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SOCIO CRÍTICO

El pensamiento sociocrítico es una corriente de pensamiento que busca


analizar y comprender la realidad social de manera crítica y reflexiva, con el objetivo
de transformarla hacia una sociedad más justa y equitativa. Este enfoque se basa
en la idea de que la realidad social no es neutral ni estática, sino que está construida
y perpetuada por relaciones de poder y estructuras sociales que pueden ser injustas
y opresivas.

Paradigmas Filosóficos del Pensamiento Sociocrítico

El pensamiento sociocrítico se nutre de diversas corrientes filosóficas, incluyendo:

Marxismo: El marxismo, desarrollado por Karl Marx y Friedrich Engels, analiza la


sociedad a través de la lucha de clases y el materialismo dialéctico, proponiendo
una revolución social para superar la explotación y la alienación.

Teoría crítica: La teoría crítica, iniciada por pensadores como Max Horkheimer y
Theodor Adorno, critica la sociedad capitalista y la industria cultural, proponiendo
una crítica social desde la academia.

Feminismo: El feminismo, con autoras como Simone de Beauvoir y Judith Butler,


cuestiona la construcción social del género y la discriminación hacia las mujeres,
buscando la igualdad de género y la justicia social.

Poscolonialismo: El poscolonialismo, con autores como Edward Said y Homi


Bhabha, analiza las relaciones de poder entre las naciones colonizadoras y
colonizadas, cuestionando el eurocentrismo y buscando la descolonización del
conocimiento.
Autores Clave del Pensamiento Sociocrítico

Algunos de los autores más destacados que han contribuido al desarrollo del
pensamiento sociocrítico incluyen:

Paulo Freire: Educador brasileño que desarrolló la pedagogía crítica, enfatizando la


educación como herramienta para la liberación social y la transformación del mundo.

Henry Giroux: Educador estadounidense que ha teorizado sobre la pedagogía


crítica y cultural, proponiendo una educación que cuestione las relaciones de poder
y las desigualdades sociales.

Bell Hooks: Escritora y feminista estadounidense que ha analizado la intersección


de raza, género y clase en la sociedad, proponiendo una crítica feminista desde la
experiencia de las mujeres negras.

Boaventura de Sousa Santos: Sociólogo portugués que ha desarrollado la


epistemología del Sur, proponiendo una alternativa al conocimiento eurocéntrico y
valorando los saberes locales y populares.

Silvia Federici: Filósofa y feminista italiana que ha analizado la relación entre el


capitalismo, el patriarcado y la reproducción social, proponiendo una crítica
feminista desde la perspectiva de las mujeres trabajadoras.

Metodologías del Pensamiento Sociocrítico

El pensamiento sociocrítico utiliza diversas metodologías para analizar y


comprender la realidad social, incluyendo:

Análisis crítico del discurso: Permite identificar y deconstruir las formas en que el
lenguaje reproduce y perpetúa relaciones de poder y desigualdades sociales.
Investigación acción participativa: Involucra a los participantes en el proceso de
investigación para generar conocimiento desde la experiencia y promover la acción
social.

Estudios etnográficos: Permiten comprender en profundidad las experiencias,


perspectivas y prácticas de grupos sociales específicos.

Aplicaciones del Pensamiento Sociocrítico

El pensamiento sociocrítico se aplica en diversos ámbitos, incluyendo:

Educación: Para promover una educación crítica y transformadora que cuestione


las desigualdades sociales y fomente la participación ciudadana.

Trabajo social: Para analizar las causas de la pobreza, la exclusión social y otras
problemáticas sociales, y desarrollar estrategias de intervención para mejorar la
calidad de vida de las personas.

Estudios de género: Para analizar las relaciones de poder entre hombres y mujeres,
y promover la igualdad de género y la justicia social.

Estudios ambientales: Para analizar las causas de la degradación ambiental y


promover prácticas sostenibles para proteger el medio ambiente.

El pensamiento sociocrítico es una herramienta fundamental para comprender y


transformar la realidad social. A través de su enfoque crítico y reflexivo, este
enfoque busca construir una sociedad más justa, equitativa y sostenible. Es
importante destacar que el pensamiento sociocrítico no es una corriente
homogénea, sino que abarca diversas perspectivas y metodologías. Sin embargo,
todos los enfoques sociocríticos comparten el objetivo de analizar y transformar la
realidad social de manera crítica y reflexiva.

Algunas denominaciones para el paradigma socio crítico, orientadas en el


contexto de las ciencias sociales y las ciencias de la educación, han estado
vinculadas a distintos términos como: crítico, emancipatorio, sociopolítico,
reconstructivo, participativo, democrático, militante, orientado a la acción,
comprometido socialmente, entre otros. Para este trabajo lo denominaremos
paradigma socio crítico.
El paradigma socio crítico tiene su fundamento principal en la teoría crítica,
originalmente se definió en oposición a la teoría tradicional. Según Frankenberg
(2011) “este paradigma representa el tipo de teorización scientista guiada por los
ideales de las ciencias naturales modernas y su prerrogativa de investigaciones
libres de valoración” (p. 68). Los autores de la teoría crítica comprenden que los
objetos y sujetos observadores se constituyen socialmente, ya que deben ser
analizados e interpretados dentro del contexto social y cultural en el que se
encuentran insertos. Para Orozco (2016) “este paradigma permite las
transformaciones sociales fundamentadas en la crítica social con un aporte
importante de la reflexión” (p.54). Herrán, Hashimoto y Machado (2005) señalan que
“sus orígenes se remontan a la Alemania después de la segunda guerra mundial, a
partir de la Escuela de Francfort”. Desde entonces el movimiento crítico ha tenido
numerosas vertientes: alemana, inglesa, estadounidense, australiana,
latinoamericana y española.
Para Habermas (1981) “es necesario que los individuos sean capaces de ir
más allá de solo comprender las realidades de los sujetos, sino que puedan entregar
soluciones a los problemas sociales y de esta forma contribuir a los cambios que
sean precisos para enfrentar la adversidad” (p.45). Pero para lograr estos cambios
primero se debe comprender a la sociedad en su desarrollo histórico. Por esta
razón, Habermas (1977) propugna que “el saber humano se constituye en virtud de
tres intereses constitutivos de saberes, llamados por él técnico, práctico y
emancipatorio”.
El primero de éstos, el interés técnico, corresponde a aquel en que los seres
humanos quieren adquirir conocimientos que les faciliten un control técnico sobre
los objetos naturales. El saber resultante de este interés, es típicamente, un saber
instrumental que adopta la forma de explicaciones científicas.
No obstante, al decir que este tipo de saber depende de un interés técnico,
no implica que la búsqueda de tal género de conocimiento esté siempre motivada
por la preocupación tocante a la aplicación técnica del mismo, al contrario, la forma
que asume dicho saber exige una actitud desinteresada; además se apresura a
señalar cómo el interés técnico ha producido buena parte del saber necesario para
los procesos de producción modernos, y que tal forma de conocimiento seguirá
siendo necesaria para que la humanidad pueda gozar de las ventajas materiales de
la producción. No es intención de Habermas, por tanto, denigrar el saber técnico,
sino únicamente rechazar toda pretensión de que éste sea el único tipo de saber
legítimo.
El paradigma sociocrítico, desde una perspectiva filosófica, se caracteriza por
su enfoque en la crítica social y la comprensión de los fenómenos sociales desde la
subjetividad de los actores sociales. Este paradigma se opone al paradigma
positivista, proponiendo una mirada a los fenómenos sociales desde la subjetividad
y la ideología de los actores sociales. Se centra en la emancipación, la autorreflexión
crítica y la comprensión de la realidad desde múltiples perspectivas subjetivas.

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