ENSAYO 1

Psicoterapia y Asesoramiento

Carlos Ibarra Chávez

8 de noviembre de 2019

Se considera a la psicoterapia, el asesoramiento y la consejería como actividades de

relación de ayuda que usualmente al no ser bien entendidas pueden confundirse entre sí, las

mismas cuentan con definiciones desde varios autores según sus propios modelos terapéuticos

coincidiendo en su mayoría en que la consejería es una técnica de comunicación que puede ser

usada en asesoramientos y psicoterapia (Balarezo, 1998).

El asesoramiento y la psicoterapia son significativamente diferentes siendo la psicoterapia

un método de acción ante individuos con trastornos clínicos, y el asesoramiento un método de

apoyo para un individuo que atraviese dificultades o problemas (Moloney, 2016).

La psicoterapia es una forma de tratamiento de trastornos o alteraciones mentales,

emocionales o problemas psíquicos, mediante la movilización de recursos psicológicos, basados

en la relación existente entre el terapeuta y paciente, siendo un proceso sistematizado,

estructurado previamente planificado (Balarezo, 2010).

El asesoramiento es una relación entre un profesional y su consultante en la cual el

primero asiste al segundo para entender y solucionar un problema específico, en base a

conocimiento e información científica (Balarezo, 2010).

El asesoramiento se da en una conversación privada que surge de la reflexión para

resolver un problema y mejorar la calidad de vida del cliente, para su eficacia requiere que el

cliente busque ayuda voluntariamente, tiene como objetivo la prevención y resolución de

problemas de la vida cotidiana, debe centrarse específicamente en el tema de consulta y busca

potenciar las capacidades de resolución del individuo (Moloney, 2016).

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El análisis del motivo de consulta o de la demanda del paciente en cuanto a sus

características implícitas y explicitas es fundamental en la planificación terapéutica siendo este

paso indispensable para determinar el nivel de acción y las técnicas a ejecutar, requiriendo en

este punto una postura directiva del profesional para sugerir la intervención más adecuada que

cumplan las demandas del paciente pero que al mismo tiempo respondan al diagnóstico o las

hipótesis generadas por el profesional (Balarezo, 2010).

Para el modelo integrativo focalizado en la personalidad ambos tipos de intervención

pueden llegar a interactuar y complementarse en la planificación de los objetivos

psicoterapéuticos en dependencia de la demanda y del nivel de acción elegido. Teniendo en el

nivel superficial el uso del asesoramiento para resolución de problemas específicos, sean estos

de adaptación, intra o interpersonales, y la aplicación de técnicas psicoterapéuticas enfocadas en

buscar un alivio sintomático. El nivel más profundo del proceso terapéutico se centra en el

trabajo de la estructura de la personalidad (Balarezo, 2010).

La práctica de la psicoterapia o del asesoramiento al tener una categoría científica

necesariamente debe ser ejecutada por un profesional competente, el terapeuta no requiere

solamente estar respaldado científica y académicamente sino que debe de presentar un grado

adecuado de equilibrio y madurez emocional alcanzados desde un proceso de autoconocimiento,

permitiendo así diferenciar su intervención entre plano subjetivo y el profesional, esta

diferenciación es más relevante en la aplicación de modelos constructivistas en donde la relación

requiere de más recursos personales del terapeuta (Balarezo, 1998).

Los límites a los que pueden llegar estos métodos de intervención así como el de

cualquier relación de ayuda están marcados por las necesidades identificadas en el proceso de

investigación, las características del paciente y las del profesional, así como también de
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expectativas y motivaciones del paciente y terapeuta. En donde se requiere considerar por parte

del paciente: búsqueda de ayuda o demanda por supresión de síntomas, intención de complacer a

terceros, referencias de otros profesionales, exigencias de status o curiosidad. Por parte del

terapeuta: la vocación de ayuda, adquisición de experiencia, fenómenos contratransferenciales,

factores económicos, obligación institucional (Balarezo, 2010).

Es importante señalar que para el ejercicio de la psicoterapia se requiere una formación

rigurosa y formal en ese ámbito al contrario los consejeros o asesores pueden tener una

preparación más variada, requiriendo también amplio conocimiento en el tema a tratar,

experiencia de vida relacionada, madurez personal y autoconciencia (Mcleod, 2013).

Siendo la psicoterapia y el asesoramiento métodos que requieren el respaldo

indispensable de teorías y modelos psicológicos y considerando la gran variedad existente se ha

elegido para este ensayo el modelo integrativo focalizado en la personalidad dando realce a su

procedencia ecuatoriana, destacando la necesidad de una formación adecuada del profesional que

ejecutara la intervención y la congruencia y complementariedad que los mismos pueden tener en

la atención de un paciente, buscando siempre su bienestar y mejorar su calidad de vida más allá

del nivel en el cual se trabaje.

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Lista de Referencia

Balarezo, L. (1998). Psicoterapia, asesoramiento y consejería. Ecuador: Centro de Publicaciones

PUCE

Balarezo, L. (2010). Psicoterapia integrativa focalizada en la personalidad. Reimpresión 2014.

Quito: EdiSEAPsI

Moloney, L. (2016). La definición y la entrega de asesoramiento y psicoterapia efectiva. Instituto

de Gobierno Australiano, Estudio de la Familia, vol.22. Recuperado de:

(https://aifs.gov.au/cfca/sites/defoult/files/cfca38-effective-couselling.pdf)

McLeod, J. (2013). Una introducción a la terapia. Maidenhead, Berkshire: Open University Press