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Vendedor de Ilusiones
Vieja
Niña
Mate Cosido
Comisario
Periodista
Capitalista
Funcionario
Esposa del funcionario
Ladrones
Pueblo
Policías
Gendarmes
Hacheros
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de dos golondrinas,
una flor en el ojal
y unas ganas inmensas
de vivir y luchar y amar
a pesar de todo.
Señoras y señores, niñas y niños:
¡No se arrepentirán de haber aprovechado
esta sensacional oferta!
PRIMERA ESCENA
NIÑA: ¿Escuchó, agüela? No sé por qué pero… se me hace que esta vez
(ESTRUJA SU DELANTAL CON NERVIOSISMO)…
VIEJA: Bah, no digá pavada. Yerba mala nunca muere. Ya te dije, ya, que a
Mate Cosido no le van a agarrar nunca, porque tiene un payé que le protege.
NIÑA: ¿Tá segura?
VIEJA: Vó, hacele caso a esta vieja, que el diablo sabe por diablo pero…
NIÑA: Má sabe por viejo. ¡Siempre me dice lo mijmo, agüela!
VIEJA: Mirá, vamo a rezarle un rosario a San Juda Tadeo, que ej el patrono de
lo desejperao. Y de lo ladrone. Mmm… Mate Cosido se laj arregla bajtante bien
pero… nunca tá de má una ayudita de allá arriba.
NIÑA: ¿Usté le conoce bien a Mate Cosido, eh?
VIEJA: ¿Si le conozco? Ja. Vaya si tengo pa’ contar. Y no plata precisamente.
SEGUNDA ESCENA
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TERCERA ESCENA
CUARTA ESCENA
VIEJA: Y ésa jué la primera vé que ejtuvo en una comisaría. Él no era malo,
no; pero le detuvieron por una pavada. Y dicen que eso le marcó pa toda su
vida… Capá nomá… En el año veinte ejtuvo detenido má de dié vece… A lo
primero se juntaba con raterito pero dijpué…
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LADRÓN I: Vos vigilá acá, Mate Cosido.
LADRÓN II: Vamos de una vez. ¡Vamos!
QUINTA ESCENA
SEXTA ESCENA
VENDEDOR DE ILUSIONES:
Señoras y señores, niñas y niños,
voy a proseguir entregando…
esta maravillosa galera de mago
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en cuyo interior es posible observar
la historia de todos y de cada uno,
con su luz y su penumbra,
con sus luchas y esperanzas…
Segundo David Peralta…
Mate Cosido…
Todavía podés cambiar de vida;
ser un hombre común y corriente.
Si atravesás ese umbral,
te espera un mundo de dolor,
de adversidad, de incertidumbre.
Ya no podrás dormir en paz
y vivirás con temor
de ser emboscado, traicionado,
asesinado… Pensalo:
tal vez sea posible cambiar tu suerte.
SÉPTIMA ESCENA
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COMISARIO: Comunicado N° 1: Nosotros, representantes de la Ley y el
Orden, informamos a la población que hemos tomado todos los recaudos
necesarios para atrapar a Segundo David Peralta, alias Mate Cosido, y a sus
secuaces. Disponemos de las mejores armas y de los mejores hombres para
tal efecto. Exhortamos a los pobladores a informar a las autoridades cualquier
movimiento de los prófugos. El que brindare información será debidamente
recompensado, y el que la ocultare será severamente castigado.
VIEJA: Información… ¡Ja! ¡Perá sentado nomá! Al pedamente le buscaban la
policía y la gendarmería, porque Mate Cosido le robaba a lo platudo, y dijpué,
repartía la plata entre lo poriajú… Y entonce, cada uno de eso pobrecito era un
amigo má que le avisaba cuando lo milico andaban cerca (CADA
INTEGRANTE DEL PUEBLO SE CONVIERTE EN UN “ÁRBOL” Y ENTRE
TODOS CONFORMAN UN “BOSQUE” HUMANO)… Era como si cada uno
juese un árbol y todos juntos juesen un monte, pa’ esconderle a Mate Cosido
(MATE COSIDO Y SUS COMPAÑEROS SE OCULTAN TRAS LOS
“ÁRBOLES” PARA DESPISTAR A LOS GENDARMES QUE LOS BUSCAN)…
GENDARMES:
-Ahí está. ¡Lo vi!
-¡Esta vez lo tenemos!
-¡Rápido!
-¡Vamos!
SE DIRIGEN HACIA UN “ÁRBOL” QUE OCULTA A ALGUNO DE LOS
BANDOLEROS. ÉSTE CAMBIA RÁPIDAMENTE DE ESCONDITE Y LOS
DESORIENTA, SITUACIÓN QUE SE PROLONGA PARA DESAZÓN Y ENOJO
DE LOS UNIFORMADOS.
-No hay caso…
-No puede ser...
-¡Otra vez!
-¿Hasta cuándo vamos a seguir así?
VIEJA: Y así siguieron durante mucho tiempo. Mate Cosido ya era un
personaje que una ya no sabía si era de verdá o de mentira… Tanta cosa se
dijeron… Para alguno era un santo pero para otro…
VOCES:
-¡Es la justicia del pueblo!
-¡Ladrón, ladrón!
-¡Es un santo!
-¡Es un criminal!
-¡Viva Mate Cosido!
-¡Ahí están los ladrones!
-¡Es un héroe!
-¡Asesino!
MATE COSIDO: No. No soy un héroe. Y tampoco un criminal. Soy un producto
de las injusticias sociales y siendo un adolescente supe de las persecuciones
gratuitas de una Policía inmoral al servicio de los poderosos. Sólo les he
reintegrado a esta pobre gente parte de lo que le vienen robando sus patrones.
(PASA EL PUEBLO FRENTE A ÉL. SUS MUJERES Y HOMBRES LLEVAAN
SUS ROSTROS CUBIERTOS POR MÁSCARAS QUE LOS DESHUMANIZAN.
CAMINAN EN CÍRCULO O MARCHAN TODOS EN EL MISMO SENTIDO, SIN
HACER CASO A MATE COSIDO QUE, VANAMENTE, INTENTA HACERLOS
CAMBIAR DE CAMINO). No me pueden escuchar. Ni siquiera se dan cuenta
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de lo que son: explotados. Me duele su dolor, aunque ellos no lo sepan. Están
embrutecidos por el sufrimiento y la miseria… Qué sentido tiene vivir así…
Para qué sirve, así, la vida… ¡Para qué sirve!
OCTAVA ESCENA
NOVENA ESCENA
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PANFLETOS A SUS COMPAÑEROS Y LOS INSTA A ORGANIZARSE), sus
derechos laborales son respetados (APARECEN POLICÍAS CON BASTONES
Y ARMAS DE FUEGO) y sus reclamos adecuadamente escuchados (A
BASTONAZOS Y DISPAROS, LOS POLICÍAS DISPERSAN A LOS
HACHEROS).
FUNCIONARIO: Propongo un brindis por el éxito de nuestras empresas.
CAPITALISTA: ¡Oh, yes! ¡Yes!
ESPOSA: ¡Chin, chin!
MATE COSIDO: Sólo les he reintegrado a esta pobre gente parte de lo que le
vienen robando sus patrones.
DÉCIMA ESCENA
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FUNCIONARIO: No vamos a permitir que bandidos anarquistas o subversivos
de cualquier calaña, desestabilicen a nuestro gobierno y empañen nuestra
imagen en el exterior. Hay que atrapar a Mate Cosido. ¡Vivo o muerto!
COMISARIO: Primero mataremos a los bandidos; luego a sus colaboradores;
luego a sus simpatizantes; luego a quienes permanezcan indiferentes; luego…
VIEJA: Y claro… má de uno pensó que Mate Cosido no se iba a salvá ejta vé…
Taba jugando a la suerte con una taba culera… Pero yo le tenía fe al payé… Y
Mate Cosido, el muy bicho, hizo una cueva cerca del río, y tapó la entrada con
planta y eso… Y cuando le avisaban que algún caté iba a andá cerca, él salía
pa’ asaltarle o pa’ secuestrarle y pedí rescate… Y pronto volvía a su cueva… Y
no podían agarrarle…
UNDÉCIMA ESCENA
CANTOR:
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pero él le dice que no.
DUODÉCIMA ESCENA
MATE COSIDO: Si uno trabajara para vivir… ¡Pero vivir para trabajar! Dándole
vueltas a la noria todo el día todos los días. Sin tiempo para mirar el azul del
cielo o el rosado de los lapachos, ni para soñar y luchar por nuestros sueños…
Árboles… Bosques… Selvas… Montes de quebracho… Son hermosos y sin
embargo son la tumba del hombre (UN HACHERO CARGA A OTRO SOBRE
SUS HOMBROS, ESPALDA CON ESPALDA Y AMBOS CON LOS BRAZOS
EXTENDIDOS; LOS OTROS LOS CONTEMPLAN COMO ASISITIENDO
IMPOTENTES A UNA CRUCIFIXIÓN)… No debería ser así. La madera es
bella y bondadosa. No debería servir para crucificar al hombre sino para
hacerle la vida más grata.
VIEJA: Tanto lugar y tanto pueblo por donde anduvo… ¡Y no le podían agarrar!
Lo compinche, fueron muriendo o desapareciendo, cagándose a tiros con la
policía o la gendarmería…
MATE COSIDO: Hace más de veinte años que llevo esta vida… A veces
pienso que he vivido poco y me he cansado mucho… ¿Cómo empezó todo?
Calabrés… Vasco… Chileno… Catalán… Y tantos otros… Muertos o perdidos
sin dejar rastros. ¿Por qué yo vivo todavía? Solamente me serena una
certidumbre: hice lo que debía hacer. Estoy en paz con mi conciencia. Soy un
producto de las injusticias sociales y mis días no podían ser de otra manera.
Seguramente me he equivocado, y mucho. Al fin, soy sólo un hombre, tan
mezquino y egoísta como todos. Sólo me alivia saber que no escapé a mi
destino. Me hubiera gustado dejar el mundo mejor que como lo encontré…
Porque si la vida no sirve para soñar y luchar por nuestros sueños, ¿para qué
sirve?
VIEJA: Lo compinche fueron muriendo o desapareciendo… A él nunca le
agarraron. Nunca le encontraron. Nunca encontraron su cuerpo…
PERIODISTA: Cuando Europa se desangraba bajo los horrores del fascismo y
de la segunda guerra mundial, y cuando Argentina padecía la opresión, la
corrupción y la injusticia de la Década Infame, Segundo David Peralta, alias
“Mate Cosido”, huyendo de sus perseguidores, según relata la crónica, se
adentró en el misterio inextricable de los montes. Nunca lo atraparon. Nunca
encontraron su cuerpo. Y entonces, entró decididamente en la leyenda.
VIEJA: No é una leyenda. É la pura verdá. Era un santo.
PERIODISTA: No estoy tan seguro.
VIEJA: Yo no invento nada, m’hijo.
PERIODISTA: Yo tampoco, señora.
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PERIODISTA: (AL PÚBLICO) ¿Fue un héroe o un criminal? ¿Fue un vulgar
delincuente, al que las necesidades de los desposeídos elevaron al rango de
Robin Hood de los quebrachales? ¿O un romántico incurable, calumniado por
la prensa y el aparato represivo de los poderosos? ¿Es el mito o es la historia?
Ustedes sacarán sus propias conclusiones… si pueden.
ESCENA FINAL
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MARINAS
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ELLA: ¿Usted no entiende que no hay que buscar nada? Acá debemos estar.
Y se acabó
ELLA: Acá no venimos a hacer lo que nos gusta. Venimos a trabajar. Por favor,
tenga una actitud más profesional.
ÉL: ¿Yo tengo que pensar en todo? Deberíamos irnos. Hace un rato, quería
conocer al que inventó esta... farsa. Ahora, ni ganas de saber su nombre.
SE PONEN A HACERLO
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ELLA: A usted también lo seduce el mar. Cuánta casualidad. Yo me puse de
novia con un pintor holandés que pintaba marinas. Desde entonces, estoy
siempre lista para ser retratada junto al mar. “Quisiera esta tarde divina de
octubre / pasear por la orilla lejana del mar”.
ELLA: Tengo la odiosa sensación de que nos observan. Como si nos espiaran
por el ojo de la cerradura.
ELLA: Tenga cuidado. Con el cuerpo húmedo, una descarga eléctrica puede
ser fatal.
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ELLA (ESCANDALIZADA BAJA DEL CUBO, DANDO VUELTA LA CARA):
¿Y es necesario desnudarse?
ÉL: Entonces, yo bajo y usted sube. Ese es el balcón de Julieta. ¿De acuerdo?
Romeo sube para encontrarse con Julieta y...
ÉL (SE BAJA DEL CUBO):¿Y el compromiso actoral dónde está, eh? Mucho
blablá, mucho blablá, pero a la hora de los bifes...
ÉL: Por favor, perdóneme. No tuve mala intención en absoluto. Tal vez mezclé
las emociones del actor con las del personaje, pero fue involuntario. Es que
usted es tan hermosa. Y hace tanto frío.
ELLA (ENTERNECIDA): Tiene razón. Aquí hace mucho frío. El mundo, de por
sí, es frío. Venga, suba, se está empapando (EL OBEDECE). Como le decía:
El mundo es un lugar frío que uno entibia con los sentimientos.
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ELLA: ¿Usted la conocía? ¡Qué interesante! (PAUSA) Yo también le pido
disculpas. Sé que mi carácter no es el ideal. No me haría miembro de un club
que me acepte como socia.
ÉL: ¿Y qué?
ÉL: No, ése era otro. Pero no se preocupe. Tengo todo fríamente calculado.
ÉL: Está bien. Yo no la torturo con la televisión, pero usted no me torture con
citas cinematográficas. ¿De acuerdo?
ÉL: Esto no es culpa suya ni mía. Alguien maneja nuestras vidas como si
fuéramos marionetas. Y eso no puede continuar.
ÉL: Tendrán que entender nuestras razones. Por las buenas o por las malas.
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ÉL:¿Quiere dejar de robar frases, por favor? No nos vayamos por las ramas.
Le estoy diciendo algo importante: Dejemos de ocultar la teatralidad.
Mostrémosle a la gente qué hay detrás del decorado.
ÉL:¡Qué magia ni qué carajo! Nadie nos va a mirar ni manejar sin nuestro
consentimiento. ¡No vamos a seguir siendo los convidados de piedra!
ÉL (NERVIOSO): Está bien. Quédese con todo el texto que quiera pero no se
desconcentre. ¡El agua sigue subiendo!
ÉL: ¡Háganme caso, carajo! ¡Un cambio de luces, ya! (NO PASA NADA) ¡El
que no obedece se va a la silla eléctrica! ¡Es mi última advertencia!
TRUENOS Y RELÁMPAGOS.
ÉL:¡Se los advierto por última vez! ¡Apagón! ¡Ya! (NO PASA NADA)
ELLA: Padrenuestroqueestásenloscielossantificadoseatunombre ...
ÉL: ¡Abajo el telón, ya! ¡Terminemos con esta farsa! ¡Apagón! ¡Corten!
(NO PASA NADA)¡Corten, les digo! ¡Corten!
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FIESTA PATRIA
ANIMADOR: Gracias, doña María Julia Argentina Roca, por ser como es. Y
ustedes, queridos amigos, sean bienvenidos a la fiesta más patria de las fiestas
patrias: aroma de salsa criolla con ruido de rotas cadenas… costumbres
argentinas… la argentinidad al palo… industria nacional… En fin, la más patria
de las fiestas patrias que comienza ¡ya!
MARÍA JULIA: ¡Ay, qué hombre tan… tan… tan enérgico, digamos! ¿Por qué
me interrumpe la fiesta?
MILITAR: Aquí las preguntas las hago yo. ¿De qué color era el caballo blanco
de San Martín? ¿Cuánto duró la Guerra de los Cien Años? ¿Quién…?
MARÍA JULIA: (INTERRUMPIÉNDOLO) Pero yo… yo… yo…
MILITAR: ¿”Yo”, qué?
MARÍA JULIA: ¡Uf! Yo sólo pregunté por qué me interrumpe la fiesta.
MILITAR: Porque empezaron sin mí. ¡Y estoy entre los invitados! (MUESTRA
SU INVITACIÓN)
ANIMADOR: ¡Un momento, caballero, aquí hay un malentendido!
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MILITAR: (APUNTÁNDOLE) ¿Me está tratando de mentiroso?
ANIMADOR: ¡De ninguna manera! Cálmese, por favor. Usted, en efecto, es
uno de los personajes de esta historia, pero tenía que entrar varias escenas
más adelante… Así no es la historia… ¡Tenemos que volver a empezar!
TODOS: ¡Ooohhh!
MARÍA JULIA: Dale, chinita de porquería. Dejá todo bien limpio, que
enseguida van a llegar los invitados. No voy a permitir que me hagas quedar
mal ante tanta gente.
VICTORIA: No tiene ningún derecho a hablarme así. Yo soy la dueña de este
lugar. ¡Usted es una usurpadora!
MARÍA JULIA: ¡Si serás atrevida! Yo soy la patrona, yo soy la viuda del dueño.
VICTORIA: Y yo soy la hija. Él ya era mi padre,mucho antes de conocerla a
usted.
MARÍA JULIA: Si serás desagradecida… Encima de que te trato como si
fueras mi propia hija… ¡Ingrata, sos una yarará! ¡Mejor callate y seguí
limpiando, dale, seguí limpiando, te digo, seguí…
QUEDAN CONGELADAS.
CON UN CAMBIO DE LUCES SE RECOMPONE LA FIESTA EN EL PATIO
DONDE LAS PAREJAS BAILAN UN VALSECITO CRIOLLO.
EL ANIMADOR VA Y VIENE CON PAPELES EN LA MANO, COMUNICANDO
NOVEDADES E INTENTANDO MANTENER EL CLIMA FESTIVO.
ANIMADOR: ¡Qué bien suena esa música! ¡Y cómo bailan esas parejitas! Y
mientras sigue la fiesta del patio criollo, nos siguen llegando mensajes y
saludos (EXHIBE APARATOSAMENTE LOS PAPELES) y nos traen también
una noticia sensacional. Estamos ganando!
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