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Signo: Manifestación objetiva de una enfermedad o un síndrome, que resulta evidente para
un observador diferente del sujeto que lo presenta.
Signos vitales: son parámetros clínicos que reflejan el estado fisiológico del organismo
humano, esencialmente proporcionan los datos (cifras) que nos darán las pautas para
evaluar el estado homeostático del paciente. Son estos: 1. Frecuencia cardiaca. 2.
Temperatura. 3. Frecuencia respiratoria.
Tensión arterial: no se considera un signo vital, pero se suele medir junto con ellos. La
presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes arteriales.
El corazón genera presión durante el ciclo cardíaco para distribuir la sangre a los órganos
del cuerpo. Existen siete factores principales que afectan a la presión arterial: Gasto
cardiaco, resistencia vascular periférica, elasticidad y distensibilidad de las arterias, volumen
sanguíneo, viscosidad de la sangre, hormonas, enzimas y quimiorreceptores. La palpación
del pulso permite conocer las condiciones de la pared arterial, tales como la superficie (lisa
o irregular), consistencia (elástica o dura), así como la frecuencia, forma y amplitud.
Frecuencia cardiaca central: se define como las veces que late el corazón por unidad de
tiempo.
Frecuencia cardiaca periférica (pulso): es el número de pulsaciones de una arteria
periférica por minuto. En el adulto es de 60 a 100 ppm (pulsaciones por minuto). Por encima
de 100 se le denomina taquifigrafía o taquicardia y por debajo de 60 bradifigmia o
bradicardia.
Referencia: Tensión Sistólica o máxima: <120 mmHg. Tensión Diastólica o mínima: < 80
mmHg.
Hipertensión: Presión arterial mayor a los límites normales. En el paciente adulto se puede
considerar hipertensión cuando la presión sistólica es igual o mayor de 140 mmHg y la
presión diastólica es igual o mayor de 90 mmHg.
Técnica para la toma del pulso: acciones que llevan a efecto para percibir la frecuencia de
los latidos del corazón, así como el ritmo, la amplitud y la tensión. Material: Reloj con
segundero, libreta y pluma para anotaciones, hoja de reporte y gráfica para signos vitales.
Suele utilizarse la arteria radial debido a que está cerca de la superficie de la piel y es
fácilmente accesible; presionar la arteria sobre el hueso o superficie firme para ocluir el vaso
y luego liberar lentamente la presión, presionar solamente lo necesario.
Arterias de pulsación: radial, ulnar, carotídea (palparse suavemente, puede provocar
bradicardia severa o incluso detener el corazón en personas sensibles), poplítea, braquial
(usado con frecuencia en infantes en lugar de la carótida), femoral, tibial, temporal, facial y
pedía.
Por auscultación: Colocar la cápsula del estetoscopio entre el 3o. y 4o. espacio
intercostal izquierdo del paciente. Contar las pulsaciones o latidos cardíacos durante
60 segundos. Registrar la frecuencia de pulso obtenida, observar si el ritmo y fuerza
están alterados, anotar. Compare la frecuencia de pulso y/o cardiaca con registros
anteriores.
Consideraciones especiales: Evitar tomar el pulso cuando el paciente esté en
actividad, alerta cuando el paciente registre una frecuencia de pulso menor de 50 ó
superior de 100 pulsaciones por minuto; ver si son débiles o irregulares. Si después
de 1 minuto aún no es posible percibir las pulsaciones, hacer la toma de frecuencia
apical (estetoscopio en el área cardiaca).
Temperatura corporal: medida relativa de calor o frío asociado al metabolismo del cuerpo
humano y su función es mantener activos los procesos biológicos, varía según la persona,
la edad, la actividad y el momento del día y normalmente cambia a lo largo de la vida.
Material y equipo: Termómetros mercuriales (bulbo). Porta termómetro conteniendo
solución desinfectante. Recipiente con torundas secas Recipiente con solución jabonosa,
hoja para anotar.
Toma de temperatura rectal: termómetro exclusivo para cada paciente. Jalea
lubricante y demás material utilizado en la toma de temperatura axilar y bucal.
Colocar al paciente en posición de Sims, decúbito lateral, separar los glúteos con
una mano enguantada para visualizar. Lubricar área, inserir termómetro de 1 a 3 cm,
según la edad del paciente (la introducción de más de 1 cm en recién nacidos y
lactantes menores puede producir perforación rectal), dejar de 1-3 min. Averiguar
temperatura, aseo del paciente y descarte correcto del equipo.
Las temperaturas tienden a ser de 0,5° C mayor que la medida en la
boca.
Fases de la respiración:
1. Ventilación pulmonar: Es la entrada y salida de aire de los pulmones
2. Difusión: Es el intercambio entre CO2 y O2 que se realiza a través de la membrana
alvéolo-capilar.
3. Perfusión: Es el transporte del oxígeno a todos los tejidos del organismo.
Hay factores que hacen variar el número de respiraciones: ejercicio, sexo, edad,
hemorragia.
Valores: Niños de meses: 30 a 40 RPM. Niños hasta seis años: 26 a 30 RPM.
Adultos: 15 a 20 RPM. Ancianos: menos de 16 RPM.
Respiración de Biot: Respiración con interrupciones abruptas que ocurren con una
frecuencia respiratoria más rápida y profunda.
Respiración de Cheyne-Stokes: Respiración irregular que se presenta con periodos de
apnea, seguidos de respiraciones rápidas y profundas.
Respiración de Kussmaul: Respiración difícil que se presenta en forma paroxística,
llamada “hambre de aire”, comúnmente se presenta en pacientes en coma diabético.
Toma de peso: el paciente deberá estar en ropa interior, siendo preferible medirlo en
ayunas, luego de haber evacuado el recto y la vejiga. La balanza deberá ser de uso clínico,
con sensibilidad de 0-150 kg.
Índice de masa corporal. IMC: El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de
la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso
y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el
cuadrado de su talla en metros. La OMS define el sobrepeso y la obesidad como se indica a
continuación: Sobrepeso: IMC igual o superior a 25. Obesidad: IMC igual o superior a 30.
ASEPSIA Y ANTISEPSIA
La finalidad de estos procedimientos es evitar o atenuar el riesgo de infección en
toda técnica quirúrgica
Asepsia: Es un término médico que define al conjunto de métodos aplicados para impedir
la llegada de microorganismos patógenos a un determinado medio. La presentación y uso
correcto de ropa, instrumental, materiales y equipos estériles, sin contaminarlos en todo
procedimiento quirúrgico se conoce como asepsia. puede emplearse indistintamente tanto a
situaciones médicas como a quirúrgicas.
Hipoclorito de sodio: PH 12. para mantener su conservación, lo afecta la luz solar y las
altas temperaturas, en desinfección: Usar una dilución de 1/10 durante 30 minutos para
tratar líquidos y material biológico. En descontaminación: Usar una dilución de 1/50 para
trabajar sobre pisos, cerámicos y azulejos.
Glutaraldehido al 2%: posee acción esterilizante por tiempos prolongados (10 Hs) y como
desinfectante de alto nivel por 20 minutos. Al activarse con el alcalinizante posee una vida
de 14 a 28 días y a mayor uso diario disminuye su vida media. No es corrosivo para
metales, se usa en material quirúrgico, endoscopia, plásticos, etc. Activo contra bacterias,
hongos, esporas y microbacterias.
ESTERILIZACIÓN
VACUNACIÓN
Vacunas Atenuadas: Derivadas directamente del agente que causa la enfermedad que
han perdido la virulencia. Para producir una respuesta inmune deben replicarse en la
persona vacunada, la respuesta inmunitaria es intensa y de larga duración, parecida a la
originada por la infección natural. Una dosis única produce buena inmunogenicidad, pero se
aconseja refuerzos, contraindicados en huésped inmunocomprometidos.
Preparación de la vacuna:
Comprobar que el producto esté en buenas condiciones (aspecto físico, color),
verificar dosis, vía de administración y fecha de caducidad.
Si contiene un vial, retirar la cubierta metálica y limpiar el tapón de goma con un
antiséptico habitualmente se utiliza alcohol al 70%.
Si contiene un vial con polvo liofilizado, introducir el diluyente o la vacuna líquida
Agitar suavemente la vacuna para garantizar su disolución.
Extraer la dosis correspondiente.
En ningún caso se guardará el vial con la aguja puesta, para extraer otra dosis.
Vía oral (VO): Vacuna antipoliomielítica oral (OPV), cólera, fiebre tifoidea, rotavirus.
administran directamente en la boca, tener la precaución de administrar las gotas de Sabin
a una distancia prudencial como para no tocar la boca del niño. En vacuna OPV, si el niño
regurgita o vomita hasta 15 minutos siguientes a la vacunación, se debe repetir la dosis.
Vía intradérmica (ID): siempre y cuando la vacuna no contenga como adyuvante hidróxido
o fosfato de aluminio porque pueden provocar reacción, inflamación, formación de
granuloma y necrosis. La única vacuna que se administra por vía intradérmica es la BCG.
Insertar aguja con bisel hacia arriba en ángulo de 15 º.
Vía subcutánea (SC): siempre y cuando la vacuna no contenga como adyuvante hidróxido
o fosfato de aluminio, porque pueden provocar reacción local, inflamación, formación de
granuloma y necrosis, se efectúa con el bisel a 45º hacia arriba; se aplican las vacunas anti
virales vivas atenuadas.
Técnica de la inyección subcutánea: . Los sitios más comunes son la cara externa del
brazo, la cara anterior del muslo, el tejido laxo del bajo vientre, la fosa subespinosa y
supraespinosa de las escápulas y las nalgas. Para la inyección de heparina se recomienda
el área del abdomen, que reduce las molestias de este medicamento y asegura una mejor
absorción. Con la mano dominante tomar la jeringa cuidando que la aguja esté con el bisel
hacia arriba en un ángulo de 45° o 90° (dependiendo de la longitud de la aguja). Usar la
mano no dominante para pellizcar la piel de la zona (sin tomar tejido muscular) e insertar la
aguja de un firme impulso.
BIOSEGURIDAD
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
Pulso Cardiaco: está representado por la expansión rítmica de las arterias producida por el
pasaje de sangre que es bombeada por el corazón. El ritmo cardíaco es la sucesión regular
de sístoles y diástoles de la musculatura del corazón, en condiciones normales se contrae a
razón de 70 a 75 veces por minuto.
Ritmo Sinusal Normal: representa la actividad eléctrica normal del corazón en el que el
impulso eléctrico producido por el nodo Sinusal en las aurículas pasa al nodo Atrio
Ventricular (AV) permitiendo el paso del potencial de acción. La conducción eléctrica del
corazón se ve representada en el Electrocardiograma mediante las diferentes ondas,
intervalos y segmentos. En un Electrocardiograma el Ritmo Cardíaco se ve representado
por los complejos QRS. Por ello el Ritmo Cardíaco es la sucesión de todos los complejos
QRS a lo largo del Electrocardiograma. Las alteraciones eléctricas más comunes en un paro
cardiorrespiratorio son la fibrilación ventricular (FV) y la taquicardia ventricular (TV). La FV y
la TV son detectables y corregibles con el uso del DAE.
Fibrilación ventricular - FV: Es el ritmo cardíaco anormal más frecuente en casos de paro
cardíaco súbito, caracteriza por ser una actividad eléctrica caótica que lleva a la pérdida
total de la contracción cardíaca y por lo tanto una suspensión de la circulación, en este caso
las células del corazón se contraen por separado y la sangre no circula.
Taquicardia ventricular - TV: ritmo cardiaco anormal frecuente en casos de paro cardíaco
súbito. Se caracteriza por ser una actividad eléctrica muy rápida, que hace que el corazón
tal vez sea incapaz de bombear sangre en forma efectiva.
Atención del paro cardio respiratorio: Es importante aclarar que usted no podrá
identificar la fibrilación ventricular, ni la taquicardia ventricular. Ambos problemas se
evidencian en la escena por la ausencia de la consciencia y de respiraciones normales de la
víctima. En ese caso usted iniciará RCP.
RCP: Iniciar las compresiones antes de 10 segundos desde la identificación del paro
cardíaco. 2. Comprimir fuerte y rápido: realizar las compresiones con una frecuencia mínima
de 100 compresiones por minuto y una profundidad de al menos 5 cm (2 pulgadas) para
adultos, aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) para niños y aproximadamente 4 cm (11/2
pulgadas) para lactantes. 3. Permitir una expansión torácica completa después de cada
compresión. 4. Minimizar las interrupciones entre las compresiones (tratar de limitar las
interrupciones a menos de 10 segundos). 5. Realizar ventilaciones eficaces para hacer que
el tórax se eleve. 6. Evitar una ventilación excesiva.
Pasos: 1. Compresiones torácicas 2. Respiraciones de rescate 3. Verifique la
capacidad de respuesta y la respiración.
Comprima fuerte y rápido: Hunda el tórax al menos 5 cm (2 pulgadas) con cada
compresión (para ello, hay que presionar con fuerza). En cada compresión torácica,
asegúrese de ejercer presión en línea recta sobre el esternón de la víctima. Aplique las
compresiones de manera suave con una frecuencia mínima de 100 compresiones por
minuto. Una profundidad de las compresiones de al menos 5 cm (2 pulgadas) en adultos y
de al menos un tercio del diámetro antero-posterior en lactantes y niños.