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TEORÍA ATÓMICA Y ENLACES ATÓMICOS

La teoría atómica es un conjunto de ideas que explican la naturaleza y el


comportamiento de la materia en términos de átomos y sus interacciones.
Proporciona un marco conceptual para comprender la estructura interna de los
átomos, sus propiedades y cómo se combinan para formar compuestos químicos.
Es decir, la teoría atómica proporciona el marco conceptual para comprender la
naturaleza de los átomos y cómo interactúan entre sí para formar compuestos.
Algunos de los principales científicos que contribuyeron al desarrollo de la teoría
atómica incluyen a Demócrito, John Dalton, J.J. Thomson, Ernest Rutherford, Niels
Bohr y Erwin Schrödinger, entre otros.
Por su parte, los enlaces atómicos son las fuerzas que mantienen unidos a los
átomos dentro de un sólido cristalino. Estos enlaces pueden ser de diferentes tipos,
como enlaces covalentes, enlaces iónicos o enlaces metálicos, y dependen de la
naturaleza y las propiedades de los átomos involucrados. La base de la formación
de los enlaces atómicos es completar el último nivel de electrones de los átomos
que se unen de manera que cada átomo adquiera la configuración estable de gas
noble (regla del octeto o dueto, en el caso del hidrógeno).
Enlace metálico: Une metales y elementos de transición por compartición de
electrones entre muchos átomos, creando una nube de electrones que es
compartida por todos los núcleos de los átomos que ceden electrones al conjunto.
Enlace iónico: une átomos o grupos de átomos cargados eléctricamente (iones)
mediante la atracción electrostática. Los átomos involucrados donan o reciben
electrones, comportándose como electropositivos y electronegativos,
respectivamente.
Enlace covalente: Une dos átomos de electronegatividades similares, generalmente
no metálicos, mediante compartición de uno, dos o tres pares de electrones. En el
denominado enlace covalente coordinado, el átomo de un elemento aporta el par
de electrones a compartir con el otro átomo que posee orbitales vacíos. Si existe
diferencia de electronegatividades entre los elementos que forman enlaces
covalentes, los electrones se comparten desigualmente, generándose densidades
de cargas opuestas en los extremos de la molécula (polaridad) y la molécula pasa
a constituir un dipolo.
Enlaces intermoleculares: Unen moléculas que poseen enlaces covalentes,
permitiéndoles aparecer en estado líquido o sólido, o solubles en otras sustancias.
Son de tres tipos: uniones ióndipolo, enlaces de hidrógeno y fuerzas de van der
Waals.

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➢ La estructura de los átomos:
El átomo está formado principalmente por tres partículas subatómicas:
electrones, protones y neutrones. Los protones y los neutrones se ubican en el
núcleo del átomo, y los electrones giran en
torno a este. Cada partícula subatómica
presenta una particularidad sobre su carga:

▪ Protón – Carga positiva (+)


▪ Electrón – Carga negativa (-)
▪ Neutrón – Carga Neutra (0)

El núcleo atómico puede verse alterado por procesos muy energéticos en


comparación con las reacciones químicas. Los núcleos inestables sufren
desintegraciones que pueden cambiar su número de protones y neutrones
emitiendo radiación. Un núcleo pesado puede fisionarse en otros más ligeros en
una reacción nuclear o espontáneamente. Mediante una cantidad suficiente de
energía, dos o más núcleos pueden fusionarse en otro más pesado.

➢ Número atómico y masa atómica


Los átomos de un mismo elemento tienen el mismo número de protones, que se
denomina número atómico y se representa por Z. Los átomos de un elemento
dado pueden tener distinto número de neutrones, en este caso se dice que son
isótopos. Ambos números conjuntamente determinan el nucleido.
Por otro lado, el número másico (A), corresponde a la suma de protones y
neutrones presentes en el núcleo del átomo. La masa atómica también es la
masa en gramos de NA átomos, dónde NA es el número de Avogradro.
NA = 6.023𝑥1023 á𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠/𝑚𝑜𝑙

𝐴 = 𝑍 + 𝑛𝑒𝑢𝑡𝑟𝑜𝑛𝑒𝑠

➢ Estructura electrónica de los átomos


La configuración electrónica en la corteza de un átomo es la distribución de sus
electrones en los distintos niveles y orbitales. Los electrones se van situando en
los diferentes niveles y subniveles por orden de energía creciente hasta
completarlos. Por ejemplo, la configuración electrónica del litio, 1s²2s¹, nos dice
que el litio tiene dos electrones en la subcapa 1s y un electrón en la subcapa 2s.

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¿Qué es la valencia de un átomo?
La valencia de un elemento es el número de electrones que necesita o que le
sobra para tener completo su último nivel. La valencia de los gases nobles, por
tanto, será cero, ya que tienen completo el último nivel. Según una definición
moderna, la valencia es el número máximo de átomos univalentes (originalmente
átomos de hidrógeno o de cloro) que pueden combinarse con un átomo del
elemento considerado, o con un fragmento, o por el que puede sustituirse un
átomo de este elemento.

El átomo de hidrógeno
El hidrógeno es el primer elemento de la tabla periódica. Es el elemento químico
más ligero que existe, su átomo está formado por un protón y un electrón y es
estable en forma de molécula diatómica (H2). En condiciones normales se
encuentra en estado gaseoso, y es insípido, incoloro e inodoro

Número cuántico de los electrones atómicos


Un número cuántico es un valor numérico que describe ciertas propiedades
específicas de los electrones en un átomo. Surgen de las soluciones de la
ecuación de Schrödinger en mecánica cuántica, que describe el comportamiento
de los electrones en el átomo. Estos números cuánticos describen la distribución
espacial, la orientación y las propiedades de espín de los electrones en un átomo.
Los cuatro números cuánticos principales son:

Número cuántico principal (n): Indica el nivel de energía del electrón y el tamaño
del orbital. Los valores de n son enteros positivos y determinan la distancia
promedio del electrón al núcleo. A mayor valor de n, mayor es la distancia
promedio del electrón al núcleo y mayor es su energía.

Número cuántico secundario o azimutal (l): Está relacionado con la forma del
orbital y su momento angular. Los valores de l van
desde 0 hasta n - 1. Por lo tanto, si n = 1, l solo
puede ser 0. Si n = 2, l puede ser 0 o 1, y así
sucesivamente.

Número cuántico magnético (mI): Este número


cuántico especifica la orientación espacial
específica del orbital dentro de un subnivel.

Número cuántico de espín (mS): Este número cuántico describe la orientación del
espín del electrón. Solo hay dos posibles valores: +1/2 y -1/2. El espín está
asociado con la propiedad magnética intrínseca de un electrón.

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Tamaño atómico
El tamaño atómico o radio atómico es una propiedad periódica de los elementos,
que es la mitad de la distancia entre los núcleos de dos átomos iguales. El radio
atómico es una propiedad importante que afecta muchas otras propiedades
químicas, como la reactividad química, la capacidad de formación de enlaces
químicos y la conductividad eléctrica. Es importante recordar que el radio atómico
es una medida general y que puede haber variaciones en función del contexto y
de los métodos utilizados para medirlo.

➢ Estructura atómica y reactividad química


La reactividad química se refiere a la capacidad de un átomo o molécula para
participar en reacciones químicas y formar nuevos compuestos. Algunos
ejemplos de esto son:

▪ Los gases nobles, también conocidos como gases inertes, son un grupo de
elementos químicos que incluyen helio (He), neón (Ne), argón (Ar), kriptón
(Kr), xenón (Xe) y radón (Rn). Estos elementos son conocidos por su
estabilidad y baja reactividad química en condiciones normales. Esto se
debe a que tienen una configuración electrónica completa en su capa de
valencia, lo que los hace muy poco propensos a ganar, perder o compartir
electrones con otros átomos para formar enlaces químicos.

Sin embargo, aunque los gases nobles son generalmente inertes, no son
completamente inertes en todas las circunstancias y pueden participar en
ciertas reacciones químicas bajo condiciones extremas o en presencia de
condiciones especiales. Algunos ejemplos de reacciones en las que los
gases nobles pueden participar incluyen reacciones de complejación,
reacción con radicales libres, reacciones con fluoruros y reacciones en
estado excitado.

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▪ Los elementos electropositivos son aquellos que tienden a perder
electrones con facilidad durante las reacciones químicas, lo que resulta en
la formación de iones positivos (cationes). Estos elementos se encuentran
generalmente en los grupos 1 y 2 de la tabla periódica, conocidos como los
metales alcalinos y alcalinotérreos, respectivamente. Ejemplos de
elementos electropositivos incluyen litio, sodio, potasio, calcio, etc.

Por otro lado, los elementos electronegativos son aquellos que tienen una
alta afinidad por los electrones, lo que significa que tienden a ganar
electrones durante las reacciones químicas, formando iones negativos
(aniones) o compartiendo electrones de manera desigual en enlaces
covalentes. Estos elementos se encuentran generalmente en los grupos 16
y 17 de la tabla periódica, conocidos como los calcógenos y halógenos,
respectivamente, así como en el grupo 15, especialmente el nitrógeno.
Ejemplos de elementos electronegativos incluyen flúor, oxígeno, cloro,
azufre, etc.

▪ La electronegatividad es una medida cuantitativa de la tendencia de un


átomo a atraer electrones hacia sí mismo cuando forma un enlace químico.
Los elementos con electronegatividades más altas tienden a ser más
electronegativos y, por lo tanto, tienen una mayor capacidad para atraer
electrones. Los elementos más electronegativos se encuentran en la
esquina superior derecha de la tabla periódica, mientras que los menos
electronegativos se encuentran en la esquina inferior izquierda.

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➢ Tipos de enlaces atómicos y enlaces moleculares
▪ Enlaces atómicos primarios: Los enlaces fuertes o primarios se establecen
cuando los átomos transfieren o comparten electrones, llenando
completamente sus niveles externos, estos enlaces son: Metálico, Iónico y
Covalente.

▪ Enlaces secundarios y moleculares: Los enlaces secundarios son enlaces


débiles que se forman como resultado de la atracción de cargas, pero sin
transferir o compartir electrones. Como los enlaces de Van der Walls y los
puentes de Hidrógeno. Hay tres clases de interacciones de Van der Walls:
fuerzas de London (entre dos dipolos inducidos), de Keesom (entre dipolos
permanentes - Puentes de H) y de Debye (un dipolo inducido con uno
permanente). Por su parte, los moleculares pueden referirse a los enlaces
covalentes que se forman entre átomos para crear moléculas. Los enlaces
covalentes implican la compartición de electrones entre átomos para
alcanzar una configuración electrónica más estable. Son esenciales en la
formación de moléculas y determinan muchas de sus propiedades físicas y
químicas.

▪ Enlace iónico: El enlace iónico es un tipo de enlace químico que se forma


entre átomos que tienen una gran diferencia en su electronegatividad, lo que
significa que uno de los átomos tiene una atracción mucho mayor por los
electrones que el otro. En este tipo de enlace, un átomo dona uno o más
electrones a otro átomo, lo que resulta en la formación de iones con cargas
opuestas que se atraen mutuamente, creando una estructura cristalina
sólida. Los dos átomos han adquirido una carga eléctrica adicional y se
comportan como iones. El átomo que aporta electrones queda con una carga
positiva y se llama Catión. El átomo receptor se llama Anión.

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▪ Enlace covalente: Se forman compartiendo los electrones de valencia entre
dos o más átomos. Estos enlaces tienen una relación direccional específica
entre sí, según el ángulo formado entre ellos al configurar estructuras
cristalinas de un material.

▪ Enlace metálico: Los elementos metálicos


transfieren sus electrones de valencia para
formar una nube de electrones que rodea a los
átomos. La eficiencia del enlace se determina
a través de los números de coordinación, los
cuales determinan el número de átomos en
contacto directo que tiene cada uno en su
estructura cristalina.

▪ Enlace mixto: En algunos materiales, el enlace entre sus átomos es una


mezcla de dos o más tipos de enlaces. Los compuestos formados por dos o
más metales, llamados compuestos inter metálicos, se pueden unir con
enlaces metálicos y iónicos, aprovechando la diferencia de
electronegatividades entre los elementos. Por ejemplo, en algunos
materiales sólidos, especialmente en ciertos polímeros o compuestos
orgánicos complejos, pueden encontrarse enlaces covalentes, enlaces de
hidrógeno y posiblemente incluso enlaces de tipo iónico o metálico, todos en
la misma estructura. Esta diversidad de enlaces puede influir en las
propiedades físicas y químicas del material

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