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Contaminación Cruzada
Contaminación Cruzada
Las heridas pueden clasificarse de varias formas según diferentes criterios. Aquí te
presento una clasificación común basada en su causa, gravedad y características:
1. Por causa:
Traumáticas: Provocadas por fuerzas externas como cortes, golpes,
abrasiones o quemaduras.
Quirúrgicas: Resultantes de procedimientos médicos como cirugías,
biopsias o cateterismos.
2. Por gravedad:
Heridas simples: Superficiales, afectan solo la piel y se pueden cerrar
con facilidad.
Heridas complejas: Profundas, afectan músculos, tendones, huesos u
órganos internos, requieren atención médica especializada y pueden
necesitar sutura o intervención quirúrgica.
3. Por aspecto y mecanismo de lesión:
Cortantes o incisas: Causadas por objetos afilados, como cuchillos o
vidrios.
Punzantes: Producidas por objetos puntiagudos, como agujas o
clavos.
Contusas: Resultantes de golpes contundentes, como caídas o
impactos.
Abrasionadas o erosiones: Superficiales, causadas por fricción con
una superficie áspera.
Quemaduras: Ocasionadas por agentes térmicos (calor), químicos o
eléctricos.
Laceraciones: Son cortes irregulares causados por objetos romos o
bordes dentados.
Heridas por arma de fuego: Causadas por proyectiles de armas de
fuego.
4. Por localización:
Superficiales: Heridas que afectan solo la piel y la capa más externa
de tejido.
Profundas: Heridas que penetran en tejidos más profundos, como
músculos, tendones o huesos.
Internas: Lesiones que ocurren dentro del cuerpo y no son visibles
externamente, como hematomas internos o lesiones de órganos.
1. Lavado de manos: Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20
segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer, después de
tocar superficies en lugares públicos y después de estornudar, toser o
sonarte la nariz.
2. Uso de desinfectantes: Utiliza desinfectantes de manos a base de alcohol
cuando no puedas lavarte las manos con agua y jabón. Asegúrate de que
contengan al menos un 60% de alcohol.
3. Evitar el contacto cercano: Evita el contacto cercano con personas
enfermas y practica el distanciamiento social, especialmente durante brotes
de enfermedades infecciosas.
4. Cubrirse al toser y estornudar: Cubre tu boca y nariz con un pañuelo
desechable o con la parte interna del codo al toser o estornudar para evitar
la propagación de gotas respiratorias que puedan contener virus o bacterias.
5. Usar mascarillas: En situaciones donde el distanciamiento social no es
posible o durante brotes de enfermedades respiratorias, usa mascarillas
faciales para reducir la propagación de virus.
6. Mantener la limpieza: Limpia y desinfecta regularmente las superficies y
objetos de uso frecuente en el hogar, el trabajo y otros entornos públicos.
7. Vacunación: Mantente al día con las vacunas recomendadas por los
profesionales de la salud para protegerte contra enfermedades infecciosas
prevenibles por vacunación, como la gripe, el sarampión, la hepatitis, entre
otras.
8. Practicar una buena higiene respiratoria: Aparte de cubrirse al toser y
estornudar, evita tocarte la cara con las manos sin lavar y desinfecta
regularmente objetos de uso personal, como teléfonos móviles y teclados
de computadora.