITULO 17
La Causa del
Sufrimiento Humano
A lo largo de la historia el mundo ha estado sumido en la injusticia, la
opresión, el crimen, la guerra, la enfermedad y la muerte. Parece ser
que la gran constante en la humanidad ha sido el mucho sufrimiento
que existe. Pero cada efecto tiene siempre su causa, y parece ser que la
mayoría de las personas sólo experimentan los efectos desastrosos de lo
que ocurre en el mundo porque desconocen totalmente sus causas
profundas.

A las personas que razonan superficialmente les parece que si


realmente hay un Creador Todopoderoso no habría permitido tal nivel
de males y sufrimiento en el mundo. Por eso en este capítulo, daremos
respuesta a uno de los enigmas más importantes, el misterio profundo,
la causa oculta pero siempre presente, del sufrimiento humano.

¿Por qué entonces existe tanto sufrimiento en el mundo? Dar la


respuesta real y no aparente a esta trascendental interrogante permitirá
que usted comprenda algo de importancia capital que lo podría llevar a
una transformación radical en su forma de pensar y de vivir.

Las Sagradas Escrituras son la única fuente de información verídica


que contiene la respuesta a la pregunta de por qué un Creador
poderoso habría de permitir tanto sufrimiento en el mundo y por tanto
tiempo.

La rebelión de criaturas espirituales

Ya hemos explicado que la creación de seres inteligentes no está


limitada solamente a humanos. Antes de la creación de los seres
humanos ya Dios habían creado innumerables criaturas espirituales en

125
los cielos dotadas con libre albedrío (Job 38: 4, 7). Pero una de estas
criaturas espirituales (Lucifer o Lucero) altamente dotada decidió
independizarse y oponerse al sagrado Tetragrámaton (gobernación
sensorial de Dios en el universo). Su ambición desmedida lo condujo a
desafiar la autoridad y las leyes establecidas por el Tetragrámaton. Sin
embargo, su rebelión no tuvo éxito y nuevamente fue lanzado de
regreso a este mundo donde aún continuaba siendo el gobernante. El
hombre que estaba por crearse a través del enfrentamiento con este ser,
determinaría finalmente si, al vencerlo, se reemplazaría a Satanás de la
gobernación planetaria, o, de no lograrlo, Satanás continuaría siendo el
príncipe de este mundo. Todo dependería entonces de la prueba a la
que el hombre sutilmente sería sometido por el Tetragrámaton. Una
prueba que involucraba la obediencia hacia el Creador o hacia Satanás.
Era una prueba de amor hacia el Creador que se probaría a través de la
obediencia hacia Él.

Condiciones de la primera pareja humana

Las Sagradas Escrituras, en los primeros dos capítulos del libro de


Génesis, describen la situación en que se colocó a la primera pareja
humana una vez que fue creada.

1. Se les dieron cuerpos y mentes perfectos. En los que en tales


condiciones normales no experimentarían enfermedad, vejes ni
muerte.
2. Fueron colocados en un escenario paradisíaco (el huerto de
Edén).
3. Se les dio trabajo agradable en cuanto a cultivar la tierra y
proteger este huerto.
4. Se les dio todo lo necesario para su adecuada alimentación
corporal (originalmente la alimentación fue vegetariana).
5. Se les asignó la supervisión de las criaturas marinas, aéreas y
terrestres que los rodeaban.
6. Se les dijo también que tuvieran muchos hijos para que llenaran
la Tierra. El propósito del Creador era que la familia humana al ir
gradualmente aumentando y extendiendo los límites de este
Paraíso, finalmente éste pudiera abarcar todo el planeta.
7. Se les confirió el don del libre albedrío, y para asegurar su
bienestar presente y futuro era fundamental que esta pareja
reconociera y aceptara libremente la gobernación de Dios.

126
Aceptar la gobernación de Dios

El punto 7 es necesario explicarlo más detalladamente. Aceptar el


derecho del Creador de gobernar a los seres humanos era necesario y
apropiado para que la armonía se mantuviera. Obviamente el hacedor
de cualquier cosa tiene total derecho de ejercer una medida de control
sobre lo que ha creado. Este principio se refleja en todo el universo y
por supuesto también en nuestro mundo a través de la leyes, ya sean
naturales, físicas, químicas, sociales, etc., esto evita el caos y asegura la
sana interacción organizacional entre todos los elementos
constituyentes en cualquier sistema.

Esta dirección y medida de control del Hacedor sobre las criaturas


humanas era necesaria debido a que no tenían todavía el conocimiento,
la sabiduría y el dominio para gobernarse a sí mismos con éxito en
independencia de su Creador. No debían independizarse de su Creador
porque eso les traería problemas y dificultades, de la misma manera
que no debían “independizarse” o rechazar el alimento orgánico porque
obviamente eso les traería problemas corporales y de salud. Hay
dependencias que son necesarias, y la dependencia con el Hacedor no
era realmente una simple elección sino que era vital para que sus
existencias se desarrollaran y se elevaran en todo sentido porque
necesariamente el que los hizo sabía realmente lo que era mejor para
ellos. No es casualidad que el profeta Jeremías lo haya expresado de
esta forma:

“Conozco, oh Eterno, que el hombre no es señor de su camino,


ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos”
(Jeremías 10: 23)

Mal uso del libre albedrío

Los seres humanos fueron dotados con el maravilloso don del libre
albedrío. Ciertamente para asegurar el orden y el control en todo el
sistema, esa libertad era necesariamente relativa y no absoluta, es
decir, se circunscribía dentro de los límites existenciales respectivos,
por ejemplo, el hombre por el hecho de querer ser un pájaro no podía
serlo, ya que fue creado como hombre y no como pájaro. Por lo tanto, el
hombre debería ejercer su libre albedrío ateniéndose a sus condiciones
existenciales y por lo tanto debería ejercer niveles de relativa sabiduría

127
para ejercer este don de manera inteligente y dentro de los límites de
las leyes establecidas por Dios, hechas en el fondo no para limitar
caprichosamente a los seres humanos sino para asegurar el bien
común. Por eso el apóstol Pedro exhorta:

“Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis


callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres,
pero no como los que tienen la libertad como pretexto
para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”
(1º Pedro 2: 16)

Si no hubiera leyes que gobernaran las interrelaciones humanas, esto


generaría necesariamente anarquía y con ello efectos colaterales muy
negativos para la humanidad. Así como a un niño de corta edad no es
conveniente darle total libertad para que juegue en lugares, por
ejemplo, de mucho transito, porque eso puede traer aparejado un grave
accidente, así también, cuando el ser humano dejado a su propio
arbitrio sin considerar la dirección del Creador, puede causar toda clase
de problemas.

Lamentablemente así sucedió con el caso de los primeros seres


humanos, ellos usaron mal su libertad y tomaron la mala decisión de
obedecer a Satanás, de independizarse de su Creador, y ser ahora ellos
su propio dios. Pensaron que podían determinar por ellos mismos lo
que es correcto y lo que era incorrecto (Génesis 3: 5).

Desconectados de Dios

Así, la primera pareja se alejó de la dirección de su Creador y pecó,


desobedeciéndolo y eligiendo la gobernación de Satanás, con ello se
desconectaron de la fuente fundamental de energía vital para sus vidas.
Las Escrituras señalan que en ese momento el hombre murió
espiritualmente. Sus propios espíritus, sus yoes reales, se separaron de
Dios, o sea, de la fuente de verdadera realidad y quedaron presos de la
maligna influencia satánica y de la fenomenología sensorial e ilusoria
del universo. La muerte espiritual les trajo como consecuencia
posterior la muerte física (separación del espíritu y del alma del cuerpo
físico). En otras palabras lo que les sucedió fue algo similar a lo que le
ocurre a una ampolleta que está encendida y bruscamente es
desenchufada de su fuente de energía eléctrica, se apaga (muerte

128
espiritual) y hasta se podría quemar (muerte física). Eso fue lo que
sucedió cuando Adán y Eva se apartaron de su Creador, la “fuente de la
vida” (Salmos 36: 9).

Prisioneros de Satanás

Al escoger voluntariamente escuchar y obedecer a Satanás y seguir su


propio camino en independencia de su Hacedor, él dejó ahora que se
las arreglaran por si mismos. Ya que un principio bíblico declara:

“Si lo dejan (a Dios), él los dejará a ustedes”


(2º Crónicas 15: 2)

La primera pareja humana al morir espiritualmente, no pudieron tener


acceso al poder sustentador de su Creador, Dios se alejó de ellos, con el
tiempo empezaron a experimentar una desintegración gradual de sus
mentes y cuerpos, y ello les trajo finalmente la muerte física (Génesis 3:
19; 5: 5). Y esto es lo que hemos heredado todos los seres humanos
desde entonces, una naturaleza humana que, en la generalidad de los
casos, nace muerta espiritualmente, y con la herencia biológica del
envejecimiento, la degradación y finalmente la muerte física .

Este alejamiento por parte del Creador serviría para que ellos, y toda la
raza humana que los ha seguido, aprendieran por experiencia propia el
significado pleno de lo que esa elección traería para sus vidas a través
de una larga y dura lección. La condición de estar separados del
Creador y de sus leyes abriría las compuertas para el impetuoso fluir de
la insensatez y el pecado humano que traería aparejado toda suerte de
males y desgracias. La historia humana demuestra claramente que los
seres humanos han estado sumidos constantemente en múltiples y
variados problemas que le han acarreado dolor, sufrimiento,
enfermedad y muerte (Salmos 51: 5; 58: 3; Romanos 5: 12).

Las declaraciones emitidas por Satanás (Génesis 3: 1-5) contradecían al


Creador y daban a entender engañosamente que los humanos no
necesitamos de Dios para continuar teniendo vida y felicidad. Esta
filosofía satánica, que actualmente ha permeado todo ámbito de la
sociedad humana, es la que seduce constantemente a los seres
humanos haciéndoles creer que ellos pueden vivir perfectamente bien
en total independencia de Dios y de sus leyes. Por eso:

129
“El mundo entero está bajo el maligno”
(1º Juan 5: 19)

La prueba del tiempo

Pero ¿Por qué no se destruyo desde un principio a los transgresores de


la ley? Para responder de manera correcta a esta importante
interrogante, es necesario comprender que delante de las criaturas
inteligentes que Dios había creado ya se estaban planteando otras
interrogantes en relación a los humanos tales como: ¿Traería alguna
vez beneficios duraderos el independizarse de la soberanía de Dios?
¿Sería mejor para la gente que Dios la dirigiera, o sería mejor que los
humanos se dirigieran a si mismos? ¿Pudiera ser posible que quizá con
el tiempo, los seres humanos aprendieran y lograrán realmente
gobernar con sabiduría y crear un mundo mejor en independencia del
Creador? En otras palabras, ¿en el largo plazo, los humanos
necesitarían realmente la dirección y obediencia hacia Dios?

En su omnisciencia y sabiduría el Todopoderoso Creador previo todos


estos cuestionamientos y por medio del TIEMPO se daría la respuesta a
todas las anteriores interrogantes. De no haber procedido así, al
Creador se le podría haber fácilmente cuestionado de que a los
humanos no se les otorgó suficiente tiempo para comprobar realmente
si podían o no arreglárselas bien por si mismos.

Este “experimento científico” para los humanos tendría eso sí una


duración definida de 6.000 años, plazo que ya prácticamente ha
finalizado, para que los seres humanos pudieran probar si podrían o no
alcanzar buenos resultados en el mundo en independencia del Creador.
Así que los primeros seres humanos pecaron y se independizaron del
Creador, y el hombre hasta nuestros días ha probado todo tipo de
gobierno, todo tipo de sistema económico y social.

El resultado

¿Que ha quedado probado a través de esto largos 6.000 años de


historia humana en independencia de Dios? A pesar de todos los
avances científicos y tecnológicos el ser humanos sigue siendo el mismo
es su naturaleza. Acaso, ¿el gobierno del hombre hacia el hombre ha
traído realmente un mundo mejor, más justo y lleno de bendiciones

130
para toda la familia humana? Lejos de ello, las condiciones mundiales
son verdaderamente alarmantes, ningún tipo de gobierno en el mundo
ha traído verdadera paz y felicidad para todos. La guerra, la
contaminación de la tierra, el mar y el aire, a través de los desechos
químicos, la degradación del medio ambiente, el delito, la pobreza, el
hambre, la inmoralidad, el desenfreno y degeneramiento sexual, la
desintegración de la familia, las drogas, los vicios, inundan el mundo
por todas partes. Incluso la misma existencia de la humanidad está
siendo seriamente amenazada y se encuentra en grave peligro de
exterminio por medio de la creación de las armas de destrucción
masiva. Como dice la propia Escritura:

“Toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando


en dolor juntamente hasta ahora”
(Romanos 8: 22)

Por lo tanto, el resultado de los esfuerzos humanos en estos 6.000 años


ha demostrado sin lugar a dudas que la gobernación humana en
independencia del Creador no ha sido satisfactoria y ha traído muy
malos frutos.

“El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo”


(Eclesiastés 8: 9)

Queda patente entonces que el ser humano, le guste o no lo guste,


necesita de la guía del Creador para gobernar sus asuntos. Ha quedado
completamente demostrado que el hombre necesita la total
dependencia del Creador, tanto como la total dependencia que tiene
hacia el aire, el agua y el alimento (Mateo 4: 4).

Precedente para el futuro

Esta especie de “experimento científico” ha demostrado para toda


criatura inteligente, que la gobernación en ausencia de Dios trae
resultados desastrosos, y ha establecido de manera sólida y
permanente, para el tribunal de la justicia divina, un claro precedente
para el futuro, que servirá para frenar inmediatamente toda clase de
rebelión o disidencia hacia el gobierno y las leyes del sagrado
Tetragrámaton. Por eso, en el futuro, si cualquier agente con libre
albedrío desafiara el modo como Dios hace las cosas, no se necesitarán

131
otros miles de años para que tal sujeto tratara de probar lo que alegara,
ya que todo lo que tiene que probarse ha sido probado ya, por el
tiempo. En el futuro, jamás se permitirá de nuevo que un rebelde
quebrante impunemente las leyes de Dios, ni menos que interfiera en
su soberanía, tanto en la Tierra como en cualquier otra parte del
universo. Así lo declara solemnemente la Escritura:

“La angustia no se levantará por segunda vez”


(Nahúm 1: 9)

132
CAPITULO 18
Propósito
del Hombre
Las Sagradas Escrituras son la fuente de luz que puede iluminar la vida
de la humanidad. En las Sagradas Escrituras (la Biblia) se encuentran
las claves esenciales para la supervivencia de la humanidad y la paz del
mundo, sin embargo, esta fuente de conocimiento fundamental ha sido
subestimada por la humanidad. Salvo muy escasas excepciones, la
humanidad en general sufre ceguera espiritual.

La dimensión ausente en el conocimiento

La dimensión ausente en el conocimiento humano es la información


más vital revelada por nuestro Hacedor en las Sagradas Escrituras.
Esta información fundamental sido pasada por alto a lo largo de la
historia humana por la educación, la ciencia, y aunque parezca
increíble, por la religión misma. En los registros sagrados, no sólo se
encuentra la revelación sobre la causa fundamental de todos los males
que vemos a nuestro alrededor y que aquejan a la humanidad, sino
también se encuentra la causa esencial que genera todo bien en el
mundo, sin embargo, el ser humano, ha despreciado esta dimensión
ausente en el conocimiento humano.

Las Sagradas Escrituras afirman ser la Palabra de Dios y son el manual


de instrucciones para la humanidad, no son la suma total del
conocimiento sino sólo su fundamento, la premisa verdadera, el punto
de partida, el concepto que sirve de guía para la adquisición de más
conocimiento. El hombre puede adquirir mucho conocimiento
adicional, sin embargo, este conocimiento adicional, sin la dirección
fundamental que confiere el conocimiento de las Sagradas Escrituras,
estará siempre mal orientado y será enfocado en la dirección
equivocada. Como la humanidad ha subestimado y rechazado el
conocimiento emanado de las Sagradas Escrituras, la producción de

133
conocimiento humano ha estado funcionando sin un fundamento
sólido, y por eso, esta producción humana de conocimiento ha
fracasado en su intento por resolver los problemas y males que aquejan
a la humanidad. Más aún, sin esta fuente de información vital el ser
humano no puede saber verdaderamente cual es su verdadero
propósito en la vida.

La Biblia revela el propósito del hombre

Así como los fabricantes de objetos eléctricos incluyen un manual de


instrucciones para el adecuado uso del aparato, así también el Creador
del ser humano, no ha dejado al hombre a su suerte, sino que lo ha
provisto de un manual de instrucciones, las Sagradas Escrituras, para
que la humanidad con esta base fundamental de conocimiento evite
toda clase de males y “accidentes” existenciales.

Los textos que componen las Sagradas Escrituras son la revelación del
conocimiento básico e indispensable que el Creador envió al ser
humano para que éste pudiera tener acceso a esta fuente de
información invaluable, que contiene entre otras cosas, la revelación
del gran PROPÓSITO por el cual el ser humano fue puesto sobre la
Tierra.

El hombre tiene el deber de descubrir y conocer el misterio de la


voluntad del Creador revelado por el Espíritu Santo y expresado en los
textos de las Sagradas Escrituras.

Las cuatro preguntas más importantes que todo ser humano debería
hacerse son:

1. ¿Quién soy?
2. ¿De dónde vengo?
3. ¿Por qué estoy aquí?
4. ¿A dónde voy cuando muero?

En este capítulo sólo nos concentraremos en tratar de responder, a la


luz de la Escritura y de una manera muy breve y general, a la tercera de
estas trascendentales interrogantes que tienen que ver con su gran
propósito existencial. Para las demás preguntas, contamos con otras
obras que responden cabalmente a tales enigmas.

134
El profeta Isaías revela que el ser humano ha sido creado para ser la
gloria de Dios:

“Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía


los he creado, los formé y los hice”
(Isaías 43: 7)

El ser humano entonces, fue creado para glorificar a Dios, es decir, todo
pensamiento, sentimiento, palabra y acción del ser humano, debe estar
enfocado a que todo el esplendor y toda la magnificencia de la Deidad
se puedan manifestar cabalmente en el hombre. Mientras mejor se
asemeje el ser humano a Dios, mejor reflejará su gloria y esplendor en
este mundo. De modo que, todo ser humano debería vivir para dar
cumplimiento a este sagrado propósito establecido por nuestro
Hacedor. El fin fundamental del ser humano es glorificar a Dios a
través de reflejar cada vez de mejor forma sus atributos en este mundo.

En las Escrituras se revela que el Vocero del Padre (el Mesías Yeshúa)
es la imagen del Dios invisible, y así como él, el ser humano está
llamado también a ser la imagen de Dios, expresar su gloria y
esplendor. Sin embargo, como el ser humano está muerto
espiritualmente (por su naturaleza pecaminosa heredada y por sus
pecados particulares), o sea, desconectado de su espíritu, eso implica
que la imagen de Dios ha sido distorsionada. El hombre entonces debe
ser vuelto a la vida espiritual y además ser regenerado para
nuevamente volver a ser la imagen y semejanza que tenía el hombre
antes de la caída.

“De modo que si alguno está en el Mesías, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
(2º Corintios 5: 17)

El propósito final de los seres humanos es convertirnos en seres


divinos. Transformar completamente nuestra naturaleza pecaminosa y
humana en una naturaleza santa y divina. Transformarnos en seres
espirituales glorificados para reflejar de manera perfecta la gloria de
Dios y llegar a ser imágenes perfectas de Él.

“El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es


Yeshúa, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y

135
cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído
la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial”
(1º Corintios 15: 47-49)

Esto por supuesto requiere un conocimiento espiritual profundo y una


disciplina especial, temas de lo que nada hablaremos en este trabajo.

Y para todos aquellos que lleven a cabo este delicado proceso espiritual,
esta la gran promesa:

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo


que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es”
(1º Juan 3: 2)

136
CAPITULO 19
Se Aproxima una
Nueva Creación
Como hemos visto, las Sagradas Escrituras se levantan como la fuente
de información clave que explica no sólo el origen de los dioses, sino
también muchos otros misterios de capital importancia como: la causa
del sufrimiento humano, cuál es el gran propósito que tiene el hombre
al haber sido puesto sobre la Tierra y como puede alcanzar este
trascendental cometido. Pero también revela importante información
profética.

Destrucción por fuego

Las Sagradas Escrituras revelan que el actual cosmos incluido nuestro


planeta, serán destruidos por el fuego. Los siguientes pasajes de las
Sagradas Escrituras explican claramente que Dios ejecutara juicio
condenatorio para la Tierra y sus moradores por medio del Fuego.

“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los


soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día
que vendrá los abrasará, ha dicho el Eterno de los ejércitos,
y no les dejará ni raíz ni rama”
(Malaquías 4: 1)

“Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados


por la misma palabra, guardados para el fuego en el día
del juicio y de la perdición de los hombres impíos”
(2º Pedro 3: 7)

“… la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose,


serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!”
(2º Pedro 3: 12)

137
Sin embargo, los justos serán protegidos por Dios y alcanzarán
salvación eterna:

“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y


en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros
de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza
bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe,
ha dicho el Eterno de los ejércitos”
(Malaquías 4: 2-3)

En estos versículos la Escritura explica que hay dos clases de personas,


los que serán destruidos y los que serán salvos, los que temen a Dios y
los que no lo hacen. Las Sagradas Escrituras revelan que sólo hay dos
caminos: Salvación o Perdición.

Justo antes de este cataclismo final, los hombres estarán en total


desconexión con lo espiritual y concentrados en las cosas meramente
terrenales. Por eso, serán tomados por sorpresa.

“Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del
Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta
el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a
todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían,
compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot
salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los
destruyó a todos. Así será el día en que
el Hijo del Hombre se manifieste”
(Lucas 17: 26-30)

138
Finalmente cuando el retorno del Mesías acontezca lo lamentarán
amargamente porque ya será demasiado tarde:

“El sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas


caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo;
y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra,
y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre
las nubes del cielo, con poder y gran gloria”
(Mateo 24: 29-30)

La restauración de todas las cosas

El regreso de Yeshúa el Mesías será seguido por la restauración de toda


la creación de Dios a su perfección original, será por lo tanto, el tiempo
de la restauración de todas las cosas, o sea, del universo.

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros


pecados; para que vengan de la presencia del Eterno tiempos de
refrigerio, y él envíe a Yeshúa el Mesías, que os fue antes anunciado;
a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos
de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por
boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”
(Hechos 3: 19-21)

139
Toda la creación anhela la manifestación de los hijos de Dios, porque
será libertada de toda la maldición causada por el pecado. Actualmente
la creación está como con “dolores de parto” esperando el
alumbramiento de un universo mejor. La Escritura nos dice:

“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la


manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a
vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó
en esperanza; porque también la creación misma será libertada de
la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de
Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una,
y a una está con dolores de parto hasta ahora”
(Romanos 8: 19-22)

El universo espera con gran impaciencia el momento en que los hijos


de Dios sean dados a conocer. Porque el universo (o multiverso) perdió
su razón de ser, no por su propia voluntad, sino porque Dios así lo
había dispuesto, pero le quedaba siempre la esperanza de ser liberado
de la esclavitud y la destrucción para alcanzar la gloriosa libertad de los
hijos de Dios. De modo que, la redención debe ser percibida en el
esplendor de sus dimensiones cósmicas y no meramente en términos
personales o terrenales.

140
Cielo nuevo y Tierra nueva

El “cielo nuevo y tierra nueva” son el modo de expresión que utilizan


las Sagradas Escrituras para denominar a todo el universo, al cosmos
total. Por lo tanto, cuando la Escritura señala expresiones como el
“cielo y la tierra”, o, “los cielos y la tierra” tales expresiones involucran
entonces a toda la creación. En 2º Pd.3:13 y en Ap.21:1 se habla de
“cielos nuevos y tierra nueva”, y el vocablo griego que se utiliza para
designar este nuevo cosmos no es “neos” que apuntaría a ser nuevo en
cuanto a origen, sino que es “kainos” vocablo que apunta a ser nuevo en
cuanto a naturaleza o cualidad. Esto implica que nuestro universo será
renovado, el cosmos, la creación entera será gloriosamente
transformada; por lo tanto, no será un universo totalmente diferente al
que tenemos, sino que será este mismo universo pero al cual se le hará
completa expiación de la maldición del pecado. De modo que, nuestro
actual universo no será aniquilado, comenzando otro totalmente
distinto, sino que será este mismo universo el cual será
maravillosamente renovado y purificado de todos los efectos del
pecado.

Así como en la resurrección habrá una continuidad con nuestro ser


interior en que sólo habrá una transformación de nuestro cuerpo, así
también por analogía, habrá también una continuidad energética entre
el antiguo cosmos el cual será transformado en un nuevo cosmos muy
superior al anterior. Por lo tanto, hay una perfecta analogía entre los
cuerpos de la resurrección de los santos escogidos de Dios y la nueva
Tierra, no hay aniquilamiento, sino continuidad energética, tanto para
la Tierra como para el resto del universo. Todo el cosmos será
gloriosamente renovado y llevado a su perfección original.

Inmediatamente antes de la segunda venida del Mesías, habrá señales


cósmicas y eventos cataclísmicos que aparentemente son el preludio de
esta trasformación cósmica:

“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se


oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán
del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”
(Mateo 24: 29)

Y con el retorno del Mesías al parecer comenzaría esta renovación


cósmica que será por fuego. El apóstol Pedro nos revela:

141
“Pero el día del Eterno vendrá como ladrón en la noche; en el cual
los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo
serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,
¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de
vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios,
en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos,
siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus
promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”
(2º Pedro 3: 10-13)

La nueva Tierra

Cuando llegamos a comprender en profundidad la doctrina de lo que


significa realmente los “cielos nuevos y la tierra nueva” y nos damos
cuenta que todo parece indicar que la Tierra es muy probable que
llegue a convertirse en el centro de operaciones de todo el cosmos,
entonces muchos pasajes antes pálidos y sombríos empiezan a cobrar
una viva significación. Por ejemplo, veamos dos pasajes, uno en Salmos
y otro en Mateo:

“Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán


con abundancia de paz”
(Salmos 37: 11)

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán


la tierra por heredad”
(Mateo 5: 5)

También en el libro de Apocalipsis se revela que los santos escogidos


reinarán sobre la Tierra:

“y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro


y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre
nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo
y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”
(Apocalipsis 5: 9-10)

En la hora actual el ser humano se encuentra a las puertas de una serie


de acontecimientos catastróficos que pondrán fin al gobierno del

142
hombre sobre el hombre y la actual civilización, y comenzará un Nuevo
Orden Cósmico de procedencia divina, donde el Reino de los Cielos
será nuevamente restaurado y comenzará una nueva era de paz,
progreso y verdadero desarrollo en todos los ámbitos, todo ello
auspiciado por Yeshúa el Mesías y los santos elegidos de Dios, quienes
comandarán este nuevo orden cósmico a través de un supergobierno
estelar.

Las causas del mal serán eliminadas

Así, el Creador a través de Yeshúa intervendrá en los asuntos humanos


para encargarse de que Sus propósitos se realicen y para ello el dios de
este mundo, Satanás y todos los malvados de la Tierra, serán
eliminados del nuevo escenario cósmico. Sólo los justos y rectos
habitarán la nueva Tierra:

“Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies”


(Romanos 16: 20)

“Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque el Eterno tiene


juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los
impíos a espada, dice el Eterno… Y yacerán los muertos de el Eterno
en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se
endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol
quedarán sobre la faz de la tierra”
(Jeremías 25: 31-33)

“Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán


en ella, Mas los impíos serán cortados de la tierra, Y los
prevaricadores serán de ella desarraigados”
(Proverbios 2: 21-22)

Así como en un jardín no se pueden plantar bellas flores, hasta no sacar


primero la mala hierba, así también la instauración de un nuevo
mundo no puede llevarse a cabo sin primero eliminar a todos aquellos
que producen los males en el mundo, y no solamente los que producen
los males directos en el mundo sino también todos aquellos que opten
por actuar de manera independiente del Creador serán también
“cortados” o eliminados de este nuevo orden de cosas.

143
Los males y el sufrimiento de este mundo, pese a lo doloroso que pueda
ser y desde una perspectiva más elevada, han cumplido con un buen
propósito, ya que este doloroso proceso ha demostrado sin lugar a
dudas la incapacidad del hombre de gobernarse tanto a sí mismo como
a sus semejantes. Una vez que este nuevo orden de cosas empiece a
materializarse, la Escritura señala que finalmente cuando todo el
propósito divino para este mundo y para el cosmos entero se cumpla, el
recuerdo de los sufrimientos humanos será cosa del pasado y será
olvidado:

“No habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”


(Isaías 65: 17)

El Mesías y los santos elegidos gobernarán

Ciertamente en nuestro mundo se está llevando a cabo un gran


propósito. Desde los tiempos de Adán sólo muy pocos individuos han
obedecido las ordenanzas del Creador y seguido su sagrado camino de
vida. A estos, sólo una selecta minoría del mundo, les será concedido a
la segunda venida de Yeshúa el Mesías, el alto honor de dirigir junto
con él, la restauración de todas las cosas tanto para este mundo como
para el cosmos general. En ese tiempo, los elegidos se habrán
convertido en seres inmortales y serán investidos de poder espiritual.
Por eso, el Mesías le promete al elegido lo siguiente:

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono”


(Apocalipsis 3: 21)

“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré


autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro”
(Apocalipsis 2: 26-27)

Esta gran oportunidad se da sólo a aquellos que desde Adán hasta la


segunda venida del Mesías hayan recibido el poderoso llamado del
Padre Creador (Juan 6: 44). Pero reiteramos este llamado y escogencia
divina es sólo para una selecta minoría.

Así entonces, muy pronto el cosmos entero (y esto incluye nuestro


mundo) sufrirá una transformación extraordinariamente positiva y
radical. Como dice la Escritura todo será un deleite exquisito que
inspirará la paz y el contento más profundo (Salmos 37: 11).

144
¿Cómo será?

Las Escrituras llaman a este Nuevo Orden venidero el tiempo de la


restauración de todas las cosas:

“A quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos


de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca
de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”
(Hechos 3: 21)

La Tierra y el Cosmos llegarán a ser un verdadero Paraíso porque se


habrá eliminado el gran agente de toda degradación y desequilibrio: EL
PECADO, que es la infracción de la ley de Dios (1º Juan 3: 4).

Sólo podemos especular sobre este nuevo estado cósmico y planetario.


Pero la Escritura declara:

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de


hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”
(1º Corintios 2: 9)

145
146
CAPITULO 20
La Elección
De acuerdo a los capítulos precedentes hemos analizado los dos
sistemas de pensamiento fundamental que existen en cuanto a los
orígenes: evolución y creación, y hemos podido demostrar que la única
perspectiva sostenible es CREACIÓN llevada a cabo necesariamente
por un Dios Creador. En este último capítulo hablaremos de la
ELECCIÓN, un tema de capital importancia para todo ser humano y
que finalmente será el que definirá y determinará su destino final.

Usted debe escoger

Usted ha recibido este conocimiento y será juzgado por lo que hizo con
el. Usted deberá escoger si quiere continuar con su actual vida en
independencia del Creador o si realmente quiere transformar su
existencia positivamente y seguir por el camino que conduce a todo
bien deseable. El Creador lo exhorta a que usted escoja esta última
opción.

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que
os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición;
escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”
(Deuteronomio 30: 19)

Pero usted jamás será forzado a seguir el camino de la justicia que


involucra una total sumisión y obediencia hacia el Creador. Como dice
la propia Escritura:

“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”


(Mateo 3: 2)

Efectivamente, como hemos visto, la restauración del Reino del


Tetragrámaton para nuestro mundo está a las puertas, y el consejo
general para toda persona que no sigue los dictados del Eterno
Todopoderoso es ¡Arrepentirse! Término que en el hebreo original

147
tiene el significado de “Retornar”, o sea, volver a la senda de la verdad y
la vida. En las Escrituras se simboliza como OVEJAS a las personas que
cooperan con los propósitos del Creador. En cambio, a las que se
mantienen en independencia y desconexión del Creador se les
representa por CABRAS. Es interesante señalar que uno de los
términos que denota a los demonios es el de “machos cabríos”, y el
simbolismo universal del Satanismo es el pentagrama invertido que
también representa a un “macho cabrío”.

Fíjese muy bien lo que dice la Escritura en relación a lo que pasará con
las personas que sobrevivan al nuevo orden que se avecina:

“Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los


unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces
el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad
el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo…
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos,
al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”
(Mateo 25: 32, 46)

Por lo tanto ¿qué es usted, oveja o cabra? Su destino futuro dependerá


de la adecuada respuesta que de a esta pregunta.

A su debido tiempo toda persona tendrá que saber que en realidad hay
un Creador, el Dios eterno, codificado por los hebreos por medio del
sagrado Tetragrámaton (YHWH).

“Reconoced que Yhwh (el Eterno) es Dios; El nos hizo,


y no nosotros a nosotros mismos”
(Salmos 100: 3)

“Y santificaré mi grandioso nombre, profanado entre las naciones, el


cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones
que yo soy el Eterno, dice el Soberano Eterno, cuando sea
santificado en vosotros delante de sus ojos”
(Ezequiel 36: 23)

El futuro ya ha sido establecido por el Creador y sus propósitos se


realizarán. Pronto el mundo experimentará una serie de colapsos y

148
acontecimientos catastróficos que afectarán a todo el globo. Si usted
pretende sobrevivir y participar del maravilloso mundo de mañana,
tendrá que hacer serios cambios en su vida, tendrá que comenzar por
aceptar la realidad del Creador, y no sólo eso, sino que además tendrá
que respetar sus leyes, para ello tendrá que dejarse guiar por aquellos
que están transitando por esta sagrada senda. La Escritura le aconseja:

“Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso


para el hombre de paz. Mas los transgresores serán todos a una
destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida”
(Salmos 37: 37-38)

La Escritura insta a toda persona a buscar para saber y hacer la


voluntad del Creador:

“Antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el tamo; antes
que venga sobre vosotros el furor de la ira del Eterno, antes que el
día de la ira del Eterno venga sobre vosotros. Buscad al Eterno
todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su
juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás
seréis guardados en el día del enojo del Eterno”
(Sofonías 2: 2-3)

Usted posee el elevado don del libre albedrío, la libertad de escoger. Le


aconsejamos que use este don de manera inteligente, y en ese sentido,
Dios lo exhorta a que aprenda cual es su voluntad y a vivir sabiamente
conforme a sus leyes. Sin embargo, la decisión es suya, si usted no
pretende amoldarse a los parámetros divinos ni tomarle seriamente el
peso a la advertencia divina, sólo usted tendrá que a su tiempo asumir
todos los costos asociados que esa mala decisión involucra. Por nuestra
parte, sólo cumplimos con nuestra misión y nuestra sagrada
responsabilidad de advertencia a un mundo que está en tinieblas
espirituales y envuelto en el espeso velo del pecado.

“Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él,


y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado,
pero tú libraste tu vida”
(Ezequiel 33: 9)

149
¡La decisión es suya! esa decisión en la hora actual, dado los peligrosos
tiempos que estamos viviendo, se hace tremendamente urgente. Existe
una gloriosa perspectiva para todos aquellos que escojan sabiamente,
ojalá que usted se encuentre entre ellos.

Eso sí, tenemos que señalar que esta ELECCIÓN que conlleva el
amoldarse a las directrices de nuestro Creador parecería que es la obvia
(de acuerdo a la evidencia señalada) y que la inmensa mayoría de los
que lean esta obra deberían necesariamente actuar de acuerdo con la
razón y la lógica. Sin embargo, en la práctica la ELECCIÓN en si misma
depende de muchas otras variables que en conjunto determinan niveles
de elección en las personas. No tenemos el espacio en este capítulo para
señalar en detalle todas estas variables, eso nos tomaría una obra
completa. Sin embargo, para que nuestros lectores comprendan a
grandes rasgos a que nos referimos, pasaremos a explicar de manera
muy breve cuales son estas variables generales involucradas en las
decisiones o elecciones que los seres humanos realizan
constantemente.

La ELECCIÓN en cada persona es definida y se manifiesta de acuerdo a


los siguientes siete factores: (1) PROGRAMA, (2) PROPÓSITO, (3)
SISTEMA DE CONTROL, (4) CONTROL PROPIO, (5) NIVEL DE
COMPRENSIÓN, (6) EL CREADOR, (7) LIBERACIÓN O SALVACIÓN.
Explicaremos brevemente cada uno de ellos y luego veremos sus
importantes interrelaciones y sus respectivas consecuencias.

1. PROGRAMA

Todo en el universo funciona en base a programas. Cualquier cosa que


existe en el universo es un programa holográfico existencial creado con
un propósito específico (esto lo explicaremos en el punto 2); un
mineral, un vegetal, un animal, un hombre, un ángel, el viento, las
tormentas, etc., todos son programas existenciales con propósito de
manera muy similar a programas de software de un sistema
computacional. Cada programa de un sistema computacional de
software cumple una determinada función que coopera con el
funcionamiento armónico de todo el sistema computacional. Hay
programas con propósito en una escala muy amplia de niveles de
conciencia funcionando por todas partes. Los programas más elevados

150
y de mayor conciencia por lo general se mantienen ocultos a los
programas humanos y en muy raras ocasiones se les revelan a éstos.

2. PROPÓSITO

Todos los programas son sistemas existenciales que tienen un


propósito para existir, si no fuera así no existirían. El propósito es la
razón de la creación de todo programa, el karma dirían los orientales.
Una piedra, un insecto, una flor, un caballo, la luna, el sol, las estrellas,
una mujer, etc., etc., todos son programas con propósito funcionando
por todos lados por una buena razón, lo sepan o no. El propósito en los
seres humanos es lo que los define, lo que los conecta con los demás, lo
que los guía, impulsa y controla. Todos los programas existenciales
traen incorporado determinadas habilidades y talentos porque son
necesarios para poder cumplir con su propósito por el cual han sido
creados. Por supuesto, hay propósitos más elevados que otros. Cuando
un sistema de programa es muy primitivo como, por ejemplo, una flor
o un insecto, el propósito existe pero funciona dentro de sí
inconscientemente. Por el contrario, cuando el sistema de programa es
más avanzado y sofisticado, este propósito se hace consciente en el
programa. Todo está controlado en el universo: las galaxias, sistemas
solares, el viento, los pájaros, la salida y el ocaso del sol. Hay
programas superconscientes invisibles al ojo humano que podríamos
llamar dioses (potencias espirituales como ángeles y demonios), que
controlan cada aspecto existencial y que cumplen su propósito por el
que el Creador los trajo a la existencia, o, para el caso de los demonios
por un cierto tiempo pueden también cumplir su propio propósito en
contra del Creador. Sin embargo, cuando esto último sucede y esto
atenta con el orden universal, tales programas podrían sufrir supresión.
Entonces si un programa funciona mal o no cumple el propósito por el
que fue creado, eventualmente será destruido.

3. SISTEMA DE CONTROL

El universo en cada unos de sus elementos constituyentes funciona en


base a sistemas de control. Programas más conscientes dirigen a otros
programas que son menos conscientes, de manera análoga a como
funciona una empresa en la que existe una escala con diferentes niveles
jerárquicos que va del más elevado nivel hasta llegar al más bajo. Los
niveles más altos dirigen y controlan a los más bajos para mantener el

151
funcionamiento armónico de todo el sistema, para que se cumpla el
propósito organizacional. Llevemos este ejemplo al funcionamiento del
cosmos y tendremos la clave de lo que significan los sistemas de control
en el universo.

4. CONTROL PROPIO

Es el nivel de manejo consciente de todas las fuerzas que se encuentran


involucradas en un determinado programa. Esto involucra, la
conciencia, la voluntad, la inteligencia, la comprensión y el estado
funcional en que se encuentran los programas. Un pájaro, por ejemplo,
por si mismo no gobierna su destino, en cambio un ser humano tiene
más herramientas mentales para gobernarlo (relativamente) de manera
más consciente.

5. NIVEL DE COMPRENSIÓN

Todos los programas existenciales poseen diferentes niveles de


conocimiento, información, que determinará en definitiva el nivel de
comprensión, el que a su vez determinará el nivel de Poder que podrán
ejercer los programas. A mayor nivel de comprensión, más Poder
potencial tiene el programa existencial, y por lo tanto, tendrá mayores
niveles de libertad potencial.

6. EL CREADOR

Cuando el programa toma conciencia de Dios el Creador, quien


gobierna toda la creación y por lo tanto gobierna todos los programas,
todos los propósitos, todos los sistemas de control, y es la fuente de
toda la compresión, la inteligencia y la sabiduría, y, determinado
programa decide obedecerlo para recibir conscientemente su propósito,
su comprensión profunda a través de la sabiduría de la Deidad,
entonces y sólo entonces, tal programa existencial trascenderá a su
tiempo todos los sistemas de control y sólo será bio-dependiente del
Creador y no de la creación.

7. LIBERACIÓN O SALVACIÓN

Cuando un programa por el necesario hecho de conectarse


profundamente con su Creador se eleva a tal nivel de comprensión que

152
conoce la razón profunda de su existencia, o sea, conoce y comprende
su propósito, entonces este programa está pronto a sufrir la llamada
liberación o salvación, lo que significa que ya no dependerá para existir
de otros sistemas de control del universo, sino que ahora su existencia
depende esencialmente de Dios el Creador, posición que lo encumbra
por sobre cualquier otro programa existencial que no reconozca ni sea
dirigido directamente por el Creador.

Diferentes programas humanos

Existen muy diferentes clases de programas humanos que aunque se


puedan parecer en la forma en el fondo son muy diferentes.

En un extremo de la escala humana, encontramos al ser humano


común que es un programa biológico inconsciente, atrapado por su
pasado y lleno de adicciones ilusorias (alcohol, cigarrillo, drogas, lasos
sociales, etc.) y de un pasado que lo mantiene prisionero en sus
programaciones, este individuo siempre será gobernado por algún
sistema de control, y por lo tanto, vivirá siempre en la incertidumbre
existencial, este sujeto comienza en la materia y termina en ella. Por lo
tanto, sus niveles de comprensión son muy bajos, y en consecuencia,
sus niveles de elección son ilusorios y no reales. El sujeto cree que
elige, sin embargo, detrás de su falta de comprensión, juicio y dominio,
hay otros programas biológicos que lo obligan inconscientemente a
elegir.

El siervo del Altísimo, o dicho de otra forma, el escogido del


Tetragrámaton corresponde al otro extremo de la escala existencial
humana. Es un programa biológico consciente que comienza y termina
en Dios pues conoce su real propósito existencial y lucha por
alcanzarlo, éste está destinado a encumbrarse más allá de cualquier
sistema de control, lo que le trae aparejado total certidumbre respecto
de su destino ya que su nivel de comprensión global es el más elevado,
por lo tanto, sus elecciones trascienden el nivel ilusorio y ellas se hacen
absolutamente reales porque están dirigidas por el Creador (lo único
real).

El hombre profano o común (inconsciente) tiene gran afinidad con la


desobediencia hacia el Creador. Inconscientemente ya ha tomado la
decisión de desobedecer porque, tal como los animales que son guiados

153
tan sólo por sus instintos, en realidad no puede elegir ya que en ellos
prima no la razón ni el juicio profundo sino que en ellos prima
esencialmente sus programaciones pasadas y presentes (ideas, vicios,
falta de voluntad, escasa perseverancia, pasiones instintivas, etc.) que
controlan sus respectivos programas y que lo llevan por diferentes
caminos. El hombre común en razón misma de sus programaciones no
posee suficiente conocimiento e información para conquistar la
comprensión profunda que es siempre espiritual, ya que no conoce la
razón profunda, el por qué real, de lo que piensa, siente y hace.

Comprensión profunda

Todo lo que pasa en la vida ambiental y personal de los seres humanos,


pasa siempre por un razón que debe ser comprendida, y para eso, se
deben conquistar de manera consciente ciertos niveles de libertad y
control mental, de otra forma es imposible. Por ejemplo, no se puede
conocer realmente a una persona hasta no haberla penetrado
emocional, mental y espiritualmente. El hombre común, sin embargo,
se conforma por conocer a los seres sólo en su aspecto físico y en lo que
aparentan exteriormente.

El que pretenda elevar sus niveles de comprensión profunda tendrá que


preocuparse por entender la RAZÓN oculta, los POR QUÉ de los
fenómenos tanto personales como ambientales. Siempre hay una buena
razón para que suceda lo que está sucediendo, para hacer lo que se
hace, y eso se debe comprender en profundidad. Lo importante no es
tanto tomar decisiones, sino saber con certeza por qué se han tomado.
El ser humano no puede ir más allá de las decisiones que no
comprende en profundidad. Si el sujeto no comprende una
determinada situación que está atravesando no podrá trascenderla o ir
más allá de la misma hasta que la COMPRENDA profundamente. Por
ejemplo, ¿por qué la gente fuma? Este simple vicio es una mina de
riqueza compresiva. Mientras el sujeto no comprenda cual es la razón
profunda o real que lo lleva a elegir fumar, no podrá avanzar más allá
de la decisión constante que lo lleva a ese acto reflejo absurdo y que va
en contra de si mismo. Si comprendiera realmente en profundidad,
dejaría de fumar al instante. Las personas que están sumidas en
cualquier vicio, jamás han comprendido realmente la razón oculta de
por qué han decidido dejarse llevar por tales impulsos inconscientes y

154
mientras no lo comprendan no podrán trascender su situación. Por lo
tanto, la comprensión no se improvisa sino que se trabaja y conquista.

El Elegido del Tetragrámaton, necesita la máxima información,


elevarse al conocimiento supremo que posee Dios el Creador y que le
dará la máxima comprensión dentro del ámbito humano para poder así
cumplir con su trascendental propósito: alcanzar la liberación o
salvación y así poder cumplir a su tiempo propósitos que están más allá
del entendimiento humano. Por eso, para ello debe buscar y hallar a
Dios.

Aprenda a comprender

¿Por qué razón usted está en este mundo? ¿Lo sabe realmente o sólo
cree saberlo? ¿Cuenta realmente con la información y el conocimiento
suficientes para saberlo con certeza y no ser presa de razones y
propósitos aparentes?

Hay que saber el por qué, la razón por la cual usted fue puesto en este
mundo. Usted debe buscar la respuesta real, profunda. La gente cree
que sabe las razones y los por qué de muchas cosas a través de lo que
los demás les dicen. Pero las razones y lo por qué reales sólo pueden
emerger de Dios el Creador, el es el supremo arquitecto que creó cada
programa existencial y sabe el propósito real por el que fueron creados.

La gente no logra comprender realmente que en el universo nada


sucede por azar. Podríamos decir que una de las grandes constantes del
universo es la CAUSALIDAD. Cada efecto que sucede en las personas o
en el mundo obedece siempre a una causa bien determinada aunque
pueda estar oculta. El saber y el comprender los por qué, las razones
ocultas a los fenómenos que ocurren implica el conocer las CAUSAS. El
comprender las causas se convierte en la verdadera fuente del
verdadero poder de la elección. Los ignorantes sólo ven coincidencias
(azar), pero los entendidos y sabios ven consecuencias, porque
comprenden las leyes universales del Creador. No hay acción sin causas
y consecuencias.

Las elecciones que hace el vulgo no son más que las decisiones ilusorias
que ya han sido creadas por aquellos que tienen poder (información,
dinero, relaciones, etc.), lo cual obliga a las masas a someterse al

155
escenario de elecciones que ellos ya han fabricado. La elección en este
mundo se trasforma entonces en una mera ilusión creada entre
aquellos que tienen PODER y los que no lo tienen.

Los tejidos de la existencia a través de los eventos de la vida, creados


por determinados programas conscientes de este mundo o de otros,
llevan a los seres humanos hacia determinados rumbos y direcciones
que van creando determinados efectos de aparente seguridad, control,
autonomía, etc., etc., así las personas hipnotizadas por la vida y sus
eventos, jamás logran descubrir las causas ocultas, las razones o los
verdaderos por qué de sus actos. Tales respuestas no llegarán a sus
conciencias, porque las razones ocultas no le interesan a la gente. Y ese
sólo hecho les permite ser controlados por otras mentes más
conscientes. Los seres humanos son como meros “zombis” que no se
gobiernan a si mismos sino que son controlados por otros mini
programas como el cigarrillo, el alcohol, las golosinas. Las pequeñas
tentaciones de la vida los hacen sucumbir dócilmente. Por eso, detrás
de la apariencia equilibrada y racional de los seres humanos, se
esconde un profundo descontrol. El hombre es un esclavo de los efectos
de la vida y de si mismo porque desconoce las causas profundas que
están siempre ocultas y que tiene que descubrir si es que realmente
quiere ser libre. La mayoría entonces prefiere la esclavitud (libertad
aparente) a la libertad (libertad real).

La CASUALIDAD no es más que la excusa del ignorante para justificar


la existencia de todo aquello que no comprende. El ignorante ve la
casualidad por todas partes, en cambio el entendido, el hombre de
compresión profunda (espiritual) ve la CAUSALIDAD (Providencia) en
todo orden de cosas. Por eso la Escritura señala que el hombre natural,
o sea, el hombre común que sólo se rige por los cinco sentidos de
percepción, en el fondo el ignorante, no puede ir más allá de la materia
y todo aquello que este más allá de su estrecho radio de entendimiento
materialista, resultará ser incompresible (una “locura”) porque carece
de la profundidad comprensiva que sí posee el hombre de espíritu que
puede discernir y juzgar cosas que están más allá de la materia, porque
su conciencia y compresión han excedido los límites ordinarios del
entendimiento humano.

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,

156
porque se han de discernir espiritualmente. En cambio
el espiritual juzga todas las cosas”
(1º Corintios 2: 14-15)

Entonces, darle verdadero significado y comprensión a la vida es llegar


al portal que conduce a la senda del real propósito por el cual usted ha
venido a este mundo.

La elección ilusoria y la real

Dios, el eterno Creador, es la verdadera fuente de toda energía, poder y


propósito, Él conoce el final desde el principio de esta “película”
llamada universo. Él es el director y productor de la misma, el coloca a
actores, protagonistas, extras, etc., como Él quiere. Todos los misterios
de su voluntad y las razones ocultas de todas las cosas, sólo se las revela
a sus siervos, aquellos que lo adoran y obedecen. Por eso la Escritura
declara proféticamente:

“Porque no hará nada el Eterno el Soberano, sin que


revele su secreto a sus siervos los profetas”
(Amos 3: 7)

“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y


los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua
eternidad… los impíos procederán impíamente, y ninguno de los
impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”
(Daniel 12: 3, 10)

Si en cada una de sus elecciones en la vida usted pretende llevarlas a


cabo en independencia de su Creador, entonces usted siempre realizará
elecciones aparentes o ilusorias. Por el contrario, si cada una de las
elecciones que usted lleve en la vida decide hacer partícipe de las
mismas a su Creador, entonces sus elecciones serán reales porque
estarán auspiciadas por la realidad misma que es Dios el Creador.

Técnicamente debemos señalar que, aquellos programas existenciales


que, los rija la desobediencia consciente hacia el Creador y que
obviamente producen a pequeña o gran escala anomalías en el sistema
cósmico universal, sufrirán a su tiempo total supresión. Por el
contrario, aquellos programas existenciales que por su afinidad con la

157
obediencia hacia el Creador elijan amarlo y eso implica someterse
humildemente a su voluntad, buscar su ayuda y dirección en todo
sentido, no solamente permanecerán sino que también el Creador los
amará y a su debido tiempo les concederá cosas sublimes que están
más allá de lo concebible por la mente humana y la percepción de los
cinco sentidos. La Escritura lo expresa del siguiente modo:

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de


hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”
(1º Corintios 2: 9)

El vulgo ignorante, ateo o rebelde, podría decir que todo esto no son
más que patrañas, y que prefiere seguir con su vida de siempre. Sin
embargo, la negación de la VERDAD es la más predecible de las
respuestas humanas. El “placer de pecar” no es más que la desastrosa
ilusión humana que promete mucho pero que finalmente ofrece poco, y
con un monumental costo asociado: LA EVENTUAL SUPRESIÓN.

¿Qué elegirá usted?

Como hemos visto la ELECCIÓN de servir al Creador, no es tan sencilla


como parece e involucra que todas las variables existenciales que
hemos analizado funcionen en dirección a tal elección.

Si usted pretende obedecer y ser fiel al Creador tendrá que pagar el


precio de lo que eso significa. Tendrá que trascender sus patrones
mecánicos o inconscientes. Tendrá que ir más allá de las ilusiones o
caprichos de percepción que delatan a las mentes inferiores. Además
tendrá que dedicar tiempo si es que quiere realmente llegar a
comprender y finalmente llegar a elegir sabiamente. Todo se puede
crear y el tiempo no es la excepción. Si usted se excusa que por sus
actividades no tiene tiempo, eso denota falta de compresión a ese
respecto. Sólo recuerde que si usted no hace tiempo nunca podrá tener
tiempo, y no logrará comprender, ni elegir, ni cumplir su gran
propósito por el cual el Creador lo puso sobre este planeta.

¿Quién decide si usted está listo o no para comprender y elegir de


manera real y no aparente? Usted mismo. ¿Qué gran indicador
determina ello? EL DESEO. El deseo profundo de obedecer, servir y
cumplir el gran propósito del Creador para usted es el gran signo

158
distintivo que señala verdaderamente si usted está preparado o no para
ello, el deseo lo llevará a buscar a Dios, y si lo hace sinceramente, con
persistencia y de todo corazón, lo encontrará.

“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que
llama, se le abrirá”
(Mateo 7: 8)

Hay personas que por su escasa madurez mental no están listas para
saber ni comprender ciertas verdades. Por lo tanto, sus “elecciones” se
circunscribirán en el nivel de verdad que les corresponde por derecho
de conciencia, y por lo tanto, no llegan muy lejos.

El Poder del elegido del Tetragrámaton afecta este mundo y se extiende


más allá del mismo porque emerge de Dios. Los elegidos no están
destinados a la transitoriedad de la existencia sino que a la eternidad,
se han preparado para ello. Su compresión profunda no se ha
improvisado en manera alguna, sino que todas las respuestas que ha
necesitado saber las ha sabido buscar en la fuente de origen de si
mismo: Dios.

Las fuerzas del amor, la alegría, la fe, la sabiduría, la paz profunda, el


dominio propio, etc., son lujos que el hombre común por carecer de
mérito no posee y obviamente no puede ejercer, solo aparentar que las
tiene.

Si usted quiere lo mejor para si mismo, entonces tendrá que dar


también todo lo mejor de si mismo. La Elección Real exige esfuerzos
reales y no aparentes.

Le deseamos que la luz del Dios eterno lo guíe para que usted resuelva
dentro de si mismo este gran problema y dilema que es la ELECCIÓN:
vivir sin verdadero propósito ni significado existencial trascendente, o,
vivir con significado y propósito existencial en dependencia y armonía
con Dios nuestro amante Creador.

¡La elección es sólo suya!

159
160
Conclusiones
En esta obra hemos hecho mención de un considerable número de
evidencias rigurosamente científicas que contradicen y echan por tierra
totalmente la teoría de la evolución y que evidencian que si hubo una
creación especial llevada a cabo por un Dios Creador. A continuación
enumeraremos las conclusiones más relevantes de esta obra.

1. Podemos afirmar que desde todos los puntos de vista ya sea: físico,
químico, energético, astronómico, biológico, genético, antropológico y
racional, la Teoría de la Evolución es una falacia totalmente
insostenible. No existe ni siquiera una sola evidencia científica que la
respalde. En definitiva, la teoría de la evolución es un sistema de
pensamiento absurdo, falso y totalmente anticientífico. Una teoría en
términos científicos no tiene validez alguna mientras no pueda
probarse, pero el problema con esta teoría es que no sólo no tiene
prueba alguna que la respalde, sino que además, la evidencia científica
la invalida completamente. El hecho es que creer en ella, es del todo
absurdo e irracional.

2. No existe ninguna evidencia científica que respalde la idea de que


las reacciones químicas al azar puedan producir la vida en toda su
amplia variedad de especies y de que puedan producir la trasformación
de una especie en otra. Por un lado, la ley biológica del biogénesis
señala que la vida no proviene de la materia inorgánica sino sólo de
vida preexistente, y por otro lado, las leyes de los aminoácidos, del
ADN y de las mutaciones jamás han podido probar que sea posible que
una especie se transforme en otra.

3. La teoría de la evolución ha fracasado en tres áreas fundamentales.


Primero: en el registro fósil que como ya hemos visto de ninguna
manera la apoya, los supuestos eslabones perdidos jamás se han
encontrado en ninguna especie, muy por el contrario, el registro fósil
respalda la teoría del creacionismo científico; segundo: en lo que
respecta a los genes, ha quedado demostrado que en nuestro planeta
son un poderoso mecanismo estabilizador cuya función principal es
impedir la transformación de una especie de vida a otra, y tercero: en el

161
ámbito de las mutaciones, las mutaciones aleatorias graduales a nivel
molecular nada explican o señalan algo respecto al cambio de una
especie de vida a otra. Las mutaciones jamás han producido un
organismo nuevo y nada nos dicen respecto a la complejidad existente
en las diferentes formas de vida.

4. ¿Por qué cree la gente en la evolución? Quieren creerla por el


aparente prestigio académico e intelectual que supuestamente se le
conferiría al que la acepta como verdad científica. Sin embargo, los que
la han aceptado lo han hecho en base a meras creencias gratuitas, por
parte de todos aquellos que, aparte de resultarles conveniente en
términos socioculturales y académicos el aceptarla, les resulta como
algo muy conveniente, por razones morales, negar la realidad de Dios.
También los que la aceptan, simplemente quieren creerla porque no
quieren ser considerados reaccionarios ante un mundo incrédulo que
se debate entre las tinieblas espirituales.

5. La teoría de la evolución ha envenenado intelectualmente todas las


universidades de Latinoamérica. Esta teoría ha penetrado en el ámbito
científico, en los libros de divulgación científica y en toda el área
académica y lamentablemente ha hecho estragos en el intelecto del ser
humano llevándolos a ser presa del engaño y el error, y propiciado
además que el razonamiento superficial y la credulidad proliferen.

6. La teoría de la evolución al declarar que el hombre es el producto de


la evolución es en el fondo una DOCTRINA SATÁNICA, al declarar que
no venimos de un Creador y que no somos una criatura caída. ¿Cuál es
el propósito de Satanás al seducir al ser humano a través de esta teoría
y afirmar que no venimos de un Creador? Precisamente que el ser
humano se desconecte de su raíz de origen y la fuente de todo bien que
es Dios. Satanás a través de la teoría de la evolución ha hecho creer que
el ser humano ha ido de menos a más, pasando por alto los hechos
naturales que indican lo contrario (la ley de la entropía). Por lo tanto, el
aceptar el pensamiento evolucionista ello implica que el hombre está
elevándose y progresando naturalmente y que no necesita ser
levantado, ya que sería una criatura independiente que puede salvarse
a si misma. Y esta es precisamente la filosofía humanista siendo el
primer precursor de este sistema de pensamiento, Satanás mismo. Sin
embargo, esto contradice las palabras del Mesías quien dijo:
“separados de mi nada podéis hacer”.

162
7. Si el hombre es producto de la evolución, entonces esta teoría falaz
nos lleva al materialismo y al ateísmo irracional de concebir la locura
mental de una creación sin un Creador. De hecho, el ateismo es una
filosofía insostenible racionalmente.

8. La teoría de la evolución se basa en lo que las propias Escrituras


llaman como la “fe ciega” del ignorante que utiliza como estandarte una
mera creencia dogmática apoyada en la nada.

9. Todas las pruebas apuntan hacia una CREACIÓN especial no hacia


la evolución. Todas las evidencias apuntan sólida e
incuestionablemente a que el universo y todos los elementos
existenciales que lo constituyen fueron creados por un Creador
inteligente y amoroso que se preocupa por su creación. La grandeza y
magnificencia del universo, el orden, el diseño, la creación de la vida en
nuestro planeta, las leyes que rigen el universo y nuestro mundo, las
leyes físicas, químicas, biológicas, genéticas, etc., etc., todo señala hacia
un Dios Creador. Negar esto es inexcusable y el que lo haga debe
necesariamente ser considerado un necio (Salmos 14: 1; 53: 1). La fe
ciega es la base de la ignorancia y conduce al ateísmo y a la esclavitud
mental. En cambio la fe verdadera esta fundamentada en un
conocimiento seguro emanado del Supremo Creador que lleva a una
verdadera libertad y expansión mental.

10. Las propias Sagradas Escrituras demuestran ser, por muchas


razones entre ellas, según lo señalado en esta obra, razones de
carácter científico, la Palabra de un Dios Creador que afirma que si
hubo creación. La evidencia científica ha respaldado una y otra vez que
la Palabra de Dios (la Biblia) tenía razón. No existe ninguna evidencia
científica que la desmienta, por lo tanto, las Sagradas Escrituras se
levantan como un testimonio fiel y verdadero respecto a lo que dice y al
mismo tiempo como una fortaleza inexpugnable e inconmovible que
ninguna opinión humana gratuita ha logrado derribar jamás.

11. La opinión de reconocidos y destacados pensadores y hombres de


ciencia, ciertamente no demuestran que haya habido creación, pero si
respaldan la idea de que un Dios Creador necesariamente llevó a cabo
la creación del universo y por supuesto de nuestro mundo, y no es
como muchos creen, una seguridad y convicción nacida en mentes
limitadas o de escasa inteligencia, sino una idea sólida que está

163
amparada absolutamente por la razón, la lógica, la comprensión
profunda, y por cierto, la ciencia.

12. la teoría de la evolución es realmente la antítesis de la creación


revelada en las Sagradas Escrituras y respaldada por el conocimiento
científico. Si realmente el ser humano es descendiente de criaturas
simiescas, si realmente no hay creación y todo no es más que un
accidente cosmológico y planetario aleatorio, y no hay propósito para la
existencia del ser humano y para la vida, si en realidad todo es una
mera combinación físico-química que genera nuestros más elevados
pensamientos y nuestros más nobles sentimientos, entonces realmente
podemos decir parafraseando a la Escritura: “Comamos y bebamos,
porque mañana moriremos” (Isaías 22. 13; 1º Corintios 15: 32). Es
decir, saquemos el máximo provecho egoísta a este mundo material
porque después de esta vida física no hay otra. Sin embargo, la realidad
es muy diferente, el hombre no evoluciono sino que fue creado sobre la
Tierra con un propósito. Este mundo material y transitorio es sólo un
campo de preparación para poder finalmente dar un salto cuántico
hacia un mundo espiritual y eterno. Este mundo es un campo de
entrenamiento para desarrollar un carácter y una mente espiritual. Por
eso la Escritura a través del Mesías exhorta a preocuparse de lo
espiritual por encima de todo lo físico y material:

“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y


perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
(Mateo 16: 26; Marcos 8: 36)

13. La creación misma es la evidencia de que hay un Dios Creador. Las


Sagradas Escrituras nos dicen claramente que la maravillosa creación
en cuanto a su tamaño, leyes, orden, diseño y belleza extraordinaria, no
puede ser el fruto del mero azar a través de una serie de accidentes,
sino que es la obra de un Dios Creador inteligente, sabio, todopoderoso
y eterno. No en vano las Escrituras nos dicen:

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento


anuncia la obra de sus manos”
(Salmos 19: 1)

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen


claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas

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por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”
(Romanos 1: 20)

Al observar y estudiar la grandiosa y majestuosa creación que nos


rodea y de la cual formamos parte, no hay excusa alguna para excluir a
Dios como el originador y sustentador de la misma, de lo contrario la
Escritura afirma con total autoridad que sólo un necio podría negar a
Dios (Salmos 14: 1; 53: 1). Muy por el contrario, deberíamos exclamar
como el apóstol Pablo (Shaúl):

“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de


Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”
(Romanos 11: 33)

14. En base a todos los puntos precedentes queda en evidencia que hay
un Dios que gobierna soberanamente su Creación. Esto para el ser
humano involucra la necesaria búsqueda del Creador. El Creador ha
dejado claramente establecida su voluntad para el hombre a través de
su Palabra: las Sagradas Escrituras. Todo ser humano tiene el deber
ineludible de estudiar esa sagrada revelación y actuar en consecuencia
y armonía con ella. Eso lo llevará necesariamente a tomar la decisión
más importante de su vida. Pero esta decisión en última instancia se
verá condicionada por varios factores que debe considerar y evaluar
consciente y seriamente y hacer el esfuerzo necesario que ello implica.
Se avecinan cambios muy grandes en nuestro mundo que están a las
puertas. Es deber de todo hombre preocuparse por su vida espiritual
tanto o más que su propia vida física. El destino final del hombre se
determinará en relación a que tan bien pudo dirigir y elevar su poder
de elección.

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TETRAGRAMATON
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Título original: LOS ORÍGENES ¿Evolución o Creación?
Copyright © 2012 Ewald Libis W. Reservados todos los derechos
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