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INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N° 2- CHOS MALAL

PROFESORADO DE LENGUA Y LITERATURA


ESTUDIOS LITERARIOS II

EL PSICOANÁLISIS EN “EL TÚNEL” DE ERNESTO SÁBATO.

Introducción

El siguiente ensayo tiene por finalidad el análisis del libro “El túnel” de Ernesto Sábato
desde una perspectiva psicoanalítica.
La obra nos muestra la evolución del personaje de Castel, en un proceso complejo que
refleja la lucha interna entre la razón y la emoción.
Es, en resumen, una exploración de los mecanismos psicológicos que llevan a un individuo
a cometer un crimen pasional.

Sinopsis:

El inicio de la obra nos presenta a Juan Pablo Castel, un artista plástico muy conocido que
se presenta a sí mismo de la siguiente manera:

“...Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María lribarne; supongo
que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones
sobre mi persona…” Pág. 63.

Castel es un hombre solitario, podría decirse algo misántropo, desconfiado, narcisista y


neurótico, que en una de sus muestras de arte ve a esta mujer, parada frente a su cuadro
“Maternidad”, absorta en un detalle de la pintura que el resto de los concurrentes pasa por
alto. Este simple pero trascendental momento lo lleva a obsesionarse con la mujer y a
buscarla hasta dar con ella.
La mujer, María Iribarne, es misteriosa, introvertida y callada.
Cuando se encuentran, entablan una relación. Sin embargo, ésta se caracteriza por la
incomunicación y la desconfianza. Castel percibe a María como una mujer misteriosa e
inaccesible, y su obsesión por ella va en aumento. Así, los sentimientos de Castel se van
degenerando del amor más puro al odio más violento.
Comienza entonces, para el protagonista y narrador, el descenso por el túnel que tantas
veces mencionará a lo largo de la obra.
La novela explora temas como el amor, la desconfianza, la obsesión y la violencia. A través
de la historia de Castel, Sábato nos ofrece una visión pesimista de la condición humana, en
la que el amor puede convertirse en una fuerza destructiva.
Evolución de Juan Pablo Castel en El túnel de Ernesto Sábato:

Al principio de la novela, Castel es un hombre solitario y aislado, que se refugia en su arte


para escapar de la realidad. Es un artista talentoso, pero también es un hombre muy
vulnerable, que se siente incomprendido por los demás.
El encuentro con María Iribarne, la mujer que Castel cree que es su alma gemela, marca un
punto de inflexión en su vida. Castel se obsesiona con María, y su obsesión lo lleva por un
camino de violencia y destrucción.
A medida que la relación entre Castel y María se desarrolla, Castel se vuelve cada vez más
celoso y posesivo. Comienza a ver a María como un objeto que le pertenece, y se niega a
aceptar los silencios y las respuestas esquivas de María.
La incapacidad de Castel para aceptarla como es, y su necesidad de controlarla, son la raíz
de su violencia. Cuando Castel descubre que María está casada con Allende, su rival, se
siente traicionado y furioso.
El punto culmine de su desquicio llega una tarde en que la está esperando para hablar
después de uno de sus tantos desplantes de celos y locura. Luego de una profunda
introspección que comienza con odio hacia María que se va transformando en amor tras
considerar y aceptar que es un ser independiente y que puede tener una vida con ella
incluso en las precarias condiciones (a su parecer) que ésta le ofrecía.
El asesinato de María es el momento final de la evolución de Castel. Es un acto de violencia
que refleja su profunda falta de amor propio y su incapacidad para aceptar la realidad.
La psicología subyacente de Castel se refleja en su desarrollo a lo largo de la obra de varias
maneras:
- En primer lugar, Castel es un hombre que sufre de un profundo sentimiento de
soledad y aislamiento. Este sentimiento se ve reflejado en su necesidad de
encontrar a alguien que lo entienda, alguien que sea su "otro yo".
- En segundo lugar, Castel es un hombre muy celoso y posesivo. Este rasgo se ve
reflejado en su obsesión con María.
- En tercer lugar, Castel es un hombre con una profunda necesidad de control. Este
rasgo se ve reflejado en su intento de controlar a María, y posterior asesinato
cuando ella decide no presentarse a su reunión y en su lugar prefiere irse con
Hunter.
El personaje de Juan Pablo Castel es un retrato complejo y perturbador de la naturaleza
humana.

Análisis de la obra desde la perspectiva freudiana:

Freud nos habla de una estructura mental dividida en tres, éstas son el “ello”, el “yo” y el
“superyó”, donde el "Ello", que representa los impulsos y deseos básicos y no civilizados; el
"Yo", que es la parte consciente y racional de la mente; y el "Superyó", que representa la
moral y las normas internalizadas.
En el inicio de la novela, Juan Pablo Castel muestra características del "Ello" freudiano. Es
impulsivo, obsesivo y dominado por sus impulsos y deseos. El “yo” de Castel se presenta en
los momentos en que vuelve a la conciencia después de haber tenido algún exabrupto con
María y siente tristeza, vergüenza y culpa. Por último, el “superyó” no se presenta en gran
medida pero si se puede notar subyacente e implícito, de los pocos ejemplos podemos
tomar la anécdota del ex pianista en el campo de concentración:

“...Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. Bastaría un


hecho para probarlo, en todo caso: en un campo de concentración un ex pianista se quejó
de hambre y entonces lo obligaron a comerse una rata, pero viva…” Pág. 64
Podemos encontrar varios fragmentos de la novela donde claramente aflora el inconsciente
del protagonista:

“...¿Qué era, verdaderamente? Nunca, hasta ese momento, me había puesto a pensar en
este problema; ahora me daba cuenta hasta qué punto había pintado la escena de la
ventana como un sonámbulo…” Pág. 88.

El inconsciente, según Freud, alberga pensamientos y deseos reprimidos que no son


conscientes. Opera de manera diferente a la mente consciente, no sigue las mismas reglas
lógicas y opera bajo el principio del placer.
Otro aspecto freudiano en el análisis de la psiquis de Castel puede verse en la represión de
éste para con sus emociones. Esto se refleja en su incapacidad para confrontar su obsesión
y sus celos, lo que finalmente lo lleva al desastre.
La represión es un mecanismo de defensa psicológica que consiste en mantener
pensamientos, deseos o recuerdos inaceptables en el inconsciente para evitar la ansiedad.
Freud argumentó que la represión era una característica central en la psicología humana.

La relación de Castel con María se puede interpretar desde el complejo de Edipo de Freud.
Éste se refiere a los sentimientos de un niño hacia sus padres. En particular, se centra en el
deseo sexual del niño hacia el padre del sexo opuesto y los sentimientos de rivalidad hacia
el padre del mismo sexo.
Castel siente una fuerte atracción hacia María, pero también experimenta celos y
desconfianza hacia su pareja, Allende. Este conflicto edípico se manifiesta en su
comportamiento posesivo y en su búsqueda obsesiva de la exclusividad en la relación.

Los tipos psicológicos de Jung.

Carl Jung nos habla de que todos los seres humanos somos introvertidos y extravertidos1, si
la introversión es la que más influye en la persona, entonces el sujeto está por encima de
todo el centro de todos los intereses, impidiendo con ello la influencia del objeto; en cambio
sí es extravertido, entonces el objeto es el que tiene mayor influencia.
Entendiendo a Castel como el sujeto y a María como el objeto, Castel es entonces del tipo
introvertido, que prefiere estar solo y reflexionar sobre sus propios pensamientos y
sentimientos. Es incapaz de comunicarse de manera efectiva con los demás, y se siente
incómodo en situaciones sociales.
Jung discrimina, además, entre las cuatro funciones psicológicas básicas: el pensamiento,
el sentimiento, la sensación y la intuición. De ello resulta un tipo intelectual, un tipo
sentimental. Un tipo sensorial y un tipo intuitivo.
Castel sería del tipo intuitivo, ya que se basa en su intuición para tomar decisiones. Es
capaz de ver el panorama general y de entender los significados ocultos de las cosas.
El asesinato de María Iribarne es el resultado de la combinación de estas características.
Castel se siente atraído por María, pero también se siente amenazado por ella. Su intuición
le dice que María es una mujer compleja y misteriosa, y que nunca podrá entenderla por

1 Tomando como punto de referencia los dos polos fundamentales del conocimiento y del mundo, el
Sujeto y el Objeto, Jung descubre que existe una tendencia en la que el sujeto se afirma a sí mismo
frente al objeto, y otra tendencia en la que el sujeto se diluye en el objeto dándole prioridad a éste. Es
lo que califica de introversión y extroversión respectivamente. Asensi, 2003.
completo. Su pensamiento racional le lleva a creer que es la única persona que puede
poseerla, y que si no la tiene, nadie más la tendrá. Su juicio le impide ver otras opciones, y
lo lleva a cometer un acto de violencia extrema.

Metáfora psicoanalítica

Por último, El túnel es una metáfora de la mente de Castel. A medida que avanza la historia,
Castel se sumerge cada vez más en su propia psicología, aislándose de la realidad exterior.
Su "túnel" representa su creciente alienación y su inmersión en su mundo interior.

El psicoanálisis freudiano y la literatura

Freud plantea que la literatura es un fenómeno de sublimación, similar a los sueños.


La relación entre el psicoanálisis y la literatura es estrecha y compleja. La teoría
psicoanalítica, incluyendo el complejo de Edipo, se basa en elementos dramáticos y
narrativos presentes en la literatura y el mito. La literatura se convierte en una herramienta
que ilustra y fundamenta las teorías psicoanalíticas. La relación es bidireccional, ya que el
psicoanálisis influye en la forma en que se comprenden los géneros dramáticos y literarios
y, a su vez, la literatura proporciona la estructura narrativa en la que se basa la psicología
humana.
Desde la perspectiva del psicoanálisis, la literatura no es simplemente una forma artística o
una fantasía; es un sujeto epistemológico que comunica verdades sobre la psicología
humana. Los teóricos psicoanalíticos consideran que la literatura puede proporcionar una
representación auténtica de la realidad psíquica y emocional.

“...Los instintos insatisfechos son las fuerzas impulsoras de las fantasías y, también, de la
literatura y el arte en general…” Pág. 540.

Ansaldi nos dice que el psicoanálisis se interesa especialmente por la relación entre el texto
y su autor. Basándose en las teorías de Freud, nos habla de la presión que el material
psíquico inconsciente ejerce para salir a través de lo que Freud llama “disfraz”, por lo que se
puede deducir que al igual que los sueños, la literatura “es una realización disfrazada de
deseos reprimidos”.
Freud afirmaba que Dostoievski tenía un instinto reprimido de animadversión hacia el padre,
basándose en el análisis de escenas clave de Los hermanos Karamazov. Sábato, en El
túnel, hace una referencia a ese mismo libro. Se podría inferir entonces, al ubicar a Sábato
en la misma línea de sublimación y transfiguración utilizada por Dostoievski, que el autor de
El túnel tenía también un deseo reprimido de animadversión hacia su propio padre. Verdad
imposible de aceptar y de confesar a menos que lo hiciera a través del disfraz que le
significa su narración literaria.
Sin mencionar el resultado de la creación literaria de Sábato como la catarsis que alivia
esas pulsiones intolerables, que son liberadas y temporalmente neutralizadas.
Catarsis que también podrá experimentar el lector si se siente identificado con el autor.

“...Si la creación de un texto literario supone alguna descarga para el creador, igual
sucederá en el caso del lector siempre y cuando éste logre identificarse con y proyectar
sobre la obra sus propias necesidades de una descarga pulsional y sus propios rechazos.
Lo que, además, aporta esa descarga de tensiones tanto en lo referido al autor como al
lector, es placer…” Pág. 542.

Bibliografía:

- Sábato, E. (2009) El túnel. Ediciones Cátedra. Madrid.


- Asensi Pérez, M. (2003) Historia de la teoría de la literatura (el siglo XX hasta los
años setenta) Volumen II. Edición Tirant Lo Blanch. Valencia.

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