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El cristianismo tiene sus raíces en el judaísmo helenístico y el mesianismo judío del siglo I

d. C. Comenzó con las expectativas escatológicas judías y se convirtió en la veneración de


un Jesús deificado después de su ministerio terrenal, su crucifixión y las experiencias
posteriores de sus seguidores, como las apariciones de Jesús resucitado.
El cristianismo nació en la provincia romana de Judea y comenzó como una secta judía
pequeña, con creencias apocalípticas y alrededor de 120 miembros, guiados por algunos de
los apóstoles de Jesús de Nazaret.
El cristianismo adaptó su doctrina a la filosofía y los términos culturales clásicos. Se apartó
notablemente del judaísmo. Racionaliza y organiza su doctrina con un estilo helenizado y
con una teoría religiosa convincente. En esta metamorfosis del cristianismo tuvieron gran
importancia la lucha contra las herejías y las conclusiones de los concilios de este periodo
como los de Elvira y de Arlés. Incluso, como en el caso de África el cristianismo contó con
notables representantes de las oligarquías municipales.

El cristianismo tuvo un interesante proceso de asimilación en el Imperio Romano, y su


historia está llena de desafíos y transformaciones. Permíteme compartir algunos aspectos
clave sobre el surgimiento del cristianismo en Roma.
La Persecución contra el cristianismo
Mayor complejidad y trascendencia tuvo la persecución contra el cristianismo promulgada
en cuatro edictos consecutivos de los años 303 y 304.
Los tres siglos de relativa tolerancia, a pesar de esporádicas represiones
contra los seguidores de la doctrina cristia na, habrían facilitado sin duda
su expansión y afianzamiento en el Imperio.
Las causas de estas persecuciones fueron varias:
• El enfrentamiento del cristianismo con ciertos círculos intelectuales
paganos, influenciados por los escritos anticristianos de Celso y Porfirio. Algunos de estos
intelectuales tenían acceso a la corte e incluso otros como el filósofo Hierocles, pertenecían
al círculo de amigos del
propio emperador.
• La rivalidad entre los cristianos y la clase militar, debido al pacifismo
cristia no, que había producido ciertos casos de insubordinación en el
ejército en los años anteriores.
• La oposición reiterativa de los cristianos a aceptar la política religiosa del Estado y el culto
imperial.
Diocleciano tardó mucho tiempo en tomar la decisión de estas persecuciones (su madre y
esposa eran cristianas).La historiografía actual opta por considerar que esta medida se
debiera la creciente influencia de Gale-
rio, que debía contar con el apoyo de poderosos sectores del ejército tras
sus triunfos militares contra Persia.
Esta persecución contra el cristianismo fue la de mayor duración (303-311).
El 23 de febrero del 303, en Nicomedia, se publicó el primer edicto contra los cristianos,
ordenando el cierre o destrucción de los lugares de culto cristianos. Tal orden era extensiva
a los objetos y libros relacionados con esta religión.Los cristianos reconocidos no podían
ocupar cargos públicos.
El segundo y tercer edicto contemplaban el encarcelamiento de aquellos cristianos que no
aceptasen sacrificar públicamente a los dioses, o al menos, no reconocía en la superioridad
de los dioses romanos, principalmente los considerados como cabecillas de los cristianos.
Esta obligación se endureció con el cuarto edicto, en el año 304. Todo ello provocó
fundamentalmente una depuración entre los funcionarios cristianos.Aunque estas
persecuciones han pasado a la historia como las más
crueles contra el cristianismo y, concretamente, la historiografía de tradición cristiana ha
calificado a Diocleciano como el “gran perseguidor”, no fueron ni tan terribles ni tan cruentas
ni tuvieron los mismos efectos en las distintas partes del Imperio. Fue más intensa en
Oriente, en cambio, en muchos lugares de Occidente, apenas si tuvo trascendencia.
El motivo del gobierno imperial fue el rechazo de los cristianos a participar en los sacrificios
públicos que se rendían a honor del emperador y a los principales dioses del Imperio.
Además el crecimiento de los cristianos en la mitad oriental del Imperio principalmente en
las grandes ciudades provocaba tensión con los paganos; y “crecimiento en los sectores
más influyente de la sociedad, resultaba perturbador para los regímenes imperiales
conservadores”. Sin embargo tales medidas no fueron aplicadas en su totalidad en algunas
regiones del Imperio.
Después de la conversión de Constantino (313) al cristianismo, los emperadores van a
desarrollar una serie de políticas benéficas a esta religión. Con ella también se beneficiaron
los dirigentes de las comunidades cristianas, como los obispos de las ciudades, que
empezaron a tener un papel muy destacado dentro de las ciudades. y a gozar de una
considerable fortuna. El mayor beneficiario fue el obispo de Roma, que con los donativos,
exenciones de impuesto transformaron su posesión económica y social, y una primacía
sobre el resto de los obispos de otras ciudades. Además su posición se veía favorecida por
el hecho de que fue el único centro cristiano en ser fundado por un apóstol, San Pedro,
considerado el primer obispo de Roma. Así mismo los emperadores van a tener una
participación personal en los asuntos internos de la iglesia, convocando y presidiendo los
concilios. De vamos a contactar, que las injerencias de los emperadores de oriente en los
asuntos religiosos no va a ser bien visto por los obispo de la ciudad de Roma, ya que estos
consideraban que las intervenciones imperiales en asuntos como el nombramiento de
obispos, aplicación de castigos a los que lo ofendían, intervenir en los disputas teológicas,
convocar concilios. Esto se justificaría por su presunta supremacía sobre los obispos de
otras ciudades.
Herejías dentro del cristianismo frente al papado:
Las herejías surgieron, mayormente, en la parte oriental del Imperio donde se encontraban
la mayor cantidad de cristianos. Desde el reinado del primer emperador cristiano,
Constantino, van a surgir distintas disputas teológicas, muchas de ellas sobre el temas de
las combinación de los elementos de la naturaleza de Cristo. Los obispos romanos, como
así también la mayor parte del Imperio, defendían la posición ortodoxa, es decir, que Jesús
tenía una doble naturaleza, humana y divina, pero esta durante los siglos IV y V fueron
puesta en duda, en primer lugar, en la primera mitad del siglo IV surgió la controversia
arriana. Esta doctrina formulada por Arrio, afirmaba que Cristo era hijo de Dios, pero no era
Dios mismo. Esta disputa se resolvió en el Concilio de Nicea en el 325, bajo el llamado del
emperador Constantino, donde se condenó al arrianismo. En el siglo V, surgió otra
controversia, la nestoriana. Formulaba por el patriarca de Constantinopla que afirmaba la
existencia de dos naturaleza y dos personas en Cristo, por lo tanto, interpreto una fuerte
separación del elemento divino y humano en Cristo. Sin embargo esta fue condenada en el
Concilio de Éfeso celebrado en el año 431, en ese mismo debate surgió la doctrina
monofisita, planteada por Cirilo: una naturaleza en una persona es decir lo humano y lo
divino en Cristo eran inseparables. Esta fue condenada en un principio pero en el Segundo
Concilio de Éfeso en 449 obtuvo una extraordinaria victoria. Pero en un nuevo concilio
celebrado en Calcedonia en 451 condenó la teología monofisita que era defendida por el
Obispo Dioscoro de Alejandría.
Teodosio se convirtió en emperador romano en el año 379 y lo fue hasta su muerte en el
año 395, a diferencia de Constantino, Teodosio fue un fiel seguidor de la religión cristiana,
durante su reinado tuvo un papel crucial en el desarrollo y la expansión del cristianismo en
el Imperio Romano,iniciando la transformación del Imperio en una nación cristiana. Aplicó
muchas leyes que favorecieron al cristianismo ortodoxo niceno, convirtiéndolo en la única y
oficial religión del Estado, suprimiendo las otras religiones consideradas paganas. Entre sus
medidas destacan la clausura de las instituciones no cristianizadas como son: las escuelas
filosóficas de Atenas,Academia de Liceo; el oráculo de Delfos, prohibió las olimpiadas,
aplicó castigos severos a las personas que practican cultos paganos, realizan sacrificios,
visiten templos y rindan culto creencias politeístas. Siendo en el 28 de febrero del 380, con
el edicto de Tesalónica donde se establece oficialmente la ortodoxia del credo niceno como
única religión del imperio y se castigaba de herejía a los demás credos. Pero esta política
religiosa, traería consigo importantes problemas con los demás dogmas cristianos, como es
el arrianismo, que dominaba numerosas iglesias en Oriente, se trató de un dogma iniciado
por Arrio obispo de Alejandría, el cual rechazaba la trinidad, afirmando que Jesús al haber
sido
engendrado y al haber muerto y resucitado no posee el mismo grado igualdad que Dios,
aceptando así una única divinidad, esta doctrina se encontraba en contraposición con el
Cristianismo ortodoxo niceno favorecido por Teodosio. Fue a partir del Concilio de
Constantinopla, del año 381, que se generó un gran impacto en la organización y
reglamentación de la Iglesia cristiana, se despojaron a los arrianos de los cargos oficiales y
se acabó con la política de tolerancia que habían permitido los emperadores de la dinastía
Valentiniana, la iglesia se extendió a la organización en provincias y diócesis (distrito o
territorio criatiano en el que ejerce jurisdicción eclesiástica). Iniciaría un periodo de
persecución a los llamados herejes, dado que se les confiscó sus bienes y propiedades,
siendo solo practicados en los territorios limítrofes o más marginales del Imperio, como es el
caso de los godos que se convirtieron en el arrianismo por el obispo Wulfila.
A pesar de la oposición de muchos poderosos obispos arrianos, el emperador buscó
erradicar esta creencia y asegurar la victoria de la ortodoxia cristiana como la religión única
y dominante del imperio, formando así la unión de la Iglesia y el Estado, pero esta política
religiosa practicada por Teodiosio le generaría fuertes conflictos con otras personalidades
de la época, fue el caso con el obispo de Milán, San Ambrosio, el cuál mostró un gran
recelo a la dura oposición del emperador, los enfrentamientos que fueron constantes y
alcanzan su punto álgido en el 390, debido al conflicto social ocurrido Tesalónica con el
encarcelamiento de un famosos cochero de circo, condenado por la ley inspirada de la
doctrina cristiana, ocasionó el ataque del pueblo al ejército y la posterior orden de Teodosio
de acabar con la revueltas, aunque el mismo canceló la orden, sería tarde para evitar la
masacre. Debido a esto Ambrosio dictó la excomulgación del emperador y tras un periodo
de ocho meses de alejamiento por parte de Teodosio a la Iglesia, volvería pidiendo una
audiencia con el obispo,despojándose de sus insignias de la dignidad imperial se arrodilló y
pidió perdón a Ambrosio delante de los fieles. Este acto mostraba cómo la Iglesia y sus
obispos habían conseguido un gran poder e influencia sobre los emperadores y su política.
Durante la dinastía Teodosiana la religión cristiana se acentuó como el culto del Imperio,
podemos entender que lo iniciado por Costantino en el siglo IV, se fortaleció y favoreció en
el siglo V. Como ya hemos señalado Teodosio, el iniciador de la Dinastía, fue un fiel
creyente del cristianismo ortodoxo niceno, dogma que se caracterizaba 15 por adherirse a la
doctrina trinitaria desarrollada por el patriarca Atanasio de Alejandría, que sostenía que el
hijo era verdadero Dios y de la misma esencia que el Padre. Ya una vez que se convirtió en
emperador de Occidente favoreció y instaló como la religión única del Imperio, su política
fue de erradicar o acabar con los demás dogmas cristianos, como el arrianismo, y otras
religiones consideradas paganas como el maniqueísmo (que también tenía una gran
cantidad de fieles en la parte Oriental del Imperio), agregando que los pueblos bárbaros
como es el caso de los godos, ya en pleno proceso de romanización, se convertirían en
cristianos
arrianos, por la llegada de los predicadores a la regiones controladas por los pueblos
bárbaros.
Tras la muerte de Teodosio y la división del Imperio entre sus dos hijos, es un hecho
fundamental para la historia del Bajo Imperio.
Jóvenes emperadores que continuaron con la religión cristiana asociada al gobierno
Imperial, se encargaron de sus defensa y expansión, continuado con la tradición que había
iniciado Constantino y Teodosio, mediante la realización de los concilios ecuménicos. La
influencia del cristianismo en la familia real era muy fuerte, El emperador Honorio reconoció
públicamente al cristianismo como una religión legítima. Durante su gobierno promulgó
edictos que prohibía los ritos paganos y apoyaba el cristianismo como la religión oficial del
Imperio. Demostró tener una fuerte devoción a la Iglesia, asistía regularmente a la misa y
contribuía generosamente a obras caritativas y de construcción de iglesias. Política que
continuó Gala Placidia durante su período de Augusta y que incluso llegó a tener gran
influencia en las discusiones cristológicas que ocurrían entre los obispos, patriarcas e
pensadores de las Iglesias del Imperio, como son la de Constantinopla; Alejandría, Cartago,
Iliria etc. Por lo tanto, la Dinastía Teodosiana jugó un papel importante en la historia del
cristianismo al promover su reconocimiento como religión oficial del Imperio Romano y por
su compromiso personal que tenían con la fe cristiana.

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