Es importante considerar que en medicina se debe de atender malestares físicos, ya que
tienen la facultad de “curarlos”. Empero, se ha atisbado cierto patrón en un muestreo de una población en la que se aprecia ciertos patrones, dándose a entender que existe otro aspecto en el que no solamente afecta a la salud del individuo en lo físico, sino que también está arraigado en el aspecto psicológico. Ya que, como se ha platicado en la relación mente- cuerpo, cuando hay una irregularidad en uno de esos aspectos, como efecto dominó, perjudica el otro aspecto provocando un desbalance. Por ejemplo, un paciente, al presentar síntomas que son de relevancia para él y expresa ese malestar al médico, su estado de ánimo llega a afectarle negativamente cuando este mismo médico no logra un diagnóstico certero, lo cual la ambigüedad y la incertidumbre son elementos que coadyuvan al malestar psicológico del paciente, así que, aunque recibe algún tratamiento médico, éste no puede mejorar o no mejoraría de forma rápida cuando persiste un malestar psicológico. Por lo tanto, independientemente en qué ámbito se aplique, en el aspecto psicológico abarca bastante (Frank, 1988).
Referencias:
Frank, J. D. (1988). Aspectos psicológicos y comportamentales de la enfermedad y del tratamiento.
Latinoamericana de Psicología, 20(1), 45–54. http://redalyc.uaemex.mx