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CONCEPTOS GENERALES APS PRACTICO

Signo: Manifestación objetiva de una enfermedad o un síndrome, que resulta evidente para
un observador diferente del sujeto que lo presenta.

Síndrome: es un cuadro clínico o un conjunto sintomático que presenta alguna enfermedad


con cierto significado y que por sus propias características posee cierta identidad; es decir,
un grupo significativo de síntomas y signos (datos semiológicos), que se presentan
simultáneamente en tiempo y forma, y con variadas causas o etiología.

Signos vitales: son parámetros clínicos que reflejan el estado fisiológico del organismo
humano, esencialmente proporcionan los datos (cifras) que nos darán las pautas para
evaluar el estado homeostático del paciente. Son estos: 1. Frecuencia cardiaca. 2.
Temperatura. 3. Frecuencia respiratoria.

Tensión arterial: no se considera un signo vital, pero se suele medir junto con ellos. La
presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes arteriales.
El corazón genera presión durante el ciclo cardíaco para distribuir la sangre a los órganos
del cuerpo. Existen siete factores principales que afectan a la presión arterial: Gasto
cardiaco, resistencia vascular periférica, elasticidad y distensibilidad de las arterias, volumen
sanguíneo, viscosidad de la sangre, hormonas, enzimas y quimiorreceptores. La palpación
del pulso permite conocer las condiciones de la pared arterial, tales como la superficie (lisa
o irregular), consistencia (elástica o dura), así como la frecuencia, forma y amplitud.

Frecuencia cardiaca central: se define como las veces que late el corazón por unidad de
tiempo.
Frecuencia cardiaca periférica (pulso): es el número de pulsaciones de una arteria
periférica por minuto. En el adulto es de 60 a 100 ppm (pulsaciones por minuto). Por encima
de 100 se le denomina taquifigrafía o taquicardia y por debajo de 60 bradifigmia o
bradicardia.

• Sistólica: Cuando el corazón impulsa la sangre dentro de la arteria.


• Diastólica: Momento en que el corazón descansa. Periodo de relajación.
• Diferencial: Es la diferencia que existe entre la presión sistólica y diastólica.
Material y equipo: Esfigmomanómetro o baumanómetro. Estetoscopio biauricular.
Brazalete apropiado a la complexión del paciente: Adulto promedio 12 a 14 cm de ancho,
obeso de 18 a 22 cm.

Referencia: Tensión Sistólica o máxima: <120 mmHg. Tensión Diastólica o mínima: < 80
mmHg.

Hipertensión: Presión arterial mayor a los límites normales. En el paciente adulto se puede
considerar hipertensión cuando la presión sistólica es igual o mayor de 140 mmHg y la
presión diastólica es igual o mayor de 90 mmHg.

Hipotensión: Disminución de la presión arterial sanguínea. En el paciente adulto de peso


promedio se considera una presión sistólica menor de 90 mmHg, sin embargo, ésta debe
relacionarse con signos y síntomas o con alguna enfermedad como la enfermedad de
Addison.
Frecuencia cardíaca: es el número de veces que el corazón late por minuto. La frecuencia
cardíaca normal experimenta variaciones que se consideran normales, como cuando
aumenta en respuesta a ciertas condiciones incluyendo el ejercicio, la temperatura corporal,
la posición del cuerpo (como ocurre durante un breve periodo de tiempo al incorporarse
rápidamente) y las emociones (como la ansiedad y la excitación). Se cuantifica el número
de pulsaciones en un minuto; al tomar el pulso de una persona se mide directamente su
frecuencia cardiaca.

Técnica para la toma del pulso: acciones que llevan a efecto para percibir la frecuencia de
los latidos del corazón, así como el ritmo, la amplitud y la tensión. Material: Reloj con
segundero, libreta y pluma para anotaciones, hoja de reporte y gráfica para signos vitales.
Suele utilizarse la arteria radial debido a que está cerca de la superficie de la piel y es
fácilmente accesible; presionar la arteria sobre el hueso o superficie firme para ocluir el vaso
y luego liberar lentamente la presión, presionar solamente lo necesario.
Arterias de pulsación: radial, ulnar, carotídea (palparse suavemente, puede provocar
bradicardia severa o incluso detener el corazón en personas sensibles), poplítea, braquial
(usado con frecuencia en infantes en lugar de la carótida), femoral, tibial, temporal, facial y
pedía.

Por auscultación: Colocar la cápsula del estetoscopio entre el 3o. y 4o. espacio
intercostal izquierdo del paciente. Contar las pulsaciones o latidos cardíacos durante
60 segundos. Registrar la frecuencia de pulso obtenida, observar si el ritmo y fuerza
están alterados, anotar. Compare la frecuencia de pulso y/o cardiaca con registros
anteriores.
Consideraciones especiales: Evitar tomar el pulso cuando el paciente esté en
actividad, alerta cuando el paciente registre una frecuencia de pulso menor de 50 ó
superior de 100 pulsaciones por minuto; ver si son débiles o irregulares. Si después
de 1 minuto aún no es posible percibir las pulsaciones, hacer la toma de frecuencia
apical (estetoscopio en el área cardiaca).

Temperatura corporal: medida relativa de calor o frío asociado al metabolismo del cuerpo
humano y su función es mantener activos los procesos biológicos, varía según la persona,
la edad, la actividad y el momento del día y normalmente cambia a lo largo de la vida.
Material y equipo: Termómetros mercuriales (bulbo). Porta termómetro conteniendo
solución desinfectante. Recipiente con torundas secas Recipiente con solución jabonosa,
hoja para anotar.
Toma de temperatura rectal: termómetro exclusivo para cada paciente. Jalea
lubricante y demás material utilizado en la toma de temperatura axilar y bucal.
Colocar al paciente en posición de Sims, decúbito lateral, separar los glúteos con
una mano enguantada para visualizar. Lubricar área, inserir termómetro de 1 a 3 cm,
según la edad del paciente (la introducción de más de 1 cm en recién nacidos y
lactantes menores puede producir perforación rectal), dejar de 1-3 min. Averiguar
temperatura, aseo del paciente y descarte correcto del equipo.
Las temperaturas tienden a ser de 0,5° C mayor que la medida en la
boca.

Toma de temperatura bucal: Sacar el termómetro del porta termómetro y limpiarlo


con una torunda con solución desinfectante, secarlo con otra nueva y desechar las
torundas. Rectificar que la columna del mercurio registre menos de 35º C, si no es
así, tome el termómetro con el dedo índice y pulgar y agítelo abajo y arriba para
obtener 35º C. Inserir el termómetro en la región sublingual, dejar el termómetro de
1-3 minutos. Verificar los grados de temperatura corporal registrados por el paciente
y anotar. Bajar la escala del mercurio hasta 35º C, lavar el termómetro con solución
desinfectante. Obs: Para la esterilización de los termómetros utilizados, se
recomienda colocarlos en solución desinfectante al 10% durante 30 minutos o al
15% durante 15 minutos.
Evitar tomar la temperatura bucal en: pacientes con tos, hipo,
delirio, bajo los efectos de la anestesia, disnea, lesiones bucales, etc.;
en pacientes que hayan ingerido bebidas calientes o frías durante los
diez minutos anteriores y en los propensos a convulsiones.

Temperatura axilar e inguinal: Axilar: Se podrá introducir el termómetro a través


de la manga del camisón del paciente. Inguinal: Exponer la región inguinal,
respetando la individualidad del paciente. Secar la región, colocarse el termómetro,
dejar por 3-5 min. Retirar el termómetro, aseo del local, aseo del equipo.
Las temperaturas que se toman en esta zona: suelen ser de 0,5° C
menor que la medida en la boca.
OBS: Cambiar periódicamente la solución desinfectante de los porta termómetros.

Frecuencia respiratoria: respiración es el proceso constituido por el transporte de oxígeno


a los tejidos corporales y la expulsión de bióxido de carbono; consiste en inspiración y
espiración, difusión del oxígeno desde los alvéolos pulmonares a la sangre y del bióxido de
carbono desde la sangre a los alvéolos. El centro respiratorio se encuentra en el bulbo
raquídeo encefálico.
Frecuencia respiratoria normal: de un paciente adulto sano es de 15 a 20 RPM
(respiraciones por minuto) con un margen de 24 a 28 RPM.
Técnicas: acciones que se efectúan para conocer la frecuencia, ritmo y amplitud de
las respiraciones de un paciente. Material y equipo: Reloj con segundero. Pluma y
libreta de anotaciones; colocar una mano sobre el tórax del paciente. Observar la
elevación y descenso del abdomen del paciente durante 60 segundos, y observar:
• Profundidad y esfuerzo para respirar, amplitud y ritmo de las respiraciones;
• Sonido en caso de presencia;
• Coloración del paciente;
Registrar y comparar las frecuencias obtenidas.
Alerta: cuando el paciente registre una cifra menor de 14 respiraciones o superior a
28, en pacientes adultos. Asimismo, si presenta caracteres anormales.

Fases de la respiración:
1. Ventilación pulmonar: Es la entrada y salida de aire de los pulmones
2. Difusión: Es el intercambio entre CO2 y O2 que se realiza a través de la membrana
alvéolo-capilar.
3. Perfusión: Es el transporte del oxígeno a todos los tejidos del organismo.
Hay factores que hacen variar el número de respiraciones: ejercicio, sexo, edad,
hemorragia.
Valores: Niños de meses: 30 a 40 RPM. Niños hasta seis años: 26 a 30 RPM.
Adultos: 15 a 20 RPM. Ancianos: menos de 16 RPM.

Respiración de Biot: Respiración con interrupciones abruptas que ocurren con una
frecuencia respiratoria más rápida y profunda.
Respiración de Cheyne-Stokes: Respiración irregular que se presenta con periodos de
apnea, seguidos de respiraciones rápidas y profundas.
Respiración de Kussmaul: Respiración difícil que se presenta en forma paroxística,
llamada “hambre de aire”, comúnmente se presenta en pacientes en coma diabético.

Antropometría: medición de segmentos corporales que permiten clasificar al individuo,


método incruento, de bajo costo, aplicable en todo el mundo para valorar el tamaño,
proporciones y composición del cuerpo humano, usado para identificar sujetos que
necesitan una consideración especial o para evaluar la respuesta. Reúne las condiciones:
inocuidad, factibilidad, reproducibilidad y bajo costo operativo.
Toma de talla. Altura: estatura se mide con la persona de pie y sin zapatos ni adornos en
la cabeza que dificulten o modifiquen la medición.

Toma de peso: el paciente deberá estar en ropa interior, siendo preferible medirlo en
ayunas, luego de haber evacuado el recto y la vejiga. La balanza deberá ser de uso clínico,
con sensibilidad de 0-150 kg.

Índice de masa corporal. IMC: El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de
la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso
y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el
cuadrado de su talla en metros. La OMS define el sobrepeso y la obesidad como se indica a
continuación: Sobrepeso: IMC igual o superior a 25. Obesidad: IMC igual o superior a 30.

ASEPSIA Y ANTISEPSIA
La finalidad de estos procedimientos es evitar o atenuar el riesgo de infección en
toda técnica quirúrgica

Asepsia: Es un término médico que define al conjunto de métodos aplicados para impedir
la llegada de microorganismos patógenos a un determinado medio. La presentación y uso
correcto de ropa, instrumental, materiales y equipos estériles, sin contaminarlos en todo
procedimiento quirúrgico se conoce como asepsia. puede emplearse indistintamente tanto a
situaciones médicas como a quirúrgicas.

Asepsia médica: consiste en la protección de los pacientes y del personal que se


desempeña en un hospital o centro sanitario con el objetivo de evitar infecciones o
en su defecto, de neutralizar la activación de algunas ya combatidas, como
consecuencia de la transmisión de microorganismos patógenos que se puede
producir entre quienes interactúan en un hospital: enfermos, visitas, médicos,
enfermeros, entre otros.

Antisepsia: empleo de medicamentos o de sustancias químicas (antisépticos) para inhibir


el crecimiento, destruir, o disminuir el número de microorganismos de la piel, mucosas y
todos los tejidos vivos, ausencia de sepsis (microorganismos capaces de producir
putrefacción y/o infección).

Desinfectantes y antisépticos: herramienta esencial para controlar la diseminación de


agentes infecciosos. Los antisépticos se utilizan sobre la piel para eliminar o reducir la
flora residente y transitoria de la misma. Los desinfectantes son productos utilizados para
destruir los microorganismos que se encuentran sobre una superficie inanimada, con
excepción de las esporas bacterianas.
Obs: Ningún desinfectante es universalmente eficaz.

Criterios de elección del agente desinfectante: Actividad, Bacterias, hongos, virus;


penetración, rapidez, compatibilidad, resistencia, inocuidad.

TIPOS DE DESINFECTANTES Y SOLUCIONES

Yodo-Povidona: Antiséptico libre de toxicidad e irritación, es recomendada para el lavado


de manos antiséptico y el baño prequirúrgico, indicada en la curación de heridas. Además
de las bacterias gram (+) y gram (-), elimina virus, hongos, protozoos y levaduras.
Alcohol: eficaz para la antisepsia de la piel en personas sensibles al yodo, utiliza alcohol
etílico al 70%, un bactericida más rápido que un bacteriostático; fungicidas y virucidas pero
no destruyen las esporas bacterianas. Recomendado para materiales, como termómetros,
etc.

Peróxido de hidrógeno: Ataca las membranas lipídicas, el ADN y otros componentes


esenciales de la célula; bactericida, fungicida, virucida y en altas concentraciones y por
tiempos prolongados es esporicida, irritante para las mucosas, debe protegerse de la luz,
conservarse en envase.

Hipoclorito de sodio: PH 12. para mantener su conservación, lo afecta la luz solar y las
altas temperaturas, en desinfección: Usar una dilución de 1/10 durante 30 minutos para
tratar líquidos y material biológico. En descontaminación: Usar una dilución de 1/50 para
trabajar sobre pisos, cerámicos y azulejos.

Glutaraldehido al 2%: posee acción esterilizante por tiempos prolongados (10 Hs) y como
desinfectante de alto nivel por 20 minutos. Al activarse con el alcalinizante posee una vida
de 14 a 28 días y a mayor uso diario disminuye su vida media. No es corrosivo para
metales, se usa en material quirúrgico, endoscopia, plásticos, etc. Activo contra bacterias,
hongos, esporas y microbacterias.

Formaldehído: Se lo utiliza en la preservación de piezas anatómicas y en la conservación


de muestras, bactericida, fungicida, virucida y actúa frente a las esporas; tóxico, irritante y
potencialmente cancerígeno. Límite seguro 0.75 ppm por 8 Hs y está debajo del umbral
olfativo, si lo huelo, lo supera.

ESTERILIZACIÓN

CONCEPTO: proceso por el cual se erradica totalmente los microorganismos de una


determinada superficie o instrumento. En su acepción de erradicación de microorganismos,
se lleva a cabo con la finalidad de preparar superficies, instrumentos e incluso áreas
corporales para diversos procedimientos o actos quirúrgicos. Su finalidad es evitar que los
gérmenes colonizan los tejidos causando infecciones

Métodos físicos: No involucran el empleo de sustancias letales para los microorganismos,


se elimina a los microorganismos por la desnaturalización de las enzimas en el uso del
calor. (Calor húmedo (en autoclave de vapor), Calor seco (en horno de esterilización),
Flama directa, Incineración, Aire caliente, Pasteurización, Ebullición, Vapor,
Tindalización, Radiación).
Métodos químicos: involucran el empleo de sustancias letales para los microorganismos.
(Alcoholes, Etanol, Alcohol, isopropílico, Aldehídos, Formol, Glutaraldehído, Fenoles,
Fenol (Ácido carbólico), Xilenol, Óxido de etileno, Peróxido de hidrógeno).

VACUNACIÓN

VACUNAS: Previenen enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y


dejaban secuelas. Benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no
vacunadas y otras susceptibles que viven en su entorno. productos biológicos que,
aplicados a las personas, estimulan el sistema inmune generando una respuesta
(producción de defensas - anticuerpos) y una memoria inmunitaria que actuarán
protegiéndolo ante futuros contactos con los respectivos agentes infecciosos contra los que
los vacunamos, evitando la enfermedad o en algunos casos sus complicaciones más
graves. La mayoría son elaboradas a partir de los agentes infecciosos o una parte de ellos,
tratados, atenuados o inactivados para eliminar su capacidad de producir enfermedad,
manteniendo su capacidad de estimular la respuesta protectora del sistema inmunológico.

Vacunas Atenuadas: Derivadas directamente del agente que causa la enfermedad que
han perdido la virulencia. Para producir una respuesta inmune deben replicarse en la
persona vacunada, la respuesta inmunitaria es intensa y de larga duración, parecida a la
originada por la infección natural. Una dosis única produce buena inmunogenicidad, pero se
aconseja refuerzos, contraindicados en huésped inmunocomprometidos.

Vacunas Inactivadas: Microorganismos inactivados por procedimientos químicos o físicos,


no se replican en la persona vacunada, compuestas por todo el virus o bacteria o bien
fracciones de estos, la inmunidad es fundamentalmente humoral, respuesta inmunitaria de
menor intensidad y duración, se requiere varias dosis.

Preparación de la vacuna:
Comprobar que el producto esté en buenas condiciones (aspecto físico, color),
verificar dosis, vía de administración y fecha de caducidad.
Si contiene un vial, retirar la cubierta metálica y limpiar el tapón de goma con un
antiséptico habitualmente se utiliza alcohol al 70%.
Si contiene un vial con polvo liofilizado, introducir el diluyente o la vacuna líquida
Agitar suavemente la vacuna para garantizar su disolución.
Extraer la dosis correspondiente.
En ningún caso se guardará el vial con la aguja puesta, para extraer otra dosis.

Vía oral (VO): Vacuna antipoliomielítica oral (OPV), cólera, fiebre tifoidea, rotavirus.
administran directamente en la boca, tener la precaución de administrar las gotas de Sabin
a una distancia prudencial como para no tocar la boca del niño. En vacuna OPV, si el niño
regurgita o vomita hasta 15 minutos siguientes a la vacunación, se debe repetir la dosis.

Vía intradérmica (ID): siempre y cuando la vacuna no contenga como adyuvante hidróxido
o fosfato de aluminio porque pueden provocar reacción, inflamación, formación de
granuloma y necrosis. La única vacuna que se administra por vía intradérmica es la BCG.
Insertar aguja con bisel hacia arriba en ángulo de 15 º.

Vía subcutánea (SC): siempre y cuando la vacuna no contenga como adyuvante hidróxido
o fosfato de aluminio, porque pueden provocar reacción local, inflamación, formación de
granuloma y necrosis, se efectúa con el bisel a 45º hacia arriba; se aplican las vacunas anti
virales vivas atenuadas.

Vía intramuscular (IM): En mayores de 12 meses, en el deltoides. Los lactantes menores


de 12 meses tienen mejor desarrollados el músculo antero lateral externo del muslo. La
región glútea no se utilizara para la administración de vacunas por el riesgo potencial de
lesión del nervio ciático y es menos higiénica (por el uso de pañales), se realiza insertando
la aguja en forma perpendicular, a 90º.

Técnica de inyección intravenosa: Se llama punción a la acción de introducir una aguja o


catéter en un órgano o cavidad, generalmente llena de líquido, para la extracción de éste o
la obtención de muestras. La venopunción es la instalación de una aguja o un catéter a la
luz de una vena a través de la piel. Permite el establecimiento de un acceso a la circulación
mediante agujas y catéteres. La vía intravenosa es una de las cuatro vías parentales que
existen para la administración de medicamentos lo cual, en atención primaria, se suele
llevar a cabo de dos maneras:
Directa: Es la administración del medicamento en forma de bolo, ya sea solo o
diluido. Se usa pocas veces por las complicaciones a que puede dar lugar, ya que en
general los medicamentos necesitan un tiempo de infusión más amplio que el que se
obtiene con este procedimiento.
Por goteo intravenoso: Canalizando una vía venosa. Es la forma de tratamiento
empleada ante determinadas situaciones clínicas (crisis asmática, cólico nefrítico,
etc.) o bien para permitir la derivación hospitalaria en unas condiciones adecuadas.
ZONAS: Brazo: venas basílica y cefálica. Red venosa dorsal del pie. Zona inguinal: venas,
safena interna y femoral.

Técnica de la inyección subcutánea: . Los sitios más comunes son la cara externa del
brazo, la cara anterior del muslo, el tejido laxo del bajo vientre, la fosa subespinosa y
supraespinosa de las escápulas y las nalgas. Para la inyección de heparina se recomienda
el área del abdomen, que reduce las molestias de este medicamento y asegura una mejor
absorción. Con la mano dominante tomar la jeringa cuidando que la aguja esté con el bisel
hacia arriba en un ángulo de 45° o 90° (dependiendo de la longitud de la aguja). Usar la
mano no dominante para pellizcar la piel de la zona (sin tomar tejido muscular) e insertar la
aguja de un firme impulso.

Técnica de la inyección intramuscular: introducir la aguja a 90° . Aspirar con el émbolo


para verificar que la aguja no se encuentre en la luz de un vaso sanguíneo. Si hay sangre,
retirar la aguja y preparar una nueva inyección; si no, inyectar el medicamento. Extraer la
jeringa de un solo movimiento y cubrir con una torunda.

Técnica de inyección intradérmica: Se prefiere la cara anterior del antebrazo. La aguja se


coloca con el bisel hacia arriba, paralela a la piel en un ángulo de 10°. Se introduce la aguja
en la piel unos 3 mm y sin llegar al tejido graso. Se inyecta el fármaco, observando la
formación de una vesícula o pápula.

BIOSEGURIDAD

Cortopunzantes: Los elementos corto punzantes deben se segregados inmediatamente


luego de su uso y en el lugar de origen, para lo cual se utilizaran recipientes exclusivos para
tal fin, que deben cumplir con algunos requisitos:
Resistencia mínima de penetración: de material rígido, e impermeable resistente al
traspaso por las agujas; con un aditamento que permite su remoción.
Tendrá una única vía de entrada, que impida la introducción de las manos y con
una tapa de seguridad, que una vez colocada no podrá ser retirada.
Tendrá demarcado claramente las 3/4 partes de su volumen.
Con la identificación de los residuos que contiene, y el símbolo correspondiente
de Residuos Hospitalarios Peligrosos.
Etiqueta con breve indicación de uso.
Desechar únicamente material corto punzante. Cuando los desechos en el
interior del recipiente alcancen el 3/4 partes de su volumen, deberá taparse y enviar
para su tratamiento.
Las agujas: deben desecharse inmediatamente después de ser utilizadas en los
descartadores de cortopunzantes. No deben depositarse sobre ninguna superficie Una vez
utilizada la aguja, no se debe cubrir ni manipular. Monteverde Gabriela; Doria Rafael.
Página 49 Utilice el desacoplador de agujas para retirar la misma de la jeringa, nunca lo
realice con la mano En caso de jeringas prellenadas, no intente separar la aguja de la
jeringa para ahorrar espacio en el interior del recipiente. Cuando trabaje fuera del
establecimiento de salud, también utilice descartadores cortopunzantes.

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR

Pulso Cardiaco: está representado por la expansión rítmica de las arterias producida por el
pasaje de sangre que es bombeada por el corazón. El ritmo cardíaco es la sucesión regular
de sístoles y diástoles de la musculatura del corazón, en condiciones normales se contrae a
razón de 70 a 75 veces por minuto.

Ritmo Sinusal Normal: representa la actividad eléctrica normal del corazón en el que el
impulso eléctrico producido por el nodo Sinusal en las aurículas pasa al nodo Atrio
Ventricular (AV) permitiendo el paso del potencial de acción. La conducción eléctrica del
corazón se ve representada en el Electrocardiograma mediante las diferentes ondas,
intervalos y segmentos. En un Electrocardiograma el Ritmo Cardíaco se ve representado
por los complejos QRS. Por ello el Ritmo Cardíaco es la sucesión de todos los complejos
QRS a lo largo del Electrocardiograma. Las alteraciones eléctricas más comunes en un paro
cardiorrespiratorio son la fibrilación ventricular (FV) y la taquicardia ventricular (TV). La FV y
la TV son detectables y corregibles con el uso del DAE.

Fibrilación ventricular - FV: Es el ritmo cardíaco anormal más frecuente en casos de paro
cardíaco súbito, caracteriza por ser una actividad eléctrica caótica que lleva a la pérdida
total de la contracción cardíaca y por lo tanto una suspensión de la circulación, en este caso
las células del corazón se contraen por separado y la sangre no circula.
Taquicardia ventricular - TV: ritmo cardiaco anormal frecuente en casos de paro cardíaco
súbito. Se caracteriza por ser una actividad eléctrica muy rápida, que hace que el corazón
tal vez sea incapaz de bombear sangre en forma efectiva.

Atención del paro cardio respiratorio: Es importante aclarar que usted no podrá
identificar la fibrilación ventricular, ni la taquicardia ventricular. Ambos problemas se
evidencian en la escena por la ausencia de la consciencia y de respiraciones normales de la
víctima. En ese caso usted iniciará RCP.

RCP: Iniciar las compresiones antes de 10 segundos desde la identificación del paro
cardíaco. 2. Comprimir fuerte y rápido: realizar las compresiones con una frecuencia mínima
de 100 compresiones por minuto y una profundidad de al menos 5 cm (2 pulgadas) para
adultos, aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) para niños y aproximadamente 4 cm (11/2
pulgadas) para lactantes. 3. Permitir una expansión torácica completa después de cada
compresión. 4. Minimizar las interrupciones entre las compresiones (tratar de limitar las
interrupciones a menos de 10 segundos). 5. Realizar ventilaciones eficaces para hacer que
el tórax se eleve. 6. Evitar una ventilación excesiva.
Pasos: 1. Compresiones torácicas 2. Respiraciones de rescate 3. Verifique la
capacidad de respuesta y la respiración.
Comprima fuerte y rápido: Hunda el tórax al menos 5 cm (2 pulgadas) con cada
compresión (para ello, hay que presionar con fuerza). En cada compresión torácica,
asegúrese de ejercer presión en línea recta sobre el esternón de la víctima. Aplique las
compresiones de manera suave con una frecuencia mínima de 100 compresiones por
minuto. Una profundidad de las compresiones de al menos 5 cm (2 pulgadas) en adultos y
de al menos un tercio del diámetro antero-posterior en lactantes y niños.

DEA. Desfibrilador externo automático: Está ampliamente demostrado que la


desfibrilación es el único tratamiento efectivo de un paro cardíaco súbito causado por
Fibrilación Ventricular o Taquicardia Ventricular sin pulso. La evidencia científica indica que
la Desfibrilación Temprana es determinante en la recuperación de la víctima. Las
posibilidades de conseguir una desfibrilación exitosa se reducen un 10% por cada minuto
que se retrase la misma. Esta desfibrilación puede aplicarse de manera eficaz con un
desfibrilador externo automático (DEA). La aplicación de las maniobras Resucitación
Cardiopulmonar (RCP) Básica, aunque no es un tratamiento definitivo, puede ayudar a
mantener a la víctima en las mejores condiciones para que pueda ser revertido
posteriormente el paro cardíaco causado por Fibrilación Ventricular o Taquicardia Ventricular
sin pulso. Desfibrilador externo automático. dispositivo portátil utilizado para estimular
eléctricamente un corazón que está en Fibrilación Ventricular. Al utilizarlo se hacen pasar
fuertes choques eléctricos entre los parches situados en el pecho del paciente. Se pueden
encontrar instalados en diferentes lugares como edificios administrativos, gimnasios,
aeropuertos, estaciones de metro o ferrocarril y se encontrará debidamente señalizada su
presencia mediante un signo.

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