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Mas Allá Del Terapeuta Ideal
Mas Allá Del Terapeuta Ideal
DE
TERAPEUTAS
Fragmento
del
artículo
“Aporte
del
Enfoque
Integrativo
Supraparadigmático,
como
predictor
en
la
formación
del
psicoterapeuta
“ideal”.
Un
estudio
comparativo
entre
estudiantes
de
psicología
de
Chile
y
El
Salvador.”
Quintanilla, R. (2012). Aporte del Enfoque Integrativo Supraparadigmático, como predictor en la formación
del psicoterapeuta “ideal”. Un estudio comparativo entre estudiantes de psicología de Chile y El Salvador.
Actualizaciones en Psicoterapia Integrativa. Vol. IV, pp. 78-102.
Competencias
necesarias
en
el
terapeuta.
Fernández
Álvarez
(2004),
ha
desarrollado
el
concepto
de
habilidades
terapéuticas
adquiridas
(dentro
del
marco
de
las
competencias
necesarias
en
la
persona
del
terapeuta),
las
cuales
derivan
de
dos
fuentes:
la
práctica
espontánea
o
experiencia
y
la
formación
guiada
o
experiencia
sistemática
(pág.
415).
Con
este
concepto,
el
autor
hace
una
explicación
más
detallada
de
lo
que
se
ha
venido
mencionando
anteriormente,
respecto
a
la
importancia
de
ciertas
habilidades
con
las
que
debe
de
contar
el
psicoterapeuta,
pero
que
no
son
obtenidas
en
el
proceso
de
formación,
sino
que
son
alcanzadas
precisamente
una
vez
logrado
cierto
nivel
de
experiencia
clínica
por
parte
del
terapeuta.
De
ahí
su
nombre
de
“habilidades
terapéuticas
adquiridas”,
las
cuales
según
este
autor
se
alcanzan,
ya
sea
por
la
experiencia
misma
o
por
la
participación
del
psicólogo
clínico
en
grupos
de
supervisión
y
continua
actualización
teórica.
Para
Fernández
Álvarez
(1992),
formarse
como
un
terapeuta
“ideal”
y
eventualmente
convertirse
en
maestro
de
terapeutas,
involucra
combinar
las
cualidades
de
conocimiento
y
flexibilidad,
tener
confianza
en
el
proyecto
pero
no
imponerlo,
transmitir
al
paciente
la
sensación
de
que
comprenden
sus
problemas,
respetan
sus
límites
profesionales,
poseen
un
pensamiento
reflexivo
y
creativo;
y
demuestran
una
capacidad
auténticamente
humana
de
relación
y
preocupación.
Miller
(1993),
sostiene
que
estas
cualidades
son
difíciles
de
enseñar
en
programas
de
entrenamiento,
porque
dependen
menos
de
la
educación
y
más
de
la
personalidad
y
el
estilo
cognitivo
de
la
persona.
La
persona
del
terapeuta
desde
el
Enfoque
Integrativo
Supraparadigmático
El
terapeuta
que
elige
trabajar
desde
un
modelo
Integrativo,
deberá
de
estar
dispuesto
a
operar
con
una
concepción
explicativa
amplia
del
funcionamiento
psicológico
(Fernandez
Alvarez
&
Opazo
Castro,
2004,
pág.
17).
De
esta
manera
el
terapeuta
que
decide
seguir
un
camino
por
la
integración
debe
de
concebir
el
conocimiento
de
forma
abierta
y
sometido
a
la
evolución
constante.
Los
pilares
de
una
formación
del
terapeuta
Integrativo
son
los
siguientes:
• Teoría
de
la
psicoterapia
• Diagnostico
integral
• Habilidades
terapéuticas
• Autoconocimiento
• Interdisciplina
Bajo
la
mirada
Integrativa,
el
terapeuta
debe
de
ser
capaz
de
considerar
la
conjunción
de
lo
psíquico
con
lo
biológico
y
lo
social.
Se
busca
la
compresión
por
parte
del
terapeuta,
del
equilibrio
que
existe
entre
la
fuerza
de
los
factores
internos
y
medioambientales,
y
el
balance
entre
los
aspectos
cognitivos
y
afectivos
del
comportamiento,
y
a
su
vez
los
procesos
dinámicos
y
de
aprendizaje
(Fernandez
Alvarez
&
Opazo
Castro,
2004,
pág.
24).
La
persona
del
terapeuta
Integrativo,
goza
de
espacios
de
libertad
para
que
pueda
moverse
de
un
estilo
relacional
a
otro,
siendo
en
algunas
ocasiones
más
activo
y
en
otras
más
pasivo,
todo
en
función
de
las
circunstancias
clínicas
específicas
y
cómo
estas
lo
vayan
haciendo
más
aconsejable
(Opazo
Castro,
2001,
pág.
319).
Las
habilidades
terapéuticas
y
el
autoconocimiento,
son
también
pilares
en
la
formación
del
terapeuta
Integrativo,
ambos
mantienen
una
relación
dialéctica
y
necesaria,
para
el
buen
ejercicio
clínico.
La
autoexploración
o
de
psicoterapia
personal,
es
importante
desde
el
Enfoque
Integrativo
Supraparadigmático
(EIS)
para
que
el
terapeuta
reconozca
sus
puntos
fuertes
y
débiles,
esto
es
una
forma
más
de
ensanchar
el
awareness
(conciencia)
personal
a
nivel
del
mismo
terapeuta
y
así
contribuir
a
la
ampliación
de
su
propio
repertorio
conductual.
Desde
el
EIS,
la
persona
del
terapeuta
debe
de
contar
con
las
siguientes
características,
que
son
llamadas
también
“variables
del
terapeuta”:
• Bienestar
psicológico
• Vocación
de
ayuda
• Calidez
• Capacidad
de
empatía
• Capacidad
de
retroalimentación
• Simpatía
• Sentido
del
Humor
• Inteligencia
• Capacidad
como
agente
motivador
• Disponibilidad
Heurística
• Variedad
experiencial
Fragmento
del
capítulo
11
del
libro
“La
Integración
en
Psicoterapia”
Consoli, A. J & Machado P.P (2004). Capítulo 11 Los psicoterapeutas ¿nacen o se hacen? Las habilidades
naturales y adquiridas de los psicoterapeutas: implicaciones para la selección, capacitación y desarrollo
profesional. En H. Fernández-Álvarez & R. Opazo (comps.). La Integración en Psicoterapia (385-451).
España: Paidós.
En
un
artículo
reciente,
Beutler,
Moleiro
y
Talebi
(2002)
destacaron
los
ingredientes
esperados
en
los
terapeutas
que
adoptan
un
enfoque
integrador,
pero
que
se
pueden
generalizar
para
referirse
a
cualquier
enfoque:
“1)
Tener
una
actitud
que
permita
establecer
y
mantener
una
relación/alianza
terapéutica
caracterizada
por
la
calidez,
el
optimismo,
la
aceptación
y
el
interés
genuino;
2)
Contar
con
el
conocimiento
terapéutico
de
los
principios
del
cambio
que
guían
las
aplicaciones;
3)
Poseer
la
capacidad
terapéutica
para
implementar
técnicas
y
herramientas
efectivas
en
un
contexto
terapéutico
seguro;
4)
Ser
sensible
a
las
demandas
y
usos
del
tiempo
cuando
selecciona
las
intervenciones,
eliminando
las
presiones,
proporcionando
apoyo
y
aguardando
el
cambio;
5)
Usar
la
imagicación
creativa
para
generar
y
emplear
prodecimientos
acordes
con
los
principios
del
buen
tratamiento
cuando
no
dispone
de
técnicas
establecidas”.
HABILIDADES
DEL
TERAPEUTA
DE
NIÑOS
Y
ADOLESCENTES
Fernández-‐Zúñiga
(2014)
propone
tres
áreas
que
resumen
las
distintas
funciones
del
psicólogo
infantil
y
del
adolescente:
• Competencias
básicas:
-‐ Conocimientos
científicos
específicos
y
actualizados.
-‐ Práctica
reflexiva.
Autoreflexión.
-‐ Habilidades
para
comunicación
interpersonal.
Establecer
una
alianza
terapéutica
-‐ Conocer
y
seguir
normas
éticas
y
legales
de
la
práctica
clínica.
-‐ Respeto
por
la
diversidad
cultural
de
las
personas.
-‐ Apertura
al
trabajo
interdisciplinario
• Competencias
específicas
(o
funcionales):
-‐ Evaluación,
diagnóstico
y
conceptualización.
-‐ Evaluar
y
analizar
los
resultados
de
la
experiencia
clínica.
-‐ Elaboración
de
informes.
-‐ Intervención
y
prevención
-‐ Diseño
y
planificación
de
programas
terapéuticos
-‐ Consultar
con
otros
profesionales.
-‐ Supervisión,
docencia.
Investigación.
Ø Características
del
terapeuta:
-‐ Gusto
por
el
trabajo
en
beneficio
de
las
personas
para
que
hagan
frente
a
sus
experiencias
negativas
o
malestar
-‐ Experimentar
respeto,
interés
y
preocupación
por
el
bienestar
de
niños,
adolescentes
y
familias.
-‐ Capacidad
para
atender
y
apoyar
a
los
adultos
que
cuidan
de
los
niños
y
adolescentes.
-‐ Tener
la
convicción
de
que
todas
las
personas
poseen
elementos
positivos
en
su
forma
de
ser
o
de
comportarse,
así
como
capacidad
para
modificar
alguna
faceta
de
su
vida
que
favorezca
su
bienestar.
-‐ Actitud
de
aceptación
incondicional
del
niño,
sus
características,
dificultades
y
las
de
su
familia.
-‐ Mostrar
respeto
por
todo
tipo
de
personas,
niños
y
adultos,
de
condición
racial,
social
o
cultural
diferente.
-‐ Estar
conciente
de
que
hay
un
compromiso
tanto
con
el
niño
como
con
sus
padres,
sin
que
esto
implique
responder
más
en
función
de
las
expectativas
de
los
adultos.
-‐ Saber
jugar
con
el
paciente.
-‐ Tener
un
lenguaje
adaptado
al
nivel
de
comprensión
y
expresión
del
niño,
es
decir,
acorde
a
su
edad.
-‐ Conocimiento
de
sí
mismo.