El gato Negro

No vas a creer esta historia. Pero es una historia verdadera, tan cierta como yo estoy sentado aquí
escribiéndola; como moriré por la mañana. Sí, esta historia termina con mi fin, con mi muerte
mañana. Siempre he sido una persona amable y cariñosa; todo el mundo te lo dirá. También te lo
dirán que siempre he amado a los animales más que a nada. Cuando era pequeño, mi familia
siempre Tenía muchos animales diferentes en la casa. A medida que crecí, pasé la mayor parte de
mi tiempo con ellos, dándoles su comida y limpiándolos.

Me casé cuando era muy joven y me alegró saber que mi esposa amaba a todos nuestros animales.
amigos tanto como yo. Ella nos compró los animales más bellos. Teníamos todo tipo de pájaros
peces de colores, un buen perro y un gato. El gato era un animal muy grande y hermoso. Era negro,
completamente negro y muy inteligente.

Era tan inteligente que mi esposa muchas veces se reía de lo que algunas personas creen; algunas
personas Creo que todos los gatos negros son malvados, enemigos en el cuerpo de un gato. Plutón,
así se llamaba el gato, era mi favorito. Siempre fui yo quien le dio su comida, y él Me siguió a todas
partes. ¡A menudo tenía que impedirle que me siguiera por las calles! Para años, él y yo vivimos
felices juntos, los mejores amigos.

Pero durante esos años fui cambiando lentamente. Fue ese malvado enemigo del Hombre llamado
Bebida quien me estaba cambiando. Yo no era la persona amable y cariñosa que la gente conocía
antes. crecí cada vez más egoísta. A menudo me enojaba repentinamente por cosas sin
importancia.

Empecé a usar malas palabras, la mayoría de todo con mi esposa. Incluso la golpeé a veces. Y en
aquella época, por supuesto, yo hacía a menudo cosas horribles a nuestros animales. Los golpeé a
todos, pero nunca a Plutón. Pero mi enfermedad estaba empeorando peor, ¡oh, sí, la bebida es una
enfermedad! Pronto comencé a lastimar también a mi querido Plutón.

Recuerdo muy bien esa noche. Llegué tarde a casa, otra vez lleno de bebida. no pude entender por
qué Plutón no se alegró de verme. El gato se mantenía alejado de mí. Mi Plutón no quería¡que se
acerque a mí! Lo atrapé y lo levanté, abrazándolo con fuerza. el tenia miedo de mi y me mordió la
mano.

De repente, ya no era yo mismo. Alguien más estaba en mi cuerpo: alguien malvado y loco. con
bebida! Saqué mi cuchillo del bolsillo, sujeté al pobre animal por el cuello y corté una de sus ojos
de él.

A la mañana siguiente, mi mente estaba llena de dolor y horror cuando desperté. Lo sentí
profundamente. Yo No podía entender cómo podía hacer algo tan malvado. Pero la bebida pronto
me ayudó a olvidar. Poco a poco el gato mejoró. Pronto dejó de sentir dolor. Ahora sólo quedaba
un feo agujero seco donde el ojo alguna vez lo fue. Volvió a dar vueltas por la casa como de
costumbre.

Él nunca se acercó a mí ahora,Por supuesto, y se escapó cuando me acerqué demasiado. Sabía que
ya no me amaba. Al principio estaba triste. Luego, poco a poco, comencé a sentirme enojado y

hizo otra cosa terrible...

Tenía que hacerlo; no podía detenerme. Lo hice con una tristeza terrible en mi corazón – porque
Sabía que era malo. Y por eso lo hice: ¡sí! Lo hice porque sabía que era malo. ¿Qué hice? ¿hacer?
Cogí al gato y lo colgué del cuello de un árbol hasta que murió.

Esa noche me desperté de repente: mi cama estaba en llamas. Escuché a la gente afuera gritar:
'¡Fuego! ¡Fuego!' ¡Nuestra casa estaba ardiendo! Mi esposa, yo y nuestro sirviente tuvimos suerte
de escapar. Nos quedamos y observamos mientras la casa se incendiaba hasta los cimientos.

A la mañana siguiente no quedaba nada del edificio. Todos los muros se cayeron durante la noche,
excepto uno: una pared en el medio de la casa. Me di cuenta de por qué este muro no ardía:
porque

Tenía yeso nuevo. El yeso todavía estaba bastante húmedo. Me sorprendió ver una multitud de
gente junto al muro. Estaban hablando y parecían estar bastante emocionado. Me acerqué y miré
por encima de sus hombros. Vi una forma negra en el nuevo blanco yeso.

Tenía la forma de un gato grande, colgado del cuello. Miré la forma con total horror. Pasaron
varios minutos antes de que pudiera pensar con claridad. de nuevo. Sabía que tenía que intentar
pensar con claridad. Tenía que saber por qué estaba allí.

Recordé haber colgado al gato en el jardín de la casa de al lado. Durante el incendio el jardín
estaba lleno de gente. Probablemente alguien cortó el gato muerto del árbol y lo arrojó por el
ventana - para intentar despertarme. Las paredes que caían presionaron el cuerpo del animal
contra el yeso fresco.

El gato se quemó por completo, dejando la forma negra en el nuevo yeso. Sí, estaba seguro de que
era así.

qué pasó.

Pero no pude olvidar esa forma negra durante meses. Incluso lo vi en mis sueños. comencé a sentir
Triste por perder al animal. Entonces comencé a buscar otro. Miré principalmente en las zonas
pobres. de nuestro pueblo donde fui a beber. Busqué otro gato negro, del mismo tamaño y tipo
que

Plutón.

Una noche, mientras estaba sentado en un bar oscuro y sucio, noté un objeto negro encima de un
armario, cerca de unas botellas de vino. Me sorprendí cuando lo vi. 'Miré esas botellas un Hace
unos minutos', pensé, 'y estoy seguro de que ese objeto no estaba allí antes. Me levanté y fui a ver
qué era.

Levanté la mano, la toqué y descubrí que era negra. gato: uno muy grande, tan grande como
Plutón. También se parecía a Plutón, en todos los sentidos excepto en uno: Plutón. no tenía ni un
pelo blanco en ninguna parte de su cuerpo; Este gato tenía una gran forma blanca en el frente.

Se levantó cuando lo toqué y presionó el costado de su cabeza contra mi mano varias veces. Le
agrado. ¡Este era el animal que estaba buscando! Continuó siendo muy amigable y más tarde,

Cuando me fui, me siguió hasta la calle. Vino conmigo todo el camino a casa; ahora teníamos
otra casa - y entró. Inmediatamente saltó a la silla más cómoda y

fue a dormir. Se quedó con nosotros, por supuesto. Nos amaba a los dos y muy pronto se convirtió
en mi

El animal favorito de la esposa.

Pero, a medida que pasaban las semanas, el animal empezó a desagradarme cada vez más. No sé
por qué, pero yo

Odiaba la forma en que él me amaba. Pronto comencé a odiarlo, pero nunca fui cruel con él. si, yo
estaba

mucho cuidado con eso. Me alejé de él porque recordé lo que le hice a mi pobre Plutón.

También odiaba al animal porque sólo tenía un ojo. Me di cuenta de esto la mañana después de
que él vino.

a casa conmigo. ¡Por supuesto, esto sólo hizo que mi querida esposa lo amara más!

Pero cuanto más odiaba al gato, más parecía amarme. Me siguió a todas partes,

poniéndose bajo mis pies todo el tiempo. Cuando me sentaba, él siempre se sentaba debajo de mi
silla. A menudo intentaba

saltar de rodillas. Quería asesinarlo cuando hizo esto, pero no lo hice. me detuve

porque me acordaba de Plutón, pero también porque le tenía miedo al animal.

¿Cómo puedo explicar este miedo? En realidad no era miedo a algo malo... pero entonces, ¿de qué
otra manera podría

posiblemente describirlo? Poco a poco, este extraño miedo se convirtió en horror. Sí, horror. Si te
digo por qué,

No me creerás. Pensarás que estoy loco.

Varias veces, mi esposa tomó al gato y me mostró la forma blanca en su pecho. ella dijo el

La forma estaba cambiando lentamente. Durante mucho tiempo no le creí, pero poco a poco,
después de muchas semanas,

Empecé a ver que ella tenía razón. La forma estaba cambiando. Sus lados se estaban volviendo más
rectos y

más recto. Empezaba a parecerse cada vez más a un objeto... Después de unas semanas más,

Vi cuál era la forma. ¡Era imposible no verlo! Allí, en su frente, estaba la forma de un

objeto que tengo casi demasiado miedo de nombrar...

Allí, en la frente del gato estaba la forma de esa terrible máquina de dolor y muerte: ¡la horca!

Era esa terrible máquina de dolor y muerte... ¡sí, la horca!

Ya no sabía el significado de felicidad o descanso. Durante el día, el animal nunca me abandonó. En

Por la noche me despertaba casi cada hora. Recuerdo despertarme de sueños terribles y sentirlo

¡sentado junto a mi cara, su pesado cuerpo presionando mi corazón!

Ahora era un hombre muy diferente. No quedaba ni la más mínima parte de bien en mí. ahora
tenía

sólo malos pensamientos: los pensamientos más oscuros y malvados. Odiaba a todos y a todo, mi

querida esposa también.

Un día bajó conmigo al sótano para cortar leña (ya éramos demasiado pobres para

tener un sirviente). Por supuesto, el gato me siguió escaleras abajo y casi me hace caer. Este

Me enojé tanto que tomé el hacha y traté de cortar al animal en dos. Pero como traje el hacha

Al caer, mi esposa me detuvo el brazo con la mano. Esto me enojó aún más y la jalé.

Aparté la mano de mi muñeca, levanté la herramienta de nuevo, la bajé con fuerza y la enterré en
la parte superior de

su cabeza.

Tuve que esconder el cuerpo. Sabía que no podía sacarlo de casa. Los vecinos se dieron cuenta

todo. Pensé en cortarlo en pedazos y quemarlo. Pensé en enterrarlo en el suelo de

la bodega. Pensé en tirarlo al río al final del jardín. Pensé en ponerlo

en una caja de madera y así sacarlo de la casa. Al final decidí esconder el cuerpo.

en una de las paredes del sótano.

Era un edificio bastante antiguo, cerca del río, por lo que las paredes del sótano estaban bastante
mojadas y el el yeso estaba blando. Había yeso nuevo en una de las paredes y sabía que debajo

La pared no era muy fuerte. También sabía que este muro era muy grueso. Podría esconder el
cuerpo en el medio de esto. No fue difícil. Quité un poco de yeso, saqué algunas piedras e hice un
agujero en la tierra. que llenaba el centro de la pared. Puse a mi esposa allí, volví a colocar las
piedras, hice algunas nuevas.yeso y lo puso en la pared.

Luego limpié el suelo y miré atentamente a mi alrededor. Todo parecía igual que antes. Nadie lo
sabría jamás. Luego subí las escaleras para matar al gato. El animal me estaba trayendo mala
suerte. Tuve que matarlo. I

Busqué por todas partes, pero no pude encontrarlo. Estaba seguro de que era por el asesinato de
mi esposa; él Era demasiado inteligente para acercarse a mí ahora.

Esperé toda la noche, pero no vi al malvado animal. No volvió durante la noche.

cualquiera. Y así, por primera vez en mucho tiempo, dormí bien. Cuando me desperté a la mañana
siguiente,

Se sorprendió al ver que el gato todavía no estaba allí. Pasaron dos, tres días y todavía no había

gato. No puedo expresar lo feliz que comencé a sentirme. Me sentí mucho mejor sin el gato. Sí, lo
era

el que me trajo todas mis desgracias. Y ahora, sin él, comencé a sentirme un hombre libre.

de nuevo. Fue maravilloso: ¡no más gatos! ¡Nunca más!

Varias personas vinieron y preguntaron por mi esposa, pero respondí sus preguntas fácilmente.
Entonces, en

Al cuarto día vino la policía. No me preocupé cuando registraron la casa. Ellos me preguntarón

para acompañarlos en su búsqueda. Miraron por todas partes, varias veces. Luego se fueron

hacia el sótano. Caí con ellos, por supuesto. No tuve ni un poco de miedo. caminé tranquilamente
hacia arriba

y hacia abajo, viéndolos buscar.

Por supuesto, no encontraron nada y pronto estuvieron listos para partir. Estaba tan feliz que no
podía

Dejó de hablar mientras subían las escaleras. Realmente no sabía lo que estaba diciendo. 'Que
tengas un buen día

Todo, queridos señores. Yo dije. 'Sí, ésta es una casa antigua bien construida, ¿no? Sí, una casa
antigua muy bien construida.

Estas paredes, ¿van a ir, caballeros? - Estos muros son fuertes, ¿no? golpeé fuerte

la parte de la pared donde estaba mi esposa.

Una voz vino desde el interior de la pared, en respuesta a mi llamada. Fue un llanto, como el de un
niño. Rápidamente,

Se convirtió en un largo grito de dolor y horror. Vi a los policías parados en las escaleras con sus

bocas abiertas. De repente, todos bajaron corriendo a toda prisa y empezaron a derribar el muro.
Él

Cayó rápidamente y allí estaba mi esposa, parada adentro. Allí estaba ella, con sangre seca por
todas partes.

cabeza, mirándolos. Y allí estaba el gato, de pie sobre su cabeza, con su boca roja bien abierta en
un

Grita, y su único ojo dorado brilla como el fuego. ¡El animal inteligente! Mi esposa murió a causa
de
él, y ahora su malvada voz me estaba enviando a la horca.