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Acumulación Originaria y

Trabajo Femenino
MATERIAL DE USO INTERNO DE CÁTEDRA - 2020
INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE LAS SOCIEDADES
FACULTAD DE HUMANIDADES - UNSA1

Daniel Franco Lopera

«Para él, ella era una mercancía fragmentada cuyos sentimientos y elecciones rara vez
eran consideradas: su cabeza y su corazón estaban separadas de su espalda y sus
manos, y divididas de su matriz y vagina. Su espalda y sus músculos estaban insertos
en el campo de trabajo […] a sus manos se les exigía cuidar y nutrir al hombre blanco
[…] [S]u vagina, usada para el placer sexual de él, era la puerta de acceso a la matriz,
lugar donde él hacía inversiones de capital —el acto sexual era la inversión de capital y
el hijo que resultaba de ella la plusvalía acumulada […].»
Barbara Omolade, «Heart of Darkness» (1983)

En el capítulo XXIV de «El Capital», Marx describe el llamado proceso de Acumulación Originaria2
que sentó las bases de las formas específicas de explotación capitalista. Para ello analiza el caso
inglés, repasando las estrategias de la burguesía para despojar a la clase trabajadora de los medios
de producción e intimarla a garantizarse la subsistencia vendiendo su fuerza de trabajo. No obstante,
a lo largo de los años, diversxs autorxs han señalado que el análisis de Marx está construido desde la
perspectiva del proletariado asalariado masculino europeo y, por ende, no logra captar la experiencia,
por ejemplo, de las mujeres europeas durante el mismo proceso. Silvia Federici, en su libro «Calibán
y la Bruja» (2004) recopila muchas de esas ampliaciones al trabajo de Marx, haciendo énfasis en la
devaluación del trabajo femenino, la feminización de las labores del cuidado y la criminalización de las
prácticas anticonceptivas y abortivas. A partir de una intensiva investigación histórica y antropológica,
donde analiza gran variedad de fuentes, archivos e ilustraciones de la época, la autora concluye que el
masivo pero silenciado proyecto de la «caza de brujas» fue en verdad una de las iniciativas políticas
más sofisticadas de la nueva clase propietaria para la acumulación de saberes, cuerpos y capitales.

En esta ficha revisaremos los aportes que Federici hace al entendimiento del proceso de
acumulación originaria, pensándolo además como un proceso inacabado que continúa en la actualidad
y que podemos identificar incluso en nuestra provincia. Por último, reflexionaremos respecto a las
diferentes formas de borramiento en la elaboración del relato histórico y las tensiones y dinámicas de
poder que lo moldean.

1
Ficha elaborada por Daniel Franco Lopera (alumnx adscriptx de la cátedra Introducción a la
Historia de las Sociedades) con base en el libro «Calibán y la Bruja» (2004) de Silvia Federici.
El libro entero se puede descargar de manera gratuita en bit.ly/calibanybruja
2
Para facilitar la lectura se ha agregado un código de colores al texto: las expresiones con este
formato son conceptos claves usados por lxs autorxs referenciadxs y las oraciones con resaltado
ocre corresponden a citas textuales de lxs mismxs.
1
ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

1. Críticas a Marx
El trabajo de Marx y, particularmente, su minucioso análisis de la explotación del hombre por el
hombre dentro del capitalismo ha tenido (y tiene) una especial relevancia; el mismo, significó una
ruptura con toda una tradición de análisis histórico, económico y político producido desde los sectores
que han concentrado el poder hegemónico a cada momento, en favor de una historiografía desde abajo,
preocupada por entender y revertir las desigualdades estructurales.

En «El Capital», Marx satiriza el término acumulación originaria (desarrollado previamente por
Adam Smith) para describir la reestructuración económica y social que llevó adelante la clase
dominante inglesa y establecer que

«i) el capitalismo no podría haberse desarrollado sin una concentración previa de capital y
trabajo; y que ii) la separación de los trabajadores de los medios de producción, y no la
abstinencia de los ricos, es la fuente de la riqueza capitalista» 3

Sin embargo, diferentxs autorxs de tradición marxista, ya en el siglo XX y XXI, han hecho críticas
sustanciales al abordaje que éste hace de la acumulación originaria. Por ejemplo, el teórico egipcio
Samir Amin, en su libro «La acumulación a escala mundial: una crítica de la teoría del
subdesarrollo» (1974), centra su atención en el eurocentrismo de Marx. Amin cuestiona su abordaje
de los modos de producción4, señalando que es necesario ir más allá de las fuerzas y relaciones
productivas, y examinar las conexiones que se tejen entre
diferentes modos de producción y que se articulan desde
el nivel local con la totalidad del sistema mundo. En esta Samir Amin
El Cairo (1931) - París (2018)
línea de pensamiento, constituiría un error pensar en la Economista y cientista político.
esclavitud como un modo de producción exclusivamente Desarrolló importantes trabajos
respecto al intercambio desigual
pre-capitalista, porque es con el capitalismo que se entre los países centrales y los
potencia el mercado de esclavos; con la salvedad de que periféricos

es desplazado hacia las periferias del mundo y se pone al


servicio de la acumulación de capital en los países
centrales. Dicho de otro modo, el acceso de los hombres de Europa occidental al trabajo asalariado,
precisa de la puesta en marcha de otras formas de explotación en otros rincones del planeta, como lo
serían, entre los siglos XVI al XVIII, el tráfico de esclavos africanos a través del Atlántico, el
resurgimiento de la servidumbre en Europa oriental y el sometimiento de poblaciones nativas en el
«Nuevo Mundo» mediante la mita y el cuatequil.

Por su parte, la alemana María Mies, pone su atención


María Mies
Steffeln, Alemania (1931)
en la ceguera de Marx respecto a la explotación de las
Socióloga y teórica feminista y mujeres. En «Patriarcado y acumulación a escala global»
ecofeminista.
Reconocida por el uso de
(1986), Mies intenta reexaminar la acumulación capitalista
categorías críticas de la desde un punto de vista no-eurocéntrico, conectando el
economía política para el
análisis del patriarcado. destino de las mujeres de Europa con el de los súbditos
coloniales y logrando así brindar una nueva comprensión del
lugar de las mujeres en el capitalismo. Adicionalmente, Mies

3
«La llamada acumulación originaria no es más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los
medios de producción. Se llama “originaria” porque forma la prehistoria del capital y del régimen capitalista de
producción.» (Selección del Capítulo XXIV de «El Capital»)
Para leer la Selección del Capítulo XXIV elaborada y comentada por la cátedra, ingresar al link bit.ly/MarxXXIV.
4
Ante dudas respecto al concepto, revisar la ficha de Cátedra respecto al Materialismo Histórico realizada por la
profesora Alejandra Soler (bit.ly/FichaCap)
2
ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

sostiene que la caza de brujas fue parte del intento de la emergente clase propietaria para establecer
su control sobre la capacidad productiva de las mujeres y, fundamentalmente, sobre su potencia
procreativa, en el contexto de una nueva división sexual e internacional del trabajo.

2. Hombres «libres» ... ¿y las mujeres?


En el segundo capítulo de su libro «Calibán y la Bruja» (2004), Silvia Federici intenta ampliar el
análisis materialista de la Acumulación Originaria mediante la introducción de la perspectiva de las
mujeres de la clase trabajadora europea, valiéndose para ello de los aportes de la teoría feminista.
Federici narra cómo, durante la transición al capitalismo5, se pusieron en marcha diferentes
mecanismos que desembocaron en la devaluación del trabajo
femenino, la feminización de las labores del cuidado6 y la
Silvia Federici
reducción de éstas a un no-trabajo. Además, cuestiona la idea Parma, Italia (1942)
de hombre libre, usada sarcásticamente por Marx dentro de su Licenciada en Filosofía
Investigadora y activista
descripción de la liberación de los medios de producción, feminista
Militante del movimiento
porque plantea que tal juego de palabras sólo es posible
por el Salario para el
cuando no se considera la drástica reducción de sus libertades trabajo doméstico

que tuvieron las mujeres del proletariado europeo durante esta


época.

2.1 Devaluación del trabajo femenino y feminización de las labores del


cuidado
Desde finales del siglo XV, y hasta consolidada la revolución industrial, comenzaron a ejecutarse
en la Europa Occidental diferentes (y violentas) formas de expulsión del campesinado de sus tierras,
cercamiento de aquellas que eran de uso común y proletarización de la población (mediante diferentes
leyes que forzaban a los expulsados a vender su fuerza de trabajo). A la par de estos procesos,
comenzó a consolidarse una nueva división sexual del trabajo donde las mujeres empezarían a ser
confinadas a la privacidad de la casa7 y las labores que allí realizaban dejarían progresivamente de ser
consideradas una forma de trabajo, incluso cuando las realizaban para personas ajenas a su familia.

Federici explica que, durante el siglo XV, en Francia, así como en las actuales Italia y Alemania,
los artesanos llevaron a cabo una campaña para excluir a las mujeres de sus talleres. En múltiples
ocasiones, los mismos se negaron a trabajar con hombres que trabajaban con mujeres, e incluso
realizaron huelgas para exigir que se cumplieran tales prohibiciones. Luego de los procesos de
sindicalización del siglo XIX (e incluso en los gremios de finales de la Edad Media), el salario también

5
Nótese la diferencia entre la Acumulación Originaria (definida en la nota 3) y la Transición al Capitalismo, que
se refiere al periodo histórico comprendido entre el fin del Feudalismo y la consolidación del Capitalismo en
Europa occidental. Al respecto de este último momento, diferentes autores sostienen que se puede hablar de
Capitalismo desde muy temprano (siglo XV incluso), no obstante, desde el Materialismo Histórico se considera
que recién en el siglo XIX (con el doble proceso de la revolución industrial y la revolución política francesa) se
puede hablar del fin de la transición al Capitalismo. Para profundizar más en esta discusión, revisar el texto «La
transición del Feudalismo al Capitalismo» de Pierre Vilar (1972): bit.ly/Vilar72.
6
Las tareas del cuidado (también llamadas de reproducción) engloban un conjunto de actividades que consisten
en la crianza de niñxs, la limpieza del hogar, el aseo de la ropa, la preparación de los alimentos, el cuidado de
adultxs mayores, personas enfermas o con discapacidad. Tales labores resultan indispensables para la
reproducción del capital cuando esta última se desarrolla por fuera de la esfera doméstica.
7
La división de las esferas de lo público y lo privado, esta última vinculada a la casa y la familia nuclear, es
característica de este periodo.
3
ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

va a servir para excluir a las mujeres de estas organizaciones, al ser menor al cobrado por los varones
de rango similar. Sin pretender satanizarlos, es evidente que los artesanos (en masculino) habían
comenzado a percibir que, para garantizar su subsistencia, era necesario que alguien se hiciera cargo
de las labores del hogar, y sería la mujer, ahora ama de casa, quién sería forzada a cumplir con tales
obligaciones.

En este contexto, la familia comenzó a separarse de la esfera pública y empezó a adquirir sus
connotaciones actuales de lugar para la reproducción de la fuerza de trabajo, un espacio propicio para
la propagación de la disciplina patriarcal y capitalista y la institución más importante para la apropiación
y el ocultamiento del trabajo de las mujeres. Incluso en la actualidad, el trabajo femenino se sigue
considerando «complementario» para el ingreso familiar, a pesar del gran porcentaje de jefas de hogar
(o de que haya mujeres que ganen más que sus maridos). Cabe anotar, también, que la idea de que el
salario masculino debe permitir la subsistencia y la reproducción es igualmente incompleta, porque la
totalidad de las necesidades familiares precisan del trabajo femenino no pago ni reconocido (y no sólo
del salario) para ser cubiertas. Para Federici, si en la clase alta es la propiedad lo que le daba al marido
poder sobre su esposa e hijos, en las familias trabajadoras, la exclusión de las mujeres del salario
cumplía un poder similar.

Claramente, en este proceso sería clave la participación de los estados, quienes fomentarían
estas divisiones mediante la infantilización legal de las mujeres. En Inglaterra, por ejemplo, un hombre
casado tenía derechos legales sobre los ingresos de su esposa; muchas veces en los registros se
escondía su condición de trabajadoras, consignando la paga a nombre de los varones. En Francia,
perdieron el derecho a hacer contratos y a representarse a sí mismas ante las cortes. En lo que hoy es
Alemania, cuando una mujer de clase media enviudaba, se le designaba un tutor que administrase sus
asuntos; además, se les prohibió vivir solas o con otras mujeres, por temor a que no pudieran ser
controladas de forma adecuada.

Hacia finales del siglo XVII las mujeres habían perdido terreno, incluso en las ocupaciones que
tradicionalmente habían tenido, como la partería o la destilación de cerveza. La gran mayoría trabajaba
como empleadas domésticas. Estaba cada vez más asentada la idea (en el derecho, en los registros
de impuestos y en las ordenanzas de los gremios) que las mujeres no debían trabajar por fuera del
hogar, a menos que fuera para ayudar en la producción que realizaban sus maridos. Poco a poco, todo
el trabajo productivo que las mujeres realizaban en la casa fue invisibilizándose, pasó a ser llamado
«tarea doméstica» y, cuando lo realizaban por fuera del hogar, se les pagaba menos que a los varones.

2.2 Criminalización del trabajo sexual


Ante la desposesión de las tierras y las dificultades para encontrar un trabajo asalariado, por
toda Europa empezó a incrementarse notablemente la prostitución femenina. Numerosos escritos
relatan cómo en Francia, Cataluña, Inglaterra y España todos los días llegaban mujeres del campo a
las ciudades; la gran mayoría de ellas, e incluso las esposas de los artesanos, completaban sus
ingresos mediante el trabajo sexual.

Federici señala que, mientras en la Edad Media la prostitución había sido aceptada como un
mal necesario y las trabajadoras sexuales gozaban de altos ingresos, durante el siglo XVI (cuando ésta
se había convertido en la principal fuente de subsistencia de gran parte de la población femenina)
cambió drásticamente la actitud institucional y social al respecto.

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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

Una prostituta sometida a la tortura conocida como


accabussade. Será sumergida en el río varias veces
y luego será encarcelada de por vida.

La prostitución empezó primero a restringirse y posteriormente fue criminalizada. La flagelación


y otras espantosas formas de castigo entraron en vigor, como por ejemplo la silla del chapuzón o
accabussade. En Francia, la violación de la una prostituta dejó de ser un crimen. En Madrid, se les
prohibió a las vagabundas y prostitutas dormir o permanecer en la calle, bajo la amenaza de recibir cien
latigazos, afeitarles cejas y cabeza y ser expulsadas de la ciudad por seis años.

Federici encuentra una relación directa entre la expulsión de las mujeres del trabajo asalariado8,
la prohibición de la prostitución, el surgimiento de la figura del ama de casa y la redefinición de la familia
como lugar para la reproducción de la fuerza de trabajo. Además, la criminalización del trabajo sexual
implicó la persecución de las mujeres, pero no así de sus clientes varones. Cualquier hombre podía
destruir la vida de una mujer simplemente declarando que era una prostituta. Los hombres podían
entonces ejercer sobre ellas un poder de vida o muerte.

8
Acá Federici opta por hablar de trabajo asalariado indistintamente del momento histórico, no obstante, es
necesario aclarar que desde el materialismo histórico se utiliza ese término para remitir a una forma propia de la
explotación capitalista que no estaba plenamente desarrollada en esta época.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

Marcha del Orgullo LGTTBIQA+ Salta 2019 - Foto Pablo Yapura


La criminalización de lxs trabajadorxs sexuales (y no así de sus clientes) es una práctica que sobrevive
hasta nuestros días. En Salta, por ejemplo, si bien el artículo 114 del Código contravencional
provincial prohíbe tanto la oferta como la demanda de trabajo sexual, en la práctica sólo se persigue
a quienes lo ofertan. La derogación de este artículo sigue siendo en la actualidad una de las
principales consignas de las Marchas del Orgullo LGTTBIQA+, ya que numerosas agrupaciones
denuncian que es frecuente el hostigamiento por parte de la Policía hacia las mujeres trans y
travestis escudándose en tal artículo, incluso cuando están “simplemente comprando pan”.

2.3 Una máquina de producir trabajadores


Durante la primera mitad del siglo XVI, al menos 60 ciudades europeas introdujeron programas
de asistencia social, ya fuera por parte de las municipalidades o del Estado central. Si bien no hay un
consenso acerca de los objetivos precisos de éstos, para el marxista francés Yann Moulier-Boutang, la
principal finalidad era evitar la huida del trabajo: la gran fijación.

De cualquier manera, para Federici, la introducción de la asistencia pública fue fundamental en


la definición de la función del Estado como mediador entre los trabajadores y el capital y como principal
supervisor de la reproducción y el disciplinamiento de la fuerza de trabajo. El Estado empezó a
atribuirse la propiedad de lxs trabajadorxs y a desarrollar, posteriormente, diferentes tecnologías para
su administración, dentro de las que se destacan los registros demográficos: censos, medición de tasas
de mortalidad, natalidad y matrimonios.9

9
Si bien Federici no lo especifica, es necesario remarcar que el Estado al cual se refiere ella acá es el Estado
Absoluto, que se encuentra en pleno desarrollo en Europa Occidental durante el siglo XVI. No confundir con el
Estado Capitalista, que más adelante ejecutaría políticas de asistencia pública y control demográfico más
desarrolladas. Acá la autora se interesa por encontrar continuidades entre estas prácticas y algunas experiencias
de control demográfico temprano, como la Bureau des Pauvres (Oficina de los Pobres) de Lyon (Francia), que
llevaba registro de la cantidad de pobres, cantidad de comida que necesitaba cada niño o adulto, y a llevar la
cuenta de los difuntos (para que nadie pudiese reclamar asistencia en nombre de una persona muerta). (Federici,
2004: Pág. 128)
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

Adicionalmente, con la crisis demográfica y económica de principios del siglo XVII y el


surgimiento del Mercantilismo, empezó a tomar fuerza la idea de fomentar el crecimiento poblacional.
El Mercantilismo promulgaba que la riqueza de las naciones es proporcional a la cantidad de
trabajadores y la disponibilidad de metales preciosos; por ende, durante su apogeo (finales del siglo
XVII), en muchos países de Europa occidental predominó un deseo casi fanático por incrementar la
población.

Incluso antes, en Francia e Inglaterra, se promulgaron leyes que promovían el matrimonio y


castigaban el celibato. Pero la principal iniciativa de los Estados en ese sentido fue la imposición de
penas más severas a la anticoncepción, el aborto y el infanticidio 10; algo que Federici llama una guerra
contra las mujeres, llevada adelante principalmente mediante la caza de brujas, que demonizó
(literalmente) cualquier forma de control de la natalidad y de sexo no-procreativo.

Grabado de Hans Bandung Grien usado para alertar a la población


del peligro de las brujas.

La asociación de anticoncepción, aborto y brujería data de 1484


cuando el Papa Inocencio VIII se quejaba de que «a través de sus
encantamientos, hechizos y conjuros [las brujas] destruyen los
vástagos de las mujeres (...) Ellas entorpecen la procreación de los
hombres y la concepción de las mujeres». La caza de brujas trató
de destruir el control que las mujeres habían ejercido sobre su
función reproductiva y allanó el camino para un régimen
patriarcal más opresivo.

Se introdujeron, además, nuevas formas de vigilancia para evitar que las personas gestantes
terminaran con sus embarazos. En Francia (1556), Inglaterra (1624) y en Escocia (1690), se las
obligaba a registrar cada embarazo y se las sentenciaba a muerte si el bebé moría antes del bautismo
luego de un parto a escondidas.

10
En su libro «Eve‘s Herbs: A History of Contraception in the West» (1997) (La Hierbas de Eva: Una historia
de la contracepción en occidente), el historiador estadounidense John Riddle documenta el inmenso catálogo de
pociones y supositorios que las mujeres usaban durante la Edad Media para precipitar la menstruación, propiciar
un aborto o generar una condición de esterilidad. Federici enfatiza que la criminalización de la anticoncepción
tuvo un efecto expropiador sobre esos conocimientos transmitidos de generación en generación y que les
otorgaban cierta autonomía respecto a la gestación y el parto.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

En consecuencia, hubo un drástico aumento de las mujeres procesadas por infanticidio. Durante
los siglos XVI y XVII, los principales crímenes por los que se ejecutaron mujeres fueron este último y la
brujería, que estaba asociada al asesinato de niños y a la violación de las normas reproductivas.
Adicionalmente, las parteras comenzaron a ser sujetas de sospecha, lo cual coincidió con la entrada
del médico masculino en la sala de partos. Tal marginación de las mujeres, y su pérdida del control en
la procreación, coincidió con la instalación de nuevas prácticas que, en caso de emergencia, priorizaban
la supervivencia del feto por encima de la vida de la madre: la procreación fue puesta directamente al
servicio de la acumulación capitalista.

«Marx nunca reconoció que la procreación pudiera convertirse en un terreno de explotación, y


al mismo tiempo de resistencia. Nunca imaginó que las mujeres pudieran resistirse a
reproducir, o que este rechazo pudiera convertirse en parte de la lucha de clases.» 11

Al tratar a la procreación como un asunto neutral, desde el punto de vista del género, Marx pasó
por alto los diferentes intereses y relaciones de poder que han intervenido en la misma en todas las
fases del desarrollo capitalista.

2.5 Recapitulando
«1. La expropiación de los medios de subsistencia de los trabajadores europeos y la
esclavización de los pueblos originarios de América y África en las minas y plantaciones del «Nuevo
Mundo» no fueron los únicos medios para la formación y «acumulación» del proletariado mundial.

2. Este proceso requirió la transformación del cuerpo en una máquina de trabajo y el


sometimiento de las mujeres para la reproducción de la fuerza de trabajo. Fundamentalmente, requirió
la destrucción del poder de las mujeres que, tanto en Europa como en América, se logró por medio del
exterminio de las llamadas “brujas”.

3. La acumulación primitiva no fue, entonces, simplemente una acumulación y concentración de


trabajadores explotables y capital. Fue también una acumulación de diferencias y divisiones dentro de
la clase trabajadora, en la cual las jerarquías construidas a partir del género, así como las de «raza» y
edad, se hicieron constitutivas de la dominación de clase y de la formación del proletariado moderno.

4. No podemos, entonces, identificar acumulación capitalista con liberación del trabajador, mujer
u hombre, como muchos marxistas (entre otros) han hecho, o ver la llegada del capitalismo como un
momento de progreso histórico. Por el contrario, el capitalismo ha creado las formas de esclavización
más brutales e insidiosas, en la medida en que inserta en el cuerpo del proletariado divisiones
profundas que sirven para intensificar y ocultar la explotación. Es en gran medida debido a estas
divisiones impuestas —especialmente la división entre hombres y mujeres— que la acumulación
capitalista continúa devastando la vida en cada rincón del planeta.» 12

3. ¿Continúa la acumulación originaria?


En 1984, poco después de publicar «El gran Calibán. Historia del cuerpo social rebelde en
la primera fase del capital» (el trabajo que antecedió a «Calibán y la Bruja»), Silvia Federici se mudó
por unos años a Nigeria. Ese periodo (1984 a 1986) coincidió con las negociaciones del gobierno
nigeriano con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, a causa de una crisis de deuda

11
Federici (2004) «El Calibán y la Bruja» - Pág.139
12
Federici (2004) «El Calibán y la Bruja» - Pág. 90
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

externa; negociaciones que implicaron la adopción de un programa de ajuste estructural: la típica receta
del Banco Mundial para la recuperación económica.

Con el propósito de hacer que Nigeria fuera «competitiva en el mercado internacional», se


desarrollaron procesos muy similares a los que Federici había estudiado en «El gran Calibán». Entre
ellos, un renovado ataque a las tierras comunales y una decisiva intervención del Estado en la
reproducción de la fuerza de trabajo; un debate que incluía la idea de familia (polígama frente a
monógama, nuclear frente a extendida), la crianza de lxs niñxs, el trabajo de las mujeres, las
identidades masculinas y femeninas y las relaciones entre hombres y mujeres.

Para Federici, ese contexto implicó la resignificación de su trabajo sobre la transición al


capitalismo y la comprensión de cuán limitada fue la victoria de la disciplina de trabajo capitalista (al ver
cuánta gente vive hoy en día de forma antagónica a los requerimientos de la producción capitalista).

No obstante, Federici no ha sido la primera en


sugerir que la acumulación originaria continúa en las Rosa Luxemburgo
Zamość, Polonia (1942) –
periferias del mundo. Ya a principios del siglo XX, la
Berlín (1919)
importante teórica y militante Rosa Luxemburgo sostenía Teórica y militante socialista
Consultar ficha de Cátedra al
en su libro «La acumulación de Capital» (1913) que el
respecto:
sostenimiento de las leyes de oferta y demanda en los http://bit.ly/RLuxemburgo

países centrales sólo es posible mediante «el despojo


violento y sistemático de los productores respecto de los
medios de producción en la periferia no capitalista».

Tanto Luxemburgo como Marx, sostuvieron que el Estado cumple un rol central en este cruel y
renovado proceso de despojo, ya sea mediante el ejercicio del monopolio de la fuerza sobre los
territorios en disputa, la presión tributaria y crediticia sobre las tierras o el abaratamiento forzado de los
productos de la economía campesina. En este sentido, los pueblos indígenas y campesinos son el
mayor obstáculo a la expansión de la forma de vida capitalista y su aniquilamiento sistemático es la
respuesta habitual de los Estados.

En Salta, podemos encontrar ejemplos paradigmáticos de


este proceso como el avance de la frontera agropecuaria del
Diana Lenton Chaco salteño y la instalación de proyectos explotación
Antropóloga e investigadora
minera en la puna. Claro está, la muerte por hambre o
argentina (CONICET).
Cofundadora de la Red de deshidratación en esta zona no es ninguna novedad, pero
Investigadores en Genocidio y
Pueblos Indígenas
se ha visto agudizada por la brutal expropiación de los
medios de subsistencia, como lo son el bosque y el agua; la
antropóloga argentina Diana Lenton llama a esto «el
Genocidio silenciado indígena».

Werner Bonefeld sostiene, por su parte, que no debemos pensar en la acumulación originaria
como un acontecimiento cerrado que pueda confinarse a un pasado distante, sino que, por el contrario,
es consustancial a la reproducción capitalista en todas las épocas. Sin embargo, el geógrafo David
Harvey, prefiere no usar el término «primitiva» u «originaria», y opta por acuñar el concepto de
«acumulación por desposesión»13. Para él, es necesario diferenciar el proceso histórico inglés (de
transición al capitalismo) de aquellos que operan dentro de las relaciones capitalistas plenamente
constituidas.

13
Harvey (2004) «El nuevo imperialismo» - Pág. 116.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

Según Harvey, la apropiación de activos que van desde


recursos naturales y saberes ancestrales, hasta empresas
públicas y derechos sociales a un precio muy bajo (o nulo) se ha David Harvey
Gillingham, Reino
convertido, desde mediados de los 70’s, en el núcleo central de Unido (1935)
las prácticas imperialistas. Tal dinámica predatoria ha provocado Geógrafo y teórico
social marxista
el auge de movimientos sociales contra el despojo, que se
insertan en una larga tradición de luchas de las poblaciones
indígenas y campesinas en defensa de sus territorios y su
autonomía.

Independientemente del término que utilicemos, es importante resaltar que los procesos de
desposesión son constitutivos e intrínsecos a la lógica de la acumulación de capital. Por lo tanto, la
separación entre trabajadores y medios de producción, mediante la violencia, es continua y permanente
durante toda la historia del capitalismo; y no puede entonces reducirse a un acontecimiento histórico
superado, a un mecanismo externo, ni a un comportamiento excepcional o anómalo.14

4. Procesos de borramiento
Hasta el día de hoy, la caza de brujas sigue siendo un fenómeno poco estudiado, y mucho
menos dentro de la historia del proletariado. Es por lo menos llamativo que la persecución y matanza
sistemática, principalmente de mujeres, haya sido pasada por alto o considerada una mera cuestión de
folclore; a pesar de haberse sostenido durante más de tres siglos en territorios tan distintos.

Algunas estimaciones hablan de cerca de 200.000 mujeres quemadas, colgadas y torturadas


(aunque el número sigue en debate). Sin embargo, diferentes tradiciones historiográficas no han
considerado significativo que tal proceso hubiese sido contemporáneo de la colonización y exterminio
de las poblaciones del actual continente americano, de los cercamientos de las tierras comunales en
Europa, del comienzo del tráfico de esclavos desde África occidental, de la promulgación de las leyes
sangrientas contra vagabundos y mendigos, o que alcanzara su punto culminante en el interregno entre
el fin del feudalismo y el establecimiento del capitalismo.

Del mismo modo que Bertolt Brecht, en su poema «Preguntas de un obrero que lee», interpela
la ausencia obrera en la historia de los reyes; podemos preguntarle a Brecht: ¿quién cocinaba para el
obrero?, ¿quién criaba sus hijos?, ¿quién le lavaba la ropa?

Federici logra entonces, medianamente, romper con una serie de prácticas historiográficas que
ubican al varón (blanco) como único sujeto histórico; el que produce la historia: el que batalla las
guerras, el que hace las leyes, el que gobierna, el rey, el caballero, el campesino, el proletario. No
obstante, es preciso interrogar a Federici respecto a esas personas quemadas en la hoguera: ¿eran
todas mujeres?, ¿dónde están en esa historia las travestis, las marimachas, las maricas, las tortilleras,
los afeminados, lxs desviadxs? ¿podemos hablar de «mujeres» como si fuera una categoría
universal y atemporal? En la que tal vez fue la mayor iniciativa para consolidar roles de género, ¿no
es por lo menos esperable que muchxs de lxs perseguidxs hayan sido personas que no encajaban con
el binomio cis-heterosexual?

14
Para una discusión más profunda sobre la continuidad de la acumulación originaria, leer la Presentación de la
Revista Theomai (26-2012): «Trazos de sangre y fuego: ¿continuidad de la acumulación originaria en nuestra
época?» (bit.ly/theomai)
10
ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

En su famoso libro «El género en disputa» (1990),


Judith Butler plantea que no basta con pugnar por una
Judith Butler
Cleveland, EEUU (1955)
representación más precisa de las mujeres en el lenguaje,
Filósofa y militante feminista la política o la historia y sugiere que las estructuras de poder
Reconocida como una de
teóricas fundacionales de la
mediante las cuales se pretende la emancipación, son las
teoría queer. mismas que crean y limitan la categoría «mujer». Es decir,
el proceso de expansión del capitalismo y de la dominación
colonial es el mismo mediante el cual se han expandido e
impuesto las categorías «varón» y «mujer» y la división cis-heterosexual del trabajo; persiguiendo,
condenando y eliminando una multiplicidad de formas de entender el cuerpo, el género, la sexualidad,
la crianza y el cuidado: el sexo, y no sólo el género (dice Butler) han sido culturalmente construidos y
colonialmente impuestos.15

Es en esta línea que Arthur Evans propone una historia de los cuerpos abyectos en su libro
«Brujería y Contracultura Gay» (1978). Evans pone de manifiesto que la misma academia que señala
que esas categorías no son adecuadas históricamente, no lo piensa dos veces antes de interpretarlo
todo y a todxs en términos cis-heterosexuales; borrando una y otra vez toda forma de disidencia sexual.

Narrar la historia en términos neutrales es, entonces, construir una ficción llena de
ocultamientos. Una historia de reyes que oculta a los obreros, una historia de obreros que oculta a las
mujeres, una historia de mujeres que oculta a tortas, travas y mariconas, una historia blanca que oculta
lo indio, lo negro, lo no-europeo: todas las demás formas existencia.

«Volver a casa, respirar hondo, cagarnos en todo y en todxs durante el tiempo que sea necesario.
Cagarnos en la desposesión del cuerpo y los placeres, cagarnos en el género y sus mandatos,
cagarnos en la monogamia y sus mezquindades, cagarnos en las jerarquías, en la academia, en
el estado, en la nación, en las banderas, cagarnos en el mercado y las leyes, cagarnos en los
vínculos mercantilizados, en el sexo instrumentalizado, cagarnos en el trabajo asalariado.»
Brigitte Vasallo, Prólogo de la Edición (no autorizada) en español de «Brujería y Contracultura Gay»16

15
Para una revisión más exhaustiva de la expansión de las categorías genéricas varón/mujer (puntualmente
dentro del continente americano), revisar el texto «Hacia un feminismo decolonial» (2010) de la recientemente
fallecida investigadora y activista argentina María Lugones.
16
El libro de Arthur Evans ha sido traducido y actualizado clandestinamente por diferentes los colectivos alrededor
del mundo. La versión acá referenciada fue editada por el taller autogestivo «El Taller» en Barcelona en 2015 y
cuenta con un prólogo escrito por Brigitte Vasallo, una escritora y activista lesbiana y feminista catalana, conocida
por sus trabajos respecto a la construcción racista del género y al carácter capitalista de la monogamia.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021

Bibliografía
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