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CIUDADANO:

JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE MEDIACIÓN, SUSTANCIACIÓN Y


EJECUCIÓN DE PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE
LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS Y NACIONAL DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL
SU DESPACHO. -

Nosotros, XXXXXXXXXXXXXXXXXX y XXXXXXXXXXXXXXX, venezolana,


mayor de edad, de este domicilio y titular de la cédula de identidad Nº V- 0000000 y V-
000000000, con correos electrónicos xxxxxxx@gmail.com y xxxxxxx@gmail.com, con
números WhatsApp 0424-000.00.00 y 0424-000.00.00, actuando en representación de
los derechos e intereses de nuestra hija, la niña ANABELLA SOFÍA DA SILVA
CABEZAS, quien nació en fecha veinticuatro (24) de enero de 2012, y cuenta
actualmente con siete (07) años de edad, según consta en Acta de Nacimiento Nº 229, de
fecha 01 de febrero de 2012, emanada de la Oficina Subalterna de Registro Civil de la
Parroquia San Bernardino, Municipio Libertador del Distrito Capital, cuya copia simple
acompaño marcada con las letra “A”; debidamente asistida en este acto por la abogada
en ejercicio XXXXXXXXXXXXX venezolana, mayor de edad, abogada en ejercicio, de
este domicilio e inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado
(INPREABOGADO), bajo el número XXXXXXXX, con correo electrónico
xxxxxxx@gmail.com, y número WhatsApp 0424-000.00.00, comparecemos ante este
Distinguido Tribunal, a los fines de exponer lo que a continuación se transcribe:

CAPÍTULO I
DE LOS HECHOS

Es el caso ciudadano (a) Juez, que de la unión que mantuvimos procreamos una niña
que lleva por nombre ANABELLA SOFÍA DA SILVA CABEZAS, quien nació en
fecha veinticuatro (24) de enero de 2012, y cuenta actualmente con siete (07) años de
edad, según consta en Acta de Nacimiento Nº 229, de fecha 01 de febrero de 2012,
emanada de la Oficina Subalterna de Registro Civil de la Parroquia San Bernardino,
Municipio Libertador del Distrito Capital, cuya copia simple acompañamos marcada con
la letra “A”.

Ahora bien, ciudadano (a) Juez (a), es el caso que el ciudadano FRANCISCO JAVIER
DA SILVA SERRANO, venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad
Nº V- 14.388.614, progenitor de la niña, constantemente realiza viajes al exterior del
país, hecho que le impide estar presente temporalmente en los actos de su hija, lo cual le
imposibilita, materialmente, que pueda otorgar su consentimiento cada vez que se
necesite algún trámite o documento relacionado con su hija, la niña ANABELLA
SOFÍA DA SILVA CABEZAS. En efecto, no podrá representarla ante autoridades
públicas y privadas, mucho menos tramitar autorizaciones de ninguna índole, por lo que
es nuestra voluntad y así lo manifestamos expresamente, que la progenitora, ciudadana
ANA SOFÍA CABEZAS BRITO, venezolana, mayor de edad, de este domicilio y
titular de la cédula de identidad Nº V- 19.434.541, pueda realizar libremente, sin la
autorización del padre no presente, todos los actos propios de las potestades parentales,
siendo necesario suspender el ejercicio de la patria potestad, para que la madre pueda
representar a la niña en todos los actos civiles hasta que alcance la mayoría de edad.

Cabe señalar, Ciudadano Juez, que en el presente caso ambos padres estamos de acuerdo
con la presente solicitud, de que la madre ejerza unilateralmente la patria potestad a
favor de nuestra hija, y al no existir contención, solicitamos la homologación del
presente acuerdo, por el cual la ciudadana ANA SOFÍA CABEZAS BRITO,
venezolana, mayor de edad, de este domicilio y titular de la cédula de identidad Nº V-
19.434.541, ejercerá de manera unilateral y eficaz la patria potestad sobre su hija, la niña
ANABELLA SOFÍA DA SILVA CABEZAS, sin que ello afecte la titularidad sobre la
misma de su progenitor, ciudadano FRANCISCO JAVIER DA SILVA SERRANO,
venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad Nº V- 14.388.614, por
cuanto éste no estará presente para ejercer a cabalidad el ejercicio de dicha institución
familiar, y en aras de garantizarle a nuestra hija el disfrute pleno de sus derechos.
Por otra parte, ciudadano (a) Juez, resulta impretermitible señalar, que la falta de
contacto permanente del padre de la niña con ésta, implica a su vez, la imposibilidad de
cumplir con los deberes que le impone una de las Instituciones Familiares más
relevantes que establece la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, como lo es, la Patria Potestad, que sólo puede ser ejercida por la madre y
el padre, y que en su contenido resalta la Responsabilidad de Crianza, que viene definida
como el deber y derecho compartido e irrenunciable que tiene tanto la madre como el
padre de amar, criar, mantener, asistir, formar custodiar y vigilar entre otros, a sus hijos
o hijas; pues queda evidenciado que el progenitor al no estar presente en la vida de su
hija, no puede ejercer esta figura de manera eficaz y eficiente, tal como lo exige el
contenido de los artículos 347, 348, 358 y 359 de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes.
En razón de los argumentos anteriormente expuestos, rogamos a su distinguida
autoridad, se sirva expedir autorización judicial suficiente para que la ciudadana ANA
SOFÍA CABEZAS BRITO pueda asumir el ejercicio unilateral de la patria potestad
sobre nuestra hija, en aras de salvaguardar su interés superior; todo ello a los fines de
poder realizar sin autorización del padre, los trámites que sean necesarios para su
desarrollo, crecimiento, recreación y procura existencial, tales como, la realización de
trámites y obtención de documentos de identidad, salud, educación, recreación (viajar
fuera del país), entre otros; de conformidad con la Ley Especial que rige la materia y la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
CAPITULO II
DEL DERECHO

Fundamento la presente solicitud, en el contenido de los artículos 7, 8, 28, 30, 32, 32-A,
39, 63, 177 parágrafo 2), 347, 348, 349, 351, 358, 359, y 518 de la Ley Orgánica para
la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en concordancia con lo establecido en el
artículo 262 del Código Civil Venezolano Vigente y los artículos 2, 26, 56 y 76 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como el criterio sostenido
recientemente, por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (Sentencia
Nro. 284, de fecha 30 de abril de 2014, expediente Nro. 13-0332), en la que se efectúa la
interpretación que debe dársele al precepto legal del artículo 262 antes señalado.
Algunas de las normas anteriormente citadas, me permito transcribir a continuación:

- Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes:

Artículo 7. Prioridad Absoluta. El estado, las familias y la


sociedad deben asegurar, con prioridad absoluta, todos los
derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes. La
prioridad absoluta es imperativa para todos y comprende:
a) Especial preferencia y atención de los niños, niñas y adolescentes
en la formulación y ejecución de todas las políticas públicas.
b) Asignación privilegiada y preferente, en el presupuesto, de los
recursos públicos para las áreas relacionadas con los derechos y
garantías de los niños, niñas y adolescentes y para las políticas y
programas de protección integral de niños, niñas y adolescentes.
c) Precedencia de los niños, niñas y adolescentes en el acceso y la
atención a los servicios públicos.
d) Primacía de los niños, niñas y adolescentes en la protección y
socorro en cualquier circunstancia.

Artículo 8. Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes. El


Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes es un principio de
interpretación y aplicación de esta Ley, el cual es de obligatorio
cumplimiento en la toma de todas las decisiones concernientes a
los niños, niñas y adolescentes. Este principio está dirigido a
asegurar el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes,
así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Parágrafo Primero. Para determinar el interés superior de niños,
niñas y adolescentes en una situación concreta se debe apreciar:
a) La opinión de los niños, niñas y adolescentes.
b) La necesidad de equilibrio entre los derechos y garantías de los
niños, niñas y adolescentes y sus deberes.
c) La necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y
los derechos y garantías del niño, niña o adolescente.
d) La necesidad de equilibrio entre los derechos de las demás
personas y los derechos y garantías del niño, niña o adolescente.
e) La condición específica de los niños, niñas y adolescentes como
personas en desarrollo.
Parágrafo Segundo. En aplicación del Interés Superior de Niños,
Niñas y Adolescentes, cuando exista conflicto entre los derechos e
intereses de los niños, niñas y adolescentes frente a otros derechos
e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.”
- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:

Artículo 2: “Venezuela se constituye en un Estado democrático y


social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida,
la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia,
la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.
Artículo 26. “Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos
de administración de justicia para hacer valer sus derechos e
intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los
mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial,
idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable,
equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles”.
Artículo 56. “Toda persona tiene derecho a un nombre propio, al
apellido del padre y al de la madre, y a conocer la identidad de los
mismos. El Estado garantizará el derecho a investigar la
maternidad y la paternidad.
Toda persona tiene derecho a ser inscrita gratuitamente en el
registro civil después de su nacimiento y a obtener documentos
públicos que comprueben su identidad biológica, de conformidad
con la ley. Éstos no contendrán mención alguna que califique la
filiación.”

- Código Civil Venezolano Vigente:

Artículo 262 del Código Civil “En caso de muerte del padre o de
la madre que ejerza la patria potestad, si se hallare alguno de ellos
sometido a tutela de entredicho, de haber sido declarado ausente,
de no estar presente o cuando por cualquier motivo se encuentre
impedido para cumplir con ella, el otro progenitor asumirá o
continuará ejerciendo solo la patria potestad…”.(Resaltado
Nuestro).

Por otra parte, resulta pertinente invocar un extracto del reciente criterio alcanzado por
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (Sentencia Nro. 284, de fecha
30 de abril de 2014, expediente Nro. 13-0332), en la que se efectúa la interpretación
que ha de dársele al precepto legal del artículo 262 antes transcrito:
“Advierte la Sala, en este sentido, que como quiera que con el
dispositivo legal que comentamos, no se pretende desconocer de
manera definitiva ni cuestionar la patria potestad, ni privar al no
presente o a la persona imposibilitada de ejercerla, y habida
consideración de que el Legislador no señaló expresamente un
procedimiento para su tramitación, el que se siga no debe ser
complejo, ni puede tener contención, amén de que bajo ningún
concepto puede una resolución judicial dictada con base en este
artículo crear cosa juzgada material.
En este sentido advierte la Sala que, en ausencia de una
reglamentación legal para su tramitación, su propia naturaleza
exige un trámite dinámico y expedito, pues, vista su utilidad práctica
y sus limitaciones, no puede pretenderse que el mismo se tramite a
través del mismo procedimiento que se emplea para los juicios
ordinarios de privación de patria potestad, en vista de la necesidad
inminente que eventualmente planteará el o la solicitante, cuyas
circunstancias no permiten una demora. Es decir que, lo correcto
con la finalidad perseguida por el dispositivo es recurrir para su
trámite a los procedimientos no contenciosos o de jurisdicción
voluntaria.
…omissis…
En este mismo sentido, una autorización de este tipo, fundamentada
en el tantas veces aludido artículo 262 del Código Civil, al gozar de
las mismas características de todos los procedimientos de
jurisdicción voluntaria o graciosa deben presumirse de buena fe “…
hasta prueba en contrario, los terceros adquirientes de derechos que
hayan sido objeto de la declaración judicial” (artículo 898
eiusdem). Del mismo modo, la resolución que se dicta no es oponible
a terceros, pues como se dijo no crea cosa juzgada.
…omissis…
Adviértase entonces que para que un progenitor pueda considerarse
no presente ninguna duda debe existir acerca de su existencia; en
tanto que para que opere el último de los supuestos que se analiza
de la norma, esto es, “cuando por cualquier motivo se encuentre
impedido para cumplir con ella”, es menester que surja cualquier
motivo (de salud, por ejemplo, como se expuso) que habilite al otro
a ejercer la patria potestad de manera exclusiva sin que se trate de
su extinción o de la muerte del sujeto que no puede ejercer el
instituto.
Ahora bien, este tipo de solicitudes que se realizan con fundamento
en la referida norma del Código Civil, que autoriza a un progenitor
a ejercer unilateralmente la patria potestad, que tal como se
estableció, no fue derogada por la Ley que rige la materia de
protección de niños, niñas y adolescentes, es decir, a asumir
exclusivamente los atributos que ella comprende, exceptúa el
régimen normal, tradicional y deseable de ejercicio conjunto de la
patria potestad, fundado en razones extraordinarias y
excepcionales, cabe preguntarse, cuál podría ser el interés jurídico
o la utilidad práctica de obtener un reconocimiento judicial de este
tipo, basado en esta norma. A esta interrogante la Sala concluye que
no es otro que se habilite al progenitor que realiza tal solicitud, para
que prescindiendo del consentimiento del otro o sin su autorización,
pueda realizar libremente actos que incumben e interesan a ambos
padres; que exceden la simple administración de los bienes de él o
los menores de edad, para los cuales normalmente se requiere de la
autorización de ambos padres; realizar alguna enajenación de algún
bien del infante; solicitar la tramitación de documentos importantes
(como el pasaporte); realizar viajes al exterior; cambiar la
residencia del menor de edad al extranjero; en fin, cualesquier
gestión para la que normalmente se requiere de la autorización de
ambos y acerca de las cuales los entes públicos o privados, son muy
celosos al solicitar el acuerdo y la manifestación conjunta de
voluntad de los padres para los trámites de que se trate.
…omissis…
Por otra parte, este mecanismo en modo alguno autoriza a que se
evada un juicio de privación de patria potestad, que impone un
trámite más largo, pues se tergiversaría la utilidad práctica del
instituto y lo desnaturalizaría, de tal manera que el Juzgador o
Juzgadora debe ser cauteloso para circunscribir ese tipo de
autorizaciones de ejercicio unilateral de la patria potestad a casos
específicos, documentados y urgentes que no entorpezcan el régimen
legal tradicional, pero que garantice al mismo tiempo su efectividad.
(Con sentencia impuesta al padre, existe probabilidad de que vaya
todavía a un juicio??
…omissis…
Si bien ello es cierto, debe advertir la Sala que no es concebible
limitar el alcance y las bondades que ofrece el aludido mecanismo
legislativo, ni hacer más complicada su tramitación, para aquellas
personas que de buena fe desean hacer uso de la analizada norma.
…omissis…
En efecto, considera esta Sala que no obstante esa anhelada
protección al ejercicio de la patria potestad como una expresión del
derecho de ambos padres de interactuar con sus hijos y el deber del
Estado proveer de mecanismos óptimos para honrar y fortalecer
las relaciones parentales, dignificadas en el Texto Constitucional,
no escapa a la Sala una lamentable realidad y es que, en
ocasiones, la paternidad o maternidad irresponsables obligan al
otro progenitor a asumir la difícil jefatura de conducir y educar a
sus hijos o hijas, sin la presencia y cooperación del otro progenitor,
siendo el caso que para determinadas decisiones importantes de la
vida del niño, niña o adolescente, el padre o madre que posee la
custodia individual de éstos se encuentra en una situación de
minusvalía si no cuenta con la aprobación del otro a quien la
patria potestad le incumbe para asumir compromisos inmediatos,
optar a programas, realizar trámites, en fin, para decidir acerca de
aspectos importantes para cuya validez se requiere la intervención
y aquiescencia del otro…” (Negrillas nuestras).
IV
PETITORIO
Por todo lo anteriormente expuesto, así como de conformidad con las normas antes
transcritas e invocadas, solicitamos se HOMOLOGUE el presente acuerdo y se proceda
judicialmente a otorgar a la ciudadana ANA SOFÍA CABEZAS BRITO, venezolana,
mayor de edad, de este domicilio y titular de la cédula de identidad Nº V- 19.434.541, de
manera temporal el ejercicio unilateral de la patria potestad sobre su hija, la niña
ANABELLA SOFÍA DA SILVA CABEZAS, quien nació en fecha veinticuatro (24)
de enero de 2012, y cuenta actualmente con siete (07) años de edad, según consta en
Acta de Nacimiento Nº 229, de fecha 01 de febrero de 2012, en aras de salvaguardar su
interés superior y con el objeto principal de lograr una mejor calidad de vida y bienestar,
así como el reconocimiento y garantías de todos y cada uno de sus derechos.

Es Justicia, que pedimos en Caracas, a la fecha de su presentación.

LOS SOLICITANTES,

LA ABOGADA ASISTENTE,

EL FUNCIONARIO DE LA URDD

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