Durante el proceso evolutivo del niño, Piaget diferenció cuatro etapas de
desarrollo cognoscitivo:
Periodo sensoriomotor (de 0 a 2 años)
En esta etapa, el niño interacciona con el medio a través de los reflejos
innatos que va modificando y perfeccionando por ensayo y error. Según detecta que sus acciones modifican el entorno, se despierta en él una clara intención exploradora.
Periodo preoperacional (de 2 a 7 años)
Es aquí cuando los niños comienzan a desarrollar habilidades lingüísticas y
a usar su imaginación. Asimismo, se caracteriza por el juego simbólico y el egocentrismo. Es decir, un niño puede creer que la luna le está siguiendo mientras camina por la calle, puesto que su razonamiento se centra en sí mismo.
Periodo de las operaciones concretas (de 7 a 11 años)
Se caracteriza por el desarrollo de la capacidad de razonamiento a través de la
lógica, pero sobre situaciones presentes y concretas. Se distingue entre realidad y ficción y se comienza a conocer la moral. Periodo de las operaciones formales (de 12 años en adelante)
Desarrolla la capacidad de formular hipótesis y llevar a cabo la resolución de
problemas. Comienza el interés en las relaciones humanas y la identidad personal y se desarrollan otros tipos de pensamiento.
El Pensamiento Lógico Matemático Está Relacionado Con La Habilidad de Trabajar y Pensar en Términos de Números y La Capacidad de Emplear El Razonamiento Lógico