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Trabajo Femenino
MATERIAL DE USO INTERNO DE CÁTEDRA - 2020
INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE LAS SOCIEDADES
FACULTAD DE HUMANIDADES - UNSA1
«Para él, ella era una mercancía fragmentada cuyos sentimientos y elecciones rara vez
eran consideradas: su cabeza y su corazón estaban separadas de su espalda y sus
manos, y divididas de su matriz y vagina. Su espalda y sus músculos estaban insertos
en el campo de trabajo […] a sus manos se les exigía cuidar y nutrir al hombre blanco
[…] [S]u vagina, usada para el placer sexual de él, era la puerta de acceso a la matriz,
lugar donde él hacía inversiones de capital —el acto sexual era la inversión de capital y
el hijo que resultaba de ella la plusvalía acumulada […].»
Barbara Omolade, «Heart of Darkness» (1983)
En el capítulo XXIV de «El Capital», Marx describe el llamado proceso de Acumulación Originaria2
que sentó las bases de las formas específicas de explotación capitalista. Para ello analiza el caso
inglés, repasando las estrategias de la burguesía para despojar a la clase trabajadora de los medios
de producción e intimarla a garantizarse la subsistencia vendiendo su fuerza de trabajo. No obstante,
a lo largo de los años, diversxs autorxs han señalado que el análisis de Marx está construido desde la
perspectiva del proletariado asalariado masculino europeo y, por ende, no logra captar la experiencia,
por ejemplo, de las mujeres europeas durante el mismo proceso. Silvia Federici, en su libro «Calibán
y la Bruja» (2004) recopila muchas de esas ampliaciones al trabajo de Marx, haciendo énfasis en la
devaluación del trabajo femenino, la feminización de las labores del cuidado y la criminalización de las
prácticas anticonceptivas y abortivas. A partir de una intensiva investigación histórica y antropológica,
donde analiza gran variedad de fuentes, archivos e ilustraciones de la época, la autora concluye que el
masivo pero silenciado proyecto de la «caza de brujas» fue en verdad una de las iniciativas políticas
más sofisticadas de la nueva clase propietaria para la acumulación de saberes, cuerpos y capitales.
En esta ficha revisaremos los aportes que Federici hace al entendimiento del proceso de
acumulación originaria, pensándolo además como un proceso inacabado que continúa en la actualidad
y que podemos identificar incluso en nuestra provincia. Por último, reflexionaremos respecto a las
diferentes formas de borramiento en la elaboración del relato histórico y las tensiones y dinámicas de
poder que lo moldean.
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Ficha elaborada por Daniel Franco Lopera (alumnx adscriptx de la cátedra Introducción a la
Historia de las Sociedades) con base en el libro «Calibán y la Bruja» (2004) de Silvia Federici.
El libro entero se puede descargar de manera gratuita en bit.ly/calibanybruja
2
Para facilitar la lectura se ha agregado un código de colores al texto: las expresiones con este
formato son conceptos claves usados por lxs autorxs referenciadxs y las oraciones con resaltado
ocre corresponden a citas textuales de lxs mismxs.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
1. Críticas a Marx
El trabajo de Marx y, particularmente, su minucioso análisis de la explotación del hombre por el
hombre dentro del capitalismo ha tenido (y tiene) una especial relevancia; el mismo, significó una
ruptura con toda una tradición de análisis histórico, económico y político producido desde los sectores
que han concentrado el poder hegemónico a cada momento, en favor de una historiografía desde abajo,
preocupada por entender y revertir las desigualdades estructurales.
En «El Capital», Marx satiriza el término acumulación originaria (desarrollado previamente por
Adam Smith) para describir la reestructuración económica y social que llevó adelante la clase
dominante inglesa y establecer que
«i) el capitalismo no podría haberse desarrollado sin una concentración previa de capital y
trabajo; y que ii) la separación de los trabajadores de los medios de producción, y no la
abstinencia de los ricos, es la fuente de la riqueza capitalista» 3
Sin embargo, diferentxs autorxs de tradición marxista, ya en el siglo XX y XXI, han hecho críticas
sustanciales al abordaje que éste hace de la acumulación originaria. Por ejemplo, el teórico egipcio
Samir Amin, en su libro «La acumulación a escala mundial: una crítica de la teoría del
subdesarrollo» (1974), centra su atención en el eurocentrismo de Marx. Amin cuestiona su abordaje
de los modos de producción4, señalando que es necesario ir más allá de las fuerzas y relaciones
productivas, y examinar las conexiones que se tejen entre
diferentes modos de producción y que se articulan desde
el nivel local con la totalidad del sistema mundo. En esta Samir Amin
El Cairo (1931) - París (2018)
línea de pensamiento, constituiría un error pensar en la Economista y cientista político.
esclavitud como un modo de producción exclusivamente Desarrolló importantes trabajos
respecto al intercambio desigual
pre-capitalista, porque es con el capitalismo que se entre los países centrales y los
potencia el mercado de esclavos; con la salvedad de que periféricos
3
«La llamada acumulación originaria no es más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los
medios de producción. Se llama “originaria” porque forma la prehistoria del capital y del régimen capitalista de
producción.» (Selección del Capítulo XXIV de «El Capital»)
Para leer la Selección del Capítulo XXIV elaborada y comentada por la cátedra, ingresar al link bit.ly/MarxXXIV.
4
Ante dudas respecto al concepto, revisar la ficha de Cátedra respecto al Materialismo Histórico realizada por la
profesora Alejandra Soler (bit.ly/FichaCap)
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
sostiene que la caza de brujas fue parte del intento de la emergente clase propietaria para establecer
su control sobre la capacidad productiva de las mujeres y, fundamentalmente, sobre su potencia
procreativa, en el contexto de una nueva división sexual e internacional del trabajo.
Federici explica que, durante el siglo XV, en Francia, así como en las actuales Italia y Alemania,
los artesanos llevaron a cabo una campaña para excluir a las mujeres de sus talleres. En múltiples
ocasiones, los mismos se negaron a trabajar con hombres que trabajaban con mujeres, e incluso
realizaron huelgas para exigir que se cumplieran tales prohibiciones. Luego de los procesos de
sindicalización del siglo XIX (e incluso en los gremios de finales de la Edad Media), el salario también
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Nótese la diferencia entre la Acumulación Originaria (definida en la nota 3) y la Transición al Capitalismo, que
se refiere al periodo histórico comprendido entre el fin del Feudalismo y la consolidación del Capitalismo en
Europa occidental. Al respecto de este último momento, diferentes autores sostienen que se puede hablar de
Capitalismo desde muy temprano (siglo XV incluso), no obstante, desde el Materialismo Histórico se considera
que recién en el siglo XIX (con el doble proceso de la revolución industrial y la revolución política francesa) se
puede hablar del fin de la transición al Capitalismo. Para profundizar más en esta discusión, revisar el texto «La
transición del Feudalismo al Capitalismo» de Pierre Vilar (1972): bit.ly/Vilar72.
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Las tareas del cuidado (también llamadas de reproducción) engloban un conjunto de actividades que consisten
en la crianza de niñxs, la limpieza del hogar, el aseo de la ropa, la preparación de los alimentos, el cuidado de
adultxs mayores, personas enfermas o con discapacidad. Tales labores resultan indispensables para la
reproducción del capital cuando esta última se desarrolla por fuera de la esfera doméstica.
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La división de las esferas de lo público y lo privado, esta última vinculada a la casa y la familia nuclear, es
característica de este periodo.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
va a servir para excluir a las mujeres de estas organizaciones, al ser menor al cobrado por los varones
de rango similar. Sin pretender satanizarlos, es evidente que los artesanos (en masculino) habían
comenzado a percibir que, para garantizar su subsistencia, era necesario que alguien se hiciera cargo
de las labores del hogar, y sería la mujer, ahora ama de casa, quién sería forzada a cumplir con tales
obligaciones.
En este contexto, la familia comenzó a separarse de la esfera pública y empezó a adquirir sus
connotaciones actuales de lugar para la reproducción de la fuerza de trabajo, un espacio propicio para
la propagación de la disciplina patriarcal y capitalista y la institución más importante para la apropiación
y el ocultamiento del trabajo de las mujeres. Incluso en la actualidad, el trabajo femenino se sigue
considerando «complementario» para el ingreso familiar, a pesar del gran porcentaje de jefas de hogar
(o de que haya mujeres que ganen más que sus maridos). Cabe anotar, también, que la idea de que el
salario masculino debe permitir la subsistencia y la reproducción es igualmente incompleta, porque la
totalidad de las necesidades familiares precisan del trabajo femenino no pago ni reconocido (y no sólo
del salario) para ser cubiertas. Para Federici, si en la clase alta es la propiedad lo que le daba al marido
poder sobre su esposa e hijos, en las familias trabajadoras, la exclusión de las mujeres del salario
cumplía un poder similar.
Claramente, en este proceso sería clave la participación de los estados, quienes fomentarían
estas divisiones mediante la infantilización legal de las mujeres. En Inglaterra, por ejemplo, un hombre
casado tenía derechos legales sobre los ingresos de su esposa; muchas veces en los registros se
escondía su condición de trabajadoras, consignando la paga a nombre de los varones. En Francia,
perdieron el derecho a hacer contratos y a representarse a sí mismas ante las cortes. En lo que hoy es
Alemania, cuando una mujer de clase media enviudaba, se le designaba un tutor que administrase sus
asuntos; además, se les prohibió vivir solas o con otras mujeres, por temor a que no pudieran ser
controladas de forma adecuada.
Hacia finales del siglo XVII las mujeres habían perdido terreno, incluso en las ocupaciones que
tradicionalmente habían tenido, como la partería o la destilación de cerveza. La gran mayoría trabajaba
como empleadas domésticas. Estaba cada vez más asentada la idea (en el derecho, en los registros
de impuestos y en las ordenanzas de los gremios) que las mujeres no debían trabajar por fuera del
hogar, a menos que fuera para ayudar en la producción que realizaban sus maridos. Poco a poco, todo
el trabajo productivo que las mujeres realizaban en la casa fue invisibilizándose, pasó a ser llamado
«tarea doméstica» y, cuando lo realizaban por fuera del hogar, se les pagaba menos que a los varones.
Federici señala que, mientras en la Edad Media la prostitución había sido aceptada como un
mal necesario y las trabajadoras sexuales gozaban de altos ingresos, durante el siglo XVI (cuando ésta
se había convertido en la principal fuente de subsistencia de gran parte de la población femenina)
cambió drásticamente la actitud institucional y social al respecto.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
Federici encuentra una relación directa entre la expulsión de las mujeres del trabajo asalariado8,
la prohibición de la prostitución, el surgimiento de la figura del ama de casa y la redefinición de la familia
como lugar para la reproducción de la fuerza de trabajo. Además, la criminalización del trabajo sexual
implicó la persecución de las mujeres, pero no así de sus clientes varones. Cualquier hombre podía
destruir la vida de una mujer simplemente declarando que era una prostituta. Los hombres podían
entonces ejercer sobre ellas un poder de vida o muerte.
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Acá Federici opta por hablar de trabajo asalariado indistintamente del momento histórico, no obstante, es
necesario aclarar que desde el materialismo histórico se utiliza ese término para remitir a una forma propia de la
explotación capitalista que no estaba plenamente desarrollada en esta época.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
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Si bien Federici no lo especifica, es necesario remarcar que el Estado al cual se refiere ella acá es el Estado
Absoluto, que se encuentra en pleno desarrollo en Europa Occidental durante el siglo XVI. No confundir con el
Estado Capitalista, que más adelante ejecutaría políticas de asistencia pública y control demográfico más
desarrolladas. Acá la autora se interesa por encontrar continuidades entre estas prácticas y algunas experiencias
de control demográfico temprano, como la Bureau des Pauvres (Oficina de los Pobres) de Lyon (Francia), que
llevaba registro de la cantidad de pobres, cantidad de comida que necesitaba cada niño o adulto, y a llevar la
cuenta de los difuntos (para que nadie pudiese reclamar asistencia en nombre de una persona muerta). (Federici,
2004: Pág. 128)
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Se introdujeron, además, nuevas formas de vigilancia para evitar que las personas gestantes
terminaran con sus embarazos. En Francia (1556), Inglaterra (1624) y en Escocia (1690), se las
obligaba a registrar cada embarazo y se las sentenciaba a muerte si el bebé moría antes del bautismo
luego de un parto a escondidas.
10
En su libro «Eve‘s Herbs: A History of Contraception in the West» (1997) (La Hierbas de Eva: Una historia
de la contracepción en occidente), el historiador estadounidense John Riddle documenta el inmenso catálogo de
pociones y supositorios que las mujeres usaban durante la Edad Media para precipitar la menstruación, propiciar
un aborto o generar una condición de esterilidad. Federici enfatiza que la criminalización de la anticoncepción
tuvo un efecto expropiador sobre esos conocimientos transmitidos de generación en generación y que les
otorgaban cierta autonomía respecto a la gestación y el parto.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
En consecuencia, hubo un drástico aumento de las mujeres procesadas por infanticidio. Durante
los siglos XVI y XVII, los principales crímenes por los que se ejecutaron mujeres fueron este último y la
brujería, que estaba asociada al asesinato de niños y a la violación de las normas reproductivas.
Adicionalmente, las parteras comenzaron a ser sujetas de sospecha, lo cual coincidió con la entrada
del médico masculino en la sala de partos. Tal marginación de las mujeres, y su pérdida del control en
la procreación, coincidió con la instalación de nuevas prácticas que, en caso de emergencia, priorizaban
la supervivencia del feto por encima de la vida de la madre: la procreación fue puesta directamente al
servicio de la acumulación capitalista.
Al tratar a la procreación como un asunto neutral, desde el punto de vista del género, Marx pasó
por alto los diferentes intereses y relaciones de poder que han intervenido en la misma en todas las
fases del desarrollo capitalista.
2.5 Recapitulando
«1. La expropiación de los medios de subsistencia de los trabajadores europeos y la
esclavización de los pueblos originarios de América y África en las minas y plantaciones del «Nuevo
Mundo» no fueron los únicos medios para la formación y «acumulación» del proletariado mundial.
4. No podemos, entonces, identificar acumulación capitalista con liberación del trabajador, mujer
u hombre, como muchos marxistas (entre otros) han hecho, o ver la llegada del capitalismo como un
momento de progreso histórico. Por el contrario, el capitalismo ha creado las formas de esclavización
más brutales e insidiosas, en la medida en que inserta en el cuerpo del proletariado divisiones
profundas que sirven para intensificar y ocultar la explotación. Es en gran medida debido a estas
divisiones impuestas —especialmente la división entre hombres y mujeres— que la acumulación
capitalista continúa devastando la vida en cada rincón del planeta.» 12
11
Federici (2004) «El Calibán y la Bruja» - Pág.139
12
Federici (2004) «El Calibán y la Bruja» - Pág. 90
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
externa; negociaciones que implicaron la adopción de un programa de ajuste estructural: la típica receta
del Banco Mundial para la recuperación económica.
Tanto Luxemburgo como Marx, sostuvieron que el Estado cumple un rol central en este cruel y
renovado proceso de despojo, ya sea mediante el ejercicio del monopolio de la fuerza sobre los
territorios en disputa, la presión tributaria y crediticia sobre las tierras o el abaratamiento forzado de los
productos de la economía campesina. En este sentido, los pueblos indígenas y campesinos son el
mayor obstáculo a la expansión de la forma de vida capitalista y su aniquilamiento sistemático es la
respuesta habitual de los Estados.
Werner Bonefeld sostiene, por su parte, que no debemos pensar en la acumulación originaria
como un acontecimiento cerrado que pueda confinarse a un pasado distante, sino que, por el contrario,
es consustancial a la reproducción capitalista en todas las épocas. Sin embargo, el geógrafo David
Harvey, prefiere no usar el término «primitiva» u «originaria», y opta por acuñar el concepto de
«acumulación por desposesión»13. Para él, es necesario diferenciar el proceso histórico inglés (de
transición al capitalismo) de aquellos que operan dentro de las relaciones capitalistas plenamente
constituidas.
13
Harvey (2004) «El nuevo imperialismo» - Pág. 116.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
Independientemente del término que utilicemos, es importante resaltar que los procesos de
desposesión son constitutivos e intrínsecos a la lógica de la acumulación de capital. Por lo tanto, la
separación entre trabajadores y medios de producción, mediante la violencia, es continua y permanente
durante toda la historia del capitalismo; y no puede entonces reducirse a un acontecimiento histórico
superado, a un mecanismo externo, ni a un comportamiento excepcional o anómalo.14
4. Procesos de borramiento
Hasta el día de hoy, la caza de brujas sigue siendo un fenómeno poco estudiado, y mucho
menos dentro de la historia del proletariado. Es por lo menos llamativo que la persecución y matanza
sistemática, principalmente de mujeres, haya sido pasada por alto o considerada una mera cuestión de
folclore; a pesar de haberse sostenido durante más de tres siglos en territorios tan distintos.
Del mismo modo que Bertolt Brecht, en su poema «Preguntas de un obrero que lee», interpela
la ausencia obrera en la historia de los reyes; podemos preguntarle a Brecht: ¿quién cocinaba para el
obrero?, ¿quién criaba sus hijos?, ¿quién le lavaba la ropa?
Federici logra entonces, medianamente, romper con una serie de prácticas historiográficas que
ubican al varón (blanco) como único sujeto histórico; el que produce la historia: el que batalla las
guerras, el que hace las leyes, el que gobierna, el rey, el caballero, el campesino, el proletario. No
obstante, es preciso interrogar a Federici respecto a esas personas quemadas en la hoguera: ¿eran
todas mujeres?, ¿dónde están en esa historia las travestis, las marimachas, las maricas, las tortilleras,
los afeminados, lxs desviadxs? ¿podemos hablar de «mujeres» como si fuera una categoría
universal y atemporal? En la que tal vez fue la mayor iniciativa para consolidar roles de género, ¿no
es por lo menos esperable que muchxs de lxs perseguidxs hayan sido personas que no encajaban con
el binomio cis-heterosexual?
14
Para una discusión más profunda sobre la continuidad de la acumulación originaria, leer la Presentación de la
Revista Theomai (26-2012): «Trazos de sangre y fuego: ¿continuidad de la acumulación originaria en nuestra
época?» (bit.ly/theomai)
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
Es en esta línea que Arthur Evans propone una historia de los cuerpos abyectos en su libro
«Brujería y Contracultura Gay» (1978). Evans pone de manifiesto que la misma academia que señala
que esas categorías no son adecuadas históricamente, no lo piensa dos veces antes de interpretarlo
todo y a todxs en términos cis-heterosexuales; borrando una y otra vez toda forma de disidencia sexual.
Narrar la historia en términos neutrales es, entonces, construir una ficción llena de
ocultamientos. Una historia de reyes que oculta a los obreros, una historia de obreros que oculta a las
mujeres, una historia de mujeres que oculta a tortas, travas y mariconas, una historia blanca que oculta
lo indio, lo negro, lo no-europeo: todas las demás formas existencia.
«Volver a casa, respirar hondo, cagarnos en todo y en todxs durante el tiempo que sea necesario.
Cagarnos en la desposesión del cuerpo y los placeres, cagarnos en el género y sus mandatos,
cagarnos en la monogamia y sus mezquindades, cagarnos en las jerarquías, en la academia, en
el estado, en la nación, en las banderas, cagarnos en el mercado y las leyes, cagarnos en los
vínculos mercantilizados, en el sexo instrumentalizado, cagarnos en el trabajo asalariado.»
Brigitte Vasallo, Prólogo de la Edición (no autorizada) en español de «Brujería y Contracultura Gay»16
15
Para una revisión más exhaustiva de la expansión de las categorías genéricas varón/mujer (puntualmente
dentro del continente americano), revisar el texto «Hacia un feminismo decolonial» (2010) de la recientemente
fallecida investigadora y activista argentina María Lugones.
16
El libro de Arthur Evans ha sido traducido y actualizado clandestinamente por diferentes los colectivos alrededor
del mundo. La versión acá referenciada fue editada por el taller autogestivo «El Taller» en Barcelona en 2015 y
cuenta con un prólogo escrito por Brigitte Vasallo, una escritora y activista lesbiana y feminista catalana, conocida
por sus trabajos respecto a la construcción racista del género y al carácter capitalista de la monogamia.
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ACUMULACIÓN ORIGINARIA Y TRABAJO FEMENINO - FICHA DE CÁTEDRA - 2021
Bibliografía
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¿continuidad de la acumulación originaria en nuestra época? Theomai [en linea]. 26-2012, I-XXII.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12426097001
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Brujería y Contracultura Gay, Barcelona, Tallers autogestionats El Taller, 2015]
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Madrid. Disponible en: http://bit.ly/Vilar72
12