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El pez (ichthus), símbolo de los primeros cristianos, es un acrónimo de 'Ἰησοῦς Χριστὸς Θεοῦ Υἱὸς
Σωτήρ' Iêsoûs Khristòs Theoû Huiòs Sôtếr], Hijo de Dios, [nuestro] Salvador ».
Índice
1Historia
o 1.1Período Apostólico
o 1.2Período pre-niceno
o 1.3Escritores y textos
2Catacumbas, persecución y martirio
3Liturgia y culto
4Monasticismo: vírgenes, anacoretas y cenobitas
5Arte
6Jerarquía eclesiástica
7Diferencias doctrinales
8La Escuela de Alejandría
9Textos sagrados del cristianismo primitivo
o 9.1Cronología de escritura
o 9.2Años 70-100. Redacción de los evangelios
10Véase también
11Referencias
12Bibliografía
13Enlaces externos
Historia[editar]
Período Apostólico[editar]
Propagación del cristianismo en el año 325 d. C. (estimación) Propagación del cristianismo en el año 600
d. C.
La primera parte de este período, durante la vida de los Doce Apóstoles y hasta
la primera década del siglo II, se denomina Período Apostólico.23 El inicio de la
predicación de la Iglesia como movimiento religioso acaeció tras el evento
de Pentecostés en la ciudad de Jerusalén, y entre sus líderes estaban los
apóstoles Pedro, Santiago y Juan.4 Estos primeros cristianos se llamaban a sí
mismos Nazarenos o los del Camino. Acudían a las sinagogas como todos los
demás grupos dentro del judaísmo tradicional y su proclama era de
tipo profético. Enseñaban que Jesús de Nazaret era realmente el Mesías
anunciado por los profetas, y que a Jesús, a quien las autoridades romanas y
judías habían crucificado, Dios lo había resucitado.5
En esta pequeña comunidad muchos eran judíos, ya fuera de nacimiento o por
conversión, para los cuales se utilizaba el término bíblico «prosélito»,6 y
denominados por algunos historiadores como «judeocristianos». También
había discípulos provenientes del paganismo y de los samaritanos.7 Pablo de
Tarso, tras su conversión al cristianismo, reivindicó para sí el título de Apóstol
de los gentiles y encabezó actividades misioneras hacia los paganos de Arabia,
Asia Menor, Grecia, y otros lugares del Imperio Romano.8 Al poco tiempo
surgió tensión entre las prácticas judías tradicionales y los gentiles convertidos
al cristianismo primitivo. Se produjo una disputa acerca de si los nuevos
creyentes de origen gentil debían observar la circuncisión y la Ley de Moisés tal
como el pueblo hebreo. Esta disputa indujo una reunión de los apóstoles
denominada Concilio de Jerusalén, cerca del año 50, que resolvió no imponer
la Ley judía a los cristianos de origen pagano. A partir de este momento el
cristianismo comenzó a separarse gradualmente del judaísmo rabínico.
Fresco del III siglo en las Catacumbas de San Calixto, Cristo como Buen Pastor.
Entierro de mártires en las catacumbas, representación de Lenepveu, 1855, óleo sobre tela.
Liturgia y culto[editar]
Artículo principal: Liturgia en la Iglesia Primitiva
Arte[editar]
Artículo principal: Arte paleocristiano
El cristianismo primitivo desarrolla variados tipos artísticos ya sea en el campo
de la música, la literatura, la pintura y la escultura. En Occidente las primeras
manifestaciones artísticas de los cristianos reciben un gran influjo del arte
romano tanto en la arquitectura de las primeras iglesias como en las artes
figurativas.
Las primeras expresiones del arte poético pueden remontarse a las Odas de
Salomón, aunque ya desde el Nuevo Testamento se evidencia la existencia de
himnos y cantos de naturaleza poética.
Jerarquía eclesiástica[editar]
Véase también: Sucesión apostólica
En el nuevo testamento se menciona la existencia del epískopo, o sea
inspector, supervisor, en la comunidad cristiana. Se conservan testimonios de
muchos epískopos de fines del siglo I y comienzos de II, como Ignacio de
Antioquía, Policarpo de Esmirna, Onésimo de Éfeso, etc,16 y desde el año 150
en adelante la sucesión ininterrumpida de epískopos desde tiempos de los
apóstoles es considerada una demostración de autoridad doctrinaria, eco de la
predicación original y garantía de continuidad; lo cual está en contradicción con
las ideas de los gnósticos, que decían poseer un conocimiento novedoso y
secreto.
En efecto, podemos enumerar a los que fueron instituidos por los apóstoles como obispos sucesores
suyos hasta nosotros (...)
Indicaremos cómo la mayor de ellas, la más antigua y la más conocida de todas, la Iglesia que en
Roma fundaron y establecieron los dos gloriosísimos apóstoles Pedro y Pablo, tiene una tradición
que arranca de los apóstoles y llega hasta nosotros, en la predicación de la fe a los hombres (cf.
Rom 1, 8), a través de la sucesión de los obispos. Así confundimos a todos aquellos que, de
cualquier manera, ya sea por complacerse a sí mismos, ya por vana gloria, ya por ceguedad o
falsedad de juicio, se juntan en grupos ilegítimos. (...) En efecto, los apóstoles (Pedro y Pablo),
habiendo fundado y edificado esta Iglesia, entregaron a Lino el cargo episcopal de su
administración; y de este Lino hace mención Pablo en la carta a Timoteo. A él le sucedió Anacleto, y
después de éste, en el tercer lugar a partir de los apóstoles, cayó en suerte el episcopado
a Clemente, el cual había visto a los mismos apóstoles, y había conversado con ellos; y no era el
único en esta situación, sino que todavía resonaba la predicación de los apóstoles, y tenía la
tradición ante los ojos, ya que sobrevivían todavía muchos que habían sido enseñados por los
apóstoles (...)
A Clemente sucedió Evaristo. Y a éste Alejandro. Luego, en el sexto lugar a partir de los apóstoles,
fue nombrado Sixto, y después de éste Telesforo, que tuvo un martirio gloriosísimo. Luego, Higinio;
luego, Pío, y luego Aniceto; y habiendo Sotero sucedido a Aniceto, ahora, en el duodécimo lugar
después de los apóstoles, ocupa el cargo episcopal Eleuterio. Según este orden y esta sucesión, la
tradición de la Iglesia que arranca de los apóstoles y la predicación de la verdad han llegado hasta
nosotros. Esta es una prueba suficientísima de que una fe idéntica y vivificadora se ha conservado y
se ha transmitido dentro de la verdad en la Iglesia desde los apóstoles hasta nosotros (...)
San Ireneo, año 190 aprox. 17
Diferencias doctrinales[editar]
Durante los primeros años de cristianismo surgieron líderes con ideas nuevas o
desarrollos que, eventualmente, fueron considerados heterodoxos por parte de
la opinión mayoritaria dentro de la Iglesia. El Nuevo Testamento menciona
negativamente a dos de estos grupos:
La Escuela de Alejandría[editar]
Tal y como aparece recogido en numerosas citas del Nuevo Testamento, así
como en otros textos cristianos del primer siglo de nuestra era, los primeros
cristianos generalmente utilizaban y reverenciaban la Biblia Judía como su libro
sagrado, fundamentalmente a través de las traducciones griegas (Septuaginta)
o arameas (Targum), buena parte de las cuales están escritas en forma
narrativa donde "en la historia bíblica Dios es el protagonista, Satán (o las
personas o poderes malignos) son el antagonista, y el pueblo de Dios es
el agonista".20
A medida que se desarrollaba el canon del Nuevo Testamento, las Cartas de
San Pablo, los Evangelios canónicos y varios otros textos fueron también
reconocidos como escrituras y textos sagrados para ser leídos en la iglesia.
Las cartas de Pablo, especialmente la Epístola a los Romanos, establecieron
una teología basada en Cristo antes que en la Ley Mosaica, pero la mayor
parte de las denominaciones cristianas todavía consideran las «prescripciones
morales» de la Ley Mosaica, como los Diez Mandamientos, el Gran
Mandamiento y la Regla de Oro como relevantes. Los cristianos primitivos
demostraron un amplio catálogo de creencias y prácticas, buena parte de las
cuales fueron posteriormente rechazadas como heréticas.
Cronología de escritura[editar]
Pablo de Tarso escribe la Primera Carta a los Tesalonicenses dirigida a la
comunidad de Tesalónica, fundada en el año 50. Este es el texto más antiguo
del Nuevo Testamento. Ya se definen por escrito algunos de los dogmas más
importantes del cristianismo. Se afirma la creencia en la resurrección de los
muertos. Creían en esos momentos que la segunda venida de Cristo era
inminente. Se preocupaban y entristecían porque algunos seres queridos
morían sin haber visto llegar a Jesucristo en la gloria del final de los tiempos.
Por esta razón, Pablo continuó:
Durante el tercer viaje de Pablo de Tarso, el Apóstol escribe la mayoría de su
obra epistolar. Tradicionalmente esta etapa se data de los años 54 a 57, en
tanto que las posturas revisionistas tienden a ubicarla entre los años 51 y 54.
En esa etapa Pablo escribió buena parte de su obra epistolar: la Carta a los
gálatas, la Carta a los filipenses, dirigida a la comunidad de Filipo, fundada
hacia el año 49, la Carta a Filemón y la Carta a los romanos. Esta última está
datada de los años 55 a 58.21
Años 70-100. Redacción de los evangelios[editar]
Diversos relatos originados entre los años 28-30 y los años 70, se transmiten
de forma oral o escrita. Son recopilados y reelaborados por los evangelistas,
que los insertan en un marco geográfico con bases históricas[cita requerida], dando
lugar a los Evangelios.
Año 70: El estudio crítico del Evangelio según Marcos ha aportado en los
últimos años datos acerca de las características de las primitivas comunidades
cristianas.
Año 80: En el Evangelio según Mateo se observa la relación conflictiva de la
primitiva comunidad cristiana con los fariseos que habían escapado a
la destrucción de Jerusalén. El Evangelio según Lucas muestra ciertas
características de las comunidades cristianas procedentes del paganismo.
Fines del siglo I. El Evangelio según Juan, las cartas y el libro
del Apocalipsis aportan algunos datos del final del siglo I y principios del siglo II,
que estuvo marcado por las persecuciones romanas.
De acuerdo con Will Durant, la Iglesia cristiana prevaleció sobre
el paganismo porque ofrecía una doctrina mucho más atractiva y porque los
líderes de la iglesia se dirigieron a las necesidades humanas mejor que sus
rivales.22 Sin embargo, esta explicación no es suficiente para los cristianos,
quienes ven allí más bien el cumplimiento del mandato y la promesa de Jesús a
sus apóstoles, al finalizar el evangelio de Mateo (28: 18-20): "Y Jesús se
acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén.".
Véase también