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Tema: La cúpula de Brunelleschi

Apellidos y nombres: Condo Pumalloclla


Rodrigo

Profesor: Presentación
En el siguiente trabajo se ha
Arq. Julio
Paredes realizado una observación del
duomo de Brunelleschi.
García

2019

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Agradecimiento
A Dios, mis padres que me apoyan y
a los maestros.

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Contenido
Presentación......................................................................................................................................2
Agradecimiento..................................................................................................................................3
La cúpula de Brunelleschi..................................................................................................................5
Historia a opinión de National Geographic........................................................................................8

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La cúpula de Brunelleschi
Esta maravilladle la ingeniería y la arquitectura, es fascinante cuando uno piensa de ello, pero,
cuando se observa y conoce como se logró hacerlo, queda asombrado.

Entonces, ¿Cómo pudo un orfebre, célebre por su mal carácter y sin formación académica como
arquitecto, construir una de las joyas más bellas del Renacimiento italiano?

Esa problemática, se ha resuelto a la opinión de national geographic, lo cual comenta su origen y


su idea del arquitecto.

Inicio el proyecto en el año 1296, en la catedral de Florencia, ubicada en Italia. Esta estructura es
de estilo gótico. Un hecho interesante es que el estilo gótico para esa época ya estaba obsoleto.

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Su estructura estaba ya acabada en el año 1436, sus suaves curvas y su ingeniería lo convirtió, en
lo ya mencionado antes, en una maravilla de ingenio humano.

En dato interesante, es que Brunelleschi diseño dos cupulas, lo cual no son consideradas como
maestría pictórica. Por dentro, el artista Vasari, pinto el juicio final y es considerado como como
una de las mejores pinturas de interiores del mundo.

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En la punta de la cúpula se coloco una esfera de cobre dorado original, pero un rayo lo destruyo en
el año 1600. Hoy en día cuenta con un sistema de pararrayos.

En la calle de la ciudad de Arno incluido este tramo de la céntrica Vía dei Servi, algunos creen que
la cúpula monta guardia, lo consideran como un espíritu protector.

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Historia a opinión de National Geographic
En 1418, las autoridades de Florencia, tenían una problemática en su catedral, ya que poseía un
hueco en la parte superior y durante años habían obviado ese problema.

Año tras año, las lluvias de invierno y los rayos de sol en verano, caían en sobre el alta mayor de
Santa María de Fiore.

Luego de su inicio de construcción, años mas tarde se decidió el remate del edificio. Habían
decidido hacer una cúpula más grande del mundo, lo cual seria “la más útil y hermosa, la más
poderosa y honorable”.

Así pues, en el año 1418 las autoridades convocaron a un concurso para dar al diseño final de la
cúpula, ofreciendo un premio de 200 florines.

Pasaban los años y no podían resolver el problema de la cúpula de mas de 50 metros de diámetro,
sobre todo porque lo edificaron con 55 metros de altura sobre los muros ya existentes.

Los mejores arquitectos de Arno fueron a presentar sus ideas. Estaban llenos de temor por sus
ideas sobre la cúpula te tanto secretismo y orgullo cívico, convirtiéndola en una parábola del
ingenio florentino y en un mito fundacional del Renacimiento italiano.

En las primeras crónicas escritas, los perdedores salieron particularmente mal parados. Se dijo que
uno de los arquitectos aspirantes había propuesto sostener la cúpula con una enorme columna
levantada en el centro de la catedral. Otro sugirió construirla con «piedra esponja» (tal
vez spugna, un tipo de roca volcánica muy porosa) para reducir su peso. Y aún hubo quien propuso
utilizar como andamiaje una montaña de tierra mezclada con monedas, para que los
menesterosos la retiraran gratuitamente una vez finalizada la construcción.

Lo que sí sabe con certeza es que otro candidato, un orfebre poco agraciado, bajito y de mal
carácter llamado Filippo Brunelleschi, prometió construir no una cúpula sino dos, una paralela a la
otra y conectadas entre sí, sin levantar complicados y costosos andamios. Pero se negó a revelar
los detalles de su proyecto, por temor a que algún competidor le robara la idea. Su obstinación
desembocó en una serie de discusiones a gritos con las autoridades municipales encargadas de
supervisar la obra, quienes en dos ocasiones ordenaron a las fuerzas del orden que lo expulsaran
de la asamblea, acusándolo de ser «un bufón y un bocazas».

Aun así, el misterioso diseño de Brunelleschi llamó su atención, quizá porque ya intuían que aquel
bufón y bocazas era un genio. De joven, durante su aprendizaje del oficio de orfebre, se instruyó
en las artes del dibujo y la pintura, la talla de madera, la escultura con oro y plata, la talla de
piedras preciosas, el nielado y el esmalte. Posteriormente estudió óptica y realizó interminables
experimentos con ruedas, engranajes, pesos y piezas en movimiento, y fabricó una serie de
ingeniosos relojes, entre ellos uno de los primeros despertadores de la historia. Aplicando sus
conocimientos teóricos y mecánicos a la observación del mundo natural, definió los principios de
la perspectiva lineal. Cuando se presentó al concurso, acababa de regresar de Roma, donde había
pasado años haciendo mediciones y dibujando los monumentos antiguos y anotando, en escritura
cifrada, sus secretos arquitectónicos. En realidad, la vida de Brunelleschi parece haber sido un

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largo aprendizaje encaminado a construir una cúpula de belleza sin igual, tan útil, poderosa y
honorable como quería Florencia.

Entonces 1420, las autoridades responsables de la supervisión de la catedral acordaron nombrar a


Filippo Brunelleschi, director del proyecto de la cúpula.

La cúpula de Brunelleschi se yergue todavía hoy sobre el mar de tejas rojas que cubren los tejados
de Florencia, vestida también con el color rojo del barro cocido, con las armoniosas proporciones
de una diosa griega. Es colosal, pero a la vez ligera y tenue, como si los nervios de mármol blanco
que ascienden hasta el ápice fuesen las cuerdas que mantienen sujeto a la tierra un enorme
dirigible. De alguna manera Brunelleschi supo expresar con la piedra el espíritu de libertad, y
caracterizó para siempre el horizonte de Florencia con una representación del espíritu humano
que ansía elevarse a las alturas.

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