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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PATAGONIA AUSTRAL

UNIDAD ACADEMICA RIO GALLEGOS


Lic. Silvia Mansilla

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INDICE

Maternidad/Paternidad………………………………………………………………………………….. 2

El embarazo…………………………………………………………………………………………………….. 3

Algunas vivencias de la mujer, el hombre y la familia frente a la


maternidad/paternidad………………………………………………………………………….
3

5
Normalidad y conflictos en el embarazo………………………………………………..

Principales temores de la mujer embarazada………………………………………… 6

Desarrollo prenatal………………………………………………………………………………………… 8

El mundo fetal………………………………………………………………………………………. 9

El nacimiento………………………………………………………………………………………………… 10

Vivencias de la madre y el bebé en el parto-nacimiento………………………… 11

El recién nacido …………………………………………………………………………………………….. 12

Los estados del recién nacido……………………………………….................................... 13

- Los reflejos……………………………………………………………… 13

- El sueño/vigilia……………………………………………………… 14

- El llanto………………………………………………………………… 14

- El desarrollo motor…………………………………............................ 15

Bibliografía……………………………………………………………………………………………………… 17

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Los comienzos del desarrollo: gestación, embarazo y


nacimiento.

Maternidad/Paternidad

¿Qué lleva a una mujer/hombre y/o pareja a tener hijos? Hay una necesidad
del ser humano joven de reproducirse, pero no solamente por razones biológicas,
dado que biológicamente estamos aptos para la reproducción desde la pubertad.
Desde el punto de vista emocional y afectivo, se da muy posteriormente la
construcción de un conglomerado emocional, que unido al desarrollo biológico dan
cuenta y respaldo de una verdadera aceptación de un hijo y su crianza. Sin embargo,
la necesidad de un hijo, es realmente una necesidad de características narcisisticas,
en tanto que el hijo es el vector que va a atravesar la propia finitud del adulto y va a
transportar la identidad de éste hacia el futuro, en la persona de ese hijo. Más allá
de lo biológico, lo fundamental son los aspectos psíquicos que ese hijo llevara de
parte de sus padres. Por otro lado, en el hijo recaen las fantasías, oportunidades
perdidas, los ideales no cumplidos de los padres: el hijo se convierte en el
continuador, aunque después no siga los mandatos parentales.
Berry Brazelton y Bertrand Cramer (2011) analizan los deseos de tener hijos
en las mujeres y hombres, que, si bien en ambos es coincidente las necesidades de
carácter narcisistico, señalan algunos aspectos que los diferencian.
El deseo de una mujer de tener un hijo es producto de muchos motivos e
impulsos diferentes. Sería imposible discernir todos y cada uno de los factores que
intervienen en cualquier mujer. Sin embargo, entre los más importantes podemos
mencionar la identificación, los deseos de ser completa y omnipotente y los intentos
de recrear viejos lazos en la nueva relación con el hijo.
Todas las mujeres han experimentado alguna forma de cuidado materno. En
la niñez, al recibir cuidados maternales, es probable que aparezca la fantasía de
convertirse en una persona que cuida, en lugar de ser cuidada. A medida que se
desarrolla, la niña comenzará a asumir las posturas de mujeres cercanas a ella,
aprenderá por imitación como se comportan las madres. De esta forma se identifica
con aquellas cualidades, capacidades y conductas de “ser madre”.
Entre los motivos narcisistas se encuentra el deseo de conservar una imagen
idealizada de una misma persona completa y omnipotente, el deseo de duplicarse o
reflejarse y el deseo de cumplir los propios ideales. El deseo de ser completa es
satisfecho tanto por medio del embarazo como de un hijo; el deseo de completarse
una misma a través de un hijo es más diferenciado: la madre contemplara al hijo
deseado ante todo como una extensión de sí misma.
En la mujer, el deseo de tener un hijo incluye el deseo de un nuevo compañero
para revivir viejas relaciones. Un nuevo hijo nunca es un total desconocido, cada

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futuro bebe es vivido como una posibilidad de revivir vínculos que pueden haber
estado inactivos, reparar viejas separaciones, negar el paso del tiempo y el dolor de
la muerte y la desaparición. Uno de los antiguos vínculos que se intenta reparar en
con la propia madre: el hijo es una oportunidad de reemplazar como de separarse
de ella.
En el deseo de un hombre de tener un hijo, intervienen factores
determinantes similares a los que se mencionaron al referirnos a la mujer, pero
adquieren otras dimensiones. El deseo narcisista de ser omnipotente y completo por
la vía de producir un hijo e identificarse con él es universal, al igual que el deseo de
reproducir la propia imagen de uno. Esta es una de las razones por las cuales los
hombres suelen preferir tener un hijo varón. Para el padre, el hijo varón tiene más
probabilidades que la hija de convertirse en el portador de sus ambiciones
insatisfechas. De este modo, también se aseguran la continuidad de su linaje. En el
hombre, las dudas con respecto a su capacidad de reproducirse y su propia fertilidad
se expresan en su potencia y la capacidad de dejar embarazada a su mujer.
Los padres también necesitan renovar viejas relaciones con personas
importantes de su pasado y esperan que sus hijos les proporcionen este vínculo. Por
ejemplo, en la relación con su propio padre: igualarse a él y a través de la crianza,
hacer las cosas mejores que su propio padre.
Con la llegada de un hijo, tanto las madres como los padres, sienten el
cumplimiento de ideales y oportunidades perdidos. Imaginan que el futuro hijo tendrá
éxito en todo aquello en los que ellos fracasaron.

El embarazo

 Algunas vivencias de la mujer, el hombre y la familia frente a la


maternidad/paternidad

El embarazo es un fenómeno normal en la vida de los seres humanos, pero cobra


diferentes características según las culturas. Además, cada mujer, cada pareja vive
de manera distinta esta etapa. En ella inciden diferentes factores:
 La historia individual de la mujer y del padre: sus propios ciclos vitales
 La historia de la pareja
 La situación particular por la que cada uno y la pareja/familia atraviesan:
momento evolutivo, situación socio-cultural, económica, laboral, etc.
 Expectativas en relación a la llegada de este hijo
 La ubicación de ese hijo en el encadenamiento histórico de su familia.
 Si este embarazo es el primero o hay otros hijos, si es único o múltiple, el sexo
esperado del bebe, etc.
Cuando la llegada de un hijo se anuncia en la familia ocurren una serie de ajustes,
adaptaciones y cambios no solo a nivel físico y biológico en la madre, sino que

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implican todo un repertorio de transformaciones a nivel psicológico y social que
afectan a ambos padres y toda la familia. De este modo, el embarazo pone en juego
la interacción, el intercambio y la redefinición de roles y vínculos familiares. Por
ejemplo, algunas actitudes de la mujer embarazada (repliegue, ensimismamiento)
repercuten en los otros integrantes de la familia. El clima familiar debería favorecer
la elaboración de fantasías desatadas por el embarazo. Pueden aparecer fantasías de
desplazamiento y exclusión, especialmente en los hijos, que necesitan
permanentemente reafirmar la seguridad y la estabilidad de sus padres.
En el ser humano el fenómeno de la maternidad/paternidad excede el hecho
biológico y tiene un significado a nivel social, cultural y psicológico.
Alicia Oiberman (2013) plantea, en un sentido amplio, el concepto de
materialización o maternaje como el conjunto de cuidados prodigados al niño,
dentro de un clima de ternura afectiva, atenta y continuada, que caracteriza el
sentimiento maternal. Es el conjunto de procesos psicoafectivos que se desarrollan
e integran a la mujer en ocasión de su maternidad, y que por lo tanto es un fenómeno
psicobiologico.
Entendido como proceso psicoafectivo, la materialización se desarrolla al
producirse la primera maternidad. Pero a veces no se da así, no porque haya una
maternidad se va a dar un proceso de materialización.
La maternidad como crisis vital y evolutiva, reactiva conflictos del pasado y potencia
las problemáticas presentes, sobre todo en las relaciones con los vínculos con los
otros.
Para Erikson (Citado por Oiberman), el maternaje representa en la madre una crisis
de identidad y de la personalidad, comparándola con la adolescencia, se encuentran
puntos en común entre ambas crisis vitales:

 Una transformación corporal y hormonal


 Un cambio de status social
 Importantes fluctuaciones pulsionales
 Reactivación de conflictos infantiles, en especial aquellos que se relacionan
con las primeras etapas
 La disolución y reconstrucción de identificaciones precoces, en particular la
identificación con su propia madre
 La transformación de la imagen corporal en dos momentos: primero al
producirse el embarazo y luego, después del nacimiento del hijo.
 La transformación del sentimiento de identidad personal
 Los sistemas defensivos que anteriormente estaban organizados, están a
veces fragmentados o violentamente reforzados

En síntesis, en la mujer encontramos:


- Un suceso que modifica no solo su cuerpo, sino también su psiquismo y su
modo de relacionarse con los demás. La confirmación del embarazo

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desencadena modificaciones en todos los ámbitos de la persona: físico,
psíquico y social.
- Hay gran movilización afectiva que gira alrededor de fantasías, sentimientos
y emociones, la mayoría de las veces inconscientes.
- Es un momento de cambio en el que se imbrican el presente y el pasado, la
madre y la hija, la mujer y el varón. De modo que los conflictos que la mujer
ha vivido desde su concepción se reactualizan con el embarazo.
- Algunos síntomas pueden ser interpretados como una manera de defenderse
de las fantasías reprimidas que fueron despertadas con el embarazo.

Tomando en consideración al hombre, la paternidad es un proceso complementario


a la maternidad. La palabra “padre” proviene del latín “pater”, y significa “varón o
macho que ha engendrado”. Desde este punto de vista de la biológico, el papel del
macho es propagar la especie. Pero la conducta humana excede dicha función: la
paternidad no es solamente un logro biológico, sino que supera la función de
procreación, para modificarse de acuerdo a las condiciones históricas, culturales y
sociales.
De este modo, la paternidad puede ser definida como el proceso psicoafectivo por el
cual un hombre realiza una serie de actividades en lo concerniente a concebir,
proteger, aprovisionar y criar a cada uno de sus hijos.
En la actualidad, el padre acompaña a su mujer en el embarazo, esperando junto a
ella la llegada del hijo. Si bien la participación del padre es cada vez mayor, vive el
embarazo como un “espectador”, en tanto que su relación con el hijo en gestación
está mediatizada por la madre. Debido a esto presenta numerosas temores y
ansiedades que podemos resumirlas en los siguientes aspectos:
a) Temores referidos a la integridad del hijo y su estado dentro del vientre.
b) Ansiedades referidas al estado de salud físico de su esposa, lo que lo lleva a
tener actitudes de:
 Sobreprotección.
 Vive pendiente y dependiente de su mujer.
c) Ansiedades referidas a su rol frente al parto. Estas ansiedades se presentan
fundamentalmente por desconocimiento del proceso. Surge la pregunta ¿Qué
hacer?
d) Dudas frente a la capacidad del médico y/o la institución.
e) Ansiedades frente a su desempeño como padre y esposo luego del parto.
f) Dudas y temores a repetir situaciones infantiles
g) Preocupaciones frente a la situación económica y el futuro.

 Normalidad y conflictos en el embarazo

Dijimos anteriormente que el embarazo es un fenómeno normal de la vida del ser


humano, pero cobra diferentes características. Por otro lado, se presenta de manera
distinta en cada pareja, en cada mujer y en cada hijo.

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¿A qué se deben estas diferencias?
Cuando una mujer busca embarazarse consciente o inconscientemente, posee dos
grupos de potencialidades psicológicos de referencia:
1. El resultante de la relación con su madre, “imago materna internalizada” y de
su padre, “imago paterna internalizada”, con los elementos identificatorios
de sus funciones maternales y paternales.
2. Los elementos que el condicionamiento sociocultural le ha brindado: forma
en que cada sociedad vive la sexualidad, la genitalidad, el rol materno, etc.
Cualquier alteración o información deformada en alguno de estas dos
potencialidades producirá los “conflictos con la maternidad”.
Los síntomas nos señalan el significado del hijo para la mujer y la pareja, constituyen
una señal que indica que la mujer necesita comprensión, entendimiento y ayuda en
este momento.
Para entender tanto las reacciones normales como las patológicas que presenta un
adulto frente al embarazo, debemos remontarnos a sus orígenes infantiles. Por lo
tanto, los síntomas del embarazo son la expresión o la señal de cómo la mujer/pareja
vive el embarazo y aparecen frente a la reactualización inconsciente de conflictos
infantiles. Toda la problemática que la mujer ha vivido en su infancia se reactiva en
los nueve meses de embarazo.
Podemos considerar al embarazo como una situación psicosomática de cambio, en
la que cuerpo y psiquismo se imbrican de tal manera dando origen a fenómenos muy
difícil de separar. Los síntomas pueden ser físicos o psicológicos, entre los primeros
encontramos aquellos que corresponden con todas las zonas erógenas de la
evolución psicosexual: vómitos o antojos, anorexia o voracidad, constipación o
diarrea, problemas con la genitalidad. Dentro de los síntomas psicológicos
encontramos los miedos, ansiedades, fobias, temores, etc.

Principales temores de la mujer embarazada

Los temores que posee la embarazada son de dos clases:


 Los comunes: se dan en todas las embarazadas.
 Los personales y específicos de cada mujer, pareja, según la situación
personal.

Entre los temores más comunes encontramos:


Temor a perder el atractivo físico: la mujer embarazada enfrenta un gran cambio
corporal para lo que no está preparada ni ella ni su pareja. Frente a esto podemos
reconocer dos tipos de reacciones ante los cambios:
 Mujeres angustiadas porque imaginan que no volverán a ser como antes, que su
marido no la querrá más.
 Mujeres que abandonan totalmente el cuidado de su cuerpo, descuidando la
dieta.

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Es necesaria la toma de conciencia de los cambios corporales para ir incorporando
los aspectos inconscientes del hecho de ser madre. Este proceso entraña dos
aspectos:
1. El logro de la maternidad.
2. la pérdida del cuerpo adolescente
Temor a tener un hijo anormal: este temor se expresa más frecuentemente en las
primerizas porque no han tenido la experiencia de su capacidad para engendrar
hijos normales.
Frente a este temor, debemos considerar la influencia que la mala educación sexual
ejerce sobre el desarrollo de la personalidad de la mujer. La descalificación de los
procesos corporales normales y el silencio ante las dudas enfrentan a la mujer a
revivir con el hijo las fantasías sobre esto.
Temor a no poder amamantar: toda mujer sabe que amamantar no solo implica
dar alimento sino fundamentalmente dar amor, confianza y seguridad. El temor de
no poder amamantar se relaciona, por un lado, con la angustia por las exigencias de
la vida moderna que se le imponen a la mujer: las exigencias laborales, la atención
de la casa y la familia, el cuidado y atención permanente de los otros hijos, si los hay,
que inciden en la forma en que la mujer se dispone a este acto. Todo depende de la
sana redistribución del tiempo, de la energía disponible paras muchas tareas: la
maternidad, la casa, el trabajo, las relaciones sociales, etc.
Por otro lado, también está condicionado por lo que la mujer recibió de su `propia
madre: tendencias a repetir experiencias o intentar reparar.
Temor a morir en el parto: El parto es un momento crucial para todo individuo
donde se pone en juego la capacidad de vivir o morir: se reviven angustias y
depresiones que se vivieron en el propio parto. Las primerizas por lo general no
tienen este temor sí las multíparas, por no querer dejar solos a sus otros hijos.
Miedo a la muerte del hijo: En un temor o miedo común y se relaciona con aspectos
inconscientes que tienen que ver con la relación o conflictos no resueltos con la
propia madre.
Temor a sufrir mucho dolor en el parto: De generación en generación se va
transmitiendo el “miedo al dolor” y cada versión es más exagerada en su
dramatismo. Fundamentalmente teme al dolor del desprendimiento del hijo, a la
separación de este con quien vivió simbióticamente nueve meses.
Temor a no desempeñarse bien como madre: La mujer duda de su capacidad de
ser madre, necesita de otras figuras femeninas- maternales que le permitan
modificar estos temores.
El puerperio es un momento muy importante para la mujer, ella pone en juego todas
sus capacidades de madre, produciendo una tendencia a la depresión, causada
fundamentalmente por este temor.
Temor a la separación del hijo después del parto: El temor a la separación física
de su bebé es uno de los miedos más grandes. Todas estas son actitudes de
sobreprotección, y que muchas veces ocultan a nivel inconsciente y reprimidos

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conflictos no resueltos en el deseo de este y que expresan el nivel de la
independencia interna respecto de sus propios padres, en especial la madre.

Desarrollo prenatal
Cuando ovulo es fecundado por el espermatozoide, se forma la primera célula
denominada huevo o cigoto que contiene la información genética necesaria para el
desarrollo del bebé humano. El desarrollo prenatal dentro del vientre materno dura
desde la concepción hasta el nacimiento entre las semanas 38 y 40 (9 meses).
Durante los 9 meses de vida intrauterina se pueden distinguir tres fases o periodos
en el crecimiento y la maduración del nuevo ser. Ellos son (Faas, 2017):

- Periodo germinal: Este periodo comienza con la fecundación y termina con


la implantación del huevo aproximadamente a los catorce días.
Paulatinamente el huevo se divide, complejiza, atraviesa la trompa de Falopio
e implanta en la pared del útero. A los dos días de la fertilización, el huevo o
cigoto se divide rápidamente, lo que se denomina mitosis. Este periodo de
división celular implica el más rápido crecimiento en todo el ciclo humano.
El viaje del ovulo fecundado al útero dura aproximadamente tres días, al
llegar su forma a cambiado a una esfera llena de líquido llamada blastocito
que se implantara en la pared del útero. En uno o dos días más, y gracias al
proceso de diferenciación celular las paredes del blastocito se engrosan y se
desarrolla el embrión.
- Periodo embrionario: Va desde los catorce días hasta las ocho semanas de
gestación. En este período los principales órganos y sistemas corporales se
desarrollan. Es un momento de la gestación sensible a las influencias
externas, agentes tóxicos o infecciosos. Anormalidades en este período
pueden producir abortos espontáneos.
- Periodo fetal: Va de la octava semana hasta el momento del parto. El feto
aumenta sustancialmente de tamaño y se complejizan sus órganos y sistemas
corporales. La mayor parte de la masa se adquiere en el tercer trimestre. Este
crecimiento se acompaña de cambios drásticos en las proporciones, sobre
todo en la relación de la cabeza con el resto del cuerpo, principalmente en los
cuatro primeros meses normalizándose gradualmente del quinto al noveno
mes. En este periodo comienzan los movimientos fetales: el feto se va
tornando más activo exhibiendo conductas reflejas, movimientos de rotación
y flexión. Cuando comienza el último trimestre manifiesta habilidades de
procesamiento de estímulos de diversas modalidades sensoriales.

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El mundo fetal

Los nueve meses que el hijo permanece dentro del vientre materno proporciona las
capacidades necesarias para hacer frente al desarrollo extra uterino. El útero se
constituye en el ambiente primordial para el desarrollo prenatal.

El mundo fetal se caracteriza por la casi total ausencia de tensión y por la casi
inmediata satisfacción de cualquier necesidad. El cordón umbilical provee
incondicionalmente los medios necesarios para satisfacer la tensión, por lo cual la
frustración es mínima. El feto se encuentra en una situación de máxima dependencia
y de máxima seguridad. A esta satisfacción inmediata y seguridad extrema, le
sumamos un ambiente con temperatura constante y un lugar que garantiza el
sostenimiento en el espacio.

De este modo, podemos sintetizar las características del mundo fetal:

 Ausencia de relación directa con el mundo externo y sus objetos.


 Falta de actividad de los mecanismos de adaptación al mundo externo.
 Bajo nivel de tensión y desequilibrio: satisfacción inmediata de la tensión.
 Situación de máxima dependencia y de máxima seguridad. Mínima
frustración.
 Relación de intimidad mamá-bebé: unión por el contacto corporal, dos
cuerpos que se tocan permanentemente.
 La fuente más importante de estimulación son el tacto, la presión y el
movimiento. La piel fetal se baña del líquido materno y al ir creciendo el
cuerpo se aprieta contra los tejidos de la madre. Poco a poco el suave saco
uterino envuelve el cuerpo del bebé de manera gradualmente más firme y
estrecha (tacto y presión). La presión variable de la respiración rítmica
pulmonar se acompaña de un suave y regular balanceo ante la marcha
materna (movimiento)
 En el tercer trimestre ya oye y detecta el golpeteo rítmico del corazón
materno, lo cual queda registrado e inscripto como la principal señal sonora
intrauterina: el ritmo cardíaco es el modo básico de comunicación
intrauterina.
 Las primeras vinculaciones íntimas madre-feto son:

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- Flotar en su líquido tibio
- Permanecer acunado
- Balancearse
- Escucha el ritmo del corazón
El nacimiento
El parto es un proceso expulsivo que comienza mediante contracciones uterinas
graduales y progresivas, las cuales hacen descender al feto maduro. El nacimiento
ocurre cuando el bebé es expulsado o extraído del útero.

Este proceso se ve facilitado o dificultado por diversos factores, tales como:

 Anatómicos: tamaño y conformación anatómica de la madre y del bebe.


 Fisiológicos: elasticidad de los músculos uterinos de la madre, posición del
feto en el canal de parto.
 Psicológicos: temores y fantasías maternas en relación al parto y al hijo,
información que la madre posea sobre el mismo.
 Ambientales: lugar donde se realiza, prácticas médicas y métodos
farmacológicos.

En el parto, la madre como el hijo trabajan juntos y se desarrolla en tres momentos:

1. Período de dilatación: comienzan cuando las contracciones uterinas se


suceden cada 3 a 5 minutos, con una duración de 40 segundos. Las
contracciones producen el borramiento y la dilatación del cuello del útero.
Este período tiene una duración promedio de entre 4 y 8 horas y termina
cuando la dilatación se completa alcanzando los 10 cm.
2. Período expulsivo: es el paso del niño a través del canal de parto, desde el
útero hasta el exterior gracias a las contracciones uterinas y abdominales
(pujos). Esta etapa termina con la salida del feto.
3. Período de alumbramiento o expulsión de la placenta: comienza con la
expulsión de la placenta, el cordón y las membranas y esto lleva de 5 a 30
minutos. Se suele distinguir de este período el Puerperio inmediato, las 2
horas posteriores al alumbramiento que necesita la madre y el bebe para una
recuperación inmediata, en este período ambos deben estar estrechamente
vigilados.

A estos tres momentos, podemos sumarles un cuarto período: las dos horas
posteriores al alumbramiento que la madre necesita para recuperarse con el
monitoreo de los procedimientos médicos necesarios.

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Vivencias de la madre y el bebé en el parto-nacimiento

El parto es una situación crítica tanto para la madre como para el bebé recién
nacido. El siguiente cuadro sintetiza las vivencias de madre- hijo en momento de
crisis vital:

MADRE BEBE
Experiencia de separación y dolor El parto tiene una importancia
tanto físico como psíquico. fundamental tanto en la salud
Se modifica el orden de filiación: física como psíquica del bebe. Por
se abandona el lugar de hija para ej., anorexia perinatal, uso de
convertirse en madre. fórceps, etc.
Sentimiento de alteridad: el hijo Es un momento crítico en que
está fuera del vientre y frente a la abruptamente se lo separa de su
sociedad, esto implica el órgano nutricio y respiratorio
reconocimiento del bebe como (placenta).
sujeto y diferente del bebe que Debe hacerse cargo de un
soñaba e imaginaba. cúmulo de funciones que hasta
Se hiere el sentimiento narcisista ese momento cumplía la madre:
materno, en tanto el hijo, tal vez oxigenar su sangre con sus
no se convierta en el redentor de propios pulmones y nutrirse a
sus esperanzas perdidas, sino que través de su propio tubo
alguien que desde la expresión digestivo.
de sus necesidades demanda Abrupto pasaje de un medio a
atención inmediata. otro: del mundo uterino al
mundo externo.

Inmediatamente después del parto, el recién nacido debe hacerse cargo de un cumulo
de funciones que hasta ese momento cumplía su madre. Este pasaje del mundo uterino
al mundo externo es vivenciado abruptamente por el nuevo ser. (Griffa y Moreno, 2001)

Mundo uterino Mundo externo


 Medio liquido  Medio aéreo: entorno físico
nuevo

 Temperatura estable  Temperatura oscilante


 Protegido y amortiguado  Un ambiente que es
por la placenta y el saco cambiante y con
amniótico y una barrera multiplicidad de estímulos
múltiple frente a los (sonidos, voces, luces, etc.)
estímulos.

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 Satisfacción casi inmediata  Debe hacerse cargo de


de sus necesidades. numerosas funciones
vitales: respirar, incorporar
y digerir alimentos, eliminar
desechos, oxigenar sus
pulmones.

El recién nacido
El recién nacido viene al mundo provisto de características físicas particulares y un
repertorio de funciones y capacidades que le permiten adaptarse al mundo. Sus
capacidades pueden agruparse en tres sistemas bien definidos: para recibir
información, para transmitir información y para actuar.

El sistema para recibir información incluye todas las capacidades sensoriales que
contribuyen a la percepción del entorno: vista, oído, olfato, tacto y gusto. Si bien
estos sistemas están medianamente preparados al nacer irán evolucionando y
madurando a medida que el bebé se desarrolla e interactúa.

El sistema para transmitir información involucra las conductas seleccionadas que


son útiles para la supervivencia. Por ejemplo, el llanto, las expresiones faciales,
movimientos del rostro y del cuerpo, aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio.
A través de estas conductas el recién nacido informa sobre sus estados.

Por último, el sistema para actuar involucra los reflejos innatos en respuesta a
estímulos del ambiente, pero que poco a poco se van convirtiendo en conductas
aprendidas moduladas por la experiencia.

Si bien, se planteó anteriormente que, al nacer, el bebé cuenta con sistemas,


funciones y capacidades para sobrevivir, podemos considerar que es “prematuro”
en el sentido de que durante los primeros años de vida necesita la presencia estable,
permanente y aseguradora de una persona adulta que promueva su despliegue
subjetivo y su desarrollo. El neonato es indefenso y depende absolutamente del
entorno para sobrevivir.

En ese en entorno, la madre o el adulto significativo responsable de su crianza


continúa siendo la mediatizadora en su relación con el mundo y de ella depende que
este se presente como confiable, ordenado y bueno o caótico, confuso y peligroso.
En ese primer vinculo que establece con la madre o sustituto materno se la
alimentación tiene un carácter fundamental en su contacto e intercambio con la
realidad externa y su organización interna.

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Los estados del recién nacido y sus capacidades

o Los reflejos.

Los reflejos son conductas innatas e involuntarias que ocurren en respuesta a


diferentes estimulos, que pueden ser internos o externos. La estimulación envía
mensajes sensoriales que llegan al cerebro y ahí se emite la orden motora de manera
automática.
Se considera que es un movimiento automático, involuntario, una respuesta
inmediata y estereotipada que fundamenta la construcción del movimiento y la
regulación del tono muscular. Ejemplos de conductas reflejas son: el sobresalto
frente a un ruido fuerte, el parpadeo ante una luz brillante, la succion frente el roce
en los labios del bebe, etc.
La gran mayoría de los reflejos neonatales tienen un origen fetal y desaparecen
durante los primeros meses, cuando comienzan a aparecer formas mas maduras de
comportamientos aprendidos, pero son fundamentales en la preparación para
actividades posteriores. La marcha, la motricidad, primero gruesa y después fina,
tienen un sustrato neurológico primitivo a partir del cual se dan los procesos de
regulación y maduración que potenciaran el desarrollo de esas conductas.
Los reflejos del neonato pueden clasificarse en tres grupos:

- Reflejos primitivos: succion, búsqueda y Moro


- Reflejos posturales: el de paracaídas, el movimiento de xtender
los brazos cuando se inclina el bebe hacia abajo.
- Reflejos locomotores: los que simulan la marcha y natación.

Cuadro. Principales reflejos en el bebé (Faas. 2017-Pag. 140)

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o El sueño/vigilia.

El recién nacido, por lo general duerme la mayor parte del dia, permanece escasas
horas en estado de vigilia y otro tiempo transcurre adormecido. De manera
progresiva se van equilibrando las horas de sueño y de vigilia y recién a partir de los
seis meses ambos estados quedan equilibrados. Sin embargo, el dormir no es un
proceso pasivo, y las hora de vigilia se caracterizan por una intensa interaccion con
la madre o cuidador.
Brazelton y Cramer distinguen diversos estados en el neonato:
1. El sueño profundo: el bebé presenta los ojos firmemente cerrados, respiración
profunda y regular, ausencia de actividad motriz, piel rosada y tono muscular
relajado. Es este estado los estimulos externos no son percibidos a no se que se
traspace la barrera protectora de estimulos.
2. El sueño activo: es ligero, la respiración es irregular y mas rápida, mueve los
miembros y en su rostro pueden distinguirse gestos (fruncir el ceño o
sonreir)Durante este tipo de sueño esta mas abierto a los estimulos.
3. El estado de somnolencia: los parpados están abiertos o cemicerrados, la mirada
no se fiha en ningún punto.
4. Estado de alerta o despierto: el cuerpo y el rostro están relativamente tranquilos,
los ojos están abietos y brillantes, percibiendo todo lo que lo rodea.
5. Estado de alerta pero inquieto: el bebe esta despierto, presenta actividad motriz
generalizada y su piel comienza a enrojecer. Es un estado de transición al llanto.
6. El llanto: es el sistema de comunicación por excelencia, que el bebé utiliza para
expresar sus estados.

o El llanto.

El llanto es una conducta realizada por el bebe frente a una sensación, por lo general,
de malestar. Es un estimulo auditivo que varia la intensidad y el significado, que

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atrae la atención del adulto, provocando su respuesta para aliviar el malestar del
bebé.
El primer llanto del recién nacido tiene una función biológica-adaptativa, en tanto
que permite la expansión de los pulmones, alentando la respiración autónoma. A
partir de ahí, todos los llnatos son un modo de comunicación y de desacrga de
ansiedades, por lo cual tienen una función comunicativa. Con esta primera forma de
comunicación, el bebé regula su conducta, aprende a demandar atención y va
adaptándose progresivamente al entorno que lo rodea.

Diferentes autores han propuesto clasificaciones de los tipos de llantos en el bebe.


Por ejemplo, Wolff habla de cuatro tipos:
- El llanto básico, regular y rítmico, asociado al hambre.
- El llanto de cólera, enojo o rabia.
- El llanto de dolor.
- El llanto de atención, a través del cual llama la atención del
adulto y empieza a controlar su entorno cercano.

El pediatra argentino Jorge César Martínez (2015) describe cinco tipos de llanto:
 El llanto de dolor: se inicia bruscamente, es agudo y penetrante. El bebe se
muestra excitado y mueve sus manos y pies.
 El llanto de hambre: comienza como un pequeño rezongoy va aumentando
si no es satisfecha la necesidad.
 El llanto aprehensivo: aparece de a poco cuando por repetición de
experiencias, el bebé anticipa una experiencia de malestar. Por ejemplo,
cuando lo desvisten para el cambio de pañal.
 El llanto de enojo: es un llanto intenso y domina por completo al bebé. Es en
respuesta a una insatisfacción.
 El llanto por el placer de ejercitar los pulmones: es un ejercicio, una
actividad productiva.
Cualquiera sea el tipo de llanto, los adultos requieren ciertas habilidades para poder
interpretarlo. Se ha planteado que, en padres o cuidadores produce exhitacion
fisiológica e incomodidad, que tenderían a promover el cuidado y la atención que el
bebé necesita. Sin embargo, para reconocer el llanto y las causas, se conjugan las
relaciones entre el niño y sus padres: el niño comunica sus necesidades,
sentimientos, emociones, y el comportamiento del adulto esta modulado por las
características acusticas del llanto, su percepción y su interpretación las que
producen un tipo de conducta especifica.

o El desarrollo motor

Los principales logros en el desarrollo motor durante el primer año de vida, se


describen y sintetizan en el siguiente cuadro:

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PATAGONIA AUSTRAL
UNIDAD ACADEMICA RIO GALLEGOS
Lic. Silvia Mansilla
Cuadro. Desarrollo motor en el primer año de vida
(Griffa y Moreno. 2001- Pag. 103 y 104)

16
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PATAGONIA AUSTRAL
UNIDAD ACADEMICA RIO GALLEGOS
Lic. Silvia Mansilla
Bibliografía General

- Brazelton y Cramer (2011) “La relación mas temprana. Padres, bebes y el drama del
apego inicial”. (Parte I) Bunos Aires. Paidos.
- Dolto F. (1996) “La causa de los niños”. Cap. 5. Buenos. Aires. Paidós.
- Faas Ana. (2017) “Psicología del Desarrollo. Niñez” 1ra ed. Córdoba. Brujas.
- Griffa y Moreno (2001) “Claves para una Psicología del desarrollo”. Buenos Aires. Lugar
Editorial.
- Martinez Jorge Cesar (2015) “El increíble universo del recién nacido”. Buenos Aires. El
Ateneo.
- Oiberman Alicia “Observando a los bebés…” Cap. 2, 3, 4 y 5. Lugar editorial 1ra ed.
Buenos Aires. 2013.
- Paladino C. (1996) “Psicología Evolutiva: Modelos explicativos”. Universidad Nacional
de la Plata.
- Videla Marta (1990) “Maternidad, mito y realidad” Cap. 5. Buenos aires. Nueva visión.
- Videla Marta (1993) “Parir y nacer en el hospital” Cap. 6. . Bunos. Aires. Nueva visión

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