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UNIDAD 1

CONTEXTUALIZACIÓN DE LA DIDÁCTICA DEL


SIGLO XXI EN EL MARCO COLOMBIANO
Concepto de la educación

Marco legal de la educación colombiana

Desafíos del sistema educativo al inicio


del siglo XXI

Tendencias de la globalización en la nueva


comprensión de la educación

Manifestación actual de la educación


en Colombia
A partir del inicio del presente siglo la educación materializa la
necesidad de transformarse, como consecuencia del avance
tecnológico y, por ende, de los cambios de la sociedad. Hoy en día
la tecnología juega un papel importante en la práctica educativa,
por lo que se han establecido algunos retos para la renovación del
sistema educativo. Uno de ellos es la solución de la cobertura en
la oferta educativa. El segundo reto se relaciona con la necesidad
de prestar un servicio educativo de calidad a partir del suministro
de recursos y herramientas didácticas y tecnológicas a los
estudiantes y de ofrecer un plan de formación docente que
promueva las altas expectativas de los docentes con respecto a
su labor pedagógica.

Desde la UNESCO se han planteado los retos para la educación


actual y se ha puesto en consideración una estrategia pedagógica
que guie a los gobiernos en la implementación de políticas
educativas para el fortalecimiento de los aprendizajes, la
innovación y la calidad educativa.
Concepto de educación
No existe un concepto unificado sobre educación. Hay posturas
teóricas que proponen que la educación es el proceso de
asimilación de la cultura y de redefinición el comportamiento
humano; por otro lado, hay quienes afirman que la educación
está implícita en la realidad social del individuo, mientras que
otros conciben la educación como un proceso continuo que
surge de las vivencias propias de los seres humanos. De acuerdo
con Terán, Perdomo y Castillo (2017), Aristóteles define la
educación como “dirigir los sentimientos de placer y dolor hacia
el orden ético”. Según Rufino Blanco “la educación,
racionalmente conducida, da las facultades específicas del
hombre para su perfección y para la formación del carácter,
preparándole para la vida individual y social, a fin de conseguir la
mayor felicidad posible”. Por otra parte, Dewey define la
educación como “la suma total de procesos por medios de los
cuales una comunidad o un grupo social pequeño o grande,
transmite su capacidad adquirida y sus propósitos con el fin de
asegurar la continuidad de su propia existencia y desarrollo.
Luengo (2004) afirma que la “educación se conoce como el
desarrollo del individuo para adquirir conocimientos,
competencias, destrezas a partir de la experiencia individual
sobre todo el entorno que lo rodea, sea moral, ético, social,
político, religioso, cultural, entre otros. La educación no solo se
enmarca en este proceso sino mantiene diversos procesos
sustentados desde lo etimológico y el sentido intuitivo”.
Desde el punto de vista etimológico, el término de educación se
relacionaba en siglos anteriores con la “crianza”, en la que se
hacía referencia al adoctrinamiento del ser por parte de una
figura doctrinal o disciplinar, en procesos ligados al cuidado,
protección y manutención de los adultos a sus hijos o sus
beneficiarios, cuyo resultado era el desarrollo de la
personalidad, costumbres, cultura y demás componentes que
se pudieran construir en cada individuo. Tiempo después, este
término adopta una transformación desde el latín “educere”, que
tiene relación con la capacidad del individuo para desarrollar
potencialmente su conocimiento, sus habilidades y las
disciplinas que puede aprender en su trayectoria de vida.

La educación también se asocia al término “educare”, que


enmarca todos los procesos educativos para la formación,
instrucción, adoctrinamiento, crianza y orientación del individuo
en los entornos en que interactúan socialmente, por medio de
los conocimientos alcanzados, o de la adquisición de contenidos
disciplinares, lo que Durkheim (1967) plantea como la inclusión
del individuo en la sociedad a partir de la “socialización”.

Por otra parte, desde el sentido común se examina la educación


a partir de la experiencia del ser humano en el campo disciplinar,
técnico o científico, además de la puesta en práctica de lo que el
individuo ha aprendido, de su comprensión e interiorización, de
manera que el individuo puede definir lo que ha aprendido de
acuerdo con su desarrollo cognitivo y con la capacidad para
reflexionar de manera crítica en su medio.
El individuo debe considerarse como un ser único en la
humanidad; cada uno tiene una forma exclusiva de ser, por lo
que el conocimiento se construye subjetiva e individualmente,
sin importar que existe un análisis colectivo; el ser humano tiene
la capacidad de tomar posición desde aspectos tecnológicos,
políticos, religiosos, sociales, culturales y económicos, entre
otros. La educación busca el perfeccionamiento humano
comenzando por la autonomía en el desarrollo del ser, en gran
parte mediada por la escuela, institución que incluye elementos
sociales como la orientación y la contextualización como
necesidades del ser humano para la interpretación del mundo,
para la comprensión de los fenómenos naturales y sociales, y
para aportar nuevas medidas que puedan ser implementadas
para el beneficio de la comunidad.
Una dimensión complementaria es aportada por Bruner y
Vigotsky (1978), quienes sostienen que el pensamiento del
hombre es originado por la cultura. Describen la mente como el
resultado de la educación que forja los valores, los sentimientos,
los afectos, el carácter, las aptitudes, el conocimiento, la
cognición y las particularidades del cuerpo. Estos autores
también describen y comparan el cuerpo del pescador como un
cuerpo diferente al cuerpo del agricultor; así, el cuerpo de los
deportistas de China es diferente al cuerpo de sus compatriotas
músicos o poetas.

En consideración a estos dos autores, es importante afirmar que


la cultura y la tradición educativa definen ciertos componentes y
lineamientos, expresados en la construcción de valores y formas
de pensamiento, los que orientan la formación del individuo en
relación con su propia identidad y cultura, respetando al otro, a su
ideología, a su opinión y a otras formas de concebir el mundo.

Actualmente, los cambios educativos han sido sustanciales por la


integración tecnológica en la educación, lo que ha hecho
emerger varios interrogantes sobre el quehacer pedagógico de
los docentes de hoy y ha forzado algunas transformaciones en las
prácticas escolares del siglo XXI. En este entorno, los docentes
que fueron formados durante el siglo XX, y aún los de este siglo,
deben necesariamente adaptar ciertas metodologías
tradicionalistas a espacios más modernos e innovadores, en
consideración a los estudiantes del siglo actual.

El siguiente ejemplo sirve para dar una mejor idea sobre lo que se
expresa. Para el caso de las actividades rutinarias y memorísticas
que requieran la utilización del lenguaje matemático o una
secuencia procedimental para hallar una ecuación ya no es
pertinente el método tradicional repetitivo: al contrario, es
pertinente utilizar otro tipo de metodología que sea acorde con la
búsqueda del desarrollo de las competencias y del pensamiento
matemático, con las que el estudiante pueda aplicar sus
conocimientos a su contexto social y aporte a las necesidades de
la sociedad actual.

Marco legal de la educación colombiana


El marco legal colombiano para la educación se rige
primeramente bajo la Constitución Política. En el artículo 67 se
establece la educación como un derecho de cada ciudadano y, a
su vez, como un servicio de carácter público que cumple un
objetivo social para dar acceso al conocimiento, a la disciplina, a la
El marco legal colombiano para la educación se rige
primeramente bajo la Constitución Política. En el artículo 67 se
establece la educación como un derecho de cada ciudadano y, a
su vez, como un servicio de carácter público que cumple un
objetivo social para dar acceso al conocimiento, a la disciplina, a
la técnica y a cada uno de los elementos de la cultura, para la
formación en el respeto, la sana convivencia, la paz, la
democracia, la praxis laboral y el desarrollo sostenible de la
sociedad, desde el cuidado del medio ambiente, la tecnología, la
ciencia y el mejoramiento humano. Es por esto que la
constitución define al Estado, la sociedad y la familia como
responsables de la educación.

En primer lugar, el Estado es el encargado de hacer cumplir los


objetivos, la cobertura, la calidad y el buen servicio de la
educación, para garantizar el acceso y la permanencia de los
menores en el sector educativo. En segundo lugar, la sociedad
debe ser garante de brindar un servicio de apoyo y, por último, la
fa m i l i a p ro p o rc i o n a d e s d e s u s e n o l a c u l t u r i z a c i ó n ,
adoctrinamiento y crianza en valores que ayuden al individuo a
desarrollarse desde la edad temprana hasta la tercera edad.

Por otro lado, la Ley 115 de 1994 o Ley General de Educación


dispone la normativa general para la regulación del servicio
educativo público, tomando como base la fundamentación legal
contemplada en la Constitución Política en su artículo 67 que,
como ya se mencionaba, se relaciona con el derecho que tiene
toda persona a la educación; además, establece los parámetros
para la organización y la óptima prestación de los servicios de la
educación formal ofertados en los niveles de preescolar, básica
primaria, básica secundaria y media vocacional, al igual que los
servicios de educación no formal e informal para los niños en
tiempo de escolaridad, campesinos, adultos, grupos étnicos,
personas con discapacidad, personas con capacidades
excepcionales y reinserción social.

Esta ley comprende cada una de las normas generales para la


educación formal, no formal e informal que deben cumplir las
instituciones que prestan servicios educativos y define la
integración de los procesos para mantener el recurso humano,
físico, tecnológico, didáctico, financiero, administrativo y
académico. Con ello se busca alcanzar los fines definidos en la
educación, articulados al desarrollo del individuo, para que se
integre como un ser social autónomo, productivo, participe activo
de los procesos sociales y comprometido con el desarrollo
económico y social de la nación. Se debe agregar que esta ley
plantea la autonomía de las instituciones educativas para diseñar
e implementar el PEI (de acuerdo con sus necesidades propias)
para consolidar la formación de sus educandos, así como para
diseñar el plan de estudios que comprenda y organice las áreas
fundamentales y optativas con sus respectivas asignaturas y
proyectos pedagógicos, articulados al sistema institucional de
evaluación de estudiantes, regido por el Decreto 1290, y a
lineamientos curriculares definidos por el Ministerio de Educación
Nacional en sus referentes de calidad.

La Ley 30 de 1992 decreta los fundamentos de la Educación


Superior, definiéndola como un proceso permanente que afianza
el desarrollo cognitivo del ser humano, que se inicia posterior a la
finalización de la educación media o secundaria con el objetivo
de que el estudiante puede acceder a la formación profesional y
académica. Esta ley también determina la autonomía
universitaria y hace énfasis en garantizar la calidad educativa,
siempre encaminada al despertar del educando a la reflexión y a
la autonomía propia, respetando la ideología, la diversidad
cultural y la libertad de opinión, la libre cátedra y la investigación.

Es importante manifestar que a la Educación Superior pueden


acceder quienes demuestren las competencias solicitadas y
cumplan con los requerimientos exigidos por cada nivel
académico, de acuerdo con los campos de acción y algunos
programas académicos, definidos en la misma Ley 30 de 1992:

Campos de acción:
Técnica Tecnología Arte
Ciencia Humanidades Filosofía
Los programas académicos se clasifican en:
Pregrado
Postgrado

Desafíos del sistema educativo al inicio del Siglo XXI


La transformación de la educación genera en sí misma una
renovación en el sistema educativo; por tanto, origina ciertos
desafíos que deben ser tratados con la mayor seriedad posible,
a la vez que deben ser analizados minuciosamente para
alcanzar grandes avances y resultados que permitan hacer
frente a las necesidades, retos o problemas en el campo
educativo, tanto a nivel nacional como internacional. Es por eso
que se definen a continuación los retos definidos a comienzos
del siglo actual, de acuerdo con el MEN (2004).
Universalizar el acceso de la población a la educación básica.
Para lograrlo es esencial que se adecuen y diseñen políticas
públicas que ofrezcan acceso a todos los ciudadanos a los
niveles de preescolar, básica primaria y básica secundaria. Para
lograrlo se ha aumentado la cobertura en los cupos escolares,
dando prioridad a la población de escasos recursos y a grupos
étnicos, bajo el cumplimiento de la calidad y la equidad de
oportunidades para la educación tanto en las zonas rurales
como urbanas del país.

Universalizar los recursos financieros para universalizar la


educación y garantizar su uso eficiente. El grupo CEPAL y la
UNESCO definieron una serie de propuestas sobre metas para la
educación, con las que se busca que en el año 2030 se consolide
la universalización de la educación preprimaria en cuanto a la
matrícula de los niños y niñas entre los 3 y 5 años. Junto con
ello, se debe asegurar el nivel de primaria matriculando a niños
y niñas entre los 6 y 12 años, además de ampliar los servicios de
oferta educativa a los niveles de básica secundaria y media
vocacional, razón por la que se establecen parámetros para
reducir la repitencia de los estudiantes en estos grados. De
manera complementaria, se requiere promover el alfabetismo
en los adultos mayores y en jóvenes mayores de 15 años,
metas que exigen una alta inversión en educación por parte de
los gobiernos. En concreto, en Colombia se han hecho algunos
rigurosos estudios para hacer realidad las sugerencias
emitidas por estas entidades en relación con la inversión
educativa y la cobertura educativa.
Mejorar la calidad de la educación. Es necesario el apoyo técnico
a las instituciones educativas por parte del Ministerio de
Educación, para la aplicación efectiva de la calidad en cada uno
de sus componentes. Para ello se definen cada uno de los
procesos a realizar, el respectivo seguimiento y la consolidación
del sistema de evaluación de la calidad a través de la revisión
periódica de resultados para su comparación, conocimiento y
para determinar los avances obtenidos. De igual forma, se
generan unos incentivos para la planta docente y directivos
docentes de las instituciones educativas con el fin de demostrar
mayores y mejores resultados de excelencia en el aprendizaje
de los estudiantes. Por otro lado, se provee el acompañamiento
estratégico a aquellos establecimientos con bajos resultados a
partir de los lineamientos de equidad en las oportunidades para
el mejoramiento.
Dicho lo anterior, la calidad es la cobertura del servicio educativo
ofertado con altos niveles de excelencia, por lo que se ha
definido un sistema de estándares, socialización de resultados
para las evaluaciones externas y formulación de planes con
miras a elevar la calidad educativa mediante la demostración de
experiencias significativas de aprendizaje, además de la
recolección de insumos de las pruebas SABER, empleados para
que las instituciones formulen planes de mejoramiento
continuo, identifiquen las debilidades y fortalezas de la
comunidad educativa en cada proceso realizado por la
institución y establezcan objetivos de mejoramiento.
Incorporación de nuevas tecnologías de la información y
la comunicación. El uso de las TIC como herramientas
aplicadas a la estrategia de cobertura y mejoramiento de
la calidad busca favorecer a la población con difícil acceso por su
ubicación geográfica, además de garantizar la educación a
distancia, mejorando el servicio educativo a través de programas
de aprendizaje interactivos y del uso de Internet como
mecanismo para la adquisición, modernización, utilización,
explotación y difusión del conocimiento. La incorporación de las
tecnologías fomenta el mejoramiento de la calidad y de la oferta
educativa, lo que hace indispensable la dotación y asignación de
infraestructura tecnológica y redes tanto para las instituciones
educativas como para llevar a cabo los procesos de
estructuración y estandarización de contenidos de calidad
aportados desde el Portal Colombia Aprende, como medio
tecnológico para la disposición de material y recursos educativos
digitales a la comunidad educativa del país.
Consolidar la autonomía escolar. La autonomía de las
Instituciones Educativas siempre se mantiene y por ende son
las responsables por sus resultados educativos; estas
instituciones deben dar respuesta a los padres de familia y a la
comunidad en general sobre los procesos que brindan, con un
acompañamiento técnico por parte de las entidades
territoriales para la realización de cada una de las funciones de
manera eficaz y eficiente.

Formación en competencias ciudadanas. Las competencias


ciudadanas no deben desligarse de la educación; es
importante formar a los estudiantes para invitarlos a la
participación activa en la sociedad y a respetar los derechos de
los demás, para lo cual se cuenta con las instituciones y los
p ro g ra m a s i nfo r m a t i vo s d e l o s d i ve r s o s m e d i o s d e
comunicación relacionados con la conformación y consolidación
de grupos ciudadanos que participan en la administración, la
implementación, la formulación, el seguimiento y la evaluación
de los planes de desarrollo de la localidad o región, con lo que
también se apoyan los procesos de descentralización.

Mejorar las condiciones profesionales de los docentes. A los


docentes se les debe garantizar un sistema integral para su
ingreso, permanencia y retiro. En el ingreso se plantean
concursos de méritos en los que se hace el seguimiento
necesario para cumplir con cada una de las condiciones de
calidad del sistema; así mismo, bajo este esquema se
monitorean las evaluaciones y respectivos ascensos efectuados
por los docentes y profesionales idóneos en esta carrera.
Mejorar las estadísticas e indicadores de la educación. Para
esto es necesario el análisis de datos confiables, que den
cuenta de los indicadores educativos en relación con la calidad
y disponibilidad. Las instituciones educativas aún no cuentan
con información confiable; por tal razón, se han incluido
reformas que incluyen un sistema de información (ISCE) para
indicar las características de la población estudiantil de la
institución educativa, de tal manera que pueda realizarse la
transferencia de los recursos financieros, con el respectivo
seguimiento, y dar garantía sobre la información de los
municipios, ciudades y departamentos del país en materia
educativa.

Mejorar la eficiencia del sector en todos los niveles territoriales.


Es necesario definir las políticas para el mejoramiento de la
productividad, la transparencia, la eficacia, y la calidad en los
planes de inversión del sector, en todas las instancias, sean de
orden nacional, regional, departamental, municipal e
institucional, para la adecuación de la planta física de las
instituciones educativas, la operación y la administración, así
como para los planes de incentivos orientados al aseguramiento
de los resultados a partir de la calidad y la cobertura educativa.

Tendencias de la globalización en la nueva


comprensión de la educación
Los sistemas educativos han mantenido un gran avance
histórico vinculado a la economía, la política y la cultura. Las
tendencias educativas encaminadas a la globalización se
fundamentan en dos puntos claves: la economía y la
información, con lo cual se puede hacer una comparación. En el
caso de la economía se puede evidenciar el acceso libre de las
empresas a algunos mercados en planes de expansión del
mercado. En cuanto a la información se registran procesos para su
incorporación al mercado y se pueden compartir los datos en
comunidades empresariales. Como consecuencia de estas
necesidades, el sector educativo ha tenido la misma
transformación que la economía, lo cual se observa en la
proliferación de la educación a nivel mundial como consecuencia
de la inclusión de las TIC para acceder a la sociedad del
conocimiento y a partir de puntos claves en la educación como
son la comunicación, el conocimiento y la información; incluso el
uso oportuno y responsable de la información puede ser un factor
de desarrollo para que surja una mayor adaptabilidad en el uso de
los recursos y en los avances científicos, culturales, sociales y
tecnológicos.

Una de las tendencias es la inequidad de algunos países en


relación con el acceso a la educación pública por parte de la
población con bajos recursos, aun cuando existe inserción de
estudiante en universidades privadas. Por otro lado, otra
tendencia es el perfeccionamiento de los procesos de gestión,
evaluación y acreditación de calidad por parte de las instituciones
educativas, en los que se hace evidente la presencia de los
trámites burocráticos que aumentan la privatización o
disminución de la inversión por parte del Estado. No obstante, la
acreditación del servicio educativo en sí es un proceso necesario
que brinda seguridad al usuario en cuanto a la calidad de la
educación que presta dicha institución y sobre la estandarización
que usa para ayudar a fortalecer aún más cada proceso
educativo.
La atención a la diversidad social y cultural también es una de las
tendencias globales en las que se resalta la importancia de
estudiar los contextos educativos y orientar los esfuerzos a las
necesidades particulares de los estudiantes, de acuerdo con su
ritmo y estilo de aprendizaje. En cuanto a la diversidad cultural,
los estados deben promover programas educativos para los
distintos sectores que cuentan con estudiantes de población
étnica minoritaria, como por ejemplo Colombia, en donde
contamos con varias poblaciones indígenas y afroamericanas
que enriquecen la pluralidad cultural, lo que crea un marco más
amplio para que los estudiantes adquieran mayores
competencias para desenvolverse en la globalización.
De esta manera, se integra un espacio multidisciplinario, que
básicamente es la organización de los procesos relacionados
con la enseñanza y el aprendizaje para uno o varios temas
específicos de una disciplina, integrando contenidos de otras
disciplinas para que el estudiante puede inferir la relación entre
los distintos aportes de dichas disciplinas.

Otra tendencia es la aparición de la mirada de las competencias


en el ámbito educativo, que exige la formación tanto para el
campo laboral como para la vida, como consecuencia de los
cambios que han surgido en la pedagogía, de la inminente
competitividad a nivel nacional e internacional, de la inclusión de
las ofertas laborales y del postconflicto. De esta manera, la visión
de las competencias actualmente hace parte de los pilares del
desarrollo individual para desenvolverse en la sociedad, la
cultura y economía de la nación, además de participar como
integrante activo en la construcción autónoma de una sociedad
justa y democrática. Así, la educación para la vida hace parte de
las tendencias y requerimientos para la inclusión de las
necesidades de aprendizaje particulares de los estudiantes, de
forma que se posibilite la equidad en el acceso y permanencia en
los programas de formación para la vida.

Dentro de estas estrategias es importante el rol docente frente la


didactica en el siglo XXI. El docente debe tener total claridad
sobre como formar estudiantes y ciudadanos de bien, que sean
críticos, analicen los contextos sociales en su localidad o a nivel
global, interactúen y den respuesta a cada situación problema
que se presente en su cotidianidad. De igual manera, el docente
debe siempre motivar a los estudiantes para aprender, para
formarse continuamente en todos los contextos posibles y para
ser más competentes en su diario vivir.

Así mismo, el docente siempre debe articularse con el sistema


educativo, instancia que provee las herramientas de formación
necesarias para que el docente este en capacidad de crear,
innovar y jugar con su pedagogía, a la vez que ayudar a los
estudiantes a superar las frecuentes limitaciones en el
aprendizaje, con la finalidad de promover diferentes formas de
aprender contextualizando el conocimiento y rompiendo la
brecha propia de la educación tradicional.
Este es un trabajo que requiere de un proceso continuo, porque
junta, por un lado, el desafío de los docentes y su responsabilidad
frente a la flexibilidad, y por otro lado, el diseño curricular con la
generación de cambios desde las instituciones educativas del
país. No obstante, algunos docentes tienden a mantener una
resistencia debido a ciertas interpretaciones de las políticas
ligadas al mejoramiento de la calidad, por lo que se evidencia
poco cambio y no se logra una total transformación educativa.

La educación actual en Colombia


Son diversas características las que representan a la educación
colombiana actual. En primer lugar, se centra en la orientación
hacia el desarrollo de competencias como estrategia para
fortalecer la calidad y la aplicabilidad de los aprendizajes. En
segundo lugar, el protagonismo del docente es esencial en el
desarrollo sostenible. En tercer lugar, es un periodo de reformas
relacionadas con la academia, la evaluación y el mejoramiento
de la calidad, como consecuencia de la transformación de la
pedagogía y la didáctica, y orientadas a la competitividad de la
nación en el campo internacional.

En el componente del desarrollo sostenible y la educación la


escuela es el pilar para la construcción de la cultura y el
conocimiento; fomenta la evolución de las organizaciones
sociales desde los diferentes estilos del pensamiento, las
subjetividades y las actitudes individuales, es decir, la escuela
transforma los estilos de vida y pone en marcha una educación
más práctica, sustentada en procesos constantes de reflexión y
consensos para, por ejemplo, salvaguardar los recursos
naturales heredados a las futuras generaciones. La educación,
por lo tanto, promueve tanto en las generaciones actuales como
en las futuras la construcción de conceptos armónicos sobre la
relación de los humanos con los entornos y sobre nuestra
responsabilidad en el cuidado del medio ambiente y en la
búsqueda de soluciones a las problemáticas que surjan en estos
entornos.

Colombia actualmente tiene dos desafíos definidos. Por un lado,


se centra en cerrar las brechas presentes en la calidad educativa.
Por otro lado, permitir y promover la participación y formación
para todos. Desde edades tempranas se logra observar la
desigualdad, debido a que niños no pueden acceder a la
educación, no inician su formación a tiempo en la escuela o
asisten a escuelas con baja calidad; existe una gran diferencia en
los niños de escasos recursos que solo ingresan a los primeros
seis años de escolaridad, comparados con los niños que están
cobijados por familias de buenos recursos, quienes logran llegar
a doce años de escolaridad. De forma semejante, para el caso de
la educación superior se registran porcentajes bajos de
aspirantes a carreras universitarias con bajos recursos,
comparados con estudiantes que pertenecen a familias
pudientes.

Con respecto a la baja calidad de la educación se observa que un


factor determinante de la deserción estudiantil es el de las
múltiples deficiencias en el aprendizaje de los estudiantes, lo
que hace que ellos repitan años o tomen la decisión de
abandonar la escuela.

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