Está en la página 1de 40

1

Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Opiáceos y opioides

Se conoce con el nombre de opiáceos a una familia de sustancias de la familia del opio, bien porque
derivan de él, como es el caso de la morfina, bien porque se elaboran mediante síntesis química a partir de
la propia morfina, como es el caso de la heroína (químicamente diacetilmorfina). El opio se extrae de las
cápsulas de una planta conocida en botánica como Papaver somniferum. Es utilizado por la humanidad
desde la Antigüedad, existiendo referencias de su consumo que datan de 4.000 años antes de Cristo. El
opio se consumió por vía fumada en diversas zonas de Asia.

Los medicamentos que pertenecen a esta clase (también conocidos antiguamente como narcóticos)
incluyen la morfina, la codeína (metilmorfina) y la heroína (diacetilmorfina); la heroína es de estas tres la
que tiene mayor afinidad por los receptores endorfínicos, por lo que es más potente que la morfina; no
obstante, entró rápidamente en desuso en la práctica médica, por tener un perfil de seguridad muy
desventajoso y por su mayor potencial de abuso. La morfina se utiliza a menudo como analgésico para
aliviar el dolor intenso tras la cirugía o el dolor oncológico intenso. La codeína, por ser menos eficaz que
la morfina, se utiliza para dolores menos agudos. Otros ejemplos de opiáceos que se recetan para aliviar el
dolor incluyen buprenorfina, oxicodona (OxyContin), propoxifeno (Darvon), hidrocodona (Vicodin) e
hidromorfona (Dilaudid), así como la petidina (Demerol) que se usa menos debido a sus efectos
secundarios. Además de sus propiedades analgésicas, algunas de estas drogas, por ejemplo, la codeína y
el difenoxilato, pueden ser utilizadas para aliviar la tos y la diarrea. Los derivados mórficos: Fentanilo,
Alfentanilo, Sulfentanilo son potentes analgésicos que se utilizan durante la cirugía.

¿Quieres saber más?

Medicamento Potencia relativa​


Morfina 1
Petidina 0.1
Hidromorfona 10
Alfentanilo 10-25
Fentanilo 75-125
Remifentanilo 250
Sufentanilo 500-1000
Etorfina 1000-3000

A menudo el término opiáceo se confunde con el de opioide. No obstante, el término opiáceo se refiere
al origen de la sustancia con respecto al opio, es decir, son sustancias que se extraen de la cápsula de la
planta del opio (por ejemplo, morfina, codeína y tebaína). Hoy consideramos que el término opioides
2
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

es mucho más amplio, incluyendo a todos los agonistas y antagonistas con una actividad morfinosímil,
endógenos o exógenos, sean estos naturales, semisintéticos o sintéticos.

En veterinaria se pueden utilizar la etorfina, el carfentanilo y el tiafentanilo; el uso de estos fármacos


en este tipo de animales se justifica porque la reversión se logra en escasos minutos y con una gran
seguridad para el animal y las personas que realizan el procedimiento.

Diliban. Es una combinación de dos analgésicos, tramadol y paracetamol, que actúan juntos para
aliviar el dolor. Diliban está indicado en el tratamiento sintomático del dolor de intensidad moderada a
intensa. El tramadol es un analgésico de acción central, agonista puro no selectivo de los receptores
opioides µ, delta y kappa, con mayor afinidad por los µ. Potencia, 1/10-1/6 de la de morfina, y menor
efecto depresor respiratorio.

El Remifentanilo es un potente opiáceo de vida media muy corta está siendo utilizado cada vez más
durante los actos anestésicos.

La morfina es un potente analgésico obtenido a partir del opio. En 1806, el farmacólogo alemán W.
Sertürner (1783-1841) purificó la morfina, que es el principal constituyente alcaloide de los extractos de
opio y el responsable de producir su efecto analgésico. La denominó como morfina en honor a Morfeo
–dios del sueño–. En 1827, E. Merck & Company en Alemania, inició la producción y comercialización
de la morfina. El descubrimiento de la morfina desarrolló la ciencia de la anestesia.

En 1874, el químico londinense Alder Wright descubrió la heroína, la cual fue sintetizada y
comercializada como tratamiento para diversos males pulmonares por la compañía Bayer en el año 1897.
Desde entonces se han producido distintas substancias químicas derivadas de la morfina y se inició el
descubrimiento de los opioides endógenos, así como de compuestos capaces de antagonizar su actividad.
La jeringa hipodérmica la inventó Francis Ryand en 1844. Hughes describió en 1975 los péptidos del
cuerpo humano que tenían efectos similares a la morfina.

Desde su descubrimiento, la heroína se utilizó para tratar la tuberculosis por su capacidad para suprimir el
reflejo de la tos. Pronto se vio que su efecto anestésico no era mayor que el de la morfina, pero era más
activa por lo que podía utilizarse en dosis menores logrando el mismo efecto con las consiguientes
ventajas a nivel de acumulación en los tejidos. Sin embargo, algo más la diferenciaba de la morfina:
ciertos efectos euforizantes y no sólo analgésicos, por lo que durante mucho tiempo se recomendó como
cura para el hábito producido por la morfina. Actualmente el clorhidrato de heroína no se utiliza con fines
médicos.
3
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

La heroína acaparó durante décadas los titulares de los medios de comunicación de España y la atención
de la ciudadanía. A partir de 1973 irrumpió en contextos universitarios, para extenderse a colectivos
sociales diversos, siendo epidémica en ambientes sociales marginales. En su forma original la heroína es
un polvo blanco cristalino blanco, inodoro y fino, pero dependiendo del proceso de producción puede
presentarse con otra textura y color. En España (excepto Catalunya) mucha de la heroína que se encuentra
es, generalmente, de color marrón (brown sugar, como la canción de los Rolling Stone), más apta para
fumar. Esta heroína tiene un aspecto oscuro, de color gris o marrón, con una textura terrosa o granulada.
Su grado de pureza no supera el 50%. La heroína blanca es más adecuada para la inyección intravenosa.
Esta clase de heroína es como un polvo fino de color blanco o amarillento, y muy esponjoso. Según un
paciente, la heroína marrón sube más, pero la blanca dura más.

En la actualidad es una droga poco atractiva, objeto de consumo principalmente por parte de
heroinómanos veteranos en situación de elevado deterioro orgánico, psicológico y social. A pesar de la
disminución de su consumo, es una droga que genera muchas visitas en los recursos de asistencia a
drogodependientes, por tratarse de un colectivo de usuarios crónicos con variadas patologías y carencias
sociales. En el año 2001, el 68,3% de las personas admitidas a tratamiento lo fueron por su dependencia a
la heroína.

Con la heroína se pensó que se había sintetizado un fármaco con la capacidad analgésica de la morfina,
pero sin su potencial adictivo. Se utilizó inicialmente como terapia frente a la morfinomanía y para tratar
la tuberculosis por su capacidad para suprimir el reflejo de la tos, aunque su uso pronto se abandonó al no
mostrar los resultados deseados. La heroína penetra en el cerebro más rápidamente que la morfina; a esto
se debe su intenso efecto analgésico, euforizante y adictivo. Como ha ocurrido con otras drogas, la
contracultura norteamericana contribuyó a ensalzar sus efectos y el estilo de vida característico del
yonqui, término actualmente despectivo que dio título en 1959 a la novela del escritor beat William
Burroughs. Aunque hasta mediados de la década de los noventa la vía habitual de consumo era la
inyectada, en la actualidad, como consecuencia de la propagación del virus de inmunodeficiencia humana
responsable del sida y de otras infecciones, se ha generalizado la vía fumada.

El cultivo del opio a partir del cual se elabora la heroína que llega a España y al resto de Europa procede
del llamado Triángulo de Oro, formado por Laos, Tailandia y Birmania (oficialmente Myanmar). También
Afganistán, Pakistán, Irán y Turquía son países productores. En los últimos años, México se ha
convertido en el segundo productor mundial de opio y heroína, sólo detrás de Afganistán, según el
Informe Mundial sobre Drogas 2013 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Vía de administración
La heroína se puede administrar vía fumada, esnifada o inyectada. Los efectos son siempre los mismos,
pero varía su intensidad y la rapidez de actuación:
4
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

- Inhalar la heroína: La Heroína se calienta sobre un papel de aluminio y se aspiran los vapores que
desprende. Un chino en la jerga callejera de algunos ambientes es una forma de consumir heroína.
- Inyectarse la heroína: La heroína se disuelve en agua (y un poco de ácido cítrico en el seno de una
cuchara y con ayuda de un filtro) y una jeringa se inyecta directamente en la vena. La jeringa hipodérmica
la inventó Francis Ryand en 1844. Se utilizó para inyectar un sedante en un paciente con neuralgia. Cada
vía de administración conlleva sus riesgos característicos para la salud. La inyección es la forma de
administración que más riesgos implica ya que se contraen numerosas infecciones: hepatitis, SIDA, etc.

Mecanismo de acción
Los compuestos de naturaleza opiácea inducen sus acciones farmacológicas mediante la activación
selectiva de unos receptores que se encuentran localizados de manera predominante a nivel del sistema
nervioso central, aunque también es posible observar su presencia en los tejidos periféricos. Existen tres
receptores opioides, identificados desde 1973: μ, δ y κ. En el año 1975 fueron identificados en el
cerebro dos pentapéptidos de secuencia muy parecida, de propiedades morfinomiméticas, denominados
encefalinas y posteriormente se descubrieron otros péptidos opioides endógenos. Los opiáceos y otras
drogas de abuso actúan en el circuito mesolímbico y, en particular, en el dos sistema dopaminérgico y el
opioide.

Efectos

La heroína activa un sistema de nuestro propio organismo denominado “sistema opioide”, que regula
procesos físicos y psíquicos tan importantes como la sensación de placer, de satisfacción, el control del
dolor y de las funciones respiratorias y cardiovasculares. Este sistema produce unas sustancias naturales
llamadas “opioides endógenos” cuyos efectos son imitados en gran parte por la heroína.

En los primeros consumos, los efectos principales de la administración de heroína son la sedación con una
sensación de bienestar muy intenso, desaparecen las sensaciones de miedo, ansiedad y aprensión,
sensación de sentirse en paz como uno mismo, una ausencia de deseos e inquietudes, una especie de
‘nirvana’ artificial. Es un potente analgésico (suprime el dolor) y depresor respiratorio. Produce
constricción de la pupila (miosis) muy intensa (pupilas en ‘punta de alfiler’). Fisiológicamente se observa
retardo psicomotor, somnolencia, lenguaje farfullante, reducción de la atención y del reflejo de la tos
(antitusígeno). Puede producir náuseas y vómitos, sobre todo las primeras dosis, y disminución de la
motilidad intestinal. Si la dosis es elevada se observa sopor y sueño y puede ocasionar una sobredosis por
parada cardiorespiratoria.

La administración intravenosa de heroína provoca a los pocos segundos un efecto subida o flash, que
provoca una percepción subjetiva muy agradable de euforia. Seguidamente aparece el llamado flooding o
sensación de bienestar, que puede durar unos 20 minutos. Su vida media se encuentra entre 5 y 8 horas
por lo que debe administrarse unas 3 veces al día, evitando la aparición del síndrome de abstinencia.
5
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

La heroína es una droga altamente adictiva. Al principio, sus efectos son muy placenteros, lo que propicia
una conducta de consumo continuado y repetido. Este consumo continuado de heroína provoca,
rápidamente, un fenómeno de tolerancia con rapidez, por lo que el consumidor necesita aumentar la dosis
para experimentar los mismos efectos. Ello explica el riesgo de sobredosis tras un período de abstinencia.
Es decir, para conseguir el mismo efecto o evitar los síntomas de abstinencia, el adicto necesita cada vez
dosis más altas. Con el tiempo, la heroína pierde la capacidad para producir el bienestar inicial que
producía, lo que provoca un malestar cada vez mayor. Si al principio la obtención de placer era la causa
del consumo, con el paso del tiempo, lo que el adicto a heroína busca es aliviar el malestar que le produce
la ausencia de la heroína.

Algunos efectos adversos del consumo continuado de heroína y otros opiáceos son: Adelgazamiento,
Estreñimiento, Caries, Anemia, Alteraciones del sueño, Inhibición del deseo sexual y Pérdida de la
menstruación. Una serie de efectos muy graves son las infecciones diversas (hepatitis, endocarditis, etc.)
asociadas a las condiciones higiénico-sanitarias en que tiene lugar el consumo y al estilo de vida del
consumidor

La heroína genera una elevada dependencia física y tolerancia, acompañada de un desagradable síndrome
de abstinencia (‘mono’) si se suspende el consumo o se administran dosis inferiores a aquellas a las que el
organismo se ha habituado. El síndrome de abstinencia se caracteriza por síntomas como: lagrimeo,
sudoración, rinorrea, insomnio, náuseas y vómitos, diarrea, fiebre, dolores musculares…, acompañados
de una fuerte ansiedad.
6
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

El síndrome de abstinencia a la heroína aparece varias horas después de que el individuo se ha


administrado la dosis, sobre las 8 horas desde el último consumo. Éste alcanza su punto álgido a los dos o
tres días y desaparece tras siete a diez días. Los signos y síntomas más importantes, semejantes a una
gripe fuerte, son: piloerección, sudoración, lagrimeo, bostezos y rinorrea, al principio; luego, diarrea,
dolor generalizado en las articulaciones, incremento de la frecuencia respiratoria, vómitos, dilatación
pupilar y pérdida de peso. Transcurridas 36 horas desde el último consumo, los síntomas de abstinencia
aumentan en gravedad, pudiendo aparecer contracciones musculares incontrolables, calambres,
escalofríos alternando con sudoración, aumento de la tasa cardíaca y de la presión sanguínea y
perturbaciones del sueño. Los síntomas más intensos duran unas 72 horas y disminuyen gradualmente
durante los siguientes 5 a 10 días.

La heroína puede ser adulterada con quinina, lactosa, bórax, azúcar, penicilina, almidón y otros
depresores del sistema nervioso central como barbitúricos y sedantes; incluso se ha utilizado estricnina.
Las adulteraciones son las causantes de una parte de los problemas médicos derivados de su consumo, a
lo que hay que añadir la “contaminación” con bacterias, virus, hongos o partículas tóxicas.

¿Quieres saber más?


Bajo el caballo", con Iosu Expósito (Eskorbuto)

https://www.youtu

be.com/watch?v=tFM2Tz8ruYU“… hubo una época en la que, nos estaban mezclando la heroína con
“colacao, uno probaba eso y sentía la amargura pero a la vez también sentía… el sabor a chocolate, y
ya uno revolvía eso y eso le quedaba era como una espuma, y la aguja se le taponaba y eso indicaba que
estaba mala. Otra vez me acuerdo que compré heroína, la probé y me sabía como a leche en polvo…”
7
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Algunos datos epidemiológicos históricos

Heroína: Aunque históricamente en España la heroína ha sido responsable de la mayoría de los


problemas graves relacionados con las drogas ilegales detectados en España, en los últimos años ha
disminuido de forma importante tanto el consumo como los problemas asociados a esta droga.

Hasta 2004 todos los indicadores manejados por el OED (indicadores de control de la oferta, encuestas
domiciliarias y escolares, estimaciones del consumo problemático, tratamientos, urgencias o muertes
relacionados con el consumo de heroína) mostraban una tendencia descendente.

¿Quieres saber más?

- el número de personas tratadas por primera vez en la vida por abuso o dependencia de heroína pasó
ha disminuido
- 20.017 en 1992
- 16.647 en 1996
- 7.461 en 2001
- y 3.836 en 2004
- la proporción de urgencias directamente relacionadas con drogas en que se menciona consumo de
heroína ha disminuido
- 61,5% en 1996
- 40,5% en 2000
- 24,2% en 2004
- el número de muertes por reacción aguda a drogas con presencia de opiáceos en seis grandes ciudades
ha disminuido
- 544 en 1992
- a 391 en 1996,
- 225 en 2003
- 183 en 2004
- 600 en 2015

En España, el consumo y los problemas por heroína después de haber tocado fondo pueden aumentar
otra vez. La crisis económica y las altas tasas de desempleo, no tener amigos o familiares que hayan
padecido la enfermedad, la atracción por lo retro, etc. Actualmente, la mayoría de casos nuevos en
España son personas nacidas en países del este de Europa.
8
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

A partir de los datos publicados, se estima que en España el mayor impacto de la mortalidad por
sobredosis se produjo en 1991-1992 con más de 1.700 muertes anuales (11,5 muertes por cada 100.000
jóvenes de 15-39 años, 10,1% de todas las muertes de esas edades), en más del 90% de las cuales estaba
implicada la inyección de heroína.

Los casos nuevos de sida ligados a inyección de drogas alcanzaron su máximo en 1993-1995 con más
de 3.500 casos anuales, y la mortalidad por VIH en 1995-1996 con casi 4.300 muertes anuales (27,4 por
cada 100.000 jóvenes de 15-39 años, 25,3% de todas las muertes en esas edades). Esto no debe
confundir, ya que el VIH se había adquirido 6-11 años atrás. De hecho, la máxima incidencia de VIH
ligado a la inyección de drogas se produjo probablemente entre 1985 y 1987, con aproximadamente
14.500 infecciones anuales.

Desde el inicio de la serie histórica los opiáceos se sitúan en primer lugar, estando presentes, en 2015,
en el 65% de las muertes por reacción aguda a drogas. En 2015 se notificaron 335 defunciones en las
que los opioides estaban presentes. Se identificó metadona en 168 autopsias, heroína/morfina en 174,
codeína y otros derivados en 107, dipipanona en 35, tramadol en 43 y buprenorfina en 2 (la suma de
todas las sustancias supera las 335 muertes debido a que se puede identificar más de una sustancia en
un mismo cadáver).
Desde el inicio de la serie histórica, la cocaína se sitúa en segundo lugar, estando presente, en 2015, en
el 49% de las muertes por reacción aguda a drogas. En 2015 se notificaron 253 defunciones en las que
la cocaína estaba presente. En relación a la evolución temporal, se observa un aumento de la presencia
de cocaína en los análisis toxicológicos realizados a fallecidos hasta 2007, seguido de una fase de
descenso hasta su estabilización en los últimos años. En el análisis toxicológico, la cocaína suele
aparecer con otras sustancias, fundamentalmente con opiáceos.

En 2015, la edad media de defunción se situaba en los 44 años. La edad media ha ido incrementándose
progresivamente siendo de 35 años en 2003. Este aumento podría estar en relación con el hecho de que
en la mayoría de las defunciones están presentes los opioides y es conocido el envejecimiento de la
cohorte de los consumidores de esta droga. Así, en 2015 más de la mitad de las defunciones fueron a
partir de los 40 años, mientras que en 2003 la mitad de las defunciones se producían entre los 30 y los
40 años.

Al hacer un balance provisional de la epidemia de heroína las cifras resultan escalofriantes. Se estima que
unas 212.000 personas han sido tratadas por dependencia de esta droga en centros que notifican al
indicador tratamiento del PND, por lo que los usuarios problemáticos deben haber sido más de 300.000.
Unos 100.000 inyectores de drogas (prácticamente todos inyectores de heroína) se han infectado por VIH,
y bastantes más por VHC o VHB. Finalmente, se han producido entre 20.000 y 25.000 muertes por
9
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

sobredosis o reacción aguda a drogas, en más del 90% de los casos con implicación de heroína (de la
Fuente et al. 2006).

Tras el rápido ascenso observado durante la década de los ochenta, asociado al consumo de heroína por
via intravenosa, y debido al cambio de sustancias consumidas y vías de administración, la mortalidad
nacional asociada al consumo de drogas experimentó un descenso que permanece más o menos estable en
los últimos años, con algunos picos que se justificarían más por variaciones y mejora en la notificación de
algunas de las Comunidades Autónomas que por un aumento real de fallecidos por el consumo de drogas.

En 2015, el 80,6% de las defunciones fueron en hombres, predominio masculino que ha estado presente a
lo largo de toda la serie histórica.

Algo de argot:
Heroína: Horse, caballo, jaco, White Lady, H, Brown sugar (si es heroína marrón). A la manera de
consumirlo: Ponerse un pico, chute, Fly, Chino (si es fumado), hacerse un chino, chutarse, picarse,
inyectarse. A la jeringuilla: ‘Chute’ o ‘Insulina’. Papelas, Papelinas, Bolsitas, Dosis. ("Fumarse un chino",
“hacerse un chino”, "Chasing the Dragon", en algunos ambientes)

¿Quieres saber más?


Hacerse un chino
Consiste en poner la heroína sobre un trozo de papel de aluminio (habitualmente cortado en forma
rectangular). Posteriormente se le aplica una llama por la parte posterior del papel de aluminio, lo cual
produce la licuación de la droga, que al inclinar el papel de aluminio se desplaza por el mismo,
desprendiendo vapores que son inhalados a través de un rulo (en jerga, cilindro hueco generalmente
realizado con papel de aluminio), normalmente por la boca, aunque puede realizarse por la nariz
aproximándolo a la sustancia. A esta forma de consumo se le llama "fumarse un chino”.​
Ejemplos: "Los yonquis se pusieron a hacerse un chino allí sin importarles nada una mierda."

‘rebujito’, speedball: La mezcla combina cocaína y heroína, para conseguir saciar el mono y a la vez
activar la mente

Según los estudiantes, hacerse un chino es fumar cocaína con tabaco, por ejemplo, recoger la cocaína que
queda encima de la mesa con un cigarrillo que se ha humedecido con saliva para que se pegue el polvo.
10
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Precio

Según una paciente, el precio de una papelina de heroína en abril de 2005 era de 10 € y se mantenía en el
2006 y en el 2014. Un gr. cuesta unos 50-60 euros y ½ gr unos 30 euros. Según un paciente, había estado
a 30.000 pts/gr en los años 96-97 (los actuales 180 euros). En 2017, según un paciente una papelina de
heroína valía 5 euros.

¿Quieres saber más?

Según el Informe europeo sobre drogas 2014 de la OEDT (pag. 21), el precio del gramo más frecuente
en Europa oscilaba entre 31 y 66 euros. En España, los datos disponibles muestran una tendencia a la
contención de precios, especialmente desde el año 2004 y con una ligera tendencia a la baja, en los dos
últimos años, en el precio por kilos. En el año 2002, el precio medio del kilo de heroína se situaba en
torno a los 43.700€. Desde entonces, el precio medio ha ido bajando hasta llegar al 34.473€ en 2008, lo
que supone un descenso de alrededor del 21% con respecto al año 2002. Entre 2007 y 2008 los precios
bajaron en las tres escalas del mercado; el precio en dosis disminuyó un 2%, siendo en el año 2008 de
unos 10 € y unos 62 € por gramo.

“Los narcotraficantes han conseguido socializarla y mejorar sus ventas”, explica este curtido guardia
civil. “Han sido muy listos. Si un camello invierte 90 euros, le entregan 15 papelas de ‘rebujito’ y
les dan una más de regalo. Es decir, 16. Cada papela tiene una décima de gramo, por lo que disponen
de 1,6 gramos. Cada papela la venden a 10 euros. Con una inversión de 90 euros consiguen 160 y un
beneficio neto de 70 euros. Han hecho ver a los yonquis que una micra es barata, cuando
verdaderamente no lo es. ¿Quién no tiene diez euros? Eso provoca que el adicto acuda a por su dosis
nada más dispone de sus diez euritos. Pero en realidad la están comprando más cara que el gramo de
coca o de heroína, que fluctúa entre los 50 y los 60 euros. Ahora, de micra en micra de rebujito, el
gramo les sale a 100 euros”.

¿Vuelve la moda de la heroína?


Desde 1997 que se viene anunciando un repunte en el consumo de heroína que nunca ha acabado de
llegar. Sea como sea, lo cierto es que esa droga, cuyo consumo lúdico o recreativo se puso de moda a
finales de la década de los setenta como reflejo del deseo de recuperar espacios de libertad, como una
especie de recurso a la imaginación, y en apenas un lustro dio paso en la calle a dramáticas carreras de
toxicomanía, resulta ahora más barata que nunca.
11
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Hasta hace pocos años, la heroína era identificada con grupos marginales, un símbolo de perdedores, y su
uso endovenoso considerado como riesgo mortal. El temor al contagio del VIH ha hecho retroceder la
ruta intravenosa como principal modo de administración del opiáceo en favor de su inhalación
—conocido en el argot de los usuarios como hacerse un chino— o absorción por vía nasal. Naturalmente,
estos procedimientos la hacen menos repulsiva para quienes únicamente desean probarla.

¿Se puede confiar plenamente en la capacidad de una sociedad para aprender de su propio pasado? La
realidad demuestra a menudo que la memoria colectiva de lo contemporáneo suele ser muy superficial.
Creer que las campañas orientadas mediante el miedo y que las calamidades ocurridas en este país como
consecuencia del consumo masivo de opiáceos por vía endovenosa durante la pasada década garantizan la
inmunidad parece un exceso de optimismo. Este mismo discurso de 1997 se mantiene en el 2014. Por una
parte, es un tema periodístico recurrente, por otro, un problema que no se puede olvidar. El consumo de
heroína en EEUU se incrementó un 79% entre 2007 y 2012, el precio de la heroína en España en 2014 es
la mitad del de la cocaína, se mantiene el consumo en ambientes marginales y posiblemente, en otros más
minoritarios que, a la larga, pueden ser focos de expansión de la epidemia. Desde 2008 se añade un nuevo
factor de riesgo, se desconoce qué papel puede jugar la crisis económica en la evolución del consumo de
drogas.

¿Quieres saber más?


La madre de Joe enseñaba a todo el mundo a jugar al bridge, y sentía una suerte de sacerdocio al respecto. A
Joe, a la edad de cuatro años, solía administrarle un antitusígeno opiáceo para que sus travesuras no
perturbasen las partidas que tenían lugar frente al ventanal de cristales, que daba a las barrancas donde aún
podían verse esqueletos de búfalo expuestos por las lluvias primaverales.

Thomas McGuane. Quédate con el cambio. Barcelona, Anagrama. 1989 (ed esp. 1991).
12
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

La epidemia de los analgésicos opiáceos: difícil equilibrio entre el dolor y la adicción

En los últimos años ha aumentado la utilización de opiáceos para reducir el dolor. Durante mucho tiempo,
no se consideró adecuado utilizar opiáceos para el tratamiento del dolor en pacientes que no tuvieran un
diagnóstico de cáncer o una enfermedad terminal. Las experiencias que se tenían con el uso de morfina
desaconsejaban utilizar estas sustancias debido a su elevado potencial adictivo. Sin embargo, esta
precaución tenía un claro efecto indeseado: muchas personas sufrían dolor y no recibían la medicación
adecuada para paliarlo. En este contexto, Portenoy y Foley (1986) publicaron un artículo en la revista
Pain en el que concluían que terapia de mantenimiento con opiáceos era segura, saludable y una
alternativa humanitaria en pacientes con dolor intratable y sin abuso de drogas. El apoyo que las
compañías farmacéuticas dieron a las investigaciones en esta línea facilitó que muchos pacientes
accedieran a este tipo de medicación siendo la oxicodona y la hydrocodona las más populares: “Los
ciudadanos piden esos medicamentos cuando quizás deberían buscar otras alternativas para soportar el
dolor; los médicos los recetan con demasiada facilidad y las compañías farmacéuticas se suben sin poner
ningún reparo a ese carro para llenar sus arcas y obtener millonarios beneficios”. El resultado es una
epidemia en la que Dr. House es el ejemplo que refleja una serie televisiva. Uno de los firmantes del
artículo que sigue trabajando con pacientes con dolor ha reconocido que sus aseveraciones fueron
apresuradas y que se debe reconsiderar el uso de estos fármacos.

¿Quieres saber más?

https://www.nytimes.com/2022/05/20/briefing/synthetic-drugs-labs.html

Last year, fentanyl — a synthetic opioid — caused more overdose deaths than any other drug has in a
single year. The second-deadliest drug was meth, which is also produced in labs (the kind you might
have seen in “Breaking Bad”).

Together, fentanyl and meth helped make 2021 the worst year for drug overdoses in U.S. history: The
full-year death toll topped 100,000 for the first time, the C.D.C. reported last week.

(Gracias a Elena Puerto Hernando)

https://www.cdc.gov/opioids/data/analysis-resources.html
13
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

¿QUIERES SABER MÁS?

Becoña, E. y Cortés, M. (2011). Manual de Adicciones para psicólogos especialistas en psicología


clínica en formación. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo.
De la Fuente L, Brugal MT, Domingo-Salvany A, Neira- Leon M, Barrio G. (2006). Más de treinta años
de drogas ilegales en España: una amarga historia con algunos consejos para el futuro. Rev Esp
Salud Pública, 80(5), 505-520.
Goldstein, A. (1995). Adicción. Barcelona: Neurociencias. Capítulo La tranquilidad adictiva. Los
narcóticos. (pp: 145-150).
Lorenzo, P., Ladero, J.M., Leza, J.C. y Lizasoain, I. (1999). Drogodependencias. Madrid: Editorial
Medica Panamericana. Capítulos 3 y 4 (opiáceos)
Marsch, L. y Bickel, W.K.. (2009). Heroin and other opioids. (pp. 359–373). New York, NY, US:
Routledge/Taylor & Francis Group.
McCoy, A.W., Read, C.B. y Adams, L.P. (1972). The Politics of Heroin in Southeast Asia. CIA complicity
in the global drug trade. ISBN 0-06-012901-8
Miller, P. (ed) (2013). Principles of Addiction. Comprehensive Addictive Behaviors and Disorders. San
Diego (USA): Elsevier.
Monográfico Opiáceos, Adicciones, 17, (2), 2005, 344 páginas
http://www.psiquiatria.com.es/socidrogalcohol/monografia_opiaceos.pdf
OEDT (2014). Informe europeo sobre drogas 2014.
http://www.emcdda.europa.eu/attachements.cfm/att_228272_ES_TDAT14001ESN.pdf
Pedrero-Pérez, E. J., Morales-Alonso, S., Álvarez-Crespo, B., & Benítez-Robredo, M. T. (2020).
Consumo de fármacos opiáceos en la ciudad de Madrid: Factores sanitarios y sociodemográficos
asociados. Adicciones,33(3), 235–244. https://doi.org/10.20882/adicciones.1335
Portenoy, Foley K. Chronic use of opioid analgesics in non-malignant pain: Report of 38 cases.
Pain 1986 vol: 25 (2): 171-186.
Portenoy, Foley K. Chronic use of opioid analgesics in non-malignant pain: Report of 38 cases. Pain
1986 vol: 25 (2): 171-186.
PND. (2009). Informe heroína. Madrid: Plan Nacional sobre Drogas.
Sáiz, P.A., García-Portilla, Mª P, Bascarán, Mª T., Paredes, Mª B., Martínez, S., Jiménez, L. y Bobes, J.
Monográfico Opiáceos. Adicciones, 17, (2), 2005, Instrumentos de evaluación de la dependencia
de heroína. http://www.psiquiatria.com.es/socidrogalcohol/monografia_opiaceos.pdf
Seidenberg, A. y Honegger, U. (2000). Metadona, Heroína y otros opioides. Granada: Ediciones de Díaz
de Santos.

http://www.easp.es/pepsa/estudios+y+documentos/monografiaopiodes.htm
14
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

http://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=mdp.39015029191346;view=1up;seq=50
http://www.emcdda.europa.eu/attachements.cfm/att_228272_ES_TDAT14001ESN.pdf
The Heroin Diaries: A Year in the Life of a Shattered Rock Star by Nikki Sixx.
The Dirt: Confessions of the World's Most Notorious Rock Band by Tommy

https://www.wsj.com/articles/SB10001424127887324478304578173342657044604: A Pain-Drug
Champion Has Second Thoughts. By Thomas Catan and Evan Perez. The Wall Street Journal. Updated
Dec. 17, 2012.

Nueva York demanda a las farmacéuticas por la epidemia de los opiáceos:


https://elpais.com/internacional/2018/01/23/actualidad/1516729843_992579.html?id_externo_rsoc=whats
app
http://www.pnas.org/content/112/49/15078.full: epidemia de fármacos opioides y aumento de la
mortalidad

¿Quieres saber más?


Crisis del cultivo de amapola (opio) en México

https://www.youtube.com/watch?v=QlU1V3Ao_U8

https://www.youtube.com/watch?v=QVQ4SiuC9lo

https://www.youtube.com/watch?v=hLLp-t0dPzg

¿Quieres saber más?


La eutanasia de Sigmund Freud
Schur wrote, “When he was again in agony, I gave him a hypodermic of two centigrams of morphine
[approximately 15 to 25 mg]. He soon felt relief and fell into a peaceful sleep. The expression of pain
and suffering was gone. I repeated this dose after about 12 hours. Freud was obviously so close to the
end of his reserves that he lapsed into a coma and did not wake up again.”

¿Quieres saber más?


White Horse - Laid Back 1983: https://www.youtube.com/watch?v=nwATF5dnfq4
15
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

letra: https://genius.com/Laid-back-white-horse-lyrics

Velvet Underground (Lou Reed), Heroin: https://www.youtube.com/watch?v=zmTRq73g-nk


letra:
https://www.google.com/search?q=heroin+lou+reed+lyrics&rlz=1C5CHFA_enES892ES892&oq=heroin
+lou+reed+lyrics&aqs=chrome..69i57.9274j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

En Argentina hubo un grupo en los 80's llamado "Sumo" en el cual su cantante (un italiano educado en
Escocia) había sobrevivido a la heroína y dedicó un tema homónimo el cual cuenta la otra parte de la
historia con la droga.

velvet underground (lou reed, john cale: ‘I’m waiting for the man’ letra:
https://www.google.com/search?q=%E2%80%98I%E2%80%99m+waiting+for+the+man%E2%80%99+l
etra&rlz=1C5CHFA_enES892ES892&oq=%E2%80%98I%E2%80%99m+waiting+for+the+man%E2%8
0%99+letra&aqs=chrome..69i57.3627j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

Me estoy quitando, Extremoduro: https://www.youtube.com/watch?v=brcM2bRfr_0

Exiliado en el lavabo, Estopa: https://www.youtube.com/watch?v=VZv9wiG5uYg

Opiáceos para el tratamiento de la obesidad


Qué es Mysimba y para qué se utiliza. (Contrave en USA)
https://cima.aemps.es/cima/dochtml/p/114988001/P_114988001.html

Mysimba 8 mg/90 mg comprimidos de liberación prolongada


hidrocloruro de naltrexona/hidrocloruro de bupropión

Mysimba se presenta en comprimidos de liberación prolongada que contienen 7,2 mg de naltrexona y 78


mg de bupropión y solo se podrá dispensar con receta médica. «Liberación prolongada» significa que el
comprimido libera lentamente la naltrexona y el bupropión, a lo largo de unas pocas horas.

(2 mg hidrocloruro de buprenorfina + 0,5 hidrocloruro de naloxona + 42 mg de lactosa como excipiente;

Mysimba contiene dos principios activos —hidrocloruro de naltrexona e hidrocloruro de bupropión—


y se emplea en adultos obesos o con sobrepeso para controlar el peso, junto con una dieta hipocalórica
y ejercicio físico. Este medicamento actúa en las zonas del cerebro que están implicadas en el control
de la ingesta de alimentos y el gasto energético.

La obesidad en adultos mayores de 18 años se define como un índice de masa corporal igual o superior
a 30. El sobrepeso en adultos de más de 18 años se define como un índice de masa corporal igual o
superior a 27 e inferior a 30. El índice de masa corporal se calcula dividiendo el peso corporal medido
(kg) por la estatura medida al cuadrado (m2).

El uso de Mysimba se ha autorizado en pacientes con un índice de masa corporal inicial de 30 o


superior. También se puede administrar a las personas que tengan un índice de masa corporal de
16
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

27-30, si presentan dolencias relacionadas con el sobrepeso, como hipertensión arterial controlada,
diabetes de tipo 2 o concentraciones elevadas de lípidos (grasa) en la sangre.

Su médico puede interrumpir el tratamiento con Mysimba después de 16 semanas, si usted no


consigue una pérdida de peso de al menos el 5 % de su peso inicial. Su médico también podría
recomendar la interrupción del tratamiento en el caso de que se produzca un aumento de la tensión
arterial o exista algún otro problema de seguridad o tolerabilidad de este medicamento.

https://www.seco.org/Tipo-y-grados-de-obesidad_es_321_0_1_36_38.html
17
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Juan Alonso Pérez. (1976). Salida de las tinieblas. Reus: Avesta

Hay extremas diferencias entre el morfinómano y el alcohólico, difícilmente comprensibles para el


profano. Cuando una persona está bebida, embriagada, todo el mundo se lo nota, hasta los niños. El
alcohólico se manifiesta a las claras cuando bebe en exceso. En cambio, en estado de abstinencia, puede
ser una persona de comportamiento normal. El alcohólico, en estado de embriaguez, suele dar lo peor de
sí mismo. Su personalidad presenta facetas que le hacen difícilmente identificable con la bondad del
mismo estado de abstinencia … Hay personas, habitualmente pacíficas, que se convierten en violentas y
agresivas cuando están bebidas ….

El alcohólico pierde rápidamente su dignidad y el respeto humanos. En su casa deja de ser el cabeza de
familia. Es despreciado y odiado por su esposa e hijos. Casi nadie es capaz de apiadarse de él y tratarlo
como lo que realmente es: un enfermo. Uno de los mayores obstáculos con los que suelen tropezar los
psiquiatras para tratar de curar a un alcohólico, es la incomprensión de la familia., llegar a convencerles
de que no es un vicioso sino un pobre enfermo necesitado de ayuda.

El morfinómano da una imagen bien diferente, pese a que su toxicomanía es mucho más terrible que la
del alcohólico. Al contrario, el morfinómano es prácticamente imposible descubrirle que está bajo los
efectos de la droga. Sólo algunos médicos, generalmente especialistas, son capaces de notarlo. También le
pueden reconocer personas de la íntima convivencia con el enfermo.

El morfinómano inyectado, al contrario del alcohólico o embriagado, suele dar lo mejor de sí mismo.
Suele mostrarse entusiasta, generoso, bondadoso, abnegado. Muy sensible ante los sufrimientos de sus
semejantes, se siente inducido a ayudarles en cualquier momento. Si el morfinómano es médico, puede
incluso ser idolatrado por su clientela. Ven un Santo, entregado en cuerpo y alma a su profesión.
Dispuesto a acudir de día y de noche junto al que sufre, sea ruco o pobre. Muchas veces no cobra sus
visitas. Hasta hay ocasiones en que, si su economía se lo permite, aun entrega dinero a los que acrecen de
comida o medicamentos.

Al contrario del alcohólico, es la abstinencia la que descubre al morfinómano, cuando lleva diez o quince
horas sin inyectarse, las escasas personas que le suelen observar (digo escasas porque el enfermo se
refugia en su domicilio), ven extrañadísimas el terrible derrumbamiento del infeliz. El arrogante,
enérgico, gran hombre, con esas horas de privación del tóxico, se convierte en un auténtico pingajo
humano: balbuceante, lloroso, gimiente, incapaz de que sus piernas le sostengan, aterido de frío, con
terribles nauseas y espasmos musculares, se ve atormentado por un sufrimiento que no se puede describir.
Sólo otros enfermos que han pasado por el trance son capaces de comprender ese infierno.
El morfinómano suele conservar su prestigio
… Opino que el alcohol, sobre ser mucho más tóxico que la morfina, suele deteriorar más rápida e
intensamente el organismo humano. … Lo más frecuente es que el alcohólico de muchos años,
lentamente vaya degenerando física y psíquicamente. Enflaquecido, inapetente, con frecuentes
polineuritis que le hacen caminar sin equilibrio, aun sin haber bebido. La corteza cerebral puede atrofiarse
y degenerar hasta llegar al extremo de conducir al enfermo a una irreversible locura … La morfina, a
pesar de su gran toxicidad, no afecta tan intensamente al organismo del enfermo; este puede conservar un
buen aspecto externo durante muchos años. Su mente funciona con discernimiento. Conserva buenos
modos y la discreción. Socialmente, es impecable. Su trabajo, eficiente y entusiasta….

Desarrollan un superanalgésico no adictivo mucho más poderoso que la morfina.


“ … un nuevo fármaco más efectivo que no tiene contraindicaciones ni es adictivo …”, “Las pruebas
iniciales del AT-121 fueron realizadas en monos Rhesus …”
https://actualidad.rt.com/actualidad/287026-desarrollar-analgesico-mas-poderoso-morfina-sin-adiccion
18
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

http://dyingscene.com/news/ds-exclusive-fat-mike-talks-first-ditch-effort-the-hepatitis-bathtub-and-being-
autistic/
[…]

Te paso una entrevista que le hacen a Michael Bucket, cantante y bajista del grupo californiano de punk
rock NOFX sobre su experiencia con la desintoxicación de analgésicos y el uso terapéutico de suboxona.

También una canción que le dedica a la suboxona.

https://www.youtube.com/watch?v=ohguwyFECHI (Tiene la opción a subtítulos el propio vídeo de


youtube).

http://dyingscene.com/news/ds-exclusive-fat-mike-talks-first-ditch-effort-the-hepatitis-bathtub-and-being-
autistic/

Un fragmento:

...A failed attempt at a doctor-assisted detoxification from Percocet, specifically by way of the medication
Suboxone, lead Burkett to pen the track “Oxy Moronic,” the razor-sharp critique of the pharmaceutical
industry that also resulted in the album’s lead video. “I went to see a doctor, a specialist in getting off
painkillers,” says Burkett in a seemingly rare admission of defeat, or at least of a need for help. He
continues: “And he said “I want you to take this Suboxone.” I’d heard of Suboxone before. So I said
“alright. Give me a week’s worth and I’ll get off it.” And he goes “no, you have to take it for three
months.” And I said “I don’t want to take it for three months.” And he goes “well, if you want it,
you’re going to have to take it for three months. That’s how we run this program.” Toward the end
of that program, during which Burkett was drug tested and met with weekly, an encounter with the
above-mentioned doctor made the lightbulb shine bright. Upon asking the doctor what the expected
outcome was now that he was in the process of weaning off, the doctor gave a rather telling answer: “his
eyes kinda darted away like he’s about to tell a lie… And he said “well, most of them go back to
opiates or stay on Suboxone.” And I’m like “you motherfucker! You just set me up to get addicted
to this new drug!”

When I wrote “Oxy Moronic,” I thought “even I got duped.” My friends weren’t dying from cocaine.
They’re dying from mixing prescription drugs.
Did you get into Percs because they were prescribed or did you get into them recreationally at
shows or whatever?
I got into them for fun. But other people I know…a lot of other people…got into them after surgery.
Dental surgery, or boob surgery (*both laugh*). That’s when they get hooked on them. They get hooked
on the Vicodin, and start buying street drugs and people can’t afford them because they’re so expensive so
they move to heroin. It’s such a scam.
[…]

The combination oxycodone/paracetamol (North American trade name Percocet,


generic Endocet and Ratio-Oxycocet in Canada) is a combined opioid/non-opioid pain reliever used to
treat moderate to severe acute (short-term) pain, marketed by Endo International plc, formerly Endo
Pharmaceuticals.

http://www.pnas.org/content/112/49/15078.full: epidemia de fármacos opioides y aumento de la


mortalidad
El caso del médico anestesista Juan Maeso. 2007.

La Audiencia de Valencia ha condenado al anestesista Juan Maeso a 1.933 años de cárcel por el contagio
del virus de la hepatitis C a 275 pacientes en cuatro hospitales. La sentencia considera probado que el
médico se pinchaba parte de los anestésicos que debía aplicar a los pacientes y con la misma jeringuilla y
19
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

aguja pinchaba después al enfermo. El fallo fija en 20.374.065 euros las indemnizaciones. La Generalitat
valenciana es responsable civil subsidiaria. La defensa de Maeso anunció ayer un recurso ante el Tribunal
Supremo. La acusación estudia pedir el ingreso en prisión provisional del médico.

La ponente del tribunal, Carolina Rius, puso ayer fin con la lectura de la sentencia a nueve años de
proceso por el contagio masivo del virus de la hepatitis C a 275 pacientes en cuatro hospitales
valencianos. El anestesista Juan Maeso, de 66 años, ha sido condenado a siete años por lesiones a cada
uno de los 275 afectados incluidos en el sumario y a ocho años por homicidio imprudente en el caso de
los cuatro enfermos que han fallecido. En total, 1.933 años de cárcel, de los que cumplirá como máximo
20, tal como establecía el Código Penal de 1995, que se aplica en este caso, dado que los hechos
ocurrieron entre 1988 y 1997.

Maeso queda inhabilitado para ejercer la profesión médica y deberá indemnizar con 20,4 millones de
euros a los afectados y pagar las costas del procedimiento, incluidas las correspondientes a los 170
abogados. La Generalitat valenciana es la responsable civil subsidiaria.

La Administración autonómica comparte esa responsabilidad con Casa de Salud, el hospital en el que se
produjeron 228 contagios, y con el centro médico Urotecno, una sociedad instalada en dependencias de
Casa de Salud dedicada a pruebas de urología. La Generalitat valenciana es la responsable, y así lo recoge
la ley, de velar por el sistema sanitario y establecer las inspecciones necesarias para garantizar el buen
funcionamiento del mismo. La sentencia deja claro que la Administración será en última instancia quien
deba pagar en todos los casos, con independencia de que el contagio se produjera en un centro público,
como La Fe, o en uno privado, como Casa de Salud. Las víctmas estudiarán en breve solicitar el pago de
las indemnizaciones, aunque la sentencia no sea firme.

Pruebas genéticas

El fallo ha asumido las tesis de los afectados y del fiscal. Maeso contagió a los 275 afectados porque se
pinchó parte de los fármacos que debía aplicarles, y con la misma jeringuilla y aguja pinchó a los
pacientes. Las pruebas realizadas durante quince meses de juicio, especialmente las genéticas,
epidemiológicas y biológicas, concluyen que el anestesista intervino en todos los casos.

"El procesado es el causante de los contagios, por cuanto que es la única explicación que cubre todos los
hechos y, efectivamente, no hay contagios en esos hospitales, quirófanos ni con esos equipos médicos
después del cese de actividad del acusado", afirma el tribunal. Y añade en otro pasaje de los 300 folios
que "tales contagios sólo pudieron producirse -puesto que la transmisión de la enfermedad exige contacto
entre la sangre del portador del virus y la del sujeto a contagiar- porque Juan Maeso contaminara, con
restos hemáticos propios, el material empleado para administrar por vía percutánea o parenteral la
anestesia o sedación, y del material a los propios fármacos en sí".

El tribunal considera que, del relato de algunos de los más de 600 testigos, queda claro que Maeso era
consumidor de tóxicos. La sala explica que la relación con el contagio es directa respecto de aquellos
pacientes que fueron atendidos por Maeso y cuya actuación médica queda acreditada en la documentación
hospitalaria. Y no admite dudas respecto a 40 de los 275 afectados en cuyas historias clínicas aparece la
referencia de otro anestesista o de ninguno en concreto. Para los magistrados, "el acusado, en ocasiones,
sustituía a alguno de sus compañeros aun cuando no se dejara constancia documental de la sustitución, o
los auxiliaba durante el acto quirúrgico en todo o parte de éste, por lo que no puede descartarse su
intervención en las que figura otro anestesista".

La Audiencia de Valencia ha considerado que Maeso sabía lo que hacía. "Es innegable que el acusado,
dada su condición de médico, era perfectamente consciente de la posibilidad de transmitir cualquier
enfermedad infecciosa que padeciese y fuese susceptible de contagio por inoculación percutánea o
parenteral a los pacientes a quienes, ignorándolo estos, imponía el compartir el instrumental y fármacos
anestésicos o de uso en la UCI", recoge la sentencia. Y añade: "Es irrelevante el que el acusado
20
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

efectivamente conociera -como alegan las acusaciones- o no, el ser portador en concreto del virus de la
hepatitis C, por cuanto sí era sabedor del peligro de contagio de enfermedad hemo-transmisible que
entrañaba su acción".

Juan Maeso se guardaba para él parte de la anestesia destinada a sus pacientes. Primero se la inyectaba y
luego administraba el resto a los enfermos, de forma que a través de los residuos de sangre contaminados
que quedaban en el material quirúrgico les contagió el virus de la hepatitis C, enfermedad de la que estaba
infectado. Así sucedió en 275 ocasiones, según la sentencia que señala contundentemente al médico como
única fuente del brote.

El contagio se produjo "durante y como consecuencia de la actuación anestésica, de sedación o de


cuidados intensivos", como relatan los magistrados. Maeso se reservaba parte de los fármacos de los
compuestos anestésicos que administraba a sus pacientes, fundamentalmente fentanilo -Fentanest en su
nombre comercial- y meperidina -Dolantina-, en ambos casos opioides sintéticos en cuya familia se
encuentra, por ejemplo, la metadona.

Después de inyectarse su dosis, con el mismo material, trataba a los pacientes, ya fuera a través de viales
o directamente, como sucedía en la mayor parte de los casos, según quedó reflejado en el juicio a través
del testimonio de los afectados. Entonces "restos hemáticos suyos contaminados con el virus de la
hepatitis C se transmitieron al caudal sanguíneo de los pacientes".

La sentencia reconoce también que Maeso "utilizó fármacos opiáceos o tóxicos para sí continuamente en
un periodo prolongado del tiempo". Ya desde 1989 le llamó la atención al comandante jefe del servicio de
respiratorio del hospital militar de Valencia, donde trabajaba el anestesista, el "uso indiscriminado" de
dolantina por parte de Maeso, hasta el punto de prohibir la administración del opiáceo sin su previo
consentimiento. Pero incluso en los años 1987 y 1988 "hubo un incremento generalizado de dolantinas",
como apuntó el responsable del departamento de Farmacia del centro. Referencias similares las
comunicaron enfermeras de la Casa de la Salud -"decían que se pinchaba Fentanest con medicación
anestésica".
21
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Breves apuntes históricos

Resistencia al imperialismo. China: la Guerra del Opio. 1839-1842


La Primera Guerra del Opio fue el conflicto que mantuvieron China y Gran Bretaña entre los años 1839 y
1842, mientras que la segunda estalló en 1856 y duró hasta 1860. El desencadenante fue la introducción
en China de opio cultivado en la India y comercializado por la compañía británica de las Indias
Orientales, administradora de la India.

El opio constituía una importante fuente de ingresos para los británicos y servía para equilibrar su balanza
de pagos con China al compensar el gasto de las ingentes cantidades de té chino que Gran Bretaña
importaba. A causa de la alta demanda de té, seda y porcelana en el Reino Unido y la baja demanda de
mercancías británicas en China, Reino Unido tenía un gran déficit comercial con China y debía pagar
estos artículos con plata. Reino Unido comenzó a exportar ilegalmente opio a China desde la India
Británica en el siglo XVIII para contrarrestar su déficit. El comercio del opio creció rápidamente, y el
flujo de plata comenzó a reducirse. El Emperador Daoguang prohibió la venta y el consumo de opio en
1829 a causa del gran número de adictos. La puesta en práctica de la abolición recayó sobre el
comisionado imperial Lin Hse Tsu.

Los productos triangulaban de la siguiente manera:


- Se transportaba el opio cultivado en el Imperio Otomano, Persia y la India al Imperio Chino.
- Se pagaban con opio las porcelanas, sedas y té.
- Estas se llevaban a la Costa Este de los Estados Unidos y al Reino Unido, en donde se cobraban, y con
el producido se iba a Turquía y la India para comprar más opio.

En la primavera de 1830, ante el alarmante y desenfrenado abuso del comercio del opio en China, el
Emperador Daoguang ordenó a Lin Hse Tsu que combatiera rápidamente esta plaga, y éste respondió
atajando la corrupción del funcionariado imperial y ordenando la destrucción de más de 20.000 cajas de
opio. Lin Hse Tsu envió una carta a la Reina Victoria pidiéndole que respetara las reglas del comercio
internacional y no comerciara con sustancias tóxicas.

“Pero existe una categoría de extranjeros malhechores que fabrican opio y lo traen a nuestro país para
venderlo, incitando a los necios a destruirse a sí mismos, simplemente con el fin de sacar provecho. (...)
ahora el vicio se ha extendido por todas partes y el veneno va penetrando cada vez más profundamente
(...) Por este motivo, hemos decidido castigar con penas muy severas a los mercaderes y a los fumadores
de opio, con el fin de poner término definitivamente a la propagación de este vicio.(...) Todo opio que se
descubre en China se echa en aceite hirviendo y se destruye. En lo sucesivo, todo barco extranjero que
llegue con opio a bordo será incendiado (...) Lin Hse Tsu. Carta a la reina Victoria. 1839.

La disputa se desató debido al comercio del opio, el cual se veía desde ambos lados de maneras muy
distintas. El emperador censuró el opio en China debido al efecto negativo de éste en la población. Los
británicos en cambio, veían al opio como el mercado ideal que los ayudaría a compensar el gran comercio
con China. Estas guerras y los subsiguientes tratados firmados entre las potencias dieron como resultado
que varios puertos de China se abrieran al comercio con Occidente, lo que condujo en parte a la caída de
la economía china. Estas guerras se consideran la primera guerra de drogas.

Los emisarios enviados por los comerciantes británicos e indios quejándose por el quebranto que tal
prohibición causaba a sus intereses decidió a la Corona británica a enviar una flota de guerra que derrotó
a la China. Como consecuencia de este descalabro el emperador chino hubo de firmar el Tratado de
Nanking, por el que se obligaba a China al libre comercio -el del opio incluido- con Inglaterra, a través de
cinco puertos (el más importante de ellos Cantón) así como a la cesión de la isla de Hong Kong durante
150 años. Este conflicto y su resolución a favor de la potencia imperialista británica facilitó la irrupción
en el escenario de otras potencias como Estados Unidos, Francia y Rusia que forzaron a China a firmar
diversos convenios que han recibido la denominación de “Tratados Desiguales”. Como consecuencia de
ellos, en 1860 China se vio apremiada a abrir otros once puertos al comercio exterior con el
correspondiente menoscabo de su soberanía. Paradójicamente, la primera guerra de drogas fue una guerra
para facilitar su distribución.
22
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

La enfermedad del soldado es el nombre que durante la segunda mitad del siglo XIX se le dio a la
adicción a la morfina, especialmente en Estados Unidos. El nombre hace referencia al hecho de que en la
Guerra de Secesión (1861-1865) se administraba esta droga a los soldados para aliviar su dolor, con lo
que muchos se hicieron adictos. Estamos pues atendiendo a una enfermedad de origen iatrogénico.

La French Connection fue una trama de narcotráfico destinada a introducir heroína en los Estados
Unidos, desde su lugar de origen, Turquía, pasando por Francia. Este entramado tuvo su momento de
mayor éxito en los años 60 y 70, en los que fue responsable de la mayor parte de la heroína consumida en
Estados Unidos. Esta es la trama que suplía heroína los músicos de jazz americanos y franceses
protagonistas de la primera epidemia en la era moderna de heroína. Músicos como Charlie Parker y Ray
Charles eran víctimas y propagandistas de la heroína. Charlie Parker Bird era heroinómano y alcohólico, e
involuntariamente fue el origen de la plaga de heroína que asoló el jazz en los años cincuenta. Todos
querían ser como Bird y todos pensaban que su genialidad provenía de su trágico uso de las drogas.

La segunda epidemia empezó en la Guerra de Vietnam (1959 (1965, inicio de la intervención de Estados
Unidos -1975). Muchos soldados estadounidenses se iniciaron en el consumo de cannabis y heroína en
esta guerra y, aunque muchos abandonaron el consumo al regresar a su país, otros continuaron. Esta
epidemia coincidió con el movimiento hippie de inspiración pacifista, provocado por la misma guerra. Un
gran traficante de la época fue Frank Lucas, inmortalizado en la película American gánster, del que se
dice que ganaba un millón de dólares diarios y que mató a más negros americanos que el Ku Klux Klan.
Este es el origen del consumo de heroína moderno en Estados Unidos y Europa. En esta época se asocia a
la música rock y a la muerte de algunos de sus iconos: Janis Joplin (1943-1979), Jimi Hendrix
(1942-1970) o Jim Morrison (1943-1971).

Según Domingo Comas, en España el consumo de heroína en España se empezó a detectar en el año
1973. Al principio, la adquisición del producto era difícil y costosa, pues todavía no existía un mercado
negro callejero bien abastecido y articulado. Su empleo, por tanto, resultaba minoritario, y se reducía a
determinados círculos más o menos selectos. Generalmente, eran los propios usuarios los que se
desplazaban a otros países para comprarla. En general, los que se iniciaron en el consumo de heroína
durante los años setenta formaban parte de la denominada cultura underground, y tuvieron sus primeras
experiencias en el extranjero (algunos también se iniciaron aquí en España de la mano de algún viajero).
Curiosamente, la mayoría desarrollaron un hábito y unas pautas de uso con cierto deje a la francesa
(recuérdese, por ejemplo, que el término pico deriva, sin duda, de la palabra francesa piqûre, que significa
pinchazo). Por lo demás, casi todos pertenecían a familias bastante tolerantes y gozaban de una educación
y un nivel cultural elevados. Por ejemplo, en la ciudad de Barcelona, se dice que la heroína entró por la
calle Mandri, en la zona alta y rica de la ciudad, de la mano de los hijos de la burguesía catalana que
tenían capacidad para viajar, al final del franquismo y el inicio de la democracia. Entre 1976 y 1977 pudo
percibirse un sensible aumento de los consumidores de heroína en España que llegaría a ser epidémica a
principios de la década de los noventa.

Según el National Institute on Drug Abuse (NIDA) Estados Unidos, entre 1964 y 1984 se produjeron
hasta cuatro epidemias de heroína. Las cuatro epidemias ocurrieron en diferentes periodos en varias
regiones. Entre 1967- 1971 en tos los Estados Unidos (relacionada con la guerra del Vietnam y con la
vuelta de los veteranos que consumían durante el conflicto bélico). En 1974-1976 en el oeste, sur,
suroeste y regiones centrales. Entre 1979 y 1984 en el corredor entre Nueva York y Washington y entre
1881-1984 en el suroeste y en el centro de Estados Unidos. La proporción de usuarios negros disminuye
con los años.

El consumo de heroína ha descendido en el mundo occidental, lo cual no quiere decir que haya
desaparecido. Para poner ejemplos de famosos, recuérdese el caso de Kurt Covain (1967-1994) y más
reciente de Philip Seymour Hoffman (1967-2014).

¿Vuelve la moda de la heroína?


Desde 1997 que se viene anunciando un repunte en el consumo de heroína que nunca ha acabado de
llegar. Sea como sea, lo cierto es que esa droga, cuyo consumo lúdico o recreativo se puso de moda a
finales de la década de los setenta como reflejo del deseo de recuperar espacios de libertad, como una
23
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

especie de recurso a la imaginación, y en apenas un lustro dio paso en la calle a dramáticas carreras de
toxicomanía, resulta ahora más barata que nunca.

Hasta hace pocos años, la heroína era identificada con grupos marginales, un símbolo de perdedores, y su
uso endovenoso considerado como riesgo mortal. El temor al contagio del VIH ha hecho retroceder la
ruta intravenosa como principal modo de administración del opiáceo en favor de su inhalación
—conocido en el argot de los usuarios como hacerse un chino— o absorción por vía nasal. Naturalmente,
estos procedimientos la hacen menos repulsiva para quienes únicamente desean probarla.

¿Se puede confiar plenamente en la capacidad de una sociedad para aprender de su propio pasado? La
realidad demuestra a menudo que la memoria colectiva de lo contemporáneo suele ser muy superficial.
Creer que las campañas orientadas mediante el miedo y que las calamidades ocurridas en este país como
consecuencia del consumo masivo de opiáceos por vía endovenosa durante la pasada década garantizan la
inmunidad parece un exceso de optimismo. Este mismo discurso de 1997 se mantiene en el 2014. Por una
parte, es un tema periodístico recurrente, por otro, un problema que no se puede olvidar. El consumo de
heroína en EEUU se incrementó un 79% entre 2007 y 2012, el precio de la heroína en España en 2014 es
la mitad del de la cocaína, se mantiene el consumo en ambientes marginales y posiblemente, en otros más
minoritarios, que a la larga, pueden ser focos de expansión de la epidemia. Desde 2008 se añade un nuevo
factor de riesgo, se desconoce qué papel pude jugar la crisis económica en la evolución del consumo de
drogas.

En Estados Unidos uno de los focos de la reciente expansión de la heroína parece radicar en los pacientes
que dejan de tener acceso a recetas de opiáceos como la vicodina. En diciembre de 2013 se desmantelaba
un laboratorio de heroína (20 kg) en un pueblo de la provincia de Valladolid. Al frente de los
narcotraficantes turcos y gallegos, Yolanda Charlín, del poderoso clan galaico de los Charlines que se
dedicaba a la introducción de cocaína en España. En 2011 fueron aprehendidos 412 kilos, un 76% más
que el año anterior (233 kilogramos).
24
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar
25
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Fentanilo
26
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

El fentanilo es un opioide sintético que se utiliza en el tratamiento del dolor, sobre todo en parches
transdérmicos para tratar dolores agudos. Es muy potente: ‘80 veces más potente que la heroína’;-).
Actualmente se conocen varias formas de distribución de este principio activo en distintos medicamentos.
Se pueden clasificar según su desarrollo galénico, donde principalmente encontramos los comprimidos
sublinguales, las dosis con aplicador, los parches transdérmicos y las soluciones para pulverización nasal.
A continuación, se encuentran ejemplos de medicamentos de cada tipo.
● Abstral: Se distribuye como comprimidos sublinguales. Es un medicamento que se receta a
personas que estén ya tomando medicamentos para el dolor potentes(opioides), para su dolor
persistente por cáncer, pero que requieren tratamiento para los picos de dolor agudo. Se
comercializa en comprimidos de 50, 100, 200, 300, 400, 500, 600, u 800 microgramos.
● Actiq: El formato en que se vende es a modo de “chupachup”, una dosis de fentanilo con un
aplicador. De la misma forma que Abstal, este fármaco se utiliza en caso de dolores agudos
irruptivos, aun seguir un tratamiento continuo con otros analgésicos. El medicamento se disuelve
y es absorbido a través de la mucosa oral hacia la circulación sanguínea. Esta forma permite que
se absorba rápidamente y así aliviar el dolor agudo. Las posibles dosis que existen en el mercado
son de 200, 400, 600, 800, 1200 y 1600 microgramos.
● Fentanilo Matrix Ratiopharm EFG: Es un parche transdérmico cuya función es liberar
continuamente durante un periodo de tiempo estipulado una dosis de fentanilo a través de la piel
y de lenta absorción por el organismo. Se utiliza como calmante para gente con dolor crónico
intratable en adultos o como control de dolor crónico intenso a largo plazo en niños desde 2
años que ya han recibido otros tratamientos opioides. Este fármaco en concreto se comercializa
6

en parches de 12, 25, 50, 75 y 100 microgramos/hora.


● Pecfent: Es una disolución de fentanilo de aplicación por pulverización por vía nasal. Se utiliza
como complemento a un tratamiento con otros opiáceos de severa intensidad para el dolor
irruptivo crónico oncológico. Se puede encontrar en formatos de 100 o 400 microgramos de
fentanilo por pulverización.
A parte de los ya comentados, en el mercado farmacéutico se encuentran varios fármacos homólogos a
estos dependiendo del laboratorio que comercialice el producto.

https://actualidad.rt.com/actualidad/241134-aumento-numero-muertes-sobredosis-eeuu-fentanilo

El tapentadol es un analgésico opiáceo que se utiliza para tratar dolor agudo (dolor que comienza
repentinamente, que tiene una causa específica y que se espera que desaparezca cuando se alivia la causa
del dolor) de intensidad moderada a intensa. Las tabletas de tapentadol se utilizan para tratar dolor
crónico de moderado a severo (dolor que se espera que dure mucho tiempo y que tal vez no tenga una
causa conocida o que pueda ser debido a una condición continua) y para tratar el dolor neuropático (dolor
causado por daño en los nervios) en personas que tienen diabetes. Las tabletas de liberación prolongada
de tapentadol solo se usan para tratar personas que se espera que necesiten el medicamento para aliviar el
dolor de moderado a severo todo el tiempo. Funciona al cambiar la manera en que el cerebro y el sistema
nervioso responden al dolor.

Oxicodona: La oxicodona es un analgésico opioide de liberación prolongada y administración oral,


estructuralmente relacionada con la morfina y la codeína. Se encuentra indicada en el tratamiento del
dolor severo. En 2003, la actriz y cantante Courtney Love fue detenida por posesión de OxyContin.

Hidrocodona: (dihidrocodeinona) es un opioide derivado de la codeína. Se puede encontrar en cápsulas


o jarabe. La hidrocodona es usada para tratar el dolor moderado y como antitusivo (suprime el reflejo de
la tos mediante una acción directa sobre el sistema nervioso central, presuntamente, a nivel del tallo
cerebral o de la protuberancia). Su consumo se ha incrementado mucho en los últimos años. Es la droga
que utiliza el protagonista de la serie Dr. House. Cuando se vende comercialmente en los Estados
Unidos, la hidrocodona se combina con otros medicamentos. Estos compuestos se combinan con
paracetamol (acetaminofeno) y su nombre comercial es Vicodin o Lortab. Combinar un opioide como la
hidrocodona con otros analgésicos puede incrementar la efectividad de la droga sin incrementar los
efectos secundarios relacionados con opioides (náuseas, constipación, sedación). Otro argumento para
combinar Hidrocodona con paracetamol es que limita el potencial para uso dañino. In 2007, 99% of
hydrocodone was consumed in the United States. Hydrocodone was the most commonly prescribed opiate
in the United States as of 2012. One hundred and forty-two million prescriptions were dispensed in the
27
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

US for hydrocodone-combination products and hydrocodone/acetaminophen combination was the most


common of those.

Demerol: El demerol o dolantina es el nombre comercial de la meperidina o petidina. Es un opiáceo


síntético, agonista puro. Al igual que otros opioides, causa dependencia y síndrome de abstinencia.
Analgésico opiáceo con propiedades semejantes a morfina pero de más rápida aparición y más corta
duración. Puede indicarse en: el dolor provocado por la angina de pecho, la facilitación del parto indoloro
y en contracturas dolorosas y dolores de expulsión en obstetricia, dolor postoperatorio, neuralgias y antes
y durante la anestesia intravenosa y por inhalación.
David Kennedy, el hijo de Robert F. Kennedy, murió por una ingesta múltiple de cocaína, Demerol y
Mellaril en 1984. Marcial Maciel, Sacerdote católico, fundador de los Legionarios de Cristo fue acusado
repetidamente de ser adicto a esta substancia así como a la morfina. Michael Jackson, cantante de pop. El
uso de este analgésico se ha vinculado con el accidente que Jackson sufrió mientras rodaba un anuncio de
Pepsi en 1984 que le causó quemaduras de segundo y tercer grado en la cara y el cuero cabelludo. Se
considera que la prescripción médica de calmantes y analgésicos fue la causante de su adicción a estas
sustancias y la que le llevó a ser tratado en una clínica de rehabilitación en 1993. Más tarde, en 1997, le
dedicaría una canción al Demerol, titulada ¨Morphine¨. El Demerol fue el analgésico que más abundaba
en la casa de Jackson hasta su muerte en junio de 2009.

La desomorfina (conocida también por su antiguo nombre comercial en Suiza, Permonid o con el
callejero de krokodril) es un análogo de opiáceo inventado en el año 1932. Es un derivado de la morfina,
en el cual se ha eliminado el grupo 6-hidroxilo y se ha reducido el doble enlace. Posee efectos sedantes y
analgésicos, siendo entre 8 a 10 veces más potente que la morfina. Es una droga de acción rápida y corta
duración, con relativamente poca náusea o depresión respiratoria al ser comparada con dosis equivalentes
de morfina.

El nombre con el que es comúnmente conocida proviene del ruso крокодил ("krokodil", que significa
"cocodrilo"), probablemente debido a una derivación del nombre clorocodida y quizás también al aspecto
de piel escamosa que presentan sus usuarios habituales. Se utiliza como una droga alternativa a la
heroína, ya que sus precursores son relativamente fáciles de conseguir, por ejemplo, las tabletas de
codeína pueden comprarse sin prescripción; su síntesis resulta sencilla y gracias a esto, una dosis de
krokodil cuesta entre tres y cinco veces menos que una dosis de heroína. La desomorfina fue foco de
atención durante el año 2010 en Rusia debido a que se registró un incremento notable en la producción
clandestina de este compuesto. La droga puede ser fácilmente elaborada a partir de la codeína presente en
jarabes o tabletas, yodo y fósforo rojo, en un proceso que resulta similar a la síntesis de metanfetamina a
partir de la pseudoefedrina, sin embargo, la desomorfina sintetizada de esta forma es altamente impura y
se encuentra contaminada con varios subproductos orgánicos tóxicos y corrosivos.

Debido a que esta mezcla se inyecta rutinariamente prácticamente sin ningún proceso de purificación, el
"krokodil" ha ganado una terrible popularidad al ser responsable de la producción de gravísimos daños en
los tejidos, flebitis y gangrena, requiriendo muchas veces la amputación, infecciones en los huesos,
osteomielitis en los huesos de la mandíbula y la cara, llagas y úlceras en la frente y cráneo, así como
necrosis en orejas, nariz y labios y problemas en hígado y riñones. El daño en los tejidos blandos ocurre
principalmente alrededor de las zonas inyectadas y es causado por la acumulación de la droga. La mezcla
también parece acumularse en las venas, ya que no logra disolverse completamente en la sangre. Estas
acumulaciones necrosan los tejidos y se abren camino hacia lugares distantes del cuerpo ampliando el
daño causado. Además, el efecto del krokodil es bastante efímero; el efecto del krokodil dura entre 90
minutos y 2 horas lo que induce a sus usuarios a inyectarse varias veces por día, aumentando aún más el
daño causado.

El abuso de la desomorfina de fabricación casera fue detectado inicialmente en Siberia central y del este
hacia el año 2002, pero desde entonces se ha extendido por toda Rusia y vecindades. Se estima que
100,000 personas en Rusia y alrededor de 20,000 en Ucrania se inyectaron la droga en 2011, según un
estudio que se realizó este año en la International Journal of Drug Policy (Revista internacional de
política de drogas). En octubre de 2011 se encontraron indicios de "krokodil" en Alemania, con algunos
medios amarillistas clamando la muerte de varios usuarios. En marzo de 2013 se encontraron rastros de
utilización de la droga en Argentina. En octubre de 2013 personal médico en los estados de Arizona e
28
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Illinois, en los Estados Unidos, reportó cinco casos de pacientes que mostraron lesiones en piel y
músculos compatibles con el uso de esta droga. En enero del 2014 se confirma el primer uso de esta droga
en México, en el estado de Sonora.
http://es.wikipedia.org/wiki/Desomorfina

La heroína retorna a España bajo el paraguas del éxito social de la coca MAYKA NAVARRO.
BARCELONA. El Periódico, 28/6/2007
La epidemia de la cocaína no ha conseguido erradicar a la de la heroína. Una plaga de consecuencias
letales en los años y que ahora remonta velozmente en España. Varios son los datos que confirman este
incremento: se disparan las incautaciones policiales, se consolidan las redes de distribución, crece la
producción en Afganistán, bajan los precios y se desdramatiza su consumo convirtiéndose, para algunos,
en un esnobismo esnifar o inhalar heroína. Sin perder de vista a los nuevos toxicómanos que no dejan de
engrosar las listas de adictos que la prefieren inyectada. Ya no es casualidad que durante el 2006, las
diferentes policías españolas se incautaran del triple de heroína que en el año anterior. En estas
operaciones suele intervenir el facto suerte, pero este no debe ocultar que la oferta se ha disparado

Así se entiende que en el 2006 se incautaran de 446 kilos de heroína, una cantidad altísima. A tenor de
últimas operaciones policiales, este año, las estadísticas volverán a dispararse. Solo en Catalunya, los
Mossos d'Esquadra ya se han incautado del doble de heroína que en todo el año anterior, casi ocho kilos.
¿Pero no nos habían dicho que la esta era una droga marginal y en extinción? Al contrario, vuelve a esta
en boga peligrosamente. Aunque parezca mentira, los jóvenes le han perdido el miedo y la prueban.

Los nuevos usuarios de heroína todavía son una minoría, pero existen los jóvenes que los fines de
semana, tras el consumo abusivo de cocaína, utilizan la heroína para contrarrestar los efectos de la
primera. Para este fin, el caballo se consume esnifado por la nariz, en forma de raya. Es precisamente esta
pérdida de temor ante una droga que a finales de los años 90 consiguió ganarse con méritos el título de
letal y marginal la que preocupa a los especialistas.

Otros grupos experimentan alternando las rayas de cocaína y de heroína en una misma noche. "Es un
colocón mucho más guarro, de yonqui, diferente. Se trata de probar", explica un joven que ha probado
combinación. Fumar chinos --heroína quemada sobre papel de aluminio-- es otra antigua modalidad que
vuelve con fuerza y a la que incluso se le ha rebautizado con el nombre de cazar al dragón, en alusión a
las figuras que conforma el humo denso y negro de la heroína que hay que aspirar para conseguir el efecto
tóxico.

Muy a su pesar, Esther Henar, una mujer que trabaja con toxicómanos desde 1985 y que dirige la sala de
venopunción que la ONG Associació Benestar i Desenvolupament (ABD) tiene en las Drassanes de
Barcelona, también confirma el crecimiento. Ella nunca ha bajado la guardia, aunque reconoce que la
relajación ha sido general. Barcelona es la capital con un censo más elevado de heroinómanos que se
inyectan. Solo a la Sala Baluard acuden mensualmente una media de 800 personas a pincharse en
condiciones de higiene y seguridad. Henar reconoce que sus usuarios crecen semanalmente. Solo entre
abril y marzo, se contabilizaron 366 venopunciones más de las cerca de 1.500 contabilizadas
mensualmente. "Algunos no quieren mirar, pero la heroína sigue aquí", advierte.

Según la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica:

[...] si el fumador efectúa mucho trabajo activo, parece que el opio no es más pernicioso que el tabaco.
Cuando se toma en exceso, se convierte en un hábito arraigado; pero esto sucede principalmente en
individuos de poca fuerza de voluntad, que sucumbirían igualmente ante bebidas intoxicantes, y
prácticamente imbéciles morales, a menudo adictos a otras formas de depravación.

Quizá la descripción más acuciosa y escalofriante de la adicción a la morfina es la que nos ofrece Mijail
Bulgakov en su libro Morfina (1927, ed. española 1991). En los siguientes párrafos, tomados de este
29
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

texto, podemos apreciar la evolución desde el uso placentero inicial hasta la adicción y la compulsión
absoluta que produce la droga. En palabras del doctor Poliakov, personaje principal que se aficiona a la
morfina luego de recibirla como tratamiento para el dolor:

El primer minuto: una sensación de que algo roza el cuello. Ese roce se vuelve cálido y se extiende. En el
segundo minuto una onda fría atraviesa repentinamente la cavidad estomacal e inmediatamente después
comienza una extraordinaria lucidez en las ideas y se produce un estallido de la capacidad de trabajo. Es
el punto más alto de la expresión de la fuerza espiritual del hombre. Si yo no estuviera maleado por mi
formación de médico, afirmaría que normalmente el ser humano sólo puede trabajar después de una
inyección de morfina. [...]
Ana K. tiene miedo. La tranquilicé diciéndole que desde la niñez me he distinguido por una extraordinaria
fuerza de voluntad.

Páginas más adelante leemos:

— ¡Deme las llaves! Y se las arrebaté de las manos.


Por una pasarela podrida y temblorosa me dirigí hacia el blanco edificio del hospital.
En mi alma hervía la cólera, sobre todo porque no tengo idea de cómo preparar una solución de morfina
para una inyección subcutánea. ¡Soy médico, no una enfermera!
Caminaba y temblaba.

Cuando en la novela han transcurrido tan sólo algunos días leemos:

No, yo, que he contraído esta terrible enfermedad, advierto a los médicos para que sean compasivos con
sus pacientes. No es un “estado depresivo” sino una muerte lenta la que se apodera de un morfinómano si
se le priva de la morfina, aunque sólo sea por una o dos horas. El aire pierde consistencia y se hace
irrespirable... No hay una sola célula del cuerpo que no esté ansiosa [...] No desea nada, ni piensa en nada
que no sea la morfina. ¡Morfina!

Dice luego:

Debo darle las gracias a la morfina por haber hecho de mí un valiente. No me asusta ningún tiroteo.
Después de todo, ¿acaso hay algo que pueda asustar a un hombre que sólo piensa en una cosa: en los
maravillosos y divinos cristales?

El presente resumen, extraído del libro de Seidenberg & Honegger (2000), pretende ser un texto
orientativo para comprender mejor los programas de mantenimiento con opiáceos y opioides.

Hughes describió en 1975 los péptidos del cuerpo humano que tenían efectos similares a la morfina. Los
opioides actúan como éstos péptidos endógenos, denominados también endorfinas. Los péptidos opioides
endógenos y las moléculas opioides, ya sean como medicina o como droga, reaccionan en la misma
posición receptora específica en la superficie de las células nerviosas y de las células del músculo liso del
intestino.

Los ligandos de receptores opioides son sustancias que se unen específicamente a los receptores opioides.
Una vez unidos al receptor desarrollan un efecto que se denomina actividad intrínseca, y por esta razón
son sustancias denominadas agonistas. Los ligandos de receptores opioides que se unen al receptor, pero
no desarrollan efecto alguno, carecen de actividad intrínseca y se denominan antagonistas opioides (Tabla
1).

Los opioides naturales y sintéticos, así como los péptidos opioides endógenos, se unen específicamente y
con gran afinidad a los receptores opioides, lo que quiere decir que estas sustancias se acoplan
perfectamente con los receptores opioides. Los receptores opioides se localizan frecuentemente en la
porción final del axón presináptico de la célula nerviosa y modulan la liberación de los neurotransmisores
30
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

al inhibir la entrada en funcionamiento del potencial de acción, con lo que disminuye la cantidad de
sustancia transmisora liberada. El efecto de este receptor opioide es muy marcado en las células nerviosas
que transmiten el dolor, donde la liberación de las sustancia transmisora del dolor o sustancia P se inhibe,
lo que explica el efecto analgésico sobre los transmisores receptores opioides. Los diferentes opioides se
unen con más o menos fuerza a los diferentes tipos de receptores de opioides: mu (μ), delta (δ) y kappa

(κ). Los opioides preferidos por los adictos y con un mayor efecto analgésico son los actúan

particularmente en los receptoresμ.

La actividad intrínseca relativa (AIR) se define como la capacidad de los ligandos para producir un efecto
determinado en un receptor. La morfina y la metadona tienen la misma especificidad por el receptor
opioide y como agonistas puros tienen el valor máximo de AIR. En principio producen el mismo efecto.
Las diferencias subjetivas en lo que se refiere a su eficacia, se explican a través del comportamiento
farmacocinético que es distinto para cada sustancia, en la capacidad de atravesar la barrera
hemotoencefálica, en la distribución por los diferentes compartimentos (sangre, tejido cerebral, órganos
internos) y finalmente en el metabolismo y la excreción.

Cuando hablamos de farmacocinética, nos referimos al transcurso de la concentración, es decir,


variaciones de las concentraciones plasmáticas en función del tiempo, en el lugar del efecto. El curso
temporal de la concentración depende de la absorción de la sustancia, la distribución en el organismo, el
metabolismo y la eliminación. La absorción y la distribución determinan la presencia del fármaco
(invasión o flooding) en el lugar del efecto. El abandono del fármaco del lugar de acción (evasión) está
prácticamente determinado por el metabolismo y la eliminación.

Un aspecto importante de la farmacocinética es la absorción de la droga, la biodisponibilidad. La


absorción o biodisponibilidad, es decir la entrada en el torrente sanguíneo, varía según la vía de
administración. Esto es así principalmente para sustancias con un alto efecto de first pass, es decir el
conjunto de modificaciones que sufre la sustancia administrada antes de llegar al torrente circulatorio. Los
opioides utilizados por los pacientes producen efectos similares, aunque diferente farmacocinética. Las
diferencias percibidas subjetivas y objetivas, se basan en un flooding desigual (Tabla 2), es decir
diferencias en la concentración plasmática en función del tiempo. Este efecto, como dijimos, depende de
las formas de consumo, donde el consumo intravenoso tiene un efecto a los pocos segundos y el oral
aproximadamente media hora.

Los términos vida media y acumulación son importantes para comprender los diferentes transcursos de
los efectos de los opioides. La vida media de eliminación es el tiempo necesario para que una
determinada concentración de un fármaco se reduzca a la mitad, tras un proceso de metabolismo y/o
excreción. El tiempo de vida media efectivo es el tiempo en el que la dosis de un fármaco conserva sólo la
mitad de su efecto. Cuando una sustancia se consume reiteradamente y el intervalo de administración que
no es el adecuado, la sustancia sufre acumulación en el organismo, se incrementan sus efectos y su
toxicidad. Como vemos en la tabla 1, la heroína tiene una vida media corta, y la metadona tiene una vida
media larga. Las sustancias de acción rápida acceden al lugar de acción rápidamente y cuando los
opioides alcanzan rápidamente y a altas concentraciones dicha localización, los adictos sienten con
respecto a otras drogas y presentes en su organismo, un gran placer llamado flash. El flash no es un efecto
absoluto, sino que depende de la percepción del cambio relativo del efecto. Con las inyecciones
intravenosas y ciertas técnicas de inhalación (como cazar el dragón) es posible conseguir un flash. Los
patrones de consumo están condicionados no sólo por la cinética y dinámica del fármaco, sino también
por las influencias culturales (modas), sociales, la disponibilidad u oferta, y variables individuales
(motivaciones, enfermedades, etc.)

Tabla 2: Formas de consumo y diferencias subjetivas percibidas

Productos Galénicos Flooding/invasión Sensación en relación a la


vida media
31
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

♣ Inyección de heroína intravenosa ♣ Flash ♣ Efecto perceptible durante


todo el día
♣ Fumar heroína con papel de aluminio ♣ Flash ♣ Efecto perceptible durante
(cazar el dragón, chasing the dragon) todo el día
♣ Fumar heroína con una pipa de agua ♣ Flash pequeño ♣ Efecto perceptible durante
pequeña todo el día
♣ Cigarrillos con heroína ♣ Flooding perceptible ♣ Disminución del efecto
perceptible durante todo el
día
♣ Esnifado, consumo de heroína por vía ♣ Flooding perceptible ♣ Efecto perceptible durante
nasal todo el día
♣ Supositorios: heroína, ♣ Flooding perceptible ♣ Efecto perceptible durante
dextromoramida, morfina todo el día
♣ Metadona, Levo-Alfa-Acetil-Metadol ♣ Flooding ♣ Efecto perceptible durante
(LAAM) perceptible, todo el día, escaso
pequeño

Es importante tener en cuenta la relevancia de los conceptos farmacológicos básicos que hemos expuesto.
Como ya hemos dicho, el inicio del efecto de un opioide depende en gran medida de cómo se consume la
sustancia en cuestión. Por el contrario, la duración del efecto, grosso modo, es principalmente una
propiedad de la sustancia. La metadona tiene una vida media larga y se acumula en administraciones
diarias repetidas. Bloquea temporalmente el efecto de los péptidos opioides endógenos. Tanto los picos de
sensación agradables como desagradables pierden intensidad. La metadona produce una especie de
“tanque de algodón” que envuelve al adicto como si se encontrara protegido dentro de una “campana de
cristal”: no hay sentimientos orgiásticos pero tampoco dolorosos. Se trata de una pena agradable sin
felicidad exuberante, sin pena ni gloria.

Sin ninguna duda sería mejor no consumir opioides porque es difícil dejar de consumirlos. Una
prescripción diversificada de opioides presenta ventajas clínicas para el tratamiento de los adictos.
Podríamos decir que la atracción de cierta forma de consumo de un opioide para un adicto, reside en la
velocidad del flooding y en la vida media. Con sustancias que no provocan rápidamente un efecto, como
la metadona, se puede captar a un enorme número de adictos a los opioides para iniciar un tratamiento y
se puede evitar, en parte, que acudan al mercado ilegal. El deseo de opioides se mitiga con la metadona
oral porque no se aprecian los síntomas del síndrome de abstinencia. Sin embargo, su atractivo es
limitado, porque el recuerdo de otros efectos fortalecedores secundarios, como el flash tras la inyección, y
los deseos y necesidades que llevaron a la adicción siguen vivos.

Sin embargo, a partir de 2004 se ha notado un aumento de la prevalencia de consumo de heroína alguna
vez en la vida entre los estudiantes de 14-18 años (0,5% en 1994, 0,7% en 2004 y 1% en 2006), una
ralentización del descenso del número de primeras admisiones a tratamiento por abuso o dependencia de
heroína (3836 en 2004 y 3604 en 2005, una estabilización de la edad media de admisión a tratamiento y
un descenso de la edad media de inicio en el consumo entre los admitidos a tratamiento por primera vez
y una estabilización de las urgencias hospitalarias directamente relacionadas con drogas en que se
menciona consumo de heroína (24,2% en 2004 y 24,8% en 2005) y una estabilización de la presencia de
opiodes en las muertes directamente relacionadas con drogas en seis grandes ciudades (183 en 2004 y 185
en 2005). Igualmente, a partir de 2003 se observa un descenso de la relación precio-pureza de los
pequeños decomisos de heroína, lo que se interpreta como un aumento de la oferta de heroína.
32
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

El consumo y los problemas por heroína después de haber tocado fondo pueden aumentar otra vez. Por
otra parte, continúa descendiendo el uso de la inyección para consumir heroína. De hecho, la proporción
de tratados por heroína por primera vez en la vida que consume esta droga principalmente por inyección
pasó de 50,3% en 1991 a 18,2% en 2002, 16,4% en 2004 y 15,1% en 2005. La vía inyectada ha sido
sustituida principalmente por la vía pulmonar (“fumar chinos”). En 2005, sólo cuatro comunidades
autónomas (Navarra, Aragón, Cantabria y Cataluña) estaban por encima del 25% en cuanto a la
proporción de admitidos a tratamiento por primera vez que usaban preferentemente la heroína por
inyección.

Los opiaceos como medicamentos. Los medicamentos que pertenecen a esta clase (también conocidos
como narcóticos) incluyen la morfina, la codeína (metilmorfina) y la heroína (diacetilmorfina); la heroína
es de estas tres la que tiene mayor afinidad por los receptores endorfínicos, por lo que es más potente que
la morfina; no obstante, no se usa en la práctica médica, porque tiene un perfil de seguridad muy
desventajoso y por su mayor potencial de abuso. La morfina se utiliza a menudo como analgésico para
aliviar el dolor intenso tras la cirugía o el dolor oncológico intenso. La codeína, por ser menos eficaz que
la morfina, se utiliza para dolores menos agudos. Otros ejemplos de opiáceos que se recetan para aliviar el
dolor incluyen buprenorfina, oxicodona (OxyContin), propoxifeno (Darvon), hidrocodona (Vicodin) e
hidromorfona (Dilaudid), así como la petidina (Demerol) que se usa menos debido a sus efectos
secundarios. Además de sus propiedades analgésicas, algunas de estas drogas, por ejemplo, la codeína y
el difenoxilato (Lomotil), pueden ser utilizadas para aliviar la tos y la diarrea. Los derivados mórficos:
Fentanilo, Alfentanilo, Sulfentanilo son potentes analgésicos que se utilizan durante la cirugía.
Actualmente existe el Remifentanilo, que es un potente opiáceo de vida media muy corta está siendo
utilizado cada vez más durante los actos anestésicos. En veterinaria son utilizados la etorfina, el
carfentanilo y el tiafentanilo, especialmente en especies de fauna silvestre y de zoológico, todos ellos
reversibles con naltrexona, diprenorfina o naloxona; el uso de estos fármacos en este tipo de animales se
justifica porque la reversión se logra en escasos minutos y con una gran seguridad para el animal y las
personas que realizan el procedimiento.
Los parches transdérmicos
1. Concepto de "parche transdérmico"
Los parches transdérmicos o sistemas terapéuticos transdérmicos (STT) (del inglés TTS- transdermal
therapeutic system), forman parte de los denominadossistemas de liberación controlada, que permiten el
control posológico y la liberación constante, sostenida y controlada del fármaco durante un periodo
determinado de tiempo. No se deben confundir con los sistemas de liberación prolongada o retardada, en
los que se consigue prolongar la duración de la acción farmacológica y alargar así la frecuencia de
administración, pero sin un control cinético de la liberación

2. Tipos de parches transdérmicos y estructura


Un parche transdérmico es un sistema multicapa que consta de las siguientes partes: lámina de
recubrimiento impermeable, reservorio de principio activo o matriz y una lámina plástica que se debe
retirar antes de la aplicación. También contiene sustancias promotoras que facilitan la absorción del
fármaco. La diferencia principal entre los diferentes tipos de parches transdérmicos radica en la forma
como el principio activo se almacena y en el sistema de control de liberación del fármaco

3. Medicamentos comercializados en forma de parches transdérmicos


Actualmente, en España están comercializados en forma de parche transdérmico los siguientes principios
activos:
● Nitroglicerina (prevención de la angina de pecho)
● Etinilestradiol + Norelgestromina (anticonceptivo) (ver apartado 9.1)
● Fentanilo (analgésico opiáceo) (ver apartado 9.2)
● Buprenorfina (analgésico opiáceo) (ver apartado 9.2)
● Nicotina (deshabituación tabáquica)
● Rivastigmina (Alzheimer) (ver apartatdo10)
● Rotigotina (Parkinson)
● Estradiol, Noretisterona (tratamiento hormonal durante la menopausia)
● Testosterona (tratamiento de los trastornos producidos por la menopausia quirúrgica)
33
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

También se utiliza el sistema de administración en parches para productos de parafaramcia, que no son
medicamentos, como por ejemplo:
● Anticelulíticos
● Reductores de la grasa corporal localizada
● Reafirmantes de la piel

http://www.cedimcat.info/html/es/dir2475/doc26706.html

Los parches transdérmicos de buprenorfina

¿Para qué condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?


Los parches dérmicos de buprenorfina se usan para tratar el dolor moderado a severo que se espera que
dure algún tiempo. Pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos).
Funciona al cambiar la manera en que el cerebro y el sistema nervioso responden al dolor.
¿Cómo se debe usar este medicamento?
La buprenorfina viene en forma de un parche para aplicar en la piel. Por lo general el parche se coloca en
la piel una vez cada 7 días. Probablemente, su médico le indicará que inicie con una dosis baja del parche
de buprenorfina y que la aumente gradualmente, no más seguido que una vez cada 3 días. Siga
atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta de su receta médica y pida a su médico o
farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda. Use los parches de buprenorfina
exactamente como se indica. No aplique más parches ni los aplique con más frecuencia de lo que indica la
receta de su médico. Comuníquese con su médico si la dosis que está tomando no controla su dolor.
Aplique el parche en la piel limpia, seca y sin vellos, que no esté irritada, raspada, quemada, abierta o con
callos. Elija un área diferente cada 7 días. Espere al menos 3 semanas antes de aplicar un parche nuevo en
el mismo sitio.
Los parches dérmicos de buprenorfina son solo para uso en la piel. No coloque los parches en su boca ni
los mastique ni trague.
No use el parche dérmico de buprenorfina que esté cortado, dañado o modificado de cualquier forma. Si
usa parches cortados o dañados, puede recibir la mayoría o todo el medicamento a la vez, en lugar de
lentamente durante 7 días. Esto puede causar problemas graves, incluyendo una sobredosis.
No deje de usar los parches dérmicos de buprenorfina sin consultar a su médico. Probablemente, su
médico disminuirá su dosis gradualmente. Si repentinamente deja de usar los parches dérmicos de
buprenorfina puede tener síntomas de abstinencia. Llame a su médico si desarrolla cualquiera de estos
síntomas de abstinencia: agitación, ojos llorosos, secreción nasal, bostezos, sudoración, escalofríos, vellos
erizados, dolores musculares, pupilas dilatadas (círculos negros en el centro de los ojos), irritabilidad,
diarrea, náusea, vómitos, ansiedad, dolor en las articulaciones, debilidad, ritmo cardiaco rápido o
respiración rápida.
Mientras usa un parche dérmico de buprenorfina, proteja el parche de calor directo como compresas
calientes, cobijas eléctricas, lámparas de calor, saunas, jacuzzi y camas de agua con calefacción. No tome
baños largos con agua caliente ni baños de sol mientras usa el parche.
Para usar el parche, siga estos pasos:
1. Elija un área lisa y sin vellos de la piel o la parte exterior superior del brazo, parte superior del
pecho, parte superior de la espalda o el lado del pecho para colocar el parche. Si hay vello en la
piel, corte el vello tan cerca de la piel como pueda con tijeras, pero no lo rasure.
2. Limpie el área con agua limpia y seque sin frotar. No use jabones, lociones, alcohol o aceites.
3. Abra la bolsa que contiene el parche dérmico de buprenorfina a lo largo de la línea. Retire el
parche dérmico de la bolsa y levante el recubrimiento de protección de la parte trasera del
parche. Intente no tocar el lado pegajoso del parche.
4. Presione de inmediato el lado pegajoso del parche en el área elegida de la piel con la palma de su
mano.
5. Presione el parche firmemente al menos 15 segundos. Asegúrese de que el parche se adhiera a su
piel, especialmente alrededor de los bordes. No frote el parche.
34
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

6. Si el parche no se adhiere bien o se suelta después de aplicarlo, pegue solo los bordes a su piel
con cinta adhesiva para primeros auxilios. No cubra todo el parche con vendas o cinta adhesiva.
Hable con su médico o farmacéutico si su parche continúa dándole problemas para adherirse a la
piel.
7. Cuando termine de aplicar el parche, lave sus manos solo con agua limpia de inmediato.
8. Escriba la fecha y hora en que aplicó el parche.
9. Cuando sea el momento de cambiar su parche, levante el parche usado y aplique el parche nuevo
en un área diferente de la piel.
10. Después de retirar el parche dóblelo a la mitad con los lados pegajosos juntos y déjelo ir en el
inodoro. También puede usar una Unidad de disposición de parches que le proporciona el
fabricante para desechar de forma segura el parche usado en la basura. Los parches usados aún
pueden contener algo de medicamento y pueden ser peligrosos para los niños, mascotas o adultos
a quienes no se les ha recetado los parches dérmicos de buprenorfina.

Si un parche se desprende accidentalmente o si la piel debajo del parche se irrita, retire el parche y
reemplácelo con uno nuevo en un área diferente, siguiendo los pasos anteriores.
Parches cutáneos de fentanilo
Los parches cutáneos de fentanilo deben usarse exclusivamente para controlar los dolores crónicos
moderados a intensos (las 24 horas del día, de larga duración) que no puedan controlarse mediante otros
analgésicos en las personas con tolerancia (que ya se habituaron a los efectos del medicamento) a los
analgésicos narcóticos porque los han usado durante por lo menos 1 semana. Los parches cutáneos de
fentanilo no son para tratar los dolores leves, pasajeros o posteriores a una operación o procedimiento
médico o dental, ni los dolores que puedan controlarse con medicamentos que se tomen según sea
necesario.
Los parches cutáneos de fentanilo pueden causar problemas respiratorios graves o incluso mortales, sobre
todo en las primeras 72 horas de tratamiento. Dígale a su médico si tiene o ha tenido dificultad para
respirar, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés; un grupo de
enfermedades que afectan los pulmones y las vías respiratorias), u otras enfermedades pulmonares.
Posiblemente su médico le diga que no use los parches cutáneos de fentanilo. Dígales también a su
médico y a su farmacéutico si está tomando o piensa tomar cualquiera de estos medicamentos: ciertos
antimicóticos como itraconazol (Sporanox) y ketoconazol (Nizoral); claritromicina (Biaxin, en el
Prevpac); nefazodona; nelfinavir (Viracept); ritonavir (Norvir, en el Kaletra) y troleandomicina (TAO) (no
está a la venta en Estados Unidos). Si tiene alguno de estos síntomas, llame a su médico de inmediato:
dificultad para respirar; somnolencia extrema acompañada de respiración lenta; latidos cardiacos más
lentos de lo normal; piel fría y húmeda; dificultad para pensar, hablar o caminar normalmente; mareo;
confusión; cansancio extremo; desvanecimiento; o pérdida del conocimiento.
No coloque los parches cutáneos de fentanilo sobre la piel irritada, agrietada, quemada, cortada o dañada
de cualquier otro modo. No use ningún parche cutáneo de fentanilo que esté roto, dañado o alterado de
cualquier otro modo. Si usa parches dañados o rotos, podría recibir la mayoría o la totalidad del
medicamento de una vez, en lugar de recibirlo lentamente por espacio de 3 días. Esto puede causarle
problemas graves, como una sobredosis e incluso la muerte.

¿Para qué condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?


Los parches cutáneos de fentanilo se usan para aliviar los dolores moderados a intensos que suelen durar
algún tiempo, no desaparecen y no pueden tratarse con otros analgésicos. Los parches cutáneos de
fentanilo se usan exclusivamente para tratar a las personas con tolerancia (que ya se habituaron a los
efectos del medicamento) a los analgésicos narcóticos porque los han tomado durante por lo menos 1
semana. El fentanilo pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos).
Actúa al modificar la respuesta del cerebro y del sistema nervioso ante el dolor.
¿Cómo se debe usar este medicamento?
La presentación del fentanilo transdérmico son parches que se colocan sobre la piel. Por lo común, el
parche se aplica sobre la piel una vez cada 72 horas. Cada vez que cambie el parche, hágalo más o menos
a la misma hora del día. Siga cuidadosamente las instrucciones de la receta y pídales a su médico o
farmacéutico que le expliquen cualquier cosa que no entienda. Colóquese los parches de fentanilo según
lo indicado.
35
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Posiblemente su médico le recete al principio una dosis baja de parches cutáneos de fentanilo y la
aumente en forma gradual, no más de una vez cada 3 días, para empezar, y luego, no más de una vez cada
6 días.
Los parches cutáneos de fentanilo se usan exclusivamente sobre la piel. No se ponga los parches en la
boca, ni los mastique o trague.
El medicamento de los parches de fentanilo se encuentra en un gel que está sellado entre las capas del
parche. Si el gel se escapa del parche, retire el parche de inmediato sin tocar el gel. Si usted o la persona
encargada de cuidarle tocan el gel, laven de inmediato el área con agua en abundancia. No use jabón, ni
alcohol ni otros limpiadores.
Los parches cutáneos de fentanilo pueden crear hábito. No se aplique más de un parche a la vez, a menos
que su médico así se lo indique, ni se coloque los parches cutáneos de fentanilo con más frecuencia ni por
más tiempo que el indicado por su médico.
No deje de usar los parches cutáneos de fentanilo sin consultar a su médico. Es probable que el médico
opte por disminuir gradualmente la dosis. Si deja de usar súbitamente los parches cutáneos de fentanilo,
puede tener síntomas de abstinencia. Llame a su médico si tiene cualquiera de estos síntomas de
abstinencia: intranquilidad, ojos llorosos, secreción nasal, bostezos, sudoración, escalofríos, cabello
erizado, dolores musculares, pupilas dilatadas (círculos negros en el centro de los ojos), irritabilidad,
ansiedad, dolor de espalda, dolor en las articulaciones, debilidad, retortijones, dificultad para dormirse o
permanecer dormido, náusea, pérdida del apetito, vómito, diarrea, latidos cardiacos rápidos o respiración
agitada.
Mientras lleve puesto un parche de fentanilo, protéjalo de cualquier fuente de calor directa, como
almohadillas térmicas, cobertores eléctricos, lámparas de infrarrojos, saunas, baños calientes y camas de
agua caliente. No tome baños calientes prolongados ni se asolee mientras esté usando el parche.
Puede ducharse, bañarse o nadar mientras esté usando el parche cutáneo de fentanilo. Si el parche se
desprende durante esas actividades, seque perfectamente la piel y colóquese un parche nuevo.
Para colocarse el parche, siga estos pasos:
1. Elija un área de piel lisa y sin vellos del pecho, la espalda, los brazos o los costados de la cintura.
Si le va a colocar el parche a un niño o a una persona que no puede pensar con claridad, elija un
área en la parte alta de la espalda para que le sea más difícil arrancarse el parche y llevárselo a la
boca. Evite las zonas con mucho movimiento, sensibles, que hayan estado expuestas a
radiaciones (tratamiento con rayos X) o donde se puso recientemente otro parche. Si hay vello en
la piel, recórtelo con unas tijeras lo más al ras que pueda, pero no lo afeite.
2. Limpie el área sólo con agua y séquela sin frotar. No use jabones, lociones, cremas, alcoholes ni
aceites.
3. Rompa por la línea punteada la bolsa que contiene el parche cutáneo de fentanilo, empezando
por la ranura. Saque el parche cutáneo de la bolsa y desprenda la película protectora de la parte
posterior del parche. Trate de no tocar el lado adhesivo del parche.
4. Aplique de inmediato el lado adhesivo del parche sobre el área elegida de la piel y presiónelo
con la palma de la mano.
5. Presione el parche firmemente durante por lo menos 30 segundos. Cerciórese de que el parche se
adhiera bien a la piel, sobre todo en los bordes.
6. Si el parche no se pega bien o se desprende después de colocarlo, pegue los bordes a la piel con
esparadrapo.
7. Cuando termine de colocarse el parche, lávese las manos de inmediato sólo con agua.
8. Cuando llegue el momento de cambiar el parche, despréndalo y coloque el parche nuevo en otro
lugar de la piel.
9. Después de quitar el parche, dóblelo a la mitad con el lado adhesivo hacia adentro y tírelo en el
inodoro. Es posible que los parches usados todavía contengan algo de medicamento y sean
peligrosos para los niños, las mascotas o los adultos a quienes no les hayan recetado parches
cutáneos de fentanilo.

Si el parche se desprende accidentalmente o si la piel debajo del parche se irrita, retírelo y coloque uno
nuevo en otra parte del cuerpo, siguiendo los pasos anteriores.
La French connection
La French Connection fue una trama de narcotráfico destinada a introducir heroína en los Estados
Unidos, desde su lugar de origen, Turquía, pasando por Francia. Este entramado tuvo su momento de
mayor éxito en los años 60 y 70, en los que fue responsable de la mayor parte de la heroína consumida en
36
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Estados Unidos. Dirigida por los mafiosos corsos François Spirito y Antoine Guérini, y asociado con
Auguste Ricord, Paul Mondoloni y Salvatore Greco, la "conexión francesa" negociaba principalmente con
Meyer Lansky y Lucky Luciano.

Años 1930-1950
Los primeros laboratorios de heroína fueron descubiertos en Marsella en 1937 y pertenecían al mafioso
corso Paul Carbone. Esta primera trama de fabricación y venta de droga fue el embrión de lo que más
tarde se conocería como la French Connection.

Históricamente, el origen de la materia prima se situaba en Turquía, donde se permitía la producción de


opio para su venta a las compañías químicas para la fabricación de productos legales. Sin embargo, los
campesinos vendían igualmente sus excedentes a los narcotraficantes, quienes transformaban la pasta de
morfina en heroína. La heroína así obtenida, principalmente en Marsella, era famosa por su pureza, que
podía alcanzar el 98%, frente al 60-70% de la mayor parte de productores. Tras la Segunda Guerra
Mundial, la mafia corsa comenzó a colaborar con la CIA para impedir que los comunistas franceses
controlasen el puerto de Marsella. En esta época, la primera aparición significativa de la French
Connection en Estados Unidos se produjo el 5 de febrero de 1947, cuando un pequeño alijo de unos 3 kg
fue localizado en posesión de un marino de un carguero francés que desembarcaba en Nueva York.

Pronto se hizo evidente que la French Connection estaba creciendo considerablemente, no sólo
aumentando su proporción en el negocio del tráfico de drogas internacional, sino mejorando notablemente
sus técnicas de producción y distribución. El 17 de marzo de 1947 la policía se incautó de 13 kg de
heroína en el barco St. Tropez, y el 7 de enero de 1949, de otros 23 kg encontrados en otro barco de
origen francés, el Batista.

Años 60
El primer gran caso contra la French Connection se desarrolló en los años 60, cuando en junio un
informante avisó de que Mauricio Rosal, el embajador de Guatemala en Bélgica, Países Bajos y
Luxemburgo estaba traficando con heroína desde Beirut (Líbano) hasta Marsella. Los agentes de
narcóticos capturaban por aquella época unos 90 kg de heroína al año, pero se calculaba que la "Conexión
francesa" lograba introducir esa misma cantidad en apenas una semana. El propio Rosal había logrado,
gracias a su estatus como diplomático, mover alrededor de 200 kg de droga.

El informe anual del Federal Bureau of Narcotics de 1960 indicaba que entre 1200 y 2300 kg de heroína
eran introducidos en Estados Unidos procedentes de Francia cada año. Los traficantes franceses se
aprovechaban de la alta demanda de este producto y lograron convertirse en sus máximos proveedores,
controlando el 80-90% del mercado y suministrando heroína pura al 85%. Agentes de Estados Unidos, en
un intento por disminuir la accesibilidad de esta droga, intentaron forzar a Turquía a reducir su
producción de opio, algo que en un principio Turquía aceptó.

En el año 1961, un informe de la CIA acusaba a Jean Venturi, representante de la compañía de licores
Pernod Ricard en Norteamérica, de ser un distribuidor de la "Conexión francesa". No fue arrestado, pero
sí obligado a abandonar definitivamente el país.

Años 70: el desmantelamiento de la Conexión francesa


Tras años de concesiones, y gracias a la cooperación internacional, en 1971 Turquía aceptó finalmente
prohibir completamente la producción de opio, prohibición que se hizo efectiva al año siguiente, en 1972.
Ese mismo año, agentes estadounidenses en colaboración con la policía francesa apresaron 50 kg de
heroína en el aeropuerto de París, y detuvieron a los narcotraficantes Jean-Baptiste Croce y Joseph Mari
en Marsella. También en febrero de 1972, un sargento del ejército estadounidense recibió una oferta de
96.000 dólares a cambio de transportar 109 kg de heroína. Dicho sargento lo notificó a sus superiores, y
éstos a su vez al Federal Bureau of Narcotics, a consecuencia de lo cual cinco personas fueron arrestadas
en Nueva York y dos en París, y se incautaron 120 kg de droga.

En los 14 meses siguientes, seis importantes laboratorios de producción de droga fueron registrados y
desmantelados en Francia, y los arrestados por narcotráfico en ese mismo año ascendieron a más de
37
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

3.000. Estas detenciones permitieron desmantelar también la red de Vincent Papa, principal responsable
de la distribución de droga en la Costa Este de Estados Unidos, y destaparon a su vez una trama de
corrupción en el Departamento de Policía de Nueva York, gracias al cual la droga incautada en anteriores
operaciones había sido sustituida por harina. Finalmente, la acción combinada de las policías de Francia,
Estados Unidos, Italia y Canadá lograron desmantelar la French Connection a mediados de los años 70.

¿Vuelve la moda de la heroína?

Sea como sea, lo cierto es que esa droga, cuyo consumo lúdico o recreativo se puso de moda a
finales de la década de los setenta como reflejo del deseo de recuperar espacios de libertad, como una
especie de recurso a la imaginación, y en apenas un lustro dio paso en la calle a dramáticas carreras de
toxicomanía, resulta ahora más barata que nunca.

Hace apenas cuatro años, la heroína era identificada con grupos marginales, un símbolo de
perdedores, y su uso endovenoso considerado como el camino más rápido y directo hacia el cementerio.
Sin embargo, desde 1993 se vienen registrando nuevas pautas y tendencias en su empleo. El temor al
contagio del VIH ha hecho retroceder la ruta intravenosa como principal modo de administración del
opiáceo en favor de su inhalación —conocido en el argot de los usuarios como hacerse un chino— o
absorción por vía nasal. Naturalmente, estos procedimientos la hacen menos repulsiva para quienes
únicamente desean catarla (curiosamente la edad de inicio de los consumidores actuales no ha
descendido, sino que ha aumentado con respecto a la de los heroinómanos de la década precedente).
Pero lo que más llama la atención es que los nuevos usuarios de heroína se encuentran entre los grupos
más sensibles a las modas y jóvenes profesionales urbanos.

Aunque, a tenor de ciertos indicadores, el consumo de heroína en el Estado español se ha


estancado e incluso ha disminuido en relación a los años ochenta, en EE.UU. sí que se está registrando
un aumento, precisamente en aquellos segmentos jóvenes de la población donde hasta hace poco
tiempo era rechazada, asociándola con la pobreza, la delincuencia y la marginación.

Desde un punto de vista referencial, el suicidio de Kurt Cobain y las muertes por heroína de
otros músicos, como Hillel Slovak (guitarra de Red Hot Chili Peppers), Jonathan Melvoin (teclados de
Smashing Pumpkins), Kristen Pfaff (bajo de Hole), Andrew Wood (voz de Mother Love Bone), Stephanie
Sargent (guitarra de 7 Years Bitch), etcétera, han puesto de manifiesto que el idilio entre el rock y esta
droga no ha terminado[39], en contra de lo que muchos habían sugerido. La nómina de iconos juveniles
afectados por el poderoso narcótico puede ampliarse con el caso de los actores River Phoenix (abatido
por una combinación de heroína, cocaína y alcohol) y Robert Downey Jr. (detenido con cierta cantidad
de caballo en su vehículo). Sin abandonar el mundo del cine, películas como La verdadera naturaleza del
amor (Denys Arcand, 1993), Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) y Trainspotting (Danny Boyle, 1996)
han reflejado la fascinación que existe por la heroína entre aquellos que quieren sumarse a las nuevas
tendencias. No es, pues, de extrañar que diseñadores con el carisma de Calvin Klein y Jil Sander
recurran a modelos pálidos y extremadamente delgados, a chicos y chicas de aspecto desmejorado,
para ilustrar los catálogos de sus creaciones o que la revista The Face jalone sus páginas con fotografías
de jovencitas y jovencitos escuálidos con pinta de drogadictos. De hecho, en el mundo de la moda se
habla de un nuevo patrón: la estética yonqui (aunque, al menos, aquí en España bien pudiéramos
referirnos a ella como estética El Greco). Hasta el presidente Bill Clinton, a raíz del fallecimiento por
sobredosis de un fotógrafo, ha criticado recientemente ante las cámaras de televisión la fascinación por
la moda del denominado heroin look[40].

Con todo, la alarma se ha encendido al detectarse el rastro del caballo en Wall Street. En efecto,
la Strang Hayes Consulting tuvo que pagar el rescate exigido para liberar a uno de sus ejecutivos
—adicto a la heroína— secuestrado por sus propios proveedores habituales. Poco tiempo después, la
prestigiosa Bear Stearns perdió a uno de sus brokers por sobredosis. Idéntica suerte a este último han
corrido, desde entonces, otros altos ejecutivos neoyorquinos[41]. Incluso la revista de
actualidad Newsweek ha recurrido a una emblemática canción de Neil Young —“La aguja y el daño
hechos”— para titular un amplio reportaje en el cual se afirma que “rockeros, modelos y Hollywood caen
en la tentación mortal de la heroína”[42].

Para explicar los cambios producidos en el consumo del opiáceo se han señalado varias razones.
Por una parte, se dice que en estos últimos años circula una heroína menos adulterada[43] y, por lo
tanto, que existen nuevas estrategias de la oferta para llegar a un nuevo tipo de usuario distinto de ese
adicto–tipo o yonqui, que responde a un rol social–individual completo, fuertemente ritualizado, donde
lo de menos es consumir cierta substancia y lo decisivo es obtener una coartada genérica contra la
responsabilidad personal, un empleo del tiempo, un círculo de iguales y —en definitiva— un estatuto de
víctima involuntaria. Lo cierto es que la introducción del cultivo de adormidera y la producción de
heroína en zonas sudamericanas dedicadas tradicionalmente a la recolección de hoja de coca y a su
posterior transformación en cocaína ha constituido tema en España hasta de novelas[44].
38
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Al hilo de estas consideraciones, Antonio Escohotado, Carlos López Riaño, ex delegado del
Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, Pedro Devesa, anterior responsable de la Dirección General
de Drogodependencias de la Generalitat Valenciana, y otros especialistas han vaticinado una posible
reactivación del empleo del narcótico[45]. Sin embargo, ha sido precisamente Gonzalo Robles quien ha
descartado semejante pronóstico, manifestando que “afortunadamente, España está vacunada contra la
heroína”[46].

Se puede confiar plenamente en la capacidad de una sociedad para aprender de su propio


pasado, es decir, de su propia historia, pero la realidad demuestra a menudo que la memoria colectiva
de lo contemporáneo suele ser muy superficial. Creer que las campañas orientadas a conseguir la
obediencia mediante el miedo y que las calamidades ocurridas en este país como consecuencia del
consumo masivo de opiáceos por vía endovenosa durante la pasada década garantizan la inmunidad
parece un exceso de optimismo. Resulta difícil admitir que puedan existir antídotos sociales contra
nuevas modas o tendencias difundidas desde el marco cultural anglosajón dominante, sobre todo, si
persiste la fascinación por el fruto prohibido. Antes que apelar al sentido común de la sociedad
española, en este caso, quizá conviniera más recurrir al sentido de la responsabilidad promoviendo una
verdadera educación e ilustración farmacológica.

Juan Carlos Usó, en El Viejo Topo, núm. 110, septiembre de 1997, págs 43-48.

Si muero de sobredosis salvaré 10 vidas


«Si uno de nosotros se muere por sobredosis, probablemente 10 personas que iban a hacerlo, no lo
hagan». Fue la confesión de Philip Seymour Hoffman a su biógrafo y amigo Aaron Sorkin, guionista de
El ala oeste de la Casa Blanca y la película La red social. «Quería decir que nuestras muertes serían
noticia y eso, probablemente, asustaría a alguien limpio», dijo Sorkin antes de terminar confesando:n«Los
dos éramos adictos en recuperación». A Hoffman lo encontraron con la aguja aún colgando del brazo. Su
muerte (tenía 46 años y tres hijos) ha puesto cara al repunte de la heroína en EEUU. De 135.000 adictos
registrados en 2010 a 180.000 en 2013. Sólo en Nueva York, las muertes aumentaron un 84% entre 2010
y 2012. Hoffman había lidiado con las drogas en su juventud y, tras 23 años sin consumir, fue en ese
último año del que hablan las estadísticas oficiales cuando volvió a recaer. Desde entonces iba a
Narcóticos Anónimos.

Colombia. A dos euros la papelina


El pueblo de la heroína
● El 12% de los escolares colombianos ha probado alguna vez una droga
Salud Hernádez-Mora | Santander de Quilichao
Actualizado miércoles 09/05/2012 07:05 horas

Fácil, barato y rápido. Comprar heroína en Santander de Quilichao, población de unas 80.000 almas, a
solo 45 minutos de Cali por una buena carretera, que tiene el infortunio de ser un punto estratégico para
los narcotraficantes de coca, marihuana y amapola, es una operación sencilla. Basta tener dos euros en el
bolsillo y dar con uno de los muchos moto-taxistas que saben del negocio, para disponer de la droga en
cinco minutos.
De ahí que, además de ser centro de distribución de estupefacientes y una localidad del departamento del
Cauca, donde distintas bandas criminales, incluidas las FARC, intimidan a la población, se haya
convertido en los últimos años en cuna de adictos a una droga dañina, que Colombia produce en
cantidades pequeñas.
A primera hora de la tarde le pido a un moto-taxista joven, de aspecto agradable, que me ayude a
conseguir una papelina de heroína. Subo a la moto y me lleva a una plazoleta. Le entrego 5.000 pesos
(dos euros) y una moneda para llamar al proveedor desde el teléfono público de una tienda. Al cabo
de cinco minutos aparece otro moto-taxista, también joven. Cambian con disimulo el billete por una
bolsita y enseguida nos vamos.
"Hay población vulnerable en porcentaje muy alto, no hay trabajo ni formación profesional suficiente",
explica José Zúñiga, coordinador de Quilisalud.
39
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Cuando el problema creció para sorpresa general, puesto que creían que solo el consumo de marihuana
y, en menor medida, de cocaína, suponía una amenaza para su juventud, las autoridades locales
tomaron cartas en el asunto. "Hace siete años recibimos al primer adicto a heroína; no sabíamos ni tratarlo
y terminó en el Hospital psiquiátrico de Pasto (a ocho horas por carretera)", señala Zúñiga. Crearon un
comité de seguimiento y en el Hospital Francisco de Paula funciona desde 2011 un Centro de Día para
atender a jóvenes enganchados a la droga. En la actualidad tienen censados a 300, pero la cifra real supera
los 1.200.
A diferencia de otras partes del mundo, en Santander consumen la heroína tragando el humo, después
de quemarla (ver el vídeo), en lugar de inyectársela. Ese método hace que pierda algunos componentes
activos y llegue más lento al cerebro, lo que permite que los adictos tengan más posibilidades de
recuperarse.
"Aquí pueden superar el problema. Inyectando la sustancia, como hacen en casi todas partes, es un
viaje sin retorno", señala William Pinedo, que lleva catorce años ayudando a drogadictos en Santander
de Quilichao.
"A diario aparecen tres o cuatro niños que consumen drogas", indica Patricia Sánchez, trabajadora social
del Centro de Día. "No todos son adictos pero el consumo de drogas es cada vez más elevado". Muchos
colegiales comienzan con marihuana, que la hay a raudales y muy barata (90 céntimos de euro el taco,
más grande un cacho), o aspiran bromuro de metilo, un disolvente que bautizaron como 'lady'.
Para Sánchez es preocupante que no sólo encuentran heroinómanos en el casco urbano, sino en los
colegios de los caseríos. "En una escuela de una vereda a hora y media, El Águila, nos llamó una
profesora alarmada porque tienen niños con ese problema y no sabe qué hacer con ellos", cuenta. Aunque
quisiera, no puede echarle una mano ya que su área de atención se limita al pueblo y tampoco cuentan con
los recursos necesarios para ampliar sus servicios.

Tres dosis diarias

La madre de un heroinómano menor de edad, que empezó cuando tenía 13 y sigue con 17 años, le dice a
ELMUNDO.es que tampoco tiene claro qué pasos seguir. "Ahora mi hijo acepta que consume pero al
principio lo negaba. Yo lo detecté porque empezó a adelgazar, no comía, pasaba por altibajos en los
estados de ánimo y se volvió agresivo. Estuvo en un centro de rehabilitación cuatro meses, regresó bien
pero volvió a caer", dice con angustia.
"Ahora se levanta sobre el mediodía, se va para la calle y vuelve por la noche, sobre las 23. Antes me
robaba pero ya no lo hace, no sé de dónde saca la plata. El problema en Santander es que aquí se siente
la droga, hay cantidad de muchachos metidos en ese vicio".
Lo más probable es que su hijo, al igual que la mayoría de los adictos, consiga sus tres dosis diarias de
heroína, cuya compra es delito, vendiendo todo tipo de drogas que proveen alguna de las bandas que
controlan el micro-tráfico de estupefacientes. A los miembros de esos grupos se les puede ver jugando
cartas y bebiendo tranquilos en sus puntos de reunión fijos, en barrios de la periferia de Santander, como
El Porvenir o Villa del Sur, donde residen.
El reciente Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar, publicado
hace unos días, revela que el 12% de los escolares colombianos ha probado alguna vez una droga.
Por eso Patricia Sánchez piensa que sería necesario contar con más recursos para nuevos Centros de Día y
potenciar el suyo. El chico que le enseña a una cámara de Elmundo.es cómo aspira la droga, admite que él
mismo está enganchado a la heroína pero sigue un tratamiento en dicho centro para dejarla. “Yo lo
intento, pero es muy duro salir de esto”.

Alejandro- Serafín López Pérez. Nov 2017.


Hola Xavier,

¿Como te va?

Te paso la noticia de la muerte de Lil Peep, un trapero neoyorkino que murió hace un día por una
sobredosis de Xanax. Estaba medicado por ansiedad.

Otro caso más de muerte por consumo de opiáceos con prescripción médica en varones jóvenes
blancos estadounidenses.
40
Opiáceos y opioides
X Carbonell
Borrador en proceso de revisión. No apto para reproducir ni para citar

Te adjunto la noticia en el BBC por si te interesa.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-42019424

Cuando comentabas que qué creíamos sobre si la heroína iba a volver, creo que te comenté que
dentro del movimiento Trap (muy activo desde 2014 hasta la actualidad) se hace mucha apología al
Xanax y a la codeína.

Te adjunto una canción de SuicideBoys que hablan sobre el abuso de drogas en la escena.

https://www.youtube.com/watch?v=MdTFHNJ2i-w

Aunque por suerte, no todo en la música tiene que ir de la mano de drogas, te adjunto una entrada
en wikipedia sobre el movimiento Straight Edge, que postula por un estilo de vida combativo, activo
y sin consumir ningún tipo de estupefaciente; como dogma.

https://es.wikipedia.org/wiki/Straight_edge

Un saludo!

https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=wm#inbox/15fcb4f054d72d7d?projector=1

h​ ttps://www.lifeder.com/toseina-sprite/
Toseina con Sprite
La toseina es una jarabe para la tos a base de codeína

También podría gustarte