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Artículo aceptado
SRA. ALICE LANIEPCE (Orcid ID : 0000-0001-5421-7182)

Tipo de artículo: Artículo de investigación original

EXÁMENES NEUROPSICOLÓGICOS Y DE NEUROIMAGEN DE LA CALIDAD DEL SUEÑO


AUTODECLARADA EN EL TRASTORNO POR CONSUMO DE ALCOHOL CON Y SIN SÍNDROME DE

KORSAKOFF

Alice Laniepce, MSc.1 , Shailendra Segobin, PhD. 1Coralie Lannuzel, MSc. 1, Céline Boudehent, MSc.
1,2, Ludivine Ritz, PhD.1 , Laurent Urso, MD. 3, François Vabret, MD. 1,2, Francis Eustache, PhD. 1,
Hélène Beaunieux, PhD. 1, Géraldine Rauchs, PhD1 *., Anne-Lise Pitel, PhD *.1

*: han contribuido a este trabajo a partes iguales


1 Normandy Univ, UNICAEN, PSL Université, EPHE, INSERM, U1077, CHU de Caen, GIP Cyceron,
Neuropsychologie et Imagerie de la Mémoire Humaine, Caen, Francia.
2 Departamento de Adicciones, Centro Hospitalario Universitario de Caen, Francia.
3 Departamento de Adicciones, Centro Hospitalario de Roubaix, Francia.

Autor correspondiente:
Pitel Anne-Lise
Centre Cyceron, Campus Jules Horowitz
Boulevard Henri Becquerel, BP 5229
14074 Caen Cedex 5, FRANCIA
+33 (0)2 31 47 01 25
pitel@cyceron.fr

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Este trabajo ha sido financiado por el

Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM), la Agencia Nacional de Investigación

(ANR) y el Conseil Régional de Basse-Normandie. La beca de doctorado de Alice Laniepce ha sido

cofinanciada por la Unión Europea en el marco del programa operativo FEDER-FSE 2014-2020 y por
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la Comisión Europea.

Sociedad Lundbeck.
Este artículo ha sido aceptado para su publicación y ha sido sometido a una revisión completa
por pares, pero no ha pasado por el proceso de corrección de estilo, paginación y corrección
de pruebas, lo que puede dar lugar a diferencias entre esta versión y la versión oficial. Citar
este artículo como doi: 10.1111/acer.13997

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RESUMEN

Antecedentes: Los pacientes con Trastorno por Consumo de Alcohol (TCA) sin síndrome de

Korsakoff (SK) informan de una calidad de sueño autoevaluada variable. Su capacidad para juzgar con
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precisión su calidad del sueño puede estar relacionada con sus déficits cognitivos relacionados con el

alcohol y el daño cerebral. Los pacientes con SK, que presentan una disfunción cerebral grave, pueden

ser cognitivamente incapaces de juzgar la calidad de su sueño. El objetivo del presente estudio es

examinar en pacientes con AUD y KS si la ausencia de quejas sobre el sueño se asocia a una estructura

cerebral alterada y a un deterioro de las capacidades cognitivas dentro de redes cerebrales específicas.

Métodos: Se realizó una evaluación de la calidad subjetiva del sueño en 20 controles sanos, 37

pacientes con AUD y 17 con SK. Primero se agruparon los pacientes y luego se clasificaron en dos

grupos (sin quejasAUD+KS y quejasAUD+KS) según la puntuación total del PSQI. Se compararon las

puntuaciones cognitivas, el volumen de materia gris (GM) y la integridad de la materia blanca (WM)

entre estos dos grupos, y después en pacientes con AUD y SK por separado.

Resultados: La mala calidad del sueño fue referida por el 70% de los pacientes con AUD y el 18% de

los pacientes con SK. En comparación con los controles, tanto los pacientes sin quejaAUD+KS como los

pacientes con quejaAUD+KS presentaban alteraciones corticales y subcorticales, así como déficits de

memoria episódica, que eran más graves en los pacientes sin queja de sueño. Sólo los pacientes sin

quejaAUD+KS presentaban déficits ejecutivos. Por lo tanto, teniendo en cuenta el diagnóstico clínico, el volumen

de GM en las regiones frontotemporales, la integridad de la WM y las funciones ejecutivas se vieron

afectadas en la misma medida en el AUD y el SK sin quejas de sueño.

Conclusiones: Nuestros resultados confirman la alta prevalencia de queja de sueño en pacientes con

AUD y la rara queja en pacientes con SK. En los pacientes con EDA y SK, la ausencia de quejas sobre

el sueño puede no indicar una buena calidad del sueño, sino más bien reflejar déficits ejecutivos y

daño fronto-talámico. De hecho, los déficits cognitivos relacionados con el alcohol pueden alterar la

capacidad de autoevaluar la calidad del sueño, lo que sugiere que el uso del cuestionario del sueño

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debe considerarse con precaución en pacientes con déficits ejecutivos.

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Palabras clave: Trastorno por consumo de alcohol; Síndrome de Korsakoff; Neuropsicología;

Neuroimagen; Evaluación subjetiva del sueño


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1. INTRODUCCIÓN

Los trastornos neurológicos relacionados con el alcohol existen principalmente en dos formas clínicas

que pueden distinguirse en función de la gravedad de la disfunción cerebral (Zahr, 2014) y los déficits

cognitivos (Oscar-Berman et al., 2014). La forma clínica más grave es el síndrome de Korsakoff (SK),

que es una complicación neurológica relacionada con la combinación del consumo crónico y excesivo

de alcohol y la deficiencia de tiamina. El SK se describe como una amnesia grave y profunda

potencialmente asociada a una disfunción ejecutiva. El trastorno por consumo de alcohol sin SK

(AUD) también se caracteriza por déficits de memoria episódica y disfunción ejecutiva, de leve a

moderada en la mayoría de los casos hasta grave en algunos pacientes con riesgo de SK (Pitel et al.,

2008).

El consumo crónico y excesivo de alcohol no solo se asocia con alteraciones neuropsicológicas, sino

también con importantes trastornos del sueño. Las alteraciones del sueño están presentes con

frecuencia en pacientes recientemente desintoxicados de AUD (Angarita et al., 2016) con una queja de

sueño variable reportada por 36 a 72% de la población. Tal variabilidad puede explicarse por las

características clínicas de los pacientes con AUD (los criterios utilizados para diagnosticar AUD o

abuso de alcohol, la duración de la sobriedad en el momento de la evaluación del sueño), así como la

ausencia de definiciones y mediciones estándar de la queja del sueño (diferentes cuestionarios de

sueño con, por ejemplo, diferentes marcos temporales; Brower, 2001; Stein y Friedmann, 2005).

Aunque la calidad objetiva del sueño parece afectada en los pacientes con SK (Lairie y Pottier, 1979;

Martin et al., 1986), sólo un estudio tuvo en cuenta su percepción subjetiva del sueño (Lairie y Pottier,

1979) y sugirió que los pacientes con SK informaban de que dormían bien. Esta queja del sueño

aparentemente ausente en los pacientes con SK puede estar relacionada con su característica alteración

de la autoconciencia (Arts et al., 2017).

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Incluso en ausencia de SK, se han descrito alteraciones de la capacidad para autoevaluarse con

precisión en pacientes con EDA en relación con el rendimiento neuropsicológico (capacidades

cognitivas generales, decodificación de la memoria episódica de las emociones faciales) y el recuerdo


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diario del consumo de alcohol (Kornreich, 2002; Le Berre et al., 2010; Lincoln et al., 2011; Rinn et al.,

2002; Walvoort et al., 2016). Por lo tanto, la variabilidad en la prevalencia de quejas del sueño

observada en pacientes con AUD puede estar relacionada con su capacidad para autoevaluar su calidad

del sueño. De hecho, una evaluación subjetiva precisa del sueño requiere capacidades eficientes de

memoria episódica para recordar periodos de sueño recientes y funciones ejecutivas para interpretar

estados internos y físicos, cuantificar la duración del sueño y responder a un cuestionario escrito sobre

el sueño. Los pacientes de AUD con alteraciones de la memoria episódica y disfunciones ejecutivas

pueden no ser cognitivamente capaces de evaluar correctamente la calidad de su sueño, al igual que

puede ocurrir en los pacientes con SK.

El objetivo del presente estudio es investigar la calidad subjetiva del sueño en pacientes con SK y

AUD recientemente desintoxicados mediante un cuestionario de sueño validado. Pretendemos

examinar si la ausencia de quejas sobre el sueño se asocia con una alteración de la estructura cerebral y

de las capacidades cognitivas dentro de las redes cerebrales implicadas en la memoria episódica y las

funciones ejecutivas. En primer lugar, planteamos la hipótesis de que la mayoría de los pacientes con

SK no se quejan de su sueño, mientras que la mayoría de los pacientes con AUD sí lo hacen. En

segundo lugar, hipotetizamos que los pacientes con SK y AUD que no se quejan de su sueño presentan

alteraciones más graves de las redes cerebrales implicadas en la memoria episódica y las funciones

ejecutivas que los pacientes que se quejan de su sueño. En tercer lugar, planteamos la hipótesis de que

este perfil de disfunción ejecutiva y alteraciones cerebrales asociadas es similar en el SK y el AUD sin

queja de sueño.

2. MATERIALES Y MÉTODOS

2.1. Participantes

En este estudio se incluyeron 74 participantes: 54 pacientes con EDA o SK (37 pacientes con EDA y
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17 con SK) y 20 controles sanos (CS). Ninguno de ellos tenía antecedentes de patología neurológica

(excepto el diagnóstico de SK), enfermedades endocrinas ni otras enfermedades infecciosas, depresión

(evaluada mediante el Inventario de Depresión de Beck (Beck et al., 1961) ni otras formas de trastorno

por consumo de sustancias.

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(excepto tabaco). Todos los participantes fueron informados sobre el estudio aprobado por el comité

ético local del Hospital Universitario de Caen (CPP Nord Ouest III, nº IDRCB: 2011-A00495-36)

antes de su inclusión y proporcionaron su consentimiento informado por escrito. En el caso del SK, se
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recabó el consentimiento informado de los tutores o cuidadores, así como de los propios pacientes.

Los clínicos reclutaron a pacientes con TCA mientras recibían tratamiento de abstinencia como

pacientes ingresados en el Hospital Universitario de Caen. Los pacientes con TUA cumplían los

criterios de "dependencia del alcohol" según el DSM-IV (Asociación Americana de Psiquiatría [APA],

2000) y de "trastorno por consumo de alcohol" según el DSM-5 (Asociación Americana de Psiquiatría,

2013) durante al menos 5 años. En el momento de la inclusión y evaluación, ninguno de ellos

presentaba síntomas físicos de abstinencia alcohólica evaluados mediante la escala de Cushman

(Cushman et al., 1985) y estaban bajo medicación con benzodiacepinas. Los antecedentes alcohólicos

de los pacientes con EDA se describen en la Tabla 1.

Los SK se reclutaron como pacientes ingresados en el Hospital Universitario de Caen (n=9) y en una

residencia de ancianos (Maison Vauban, Roubaix, Francia; n=8). Todos los pacientes con SK fueron

diagnosticados con referencia a los criterios clínicos del DSM- IV de ''amnesia debida al abuso de

sustancias'' y ''trastornos neurocognitivos mayores, de tipo confabulatorio, persistentes'' según el DSM-

5. Todos los pacientes con SK tenían antecedentes de consumo excesivo de alcohol, pero fue difícil

obtener información precisa sobre su ingesta de alcohol debido a su amnesia. El caso de cada paciente

fue examinado por un equipo multidisciplinar formado por especialistas en neuropsicología cognitiva

y neurología conductual. Un examen neuropsicológico detallado permitió diagnosticar a todos los

pacientes con SK que presentaban trastornos de la memoria episódica desproporcionadamente graves

en comparación con otras funciones cognitivas (Tabla 1). Las investigaciones clínicas y de

neuroimagen descartaron otras posibles causas de alteraciones de la memoria (en particular, lesiones

cerebrales focales).

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Los HC se reclutaron localmente y para que coincidieran con los datos demográficos de los pacientes

con AUD. Fueron entrevistados con el AUDIT para asegurarse de que no cumplían los criterios de

abuso de alcohol (AUDIT < 7 para los hombres y < 6 para las mujeres (Gache et al., 2005)). Ninguno

de los controles tenía un Inventario de Depresión de Beck (BDI)

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> 29 (Beck et al., 1961), una puntuación MMSE < 26 (Folstein et al., 1975), ni queja del sueño

(Pittsburg Sleep Quality Index ≤ 5; Buysse et al., 1989).


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La edad, el sexo y el nivel de estudios de AUD y HC eran similares (p=0,31, p=0,42 y p=0,31

respectivamente). El KS difería tanto del HC como del AUD en edad (p< 0,001) y sólo del HC

(p=0,03) en educación. La proporción de sexos también fue diferente en el grupo de SK que en los

grupos de HC (p=0,01) y AUD (p=0,04). No hubo diferencias en el IMC entre los tres grupos (Tabla

1).

2.2. Evaluación subjetiva de la calidad del sueño

Todos los participantes completaron el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburg (PSQI; Buysse et al.,

1989) durante el examen neuropsicológico. El PSQI es un cuestionario de autoevaluación de 19 ítems

que permite medir la calidad y las alteraciones del sueño durante el último mes. Se evalúan siete

componentes que van de 0 a 3: calidad subjetiva del sueño, latencia del sueño, duración del sueño,

eficiencia habitual del sueño, alteraciones del sueño, uso de medicación para dormir y disfunción

diurna. La puntuación total oscila entre 0 (que no indica ninguna dificultad) y 21 (dificultades

importantes para dormir). Tal como se recomienda, se utilizó una puntuación de corte de 5 para indicar

una queja de sueño importante.

En función de la puntuación total del PSQI, los pacientes (AUD y KS) se dividieron en 2 subgrupos:

(i) Pacientes sin quejasAUD+KS correspondientes a pacientes que no se quejaron de su sueño (es

decir, puntuación PSQI ≤ 5).

(ii) Pacientes que se quejabanAUD+KS correspondientes a pacientes que se quejaban de su sueño

(es decir, puntuación PSQI > 5).

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2.3. Examen neuropsicológico

En cuanto a las funciones ejecutivas, se creó una puntuación compuesta que incluía el rendimiento en

tres pruebas que evaluaban la manipulación de la información (los tramos verbales hacia atrás del
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WAIS-III (Wechsler, 1997)), la inhibición (prueba de Stroop (Stroop, 1935), tiempo en segundos

necesario para completar la condición de interferencia menos el tiempo necesario para la condición de

denominación) y la flexibilidad mental (prueba de clasificación de tarjetas modificada (Cianchetti et

al., 2005), número de errores perseverativos).

La memoria episódica se examinó mediante la suma de las cinco repeticiones libres de la versión

francesa del Test de Aprendizaje Verbal de California (CVLT; Van der Linden et al., 2004).

A continuación, los datos neuropsicológicos se transformaron en puntuaciones z utilizando la media y

la desviación estándar obtenidas de los controles sanos. Se invirtió el signo de todas las variables para

las que las puntuaciones altas estaban en la dirección de deterioro (como el tiempo de finalización o el

número de errores), de modo que todas las puntuaciones z tuvieran la misma dirección: cuanto mayor

era la puntuación z, mejor era el rendimiento. Así, todas las variables cognitivas y motoras estaban en

la misma escala. Calculamos una puntuación compuesta global correspondiente a la media de las 3

puntuaciones z (manipulación de la información, inhibición y flexibilidad mental) para las funciones

ejecutivas.

Este examen neuropsicológico mostró efectos graduales de déficits para todas las funciones cognitivas

evaluadas, presentando el SK deficiencias más graves que los pacientes con EDA (todos los valores de

p <0,001, Tabla 1).

2.4. MRI Adquisición de datos:

Se realizaron exámenes de imagen cerebral en 15 pacientes HC, 20 AUD y 17 KS en la misma semana

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que la evaluación neuropsicológica y el cuestionario del sueño.

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Se adquirió una imagen anatómica ponderada en T1 de alta resolución para cada sujeto en un escáner

Philips Achieva 3T utilizando una secuencia de eco de campo rápido tridimensional (sagital; tiempo de

repetición, 20 ms; tiempo de eco, 4,6 ms; ángulo de inversión, 10°; 180 cortes; grosor del corte: 1 mm;
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campo de visión, 256 x 256 mm2 ; matriz, 256 x 256). En cuanto a la imagen con tensor de difusión

(DTI), se adquirieron axialmente 70 cortes (grosor: 2 mm, sin separación) utilizando una secuencia de

eco de espín de imagen ponderada de difusión (32 direcciones a b = 1000 s/mm², tiempo de repetición

= 10000 ms; tiempo de eco = 82 ms; ángulo de inversión = 90°, campo de visión = 224 x 224 mm²,

matriz = 112 x 112 y resolución en el plano de 2 x 2 mm²; también se adquirió una imagen sin

ponderación de difusión a b = 0 s/mm²).

2.5. Tratamiento de datos de IRM:

Los datos volumétricos de RM se analizaron utilizando el software Statistical Parametric Mapping

(SPM12; Wellcome Department of Cognitive Neurology, Institute of Neurology, Londres, Reino

Unido). Los pasos de preprocesamiento incluyeron la segmentación de los datos de RM en materia gris

(MG) y la normalización espacial según la plantilla del Instituto Neurológico de Montreal (MNI)

(tamaño del vóxel = 1,5 mm3 , matriz = 121 x 145 x 121). Las imágenes de GM normalizadas se

modularon mediante los determinantes jacobianos para corregir únicamente la deformación no lineal,

de modo que los volúmenes cerebrales resultantes se corrigieron en función del tamaño del cerebro.

Las imágenes resultantes se suavizaron con un kernel gaussiano de 8 mm de ancho completo a mitad

máximo (FWHM). La densidad del volumen de GM refleja la macroestructura cerebral y corresponde

numéricamente a la media de materia gris por unidad de volumen para cada grupo significativo.

Las imágenes ponderadas por difusión (DWI) se preprocesaron primero para crear imágenes de

anisotropía fraccional (FA) utilizando la caja de herramientas de difusión FSL (FDT;

http://fsl.fmrib.ox.ac.uk/fsl/ fslwiki/FDT) que forma parte de la caja de herramientas FSL 5.0 para el

análisis de imágenes médicas (Smith et al., 2004). Brevemente, para cada sujeto, las 32 imágenes DWI

fueron primero corregidas para distorsiones debidas a corrientes de Eddy y alineadas a la imagen b=0

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s/mm2 usando registro de cuerpo rígido para corrección de movimiento (Jenkinson et al., 2002). A

continuación, se crearon imágenes FA ajustando un modelo tensorial a las imágenes de difusión. Los

datos FA individuales se alinearon en el espacio MNI utilizando la herramienta de registro no lineal

(FNIRT), que utiliza una representación b-spline de la imagen de difusión.

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(Rueckert et al., 1999). Los mapas FA resultantes se reajustaron a un tamaño de matriz de 182 x 218 x

182 y un tamaño de vóxel de 1 mm3 y se suavizaron a 6 mm FWHM antes de los análisis estadísticos

basados en vóxel. Numéricamente, los valores de FA varían entre 0 y 1. En general, cuanto mayor es
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el valor de FA, mejor es la integridad microestructural de la fibra dentro de ese vóxel. Se supone que

la FA es un biomarcador estructural que representa la alteración de la WM que afecta a la mielina, el

citoesqueleto y el sistema de microtúbulos de los axones (Pfefferbaum et al., 2006).

La máscara GM se obtuvo tomando las imágenes GM no moduladas de controles sanos (HC)

normalizadas al espacio MNI, promediándolas y umbralizando la imagen media resultante a 0,5. La

máscara de sustancia blanca (WM) se obtuvo tomando los mapas FA de controles sanos normalizados

al espacio MNI, promediándolos y umbralizando la imagen media resultante a 0,3. Las máscaras GM y

WM resultantes se aplicaron respectivamente a los análisis de datos GM y WM.

2.6. Análisis estadístico

2.6.1. Prevalencia de quejas sobre el sueño en pacientes con AUD y SK

En primer lugar, se describieron la prevalencia, la gravedad y la naturaleza de los trastornos del sueño

en los pacientes con HC, AUD y KS mediante pruebas de Chi2 y ANCOVA (edad, sexo e índice de

masa corporal (IMC) utilizados como covariables) cuando procedía.

2.6.2. Patrón de alteraciones cognitivas según la calidad del sueño

A continuación, agrupamos a los pacientes con AUD y SK y realizamos ANCOVAs (utilizando la

edad, el sexo y el IMC como covariables) seguidos de comparaciones post-hoc (pruebas de Tukey) de

los datos neuropsicológicos para comparar a los pacientes HC, sin quejaAUD+KS y con quejaAUD+KS.

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También se investigó si este efecto se debía a los resultados obtenidos en un grupo clínico específico,

comparando los pacientes HC, con quejasAUD , sin quejasAUD y sin quejasKS mediante ANCOVAs con

la edad, el sexo y el IMC como covariables. Dado el tamaño de la muestra del grupo con quejaKS
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(N=3), estos pacientes no se incluyeron en el análisis estadístico (Tabla 2).

2.6.3. Patrón de alteraciones cerebrales según la calidad del sueño

Se realizaron ANCOVA basados en vóxeles en SPM12, con la edad, el sexo y el IMC como

covariables, para comparar los pacientes HC, sin quejaAUD+KS y con quejaAUD+KS en cuanto al volumen del

GM y la integridad de la WM (valores FA). Los resultados se presentan a p<0,001 (sin corrección de

comparaciones múltiples) con un tamaño mínimo de conglomerado (k) de 60 vóxeles (200 mm ).3

Una vez más, para garantizar que el efecto no se debía únicamente a la presencia de pacientes con SK

en la muestra clínica, se extrajeron los valores medios de la señal dentro de los grupos significativos y

se realizaron pruebas post hoc (pruebas de Tukey) para comparar los pacientes HC, con quejaAUD , sin

quejaAUD y sin quejaKS . También en este caso, dado el tamaño de la muestra del grupo con quejaKS

(N=3), estos pacientes no se incluyeron en el análisis estadístico.

Los grupos significativos de GM se etiquetaron utilizando los atlas estructurales corticales y

subcorticales de Harvard-Oxford implementados en FSL

(https://fsl.fmrib.ox.ac.uk/fsl/fslwiki/Atlases). Las regiones de materia blanca se etiquetaron

manualmente utilizando el Atlas MRI de materia blanca humana (Oishi et al., 2011).

3. RESULTADOS

3.1. Prevalencia de las quejas sobre el sueño en pacientes con AUD y SK.

Prevalencia de las quejas sobre el sueño: Según la puntuación total del PSQI, la mala calidad del

sueño (puntuación total del PSQI > 5) fue significativamente más frecuente en los pacientes con AUD

(70,3 %) que en los pacientes con SK (17,6 %) y HC (Tabla 3, Fig 1).


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Gravedad de las quejas sobre el sueño: El ANCOVA reveló un efecto significativo del grupo sobre la

puntuación total del PSQI (F(2,68)=26,63; p<0,0001 ; Tabla 3). Los pacientes con AUD obtuvieron

puntuaciones más altas que los pacientes con SK (p<0,0001) y HC (p <0,0001), siendo estos dos
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últimos grupos comparables (p = 0,93).

Naturaleza de las quejas sobre el sueño: Los ANCOVA realizados en cada subcomponente del PSQI

revelaron efectos significativos del grupo (todos los valores F se indican en la Tabla 3). En

comparación con los HC, los pacientes con AUD informaron de una mala calidad subjetiva del sueño

(p<0,004), una mayor latencia del sueño (p=0,03) y alteraciones del sueño (p=0,001), un uso más

frecuente de medicación para dormir (p=0,03), una eficiencia del sueño alterada (p=0,01) y disfunción

diurna (p<0,03). No se observaron diferencias entre los pacientes con HC y KS (todos los valores de p

>0,05). En comparación con los pacientes con SK, los pacientes con AUD refirieron una calidad

subjetiva del sueño significativamente mala (p=0,003), menor duración del sueño (p=0,005),

alteraciones del sueño (p=0,0009) y disfunción diurna (p=0,008; Tabla 3).

3.2. Patrón de alteraciones cognitivas según la calidad del sueño.

3.2.1. HC vs pacientes sin quejaAUD+KS vs pacientes con quejaAUD+KS

Los ANCOVAs revelaron efectos significativos del grupo (HC vs pacientes sin quejaAUD+KS vs pacientes

con quejaAUD+KS) para las puntuaciones ejecutivas (F(2,68)=7,69 p=0,0009) y de memoria episódica

(F(2,66)=6,21 p=0,003).

En lo que respecta a las funciones ejecutivas, las comparaciones post-hoc mostraron que los pacientes

con complaintAUD+KS eran comparables a los HC (p = 0,20), al contrario que los pacientes sin

complaintAUD+KS, que presentaban un rendimiento ejecutivo inferior en comparación tanto con los

HC (p = 0,0001) como con los pacientes con complaintAUD+KS (p = 0,008; Fig 2A).

En cuanto a la memoria episódica, se observaron efectos graduales: los pacientes sin quejaAUD+KS
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mostraron un rendimiento inferior al de los pacientes con quejaAUD+KS, y estos últimos también mostraron

un rendimiento reducido en comparación con la HC (todos los valores de p <0,01; Fig 2A).

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3.2.2. HC vs quejaAUD pacientes vs no quejaAUD pacientes vs no quejaKS pacientes

Los ANCOVAs revelaron un efecto significativo del grupo para las puntuaciones de memoria

ejecutiva (F(3,64)=5,31 p=0,002) y episódica (F(3,62)=20,31 p<0,0001).


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En cuanto a las funciones ejecutivas, las comparaciones post-hoc mostraron que los pacientes con

quejaAUD presentaban un rendimiento similar al de los HC (p=0,51) y los pacientes sin quejaAUD

(p=0,23). Los pacientes sin quejaAUD y sin quejaKS presentaron un rendimiento ejecutivo

significativamente inferior al de los HC (p=0,02 y p=0,001 respectivamente), pero no difirieron entre

sí (p=0,94; Fig 2B).

En cuanto a la memoria episódica, las comparaciones post-hoc mostraron que los pacientes sin

quejaAUD y los pacientes con quejaAUD presentaban un rendimiento similar al de la HC (p=0,47 y

p=0,05 respectivamente) y no diferían entre sí (p=0,92). Los pacientes sin quejaKS obtuvieron

resultados significativamente inferiores a los de los otros tres grupos (p=0,0001 para todas las

comparaciones; Fig. 2B).

3.3. Patrón de alteraciones cerebrales según la calidad del sueño.

3.3.1. Volumen de materia gris

En comparación con la HC, los pacientes sin quejas de AUD+KS tenían un volumen de GM

significativamente menor en las áreas frontales y prefrontales, la ínsula, las cortezas temporales lateral

y medial (incluidos el hipocampo y la circunvolución parahipocampal), las cortezas cingulada y

occipital, pero también en regiones subcorticales como el tálamo, el putamen y los núcleos caudados, y

en el cerebelo (p <0,001, sin corregir, k=60). Estos resultados siguieron siendo significativos tras la

corrección por comparaciones múltiples, pero con un tamaño de conglomerado más pequeño (Error de

Sabiduría Familiar [Family Wise Error, FWE], p<0,05; Fig 3A).

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En comparación con la HC, los pacientes con complaintAUD+KS presentaban un menor volumen de GM en

las áreas frontales y prefrontales, la ínsula, las cortezas laterales y mediales (incluidos el hipocampo y

la circunvolución parahipocampal) y las cortezas cingulada y occipital, así como en regiones

subcorticales como el tálamo, el putamen y el caudado.

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y en el cerebelo (p <0,001, sin corregir, k=60). Tras la corrección por comparaciones múltiples, sólo la

circunvolución precentral bilateral (los grupos abarcan la circunvolución postcentral), la ínsula

derecha, la circunvolución lingual bilateral, el cuneus bilateral y el tálamo izquierdo siguieron siendo
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significativos (FWE, p<0,05; Fig 3B).

Como se muestra en la Figura 4A, en comparación con los pacientes con EAUD+KS, los pacientes con

EAUD+KS sin queja tenían un volumen de GM significativamente menor en las áreas frontales y

prefrontales (incluyendo la c i r c u n v o l u c i ó n frontal media derecha, la circunvolución frontal

media, la circunvolución precentral bilateral, la circunvolución frontal inferior bilateral, la

circunvolución frontal superior izquierda), la circunvolución cingulada media, el precuneus bilateral,

el polo temporal, la circunvolución occipital y el tálamo izquierdo (p<0.001 sin corregir, k=60). Estos

resultados no siguieron siendo significativos tras la corrección por comparaciones múltiples. La

comparación inversa no reveló ninguna diferencia significativa.

A partir de esta comparación (pacientes con quejaAUD+KS > pacientes sin quejaAUD+KS), se extrajeron los

valores de señal dentro de cada conglomerado y se compararon entre los distintos subgrupos (HC,

pacientes con quejaAUD , pacientes sin quejaAUD y pacientes sin quejaKS ).

En comparación con la HC, los pacientes sin quejaAUD y los pacientes sin quejaKS mostraron valores

significativamente inferiores para todos los conglomerados extraídos (p<0,001). En comparación con

la HC, los pacientes con quejaAUD presentaron un volumen del GM significativamente inferior en todos

los clusters excepto en el córtex prefrontal medial (p=0,06). En comparación con los pacientes con

quejasAUD , los pacientes sin quejasAUD presentaron valores inferiores sólo en la circunvolución frontal

media (p=0,002), la circunvolución frontal inferior (p=0,02), la circunvolución frontal superior

(p=0,03), el polo temporal (p=0,02) y el córtex occipital (p=0,003). En comparación con los pacientes

con quejaAUD , los pacientes sin quejaKS mostraron una atrofia significativa del GM para todos los

grupos extraídos (todos los valores de p <0,05). No se observaron diferencias entre los pacientes sin

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quejaAUD y sin quejaKS (p>0,05; Fig 4B).

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Se realizaron correlaciones parciales de Pearson ajustadas en función de la edad, el sexo y el IMC en

los dos grupos de pacientes agrupados (pacientes sin quejaAUD+KS frente a pacientes con quejaAUD+KS) entre

los volúmenes regionales de todos los conglomerados extraídos, por un lado, y el rendimiento
Artículo aceptado
neuropsicológico, por otro. Sólo encontramos relaciones significativas entre el tálamo (r=0,61,

p=0,005), el polo temporal (r=0,52, p=0,02), la circunvolución lingual (r=0,47, p=0,04) y los

resultados de memoria episódica, así como entre el volumen en los giros frontal medio y precentral y

el rendimiento ejecutivo (r=0,60, p=0,006; r=0,50, p=0,02 respectivamente) en pacientes sin


quejaAUD+KS. No se observó una correlación significativa entre el volumen cerebral y las funciones

cognitivas en los pacientes con AUD+KS.

3.3.2. Integridad de la materia blanca

En comparación con la HC, los pacientes sin quejas de AUD+KS presentaban valores de AF

significativamente inferiores, lo que indicaba una alteración de la WM, en un amplio conjunto de

fibras que incluían el cuerpo calloso, la corona radiata anterior, la extremidad anterior de la cápsula

interna, el cíngulo, el pedúnculo cerebeloso medio y el fórnix. Estos resultados siguieron siendo

significativos tras la corrección por comparaciones múltiples, pero con un tamaño de grupo menor

(FWE, p<0,05; Fig 3C).

Se observó el mismo patrón de anomalías de la sustancia blanca en los pacientes con complaintAUD+KS en

comparación con HC. Estos resultados no siguieron siendo significativos tras la corrección por

comparaciones múltiples (Fig 3D).

Como se muestra en la Figura 5A, en comparación con los pacientes con quejaAUD+KS, los pacientes

sin quejaAUD+KS tenían valores de FA significativamente más bajos en las partes anterior y superior de la

corana radiata, el cíngulo bilateral, las partes inferior y superior del fascículo longitudinal, el fórnix

derecho (que abarca el pedúnculo cerebral y la cápsula interna), la cápsula externa bilateral, la

radiación talámica anterior izquierda y la sustancia blanca de la circunvolución poscentral, la

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circunvolución angular, la circunvolución frontal superior y el precúneo (p<0.001, sin corregir, k=60).

Estos resultados no siguieron siendo significativos tras la corrección por comparaciones múltiples. La

comparación inversa no reveló ninguna diferencia significativa.

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A partir de esta comparación (pacientes con quejaAUD+KS > pacientes sin quejaAUD+KS), se extrajeron valores

de señal dentro de cada conglomerado significativo y se compararon entre subgrupos (HC, pacientes

con quejaAUD , pacientes sin quejaAUD y pacientes sin quejaKS ). En comparación con la HC, i) los
Artículo aceptado
pacientes conAUD presentaban valores de FA inferiores en la radiación talámica anterior (p=0,008); ii)

los pacientes conAUD sin queja presentaban valores de FA inferiores en todos los conglomerados

extraídos (p<0,01), excepto en la sustancia blanca de la circunvolución poscentral (p=0,74) y el

fascículo longitudinal superior (p=0,07); y iii) los pacientes conKS sin queja mostraban valores de FA

inferiores en todos los conglomerados (p<0,001). En comparación con los pacientes con quejaAUD , los

pacientes sin quejaAUD presentaron valores de FA inferiores en todos los conglomerados extraídos,

excepto en la radiación talámica anterior izquierda (p=0,08), la cápsula externa (p=0,22) y la sustancia

blanca de la circunvolución supramarginal (p=0,06), el precuneus (p=0,06) y la circunvolución

postcentral (p=0,39). No se encontraron diferencias entre los pacientes sin quejaAUD y los pacientes sin

quejaKS (Fig 5B).

Se realizaron correlaciones parciales de Pearson ajustadas por edad, sexo e IMC en los dos grupos de

pacientes agrupados (pacientes sin quejaAUD+KS frente a pacientes con quejaAUD+KS) entre los valores

regionales de AF en todos los grupos extraídos, por un lado, y el rendimiento neuropsicológico, por

otro.

En los pacientes complaintAUD+KS, encontramos relaciones significativas entre los valores FA de la parte

WM del giro angular y el rendimiento de la memoria episódica (r=0,69, p=0,02). En los pacientes sin

quejas de AUD+KS, encontramos relaciones significativas entre la radiación talámica anterior (r=0,62,

p=0,008), la cápsula externa (r=0,60, p=0,01), el fascículo longitudinal inferior (r=0,50, p=0,04), el

cíngulo bilateral (r=0,72, p=0,001), la corona radiata anterior (r=0,61, p=0,009) y las funciones

ejecutivas. También se observaron relaciones significativas entre el cíngulo bilateral (r=0,60, p=0,01),

el fascículo longitudinal superior (r=0,52, p=0,03) y la memoria episódica.

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4. DEBATE

El objetivo del presente estudio fue investigar, en pacientes recientemente desintoxicados de AUD y

SK, si la calidad del sueño autoestimada está relacionada con el funcionamiento cognitivo y la
Artículo aceptado
integridad cerebral.

En primer lugar, de acuerdo con estudios previos, observamos una alta prevalencia de quejas del sueño

en pacientes con AUD recientemente desintoxicados (Angarita et al., 2016; Chakravorty et al., 2016).

Demostramos que, en comparación con los HC, los pacientes de AUD con queja del sueño presentan

un patrón de daño cerebral macroestructural en las cortezas frontal y temporal, así como en el giro

cingulado y el tálamo, que se sabe que se ven afectados por el consumo excesivo y crónico de alcohol

(Zahr, 2014). Curiosamente, todas estas regiones están implicadas en la generación y el mantenimiento

de los ritmos de sueño NREM y REM (Maquet et al., 1996; Massimini et al., 2004; Murphy et al.,

2009; Schabus et al., 2007). Además, la reducción del volumen de GM en la corteza frontal se ha

relacionado con una mayor queja del sueño (Sexton et al., 2014). Los pacientes de AUD con queja de

sueño también tenían valores más bajos de FA en la radiación talámica anterior, de acuerdo con un

estudio reciente que muestra que los tractos alterados de la WM se asociaron con una mayor queja de

sueño en adultos mayores (Sexton et al., 2017). Por lo tanto, en este grupo de pacientes que se quejan

de su sueño, la mala calidad del sueño autocalificada puede estar relacionada con las alteraciones

objetivas del sueño esperadas dado su patrón de disfunción cerebral (Chakravorty et al., 2016).

Nuestro estudio mostró que la mayoría de los pacientes con SK (14 de 17) declararon dormir tan bien

como los controles sanos. Hasta donde sabemos, nuestro estudio es el primero en investigar, en

pacientes con SK, las quejas sobre el sueño utilizando un cuestionario sobre el sueño validado y

ampliamente utilizado (Buysse et al., 1989) en pacientes con SK. Nuestros hallazgos no concuerdan

con los estudios de polisomnografía que muestran alteraciones objetivas del sueño en pacientes con

SK (Martin et al., 1986), destacando las frecuentes discrepancias entre la autopercepción y las

mediciones objetivas del sueño reportadas en el AUD (Angarita et al., 2016), como también se

informa con frecuencia en el envejecimiento (Nguyen-Michel et al., 2015; Van Den Berg et al., 2008)
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y las enfermedades neurodegenerativas (Hita-Yañez et al., 2013; Most et al., 2012). La rareza de las

quejas de sueño en los pacientes con SK concuerda con su "apariencia sin quejas" (Walvoort et al.,

2016) y puede explicarse

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por sus déficits cognitivos y/o alteraciones de la percepción que afectan a su capacidad para reconocer

y notificar problemas en los cuestionarios de autoevaluación (Arts et al., 2017; Walvoort et al., 2016).

La anosognosia es, de hecho, una característica clínica específica del SK y refleja la forma más grave
Artículo aceptado
de deterioro de la autoconciencia, definida como la incapacidad para estimar con precisión la propia

capacidad funcional (Prigatano, 2009). Se observa con frecuencia en pacientes amnésicos con

disfunción ejecutiva asociada (Arts et al., 2017; Shimamura y Squire, 1986).

Algunos de los pacientes con AUD recientemente desintoxicados presentaban un perfil de disfunción

ejecutiva, así como anomalías cerebrales macroestructurales y microestructurales similares a las

observadas en pacientes con SK. Estos pacientes con disfunción cerebral grave, a veces considerados

en riesgo de desarrollar SK (Pitel et al., 2012, 2007; Segobin et al., 2015), no se quejaban de su sueño.

En comparación con los pacientes de AUD con queja del sueño, estos pacientes presentaban

alteraciones más severas en regiones fronto-temporales y daño específico en los tractos frontales-

subcorticales. Además, no se encontraron alteraciones ejecutivas en los pacientes con AUD con queja

de sueño. Estos hallazgos sugieren un papel clave de la red fronto-temporal y de las funciones

ejecutivas en la evaluación subjetiva de la calidad del sueño. La evaluación de la calidad del sueño

mediante el PSQI es una tarea cognitiva compleja que requiere una autointerpretación de los estados

internos y físicos, lo que a su vez implica disponer de funciones ejecutivas eficientes para juzgar tanto

la cantidad de sueño (incluye evaluar parámetros como el tiempo total de sueño, la latencia del sueño,

el número de despertares, entre otros) como aspectos subjetivos de la calidad del sueño como la

sensación de cansancio o la somnolencia diurna (Buysse et al., 1989). Las alteraciones ejecutivas se

traducen en déficits de autoconciencia (Goldstein et al., 2009) relacionados con daños en el córtex

frontal, especialmente en las partes dorsolateral (Schmitz, Kawahara-Baccus y Johnson, 2004; Shany-

Ur et al., 2014) y medial del córtex prefrontal (Fleming y Dolan, 2012; Schmitz y Johnson, 2007).

Estudios previos han informado de alteraciones de la autoconciencia en pacientes con AUD, que

tienden a subestimar su consumo diario de alcohol (Lincoln et al., 2011) y déficits cognitivos

(Kornreich, 2002; Le Berre et al., 2010; Walvoort et al., 2016). En el presente estudio, los pacientes de

AUD con disfunción ejecutiva y menor volumen de materia gris en las partes dorsolateral y medial de

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la corteza prefrontal, así como menor integridad de la WM en las fibras que conectan las regiones

fronto-subcorticales, pueden, por tanto, no ser cognitivamente capaces de estimar con precisión su

sueño. También cabe señalar que el grupo de AUD

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pacientes sin queja de sueño es altamente heterogéneo (figura 2B) y potencialmente consistía en dos

subgrupos de pacientes: uno que sería similar a HC o queja AUD en cuanto a estructura y función

cerebral mientras que el otro sería similar a pacientes KS (Parsons, 1998; Pitel et al., 2012, 2007;
Artículo aceptado
Segobin et al., 2015). El grupo de AUD de queja es más homogéneo ya que incluye principalmente

pacientes con medidas de rendimiento y cerebrales preservadas.

Se ha demostrado que el tálamo desempeña un papel crucial en la autoconciencia (Shany-Ur et al.,

2014) y también puede estar implicado en la calidad del sueño autodeclarada. Se sabe que esta

estructura subcortical se ve afectada por el consumo crónico y excesivo de alcohol, con efectos

graduales en el volumen talámico desde pacientes con AUD a pacientes con SK (Pitel et al., 2012).

Curiosamente, mientras que los pacientes de AUD con quejas de sueño tienen volúmenes talámicos

significativamente diferentes a los de los pacientes de SK, la contracción talámica en los pacientes sin

quejas de sueño es similar a la de los pacientes de SK. Dado que el tálamo es un nodo clave del

circuito de Papez implicado en la memoria episódica, cabría esperar que los pacientes con AUD sin

quejas del sueño tuvieran un rendimiento similar al de los pacientes con SK en la tarea de memoria

episódica. Por el contrario, en consonancia con el diagnóstico, los pacientes con SK presentaban un

deterioro de la memoria episódica en comparación tanto con los HC como con los dos subgrupos de

AUD, que no presentaban diferencias entre sí. En conjunto, estos hallazgos sugieren que la

contribución del tálamo en la calidad del sueño autodeclarada puede no estar relacionada con la

implicación de las capacidades de memoria episódica, contrariamente a nuestra hipótesis. Más bien,

varias regiones subcorticales, incluido el tálamo, "sirven para transformar las sensaciones corporales

interoceptivas de nivel inferior y las representaciones del yo en representaciones mentales

autorreferenciales de nivel superior" (Shany-Ur et al., 2014). Los pacientes de AUD con anomalías

talámicas graves pueden ser incapaces de percibir con precisión y actualizar los estados físicos

actuales, lo que resulta en la ausencia de queja del sueño.

Una posible limitación del presente estudio es la ausencia de medidas objetivas del sueño mediante

polisomnografía, generalmente no disponible en la práctica clínica. Aunque no era el objetivo del

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presente estudio, permitiría determinar si los pacientes sin quejas de sueño presentan alteraciones

objetivas del sueño. Otros estudios que combinen medidas objetivas y subjetivas del sueño

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así como exámenes neuropsicológicos y de neuroimagen multimodal para confirmar los mecanismos

cognitivos y cerebrales propuestos que subyacen a la percepción del sueño en pacientes con AUD y

SK.
Artículo aceptado
5. CONCLUSIÓN

En conjunto, nuestros datos contribuyen a una mejor comprensión de la calidad del sueño

autoinformada en pacientes con EDA recientemente desintoxicados, mediante la incorporación de

nuevos conocimientos de los exámenes neuropsicológicos y de neuroimagen. Dada la alta prevalencia

de quejas sobre el sueño en pacientes con AUD (Angarita et al., 2016; Chakravorty et al., 2016), no

debe abandonarse el uso de un cuestionario de sueño en la práctica clínica, ya que refleja la percepción

subjetiva de los estados mentales y sentimientos sobre los que se proponen la mayoría de los

tratamientos del alcohol. Sin embargo, los cuestionarios de sueño deben emplearse e interpretarse con

precaución con los pacientes con EDA que presentan disfunción ejecutiva. Así pues, una evaluación

neuropsicológica de los déficits cognitivos relacionados con el alcohol es un paso crucial en el

tratamiento de los pacientes con EDA al principio de la abstinencia. En pacientes cognitivamente

incapaces de quejarse, los problemas de sueño se descuidarían en un contexto clínico y, por tanto,

quedarían sin tratar. Tal situación empeoraría las consecuencias clínicas relacionadas con el sueño en

la EDA, como el aumento de los trastornos del estado de ánimo (Zhabenko et al., 2012), deterioraría

su calidad de vida en general y probablemente desencadenaría una recaída (Brower, 2003), lo que

anularía el propósito de su tratamiento inicial.

6. AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a los miembros del personal de Cyceron MRI su ayuda con los pacientes y la

adquisición de exámenes de imagen, a Claire André, Nicolas Cabé y Angéline Maillard sus útiles

comentarios sobre el manuscrito. También queremos agradecer a todos los participantes su

implicación en este estudio.

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8. LEYENDAS DE LAS FIGURAS:

Figura 1: Prevalencia de quejas sobre el sueño en pacientes con HC, AUD y KS

La línea de puntos representa la puntuación de corte (5) del PSQI, que indica la presencia de una queja

de sueño. Para cada diagrama de caja, la mediana está representada por la línea en negrita. HC =

controles sanos; AUD

= pacientes con trastorno por consumo de alcohol sin síndrome de Korsakoff; KS = pacientes con

trastorno por consumo de alcohol con síndrome de Korsakoff. *:p<0,05 (pruebas de Tukey).

Figura 2: Rendimiento de la memoria ejecutiva y episódica en controles y pacientes según la

queja de sueño (A) y el diagnóstico (B)

Esta figura muestra las puntuaciones z ejecutivas (izquierda) y de memoria (derecha). * : diferencia

significativa en comparación con HC (p<.05); † : diferencia significativa en comparación con quejaAUD

(p<.05); ‡ : diferencia significativa en comparación con sin quejaAUD (p<.05). Pruebas de Tukey.

Figura 3: Anomalías cerebrales estructurales en pacientes con y sin trastornos del sueño en

comparación con los controles

A: Menores volúmenes de sustancia gris (izquierda) y alteración de la integridad de la sustancia blanca

(derecha) en no complaintAUD+KS en comparación con HC. B: Menores volúmenes de sustancia gris

(izquierda) y alteración de la integridad de la sustancia blanca (derecha) en complaintAUD+KS en comparación con


HC. Utilizamos un valor de corte de p<0,001 sin corregir (imágenes más grandes), pero también

mostramos los resultados utilizando un valor restrictivo de p<0,05 corregido para el error familiar

(imágenes más pequeñas) para resaltar las regiones más significativas. Para D) Sin resultados

significativos a p<0,05 FWE. Tamaño del conglomerado:

>60 vóxeles.

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Figura 4: Volumen de materia gris en controles y pacientes según la queja del sueño (A) y el

diagnóstico (B)

A: análisis vóxel por vóxel, p<0,001 sin corregir, k=60. B: ejemplo de regiones de interés extraídas del
Artículo aceptado
análisis anterior. * : diferencia significativa en comparación con HC (p<.05) ; † : diferencia

significativa en comparación con la quejaAUD (p<.05) . Pruebas de Tukey.

Figura 5: Integridad de la sustancia blanca en controles y pacientes según la queja del sueño (A)

y el diagnóstico (B)

A: análisis vóxel por vóxel, p<0,001 sin corregir, k=60. B: ejemplo de regiones de interés extraídas del

análisis anterior. *: diferencia significativa en comparación con HC (p<.05); †: diferencia significativa

en comparación con la quejaAUD (p<.05). Prueba de Tukey

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9 TABLAS

TABLA 1: DESCRIPCIÓN DEMOGRÁFICA Y CLÍNICA DE LOS CONTROLES SANOS ( C S ) , PACIENTES CON TRASTORNO POR CONSUMO DE ALCOHOL SIN
PACIENTES CON SÍNDROME DE KORSAKOFF (KS) Y TRASTORNO POR CONSUMO DE ALCOHOL (AUD)

HC AUD KS Comparaciones post-hoc


(N=20) (N=37) (N=17)
42.50±5.94 45.59±9.21 56.41±4.79
Edad (HC = AUD) > KS
[31;53] [32;65] [49;67]
Sexo. masculino 80% 70.3% 41.2% (HC = AUD) > KS
12.20±2.01 11.43±1.57 10.65±2.34
Educación (años de escolarización) HC = AUD ; HC > KS ; AUD = KS
[9 ;15] [9 ;15] [8 ;15]
26.53±6.73 24.23±4.61 23.77±5.45
IMC HC = AUD = KS
[19.53 ;48.88] [16.02 ;39.84] [15.94 ;35.42]
aceptado
3.25±3.47 13.11±7.64 7.05±6.33
Artículo

BDI (HC = KS) < AUD


[0 ;14] [2 ;28] [0 ;19]
26.05±6.68 32.32±35 35±13.99
STAI A HC = AUD = KS
[20 ;47] [20 ;61] [20 ;66]
32.80±7.59 44.22±12.47 38.67±10.03
STAI B HC < AUD ; HC = KS ; AUD = KS
[20 ;50] [28 ;72] [24 ;57]
2.7±1.92 28.92±6.22
AUDITORÍA NA HC < AUD
[0 ;6] [9 ;40]
15.30±4.06
Consumo de alcohol (años) / NA /
[7 ;32]
16.54±8.34
Consumo abusivo de alcohol (número de / NA /
[2 ;34]
años)
8.65±7.73
Dependencia del alcohol (número de años) / NA /
[0 ;34]
18.49±8.82
Consumo diario de alcohol (unidades )a / NA /
[0-39.4]
Número de desintoxicaciones previas / 2.64±2.21 NA /

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[0 ;11]
5.33±2.42
Puntuación máxima Cushman / NA /
[0 ;11]
10.5±3.99
Días de sobriedad antes de la inclusión / NA /
[4 ;21]
29.22±0.73 27.17±2.15 22.59±3.75
Mini examen del estado mental (MMSE) (/30) HC > AUD > KS
[28 ;30] [21 ;30] [12 ;27]
0±0.68 -1.14±1.66 -2.46±2.48
Funciones ejecutivas (puntuaciones z) HC > AUD > KS
[-1.57 ;1.10] [-5.98 ;0.67] [-8.6 ;0.48]
0±1 -0.97±1.57 -5.33±0.99
Memoria episódica (puntuaciones z) HC > AUD > KS
[-2.15;1.25] [-4.43;1.54] [-6.99;-3.57]
aceptado
Artículo

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TABLA 2: ESTADÍSTICA DESCRIPTIVA EN LOS DIFERENTES SUBGRUPOS SEGÚN LA QUEJA DEL SUEÑO

HC Sin denuncia Denuncia


No- QuejaAUD
No-DemandaAUD+KS Sin denunciaKS DenunciaAUD+KS DenunciaAUD DenunciaKS
n=20 n=11
n=25 n=13 n=29 n=26 n=3
42.50 ± 5.94 50.68 ± 9.55 42.73 ± 8.16 56.93 ± 4.66 47.55 ± 9.37 46.81 ± 9.51 54 ± 5.57
Edad (años)
[31-53] [34-67] [34-61] [49-67] [32-65] [32-65] [49-0]
Sexo. masculino 80% 60% 81.81% 42.85% 62.06% 65.38% 33.3%
12.20 ± 2.01 11.4 ± 2.08 11.78 ± 1.64 10.93 ± 2.33 11.00 ± 1.66 11.32 ±1 .56 9.33 ± 2.3
Estudios (años)
[9-15] [8-15] [9-14] [8-15] [8-15] [9-15] [8-12]
26.53 ± 6.73 24.16 ± 4.63 24.07 ± 2.7 23.89 ± 5.85 24.161 ± 5.09 24.30 ± 5.26 23.24 ± 6.73
IMC
[19.53-48.88] [15.94-35.42] [19.23-29.97] [15.94-35.42] [16.02-39.84] [16.02-39.84] [19.53-46.88]
3.25 ± 3.47 9.4 ± 8.11 14.73 ± 8.17 5.21 ± 5.22 12.75 ± 7.16 12.42 ± 7.46 15.67 ± 3.05
BDI
[0-14] [0-27] [4-27] [0-15] [2-28] [2-28] [13-19]
aceptado
26.05 ± 6.68 32 ± 11.99 33.09 ± 13.44 31 ± 11 33.96 ± 12.37 32.00 ± 10.71 51.00 ± 15.00
STAI A
[20-47] [20-59] [20-59] [20-55] [20-66] [20-61] [36-66]
Artículo

32.80 ± 7.59 39.65 ± 10.65 43.73 ± 11.31 35.92 ± 8.87 44.96 ± 12.64 44.42 ± 13.13 49.67 ± 6.65
STAI B
[20-50] [24-59] [28-59] [24-50] [28-72] [28-72] [44-57]
2.7 ± 1.92 26.64 ± 8.23 29.92±4.97
AUDITORÍA / / / /
[0-;6] [9-39] [16-40]
14.36 ± 2.61 15.69±4.53
Consumo de alcohol (años) / NA NA NA NA
[10-19] [7-32]
Consumo abusivo de alcohol 18.27 ± 7.65 15.81±8.65
/ NA NA NA NA
(número de años) [6-26] [2-34]
Alcohol 9.72 ± 7.79 8.16±7.82
/ NA NA NA NA
dependenci [2-26] [0-34]
a (número de años)
Consumo diario de alcohol 19.03 ± 8.69 18.23±9.07
/ NA NA NA NA
(unidades) [0-30] [2-39.40]
Número de 3.81 ± 3.21 2.15±1.43
/ NA NA NA NA
desintoxicacion [0-11] [0-6]
es previas
5.9±1.91 5.11±2.59
Puntuación máxima / NA NA NA NA
[3-9] [0-11]
Cushman
Días de sobriedad antes de la 13.55±4.15 9.16±3.15
/ NA NA NA NA
inclusión [7-21] [4-15]

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TABLA 3: PREVALENCIA, GRAVEDAD Y NATURALEZA DE LA QUEJA DEL SUEÑO EN EL PSQI EN CONTROLES SANOS ( HC), PACIENTES CON TRASTORNO POR
CONSUMO DE ALCOHOL SIN SÍNDROME DE KORSAKOFF (AUD) Y PACIENTES CON TRASTORNO POR CONSUMO DE ALCOHOL CON SÍNDROME DE KORSAKOFF
(KS).

HC AUD KS Estadísticasa Comparaciones post hocb


Puntuación total (0 a 21)
Prevalencia (PSQI >5) 0%70% (N=26) 17% (N=3) 2 Χ= 31,19 p<0, 0001AUD > KS =
HC
Gravedad 3 ± 1.21 8.32 ± 3.97 3.35 ± 2.80 F(2.68)=26.63 p<0. 0001AUD > KS =
[1-5] [0-17] [0-9] HC
Subcomponentes (0 a 3)
Calidad subjetiva del sueño 0.6 ± 0.5 1.35 ± 0.85 0.52 ± 0.51 F(2,68)=10,98 p<0, 0001HC = KS >
[0-1] [0-3] [0-1] AUD
Latencia del sueño 0.6 ± 0.68 1.32 ± 0.94 0.76 ± 1.03
aceptado
[0-2] [0-3] [0-3] F(2.68)=5.30 p=0.007 HC = KS ; HC <
Artículo

Duración del sueño 0.6 ± 0.82 1.21 ± 1.05 0.11 ± 0.33 AUD; AUD = KS
[0-3] [0-3] [0-1] F(2,68)=8,75p=0,0004HC = KS; HC =
Eficacia del sueño habitual 0.05 ± 0.22 0.70 ± 1.10 0.29 ± 0.58 AUD; KS > AUD
[0-1] [0-3] [0-2] F(2.68)=10.55 p<0.0001 HC= KS ; HC <
Alteraciones del sueño 0.85 ± 0.36 1.64 ± 0.78 0.76 ± 0.56 AUD; AUD= KS
[0-1] [0-3] [0-2] F(2,68)=13,48 p<0, 0001HC = KS >
AUD
Uso de 0.05 ± 0.22 0.97 ± 1.38 0.52 ± 1.17 F(2.68)=4.36 p=0.01 HC = KS ; HC <
medicamentos [0-1] [0-3] [0-3] AUD;AUD = KS
para dormir
Disfunción diurna 0.25 ± 0.44 1.10 ± 0.77 0.35 ± 0.78 F(2,68)=10,99 p<0, 0001HC = KS >
[0-1] [0-3] [0-3] AUD
Datos cuantitativos
Duración del sueño (min) 447±49.53 397.02±107.37 499.41±71.10 F(2,68)=7,57 p=0, 001HC = KS; HC =
[360-510] [180-660] [420-720] AUD; KS > AUD
Latencia del sueño (min) 14,75±9,38 26.27±25.88 22.5±15.76 F(2,68)=3,76 p=0, 03HC = AUD = KS
[5-30] [0-120] [7.5-60]
Eficacia del sueño (%) 94,61±5,33 84.24±16.58 90.67±7.59 F(2,68)=8,22 p=0,0006 HC = KS; HC >
[82,35-100] [36.36-100] [77.77-100] AUD;AUD = KS

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LEYENDAS DE LA MESA

Tabla 1: Descripción demográfica y clínica de los controles sanos (HC), pacientes con trastorno
por consumo de alcohol sin síndrome de Korsakoff (AUD) y pacientes con trastorno por
consumo de alcohol con síndrome de Korsakoff (KS).
Artículo aceptado
Se indican la media ± desviación estándar y el intervalo [mínimo; máximo]. IMC= Índice de Masa
Corporal; BDI = Inventario de Depresión de Beck; STAI = Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo;
AUDIT = Prueba de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol. NA: no disponible ;a : una
unidad de alcohol = 10g de etanol puro

Tabla 2: Estadística descriptiva en los diferentes subgrupos según la queja del sueño

Se indican la media ± desviación estándar y el intervalo [mínimo; máximo]. IMC= Índice de Masa
Corporal; BDI = Inventario de Depresión de Beck; STAI = Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo;
AUDIT = Prueba de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol. NA: no disponible ;a : una
unidad de alcohol = 10g de etanol puro

Tabla 3: Prevalencia, gravedad y naturaleza de la queja del sueño en el PSQI en controles sanos
(HC), pacientes con trastorno por consumo de alcohol sin síndrome de Korsakoff (AUD) y
pacientes con trastorno por consumo de alcohol con síndrome de Korsakoff (KS).

La prevalencia de las quejas relacionadas con el sueño correspondió a la proporción de participantes


de cada grupo (HC, AUD, KS) con una puntuación total del PSQI > 5, que es una puntuación de corte
validada que indica una mala calidad del sueño. La gravedad de las quejas relacionadas con el sueño
correspondió a la puntuación total media del PSQI para cada grupo (HC, AUD, KS), que es la suma
de los siete subcomponentes del PSQI, que van de 0 (ninguna queja relacionada con el sueño) a 21
(trastornos importantes del sueño). La puntuación de cada subcomponente del PSQI osciló entre 0
(bueno) y 3 (malo). En el caso de las variables continuas del PSQI, la corta duración del sueño y la
baja eficiencia del sueño se corresponden con puntuaciones más altas de los componentes.a : Los datos
se analizaron mediante ANCOVAs ajustados por edad, sexo e índice de masa corporal (IMC), excepto
en el caso de la frecuencia de quejas sobre el sueño, para la que se utilizó una prueba de Chi².b : Las
comparaciones entre grupos se realizaron con pruebas de Tukey corregidas para tamaños de muestra
desiguales. Se indican la media ± desviación estándar y el intervalo [mínimo-máximo].

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