En el articulo se aborda la importancia de la coherencia en las políticas públicas,
destacando que esta no solo depende de la idoneidad del diseño, sino también de su eficaz implementación. Se resalta que las políticas públicas se diferencian de los planes generales o programas sectoriales por su propósito acotado de resolver problemas específicos y mejorar situaciones concretas en la vida social. Sin embargo, se advierte sobre el riesgo al implemtaerlos al enfocarse demasiado en políticas individuales sin considerar el conjunto. Se menciona que, a pesar de que cada política pueda ser efectiva para sus beneficiarios específicos, pueden existir incoherencias entre ellas cuando se evalúan en conjunto.
Se argumenta que la coherencia entre políticas no se da automáticamente, sino que
requiere intervenciones deliberadas. Se propone que la coherencia entre un número limitado de políticas es indispensable para resolver problemas amplios. Se plantean tres niveles de análisis para evaluar la coherencia en las políticas públicas: la coherencia interna de una política, la coherencia entre diferentes políticas, y la coherencia entre diferentes espacios de política pública.
Coherencia en las políticas (coherencia interna): Se refiere a la congruencia entre la
definición del problema público, los instrumentos de política utilizados y la solución esperada. Cada política parte de una teoría causal que vincula el problema identificado con la situación deseada, y cuando esta consistencia falla, la intervención puede perder eficacia.
Coherencia entre políticas: Se trata de la relación armónica entre diferentes
políticas que interactúan en un mismo espacio de política pública para lograr objetivos más amplios. Dos políticas son coherentes cuando, al combinarse, alcanzan un objetivo más grande sin obstaculizarse mutuamente.
Coherencia entre espacios de política pública: Se refiere a la interacción entre
diferentes intervenciones del Estado que resuelven problemas públicos concretos pero relacionados. Cuando las políticas en un espacio no son coherentes, pueden estorbarse, traslaparse o dejar objetivos sin atender.
Se destaca la importancia de que los instrumentos de las políticas sean coherentes
entre sí para contribuir a resolver un mismo problema público, ya que los problemas públicos son complejos y multidimensionales. La falta de coherencia en los instrumentos puede llevar a que las políticas, aunque efectivas individualmente, no logren resolver problemas públicos amplios.
Al igual que la importancia de la coherencia entre políticas públicas para abordar
eficazmente los problemas públicos. Destaca que la falta de coherencia puede llevar a la duplicación de esfuerzos, la ineficacia en el uso de recursos y la falta de cumplimiento de los objetivos generales de las políticas. La coherencia se puede evaluar en tres niveles: la coherencia interna de cada política, la coherencia entre las políticas dentro de un mismo espacio de política y la coherencia entre diferentes espacios de política. Para mejorar la coherencia, se sugiere desarrollar herramientas teóricas y analíticas para valorarla, así como procesos de planeación, coordinación y evaluación más efectivos que tengan en cuenta este aspecto desde el diseño de las políticas hasta su implementación.