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El mundo contemporáneo abarca los siglos XIX, XX y XXI. Su origen es revolucionario ya que
surge como consecuencia de la Revolución Industrial, Revolución Francesa y la Independencia
de los Estados Unidos. Como consecuencia de estos hitos se produjeron cambios; en cuanto a lo
político, apareció el sufragio (voto) en primer lugar para los hombres y a mediados del siglo XX
para las mujeres, con esto se logró la soberanía popular. El pasaje de la monarquía a regímenes
representativos y luego la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).
En cuanto a lo social, se produjo una movilidad social que eliminó la sociedad por estamentos y
debido a esto surgieron nuevas clases sociales como la clase hegemónica que eran aquellas
personas con dinero y poder, la clase media que eran pequeños propietarios, la clase
subalterna que eran empleados y no propietarios, y por último los excluidos sociales que eran
las personas que no trabajan. Además existieron dos grandes clases sociales que eran
complementarias pero opuestas, una no existía sin la otra, estas eran la burguesía y el
proletariado.
Los cambios económicos que sucedieron fueron el desarrollo de una nueva sociedad industrial
con un nuevo sistema económico debido al surgimiento de la industria.
La desembocadura final de todo ello, hasta el presente, parece apuntar a globalización de la que
tanto se habla hoy.
Como actividad secundaria se encontraban los artesanos que trabajaban en sus casas
(industrias a domicilio) con herramientas y procedimientos rudimentarios. El nivel de productividad
era escaso, no alcanzaba para la demanda.
La fuente de energía era la animada (por tracción a sangre) ya que un hombre o un animal
realizaban la fuerza. Con intensas y extensas jornadas laborales.
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Revolución industrial
Tiene un antecedente directo que es la revolución agrícola y fue posible en Inglaterra porque se
dieron todas las condiciones políticas, sociales y económicas necesarias.
Primera etapa: surge a finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX en Gran Bretaña.
Se comienza a desarrollar la mecanización del trabajo, es decir, las herramientas y las
máquinas pudieron economizar el trabajo manual reemplazando la habilidad del hombre.
Eran impulsadas por energía hidráulica, con insumo clave de la época que era el carbón,
que más tarde sería reemplazada por la energía a vapor. Con todo esto se logró el
nacimiento de las fábricas que ayudaron a aumentar inmensamente la producción.
Además, disminuyó el nivel de mortalidad, las jornadas laborales eran disciplinarias ya que
los obreros tenían que cumplir un horario estricto y una actividad constante, quien debía
adaptarse al ritmo de la máquina a cambio de dinero. También había tareas que realizaban
las mujeres y los niños ya que no requerían de una fuerza mayor y eran quienes recibían
un salario mucho menor.
El vapor aparte de utilizarse para las maquinarias, también se utilizaba para impulsar
medios de transportes (barcos y ferrocarriles). Las cantidades de yacimientos de carbón
eran muy grandes debido a esto se construyeron los primeros ferrocarriles, que a lo largo
del tiempo fueron mejorando como transporte de carga y pasajeros.
En el continente, los países que primero se industrializaron fueron: Francia, Bélgica y Suiza
en el siglo XVIII.
Fuera de Europa, el que primero se industrializo fue Estados Unidos en la primera década
del siglo XIX.
En esta primera etapa se revoluciona el sector textil y metalúrgico.
Segunda etapa (primera aceleración): Transcurrió desde fines del siglo XIX y la
Primera Guerra Mundial (XX), principalmente en Europa y Estados Unidos.
La fuente de energía pasó a ser la electricidad y el motor a explosión, los insumos claves
eran el acero y el petróleo, reemplazando al carbón. Sirviendo para fuentes de energía,
para todo tipo de transporte y también como fuente de iluminación. Los sectores que
revolucionó fueron las industrias siderúrgicas, químicas y de bienes de capital (industria
pesada).
Luego comienza a utilizarse el petróleo reemplazando al carbón. Esto sirvió como para
fuentes de energía, para todo tipo de transporte y como fuente de iluminación.
Para que la información viajara más rápido, aparece el telégrafo.
A mitad del siglo XIX surgen las empresas modernas y nuevas formas de organización del
trabajo como el Fordismo y Taylorismo, que implicaban una producción en serie. Junto a
esto aparece el salario que comienza como ganancia para los dueños de las fábricas ya
que veían al obrero como un futuro consumidor.
A fines del siglo XIX, la economía mundial empezaba a estar marcada por una depresión
“La Gran Depresión” (la expansión del comercio mundial aumentaba, pero a un ritmo
menor).
Gracias a la difusión de la educación, la mayor cantidad de alimentos, la higiene y los
avances en la medicina permitieron que se dé una transición demográfica en la cual
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aumenta la natalidad y disminuye la mortalidad. Todas estas mejoras, junto a los servicios,
hicieron que la población se fuera trasladando a zonas urbanas.
En el centro de las ciudades se llevaban a cabo las actividades de tipo comerciales y/o
financieros, había una zona donde se ubicaban las industrias y a sus alrededores los
barrios de los obreros.
Empresa moderna: tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XIX, gran empresa con una
organización burocrática administrada por gerentes asalariados cuya forma jurídica más
característica es la sociedad anónima. Los países involucrados fueron Alemania, E.E.U.U.,
Francia e Inglaterra.
Las empresas modernas se distinguen de las tradicionales fundamentalmente por sus
dimensiones y las actividades que desarrollan. Las mayores dimensiones de las empresas fueron
en gran medida una consecuencia de la segunda etapa de la Revolución Industrial y de las
características de las ramas más dinámicas de la industria.
Sufrió crecientes dificultades en su funcionamiento y en su gestión debido a su tamaño.
Otro factor que contribuyó al desarrollo de la gran empresa fue la ampliación de los mercados,
aumentando el volumen de producción y la fabricación en serie , con la incorporación de
innovaciones tecnológicas. Para esto hubo inversiones cada vez mayores en la formación y
capacitación de recursos humanos.
La gran empresa moderna se convirtió en una de las instituciones características del capitalismo
industrial a fines del siglo XIX.
Taylorismo: en la década de 1880 y 1890 en Estados Unidos, el ingeniero Taylor logró una
mayor economía del tiempo, con el objetivo de incrementar la producción y reducir los costos de
los productos. Buscaba lograrlo mediante la iluminación de los tiempos muertos, conservando
sólo los rápidos y necesarios; estandarizando las tareas, realizando una división de los
trabajadores utilizando herramientas adecuadas; asignando un número limitado de tareas
específicas a cada trabajador para que las realice de manera regular, permanente y
cronometrada.
Controlaban y supervisaban al trabajador que trabajaba por una remuneración estructurada en
función del rendimiento personal.
Fordismo: en 1913, Ford implementó los principales conceptos del Taylorismo imponiendo
además la utilización de plantillas, moldes y matrices de fundición que dan como resultado piezas
idénticas (fabricación en serie, producción en masa), también la utilización de maquinarias
destinadas a fijar y sujetar las piezas. Se incorpora la cinta transportadora, esta pasa delante de
cada operario quienes tienen un lugar fijo y tareas preestablecidas en la línea de montaje
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(máxima coordinación). Se implementaron, además, aumentos en los salarios ya que veían al
obrero como futuro consumidor.
Tercera etapa (segunda aceleración): transcurre en la última etapa del siglo XX, en
Europa, Estados Unidos y Japón.
La organización del trabajo se basaba en la automatización y robotización (Toyotismo),
había una especialización flexible. El insumo clave paso a ser la biotecnología,
microelectrónica y el plástico. La fuente de energía era la nuclear.
Esta etapa revoluciona los sectores de la industria tecnológica, informática y de la
comunicación.
ETAPAS
Categoría Primera Segunda Tercera
(Primer (Segunda
aceleración) aceleración)
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Capítulo 8 Jorge Saborido.
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Se instaura los sistemas educativos obligatorios y gratuitos hasta el nivel primario
(ley 1420) y todo esto repercute generando un aumento intelectual de la población,
mejorando sus niveles de instrucción.
Modificaciones en el comercio internacional: el comercio también ha sido importante
para la difusión de nuevas tecnologías y nuevas mercaderías, y desde la segunda
mitad del siglo XIX los flujos internacionales de capitales han contribuido a transmitir
los progresos técnicos y organizacionales.
La experiencia histórica muestra que en el mediano plazo la apertura económica se
vincula con un acelerado crecimiento económico.
El papel del Estado: La vida económica durante este período es muy afectada por el
creciente papel desempeñado por el Estado. Aquí surge el llamado “Estado Benefactor”.
La Primera Guerra Mundial y más tarde la crisis del ’30 obligaron a una nueva economía
poniendo fin al Estado Liberal.
Tras la guerra de 1939-1945 comenzó a utilizarse la expresión “economía mixta” para
designar una realidad en la que junto al sector estatal de la creciente significación
económica.
(1914-1945)
El nuevo escenario internacional favoreció a Estados Unidos por ser el único país industrializado
fuera de Europa abasteciendo a países que combatían y a aquellos que antes le compraban a
Europa. Esta irrupción como potencia hegemónica condujo a una estabilización en la economía.
La estabilización fue posible por la combinación de una serie de factores: por una parte, la
creación de una nueva moneda. Acompañando esta operación técnica, se resolvió la cuestión del
Ruhr (ciudad invadida por tropas extranjeras) con el retiro de las tropas extranjeras, a lo que
siguió una renegociación de las reparaciones que otorgaba facilidades para afrontar los pagos, y
el comienzo de la portación de capitales estadounidenses para respaldar la situación financiera
del gobierno.
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Las repercusiones sociales de la hiperinflación fueron profundas, en la mente de muchos
alemanes contribuyo a asociar democracia y republicanismo con crisis económica y caos,
convirtiendo en preferible cualquier opción si con ella retornaba el orden añorado.
Normalización y crecimiento (1925-1929): los problemas se superaron entre 1924-1925 pero uno
de los procesos irreversibles fue el de las transformaciones en la estructura industrial, resultado
de las innovaciones tecnológicas características de la segunda revolución industrial. Se
desarrollaron nuevos métodos de producción, incorporándose ideas como la de incremento de la
productividad y la de racionalización, el resultado fue una sensible disminución de los costos.
La repercusión de estos cambios sobre la sociedad fue enorme, y comenzaron por el desarrollo
de un mercado de bienes industriales de consumo masivo (electrodomésticos y automóviles). Un
aspecto negativo de la nueva realidad fue la aparición de la desocupación como elemento
estructural del sistema.
La crisis de los años 30 (1928-1937): la crisis de la bolsa de Nueva York inició en Estados Unidos
y luego se extendió al mundo capitalista provocando una importante intervención del Estado en
las cuestiones económicas, poniendo en primer plano la inestabilidad del capitalismo.
La Segunda Guerra Mundial: durante los años 30 no solo se produjo una profunda crisis
económica sino que se activó un agudo conflicto tecnológico que culminó en guerra generalizada.
El enfrentamiento involucró países y escenarios extra europeos, y además incluyo como rasgo
distintivo un componente racista que condujo a una matanza en los territorios conquistados por
los nazis.
Estados Unidos, tuvo una intervención mucho más activa y prolongada respecto de los que había
ocurrido en la Primera Guerra Mundial.
Esta revolución tecnológica era un componente central de los tres elementos fundamentales del
aparato productivo posbélico: la producción en masa, la automatización y la industrialización de la
ciencia.
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En los años 70 estalló la crisis del petróleo, la economía de Estados Unidos ya estaba en
dificultades que provenía del agotamiento del modelo de desarrollo económico y tecnológico de la
segunda posguerra
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En el nuevo modelo los procesos productivos tendieron a tener cada vez más máquinas y menos
trabajadores. El “pleno empleo” caracterizo esta época dorada de los países ricos.
Todas estas transformaciones tuvieron lugar en un marco sociopolítico nuevo que se configuro a
partir de un “pacto constitucional de posguerra”, en donde las actividades económicas y en
general productivas debían quedar al buen criterio de los agentes económicos guiados por el
interés individual y por las señales que enviara el mercado. Las políticas gubernamentales debían
crear condiciones favorables para que el crecimiento no se detuviera y, en todo caso corregir
desequilibrios.
Este proceso condujo a una pérdida de protagonismo social del movimiento obrero. El aporte
de la clase obrera a los sindicatos de clase es cada vez menor. Éstos se vienen
caracterizando por la heterogénea composición de sus afiliados. A esto se añade la debilidad
propia de los sindicatos, producto de la creciente desafiliación de los trabajadores.
El movimiento obrero dejo de estar a la vanguardia del cambio social; dejo de ser el “sujeto del
cambio social por excelencia” para dejar paso a nuevos actores sociales.
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étnicas y lingüísticas, comunitarias y contraculturales, etc.; cuya principal característica residía
en que rompían con las maneras institucionalizadas de concebir y practicar la política.
Algunas de las características más sobresalientes de los nuevos movimientos sociales han
quebrado la separación tradicional entre la política y la economía, politizan cuestiones que
rompen la división entre lo público y lo privado. Además se centraban únicamente en un
objetivo hasta lograrlo por esto su alcance era mucho mayor.
Uno de sus atributos más claros fue el rechazo a las identificaciones tradicionales de clase
(clase obrera, burguesía) o políticas (izquierda, derecha).
Los nuevos movimientos sociales han ido sustituyendo las formas de organización piramidal y
centralizada por tipos de organizaciones transversales y descentralizadas.
Pacifismo: eran todos los que se oponían a la guerra y trabajaban para establecer o
mantener la paz entre las naciones, a través de métodos de acción no violenta. En términos
generales puede considerarse una respuesta a la violencia creciente, tanto física como
estructural que ha generado la sociedad durante el siglo XX; siglo en que se produjeron las
dos Guerras Mundiales y la destrucción de la bomba atómica.
Feminismo: las relaciones sociales entre los sexos han sufrido un cambio muy significativo
gracias a la lucha de las mujeres por la igualdad, desarrolladas con notable énfasis en las
últimas cuatro décadas del siglo. La lucha feminista tiene raíces muy profundas en el tiempo.
La crítica al papel subalterno de las mujeres en las organizaciones de la izquierda motivó las
primeras acciones feministas.
Nuevos nacionalismos: Este es quizá uno de los que han tenido repercusiones más
globales. Surgieron hace ya unas décadas sobre todo en los países industrializados de
occidente.
Las funciones tradicionales del Estado han sido cada vez mas cuestionadas, lo que generó
auténticas crisis de legitimidad.
Estos movimientos han encontrado su credibilidad social en gran parte debido a dos hechos:
la progresiva pérdida de soberanía de los Estados-nación y el cuestionamiento de su propia
razón de ser: el monopolio de los medios de violencia interna y externa.
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Globalización, desarrollo y densidad nacional Aldo Ferrer.
Las redes de la globalización abarcan actividades que transponen las fronteras nacionales.
Comenzó en el siglo XV cuando se descubrieron diferentes civilizaciones.
Cada país tiene la globalización que se merece, ya que dependen de la aptitud de cada
sociedad.
“corto siglo xx” 1914-1991. En 1914 estallan en forma de enorme conflicto bélico las profundas
contradicciones que en el seno del mundo capitalista e imperialista se venían gestando desde
casi 50 años antes.
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El sentido fundamental del S xx corto reside en que es el tiempo de la aparición y el desarrollo de
una confrontación entre grandes propuestas de ordenes socioeconómicos, políticos e ideológicos
contrapuestos, coincidentes todos en su decidida opción de imponerse a escala mundial. Frente
al capitalismo liberal aparecen en las décadas del 10 y el 20 del siglo, el fascismo y el socialismo.
El corto S xx se trata de realidades históricas nuevas que representan el fin de algunas de las
grandes certezas, o de las grandes creencias o ilusiones, que habían iluminado la época
contemporánea.
Las transformaciones que se verifican en los años 90 del siglo XX serían la continuidad de una
larga historia de desarrollo capitalista y que ahora se vuelve concretamente global, de tal suerte
que influye, recubre, recrea, o revoluciona todas las formas de organización social del trabajo,
producción y vida.
Por una parte, nos encontramos ante una economía en condiciones de funcionar como una
unidad en tiempo real a escala planetaria; este rasgo abarca todos los factores que intervienen en
el sistema económico: los capitales se movilizan de manera instantánea durante las 24 horas en
los mercados financieros; la ciencia y la tecnología también están organizadas en flujos globales.
En cuanto al trabajo, aunque su movilidad no puede compararse con la de los otros factores, si es
cierto que la empresas se desplazan para instalarse donde encuentran las condiciones laborales
más favorables, así como también están en condiciones de demandar mano de obra de cualquier
parte del mundo, si ofrecen la compensación adecuada.
El mundo de las máquinas y sistemas digitales constituye a fines del S xx el más firme soporte de
cambios radicales en la ciencia, la tecnología y la regulación y comodidad de la vida entera de las
sociedades del presente y se prevé que el proceso no haga sino acentuarse en el futuro. La
ciencia se ha convertido asimismo en objeto de empresas que producen una mercancía en
competencia con otras. De los descubrimientos científicos pueden derivarse muchas veces
negocios de enorme volumen.
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Es útil diferenciar internacionalización, transnacionalización y globalización. La
“internacionalización” designa la ampliación geográfica de la actividad económica más allá de las
fronteras nacionales, como comenzó a ocurrir desde el S XVI con las navegaciones de europeos
a América, Asia y África y la colonización consiguiente. Este proceso económico se completó con
la expansión de la religión cristiana, de varias lenguas occidentales y de otras manifestaciones
culturales europeas.
“Transnacionalización” etapa iniciada en la primera mitad del S xx, cuando gran parte de la
economía paso a depender de empresas multinacionales, cada una con actividades productivas y
comerciales en varios países. Otro tipo de conexiones son los movimientos sociales e influjos
migratorios q circulan entre varios países.
La “globalización” puede ser vista como la culminación de los dos procesos anteriores. Sin
embargo, se manifiestan los rasgos nuevos que a continuación describimos:
1. El desarrollo tecnológico, sobre todo los satélites y la informática, contribuyeron a crear en las
dos últimas décadas un mercado económico y financiero mundial, donde la producción se
desterritorializa.
4. Acentúa la competitividad entre todas las sociedades y obliga a reducir costos en cada lugar
para poder participar en el mercado mundializado.
En medio de estas condiciones, las nociones de pos colonialismo e imperialismo son pertinentes
para Asia y África, pero por colonialismo se entiende la ocupación político- militar del territorio de
un pueblo subordinado.
En cuanto al imperialismo, denomina una época en que los países centrales ejercían su poder en
forma directa desde una metrópoli hacia cada país subordinado, mediante el control de los
intercambios económicos, obligando al país dependiente a vender sus materias primas al imperio
y comprarle a este la mayoría de las manufacturas. En la globalización, si bien persisten
situaciones de tipo colonial e imperialista, la economía se ha transnacionalizado. Las grandes
empresas, incluidas las culturales, se asientan en varios países y controlan los mercados desde
muchos centros a la vez, mediante redes más que ocupando territorios. En este proceso, más
que sustituir las culturas nacionales por los países imperiales, se producen complejos
intercambios e hibridaciones entre unas y otras.
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circulación de las industrias; en otros casos, de las comunidades consumidoras de migrantes que
se trasladan masivamente a otro país.
Hibridación: proceso sociocultural en los que estructuras o practicas discretas, que existían en
forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas.
No es posible entender la revolución sin insertarla en el mundo anglosajón del cual provino un
determinado tipo de hombre y de cultura. Los colonizadores modificaron y dieron una nueva
fisonomía a lo que será el pueblo norteamericano. Entre las colonias que se conforman, desde
1607 hasta 1732 aproximadamente, se van marcando dos zonas de características diferenciadas,
la del norte, donde va a prevalecer la pequeña y mediana propiedad y la del sur, donde se
desarrollara una economía de plantación, latifundista y esclavista, diversidad que influirá en la
elaboración de la teoría política y en la aplicación de esta en el siglo XIX.
Inglaterra les había impuesto un consejo y un gobernador, cuyas relaciones con los colonos
variaban generando las diferentes reivindicaciones, pero ninguna estaba dispuesta a ceder su
derecho a participar en la elaboración de las leyes. El enfrentamiento anglo-francés de la Guerra
de los Siente Años resulto desencadenante de la Revolución norteamericana. Inglaterra salió
como la primera potencia colonial y marítima del mundo, pero el mismo carácter tan completo del
triunfo británico preparo el terreno para la Revolución americana.
La Revolución norteamericana fue protagonizada por una burguesía consciente de sus privilegios
y derechos, por ellos, de un problema fiscal se pasó al tema esencial de la representatividad y de
la legitimidad.
Con los principios que nutren la Constitución de 1787 se inicia por primera vez en la historia la
marcha hacia el constitucionalismo. Aprobada por doce estados, la Constitución de 1787
combina, el realismo político con principios normativos en los que planea la teoría y la práctica del
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liberalismo. El primero presidente fue George Washington desde 1789 a 1779, en esta etapa
aparecen dos rasgos que se irán afirmando, el avance del gobierno general y una política
económica inclinada al capitalismo industrial. Tras las diferencias en el seno mismo del gabinete
entre James Madison y Jefferson quienes manifestaron sus diferentes visiones respecto del futuro
norteamericano, y Hamilton que favorecía la industrialización y esperaba una sociedad
estatificada según el modelo inglés. Surgieron dos partidos, federalistas, los seguidores de
Hamilton y republicano los seguidores de Madison y Jefferson.
Revolución Francesa
La revolución se nutre de la auténtica sustancia de la historia: la vida material, los actores o las
clases sociales, las ideas, la mentalidad. Esta revolución señala un el comienzo de una década
de movilización y aprendizaje de lo político a través del ejercicio de la soberanía por medio del
voto. El problema estructural causado por la convergencia de los dos factores (la falta de
organización capitalista de la tierra y el peso del andamiaje feudal) origina una crisis general
agravada por el tratado de libre comercio con Gran Bretaña por la intervención de Francia en la
guerra de la independencia norteamericana y por los excesivos gastos de la corte.
Conceptualizada como revolución burguesa y liberal tanto por sus objetivos como por sus efectos,
indudablemente pretendía la libertad frente al poder de una monarquía autocrática. Mientras las
quejas de la burguesía giran en torno de la revolución jurídica, el pueblo apunta en general al
cambio gubernamental y constitucional del que espera la solución de sus problemas reales (el
hambre, las privaciones, la carestía, el agobio fiscal, la falta de tierras).
Hacia 1791 el hambre movilizas a las masas populares, la traición del rey y la guerra profundiza el
proceso y conducen a la etapa democrática, a la Republica, el terror y la dictadura jacobina. Entre
1798 y 1792 se observa una importante evolución política de las masas. Una gran diferencia
separa a Napoleón de los revolucionarios de terror jacobinos.
Fueron estos elementos, guerra, fatiga política y ansias de orden y de poder los que llevaron al
gobierno a Napoleón Bonaparte luego del golpe de estado del Brumario (1799).
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El modelo político que introdujo la revolución estaba basado en un nuevo tipo de legitimidad, de
representación, en una participación de la ciudadanía, en un estado jurídico y en una nueva
relación entre el Estado y la sociedad.
La rápida evolución del gobierno napoleónico hacia el personalismo y la dictadura nos muestra
que pronto sus fines no coincidirían con la nación ni con la Republica.
El espacio importante que la obra napoleónica reservo a la Revolución, valorada sobre todo en su
expansión continental: conservo la anulación de los privilegios y de las instituciones del antiguo
régimen, la supresión del feudalismo, el reconocimiento de la propiedad individual, la laicización
del Estado, la consagración de las Constituciones y las garantías individuales.. Napoleón resulta
el fundador del Estado liberal al brindarle su sostén institucional.
1830 marca la resolución de la larga lucha que se venía sosteniendo entre el liberalismo y la
restauración. Los movimientos de 1830 fueron verdaderas revoluciones, pues allí hacen su
aparición las fuerzas populares. Sin duda implica el triunfo del modelo liberal burgués frente al del
Antiguo Régimen. Estamos en presencia ya de los regímenes políticos propios de sociedades
modernas, que se caracterizan por sistemas constitucionales oligárquicos. Dentro del poder
político, se destaca la división de poderes y el derecho de voto calificado basado
fundamentalmente en la propiedad.
Este éxito del sistema político liberal que se produce simultáneamente con Francia y Gran
Bretaña va a seguir caminos diferentes, pues en el caso francés el liberalismo se atrinchera
volviéndose conservador, en tanto en Inglaterra el espíritu reformista liberal comienza a impregnar
la vida política de ese país en las décadas posteriores. De cualquier modo el proletariado y los
demócratas radicales, decepcionados en ambos países, se manifestaran en Francia por la vía
insurreccional y en Inglaterra por la vía sindical o parlamentaria.
La abdicación de Carlos X fue obra del accionar conjunto de republicanos, obreros, estudiantes,
intelectuales; el advenimiento de Luis Felipe de Orleans obra de los liberales.
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A pesar de eliminarse el absolutismo y elevarse la participación de votantes el país seguirá
dividido entre un “país legal” u un “país real”.
La reforma inglesa será mucho más “revolucionaria” que el movimiento Francés. De allá saldría
una Inglaterra más representativa, un aumento del electorado y, aunque las
conquistas no fueron tan profundas como las esperadas lo valioso del proceso ingles es que
mientras en Francia el único camino que les quedaba a las clases populares y a la oposición es el
de la conspiración y la vida política secreta o las cárceles, en Inglaterra el sindicalismo madura y
prosigue su organización, la iglesia anglicana pierde poder.
A fines de la década del 40 la falta de legitimidad y de autoridad moral del régimen, separado
totalmente de la nación, anunciaba la tempestad. En Inglaterra la vida política prosigue los
partidos tradicionales se convierten en liberales y conservadores.
La muerte de Fernando en 1833 se producirá la marcha hacia una monarquía constitucional con
sufragio censatario que remplazara a una “desgastada monarquía absoluta”.
Bajo el régimen de María Cristina se inicia una vida política dominada por la lucha entre dos
tendencias, uno es el liberalismo moderado basado en las concepciones doctrinarias y el otro es
el partido progresista, compuesto por los liberales progresistas.
La alianza del liberalismo moderado con la Regencia y luego con la reina Isabel excluirá a los
progresistas.
La inestabilidad del periodo producida por la exclusión política y la apelación permanente de los
pronunciamientos conduce a la constitución conservadora de 1848, símbolo de la victoria de los
moderados y retroceso en el camino de la democracia.
La dialéctica dominante durante 1815 a 1830 entre reacción y liberalismo se desplaza ahora a la
lucha entre liberalismo y las fuerzas democráticas y socialistas.
El modelo liberal, verdadero paradigma que la revolución del 30 había montado en Francia,
rápidamente fue perdiendo su contenido, aislando cada vez masa la elite política de la masa de la
población.
El significado profundo de 1848 reside en que no es una repetición de 1830 pues sus esperanzas
son otras; mas democráticas, patrióticas y sociales. Además del sistema político, lo que se
pretende es crear una sociedad más humana.
El peso cualitativo de los republicanos sociales logro el gran objetivo: el sufragio universal, la
educación pública, gratuita y laica y la disminución de la jornada de trabajo a 110 horas.
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Este periodo provisorio es el más rico en acontecimientos pues representa la verdadera
revolución democrática.
La asamblea Constituyente suprimirá primero políticamente las dos ramas del Partido
Republicano, luego la eliminación física de los revolucionarios (diez mil muertos y once mil
prisionero).
En las elecciones de diciembre de 1848 la Republica estaba muerta, asume el poder Luis
Napoleón.
Comparadas con las revoluciones anteriores, las de 1848 nos muestran una originalidad que no
pasaría inadvertida a los ojos de los contemporáneos como Marx. Por su carácter universal, El
movimiento se diferencia de la revolución de 1789 y de la de 1917. La participación de las masas
lo distingue de las revoluciones conspirativas y de elites del periodo anterior, les da una
coloración un impulso y un signo inédito.
En Inglaterra, desde 1850 a 1880, nada sacude la vida política dominada por el liberalismo tanto
económico como político., mientras el autoritarismo de Luis Napoleón genera la atonía en la
política francesa, en Gran Bretaña el sistema parlamentario no solo consagra la estabilidad sino
que imprime un movimiento hacia una mayor representatividad y democratización que se
concreta en la reforma de 1867.
La democratización de la política
Entre todas estas transformaciones, inicialmente conviene destacar la que aparecía como más
significativa: a lo largo del siglo XIX la política dejo de ser el horizonte de grupos más o menos
limitados, para transformarse en una práctica y un conjunto de ideas y valores que, en forma
creciente se involucró en la vida cotidiana de amplios sectores de la sociedad.
Así extendida, la práctica política ofreció mucho más que simples opciones partidarias o
electorales; por el contrario, se transformó en una experiencia vital, creadora de valores,
identidades y actitudes. Tuvo una función capital en la construcción de una nueva forma de
organización estatal a partir del principio de la nacionalidad en la conformación de identidades
sociales. Este proceso se ve particularmente acelerado a partir de finales de la década de 1870
cuando se produce una manifestación general de la política. , el proceso por el cual la política
pasa a integrar el horizonte vital de un número cada vez más amplio de la población. Aunque lo
incluye sino que incorpora muchas otras prácticas, como los reclamos callejeros, la participación
en sindicatos y otras formas asociativas, el surgimiento de una opinión pública, etc. Estas
prácticas, además, permiten comprender hasta donde la política involucra en la vida de grupos de
la sociedad no reconocidos por las leyes electorales, incluso los regímenes con sufragio
universal, como sucede paradigmáticamente con el caso de las mujeres.
A partir de la década de 1870 el liberalismo quedo atrapado entre dos extremos: la defensa del
principio de la soberanía popular, por un lado y el temor a la participación de quienes no daban
muestra de “racionalidad”. Las reacciones fueron diversas y explican la ruptura de lo que hasta
ese momento había sido un bloque liberal más o menos homogéneo. Los más temerosos de
acercaron al conservadurismo mientras que otros dieron al liberalismo el interés radical que lo
caracterizara durante los treinta años.
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